Jump to content

Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)


Anne Gaunt M.
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Las jóvenes se mostraban dubitativas y 'atemorizadas' en cierto punto, parecían estar buscándolo sin una finalidad específica más que una lejana idea sobre lo que en realidad intentaban encontrar. Dovakhin se sentó en uno de los grandes sillones y momentos después las palabras que surgieron de la boca de Alegna lo dejaron congelado. Con la mirada fija hacia la nada intentaba hacer memoria pero nada sucedía, no lograba recordar aquello que le habían revelado segundos atrás.

 

—¿¡Su qué!?— cuestionó atónito. Quizás ellas no lo habían notado, pero su condición Demoníaca ralentizaba su vejez y eso hacía que físicamente Dovakhin pareciera un joven de vientytantos años. ¿Acaso aquello no les daba un indicio de su error? ¿Quién en su sano juicio creería que su padre tenía la misma edad que si mismo?. Había solo dos opciones, o era una broma de mal gusto a la que el patriarca reaccionaría mal, o realmente tenían fundamentos y razones para afirmar aquella idea que, aunque intentaba buscarle sentido, encontraba por demás descabellada.

 

Desde cierto punto de vista el Haughton jamás se había percatado antes de todo el tiempo que había vivido, incluso apenas minutos antes había entablado una conversación con su madre que se mostraba desmejorada y cuasi enferma mientras que él poseía la viva imagen de su juventud sin haber cambiado casi nada su apariencia, pero ¿cómo explicaba tener hijas ya crecidas cuya existencia había desconocido hasta entonces?. Era poco probable.

 

Fue entre pensamientos y recuerdos que reparó en Alegna. La conocía de algún lado, de hecho la había enfrentado anteriormente. —Tú... tu eres Black ¿o me equivoco?— Preguntó señalando a la joven —¿Quién se supone que es su madre, y de dónde sacaron la idea de que son hijas mías?— Preguntó tratando de esclarecer todo. Era realmente confuso e incómodo para los tres.

 

Entre más lo pensaba más se convencía de que se trataba de una broma, sin embargo algo dentro de él le impedía darle la certeza a esa idea. Parecía como si por dentro supiese que aquello que le planteaban era tan cierto como la realidad que yacía entre aquellas cuatro paredes. No era un sueño ni una pesadilla, no había motivos para ser víctima de una broma ni un engaño, entonces ¿qué era todo eso? Dovakhin aún intentaba descifrar la verdad.

ZtlFOb2.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

frustrada por la respuesta de quien creían era su padre causo que mis miedos se transformen en una molestia ,que pensaba que veníamos a perder el tiempo nada mas o que era una broma ,aquel hombre sombrío le pareció aun mas despreciable la indignación llevo que sus palabras lo desafiara

 

- me parece que lo que haya dicho mi hermana en ningún momento fue un chiste y si estamos por acá no es por un simple idea o chisme , aquí tenemos la prueba de que usted puede ser nuestro padre , ademas si conoce a nuestra madre por que dudo que una persona escriba en tantas paginas redacte momentos y en especial su nombre no de otros solo el suyo . aparte dudo que exista la casualidad que en un momento deja de escribir sobre usted el tiempo que llevamos de vida - tomando aire para canalizar toda su ira mezclada de nervios - así que vinimos por nuestros medios a buscar la pieza de este rompecabezas por que realmente es eso y no tenemos ninguna intensión de hacer perder su tiempo , ni perder el nuestro ,agradecería mas amabilidad de parte de usted hacia nosotras .

 

buscaba la mirada con la mirada a mi hermana para que ella con mas conocimiento de toda la historia pudiera ayudarme por que los sentimientos cruzados me estaban causando un malestar interno al borde de las lagrimas , odiaba ser tan sensible en especial momentos asi , pero estaba transformada aquella gemela y tampoco podía explicarse por que parecía tan joven como si tuviera la misma edad que ella , coincidía con el tiempo que nuestra madre relataba en su diario pero si lo hacia era por algo , estando en ese mundo envuelto de magia todo era posible como el aspecto de su abuela de lucir bella y joven. No se permitiría marcharse ese día sin toda la historia resuelta .

