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♦..Cacao Café..♦ (MM B: 103979)


Ela Karoline
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Pronto se dio cuenta de que los clientes empezaban a ocupar las mesas después de subir por el columpio hasta la agradable terraza, allá junto al barandal a vista de todo el que ingresará y también pudiendo observar a los transeúntes abajo en la calle, un mago se sentó, Ela que estaba más que dispuesta a atender a la floreciente clientela, materializó una libretilla y un vuelo plumas y fue a tomar el pedido.

--¡Bienvenido a Cacao Café!-- dijo a modo de saludo, sonriendo la pelirroja agrego --Soy Ela y le atenderé en esta ocasión, ¿Qué le apetece ordenar? -- en seguida el mago ordenó un café venezolano, --Excelente elección, ya se lo traigo-- anuncio de forma relajada y fue por el pedido.

Unos minutos después regreso con una bandeja cargada, colocó frente a él una hermosa taza de porcelana llena de un aromático y humeante líquido negro, sobre un plato en el que reposaba una cucharilla de plata, una azucarera con perfectos terrones del endulzante y una jarrita con leche, por si lo prefería acompañado.

--Que lo disfrute-- se atrevió a decir antes de dirigirse a la bonita chica que lo acompañaba, --¡Bienvenida al Cacao Café! ¿Desea revisar la carta o tiene en mente lo que le gustaría ordenar?-- dijo mientras observaba el bien cortado y confeccionado vestido color cereza, tenia un aire familiar, aunque la actual matriarca de los Lockhart no conociera a tanta gente como su prima Cye, pero no se atrevió a insinuarlo ya que conocer, solo conocía a Sagitas, Xell de los Potter y algunas otras personas de otras familias.

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@ @@Albus Severus Black
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En este lugar hacían excelentes cafés y bebidas calientes pero sin duda lo Que para Albus era lo mejor del sitio era la atención y la tranquilidad que daba el lugar. Una chica se acercó a atender mi pedido con una hermosa sonrisa, atributo que siempre era de las primeras cosas que el inefable se fijaba en una mujer. Amablemente la misma tono mi pedido y pocos minutos luego volvía con una taza de café que desde algunos metros ya podía olerse aquello tan particular en el café venezolano.

 

-- gracias srita-- le repondi a la mujer que trabajaba en el café y ella con un gesto de amabilidad me miro. Mientras ella completaba el pedido sentí unas suaves manos en mi rostro. Taparon mis ojos y por reflejos automáticos lleve mi mano derecha a mi varita y la izquierda tomó la suave mano de quien era. Casi que instantáneamente todo mi cerebro entendió la situación. Aquella mano ya antes la había tocado, la suavidad de ella eran sin duda de alguien muy especial para mi. El olor de lanfragancia de aquella persona también era único e inconfundible.. sabía casi que automáticamente de quien se trataba. Entonces solté suavemente mis manos y las puse sobre la mesa para luego hablar -- hay gente que jamás olvidas.. y más si tienen un lugar especial en ti.. pensé que no vendrías Hanni.--

 

La mujer me soltó y cuando me levanté para rodar una silla para que ella se sentará frente a mi, la mire y estaba aún más hermosa que antes. -- hannah whao, es increíble lo hermosa que estas, tu cabello está increíble y.. bueno tus ojos, tu sonrisa, tu figura!-- pare allí porque no se si estaba hablando de más.

 

La mujer que trabajaba en el café también me ayudó hablando para darle la bienvenida a ella mientras yo quede admirando un tiempillo más a la hermosa rubia frente a mi.

 

@@Ela Karoline @

Editado por Albus Severus Black

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Hannah Rambaldi

 

 

Sonrió al escuchar las palabras del joven Black, se sonrojó cuando él le decía que había sido especial para él y le hacía toda clase de cumplidos, dejó que le abriera la silla y ella se sentó frente del el, con los codos recargados en la mesa y sobre sus manos estaba recargada su cabeza, la rubia lo miraba como si no se cansara de verlo y momentos después la encargada del café se acercaba a preguntar que era lo que ordenaria Hannah.

 

La rubia miró a la linda chica que le preguntaba si ya sabía que ordenar o necesitaba una carta para que viera las opciones, Hannah sonrió -Quiero un Kopi luwak expresso, por favor

 

¿La conocía de algún lado? No lo recordaba, tal vez de algún otro tiempo, pero su rostro le parecía familiar, no le mencionó nada, ya que Hannah tenía poco tiempo de haber vuelto a Londres.

