Elviris Pub (MM B: 103956)

[Balderik Von Alexandros]

 

 

La referencia de Sira hacia su elfina Dama provocó una ligera sonrisa en el castaño pues aun no sabía si era verdad que Dama estuviera atolondrada por Cadmus. Además algunas ideas surgieron de su mente un poco extrañas, en donde se veía en un bote a Dama sosteniendo una sombrilla mientras su elfo Cadmus tomaba unos remos y la paseaba por un lago, otra sonrisa se alzó en lo curiosos de ello, una relación entre los sirviente era algo que no conocía el Haughton.

 

Por el lado serio de aquel comentario, si fuese verdad el comportamiento sobre la elfina seria hacer lo que quisiera era verdad que Cadmus hacia lo que quería también, de aquello debía solucionarse. Acarició ligero la mano de Sira entre sus dedos, así habiéndose sentado a su lado y aquello con los elfos se termino pues sintió como apartaba su mano muy lento de la mano de Kritzai, que ahora sabía que algo se avecinaba

 

Ahora esperaba algo serio y malo para ambos pues siempre era lo consecuente ante tales circunstancias, como ejemplo sentir como quitaba la mano su prometida. Aquella pregunta sobre las advertencias del embarazo provocó que el castaño mirara extrañado a su amor. Si era verdad que lo recordaba tras haber estado en San Mungo con el aborto de su castaña, ahora le decia con esto. —Si amor si lo recuerdo ¿que pasa amor?— Pregunto curioso pues si bien recordaba una cosa importante que les había dicho la sanadora, ea que se cuidaran para pasado tiempo no tener complicaciones.

 

Las palabras de Sira en él, diciéndole que pues habían sido en vano cuidarse…Su mente trabajo al mil por hora, su corazón creía Kritzai explotaría de adrenalina, sus manos comenzaron sudar y su boca se sintió seca, pero todo eso, todo aquello que lep asaba era por una tremenda emoción que en su rostro aun no se manifestaba. Su prometida y amor de su vida estaba…Embarazada. La sonrisa fue explosiva a tal grado que el abrazo con su castaña Sira fue brusco, esperaba no haberla asustado ante tal arrebato de emoción. Pues casi la risa salía un poco maniaca de sus labios, no fea risa si no muy emocionada — ¿Es verdad? ¿Es verdad?¿Lo estas amor? ¿Estas embarazada?— Cada palabra hecha pregunta sonaba absurdo en sus labios pues ella le había dicho antes indirectamente que si.

 

—¡¡¡Amor te amo!!!…—Besó Kritzai sus labios apasionado he intenso, abrazándola ahora mas ligero y acariciando donde tocaba, sus labios felices no paraban en besarla mientras se sentía a su lado el hombre mas feliz del mundo, pues era de nuevo padre. Debía clamar el castaño sus impulsos pues aunque podría ser padre de una hermosita criatura en el vientre de su amor, había ciertos rasgos de peligro, peo no quería pensar en eso la cuidaría mucho, ya pensaba en las mil formas para ello.

 

—Un hijo...o hija...Amor seré padre…te amo… serás madre…seremos padres…— Decía sin casi voz de alegre y eufórico. Sentado a su lado se movió sin importarle, sin siquiera saber, solo se volvió a colocar de rodillas y se acero al vientre de la mujer que amaba. Sonrió y aunque sabia que su bebe aun no existirá si quiera levanto ligero su ropa de la Loveless y beso su vientre delicadamente —Te amo…—Susurro ahora a su próximo hija o hijo, el tiempo diría que sexo seria pero aun así le amaba. Se acurruco su cabeza y la recostó sobre las piernas de la castaña pensando en su bebe.

[Sira Loveless Haughton]

Sabía que sus palabras no eran claras, que no había sido demasiado precisa, pero su prometido era listo y sabría a que se refería la Loveless que se mantenía seria y nerviosa a la respuesta de él. Iban a tener un hijo y no sabía cómo se lo iba a tomar, apenas si estaban comenzando una nueva vida juntos, ni se habían casado y ya esperaban una gran responsabilidad, un niño no era un juguete tendrían que poner todo de su parte para que fuera bien y no se desviara...

