Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)

[Balderik Von Alexandros]

Lento sin girarse había notado la voz de su esposa decir aquello, con molestia en lo ocurrido hacia años para Sira, momentos para él. Así que cuando Kritzai escuchaba a Sira pensaba en qu tanto cambio guardarse el secreto de su verdadera identidad en el pasado, de que por ello ambos castaños se amaran y tuvieran una hija producto de ese amor, y del que ahora estaban tan cambiados. Sira otorgo como momentos antes de igual manera si protección, a eso Kritzai le sorprendió ya que las circunstancias de como con que Kritzai conoció a Irony no eran muy afectuosas, mas una vieja lealtad y enseñanza que como amor de padre he hija. Por su parte Irony tomaba un poco de agua comentando sobre lo que parecía la situación de los esposos, indirectamente y luego dejando saber asi que, trabajaría en gabinete de seguridad en el Ministerio.

 

A Kritzai le parecía una opción curiosa ya que allí había cierto régimen autoritario, pero no dijo nada solo asintiendo ligeramente. Apareció Dama cercano a su esposa que e había levantado rápidamente, con el embarazo aunque con ese enojo le cautivaba, se veía radiante y hermosa, pero Sira salio, cuando Dama decía que alguien los buscaba le siguió con la mirada. Irony se volvió al Haugthon y el concentrado en Sira hablo, pensando en lo que le pasaba a su esposa, le intrigaba. —Bueno no hay nada que agradecer Irony, y bueno los ataques están a la orden del día, probablemente si...—Decia emergiendo una sonrisa de sus labios ante la mención de orden.

 

De pronto las voces se hicieron fuertes y nítidas en el vestíbulo del castillo, pero algo distrajo Kritzai de la conversación con Irony, un dolor en el pecho, dejo de sonreír por que la cicatriz dolía como si fuera hecha de nuevo, esa en forma de línea que era producto de una cortada de daga, una daga maldita. Su esposa sabia ligeramente la historia de esa cortada, sabia ella solo que era signo creado por su madre como castigo pero la verdad, la cual nunca diría a su castaña era que había hecha por Rick, el padre de Sira.

 

Incluso a ella le había fascinado, tocado en cariño innumerables noches esa pequeña y palida cicatriz pero por algo le atraía, pues esa daga era milenaria y atraía a los demonios por una magia antigua, no sabia los efectos, pero no podía saber Kritzai solo era historia de demonios que el padre de Sira amas le revelo en aquella pelea.

 

El dolor le hizo hacer ligeros quejidos, no supo cuando Irony salio de la sala, asi que algo nervioso se levanto tocándose donde estaba la cicatriz producto de cortada de esa daga, avanzo hacia las voces de la Loveless y otras personas, las cuales no distinguía, ¿visitas? creía el Haugthon hasta que los vio, un par de castaños hablando con Sira.—Ustedes...¿que hacen aquí?— y le dolia mucho mas al ver a dos mellizos, casi ardía y el dolor era insoportable, al punto de imaginar sangre brotar de ella y mas por que Kritzai que daba pasos hacia atrás sin acercarse a ellos( Heather y Mark), no sabia por que, el dolor disminuía cuando se alejaba, alejaba de ellos y lo supo, por primera ves en su vida sin poder creerlo supo el efecto de esa daga y esa cicatriz.

 

—Te odio a muerte Rick— Dijo con la furia sobre todo su cuerpo, cuan furia era comparada acabar con todo Ottery

Editado 28 de Julio del 2014 por Kritzai

[Sophie M.]

El comportamiento de Bea era distante, primero recorría sin rumbo su habitación hasta que había decido sentarse a escucharme. Me preocupaba y esperaba de corazón que me contara que le pasaba.

 

Escuché con atención lo que me explicaba, poniendo especial atención a las expresiones y tono con el que lo hacía. Luego de aceptar que conocía a los Ryddleturn comenzó su relato. Explicaba que había salido de viaje, aquello me tomó por sorpresa y me regañé a mi misma para obligarme a estar más atenta de las andanzas de mis hijas, quizá no al punto de espiarlas, pero que salieran del país y yo no tenía ni pista era demasiado descuido.