 

Mientras la linda joven tomaba la orden la rubia volvió a mirar al joven Black.

 

- Usted siempre tan halagador señor Black- le sonrió y con una mano le acarició una mejilla -Me alegra de verdad verte, ¿que te trajo hasta aquí nuevamente?

 

No sé lo había dicho, pero lo había extrañado.

 

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La rubia que ocupó el asiento frente al mago que estaba atendiendo Ela Karoline recibió una serie de justos cumplidos, cada palabra le hacía justicia y también reflejaba admiración y cierta devoción por parte de su invocador, la Lockhart volvió a sonreír antes de recibir el pedido.

--En seguida lo traigo-- dijo en tono amable y se retiró discretamente, pensando que ambos clientes sabían lo que querían, ambas excelentes opciones para paladares exigentes, aunque le sorprendió in poco la elección del kopi luwak expresso, uno de los cafés más caros del mundo, debido al procesamiento del grano.

En la cocina los elfos se pusieron manos a la obra, poco después los granos indonesios habían sido transformados en una exquisita bebida, La pelirroja llevo la bandeja de nuevo la mesa, colocó la taza de porcelana con el humeante líquido ante la bruja además de una diminuta fuente con galletitas variadas de almendra, chocolate y naranja para acompañar las bebidas cortesía de la casa, aunque la propietaria estuvo a punto de sustituir las galletas por donut, no entendía porque la chica le recordaba a los Potter y a los accidentosos.

--¡Que lo disfrute!-- luego se retiró hasta la barra desde donde podía observar toda la terraza y estar pendiente de la clientela.

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@ @@Albus Severus Black
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No dejaba de mirar el monumento frente a mi, la verdad que el tiempo había hecho un trabajo impecable en Hannah. La rubia se sentó en dirección frente a mi, acomode mejor su silla y volví a la mía. El tiempo pasó allí, era en verdad grato saber de ella, compartir de nuevo como antes aunque pude notar que habían algunas cosas que ella no recordaba con facilidad. La chica que nos atendía trajo una pequeña fuente de galletas que todas se miraban deliciosas. El café de Hannah tenia un olor increíble. No era yo un barista más sabía que el pedido de la rubia era una cosa cara, unica, difícil de hacer, no comun y exótica.. Como ella sería?.

 

-- como es que sabes de la existencia de este café?-- pregunté. -- yo fielmente tomó sólo café venezolano, halló que el mejor del mundo es este sin duda alguna, sobretodo el de la zona costera-- le comenté hablandole de una área que conocía como la Palma de mi mano.

 

Note entre tanto que la chica que nos atendía miraba mucho a Hannah como si le recordará a alguien.. quizá sólo era cosa mía sería? Más mi instinto de investigador rara vez fallaba y ya era como habitual tener detalle de cada cosa que ocurría.

 

--Hannah tu de pura casualidad conoces a la mujer que nos atiende?-- le pregunté de lo más tranquilo posible porque sabía que sólo de esa manera de abordar los temas es que conseguiría las respuestas.

 

La chica entretanto de que hablamos me preguntó que porque había vuelto, a lo que respondí --me tomé un tiempo para mi fuera del mundo mágico. Estuve bastante con mi familia muggle, resolví temas allí, luego fui hasta castelobruxo y resolví otras tantas. Ahora vivo en Brasil, deje mi residencia en el Mediterráneo por el país amazónico más sin embargo eventualmente voy hasta la toscana a dar una vueltita a mis propiedades.-- hablé, tomé un sorbo de aquella cosa tan maravillosa que me habían traído en una taza y le pregunte entonces a ella -- y tu? Cuéntame de ti, que fue de tu vida? Supe que volviste hace poco no? Que te trajo de nuevo aquí?--.

 

El brillo en los ojos de aquella mujer era algo que parecía como luz dentro de ellos.. hacia tanto que no los veía. Entre tanto que le mire, mire que aún cargaba una prenda que hacía demasiado le Di.

 

-- me alegra que aún conserves el dije de Fénix.. -- hablé mientras recordé tantas cosas de tiempos pasados. Mientras la mujer me hablaba yo levante la mano para llamar a la chica atendente. La pelirroja se acercó y le pedí que me trajera un par de "cañitas con nevazucar" y un "ratón de fondant", ambos dulces de la cocina venezolana tradicional pero el ratón era un postre que vendían casi que exclusivamente en una pastelería llamada alpina ubicada en Maracay, un pequeño lugar cercano a la capital de aquel país caribeño.

