Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)

[Bea Haughton G.]

Recorría con paso ligero los corredores del castillo, sin un destino concreto. Desde todas partes era capaz de oír el sonido de las conversaciones que mantenían otros familiares y no conseguía encontrar el placer que daba el silencio ni siquiera en las profundidades de su cuarto. De vez en cuando cubría su rostro con las manos, como si eso le fuese a ayudar a recordar lo que necesitaba. Pero nada.

 

Con frustración, bajó de nuevo, lo que necesitaba era un buen paseo por el jardín, algo relajante. Había dejado la capa arriba y llevaba los brazos descubiertos. Aunque sin duda haría frío fuera, renunció a subir y recogerla, estaba cansada de mantener las formas como si fuera una humana corriente, el frío no afectaba en absoluto a su piel.

 

Estaba llegando al vestíbulo cuando vio a un figura ahí plantada que la miraba. Al contrario que ella, la otra persona iba tapada de arriba abajo, con la capucha impidiendo que la rubia reconociera su rostro. Frunció el ceño, al escuchar la única palabra que había salido de su boca.

 

¿Pansy? Fue lo primero que pasó por su cabeza. Pero no podía ser, hacía meses que no veía a su hija y hubiera detectado su olor a lobo desde tres plantas por encima. Por no hablar que nunca la llamaba así. Nadie la llamaba así. Frunció el ceño todavía más y cruzó los brazos, creando una expresión antinatural en su joven apariencia.

 

- ¿Quién demonios e… - las palabras quedaron en el aire cuando una pequeña lucecita se encendió en su cerebro. Se abrió la boca como gesto de sorpresa y los brazos se descruzaron quedando colgados. Así que ahí estaba.

 

Con la confianza que tiene una madre sobre su hija, se acercó con dos zancadas a ella y le quitó la capucha para poder verla. Mantuvo la compostura aunque su interior pedía gritar. Estaba cambiada, sin duda. ¿Cómo debía actuar? No podía estar lo suficientemente loca como para pensar que obtendría un abrazo, no por el momento.

 

- Vaya, vaya – fue todo el recibimiento. – Pensé que nunca volverías por aquí. – El tono de su voz resultó altivo y sin una pizca de cariño en él aunque sus ojos en ese momento parecían los de un cachorro abandonado. – Supongo que tendremos que hablar, ¿no?

Y se dio la vuelta, por donde había venido sin volverse a comprobar si la seguía. Al caos que ya tenía en la cabeza se había sumado una nueva preocupación y las otras tendrían que esperar a que solucionase esta.

 

@@Jany Mandarina

[Jany Mandarina]

Al ver que quien se dirigía hacia ella era efectivamente su madre, se quedó quieta, pero no por miedo o impresión, tenía muchos sentimientos en ese momento y trataba de ponerlos en orden para así concentrar todos sus sentidos en ese momento, su madre se acercó a ella y le quitó la capucha para descubrir su bello rostro, inmediatamente su cabello pelirrojo salió a la vista y sus ojos azules brillaron al encontrarse con los de su madre quien le dio un recibimiento frío y con altivez, aunque sin duda alguna parecía feliz de ver a la pelirroja, ya que sus ojos la delataban, mientras tanto la pelirroja tenía una lucha interna ya que toda la situación le causaba cierta diversión.

 

La rubia se dio la vuelta sin voltear a ver si su hija la seguía o no, sin duda alguna la pelirroja marcho atrás de su madre, callada, no sabía por dónde iniciar, no esperaba que su madre comprendiera los motivos por los que se había marchado, pues ella no podía quedarse quieta en un solo lugar durante su adolescencia, eso le había causado algunos roces con su madre, ella quería viajar, conocer el mundo, otras costumbres, pero ahora que ya era un poco mayor quería arreglar todas esas situaciones que dejó pendientes y estar con su familia, pasar tiempo con su madre como cuando su niñez, continuar sus estudios y llegar a formar parte del bando en el que había puesto sus creencias: los mortífagos.

