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Castillo de la familia Haughton (MM B: 84511)


Anne Gaunt M.
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Las figuras alargadas de los árboles reflejaban su sombra en el suelo gracias a la luz de la luna, única ya en el cielo. El sol se había terminado de esconder para dar paso a una noche bien iluminada, pues las estrellas parecían brillar con más fuerza en el verano londinense. El viento seguía apaciguado, por lo que el canto de algunas aves nocturnas era lo único que interrumpía el silencioso descanso de los terrenos del castillo de la familia Haughton.

Un repentino movimiento la avisó de la llegada de alguien, lo que hizo que se pusiera en pie y salieran al balcón dudando aun de si sería Illidan o no. Sin embargo solo le bastaron dos segundos para reconocer al mago que ella misma había invitado y otros dos para desaparecer de la habitación que ocupaba en una de las torres del castillo, demasiado distante de la entrada como para llegar antes que él a la puerta.

El vestido gris perla que llevaba se retorció entre sus piernas cuando volvió a aparecer justo en el hall del castillo. Era largo y de una tela gaseosa que bailaba con cierta gracia cuando ella se movía, delatando sus movimientos con un leve frusfrus que sonaba cuando la tela rozaba el suelo o su cuerpo. Era amplio, aunque se le ajustaba sutilmente justo debajo del busto gracias a la hilera de botones de plata que lo adornaba.

Abrió la puerta, encontrándose de frente con los ojos verdes del Black Lestrange.

- Has venido – balbuceó. Se pronto se sintió ridícula ¿No sabía sido ella acaso quien se lo había pedido? -, quiero decir… No sabía si lo harías.

La luz de las lamparas derramaban la luz en el interior del edificio, iluminando su espalda. La luz plateada de la luna, mientras tanto, se reflejaba en la tela del vestido de forma brillante y en la tez blanquecina de ambos casi como si fueran fantasmas ¿Fantasmas del pasado, quizás?

- ¿Quieres pasar dentro o prefieres que nos quedemos fuera? - le preguntó, señalando los jardines del castillo con la cabeza de forma que se obligó a sí misma a apartar los ojos de la mirada de él-. Hace calor. 

 

@ Illidan Black Lestrange

Editado por Monica Malfoy Haughton
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Los afilados rasgos de la muchacha desaparecieron de aquel balcón, sus cabellos ondulados se agitaron cuando se encaminó hacia el interior del castillo, Illidan pudo imaginarla corriendo a toda prisa por las escaleras, recuperando el aliento antes de abrir la puerta con la mano detenida sobre el pomo, para luego salir al encuentro. No pudo evitar sonreír al encontrarse en aquella situación, no tenía cara de querer matarlo, aquello le dio cierta paz, necesaria para poder soltarse un poco más. 

Analizó a la pelirroja detenidamente, mientras avanzaba a paso lento con ambas manos en el bolsillo, ella acortó las distancias, dejándolos a ambos de frente a metros de la entrada. - Parece que el tiempo no pasó para ti... - Diría obviando el comentario anterior de la Malfoy. Se sintió joven, inexperto, de pie años atrás, frente a ella, en los jardines de la Black Lestrange, recordando aquel banco de piedra que alguna vez ocuparon juntos. Parpadeó volviendo a la realidad. 

- Caminemos... - Diría llevando su verde mirar hacia los jardines, iniciando la marcha a su lado. La luna parecía estar haciendo juego con la vestimenta de la dama, Illidan contrastando con el cielo oscuro, se podía decir que era una estampa un tanto extraña, ambos combinando con la noche. - La verdad no sabía si era lo correcto venir... - Confesaría con la vista en frente.

La brisa era seca, la ausencia de humedad les decía que la lluvia tardaría días en llegar, haciendo más caluroso aquel momento. Aflojo con su diestra el nudo de su corbata, intentando ponerse más cómodo, verse desalineado no le preocupaba en lo más mínimo, no en ese momento. - ¿Qué pasó por tu cabeza al verme en la Dumbledore? - Preguntaría marcando una maliciosa sonrisa en su rostro, ahora mirando a la pelirroja fijamente. 

