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Chateau Dumbledore (MM B: 78647)


Ada Camille Dumbledore
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La luz tenue de la luna fue disminuyendo poco a poco con la proliferación de frondosas nubes, haciendo que está cada vez tuviese menor reflección de luz sobre la tierra. Las copas de los árboles que bordeaban la entrada de Chateau se agitaban poco a poco en mayor medida. La brisa se había transformado en un viento mayor y se notaba con bastante diferencia, mientras los doce cuervos resguardados ante la vista de los curiosos se movían de rama en rama impacientes por alguna razón. Graznaban fuertemente al unísono intentando dar una voz de alerta pero de un momento a otro todos callaron.

- Miren pequeños amigos allí viene una luz en busca nuestra. Parece que no les gusta mucho la oscuridad de los demonios y ni hablar siquiera de la noche - dijo riéndose entre dientes el Peverell.

Un patronus con forma de ave, que no se encontraba definido al ciento por ciento comparado a otros, se abría paso hacia la entrada del Chateau recorriendo varios metros de distancia desde el santuario de animales. La luz que desprendía iluminaba el sector por el cual pasaba pero la misma iba disminuyendo poco a poco mientras intentaba llegar a su destino. El ente que había irrumpido en la morada de los Dumbledore seguía allí con su capucha sin mostrar su rostro al descubierto, sentado sobre el mismo pasto esperando mientras la oscuridad se apoderaba de su entorno. Poco a poco la poca luz de la Luna iba perdiendo terreno, pero ya no por las nubes sino que había algo más allí que hacía que su luz poco a poco desapareciese y al acercarse el patronus la oscuridad iba comiendo poco a poco la todo su poder. Aún así pudo llegar hacía su destino reduciendo drásticamente su volumen.

- ¿Quién eres? - Fue la primera frase que soltó el ave

- La muerte, ¿quién más puede ser?

- ¿Qué buscas aquí? - Dijo por último el patronus

- Diversión buena, pero no de la que estuvieron teniendo hasta ahora. - El Peverell sonrío, el patronus al terminar de pronunciar las palabras del mago o hechicera le encomendó reproducir había desaparecido y con ello la respuesta nunca llegaría. - Pues creo que se tendrá que conformar con pensar que no respondí, ya que no sé a quién dirigir mi mensaje. - El mensaje era dirigido hacía los cuervos nuevamente y solo ellos lo pudieron escuchar.

Mientras que todo esto ocurría la otra figura continuaba en la entrada de la edificación, que los separaba una distancia de doscientos metros de distancia en la cual no se podía escuchar nada de lo que se dijera de una punta a la otra sin un hechizo o un megáfono. Se podía distinguir como estaba un poco desconcertada o desorientada. Miraba la figura de la entrada detenidamente mientras decidía qué era lo que iba a hacer. Al cabo de unos segundos reflexionando sobre qué hacer se armó de valor y emprendió la caminata hacia la entrada.

El Peverell fijó su mirada en ella, analizando cada parte de su ser. Buscando alguna debilidad que pudiera explotar y exprimir al máximo en pos de prevenir cualquier eventualidad. Se quedó pensativo fijándose detenidamente en su postura y con que tenía ya la varita en mano, mostrando claramente que sus intenciones eran de luchar ante cualquier eventualidad. Por la cabeza retorcida pasaron varias posibles acciones pero ninguna tan buena como la que haría. Incorporándose lentamente, apoyándose sobre el suelo con ambas manos intentando de no ejercer fuerza sobre la varita, logró nuevamente ponerse de pie. Se quitó la capucha, dejando su rostro de forma más visible pero sólo si estuvieran a una distancia de cinco pasos de él ya que la oscuridad daba un buen refugio a sus rasgos característicos.

- Orchideus. - Se escuchó salir de la boca de Nexo Peverell. Mientras la Gryffindor ya se encontraba lo bastante cerca de él. - Para tí, de mí parte. Para demostrarte que mis intenciones no son malas. - Los doce cuervos nuevamente graznaron al unísono mientras que de la varita del Peverell salía un ramo de flores color violáceo y de la boca de Nexo una leve sonrisa - Son algo común, toma tenlas son para tí. - Volvió a insistir de una forma casi amable.