 

@@Dovakhin Haughton @@Alegna Black

null

image.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las palabras del Haughton me dolieron peor que un maleficio imperdonable, que cuestionara que todo era un juego, una mentira me ponía furiosa y por lo que decía mi hermana también a ella, respire hondo para tranquilizarme y obviar sus preguntas incoherentes que ya le había dicho, tanto como mi nombre y el de nuestra madre. Asentí solo a su pregunta de si era una Black pero no se lo afirme en palabras.

 

-Vampiro o demonio?- pregunte

 

La mirada de desconcierto que me lanzo era evidente que la pregunta lo desconcertó. La única explicación que encontraba era eso, dado que nuestra madre no parecía la edad que tenia es mas se podría decir que hasta mas joven que nosotras. La inmortalidad brindaba ese tipo de privilegio aunque no experiencia o conocimiento como parecía en este caso. Al escuchar su respuesta sonreí de lado y mire al “joven” directamente.

 

-Eso explica tu apariencia, nuestra madre es vampiro y también aparenta unos veintitantos como es tu caso, creo que si escucharas lo que dije recordarías que soy Black, que entramos a la marca la misma noche, que “dueliamos” en el torneo y que mi madre es Ashura Lestrange.

 

Casi estaba tentada a mostrarle el diario que Rose aferraba pero ya era suficiente con que nosotras hayamos violado su intimidad para que él también lo hiciese, tome el diario y lo guarde en la chaqueta de cuero que tenia puesta y mire a Rose toda roja de furia, con lagrimas de rabia amenazantes. La tome por el hombro y con un ligero apretón le trate de decir que no sucumbiera al llanto.

 

-Si no recuerdas quien es ella es mejor no seguir esta conversación – tome a mi hermana del brazo y nos encamine a la puerta, amenazando irme de esa casa titubee unos segundos antes de darme vuelta- Disculpe las molestias señor Haughton

 

Recalque las ultimas palabras con el mayor respeto que pude a veces eso era el mejor insulto para algunos y me dirigí con parsimonia al punto de aparición, de reojo vi la frustración de Rose, divertida le sonreí

 

-Camina despacio solo le di algo en que pensar antes que lleguemos a salir capaz y nos detiene

 

 

 

@ @@Dovakhin Haughton

t1ARQ2V.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La conversación podría haber tomado un rumbo que a ninguno de los dos le hubiera gustado, pues la verdad no era algo que ninguna mente recibiera realmente abierta. Por suerte la llegada de alguien los había interrumpido y aquella charla tendría que continuar en otro momento en el que ambos estuvieran preparados, sobre todo Mónica, que no era una persona a la que le gustara hablar de sus propias debilidades y sentimientos.

Llevaba ya un rato sola, tiempo que había aprovechado para arreglarse. La bata de seda negra había sido sustituida por un vestido de un tono oscuro de burdeos de falda larga y escote en uve. Tenía las mangas ajustadas hasta el codo, desde donde se abrían ampliamente y caían sobre la falda, también ancha, desde cuyos bordes – al igual que desde el escote y mangas-, subían bordados de un tono algo más claro que el resto de tela. El traje se ajustaba bajo su busto y hasta su cintura, donde un cinturón dorado se sostenía gracias a la cabeza de un pequeño león, símbolo de la familia. También se había cepillado el cabello y caía sobre uno de sus hombros totalmente trenzado; lo tenía tan largo que incluso así le llegaba a la cintura.

Estaba escondiendo las manchas oscuras de su piel con maquillaje cuando el chasquido de una aparición la sobresaltó. Su mirada, no mucho más encendida que cuando había estado hablando con su hijo, atravesó el reflejo del espejo a través del cual observó al elfo que acababa de aparecer y que por algún motivo que aún desconocía, no se atrevía a hablar. Ella por su parte tampoco lo hizo, si no que se limitó a terminar la tarea que ya había comenzado y cuando hubo terminado, dejó escapar un largo suspiro que denotaba la poca paciencia que le quedaba.