 

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Mientras esperaba a que más clientes llegarán al establecimiento, los olores de mazapán recién horneados, mezclados con las fuentes notas de los distintos cafés y el dulce chocolate que emanaban de la fuente invadían los sentidos de la Lockhart, le gusta y mucho aquel aroma familiar, el sentido de pertenencia al Callejón, lo mágico de todo aquello.

Lo único que podía mejorar la experiencia era hacer amigos, algo que parecía no haber logrado con mucho éxito desde su llegada a Londres, excepto por unos pocos, muy valiosos, eso si, pero que estaban en lo suyo y ella se sentía por días invisible. Movió la cabeza en gesto negativo apretando los dientes, como si con ello logrará disipar sus pensamientos.

--Va a mejorar, lo sé-- dijo con una punzada de anhelo y buena disposición, abierta a lo que el universo le regalará ese día. Sonrió y volvió a repasar las mesas con la vista, fue cuando noto que la llamaban de la mesa donde había servido aquellos cafés exótico. Con rapidez se acercó preguntando que deseaban ordenar

--¿Cañitas de nevazucar? umm-- el vuelapluma tomo nota en la libretilla perfumada a canela y jengibre, claro que Ela no era una reputada pastelera, por eso sintió curiosidad y dudo si preguntar, aunque por supuesto los elfos cocineros seguramente lo tenían clarisimo.

--Mm ¿esas son las cónicas huecas rellenas con crema y espolvoreada con azúcar pulverizada?-- pregunto un poco colorada, lo cierto es que dependiendo del lugar en el mundo donde se preparaban ciertas recetas los nombres cambiaban. --Y el ratón ¿ese es el pastel con esa forma características cubierto con fondant?-- rió para calmar los nervios que de pronto sentía.

--Tendrás que disculparme, mi prima Cye Lockhart es la experta, claro que en cocina seguro que saben...-- dicho esto se mordió el labio inferior cual chiquilla.


@@Albus Severus Black @ Editado por Ela Karoline
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La empleada del café se acercó a tomar los pedidos y dudo un poco en lo que le estaba hablando.. no era para menos, estaba hablando de dulces muy específicos que había que en verdad conocer más a fondo, aparte que no eran una cosa que se vendiera todos los días, la gente acostumbraba aquí a comer cosas más conocidas, cosas francesas, alemanas, británicas, italianas y demás.

 

@@Ela Karoline de igual forma me preguntó para darle detalles de los dulces y me habló de que la experta era una de los Lockhart, Cye. Hacia demasiado tiempo que no sabía de Cye, no éramos amigos íntimos pero si tuve una u otra forma intercambios amistosos con ella y se porque ella es tan especial para muchos en este lugar.

 

-- los dulces si, exactamente son como me dices. No te preocupes en si eres una buena pastelera o no, se que entre los elfos y ustedes harán algo increíblemente maravilloso como todo lo que preparan aquí.-- le dije con una sonrisota amigable.

 

--Cye es la dueña de este lugar o solo es la pastelera?-- le pregunté también. La chica desde que llegué le notaba un poco distante a veces quizá por lo que pensaba.. en mis años de investigador ya sabía como el lenguaje corporal hablaba sin que las personas abrieran su boca.. y la chica claramente demostraba que de alguna forma se sentía sola. Se veía una buena persona, alguien digna de conocer más a fondo, más si era una amistad de los Lockhart.

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  • 1 mes más tarde...

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Los vestigios de año nuevo seguían presentes en el local, en el que aún caían pequeños copos de nieve de azucarados que no llegaban a tocar el suelo gracias a la magia conjurada. Los elfos y meseras ya están despojando las mesas de telas rojas y verdes para cubrirlas con manteles impecablemente
blancos y caminerias (sobretodo) cafés, sobre las que reposaban bonitos menús.

En la cocina, los elfos pasteleros y cocineros ponían manos al la obra para renovar vitrinas y cumplir con las expectativas de los posibles clientes.

Ela, por su parte, estaba de cara a la terraza contemplando el columpio que subía a las personas a la terraza del Cacao Café, a los transeúntes despreocupados que circulaban haciendo las primeras compras del año.

Optimismo, esperanza y magia era lo que la Lockhart deseaba para cada ser viviente sobre el planeta, era lo que esperaba tener a mano los próximos doce meses. También esperaba que el Cacao Café fuera punto de encuentro para muchos y que bajo el encanto de aquellos dos granos algunos pudieran cotillear, afianzar relaciones o encontrar un poco de paz.