 

@ Darla Potter Black @ Mica Gryffindor

Editado por Nexo Peverell

En busca de Aths....

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El nerviosismo envolvió por unos instantes a la Potter Black, su anillo vibró levemente y luego ella fue soltando lentamente el abrazo entre ella y Ernest. No le parecía correcto limpiar el rostro del mago y apoyó sus manos sobre los hombros del joven y le vio a los ojos.

—Sabes que todo va a estar bien, gracias de nuevo por la magia y compartir este momento —luego hizo un gesto por sobre su hombro, señalando hacia donde una esencia que no lograba entender por qué le resultaba extrañamente familiar se había hecho presente.

—Creo que te esperan —a unos metros del refugio de criaturas de la familia Dumbledore había un hombre de pie observando, Darla le había visto en el momento en que había separado su abrazo de Ernest e intentaba entender por qué su instinto vampírico le decía una cosa y sus ojos otra, pero no le dio importancia en el momento, había alguien más que le estaba molestando y se encontraba rodeado de cuervos a la entrada de los jardines del castillo.

—Luego los veo, creo que hay algo que debo hacer —presionó afectuosamente el hombro de Ernest y se apresuró a retirarse, —buenas noches —saludó al recién llegado haciendo un leve gesto de saludo, reconociendo ahora al mago que habían visto besar a Ernest durante el torneo de Quidditch de San Valentín, Sophie aún le echaba en cara esa situación y ella no entendía el por qué.

Cuando salió del recinto del refugio su mirada se dirigió hacia la entrada del castillo, para luego ver hacia el lugar en que se había producido la fiesta, Mica estaba parada en la puerta, también observando hacia el hombre en la entrada. Darla giró, preguntándose si se conocerían, de hecho ella no estaba segura de qué relación podría tener la familia de su prometido con aquel ser. Caminó despacio, moviendo la varita para transformar sus ropas, lucía ahora unos pantalones negros ajustados y una camisa del mismo tono, con un pequeño bordado en plata y rojo en el bolsillo. Movió una vez más su varita y las sandalias que había lucido antes se transformaron en unos borcegos. Mientras caminaba sus cabellos rojos se fueron acortando hasta quedar con los rizos cortos hasta los hombros, una suave melena.

A mitad de camino se detuvo y observó al hombre, como vampiro no había necesitado de su ave para escuchar la respuesta del hombre. Inclinó la cabeza y frunció el ceño, negando mientras volvía a enderezar su cuello.

—La muerte y yo nos conocemos demasiado bien para que te hagas pasar por ella… tus respuestas son tan falsas como tu diversión —Mica había llegado frente a él en ese momento y el  mago hizo aparecer unas flores que obsequió a la Gryffindor. Darla se volvió hacia la bruja, sonriéndole —creí que era un enemigo de la familia, lo que le hubiera costado la vida, pero parece que no es más que otro de tus pretendientes, los dejo solos, hay algunos cuartos para invitados si quieren charlar más cómodos —dijo mientras con una floritura hacia aparecer un plano de la casa y marcada con una cruz la doble recamara a la que había hecho referencia, para luego girarse y alejarse con rumbo al castillo, necesitaba pensar y tras dar algunos pasos por el jardín sonó el crack de su desaparición rumbo a la torre en que moraba.

@ Ernest Dumbledore  @ Azrael Lycan  @ Nexo Peverell  @ Mica Gryffindor

Editado por Darla Potter Black
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Lycan observo a su pareja y no parecia ser el mismo, por ello camino lentamente a donde se encomtraba, sin embargo, esa mujer le intrigo un poco y desperto un poco los celos, algo que le toco no demostrarlo. Aunque,  una voz de lo lejos capto la atencion del egipcio y desvaino su varita de donde la tenia guardada, ordenando a los lobos gemelos ir a recibir a ese ser que habia llegado y no conocia. 

