~ House of Books ~ (MM B: 103943)

[Seba Granger]

Aquella mañana me había levantado muy temprano, aunque creo que Darla lo había hecho aun mas, al despertar ya no estaba, seguro aquel día andaba de cacería, no lo había hecho los últimos días a menos que estuviera en alguna de las reuniones del bando al cual defendía.

 

-Dash esta mañana sales conmigo- dije al pequeño que estaba entregando las naranjas de todos las mañanas a Nana, Lualu no estaba muy lejos esperando por él, -Te lo robo hoy, a menos que nos quieras acompañar-señale también a la elfina de mi prometida, la cual sonrió lo que me parecía un si.

 

-Eros me dijo que habían algunos árboles secos que se han caído en el bosque que adquirimos con Darla, y tengo ganas de ir a cortar madera pero como prometí a Darla que no iría solo de nuevo a ese bosque, les toca acompañarme- recordaba que la última vez había sufrido un accidente y sino hubiera sido por ella lo mas seguro que hubiera muerto de frío.

 

-Así que si deben hacer algo mas, haganlo nos vamos en 15 minutos- añadí mientras que le sacaba una tostada de las que había preparado Nana aquella mañana, -Solo comeré esto por ahora, a la vuelta como mas- rebusque en el refrigerador sacando un par de botellas de agua y las metí a la mochila con algunas frutas.

 

-Si Darla regresa pronto le avisas donde ando- oí el bufido que salía de ella, -Lo haces Nana- le repetí para luego salir hacía el patio trasero de la casa donde Eros ya me tenía lista un par de hachas, una mas pequeña que la otra.

 

En cuanto los Dash y Lualu estuvieran listos nos iríamos.

[Darla G Dumbledore]

Lualú, elfina de Darla

 

Los elfos de la pareja Granger tenían sus dormitorios al otro lado de las cocinas, las habitaciones estaban repartidas a ambos lados de un pasillo, cada una con un domitorio con baño y una salita de estar. No era habitual que las familias tuvieran tantas comodidades para sus elfos pero Darla y Seba lo habían acordado cuando remodelaron el local que habían adquirido para poner su librería-café.

 

Cada elfo había podido "decorarlo" a su estilo, Eros solía preferir una habitación que le habían permitido hacerse cerca de sus jardines, pero más que nada lo hacía en el verano y cuando la primavera empezaba a tener calorcito y el otoño dejaba de estar tan frío, así se lo había acordado con sus amos. Pero a Lualú no era ese elfo el que más le interesaba. La elfina había despertado temprano y tras arreglarse se había dirigido a cumplir sus habituales tareas para luego juntarse con Dash, el elfo de su interés.

 

Su ama había partido más temprano que ella incluso y le había dejado una nota, indicándole las tareas que esperaba cumpliera ese día. La bruja había querido salir de cacería y luego acudiría a un acantilado en Tinworth, la elfina no tenía idea donde quedaba eso, pero le pedía le avisara a Seba si consultaba y le explicaba que regresaría cerca de media mañana. Lualú había hecho sus tareas rápido para luego estar con Dash y esperaba que el elfo entregara las naranjas a Nana cuando su amo apareció, indicando al elfo que irían al bosque a juntar leña. Ella abrió los ojos feliz cuando la invitaron.

 

--Lualú estará lista enseguida --dijo la elfina corriendo a su dormitorio a buscar un abrigo, los días aún estaban algo frescos a pesar de que la primavera había llegado hacía ya más de una semana. Minutos después estaba de regreso en la cocina esperando para partir, el amo Seba llevaba una mochila a su espalda y ella un especie de bolso para cargar la leña.

 

--Lualú está lista --dijo esperando a que le dijeran que hacer.

[Seba Granger]

Dash había terminado de entrar las frutas y verduras como cada mañana para Nana y en cuanto estuvo listo partió corriendo en busca de su amo y Lualu la elfina de Darla que ya estaba junto a su amo, -Dash ya esta listo, Dash llevara el carrito- señalo al Granger que ya había puesto las palas en el carro.

 

-Por mi no hay problemas, pueden usar magia si así lo quieres, solo que yo quiero cortar leña así que nada de aliviarme la carga por ustedes hacerlo con su magia- señale a ambos elfos que ya se encaminaban unos pasos mas adelante.

 

-¿Eros quieres venir?- pregunte mas como broma, sabía que a este no le gustaba salir a menos que si lo obligara pero no me gustaba mucho hacer eso, -Volvemos mas tarde, si Nana necesita algo sabes que debes ayudarla- asintió con la cabeza cuando me alejaba de él.

 

-Según los árboles por los que vamos están a unos 50 metros si nos vamos por este sendero al lado derecho- Dash asintió con la cabeza mirando hacía ese lado mientras iba charlando con Lualu.