 

Por fin había caído en lo que ella quería decirle, con aquella frase había esperado que el entendiera que tendrían un bebe en unos meses. Pero la primera reacción de él era confusa. Parecía nervioso, pero a la vez alterado, callado y sin saber que decir, todo aquello se reflejaba en su rostro en pocos segundo. Al final el sonrió abiertamente, con ganas y expectante.

 

La tomó en sus brazos para estrecharla contra su pecho algo más fuerte de lo que estaba acostumbrada. La sonrisa y su felicidad resonaron en sus oídos ahora que la tenia apegada a su cuerpo:- Amor, si, si es verdad…pero cuidado y no me estrujes como una naranja- Le dijo haciendo que este la soltara un poco pues comenzaba a quedarse sin respiración ante aquel efusivo abrazo.

 

Los gestos efusivos fueron acompañados de palabras igualmente efusivas. Ahora sus labios se juntaron en un apasionado y tierno beso, esta vez abrazándola con menos fuerza y más ternura. Lo sentía feliz, las dudas se habían despejado no la iba a dejar sola estaba segura ante su reacción que juntos combatirían lo que pronto llegaba aunque sí que debería cuidarse y ahora sí que lo haría.

 

Ahora las caricias iban a su vientre y aquello le hizo sonreír dejando que hiciera, de momento no notaria nada, apenas si estaba de unas semanas:- Yo también te amo…al principio pensé que no te alegraría la noticia- Se volvió a sentar pensando en la conversación con Anne, esperaba que Kritzai mantuviera su emoción controlada, aun no era el tiempo de decirle a su familia la buena nueva, al menos hasta que no se sintiera segura de ello:

 

 

- Si lo seremos y espero que sea un varón amor- Le dijo confesándole sus deseos pues deseaba que fuera un niño fuerte como el padre:- Amor…pero de momento no se lo diremos a nadie ¿si? Solo Anne lo sabe- Acariciaba la cabeza de su prometido que la tenía sobre sus piernas, seguramente intentando escuchar algo que le dijera que su hijo se encontraba ahí.

[Balderik Von Alexandros]

 

 

Ante las palabras de su prometida el castaño sonrió abiertamente, pues el estaba inmensamente feliz, la noticia si le había tomado ligero en sorpresa pero solo era eso, sorpresa, el no huiría como su padre biológico del cual, casi nunca pensaba. Kritzai se había vuelto un hombre serio, fuerte y de carácter, ligero parecido a su madre pero pensaba tras escuchar que seria padre, que habría visto su madre Meri en su desconocido progenitor, dejo de pensar en eso, hacia mucho tiempo que no lo hacia y no debería hacerlo nunca mas, así que pensó en su hijo o hija, en su pequeño o pequeña que crecía en el vientre de su amada

 

—Como no alegrarme con la noticia amor, si me has hecho inmensamente feliz— Decía Kritzai con una sonrisa mientras sentía las caricias de su Sira sobre su cabeza, se sentó acomodándose en el sillón de la zona VIP, sintiendo sus piernas y la ropa ligera sobre su oído.

 

Le escucho decir Kritzai que ella prefería un varón, eso le tomo una pequeña sorpresa pues él esperaba lo mismo, tenia una hija y ahora añoraba un pequeño bebe que se moviera feliz tras una snitch o montando una criatura, o simplemente jugar con el. —Veras amor que yo espero lo mismo, aunque si es una niña la querré mil. — Se volvió su rostro mirando recostado a la Loveless, sus pensamientos iban desde verla con su pancita a tenerlos abrazados a ella y a su hijo, ahora Sira comentaba al castaño sobre no decirle a nadie nada de momento y que solo él y su abuela Anne lo sabían, alzo una ceja por la sorpresa de que Anne lo supiera

 

—Claro amor, no se lo diré a nadie y mas dado que ni siquiera hemos comentado acerca de nuestro compromiso— Ligeramente su vista se enfoco en el anillo que el castaño le había entregado a Sira, aquella pieza de diamante amarillo.