- ¿Y bien? ¿Es que no piensas hablar? - de pronto Piero, que no solía mostrar tanto temor hacia su ama, agachó la cabeza. Quizá si no hubiera dicho nada, si hubiera hablado atropelladamente o se hubiera marchado no le hubiera dado tanta importancia, pero si el único elfo al que nunca había tratado mal le tenía miedo era porque algo importante había ocurrido. Importante y que la criatura consideraba que no se sería del agrado de la pelirroja-. Te juro que si no abres la boca de una vez te mataré – sentenció, con tal seguridad que no parecía existir duda alguna de que lo haría.

- Dos muchachas a las que Piero nunca ha visto llegaron al castillo hace un rato en busca del hijo mayor del ama Mónica – comenzó con cierto titubeo, pero poco a poco comenzó a hablar con la rapidez que lo caracterizaba. Era un elfo listo y despierto, así que la bruja confiaba en él todo lo que lograba confiar en un ser como aquel-. El ama sabe que a Piero no le gusta escuchar conversaciones ajenas si no es por orden expresa, pero en este caso no pudo evitarlo ¡No pudo evitarlo!

Empezó a moverse de un lado a otro, dando pequeños pasitos y con los nervios a flor de piel. Murmuraba algo que la bruja no conseguía oír, algo que ya le estaba comenzando a molestar cuando por fin el criado se decidió a seguir con su explicación.

- ¡Dijeron que son hijas del señor Dovahkin!

Y eso sí que no se lo hubiera esperado ni loca. Abrió la boca como para decir algo y luego la cerró. Hizo el mismo intento un par de veces hasta que finalmente movió la cabeza de un lado a otro como si no diera crédito alguno a lo que sus oídos acababan de escuchar ¿Cómo iba a tener hijos Dovahkin? Eso era imposible. O bueno, no era tan imposible puesto que aunque para ella el tiempo era como si no pasara el mortifago no era ningún niño, lo que le había quedado perfectamente claro cuando un buen rato antes habían estado hablando en aquella misma habitación.

- ¿Estás seguro que has escuchado eso? - se había puesto de pie. La varita, que un momento antes estaba sobre la cómoda, había desaparecido entre los pliegues de su falda, donde tenía un bolsillo oculto-. Por tu bien espero que todo esto no sea un error, Piero – no dejó que le respondiera; salió de la habitación dejando silencio y soledad en ella.

 

 

~~**~~



El trayecto desde la torre donde se encontraba su cuarto y la zona principal del castillo se le hizo poco menos que infinito. Su cabeza estaba funcionando a más de mil por hora, debatiéndose entre la posibilidad de que lo que el elfo había escuchado fuera cierto o si por el contrario había sido todo una invención voluntaria o involuntaria de él. Llegó entonces a las escaleras principales y las bajó con tanta rapidez que más que caminar parecía como si se deslizara a través del aire.

- Buenos días, señoritas ¿Ya os marchais? - la melodía de su voz fue cálida y dulce, algo que siempre la había caracterizado y que no se ajustaba luego a la realidad de su personalidad. Sus ojos verdes se arrastraron de una a la otra, observando el rostro de ambas e intentando buscar algo que le mostrara la verdad-. Lamento haber tardado tanto, pero no me habían avisado de que teníamos visita.

No las conocía o al menos no las recordaba, así que separó sus manos que hasta ese momento habían permanecido entrelazadas en su regazo, y las estiró hacia ambas chicas en señal de saludo.

- Mi nombre es Mónica – no mencionó sus apellidos pues en aquel momento le pareció algo innecesario. Dudaba que siendo tan jóvenes hubieran escuchado hablar de ella-, soy la madre de Dovakhin – aunque al igual que su hijo también se mantenía joven, su apariencia sí denotaba ya los treinta y muchos. Asomó entonces en su rostro cierto gesto amable que cualquiera que la conociera bien reconocería; buscaba información.-. ¿Qué es lo que os trae por nuestra casa?