 

-Perdon.- Fue lo que refirio a @ Darla Potter Black  y @ Ernest Dumbledore  -no era mi intencion.- se acerco a donde estaba el dueño de su corazon y fue abrazarlo.  -Yo...- el mago no sabia que decir, por eso se detuvo e hizo una inclinación,  pareciendo una venia o saludo asiatico. El rostro se le coloco rojo y tenia la mirada baja.  Y con su mano le muestra el sober, toma su posición corporal natural y se acerca, aunque no hayaba palabras.

 

En cuanto a ese otro ser que llego, este se encomtraba alerta, porque existia ciertos rumores sobre alguien bajo ese aspecto, quizas fuera @ Nexo Peverell  un antiguo mago tenebroso o bien parte de la orden del fenix, sin embargo no le era frecuente distinguirlo y por esa razon mando a ir a los canes, quienes se encomtraba vinculados con Lycan. No obstante, su atencion se fijaba en Dumbledore y nadie mas. 

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Continuó acercándose, con desconfianza, lista para reaccionar si aquel sujeto hacía algún movimiento extraño. Notó movimientos por sobre su cabeza ¿aves? ¿cuervos? Eso parecían, tal vez un ataque o defensa ya preparado para el momento adecuado. Inspiró hondo y siguió avanzando, movida por la curiosidad que la caracterizaba. 

La Gryffindor tenía la mala costumbre de intentar ver el lado bueno de todos, presuponiendo por momentos que lograrían actuar de manera positiva. Pero no perdonaba ante una traición a su confianza.

Cuando estuvo cerca, lo vio ponerse de pie en un movimiento algo extraño y apartarse la capucha del rostro. No supo por qué, pero ese gesto la hizo sentir un poco más segura. Llegó a encontrarse a pocos metros de él, ya donde sus rasgos faciales se hacían un poco más evidentes. Sus verdes ojos no se separaban del rostro de él, intentando detectar cualquier reacción o gesto de su parte. 

Fue entonces cuándo él hizo aparecer flores y se las ofreció, según sus palabras, para demostrar que no tenía malas intenciones. Muchas preguntas se formaban en la mente de la Gryffindor, intentaba ordenarlas antes de soltarlas, cuando Darla interrumpió. La mirada de Mica se instaló en la Potter Black mientras ésta insinuaba cosas sin sentido y generaba aquel plano de la residencia para, básicamente, mandarlos en busca de un cuarto. 

Alzando una ceja, algo molesta, se dirigió al desconocido -Supongo que había alguien más que esperaba tus flores... -soltó intentando ignorar el bochornoso momento -¿A qué vienes por aquí? Dudo que sea a regalar flores a una desconocida o quedarte sentado en el jardín sin hacer nada...

@ Nexo Peverell

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Llegaba al Chateau alisando mi falda plisada y volviendo a acomodar mi blusa blanca. Estaba nerviosa ya que tenia esta visita prometida a @ Ada Camille Dumbledore  y quería verme absolutamente presentable como deferencia para ella. Recordé el amor que Reiven le profesó y aunque mi padre no fue el mejor de los hombres al menos ella si había logrado ser la mejor de las mujeres, envuelta en un embrollo emocional con un hombre que había causado demasiado dolor, no solo a ella o a mi, sino a mi madre también. Aun así, después de su muerte las cosas fueron a mejor y todos lograron la calma y armonía que necesitaban. 

Volví a alisar mi falda en un acto reflejo, miré las medias de liguero y las botas altas de punta perfecta para patear traseros. Amaba esas botas y te daban la facilidad de usarse como arma y verse bien al mismo tiempo. Tomé la aldaba de la puerta y toqué varias veces esperando ser bien recibida, o al menos ser recibida.

Siempre seré tu hija... Reiven Grindewald te quiero // NiqQIUZ.gif

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Las lagrimas no dejaban de salir del mago mientras abrazaba a la joven bruja, en un momento como un funeral no podia haber rencores ni tratos malos, solo debia reinar paz. Se desconcerto un poco al ver que Darla se disculpaba y se retiraba ya que habian llegado varias personas y una de ellas era importante para el Dumbledore. Dandole un ultimo vistazo a la caja en donde se encontraban las cenizas de su mascota, recibio el abrazo de su pareja a lo cual el mago correspondio gratamente mientras tambien leia el mensaje que le habia hecho a la mascota. 