 

—No imagino la reacción de mi madre ante tal relevación, —Ahora lo pensaba, a una Meri con una mirada en furia acerca de saber que seria abuela, aunque aquello fuera como lo fuera, lo tomara como lo tomara lo afrontaría con la mujer que le acariciaba. Estaba cercano a su pancita asi que riendo ligero y mirando a su futura esposa sonrió volviéndose a su hijo.

 

— Hola pequeño...aun no te pondremos nombre pero será uno el mas genial para ti...se que me escuchas —Comenzó a reír el Haughton aun platicándole al vientre de su amada pues conocía y sabia que no podría escucharle ni con magia su hijo—Aparir de hoy te hablara todos los días pequeño...— y volvió a levantar la ropa de la castaña y así besar el vientre nuevamente de su Sira. — Nacerás en una familia feliz pequeño. — Dijo levantándose ligero para buscar a un camarero o elfo.

 

—No deseas algo de beber amor...me refiero a bebidas normales nada de alcohol —Decía hasta encontrar a un elfo y haciéndolo llamar este e acerco — ¿Podrías traernos la carta o menú de bebidas? — Así se marcho el elfo con una reverencia hacia el castaño —Espero que Anne nos deje usar mas tiempo la zona VIP amor — Fue una risa ligera de Kritzai volviéndose a recostar en sus piernas de la Loveless y futura madre.

[Sira Loveless Haughton]

No podía estar más entusiasmada ante la respuesta y la reacción de Kritzai. Aunque al principio lo había tomado por sorpresa, al igual que a ella, no era que supiera al cien por cien que estuviera embarazada pero Fyre ya se había encargado de decírselo ya que ella compartía su cuerpo y sabía que era lo que pasaba o no, algo extraño pero así era. Ya no tendrían que esperar a después de la boda para hablar ahora sí que tendría que pensar más en la familia cuando se dispusiera a morir, algo que le encantaba al castaño.

 

Seguía acariciándolo con ternura, pronto tendría que compartir los mimos con el pequeño que crecía dentro de ella, algo que esperaba al castaño no le importara demasiado pues él debería hacer lo mismos. Ahora lo tenía al lado, sentado junto a ella, pegado como si aquel niño los hubiera unido aun más:

 

- Lo sé mi amor, pero espero sea un varón- Sabia que él, de relaciones anteriores solo tenía niñas, ella por el contrario no tenia ninguno, al menos no en Londres, ya que Scarlett se había vuelto a marchar con su padre a Polonia. Aquel niño o niña sería bien recibido en la familia estaba segura y Eve, necesitaba a alguien con quien jugar:

 

- No es que no quiera que se sepa cariño...bueno tu sabes- Aclaró descubriendo que él pensaba que era porque no habían anunciado ni su boda, acontecimiento que ya todo el mundo sabía gracias a ella. En su familia aun no había comentado nada sobre su aborto, aunque seguro que algo habrían notado ya que su panza no había crecido, y ahora estaban demasiado ocupados con la boda como para pensar en otra cosa. Movió su anillo sobre su dedo y sonrió:

 

 

- Seguro que se lo toma…bien- Dijo con un deje irónico en sus palabras ya que había compartido una pequeña velada con la que sería su suegra y la reacción fue la esperada, había puesto el grito en el cielo y poco más y se desmaya al enterarse que iba a ser abuela.

 

Comenzó de nuevo a acariciarle el vientre, tenía la impresión que a partir de ahora eso sería muy común. Ahora las palabras iban dirigidas al feto que se gestaba tranquilo dentro de ella, aquella visión de un padre hablándole a un hijo era verdaderamente tierna y ella sonrió y volvió a acariciar el cabello de su amado:

 

- Sabes que no suelo beber alcohol- Arrugó la nariz y se levanto para abrir la puerta y buscar a Anne mientras el elfo salía de nuevo en busca de la carta que había pedido Kritzai:- Amor, vamos fuera con Anne – Le dijo con una sonrisa. Al girar al pomo y abrir la puerta encontró una escena algo cómica que Anne y Zeta compartían:- Que bonita escena- Dijo con una sonrisa dejando la puerta del reservado abierta y que el castaño saliera.

[Anne Gaunt M.]