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Editado por Ela Karoline
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Ernest caminaba por las calles del Callejon Diagon abrazandose a si mismo, los ultimos dias del invierno eran los dias en los que mas frio hacia en el Callejon Diagon y en donde el joven mago podria apreciar una rica taza de cafe con leche y unas galletas.

 

Miraba todos los locales con la intencion de encontrar el local donde pudiera saciar su antojo de algo dulce de cualquier forma posible.

 

Levanto la vista y empezo a correr, esperando asi llegar mas rapido al lugar en donde podria saciar su antojo lo mas pronto que pudiera.

 

Y de pronto ya se encontraba enfrente de un ventanal en donde se veian cientos de chocolates que solo podian hacer derretir la boca del joven muchacho.

 

El chico levanto la vista buscando una puerta y se quedo extrañado viendo que no habia puerta.

 

-Esto debe ser una mala broma- dijo y saco la varita dispuesto a romper el ventanal para tomar unos cuantos chocolates, seria tan facil y nadie se daria cuenta....

 

Calmandose guardo la varita.

 

-Debe de haber alguna forma de subir o de abrir una puerta magica o algo por el estilo- dijo el mago pensando con delicadeza y viendo todo con detalle.

 

De pronto su mirada se poso en lo que parecia un tipo columpio, bastante comodo.

 

El joven sin fijarse en los detalles que rodeaban al columpio se sento en este. y tan rapido como se sento, sintio como este subia lentamente.

 

-Era obvio que habia algun truco- sonrio momentaneamente mientras sentia como se detenia el columpio.

 

Habia llegado a una terraza adornada muy bonita, con un lago y varias flores rodeandolo, esto hizo que el joven mago sintiera en su estomago un nudo.

 

Se dirigio a una de las mesas del establecimiento y se sento en una silla, de bebida tenia claro que queria tomar un cafe, pero de algo dulce queria preguntarle a uno de los meseros porque tenia un antojo muy especifico......

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  • 2 semanas más tarde...

Eran poco más de las dos de la tarde de un frío día invernal en Londres. Las personas iban y venían a lo largo del principal callejón del mundo mágico anglosajón y Black era uno de ellos. De porte elegante y fornido, caminaba en la búsqueda de un negocio de cafés que había conocido en una de sus últimas visitas. La elección de la vestimenta no había sido casual, pues aquella visita tampoco lo era. De traje negro, con la camisa de un perla semejante al de sus ojos y unos zapatos azabaches que brillaban con los tenues rayos del sol, que se colaban entre las numerosas nubes de plomo, avanzaba a paso ligero.

 

De repente se detuvo en frente de una vidriera enorme, que era su destino. Pero lo maravilloso de aquello era que no existía una puerta para ingresar, sino que accedería al interior del negocio a través de unos columpios. Mientras se subió a uno, no paraba de observar todo lo que le rodeaba en aquellos detalles. Una vez que alcanzó la segunda planta, se deleitó con las innumerables clases de plantas que decoraban el ambiente.

 

Un minuto después se encontraba ya sentado, en un rincón algo apartado buscando un poco más de tranquilidad y lejos de la piscina del centro, la diversión de los pequeños y también de algunos adultos. El galés no podía entender tal afición por el agua en pleno invierno, pero él no era nadie como para cuestionar aquellas decisiones. Contempló su reloj de plata de forma distraída y se dio cuenta que faltaba poco para la hora de su encuentro.

 

No se encontraba allí por una casualidad, había concertado una reunión importante con una persona extranjera que eventualmente visitaba Inglaterra. Fue en uno de esos días donde pudo acordar con la bruja el encuentro y parte del tema de la charla. Como director del Departamento de Deportes y Juegos Mágicos había decidido empezar con una serie reuniones con gente vinculada al quidditch o que pudieran, en parte, tener algún tipo de contacto al respecto. Ese segundo caso era el ejemplo del día.

 

La aguja fue moviéndose mientras los minutos transcurrían, y unos pasos alertaron a Black de que su espera había llegado a su fin. Cuando se giró, se reincorporó casi de inmediato. Una tenue sonrisa surcó su rostro algo endurecido por los años y realizó una leve reverencia.

 

—Bienvenida —dijo entonces con solemnidad.

 

 

@@Beryl Serenity Hawthorne

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#7 Fontaine PP ~ #6 de Rune MM ~ #1 Ragnarsson KK

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