@ Monica Malfoy Haughton

 

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- Para ti parece que sí, estás mucho más elegante – bromeó de forma picara. Illidan siempre había sido un mago apuesto, de los más apuestos que había conocido, pero en la mayoría de ocasiones no vestía tan formal como aquella noche. Eso nunca le había importado a Mónica, que había vivido con él una experiencia que iba mucho más allá de lo físico, aunque tenía que reconocer que así también estaba muy guapo. Demasiado quizás.

No estaba relajada, en absoluto, en su interior un manojo de nervios zarandeaba su estómago y su corazón como si fuera una niña en medio de una feria de atracciones. Cerró la puerta cuando él decidió quedarse en el exterior y camino a su lado tras bajar las escaleras. El sonido del agua que salía de la fuente de los leones los acompañó en unos segundos en los que ambos se mantuvieron en silencio y por un momento Mónica creyó saber exactamente en lo que él estaba pensando. No fue hasta que el ex-mortifago habló que ella volvió a mirarlo, dejando que terminara.

- No lo sé – respondió con cierto titubeo. Cualquiera que no la conociera como Illidan la conocía pensaría que aquella no era la misma bruja, pues para la mayoría tenía una imagen muy distante a como se mostraba aquella noche. Él en cambio la había conocido de otra manera-, no me lo esperaba. No esperaba volver a verte realmente.

Aquella idea provocó una punzada en el pecho que la transportó a un tiempo muy lejano, cuando el Black Lestrange había desaparecido, pero rápidamente alejó esa idea de su mente. No quería pensar en eso.

- Supongo que me pregunté qué hacías allí – confesó finalmente sintiendo que en cierta forma mentía.

Caminaba despacio, como si de esa forma fuera a detener la noche. Apenas habían avanzado unos metros y se encontraban junto a la fuente, que los salpicó levemente al pasar. Era verdad que ella no sabía exactamente lo que había sentido al verlo de nuevo; ni siquiera tenía muy claro lo que sentía en aquel momento pero las manos le sudaban. Discretamente las deslizó sobre la falda del vestido, secándolas.

- ¿Por qué no sabias si era correcto venir? - le preguntó deteniéndose un momento-. ¿Acaso pensabas que iba a matarte? - sus labios se estiraron mostrando lo que pretendía ser una sonrisa que por un momento delató su nerviosismo.

 

@ Illidan Black Lestrange

 

Editado por Monica Malfoy Haughton
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No pudo evitar sonreír al comentario de la joven. - Estoy en el ministerio de vuelta, Cubias es ministro de Italia, me tocó la dirección del departamento de seguridad... - Explicaría señalando su vestimenta. Era extraño aquel momento, aún no terminaba de hallarse en él. Se sentía un tanto ansioso y nostálgico, era como si el Illidan del pasado se alternaban con el de su presente, haciendo algo difusas sus ideas. 

Dieron unos cuantos pasos, sin prisa de llegar a ningún sitio, Illidan pudo sentir el susurro del agua, más adelante se alzaba la fuente, aun así caminaron en silencio alternando alguna que otra mirada. Fue hasta poco antes de llegar a la fuente de los leones que la peli roja respondió a pasado interrogante. - Creo que nadie lo esperaba... - Agregaría. - De repente todo el mundo hace aparición, en estos tiempos de locos ya no sabemos qué esperar... - Agregaría deteniéndose un momento delante de la fuente.

Illidan busco una moneda en su bolsillo derecho, jugueteo con ella unos segundos y tras un abrir y cerrar de ojos la lanzó al interior de la fuente. Completado del ritual volvió a fijarse en Monica, ella era un libro abierto para él, podría decir que era la persona que mejor la conocía en todo el mundo. Ahora el interrogante lo lanzaba la Malfoy, Illidan retornando la marcha sonrió un tanto apenado.