— A mí no me insultes, pelijas. Te recuerdo que tengo la posibilidad de despedirte del trabajo —comentó, empujando a Zeta por el pecho y sin dejar de sonreir en ningún momento. El hombre se tambaleó y frenó justo a tiempo para no estrellarse contra la estantería de licores—. Uyyyyy, pobre de ti si lo tiras todo.

 

— ¡Pero si me has empujado! —respondió él, riendo igualmente.

 

— ¡Eres un debilucho!

 

Y ambos detuvieron su forcejeo en seco, agarrados de las manos, y se quedaron mirando la puerta de la sala V.I.P., la cual había comenzado a abrirse. Sira habló rápidamente, comentando lo que acababa de ver y Anne soltó enseguida a Zeta, que soltó una carcajada.

 

— ¿Ya se te ha pasado la pena, criatura? —saltó la licántropa, mientras caminaba hacia la barra. Fue hasta el taburete que había ocupado el barman un rato antes y tomó asiento, mientras preparaba un vaso de cristal con hielo y empezaba a servirse vodka—. Te veo bastante más feliz.

 

Zeta también se colocó tras la barra y tomó el vaso del que había estado bebiendo hasta unos minutos antes, cuando había comenzado aquella especie de guerra contra su socia. También sentía curiosidad por saber cómo había ido la reunión entre la joven y su prometido, pero no era quién para meter baza en semejante tema. Anne, sin embargo, preguntaría y exigiría saber... y él, por tanto, también se enteraría.

[Balderik Von Alexandros]

Tan pronto como había pedido la carta su amor Sira se levantó, esperaba que la insinuación de bebidas no fuera mal interpretada, le había escuchado decir acerca de su madre que se lo tomaría bien, pero se denotaba inseguridad en ello, y de seguro imaginaba Kritzai que ellas ya había tenido un encuentro, en su mente lo seguía imaginando y torció sus labios ligero un gesto puesto que el castaño debía de haberla acompañado a ver a su madre y no ella sola, solo esperaba que se equivocara.

 

Tras haber abandonado la zona VIP la castaña, movido la puerta se dirigió hacia Anne, donde era la que lo esperaba. Se levanto Kritzai y la siguió con una sonrisa después él y salir de la zona privilegiada del negocio con la puerta dejada abierta por la castaña. Sira ahora parecía divertirse con algo, tras haber salido escucho decir la situación de Anne su abuela y el encargado. Le parecía gracioso d cita forma y tras escuchar las palabras de Anne el castaño se acerco y abrazo a su prometida colocando su abrazo sobre su hombro en modo de abrazo.

 

—Pues yo también estoy feliz abuela..Te tengo una gran noticia abu….Seremos padres —Revelo el Haughton la gran noticia muy feliz. Era verdad que el castaño no podía ocultar su emoción tras aquello de su próximo hijo. —Espero que esto no te tomara por sorpresa abuela y de momento no se diremos a mi madre, buscaremos la mejor situación para decírselo. —Decía esperando que su abuela Anne captara la ligera indirecta, nada ofensiva claro estaba, puesto que se imaginaba una supuesta charla de la Lovelees y la matriarca Haughton y no deseaba un mal momento.

 

—¿Vamos amor?— Le pregunto Kritzai a Sira mientras con una sonrisa caminaban hasta la barra, se separó de momento de ella y movió un banco para su prometida frente a Anne, y así movió otro Kritzai para él este detrás de Sira,. Tras ayudarle con una mano se sentó Sira frente a su abuela y Kritzai detrás de ella rodeándola con un brazo por su cintura en modo de abrazo.

 

—¿Podrías darnos dos bebidas sin alcohol? por favor—Pregunto ligero en orden hacia el barman, era solo dos bebidas pues veía que la igual Matriarca Haughton ya bebí al parecer un vodka. El barman que tenia una etiqueta de su nombre Zeta, le miró pues era curioso eso, pero lo dejo así esperaba las bebidas besó la nuca un poco mas baja de Sira, mirándola a su abuela Anne—¿Como has estado abu?— Pregunto el castaño.

[Anne Gaunt M.]