Editado por Monica Malfoy Haughton
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las hermanas parecían molestarse ante las preguntas de Dovakhin quien toda su vida la había pasado dentro de una burbuja, sin saber cosas sumamente importantes como su raza o incluso las novedades del mundo mágico. Sin ir más lejos el día que conoció a Arya no tenía idea de que era una de las brujas buscadas, cosa que había sido publicada hasta en el profeta. Pero como siempre, el Haughton iba a su bola.

 

Desde su punto de vista no era algo descabellado querer saber más información acerca de quienes llegaban diciendo ser sus hijas, de hecho lo veía como algo lógico y no pensaba salir corriendo a buscarlas cuando las muchachas intentaron retirarse del castillo, sin embargo antes de que ésto pudiese pasar su madre llegó a la sala y se presentó. Entonces Dovakhin supo que la cosa empezaba a tornarse un poco más dramática. Minutos antes habían tenido su primera conversación en tres largos años y ahora pasaba aquello... era todo muy repentino hasta para él.

 

—Dicen que son mis hijas— Contestó a la pregunta de la Matriarca. —Sin embargo no conozco a la mujer que dicen que es su madre— Reparó de inmediato posando su mirada ahora en las hermanas. Era cierto, eran sus hijas pero él no lo sabía y tampoco recordaba a aquella mujer que le mencionaban porque como era característico en Dovakhin, uno de sus demonios había tomado posesión de su cuerpo durante el acto del coito. Quizás ese era uno de los motivos por el cual no envejecía y nunca tenía idea de nada de lo que sucedía, pero era un problema del cual el hombre no estaba enterado.

 

Durante tanto tiempo había estado ciego y ahora era muy difícil ponerse al corriente de las cosas que le sucedían. El no conocer a su padre, el tener constantes cambios de actitud y ánimo o incluso sentirse débil o perder la noción de las cosas, todos eran producto del eterno enfrentamiento que dos seres demoníacos llevaban a cabo en su interior sin que el Haughton lo supiera.

—Pero les creo— Sentenció después de una pausa bastante prolongada. Algo en ellas le reflejaba sinceridad y le hacía sentir que no le estaban mintiendo, sin embargo era solo un simple presentimiento, no había pruebas.

 

—Si tienen alguna prueba será mejor que me lo muestren ahora, no pienso aceptar hijas sólo por creer una historia.— Exclamó con serenidad. A pesar de todo era despreocupado y tampoco le importaba demasiado si aquellas mujeres se iban y no volvían a aparecer nunca más. Así era él.

ZtlFOb2.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

la sensación de estar acorralada por dentro era muy obvia ahora no solo estábamos con la arrogancia e indiferencia de quien sabíamos que era nuestro padre si no también aparecía una mujer tras nosotras muy amable elegante y aspecto joven mencionando que era madre de aquel hombre , las sorpresas no terminaban aquella mujer entonces seria nuestra abuela.

sin soltar palabra alguna para contestar a parte que quien seria su padre se adelanto a responder , mirando a ambos y sosteniendo firme la mano de mi hermana sentía la necesidad de defender a nuestra madre que de una forma estaba siendo ofendida por aquel hombre que no la recordaba.

 

suficiente habían cometido con sustraer aquel diario que pertenecía a su madre para tener que entregársela a otra persona , era su intimidad nadie mas debería saber excepto ellas que violaron aquellos recuerdos. La furia de ambas hermanas era imposible de contener pero le deba mas motivo para desafiar con sus palabras al hombre frente de ella por que de joven solo llevaba su aspecto .

 

-pruebas usted pide pruebas no se como sera todo este lugar pero de alguna forma se podría demostrar que somos sus hijas aunque sinceramente creo que ya no nos importe , vinimos con la mejor intención de conocer a nuestro padre pero nos marcharemos con una mala impresión de quien es ... si nos hubiéramos percatado de lo que ocurriría no le robábamos su tiempo y el de nosotras que vinimos gracias a este diario que pertenece a nuestra madre y lo menciona a usted solo a usted pero si lo raro que no la reconoce o no la conoce como bien dice- buscaba en ella un poco mas de aliento ya que las palabras salían sin ser controladas de su boca - sin mas que decir me alegro que reconozca que somos sus hijas pero lastima que lo dice por obligación.