 

Llegamos a una bella habitación, un poco desarreglada, pero bella, lugar donde la pelirroja se refugiaba cuando era pequeña –No voy a darte una justificación a mi partida madre, no la tengo- hizo una pausa mientras acomodaba sus ideas, no iba a mostrar debilidad, puesto que ella no era así, pero con la única persona con quien sacaba su parte tierna y sensible hasta el momento sólo era con ella, con su madre. –Yo sólo quería conocer un poco más del mundo, aprender cosas nuevas, sabes que en ese tiempo no podía quedarme quieta.- Respiró hondo, sin querer se estaba justificando, la frialdad de su madre estaba teniendo efecto en la pelirroja, pero seguía con una expresión firme y pese al sentimentalismo que la delataba en los ojos azules anegados en lágrimas se mantuvo firme, esperaba alguna respuesta de su madre, la pelirroja sabía que en algún momento llegarían los reclamos, pero con ellos notaría los sentimientos de su madre.

 

 

 

 

@@Bea Haughton G.

[Bea Haughton G.]

La sala estaba igual que siempre. Estaban en la antesala de la habitación de Bea, ese cuarto que en tiempos le había parecido tan adecuado para compartirlo con su gemela ahora estaba desarreglado y polvoriento. Tendría que haberle pedido a Riot que lo ordenase un poco, pero eso solo haría que las cosas fueran parecidas a antes sin serlo en absoluto.

 

Ocupo la butaca que había un lado antes de volver a mirar a Jany, que efectivamente había ido detrás de ella y ofrecerle asiento enfrente de ella. Ya había empezado a hablar, soltando excusas que no consiguieron traspasar las barreras de la Haughton. Tal vez no era el mejor momento para la llegada, no cuando su madre parecía haberla abandonado también, y no sabía nada de su otra hija desde hacía tanto. Todo el mundo se iba y la dejaba ahí.

 

- Por supuesto que no tienes una explicación, no creo que la haya. – Se masajeo las sienes con parpados bajados, mientras pronunciaba esa frase, intentando conseguir concentración para la conversación que se avecinaba. – Eras muy joven, tenías toda la vida por delante y no era el momento.

 

Cuando abrió los ojos estos volaron hasta el rostro de su hija, el cual escudriñó con atención. No estaba tan cambiada como le había parecido en un principio, y las lágrimas que parecían querer asomar la conmovieron lo suficiente para adoptar una actitud más relajada. Nunca había sido una buena madre, eso era cierto, y nunca había querido serlo. Pero Jany no tenía la culpa de nada de eso.

 

- Dejemos el tema de porque te largaste para otro día si te parece bien. ¡Riot! –Alzó la voz para que su elfo la escuchase, estaba segura de que estaba en la habitación contigua recogiendo su cuarto. Efectivamente, sin dar tiempo a nada, un bicho enano y desgarbado salió dando tumbos.- Tráenos algo, yo quiero una copa de vino, y para Jany lo que ella quiera.

 

-Mejor hablemos de… -Lo que había estado haciendo tampoco parecía el mejor tema a tratar.- ¿A qué has vuelto? ¿Piensas quedarte aquí o vas a volver a marcharte? Tienes algún plan o es una simple visita de cortesía.

 

@@Jany Mandarina

[Alegna Black]

 

En definitiva la puerta en la nariz, parpadeé un par de veces antes de darme cuenta de lo sucedido, el sonido del cerrojo en mi espalda nos daba la orden de quedarnos, por lo que tome aire profundamente y me encamine hasta los asientos que nos eran ofrecidos, sentándome junto a Rose. ¿Otra vez quien era nuestra madre? Tres veces lo había repetido capaz y mi falta de memoria era heredada de esa familia, suspire pero antes de contestar Rose ya había empezado.

 

 

 

Sonreí mientras le tome la mano dándole ánimos para que ella contara su historia, dejándome a mi lo demás, mi mirada se ensombreció antes de dirigirme a la matriarca de la casa, sabia que podía quitármelo en un santiamén y no dudaba de las habilidades del Haughton en duelos, pero no dejaría que lo hiciesen.