 

-¿Chicos alcanzaron a comer algo? creo que tengo unas barritas en la mochila- subí un poco el cierre de mi chaqueta aun estaban frías las mañanas, además el bosque en ciertos sectores eran muy húmedo por la poca luz que lograba penetrar por los altos árboles.

[Darla G Dumbledore]

Lualú, elfina de Darla.

 

El mago les indicaba que podían utilizar la magia, Lualú estaba habituada a ello, pero no le escapaba a las tareas manuales, podía cargar en su bolsón las ramas más pequeñas y llevarlas flotando delante de ella de regreso a la casa. Dash les había alcanzado enseguida y se ocupaba de la carretilla, el elfo llevaba el carro manualmente pero seguramente de regreso lo haría con magia si estaba muy pesado.

 

La pareja de elfos caminaba uno junto al otro con su amo por detrás, iban con cuidado en el fresco matutino, esquivando raíces y pequeños arbustos. Seguían el sendero que los llevaba hacia donde le indicaba el mago que estaban los árboles caídos. Era una pena, a la elfina le agradaban los árboles, le daba mucha pena que murieran o se cayeran de esa manera. Le recordaban a los del bosque prohibido del que hablaba su ama a veces y le hacía pensar en los de la historia de Tolkien, aquellos árboles añejos y antiguos que hablaban y caminaban.

 

--Lualú comió una manzana --respondió la elfina a la pregunta de su amo, no había tenido tiempo de tomarse un té con leche pero sabía que por ahora con la manzana estaría bien.

 

--Lualú agradece al amo Seba, Lualú por ahora no tiene hambre --y miró hacia donde estaba Dash, esperando su respuesta, ella no había traído nada para tomar con el apuro, claro que no estaban tan lejos de casa, o no tan lejos al menos.

[Seba Granger]

Sonreí a lo que me respondía Lualu de lo que había comido sin dudas eso lo había aprendido de Darla esta solía comer manzana al desayuno aunque desde que estaba con él ya comía un poco mas, no sabía bien si por que él le insistía tanto o por que ella la verdad disfrutaba de comer junto a él, sabía que al ser vampira no necesitaba del todo comida de humanos pero aun así lo hacía.

 

Dash si se volteo un poco rojo, -¿Tu no has comido verdad?- este asintió un poco mas y se detuvo, -Nana apuro a Dash a ir por la fruta, Nana quería tenerle el desayuno al amo listo, aunque luego estaba enojada por que él amo no comería- señalo el elfo bajando las orejas.

 

Rebusque en mi bolso por una de las barras de cereales que siempre llevaba por si el bajón del hambre llegaba, -Toma, pero debiste decirme, nos Lualu hubiéramos esperado que comieras algo- Dash se sonrojo aun mas pero tomo su barrita y regreso junto a la elfina de la Potter Black, abrió el empaque del dulce y le cedió la mitad a su compañera, sonreí un poco por el gesto.

 

-Creo que me adelanto tortolos- le guiñé el ojo a ambos mientras caminaba esta vez por delante de ellos con una rama en las manos que había encontrado botada, estaba un poco verde y se notaba que había sido rota, era extraño por que supuestamente en ese bosque no andaba casi nadie mas cuando se suponía era nuestros desde ya hace un tiempo.

 

Me extraño un poco eso pero luego trataría de averiguar que había ocurrido.

 

-Chicos es por aquí- les hice señales a los elfos que venían un poco distraídos conversando, -Yo iré cortando y ustedes recogen les parece?- saqué el hacha mas pequeña primero del carrito.

[Darla G Dumbledore]

Lualú, elfina de Darla.

 

Dash no había desayunado y Lualú se sintió un poco culpable, más cuando el elfo le cedía media barrita, ella le agradeció y le dió apenas un mordisco, de cortesía, esperando a que él terminara su mitad y ella se lo cedió con suavidad, diciendo que ya se había llenado. El elfo dudó al principio pero ya su amo se les había adelantando y él que cambiaba de colores de rojos a rosas y más rojos, terminó aceptando la oferta de la elfina que le había dejado casi toda la mitad intacta para que él pudiera desayunar.

 

--Dash debe cuidarse más, Dash tiene que comer bien --susurraba la elfina mientras que atravesaban el camino por el bosque.

 

La pareja de elfos se detuvo de pronto cuando lo hizo su amo y ambos asintieron mientras que ponían a un costado las herramientas, una de las cuales se había llevado Seba, el hachuela más pequeña y ellos asintieron, yendo tras él, recogiendo los trozos que iba cortando. Dash tomaba los más grandes y los hacía flotar hacia la carretilla y Lualú chasqueaba sus dedos haciendo que las ramas menores quedaran sobre el bolso que ella había traído, cuya boca amplia estaba abierta y recibía su carga de madera.

 

--Lualú no había visto antes ésta parte del bosque, a Lualú le gusta el lugar --murmuró la elfina levantando la vista y observando los altos árboles en cuyas copas comenzaban a despertar los pájaros y sus cantos comenzaban a llenar el ambiente.

