~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Diana Delacour]

Antes de llegar al escritorio usado como caja de compras, trastabille con el propio piso, de lo apurada y emocionada que estaba, pero tan solo reí

-¿Encontró lo que buscaba?- Me pregunto el elfo acto seguido a que apareciera corriendo

-Si ,y me encanto!-Di una pequeña pausa y le mostré el libro- ¿A cuanto esta?

[Seba Granger]

Dash con Diana

 

Dash paso un gran susto al ver que la clienta a la cual atendía había estado a punto de caer, era raro que hubiera trastabillado lo mas seguro es que se hubiera enredado con sus propios pies, al menos a la criatura le solía pasar muy seguido cuando salía corriendo desbocado, muchas veces su amo Seba le había dicho que no fuera tan atarantado o algún día terminaría herido pos sus descuidos.

-¿Esta usted bien?- dijo el elfo a la muchacha antes de contestar la pregunta que esta le había formulado.

Dash tomó el libro que esta le mostraba para buscar el código que le indicaría cuanto costaba, miró por todos lados el pesado objeto y reviso sus hojas por unos instantes, este no tenía tantos dibujos como los que le solían gustar a él.

-Ese libro esta a 50 Galeones, si quieres Dash lo puede colocar en una bonita bolsa- añadió este mientras esperaba saber si la bruja lo llevaría.

[Diana Delacour]

Al caer, Dash vino a respaldarme

-Estoy en perfectas condiciones, gracias- Dije entre risas- Estoy un poco apurada, tengo que volver a casa, ademas me encanta el libro y y quiero leerlo ya-

Nos dirijamos a la caja y Dash me dijo:

-Este libro esta a 50 galeones, si quieres Dash lo puede colocar en una bonita bolsa-

-Oh, caro- Susurré y di una pausa revolviendo mi bolso-Solo tengo 100 galeones-Toma Dash 50 Galeones, y si eres tan amable mételo en una bolsa bonita-Dije feliz

[Seba Granger]

Dash con Diana

 

La criatura miró hacía la ventana del local por donde pudo ver como la noche se había venido de repente, con razón la joven se veía un poco apurada en esos momentos, el elfo tomo el dinero que la bruja le daba y lo deposito en la caja luego de apretar algunos botones como le había enseñado los dueños del local.

 

Tras saca el cambio y entregarlo en la mano de la chica, el pequeño de bajo del banquillo para revolver en unas cajas en busca de una linda bolsa de color rosado con el nombre del local grabado en uno de los costados de esta, luego deposito el libro con mucho cuidado al igual del recibo que demostraba que había sido comprado en el negocio.

 

Dash subió al taburete de nuevo e hizo entregada de la bolsa con la compra de la simpática clienta, -Gracias por su compra, vuelva cuando quiera a House of books, Dash estará encantado de atenderlo de nuevo- dijo este sonriendo mientras se daba cuenta que era la primera venta que él realizaba.

[Diana Delacour]

Dash bajo de su banquillo y me entregó el libro dentro de una bolsa rosa con el nombre del local acompañado de un

-Gracias por su compra, vuelva cuando quiera a House Of Books, Dash estará encantado de atenderlo de nuevo.-

A lo que yo respondí:
-Muchisimas Gracias Dash, volvere pronto de eso quedate tranquilo!-

Y me fui saludando a Dash, con un poco de apuro <<y hambre >>.

[Seba Granger]

Dash, despidiendo a Diana

El pequeño y eficiente elfo sonrió con las palabras de la joven, además de que seguro los dueños del local estarían feliz por que lo había hecho bien, al menos la clienta se había ido contento con la venta, además había dicho que volvería pronto.

De a poco el negocio de la señorita Darla y su amo estaba recibiendo mas gente, ya habían sido varias las personas que habian pasado por el lugar, y aun quedaban algunos rostro pasando el rato entre los libros y las conversaciones.