 

-No dudo de su habilidad señora, pero es un diario intimo dudo que a usted en el caso que tuviera uno le gustaría publicarlo en el profeta para que muchas personas lo leyeran, además no estamos disimulando nada el diario existe, pero en el no hay mención de que este sea nuestro padre solo es un nombre, el único nombre que hay en el.

 

Mi cabeza señalo al mago sentado cerca y mi voz se desvirtuaba al ponerme nerviosa y enojada.

 

-Alegna Black somos de los Black Lestrange, nuestra madre es Ashura Lestrange, tenemos 23 años, nuestra madre no nos dio información de nuestro progenitor es demasiado reservada en ese tema

 

Ya me había agarrado calor de lo furiosa que estaba por lo que me levante para sacarme la campera y depositarla a mi lado, la remera que llevaba de escote pronunciado dejando ver la única cosa que me agradaba de mi, un lunar en forma de medialuna, me acomode a un lado de ella y sostuve la varita oculta en la chaqueta no con fuerza pero si sentía la necesidad de tenerla entre mis dedos, el tacto con la madera me tranquilizaba.

 

Mi vista se fijo en Rose ella tendría ese lunar, en su pecho claro que no ya la había visto vestida de forma alarmante, sacudí la cabeza tratando de alejar esa imagen de mi mente.

 

 

@@Monica Malfoy Haughton@@Dovakhin Haughton @

[Dovakhin Haughton]

Lo que más llamó la atención de Dovakhin fue la insistencia de Mónica con las preguntas que hacía, llegaba a tocarle un poco la moral el hecho de que se interese tanto en eso siendo que siempre le ocultó la información de su padre y ahora que era un hombre adulto, también le molestaba que se hiciera cargo de sus responsabilidades.

No quiso interrumpir a su madre por lo que accedió con las invitaciones y tomó asiento, sin embargo poco duró pues se puso de pie cuando Rose comenzó a contar su historia.

 

Dándole vuelta al sofá escuchaba atentamente cada una de sus palabras hasta que mencionó algo que no debía. "¡Muggles!, que deshonra..." pensó para sus adentros, pero no hizo comentario alguno. Simplemente se limitó a esperar su turno para hablar.

Luego de Rose, fue Alegna quien tomó la palabra y comenzó a contar su parte, sin embargo no estaban dando nada por sentado, era como que lo responsabilizaran de ser su padre sólo porque su madre había escrito Dovakhin Haughton en un cuaderno. Ésto lo molestó un poco. Finalmente el demonio habló.

 

—Bien, entonces tenemos una niña que fue "Muggle" toda su vida y otra que por leer un nombre en el diario intimo de su madre cree que ese nombre le pertenece a su padre y se presenta en su casa, se lo dice y espera chocolate y galletas para merendar— Fue fulminante. Cada palabra era producto del enojo, con sus hijas, con su propia madre y con la madre de sus hijas. Incluso enojo con él mismo por no saber cómo había pasado aquello.

—He perdido la cuenta de cuantos años tengo, vivo hace mucho y no envejezco y tampoco sé por qué... sin embargo toda mi vida he desconocido la identidad de mi padre y jamás me vi obligado a violar la intimidad de mi madre para conocerlo—Comentó posando su mirada ahora en Mónica.

 

—Jamás necesité nada de nadie para ser quien soy y créanme, no necesito un libro para ver mis ojos en los suyos o mis expresiones en sus rostros— Aseguró mientras volvía la mirada a las hermanas —Pero son débiles... No son dignas hijas de Dovakhin Haughton y eso es porque nunca las conocí antes... Quizás sea su padre biológico, pero deberán pasar otros 23 años para que sean mis hijas de verdad— Exclamó y ahora se centró en Alegna —Recuerdo nuestro duelo, no heredaste mis habilidades pero puedo enseñarte.— Miró a los ojos ahora a Rose —La palabra Muggle no se repetirá nunca jamás en ésta casa. Si eres mi hija eres una Haughton y la familia Haughton es una de las más importantes y poderosas del mundo mágico— Volteó para ver a Mónica —Madre, por favor haz que alguno de los Elfos les de una habitación a cada una— De alguna forma esa era su manera de aceptarlas. Su personalidad colérica era característica en el mal genio de Dovakhin Haughton, sin embargo a pesar de su dureza era un hombre de principios y si tenía hijas se haría cargo de ellas.