 

- Bea cielo - comencé luego de que me preguntara por Kelly, de quien tampoco sabía mucho, no desde que la viera salir de prisa de su habitación hacía algunas semanas. Aunque bueno, sí sabía de su recién ingreso a la Marca y eso mantenía ocupado a cualquiera. Con ella me había resignado a que estaría en un peligro inminente al igual que yo, pero confiaba en sus habilidades como bruja. Confiaba de hecho en ambas - temo que no me estás siendo totalmente honesta - dije al fin aunque no esperaba que sonora como un regaño, solo quería que supiera que me daba cuenta - pero mi intención no es que me cuentes todo - añadí para liberar un poco la tensión - solo quiero que sepas que sea lo que sea me lo puedes decir y que - busqué sus ojos para decirle lo siguiente - sin importar qué sea yo te voy a apoyar y ayudar en cuanto me sea posible - guardé silencio por unos instantes esperando a que ella digiriera lo que acaba de decir.

 

- No, sé poco de Kelly también - dije mordiéndome el labio inferior - pero al menos sé que está bien. Debo reconocer que estoy sorprendida de que tú no sepas nada de ella. Pero - y entonces reí con nostalgia - supongo que no iban a ser mis niñas inseparables por siempre.

 

Aquello era tan inevitablemente cierto que era un poco doloroso, aunque las jóvenes que eran ahora era totalmente admirables y con un potencial increíble, me daba plena cuenta de ello.

 

 

[Groter Shulton Granpié]

Demaciado timepo sin visitar el infierno individual que representaba esa singular propiedad.

 

- Arriba y al centro - Me fije aparenciendo en las afueras de los lindes de la propiedad.

 

Después entrando hacia mi único objetivo, buscar a esa mujer, convirtiendome en el gigantesco lobo café obscuro, en un silencio que anuncia la interrupción de la notcturna paz.

 

 

Trepe por el árbol que el sueño me indicó, para entrar sin alterar a los residentes, así que.entré y me dirigí al cuarto donde habitaba la vampira, tomando mi forma humana y entrando, para cerrar la puerta desde el interior de la habitación.

 

- Llevo largo tiempo, he tomado una decicion, no por ti vampira, pero tengo que admitirlo y ganaste, eres la mejor amiga de Arya, la perdí y realmente lo siento, así que no puedo hacerte el daño que mi pueblo me obliga a intentar hacerte, dejaré de casarte, pondré a mi familia en mi contra con una maldita condición, protege a MI Arya y al par de creaturas que quedan a su cuidado, pararé los espionajes y daré mi vida porque estes a salvo, cuidalos a los tres, si algo de honor tienes como vampira o siquiera por tu familia, poco me importa tu vida, tenlo en cuenta cada vez que la veas y quiero que sepas que NADIE ni tu ni ningun desgraciado engreído la ama más. - Terminé y le lancé a la cama el amuleto con una frase que hablaba de la amistad.

 

Espero que hasta nunca, aprovecha que ningún vampiro debe ganarse que un licántropo de su vida por el.

 

Caminé hacia la ventana y de un salto hacia el pasto, aullé con tanta fuerza y sali corriendo con mis grandes patas hacia el encuentro que terminaria con mi tortura, al final incluso la perdi a ella y lo peor una desalmada se la ganó, sabía que cuando la perdiera nada me daría la fyerza para seguir adelante, Kronoterun estaba avisado, pronto el y Brandon deberían vivir con toda mi ayuda pero dependiendo de la pelirroja.

Editado 29 de Julio del 2014 por Groter Shulton Granpié

[Bea Haughton G.]

Bea intentaba seleccionar las palabras con cuidado de no decir mentiras. No quería preocupar a nadie, pero estaba claro que su madre no la había creído.

 

- Intenté avisaros de que me iba, pero tuve que salir rápido, no tuve tiempo para hacerlo y no os encontré así que me fui sin decir nada – cogió algo de los snacks que había traído el elfo con hambre, llevaba muchas horas con el estómago vacío. - Os hubiera mandado alguna nota con su lechuza para que al menos supierais que estaba bien, pero no tuve tiempo.

 

Eso si era verdad. Había salido demasiado deprisa y no había tenido ni un solo momento para enviar una nota. Escuchó lo que su madre decía. Se sentía mal no poder decir la verdad, pero no estaba preparada. Había decidido seguir la vida como si todo fuera normal y es lo que iba a hacer. Tendría que perfeccionar su táctica cuando hablase con Kelly si quería salir airosa.