[Seba Granger]

Tiempo después, Saliendo del banco...

A veces creía que me merecía un descanso, que debería irme por un tiempo a pasear o para cambiar el aire, pero sabía que no era fácil mas si quería que me acompañaran, Darla estaba ocupada con las cosas del bando al cual defendía, además que me parecía que estaba tomando clases de nuevo, e irme con Dash ahora ya no era del todo fácil cuando sabía que Lualu estaba muy cerca de él.

Mas bien ya creía que eran solo uno, no sabía como podría separar a esos dos si algún día las cosas se complicaran, talle mi frente un par de veces mirando la puerta de mi despacho en el banco, ya había terminado todo lo pendiente pero la hora no terminaba de pasar para salir de ese lugar.

Miré la hora de mi reloj de nuevo y al fin me decidí a salir de ahí, guarde los papeles que estaban sobre el escritorio en el cajón con llave, luego cogí la chaqueta que estaba en el pelchero saliendo raudo hacía las puertas del banco sin mirar atrás.

[Darla G Dumbledore]

Perdidos en el tiempo a la salida de Gringotts...

 

Se había demorado, no tenía muchas ganas de hacer tantos trámites, hacía días que se le alargaba hasta casi hacerse eternos los trámites bancarios. Los había ido echando hacia adelante, cosa que no era habitual en ella, pero la verdad es que se sentía extraña, solo el hecho de trabajar junto a Seba era lo único que le daba vida y color, dándole sentido al hecho de estar allí. Parecían ellos contra el mundo a veces, y no sabía por qué.

 

Puso un tilde nuevo en su agenda de pendientes y observó los tres meses de atraso que tenía el pedido de pluses, sonrió, no le hacía nada tener una semana más, nadie se iba a morir por ello, además, los galeones no faltaban en ninguna de aquellas bóvedas. Puso la carpeta en el canasto rojo de los pendientes, su agenda laboral junto al canasto azul trámites realizados y se puso en pie. Si se apuraba quizás llegara a casa a tiempo para la merienda.

 

Tomó con premura su chalina azul, la primavera avanzaba y ella quería atravesar el portal mágico hacia su hogar en cuanto pudiera. Se apresuró a salir de su despacho y bajó a las corridas las escaleras desde su oficina hacia la salida del banco, delante de ella unos pasos le resultaron familiar. ¿Seba aún estaba en el banco?

[Seba Granger]

A la salida del banco

Me despedí de los guardias al salir por las puertas del banco pero me detuve un instante al exterior, algo me decía que no caminaría solo a casa ese día, esperé a mitad de la acera con las manos en los bolsillos estaba casi seguro que el taconeo no muy distante de mi era de Darla.

Al verla salir sonreí, -¿Quiere que la acompañe a casa? es estos días es peligroso que una mujer como usted se vaya sola- sonreí con una reverencia jugando con un par de monedas en mis bolsillos.

-Solía caminar con mi novia hacía el callejón, prometo que puedo ser buena compañía- me encogí un poco de hombros dando un par de pasos y deteniéndome de nuevo por si ella me quería seguir.

-Hace mucho que no recorro el callejón, he escuchado que han abierto varios locales nuevos- me quedé en silencio a la espera de la bella Potter Black.

[Darla G Dumbledore]

...de Gringotts a casa...

 

Apresuró sus pasos pero no podía evitar la burocracia del banco, que verificar que no se llevara galeones de nadie, que los registros no salieran del banco, que no olvidara revisar las quejas del fulano que había creído que tenía quince knuts y resulta que eran apenas diez y aquel que ni se enteraba que su sueldo no ingresaba porque ni él se dignaba pasar por su trabajo ante la guerra, y se creía que le iban a pagar igual. Cuando al fin salió, frustrada pensando debería recurrir a sus habilidades naturales su cara cambió de felicidad al ver quién la esperaba.

 

--Para mí será un placer contar con tan buena y feliz compañía --respondió la pelirroja acercándose al amor de su vida.

 

--Muchas gracias, ¿puedo ir de su brazo? para más seguridad --agregó la bruja, siguiendo el jugueteo mientras el índice de su mano izquierda jugueteaba enroscando uno de sus rebeldes rizos. Darla se acercó y se tomó del brazo del mago tras una suave inclinación de cabeza.

 

--Pues podemos aprovechar a recorrerlo, dicen que los magos se atreven a reabrir sus locales y que hasta los muggles quieren conocer más de lo que les pueden enseñar de la magia --en realidad la ruptura del secreto de la magia y los rumores de que una vez más había deseos de imponer la "raza superior" o como quisieran llamarle ahora la inquietaban pero seguía negándose a darles lugar en su vida. Apretó con suavidad el brazo de Seba --¿qué local nuevo me recomienda?

Editado 17 de Mayo del 2020 por Darla Potter Black