- Por un lado sí, creía que estabas enfadada conmigo, por desaparecer, o por no darte lo que alguna vez esperaste de mí... - Llevo la vista al suelo, y una sonrisa se le escapó, claramente se le había ocurrido algo gracioso. - Desde que llegue, no me llegan más que reclamos del género femenino... - Diría dando un suave codazo a la malfoy. - Hay cosas que nunca cambian... - Agregaría sonriendo con malicia ahora. 

 

@ Monica Malfoy Haughton

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- ¿Tú en un ministerio? Has vuelto hecho una caja de sorpresas - lo recorrió con la mirada de pies a cabeza cuando él mismo se señaló la ropa y sonrió sin disimulo tras haberse recreado tanto como había querido-, sea como sea y sea cual sea el motivo de tu vuelta me alegro de verte aquí de nuevo – afirmó, mirándolo a los ojos.

Lo había visto sacar la moneda y lo observó atentamente. Al principio no supo exactamente que iba a hacer con ella, por lo que se sorprendió cuando lanzó la moneda a la fuente; sabía que en el mundo muggle tenían la costumbre de pedir un deseo justo antes de lanzar el dinero al agua ¿Habría pedido uno el Black Lestrange? ¿Cuál habría sido? Se mordió el labio con curiosidad y por unos segundos se quedó mirando las hondas que el metal había provocado en la superficie.

Cuando volvió de su ensimismamiento Illidan había vuelto a caminar, así que se apresuró en seguirle el ritmo mientras dejaba que le respondiera a lo que acababa de preguntarle.

- He estado enfadada mucho tiempo – le confesó interrumpiendo por un momento sus palabras. Sonrió con cierto gesto de culpa y se miró los pies, provocando que el largo cabello cobrizo le cubriera parcialmente el rostro-, al final aprendí a conformarme. Ha pasado demasiado tiempo como para recordar si pasó algo malo.

Casi se arrepintió de sus ultimas palabras cuando escuchó las siguientes frases del rubio, las cuales provocaron que Mónica pusiera los ojos en blanco y soltara por la boca un ruidoso resoplido similar a una pedorreta. Lo miró de soslayo y dio una disimulada carcajada… ¿estaba celosa? Podría ser, pero se esforzó por ocultarlo.

- Es verdad que hay cosas que no cambian – hizo una pausa, mirando el cielo-, eres tan creído y petulante como siempre, aunque seguro que hay algún reclamo que te mereces – le sonrió, sin saber si le hacía gracia o le molestaba el comentario.

Al pasar junto a los bancos tallados con la misma piedra blanca que la fuente se los señaló, aunque sin decir nada. Sabía que Illidan sabría por que lo hacía sin necesidad de decirlo, pues eran similares al que habían ocupado en una ocasión muchos años atrás, la primera vez que se habían besado. No se detuvo esta vez, aunque como si de una energía trasparente se tratase, algo tiraba de ella para que lo hiciera.

Se dispuso a encaminarse hacia la zona boscosa del jardín.

- ¿Puedo preguntarte algo? - esperó a que él aceptara con cierta ansiedad-. Si no nos hubiéramos encontrado aquella noche en la Dumbledore y yo no te hubiera pedido que vinieras ¿Me hubieses buscado tú?

 

@ Illidan Black Lestrange

Editado por Monica Malfoy Haughton
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La sonrisa del rubio abandono su rostro, cuando ella confesaba su enfado, sin bien con el tiempo cada uno aprender a vivir con sus demonios y culpas, tal como la Malfoy lo hizo, Illidan no pudo dejar de sentir culpa, un trago amargo, eran esas cosas las que evitaba constantemente, aunque esta vez estaba dispuesto a hacer frente a tus malas decisiones del pasado y pedir disculpas de tener que hacerlo.