 

- Todo está bien, mamá – intentó sonar segura. . No hay nada de lo que debas preocuparte, de verdad.

 

Las siguientes palabras de su madre dolieron cuando Bea las escuchó. Aunque sabía que no lo había hecho con mala intención era exactamente lo que ella pensaba. “Debo reconocer que estoy sorprendida de que tú no sepas nada de ella.” Ella también estaba sorprendida. En cuanto acabara la conversación con su madre le enviaría una lechuza a Kelly.

 

- Tienes razón – aceptó en voz alta mirando a su madre, - pero ya sabes, con esto del viaje no he tenido tiempo. Hablaré con ella mañana mismo.

 

Kelly y ella estaban más separadas que nunca, pero el cariño que se tenían no había cambiado, por parte de Bea al menos. Echaba de menos a la pelirroja más de lo que había echado nunca a nadie y su distanciamiento solo se debía a que estaban ocupadas todo el tiempo o eso le gustaba pensar.

Editado 29 de Julio del 2014 por Bea Fearless

[Sira Loveless Haughton]

Rick Nowak

 

http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg

 

Polonia años atras.

 

Los pasos del castaño resonaban en el gran castillo, nerviosos, de un lado a otro. Sus manos tras su espalda le daban un porte nervioso a la vez que enojado. Su madre había muerto, su tía hacia unos años que lo había hecho, pero no le había preocupado tanto como ahora. Ahora al morir su madre, aquellos dos mellizos habían quedado sin nadie que los velara para que no supieran la verdad. Aquella verdad que había ocultado a su hija desde aquella noche que había aparecido de nuevo con dos bebes.

 

No tardo en hacerle olvidar y cambiar la historia de lo pasado, aquel joven se aprovechaba de ella cada vez que la veía en sus viajes para después dejarla a su buena suerte. No era la primera vez que pasaba todo aquello, si las cuentas no le fallaban era la segunda y en la primera ocasión había conseguido que ella perdiera a su hija y no supiera nada de ella.

 

Cuando desmemorizó a su hija aprovecho su desmayo para ir a buscarlo, no le iba a costar demasiado, si ella estaba en aquel lugar seguro que se encontraba en Polonia. Miró a su hija que dormía con cariño mientas los bebes eran trasladados a una cabaña con su madre y su tía. Le dio un beso en la mejilla y salió enfundado en una capa, sin rumbo pero si con una meta.

 

No conocía ni el nombre del hombre que le hacía todo aquello a su hija, pero solo tenía que seguir los resguardos que su hija tenía en su bolsa. Se habían encontrado en un hotel, el se aprovechaba que no lo recordaba y volvía a enamorarla y embarazarla para después aparecer.

 

Su coche, manejado por el chofer, lo llevo hasta aquel hotel, apenas sin parar el motor el Nowak salió a toda prisa del vehículo hasta el interior del hotel. Su capa ondeaba a cada paso rápido que daba, solo se escuchaba eso, sus pasos. Esos pasos que lo llevaron hasta la habitación que ponía en aquel resguardo que su hija había dejado en su bolso:

 

- ¿Conoces a Sira Nowak?- Preguntó nada más abrir la puerta para cerrarla tras de él, dispuesto a partirle la cara a aquel hombre, y lo que no era la cara:- ¿Te parece de hombre dejar una y otra vez abandonada a mi hija?- No le dejaba tiempo para hablar, no le interesaba lo que le tenía que decir, tan solo le preocupaba su hija:- Me has hecho de quitarle a sus hijos de los brazos, maldito bastardo- No tenia pensamiento de mantener una batalla con la varita, eso no dejaría ningún recuerdo, tenía otros planes…

 

Castillo Haughton

 

La puerta resonó con dos grandes sonidos pidiendo el paso. La castaña ignoró por un momento a su esposo y decidió ir a abrir, para encontrarse cara a cara con su padre, Rick había regresado de nuevo.- ¿Papa?- Preguntó extrañada de tenerlo allí.