Sira no respondió, pero Kritzai no tardó mucho en hacerlo. Afirmaba encontrarse feliz, por lo que Anne comprendió que la noticia de que iban a ser padres le había hecho mucha ilusión. Sonrió cuando el chico le confirmó lo que ya sabía y decidió que no revelaría abiertamente que ella ya sabía que un bebé venía de camino. Además, soltó una carcajada cuando el joven comentó que aún no se lo contaría a la futura abuela de su hijo, que era precisamente la hija de la Gaunt.

 

— Enhorabuena a ambos, vais a ser unos padres magníficos —afirmó, alzando su vaso de vodka y dándole un trago después a la salud de ambos—. Y sí querido, mejor no le cuentes nada a tu madre todavía... o es capaz de morirse de un infarto —repuso después, soltando una risita.

 

Entonces el Haughton y su prometida se sentaron junto a la barra y pidieron un par de bebidas sin alcohol, y Zeta se puso manos a la obra y colocó dos refrescos multicolor frente a ellos en vasos de tubo de cristal con hielo que sabrían distintos para ambos, atendiendo al gusto de cada cual.

 

— Dos especialidades de la casa, invita la jefa —les indicó, señalando con la cabeza a Anne, que lo miró con el ceño fruncido—. ¿Éste es tu nieto, Anne? Qué bien te conservas, hija, y yo que te iba a pedir una cita —bromeó después, entornando los ojos.

 

— Olvídame, Zeta —le soltó, dándole un codazo y sonriendo. Miró entonces a Kritzai, apoyada en la barra con los codos, y sonrió—. He estado bien, cielo, algo liada con tus pequeños tíos... cuando tengas a tu bebé me comprenderás, aunque mi trabajo como madre, para colmo, es doble porque son mellizos —le explicó—. Pero como te digo, todo realmente bien. ¿Y tú? ¿Cómo va todo? Es una grata sorpresa ver que tu vida se va estableciendo de feliz forma... formar una familia es un paso muy importante, desde luego —afirmó.

[TejoCazador14561]

Era la segunda vez que visitaba el Callejón Diagón. La primera había sido para visitar Gringotts, pero hoy venía al local al que me había afiliado, Elviris Pub. Anne, la dueña, me había indicado cómo llegar a ir, para empezar a trabajar si me dejaba.

 

Llegué al principio del Callejón Diagón, en la zona de del banco mágico de Gringotts. Según me dijo la chica, cerca de ahí estaba el pub. Me fui acercando a los locales poco a poco, pero sin mucho éxito. Iba unos tras otro, leyendo los carteles, viendo como era por dentro, pero nada. Y justo, cuando empezaba a rendirme, lo encontré. Un gran portón, con el letrero del local, permitía la entrada a aquel agradable sitio.

 

Lo primero que vi alrededor mía, fue una moto apoyada en la pared, y una máquina tragaperras, la primera que veía en el mundo mágico, acostumbrado a verlos en los bares muggles. Lo segundo que vi tras atravesar el negocio fue un sofá de tres plazas que imitaba el capó de un coche muggle, en tonos rojos y negros, con una mesa de cristal baja.

 

El local estaba lleno de mesas, sofás, y una barra que dejaba llegar a otros sitios. También localicé la zona VIP, donde según Anna sólo podían acceder los afiliados como yo, y Sira, que conocía de San Mungo. También destacaba la música de fondo, que daba vida al lugar, siempre puesta ahí.

 

Cuando terminé de ver todas las partes del local, puede ver a Anne, y rápidamente me dirigí hacia ella- Hola, perdón por mi tardanza, ¿qué tengo que hacer como afiliado? Si necesitáis ayuda de trabajo, aquí me tienes- dije sonriendo esperando una sorpresa.