 

volviendo las palabras ahora a quien se presento como Monica y que realmente le pudiera dar afecto como abuela - disculpe todo esto es un placer conocerla aunque nuestra visita aquí no tiene sentido.-

 

mirando a su hermana esperando que ella diera alguna orden o lo que fuera ,se sostenía de ella tomando la mano de su gemela

 

@@Dovakhin Haughton @@Monica Malfoy Haughton @@Alegna Black

null

image.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La voz de una mujer que acababa de llegar me detuvo la caminata al girar lo único que me llamo la atención eran sus ojos, el porte elegante, la desenvoltura al hablar y su linaje se podía ver en sus gestos, en su porte. La voz del Haughton me saco de mis pensamientos, carraspee tratando de encontrar las palabras adecuadas pero parecía que mi dialecto había muerto.

 

La voz de Rose entonces proceso las mías, estaba tan indignada, aferre mi pecho con la mano libre tratando de proteger aquel diario, Ashura nunca me perdonaría lo que había hecho, y yo tampoco maldita curiosidad que a veces me dirigía y me hacia hacer esta clase de locuras. Si ese hombre no la recordaba porque ella a él si. Porque estaba escrito su nombre y porque nunca me dijo nada? Con las veces que le insistí que me dijera por lo menos un nombre algo en el cual aferrarme.

 

La verdad me cayo encima como baldazo de agua fría, no habíamos sido concebidas por amor ni por un descuido de una calentura, Ashura podía haber sido ultrajada y por ello su reticencia hacia el sexo masculino en lo que la conocía solo estaba en su trabajo nunca me había puesto a pensar en el porque su malestar al preguntarle por mi padre. Pero el mago presente no la conocía, eso se notaba en su mirada de desconcierto, fue cuando recordé que los demonios a veces se apoderaban de las acciones.

 

-Tranquila retuve a mi hermana abrazándola por los hombros, todo esto era nuevo para ella Disculpe señor Haughton pero las pruebas no se las podre dar, lastimadamente es solo nuestra palabra, señora Mónica un gusto conocerla, creo que será mejor que nos marchemos Rose ya hemos abusado del tiempo de los señores.

 

No estaba segura de irme, pero no les mostraría el diario a ninguno preferiría vivir sin un padre, al menos Dovakhin ya había concebido la idea de poder llegar a ser nuestro padre. Nosotras ya dimos el primer paso si él quería daría el siguiente. Antes de salir por la puerta principal me gire para verlos a los ojos.

 

-Si saben de alguna forma de comprobar nuestro parentesco cuenten con nuestra ayuda

 

 

@ @@Dovakhin Haughton @@Monica Malfoy Haughton

t1ARQ2V.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Tras sus preguntas hubo ciertos segundos de silencio que en medio de tanta tensión parecieron mucho más largos de lo normal. Su mirada seguía cambiando de un rostro al otro de las chicas esperando a que le dijeran algo, mas cuando empezaba a pensar que tendría que insistir para sacar algo en claro de aquella improvisada reunión, fue Dovakhin el que se adelantó a las dos brujas más jóvenes y afirmó la noticia que hace un rato le había adelantado su propio elfo doméstico.

- "Dicen que son mis hijas" – la tranquilidad con la que el único varón presente lo dijo le resultó incluso molesta. Él siguió hablando, explicando que no conocía a la madre de las dos chicas a pesar de que era obvio que si la susodicha lo conocía a él por algo sería. A Mónica le pareció totalmente falto de tacto siendo un tema tan delicado aunque, si debía ser sincera, la personalidad tan arrolladora que tenía su hijo la había heredado en gran parte de ella misma.