[Ironía Heartilly]

Kritzai les encontró primero a medio pastillo, y esperaba que este respondiera las dudas de la bruja pelirosada. Sin embargo, lo ocurrido fue muy distinto. El mago se echaba para atrás, sorprendido y molesto por la presencia de aquellos dos críos. Eso no fue todo, a continuación se comenzó a alejar rápidamente y ya perdiéndolo de vista, escuchó saliendo de la sala aquel grito “¡Te odio a muerte Rick!” ¿Quién rayos era Rick y que le había hecho a Kritzai? ¿Quiénes eran esos dos extraños? Iba a ir instintivamente hacia él para saber qué le pasaba y para que le explicara cuando sonó la puerta.

 

Él estaría bien, si eso, tenía que mejor permanecer al lado de Sira no fuera cosa. Sabía que la bruja podría defenderse perfectamente, notaba poder en ella, pero en su estado eso era lo peligroso. Y no se fiaba lo más mínimo de los presentes, por eso debía quedarse. Se acercó tras Sira para ver quien había tocado y sus orbes grises cayeron en un hombre bastante guapo pero desconocido y con una mirada que le inspiraba un poco de desconfianza al principio. Aunque el rostro y esencia de Irony seguía siendo inescrutable, no dejando ver nada.

 

―Sira ¿Quién es? ―preguntó curiosa.

 

Igual se trataba de alguien de la familia. Pero como fuera otra visita para Kritzai, las cosas iban a ponerse más raras y difíciles, no estaba segura que tan bien se encontrara el chico.

[Sophie M.]

Si era completamente honesta, debía aceptar y enfrentar el hecho de que la vida en Ottery era capaz de transformar a cualquiera. ¿Acaso no había sido víctima yo de todo aquello? La Academia, el roce con otros magos y tu misma familia provocaba líos que algunas veces ni siquiera eran tuyos y a pesar de ello debíamos lidiar con ello.

 

Asentí mientras escuchaba las palabras de Bea, trataba de asegurarme que estaba bien y ésta vez decidí creerle, pues al menos ya le había hecho saber que podía contar conmigo. O bueno, al menos no insistiría más. Cada uno tenía derecho a guardar los secretos.

 

- Pues parece que han coincidido en escaparse - dije con una risita, la verdad quería animarla un poco - no las culpo la verdad pues yo también he dejado el Castillo algunos días. Aunque no he tenido que salir del país, no por falta de ganas- fruncí el ceño - el problema de tener un trabajo. Aunque - de pronto se me iluminó el rostro - apenas aparezca Kelly ¿que te parece un pequeño viaje? Pensaba en Madrid o Milán qué se yo - sabía que era un poco complicado ahora que nos habíamos asentado en aquel lugar, en un buen intento de tener una vida.

 

- Espero que logres hablar con ella, dile que yo también quiero saber de ella en tu carta - de pronto miré de soslayo hacia la puerta como si esperara verla aparecer ahí de pronto - supongo que les hará muy bien hablar a ustedes dos. - y era cierto, sabía que la relación entre hermanas era completamente diferente y las conversaciones eran de corazón a corazón - ¿Quieres salir a almorzar? Puedes ser aquí o en el Castillo como gustes.

 

 

[Bea Haughton G.]

Por alguna razón su madre dejó de insistir. Tal vez la hubiera creído o igual simplemente no quería sonar pesada, pero Bea lo agradeció. Veía normal que su madre estuviera preocupada, pero en aquel momento ella estaba bien de verdad. Aunque hubiera tenido problemas los había dejado atrás y se sentía mejor que nunca. No había motivos para preocupar a nadie contando lo que había pasado.

 

Por lo que decía su madre, Kelly tampoco había estado allí aquel tiempo y todavía no había vuelto. Eso no ayudaba a que estuvieran más cerca.

 

- ¿Kelly tampoco está? ¿Y a dónde ha ido? – inquirió con curiosidad.

 

Lo siguiente del viaje la pilló por sorpresa. Era cierto que en los últimos meses lo había pensado muchas veces, cuando la rutina y los deberes la sobrepasaban. Volver las tres a viajar, como hacían antes sonaba realmente bien.

 

Pero no estaba segura de que fuera el mejor momento. Ella tenía trabajo y había vuelto a la Academia hacia nada, no podía volver a dejarlo todo.