 

@Mónica Malfoy Haughton

@@Alegna Black

@

[Jany Mandarina]

Tal parecía que la actitud de su madre si bien no había cambiado pues seguía siendo fría se había relajado, llamó a uno de los elfos de la familia para que nos trajera algo de beber, observo a su madre por un breve momento y le pareció que no había pasado tanto tiempo, si bien su madre no era muy amorosa tenía por algún lugar escondido el sentido de la maternidad, la pelirroja tampoco era muy afecta al sentimentalismo, nunca lo había sido, siempre era fría, pues su madre le había enseñado a no confiar demasiado en las personas y no mostrar sus sentimientos ya que alguien podría ocupar eso en su contra.

 

Con su familia era con quienes en algunas ocasiones demostraba afecto, pero esta ocasión lo ameritaba, sin previo aviso abrazó a su madre, esta estaba tan desconcertada y la pelirroja fue tan rápida que no supo si su madre tenía intención de contestar, se separó rápidamente y comenzó a responderle a su madre no sin antes pedir al elfo una limonada con unas gotas de wiski de fuego.

 

-No madre, no es una simple visita de cortesía, he venido a quedarme, a instalarme de nuevo en el castillo si es que a ti no te incomoda-. La pelirroja fijo los ojos en los de la rubia, sabía que por muy molesta que estuviera no se opondría.

 

-Mis intenciones son volver a estudiar lo que dejé inconcluso hace muchos años, trabajar como aprendiz en San Mungo y después unirme a los mortífagos como siempre quise hacerlo ¿estáis dispuesta a ayudaros?

 

 

 

@@Bea Haughton G.

Editado 19 de Enero del 2017 por Jany Mandarina

[Alegna Black]

Las palabras del Haughton eran peor que si nos hubieran echado a patadas del castillo. Enarque una ceja mientras escuchaba de sus labios la aceptación a su familia, a su hogar. Bastante altanero y egocéntrico, desde que lo conocí por primera vez me había percatado de ello, era del tipo de mago que no soportaba a los muggles ni que hablar de los hijos de ellos, se notaba el desprecio de que una de sus hijas fuese criada entre ellos, interesante información.

 

Estaba tan furiosa que el simple hecho de molestarlo con alguna frase ni se me cruzaba por la cabeza, aparte sabia de sobra de las habilidades de él y estaba segura que solo había observado la punta del iceberg, era cierto que después de participar en ese torneo había perdido interés en los duelos y solo me había encerrado a leer, cosa que no lamentaba en lo absoluto. Y si se ofrecía a enseñarme no perdería oportunidad de exprimirlo lo mas que pudiera.

 

-Gracias por la hospitalidad-

 

Mi mirada era una mezcla de sentimientos, enojo, burla, desprecio y talvez esperanza en conocer talvez el no necesitara de un padre en su vida pero no era sano para nadie crecer sin esa influencia a su alrededor, mire a Mónica esperando su aprobación y preguntándome porque tanto misterio, parecía un tabú de la familia, ya que mi hijo desaparecido tampoco sabia de su procedencia, al menos yo tampoco lo sabia, producto de mi amnesia.

 

Tome la cerveza que le había pedido al elfo y la vacié de un sorbo, me pare con cuidado de agarrar mi chaqueta junto con la varita y me dirigí a los anfitriones.

 

-Nos disculparían necesito intercambiar decisiones con mi hermana

 

Gire sobre mis talones y me fui hacia el vestíbulo colocándome la chaqueta apoyándome en la puerta sintiendo el peso tranquilizador de mi varita a mi izquierda.

 

-Que opinas? Dovakhin nos acepto como sus hijas pero es cierto que por un diario no podemos acusarlo de ser nuestro padre, a la que veo mas pensativa es a Monica tu no?