Finalmente había aceptado que creía en parte la historia de las dos muchachas, pero pedía unas pruebas que las otras no parecían muy dispuestas a darle. Desde luego que si el parentesco pudiera demostrarse viendo cual era más cabezota, quedaría clarísimo que allí todos eran familia. Sin embargo había una cosa que Mónica sabía y que el resto desconocía totalmente: la identidad del padre de Dovakhin. Ni siquiera él sabía quien era pues cada vez que había intentado averiguarlo, siendo aún un niño, su madre se lo había negado. Eso había provocado que como adulto hubiera perdido totalmente el interés.

Si tenía en cuenta que la reacción del que era su hijo ante la noticia que le habían dado había sido la misma que había tenido su padre muchísimos años atrás, Mónica jugaba con cierta ventaja. Eso y el estudio de criaturas, magia y razas que había realizado a lo largo de su vida le había permitido entender un poco la naturaleza heredada de su primogénito que tantos quebraderos de cabeza le había dado siendo un niño y luego como adolescente.

- No creo que sea el momento de que nadie se marche de aquí – aclaró. La última en hablar había sido Alegna y aantes había sido su hermana la que había hablado, algo más impetuosa y nerviosa que la anterior pero con el mismo coraje en su forma de actuar. Ambas se habían dirigido a la puerta, así que con un movimiento rápido provocó, con varita en mano, que la puerta de entrada se cerrara mágicamente y que no se abriera si ella no lo hacía-. Creo que todos nos merecemos una charla tranquila, sobre todo vosotros tres.

Hizo un ademán con la mano y animó a las muchachas a acercarse de nuevo.

- ¿Podéis tomar asiento? Personalmente me gustaría saber un poco más de vosotras, prometo que no os ocuparé mucho tiempo – su voz, en el mismo tono amable, sonaba a una mezcla de petición y orden. Mónica podría ser amable, pero sí era obvio que nadie se marcharía de allí hasta que ella no lo dijera-. ¿Cómo os llamáis? ¿Qué edad tenéis? ¿Y quién decís que es vuestra madre?

Les había señalado uno de los sillones dobles más cercanos a la chimenea y esperó que Dovakhin se acercara; a él sabía que no tenía que decirle nada, pues incluso en momentos como aquel en los que estaban distanciados, tenían una complicidad casi perfecta. Lo miró y cuando lo vio tomar también asiento, lo hizo ella. Ocupó el viejo sofá en el que se solía sentar para leer, en cuyo respaldo se reclinó cómodamente.

- Yo no os voy a pedir que me deis pruebas de nada, pero si tan importante es ese libro que lleváis con vosotras será mejor que la próxima vez lo disimuléis mejor – desde que había llegado las había visto proteger la encuadernación, sobre todo a Alegna que lo había guardado en su chaqueta momentos antes cuando tenían intención de irse-. No es mi caso, pero cualquiera con peores intenciones podría pensar que ahí hay algo importante y no resultaría demasiado difícil quitároslo – guardó justo entonces su varita. Era una mujer demasiado observadora para que se le escaparan detalles como ese.

Miró entonces a Dovakhin.

- ¿No te acuerdas absolutamente de nada de esa mujer? ¿Recuerdas donde estaba en la fecha en la que más o menos nacieron? - sabían su edad y sabían quien era su madre, lo que no sabían era donde estaba Dovahkin en el momento en el que supuestamente habían sido concebidas y era lo que precisamente la de cabello rojo necesitaba descubrir. Estaba segura de que si él no recordaba nada era porque no había sido él mismo cuando quisiera que hubiera ocurrido todo-. ¿Qué recuerdas de esas fechas?

Su hijo la conocía así que no tardaría en notar la intensidad de las preguntas y que le pasaba algo. Sabía algo que él no y estaba siendo demasiado obvia. Intentó relajarse y volvió a sonreir.