 

- Es una gran idea. Madrid… - dijo con expresión soñadora. Era una de las ciudades que más le gustaban. – Me encantaría volve allí, pero tenemos trabajo, muchas cosas que hacer. Y no sé si Kelly podrá…

 

 

Oyó como el estómago le rugía de hambre – Vamos a almorzar, sí – se levantó de la cama mientras hablaba. – Pero vamos por el castillo, echo de menos la casa.

 

Y abrió la puerta esperando a que su madre pasará.

[HeatherBurn]

Sira seguía diciendo que no éramos sus hijos, Mark de seguro pensaba que nunca tuvimos que haber venido, simplemente nunca existimos para ella y nunca nos quiso pero me detuve al pensar que todo esto de que ella dice que no éramos sus hijos pudo ser obra del tal Nowak, quizás quiso que ella olvidara todo, Nowak se las traía. —Hey, esto huele a obliviate- le dije a Mark disimuladamente, en eso una chica más baja que nosotros, se le acercó a Sira la verdad ignoré todo lo que decía, no presté mucha a su presencia dentro de la conversación entre nosotros y Sira.

 

La castaña nos había dicho que la siguiéramos a donde se encontraba Kritzai al llegar al lugar el hombre parecía estar ido dentro de sus pensamientos, al acercarnos parecía que un abundante dolor se le generaba, se empezó a alejar de nosotros como si tuviéramos alguna enfermedad o un virus mortal —Hey, no hemos venido a atacar, sólo hemos venido a hablar– le dije, pero el hombre sinceramente tenía algo —Te odio a muerte Rick— Un fuerte odio salieron de las últimas palabras del hombre, y ya más o menos había entendido algo, Rick era el nombre del padre de Sira, algo serio había pasado antes. De un momento a otro Sira se había perdido de mi vista, creo que había ido a abrir la puerta. —Uhm.. Sólo queríamos hablar de algo importante, Somos tus hijos- le dije al hombre mientras se alejaba más de nosotros.

[Sira Loveless Haughton]

Se había quedado petrificada al ver a su padre allí, en Ottery, tenía entendido que seguía en Polonia, tan solo había recibido una nota el día de su boda disculpándose por su ausencia, pero había contraído un virus que lo obligaba a permanecer en cama:

 

- Es… es mi padre- Tenía la sensación que no había ido a la boda por su rotunda negación a que estuviera con el Haughton, el porqué, no lo sabía aun no sacaba tiempo para hablar con el Nowak:- Papa, ¿Qué haces aquí?- De lejos había escuchado a su esposo maldecir al propio Rick, cosa que le hizo mirar de una mala manera a su esposo, para ella, su padre era demasiado importante.

 

Rick Nowak

 

http://i.imgur.com/gnYzEo3.jpg

 

La puerta se había abierto, tras de ella se encontraba su hermosa hija, de nuevo…embarazada:- Sira por el bendito Voldemort, ¿otra vez?- Preguntó avanzando hacia ella y cobijarla en sus brazos, como lo hacía desde que era pequeña. La castaña pudo sentir así el olor de su padre y ver que estaba a salvo con él:- Buenas tardes- La potente voz del castaño resonó en el pasillo del castillo, su penetrante mirada de ojos negros, se clavaba en Irony:- Rick Nowak, un placer- Tomó la mano de la joven y la llevó a sus labios para besarla con galantería:- Soy el padre de esta hermosu…- Sus palabras fueron cortadas cuando sus ojos se desviaron hacia el Haughton, ahora acompañado de aquellos dos mellizos que conocía:- ¡Tu!, sabía que no podías andar muy lejos si mi hija estaba aquí- Dijo con rabia.

 

Se separo de su hija muy a su pesar y en dos pasos estaba delante de Kritzai con los ojos inyectados de ira:- ¿Es que no has tenido suficiente durante todos estos años? ¿Tienes que perseguirla por todos lados? – El dedo del Nowak se aprisionaba sobre el pecho del castaño, justo en la herida que años atrás le había producido:- No has parado hasta tenerla bajo tu yugo, ¿verdad?- Preguntaba arrastrando las palabras ahora señalando a su hija que permanecía sin decir nada aun al lado de la puerta:

 

- Papa…- Se atrevió a decir Sira mirando la escena haciendo rodar su anillo sobre su dedo.