Aun así no duro mucho el momento, Illidan agradecido sonrió al ver si expresión y bufarse, observo el suelo, aunque ahora no podía borrar su sonrisa del rostro, aquellas perlas en su boca se esforzaban por relucir. - Creído y Petulante... - Diría pensativo. - Me han dicho cosas peores... - Agregaría. - Aunque debes admitir, que fue eso lo que te gusto de mí en un principio...- Ahora serie el quien clavaria su verde mirada sobre ella, pero levantando ambas cejas, esperando una respuesta inmediata. 

Siguieron avanzando por un camino de piedra, el cual transitaba por primera vez, no sabía donde terminaría el recorrido, esperaba de momento que aquel camino sea eterno. Fue allí, donde ella le señalaba algo con la mirada, casi disimulando. Illidan sonrió ladino, alterno la vista entre el banco y ella, para volver al banco. - Escuche por ahí que el primero beso nunca se olvida... -  Claramente hablaba del primero en cada relación, de seguro Monica había dado varias antes de conocerlo. 

Sin darle tiempo a decir más, ella lanzaría un interrogante, seguido de otro, de decirle que no podía preguntar lo hubiera hecho igual, Illidan no necesitaba pensar la respuesta, su curiosidad hubiera podido con él, y sí!, hubiera ido en su búsqueda, empezando por la Malfoy seguramente, buscando indicaciones. - Nunca necesite ir a buscarte, por alguna extraña razón, razón que nunca logre explicar, siempre apareces en mi camino, los muggles a veces culpan al destino, o al universo... - Terminaría.

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- ¿Gustarme? Estoy convencida de que usaste alguna poción o algún hechizo conmigo – bromeó. De pronto el nerviosismo había desaparecido y era como si el tiempo no hubiera pasado para ella.

Illidan había entendido perfectamente el gesto hacia el banco tal y como ella misma había predicho en su propia mente. No pudo más que sonreír cuando las imágenes de un tiempo pasado, cuando ambos eran mucho más jóvenes, se agolparon en su cabeza. El primer e inesperado beso que el mago le había dado aquella noche, su propia sorpresa, la manera en la que había salido huyendo después y los encuentros que llegaron más tarde. Mónica había tenido otras relaciones antes que él, pero ninguna la había marcado tanto.

- No, nunca se olvida – le dio la razón en un hilo de voz, como si no quisiera que la escuchara a pesar de saber que lo haría.

El camino de piedra bajo sus pies los recibió ruidosamente a pesar de caminar despacio. Entre los arboles la luz de la luna no penetraba de la misma forma, aunque se veía lo suficiente. Mónica no hubiera necesitado de todas formas demasiada luz pues se conocía aquellos terrenos como la palma de su mano y sabía exactamente donde quería ir. Estaba totalmente segura de que Illidan nunca había estado allí.

Cuando le respondió a su última pregunta sintió cierto regocijo. Él no le había dicho que sí la hubiera buscado claramente y no sabía exactamente por qué, pero aquella respuesta hizo que sintiera cierta calidez en el pecho, como si hubiera necesitado escuchar algo similar durante mucho tiempo. Por un momento creyó que cualquier palabra que él dijera le sería suficiente.

- A veces el destino te juega malas pasadas – dijo con cierta sorna y entre risas-, seguro que si hubieras sabido que aparecería en la Dumbledore te habrías escondido – bromeo mientras lo miraba directamente a los ojos.

Más rápido de lo que Mónica recordaba llegaron a su destino. El camino fue desapareciendo poco a poco al perderse entre la hierba y los arboles fueron separándose hasta abrir un claro delante de ellos. El gorgoteo del agua corriente era escaso pues en aquella época del año el pequeño riachuelo levaba poca agua consigo a causa de las temperaturas. A unos metros de ellos, el estrecho cauce que bajaba de la ladera se abría en un pequeño lago cuyas aguas permanencia oscuras y tranquilas.