- ¿Queréis tomar algo? ¿Tenéis sed o hambre? - la pregunta había sido claramente para los tres, sobre todo porque el viejo elfo, One, ya se encontraba a varios pasos de ellos.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Habían pasado muchos años desde la partida de la pelirroja de su hogar, sin embargo recordaba cada detalle de aquel castillo como si nunca se hubiera marchado de ahí, pudo haberse aparecido sin ningún problema, pero a ella le gustaba más caminar y observar el paisaje que por tantos años veía cuando era pequeña, siguió el sendero de los árboles frondosos que formaban una especie de muralla al castillo hasta que llego a la entrada en la cual se imponía la fuente de los leones de piedra, los cuales eran el símbolo se la familia. Sus ojos azules recorrieron aquel escenario donde algún día había hecho travesuras.

 

La figura alta y delgada de la chica pelirroja ataviada en una capa de viaje con la cual la capucha de esta cubría su cabeza y su rostro quedaba en sombras, aunque lo que resaltaba eran los ojos azules de esta; caminó hasta la entrada al vestíbulo, sus pasos eran ligeros y a pesar de llevar tacones no hacía ruido alguno que denotara su presencia, quedó maravillada al estar nuevamente ahí, en su hogar, sólo le faltaba una cosa para sentirse completa, el ver a su madre que desde hacía tiempo no veía.

 

Se quedó parada dando un aspecto en apariencia de total distracción ya que estaba atenta a todo lo que ocurría a su alrededor, escuchaba algunas voces a lo lejos, provenían de detrás de la puerta de la sala de estar, se dirigió hacia allí esperando encontrar a quien ella tanto esperaba ver, antes de tocar el picaporte de la puerta escucho unos pasos que se acercaban, volteó y trató de dirigir la mirada hacía donde provenían, estaba llena de emociones y de su boca sólo salió una palabra: -Mamá.

 

 

 

@@Bea Haughton G.

Editado por Jany Mandarina
Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El portazo delante de ambas hermanas las tomo por sorpresa, el mensaje de parte de la señora era claro así que no había mas remedio que quedarse para buscar una plática más cordial por respeto .Realmente la sra Mónica se mostraba gentil, atenta pero lo que desconcertaba era su apariencia joven, para ser madre del hoy que sabían que era su padre, ¿cómo podía tratarla? Para no causar ofensa a la mujer de porte elegante además de joven.

 

Tomando asiento al lado de Alegna, aceptando la invitación de los presentes .Las preguntas eran precisas para poder entender la situación y la generalidad de la intención de ambas hermanas para estar ahí presentes .el clima por lo menos tenía alguna mejoría y que mencionen que beber realmente deseaba algo fuerte pero no debía dar más mala impresión de lo que ya había conseguido por no medir sus palabras.

 

Si no es molestia quisiera un vaso con agua y… sobre sus preguntas se encontrara con una historia un poco extraña, graciosa , confusa , realmente no tengo palabras exactas pero la resumiré en grandes rasgos – una pequeña pausa para poder acomodar las ideas , tras una respiración profunda

 

Bueno mi nombre es Rose, seguro noto que somos gemelas por lo tanto ambas tenemos 23 años pero a lo que se refiere fechas de nacimiento no manejamos las mismas, por qué? Es ahí donde empieza todo yo crecí en Oxford llevaba una vida completamente normal muggle ,nunca hasta ahora tuve noción de lo que es la magia ,ni me sangre en si nada de este mundo , de lo que me entere cruelmente por una carta que dejo mi difunta madre y solo digo madre por el hecho que fue quien se ocupó de mi por 23 años ya que fue ella quien me robo los malo es que más detalles no tengo de eso y realmente es ahora que me reencuentro con mi sangre , además por las ansias de armar nuestro pasado con Alegna es que el día de hoy estamos acá buscando a quien sabemos que es nuestro padre, nuestro interés es solo eso encontrar nuestras raíces , sin más que decir ella podrá aportar mas información.

 

Dando lugar a mi hermana con la mirada esperaba que ella pudiera aportar más información, como no se me había ocurrido preguntarle que sabía ella, ¿de que fecha cuando y como nació?

 

@@Monica Malfoy Haughton @@Alegna Black

null

image.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.