Sonrio agradecido y miro nuevamente la casita en donde se encontraban las cenizas de su mascota y suspirando se quedo pensando en si las enterraba o si las llevaba a algun lugar en donde pudieran estar mas seguras. 

Despues de pensar que luego su familia llevaba diferentes animales movio la cabeza y miro a su pareja mientras tomaba la casita en donde se encontraban los restos de su mascota perdida. 

-Acompañame a dejar la casita en mi cuarto y de paso a protegerla- dijo el mago- No la pienso enterrar en el jardin, ni desprotegida- dijo dirigiendose a @ Azrael Lycan  mientras cargaba en sus manos la casita y dejaba a los otros acompañados de las nuevas visitas. 

 

Editado por Ernest Dumbledore
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Lycan se quebranto a ver @ Ernest Dumbledore  tan indefenso y vulnerable, en ello solo contemplo su mirada, mientras se sentia incapaz de frenar ese dolor o sacar la tristeza que le agobiaba,  por esa razon baja la mirada, porque todo su saber magico era inutil en ese momemto.

 

-Dejame ayudarte. - comenzo a expresar, pero sus palabras buscaban brindarle consuelo. -Y sabes que te seguire siempre.- En ello camina un poco mas y le ayuda a sostener ese objeto,  el cual era como una reliquia. -Y perdoname. - Asevero. -por tardar en llegar, perdoname porque no tengo palabras que te pueda dar comfort,  perdoname por no ser capaz de volver hacerte sonreir, sin embargo,  soy nigromante y un senecal de caronte,  y si deseas pronto podremos ir al pasado.- Esto lo expreso con la intencion de regresar a un tiempo que el pudiera estar con su mascota nuevamente. -Si asi lo deseas,  ya que daria mi vida para que seas feliz.-

 

El egipcio solo esperaba la certificación de un conocimiento y ser asi un viajero del tiempo. Aunque, si bien ello no se comparaba con la reliquia del tiempo, el mago tenebroso era capaz de hacer poderosa magia tenebrosa si asi lo deseaba, pero todo eso no le importaba en lo mas minimo,  sino De hacer feliz a la persona que amaba.

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La pelirroja había desaparecido de los jardines tras descubrir que el extraño no era más que un peón de juegos galantes. Al llegar a su habitación en el segundo piso del castillo Dumbledore, se acercó a una de las ventanas, la vista desde la torre oriental le permitía en esa ventana observar el jardín trasero y el laberinto. Suspiró, se sentía cansada, volvió a ingresar al cuarto y fue despojándose de la ropa mientras se dirigía al cuarto de baño, lo mejor sería disfrutar de un buen baño de inmersión.

El agua fue llenando lentamente la bañera junto al ventanal del cuarto de baño decorado con cerámicos y mármoles de color beige que junto con el blanco de los bañitoris daban un aspecto aún más amplio a lugar. Además de las luces artificiales sumadas al gran ventanal con vista al bosque y la claraboya hacia el lateral. Las columnas romanas y los candelabros habían sido un capricho que no sabía por qué se habían dado, pensó mientras subía el escalón para sumergirse en el agua llena de espuma. Entrecerró los ojos, relajó los brazos a los lados de la bañera y se permitió intentar vaciar su mente.

No supo cuánto tiempo estuvo allí, meditando o más bien pensando en nada, antes de salir, envolviéndose en una bata de toalla blanca y calzando unas suave pantuflas mullidas y también blancas. La casi falta de colores en el cuarto que compartiera con su prometido en la Dumbledore ayudaban a que la Potter Black alejara de su mente ideas o recuerdos concretos. Tras secar los cabellos con una toalla, dejándolos apenas húmedos regresó a la habitación, recostándose en la cama matrimonial, viendo el techo. Aún sin ganas de pensar, pero sin poder evitar recordar en ese momento la ceremonia de las mascotas, había sido muy emotiva y en verdad le había traído recuerdos del pasado que creía olvidados.