- Pocas personas conocen este sitio – dijo finalmente, quedando ligeramente por delante de él. De pronto se levantó una brisa fresca que revolvió su melena-, yo vengo aquí cuando necesito estar sola.

 

@ Illidan Black Lestrange

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La bruja bromeaba sobre la poción, lo que hacía sentir al mago más cómodo aun, saber que podía hablar con ella sin tensiones de por medio le daba cierto aire de libertar, como si se hubiera quitado un peso de encima al saber o entender, que ella no le guardaba rencores, y si alguna vez los tuvo, pues había podido superar aquello.

Se mantuvo en silencio solo escuchándola, en lo que avanzaban, el camino se fue perdiendo bajo sus pies, y de un momento a otro se encontraron rodeados de árboles. Illidan con su diestra se despojaría de la corbata, la guardaría en un bolsillo de su pantalón, y se quitaría el saco, colgándolo con un dedo por sobre el hombro izquierdo, ahora tendría esa mano ocupada para siempre. Su camisa blanca estaba arremangadas hasta sus codos,  dejando a la vista un reloj digital de procedencia muggle. Su mano derecha ahora en el bolsillo correspondiente de su pantalón, iba allí, refugiada.

Ahora no tenía tanto calor, comenzaba a distenderse, una comodidad llegaría a él, como si las preocupaciones desaparecieran. - Pienso que la excusa más cobarde es culpar al destino... - Diría en respuesta a la dama a su lado.  - De saberlo hubiera tenido más motivas para asistir... - Agregaría, intercalando los comentarios de la pelirroja. 

El murmullo del agua llegaría a sus oídos, como un susurro, creciendo poco a poco, llegando más sonoro al mismo tiempo que podía comenzar a ver con más claridad lo que tenía delante. La Malfoy dejaba claro que era un lugar especial para ella, pensó en bromear sobre dejarla sola, pero se contuvo. Observo el pequeño lago frente a él, y el delgado riachuelo nutriéndolo débilmente. Dejo caer el saco en el suelo y se adelantó para quedar a la par de la pelirroja, ahora ambas manos en sus bolsillos, clavó sus verdes ojos al frente, soltando un suspiro. 

- Siempre me llamó la atención... - Diría sin mirarla esta vez. - Tienes un alma noble y apacible... - Agregaría. - Aun así creo que siempre estuviste del lado equivocado de la balanza... - Referiría al bando que alguna vez ambos ocuparon juntos. - Como alguien tan noble pudo haber.... - Apago sus palabras, intentando no cuestionarla, pues también se estaría cuestionando así mismo, aunque él no entraba en la lista de personas con buen corazón, la Malfoy en cambio sí. 

 

@ Monica Malfoy Haughton

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Las palabras del rubio provocaban que se quedara pensativa por momentos aunque no perdía la atención en lo que hablaban. Mónica podía parecer arrogante en muchas ocasiones, sobre todo cuando trataba con gente a la que no conocía, pero el resto del tiempo era bastante cercana. Aún así, era una persona a la que la mente le funcionaba a más de mil por hora todo el tiempo y que le daba demasiadas vueltas a las cosas… ¿Qué quería decir con que hubiera tenido más motivos para asistir de haber sabido que también estaría en aquella fiesta? Tuvo esa pregunta en la cabeza incluso cuando la conversación comenzó a ir por otros derroteros.

Tuvo que esforzarse para alejar esa y otras preguntas de su mente cuando volvió a escuchar la voz de Illidan. Él no la miraba, pero ella dirigió su mirada hacia su rostro mientras lo escuchaba, como si más allá de sus palabras quisiera leerle el pensamiento. Aún así no le hacía falta hacerlo, pues entendía perfectamente a lo que se refería el mago.

- No sé si soy noble – lo interrumpió-, pero hasta hace poco siempre he tenido claras mis convicciones – acotó, como quien quería aclarar que no se arrepentía de nada de lo que había hecho en su vida-. Tampoco sé si mi alma es apacible, lo que sí sé es que el mundo necesita cierto orden para que sus habitantes puedan coexistir y es por eso que elegí el camino que tomé… que ambos tomamos.