[Rose Black Lestrange]

Estando a punto de contestarle a quien era nuestro padre después de tan altanero discurso las acciones de mi hermana frenan la furia que cargaba por dichas palabras . sin ni siquiera pedir permiso por mi parte ,mis pasos siguieron automáticamente a Alegna que por lo visto en ella corría la misma ira después del bello discurso de aceptación .

era obvio que deseaba hablar conmigo ya que no se podia delante de los anfitriones , a lo que le respondi un poco molesta.

 

- ahora solo faltabas vos que dudes de la palabra de mama , en pirmer lugar no es un simple diario es de mama y puedo decirte que no esta loca para escribir de la nada cosas con ese ... Señor egocéntrico que realmente no se que veía en el salvo su porte y juventud . pero vos mas que nadie la conoces pasaste 23 años con ella yo nada, pero es nuestra madre , no dejare que la ofendan sin su presencia ,ademas el sabe algo mas pero no lo dice salvo para si mismo aparte ya nos acepto y no lo hace por bueno eso tenelo por seguro y es obvio que su madre duda de nuestra palabra o por lo menos no cae como ocurrió esto ,esta igual a nosotras -

 

la mirada impaciente se desvía a otro lado buscando ignorar lo que su hermana habia dicho anteriormente por que dudar de su madre menos algo que ella escribía para su intimidad , no quería pensar que Alegna alegara igual que aquel sr que sabían que era su padre.

 

@@Alegna Black

[Alegna Black]

Sonreí ante la indignación de Rose y me pregunte si mis mejillas se ruborizaban tanto al enojarme yo si mis puños se cerraban hasta dejar mis nudillos blancos y si mi tono de voz se agudizaba como a ella. La abrace pues estaba segura que de haber sabido usar su varita me lanzaba un maleficio y no quería que descargara su furia conmino dándole un beso en la frente y acariciando su cabello.

 

-Ya, no te pongas así no dudo de nuestra madre pero, él no la conoce en mi trabajo eh visto demonios que se apoderan de una persona y ella ni cuenta de ello salvo para preguntarse que diablos estuvieron haciendo, no me sorprendería que Dovakhin le sucediese lo mismo por eso quiero quedarme, quiero saber la verdad.

 

La solté mirándola a los ojos, con un ultimo apretón de hombros sentí que había tomado la decisión correcta y volví a la sala donde madre e hijo aguardaban nuestra llegada, tomando asiento y respirando hondo.

 

-Bueno al menos yo me quedó, no se si Rose será de la misma opinión.

 

Voltee para ver si venia y volví a acomodarme esta vez centrándome en la mujer, su rostro no denotaba expresión alguna, al contrario de su hijo que hasta en su forma de hablar se distinguía que no estaba nada conforme con nuestra visita, allá él si esto le fastidiaba mejor para mi.

 

 

@

[Rose Black Lestrange]

solo la gemela podía calmar tanto enojo de su hermana ,el abrazo había sido lo mejor del día ,relajándola un poco después de tantos sobresaltos . ahora solo la pregunta era si mis comportamientos llegaban a ser parecidos al del sr que entendíamos que seria nuestro padre , el egocentrismo era algo que particularmente si compartíamos pero volviendo la mirada hacia ellos me preguntaba a que punto podía corresponder realmente a la familia si había pasado 23 años fuera de todo esto creciendo con muggle aparte el saber eso Dovakhin se enfureció ,no era algo que había elegido pero no había vuelta atrás aunque dejara en el pasado a ese camino .solo faltaba forjarme al nivel de ellos ya que mis elecciones donde una de las mas importante seria formar parte de las filas de mortifagos salvo el detalle de como obtendría el carácter necesario debería dedicarme mas a la relación que debería empezar con mi padre asi sacar provecho de su conocimiento .

pero en fin volviendo en si sobre la situación ,mis pasos eran firmes y decididos debía dar mi desicion sin mostrar mas dudas de pertenecer a la familia junto ami hermana alegna que había dado el si .

 

perdón la demora deseo convivir con ustedes fue mucho el tiempo perdido y realmente estoy seguro que podre aprender mucho y antes que puedan quejarse de mis 23 años que pase en otro lugar , decidí formar parte de los mortifagos

 

las palabras iban con mas determinación y mirada desafiante a Dovakhin

 

@@Alegna Black @@Dovakhin Haughton