Seba, con Darla

Se me escapo un ronroneo leve al sentir que sus brazos rodeaban mi cuello, aunque un estremecimiento recorrió mi cuerpo cuando logre sentir su suave piel en la mía de nuevo, no pude evitar mirar hacía bajo con una sonrisa traviesa al ver como aquella bata se abría para mi, rosé mas mi piel con la de ella tratando de recordar la noche que habíamos pasado y un suave gimo se escapo de mis labios mientras la veía a los ojos de nuevo.

-Debiste despertarme, seguro la hubiéramos hecho mas entretenida aun- dije a mi chica respondiendo a su hermosa risa con un suave mordisco en sus labios, mientras mis brazos la rodeaban por la cintura para atraerla mas a mi.

Suspiré profundo con su caricia, esa mujer me hacía olvidarme de todo, solo me hacía desearla aun mas de lo que ya lo hacía, querer amarla por siempre, querer pasar el resto de mi vida junto a ella sin importar las consecuencias, sin importar el pasado que ambos teníamos.

Mordí mi labio por un segundo al escuchar su pregunta, mientras mi cuerpo reaccionaba aun mas por ella, el solo imaginarme en la ducha con ella ya me había dado calor de nuevo, me sonroje un poco pero a la vez la vi con otros travieso mientras bajaba una mano por su cuerpo.

-Me encantaría compartir la ducha contigo, espero no te importe llegar tarde- añadí riendo, mientras posaba mis manos en su trasero y la alzaba hacía mi cadera, sintiendo como sus piernas se abrazaban a mi al instante.

[Darla G Dumbledore]

Con los brazos alrededor del cuerpo de su novio disfrutaba de estar juntos y poder compartir como pareja los momentos de intimidad hogareña. Sonrió, aquello era más que intimidad hogareña, lo podía sentir en al piel ardiente de ambos que se rozaban.

 

--Debí, pero te veías tan tierno durmiendo mi amor, que me daba pena --sonrió más pensando en que si hubiea sido más entretenido sobre todo con lo bien que habían decorado la zona no solo con la amplia ducha sino también con las piscinas tipo jacuzzi, no se podía negar que los muggles les ponían toques muy interesante a sus hogares.

 

El calor parecía subir en la habitación al contrario de la mano de su novio que bajaba por su cuerpo, una vez más no pude evitar ronronear y se abrazó con fuerzas, rodeándolo incluso con las piernas. Lo miró a los ojos con una amor y adoración que nunca había sentido tan intensamente por nadie ni nada y susurró en sus labios con voz sexy.

 

--No me importa llegar tarde, o conseguimos un giratiempos, o pedimos el día, soy toda tuya mi Seba --susurró mientras besaba sus labios, jalando un poquito el inferior para luego volverlo a besar con mucho amor, sintiendo como él la llevaba en andas de regreso al amplio y decorado baño.

[Seba Granger]

El sonrojo volvía a mis mejillas en el momento que mi novia decía que me veía tierno durmiendo, ella siempre sabía como hacer que los colores subieran a mi, siempre lograba a pesar el tiempo que llevábamos juntos que la timidez regresada.

-A la próxima que no te de pena mi amor- pronuncie mientras mi cuerpo se acoplaba a la perfección con ella, el rose de sus piernas en mi cadera hacía escapar suaves gemidos de mis labios los cuales llenaban de besos los ronroneos que escapaban de los de ella.

Reí con la idea del gira tiempo pero la verdad no me importaba si este se detenía, lo único que me interesaba era pasarlo junto a ella, pasar cada minuto de mi vida con la mujer que amaba y adoraba, la cual hacía latir mi corazón como una locomotora sin frenos.

Gemí una vez mas cuando mi labio era jalado por los de ella, la besé con mucha pasión mientras cruzábamos el dormitorio hasta el baño. No se en que momento la cobija que cubría mi cuerpo había desaparecido en esos momentos solo sentía el rose de nuestros cuerpos otra vez como lo habíamos hecho la noche anterior.