Caminó despacio hasta la orilla dejando levemente rezagado al Black Lestrange y mientras lo hacía se deshizo de sus zapatos, dejándolos por el camino. Sumergió los pies en el agua, hasta los tobillos, dejando que la parte baja de la falda del vestido se mojara con ellos. Estaba fría, aunque no llegaba a ser una temperatura desagradable.

- Igual que no debes meter a un cordero en la jaula de un león… - murmuró-, tampoco debes mezclar la magia con quienes no la poseen.

Mónica no odiaba el mundo muggle, ni siquiera sentía desagrado por ellos. Lo que siempre había pensado era que magos y brujas, seres en cierto modo privilegiados, debían conservar de la mejor manera posible aquella magia que les había sido otorgada y, a la vez, proteger a quienes no la poseían y al mundo de sus consecuencias. Un orden natural; cada uno debía estar donde debía estar ¿Pero que pasaba ahora que la Marca Tenebrosa había apoyado la revelación del secreto mágico? Habían puesto en peligro todo aquel orden que ella consideraba necesario, habían puesto en jaque las vidas de muggles, pero también de otros magos y brujas ¿Qué posición ocupaba ella en todo aquello?

- Hace tiempo que me tomé un respiro – confesó, refiriéndose al bando del que una vez los dos habían formado parte-, y por como hablas algo me dice que tu te has tomado mucho más que eso – le dijo, girando sobre sus talones, aun sumergidos, para quedar de frente a él.

Cuando dijo aquello ultimo guardó silencio y no porque no tuviera nada más que hablar con el rubio, si no porque verlo allí con aquel aspecto tan relajado le costó un suspiro. Sus ojos buscaron los de él y no tuvo muy claro si aquel encuentro le haría bien; si sería un remedio para aquella parte de su corazón que había quedado rota durante tanto tiempo o si por el contrario solo se sentiría más vacía. Sin casi darse cuenta un largo suspiro volvió a escapar de sus labios y aunque vaciló un momento, recuperó el hablar.

- ¿A que has regresado, Illidan? - tuvo que preguntarle.

 

@ Illidan Black Lestrange

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- No me refería a eso, tampoco me arrepiento del camino transitado... - diría ahora un tanto perdido, tal vez se había enredado un poco en lo que quería decir. Aun así se quedó un tanto pensativo. Hasta que ella lo volvió a la realidad. Mezclar las cosas, eso era uno de los motivos por los que el joven se había inclinado por el bando de la luz. 

- Fue un error galopante, anular el velo... Los muggles tenían demasiado con sus dioses, como para saber ahora que existen magos que podrían solucionar todos sus problemas con un simple movimiento de varitas... - Diría con total frustración, ahora para observar como la peli roja se alejaba de él, adentrándose en las aguas de aquel lago, solo hasta cubrir sus pies descalzos. 

Cuando ella se giró se quedó observándola unos momentos, ella con los ojos sobre él, y el de igual modo, dio unos tantos pasos hacia adelante, para quedar frete a ella, pero sin llegar a tocar el agua. - Eh ingresado a la Orden del Fénix... - Soltaría ahora, esperando la opinión de la ex mortifaga. Sabía que ella sería sincera, respecto a lo que pensara, incluso el rubio esperaba un consejo. 

Ahora la Malfoy era la que interrogaba, Illidan tuvo que pensar más detenidamente que decir, no sabía si se refería a su presencia como tal, o sus intenciones allí. - No hay un porque... - Comenzaría, - Pero al llegar encuentre cosas que había dado por perdidas, amigos, afectos, y también me encontré con un ministerio totalmente descontrolado, no puedo irme si no hago algo al respecto antes... - Diría, esperando sea la respuesta que la joven buscaba. 

 

@ Monica Malfoy Haughton

 

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