[Sira Loveless Haughton]

Anne tras la sorpresa de ver a Sira abrir la puerta, se separo rápidamente de Zeta y se fue hacia la barra para ponerse tras de ella y prepararse un vodka, así como hizo el encargado que tomó el vaso que ya llevaba tiempo servido por la sudoración del vidrio, al menos eso pensaba la castaña que portaba una sonrisa en sus labios:

 

- Si, ya se ha pasado la pena, todo eran pensamientos míos – Kritzai apareció tras de ella y la rodeo con su brazo por el hombro. Sira entonces lo miró con ojos de ensoñación y entrelazaba su mano a la de él que colgaba sobre ella y daba la noticia a Anne, que ya sabía, ya que ella misma se lo había dicho minutos antes. Carcajeo ante el comentario de la madre de su prometido, sabía que se llevarían bien, no se preguntaba cómo lo sabia pero lo sabía:

 

- Bueno Zeta, te presento al padre- Se habían sentado en unas banquetas frente a Anne y Zeta que tenían una tensión evidente entre ambos. Kritzai se sentó después de ella tras de sí y la abrazo por dentaras, dándole más mimos de los que ella hubiera imaginado tener al saberse embarazada. Besó la nuca de ella y sonrió, la Loveless acaricio las manos de él que la rodeaban con cariño y suavidad:

 

 

- Amor, si tu quieres puedes beber alcohol, yo quiero un refresco de cola- Aunque le había ofrecido la especialidad de la casa, a la castaña lo único que le gustaba y se podía decir que era adicta era a la Coca-Cola, por muy extraño que pareciera, aquel refresco muggle era su adicción, no podía pensarse un día sin aquel refresco, era adictiva y no podía ser de otra marca que no fuera Coca-Cola, sino no la quería:

 

- Zeta, ¿seguro que quieres una cita con Anne? Cuidado y no saque las garras- Dijo soltando una carcajada haciendo referencia a su condición de licantropa:- Si, menos mal que se endereza este mujeriego- Terminó diciendo tirándole un pellizco en la mano al castaño.

[Balderik Von Alexandros]

Tras estar frente a Anne escuchó Kritzai su carcajada cuando le revelo su inquietud de decírselo a su madre, sonreía tímidamente pues no esperaba eso, luego sus palabras acerca de que serian bueno padres, eso esperaba el castaño, serlo seria una gran responsabilidad y él, aunque ya lo era no tenia experiencia en ello, rara vez convivía con sus hijas, eso le entristeció de momento. Su mirada se enfocaba en el cuerpo de la mujer que tenía delante y abrazaba, su futura esposa y madre de su hijo. —Gracias abu y lo se cuando se lo cuente arderá Troya— Sonrió a la risa de au abuela cuando también alzaba su vaso de vodka hacia ellos en salud, mientras el castaño asentía agradeciendo el gesto.

 

Tras haber pedido sus bebidas pronto la hospitalidad de Zeta se manifestó pues les daba una especialidad de la casa, además de cortesía de el, el castaño sonreía tras ver el gesto de su abuela, quería ser modesto y no permitirle aquello pues él encantado pagaría por ello pero las bebidas estaban siendo preparadas por Zeta. Escucho como su prometida presentaba al encargado como el padre, mientras sentía las caricias de ella sobre su mano, esta estaba en su cintura y que le provocaba una sensación agradable con cada caricia.

 

Ahora Sira cambiaba la orden por un refresco de coca-cola, sonrió observando el rostro consternado del encargado Zeta, que se movía trayendo su orden. El castaño bebió un sorbo de esa bebida multicolor que le daba curiosidad. —Si veras abu se que es un gran paso y bueno algún momento deseo conocer a esos tíos mellizos, pues estoy bien liado igual con algunos asuntos del ministerio. —Decía Kritzai mientras escuchaba las palabras de su prometida primero hacia Zeta y Anne que el castaño miraba sonríente al asunto, luego en segundo hacia él, así sintiendo su pellizco que le hizo reír, mientras besaba sin parar su nuca aun abrazándola y no soltándola.

 

—Auuu.. No soy mujeriego amor y bueno ahora soy de perteneciente a dos personitas, tú mi amor y él mi chiquillo. —Dijo mientras acariciaba su vientre. Tras segundos la puerta del local se abrió y le dio paso a una persona joven, más que el castaño, y se adentraba saludando a Anne y diciendo listo al trabajo. Era creía el castaño hacerse llamar Tejo, mineras volvía a beber de su bebida multicolor en sabor a manzana, su fruta favorita. —<<Te amo>>— Susurro en su oído de Sira el castaño y solo a ella. —<<Y más cuando te enojas>>—

Editado 4 de Junio del 2014 por Kritzai