No me había dado ni cuenta cuando ya estábamos dentro de la piscina, la bata de mi chica había quedado tirada fuera de esta, en esos momentos solo necesitaba fundirme en su cuerpo una vez mas, hacerla sentirse amada, demostrarle que era lo mas importante para mi, dejar en cada beso y caricia una marca del amor que había en mi para ella.

-Te amo, se mía por siempre, deja amarte como nadie antes lo ha hecho- mordí su labio con pasión mientras mis manos recorrían su cuerpo con deseo. Luego de algunos minutos ya no solo eran caricias, ya no eran dos cuerpos rosandose, nos habíamos convertido en uno.

[Dark Dragona]

Dragona miró a Nathan con una mirada interrogante, sentía que no se comportaba normal y era razonable, seguramente en su mente tendría muchas dudas además de que ahora que lo pensaba no tenía ya razón para seguir en aquel lugar. La única razón que le había atado hasta ahora era Iro pero ya después de que ella eligiera a Damian, justamente su compañero de trabajo, no tenía ya más razones para quedarse. Notaba que era algo por el estilo, él se parecía mucho a ella y podía saber aquellas cosas con un poco de imaginación o con tan solo pensarlo.

 

Bajó un momento la mirada, el aire se había formado tenso, sabía que él había venido aquí expresamente para encontrarla y para hablar con ella. Esperaba poder ayudarlo de alguna forma si era lo que él quería pero no sabía como. Al menos lo que más sabía hacer Dragona era escuchar y en eso no tenía ningún problema. Puso sus brazos encima de la mesa volviendo a mirar sus ojos azules.

 

- Dime... ¿cómo esta? -empezó a entablar conversación, al menos el lugar quiera o no era un buen sitió para hablar, por lo menos no había tantas personas ese día así que no había ningún problema en susurrar un poco. -¿Pasó algo? Se te nota deprimido -dijo directamente para no hablar con rodeos esperando la respuesta del chico con una pose que a ella le dio la impresión por un momento que se sentía como una madre hablando de los problemas que tiene su hijo para intentar ayudarlo de alguna forma. Más o menos era eso lo que pasaba con la diferencia de que en vez de madre era su prima. Lo curioso es que Dragona siempre es la pequeña de un grupo, y en ese caso no había excepción, sobretodo con Nathan siendo un demonio de más años de los que aparentaba.

[Darla G Dumbledore]

Los brazos de Darla se movían sobre la piel de su novio, lo acariciaban con pasión y ternura a la vez que se besaban camino a la ducha. El roce de los cuerpos de ambos arrancaba más suspiros de los labios de ambos amantes, un suave gemido escapó de sus labios al sentir como el cuerpo de él se acoplaba al suyo. Ya no era la ducha su destino, sino la pequeña piscina que había en el amplio cuarto de baño, descuidádamente soltó la bata fuera de la misma antes de que ambos se sumergieran fundidos en un beso.

 

Los ojos de la pelirroja se fundieron en los de Seba mientras este le pedía que se dejara amar, que fuera suya para siempre, un estremecimiento recorrió todo su cuerpo y un cálido ardor surgió por todo su cuerpo instalándose en su pecho. Las manos de su amado la recorrían acariciando cada centímetro de su piel y ella le correspondía de la misma manera, un beso apasionado los fundió una vez más antes de que escapara un nuevo gemido de sus labios al sentir que era suya, por entero.

 

--Soy tuya mi Seba, tú has conquistado todo mi ser, no se cómo pero siento que mi alma y mi corazón te pertenecen por completo desde la primera vez --susurró en los labios de su amor mientras se abrazaba más a él, fundiéndose el uno en el otro al ritmo de los besos y las caricias que no cesaban, eran el uno para el otro, se pertenecían y se complementaban, se convertían en un suelo ser con dos corazones que palpitaban acelerados al mismo ritmo loco de sus respiraciones.