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  • 2 semanas más tarde...

- La muerte y yo nos conocemos demasiado bien para que te hagas pasar por ella… Tus respuestas son tan falsas como tú diversión. - palabras vacías de contexto y sentido, ya que no sabía a quién estaban dirigidas -  Creí que era un enemigo de la Familia, lo que le hubiera costado la vida, - por los pensamientos del Peverell paso un “Lástima de que carezco de eso” - pero parece que no es más que otro de tus pretendientes, los dejo solos, hay algunos cuartos para invitados si quieren charlar más cómodos.

 

Una vez hecha, su muy mal actuada escena, la Potter Black decidió marcharse dejando atrás su mapa y a su amiga. En el rostro del Peverell apenas se podía distinguir como algo parecido a una sonrisa intentaba salir de la comisura de los labios, aunque por dentro el debate que llevaba dentro apenas comenzaba a florecer. ¿Debería de hacerle pagar por sus palabras? Lo más probable es que si fuera a pasar, pero aún estaba allí la Gryffindor y no debería de dejarla por el momento.

 

- Supongo que había alguien más que esperaba tus flores… ¿A qué vienes por aquí? Dudo que sea a regalar flores a una desconocida o quedarte sentado en el jardín sin hacer nada…

 

- Creo que nadie esperaba flores, ya que tú tampoco las estás tomando. - hizo un gesto nuevamente para que la chica las tomara con sus manos. - ¿Donde es exactamente por aquí? Porque tengo muchas opciones posibles para elegir y responder ante esa pregunta y no quisiera que te conteste lo que tú no quieres la verdad. - sonrío de lado a lado - Y tampoco es que cuando estuviese sentado en el suelo estuviese haciendo nada, siempre algo estás haciendo. Por ejemplo, en aquel momento estaba contemplando varias escenas, se que hay un grupo de chiquillos que pareciera que quieren irse al laberinto que tienen aquí, a tí te dejaron cuidando a una niña, o algo parecido, mientras la persona esta que se acaba de ir enojada creo que con una velocidad nunca antes vista fue a un sitio y vino hasta aquí más rápido que tú y volvió a irse. Creo que no puede llamarse hacer nada, sino simplemente ser observativo supongo.

 

Mientras que ambos comenzaban su charla cuatro pequeños perros marrones se acercaban poco a poco desde el lugar donde Darla había llegado. Parecían que estaban con hambre y cansancio, su dueño seguramente no los alimentaba de forma correcta y no le dedicaba el tiempo necesario en su cuidado. Nexo Peverell pudo divisar como lentamente se acercaban hacía donde estaba intentando de pasar desapercibidos ante su vista, pero no pudieron lograrlo tan bien como ellos quisieron. 

 

- ¿Me puedes acompañar a alimentar a cuatro pobres perros? Parece ser que no están en sus máximas condiciones y no quiero que sigan así pobrecillos. - Acto seguido comenzó a caminar en dirección hacía los árboles de su izquierda, alejándose del camino que llevaba a la puerta de la edificación. Los perros se habían refugiado en unas raíces que sobresalían y el Peverell los avistó cuando se ocultaban. Su caminata apenas se podía notar, sus pies se movían por debajo de su capa azul oscura sin siquiera notarse que estaban allí y sus zapatos tampoco dejaban marcas de pisada sobre la hierba, parecería como si estuviera flotando sobre ella.

 

@ Darla Potter Black @ Mica Gryffindor @ Azrael Lycan

Editado por Nexo Peverell

En busca de Aths....

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Si...creo que ya casi llegaba. Sujetarme un tanto aquí...poner un pie en esa cornisa...tal vez apoyarme en esa gárgola que sobresalía como boca aguas en una de las esquinas. Si...todo iba bien. Hacia tiempo que no disfrutaba tanto de un buen ejercicio de escalar las paredes de la morada en busca de llegar a la habitación. Mi habitación??? para nada...que si fuera así mejor iría por la puerta normal..subiría las escaleras y me dirigiría en dirección opuesta a la que me encontraba. Un leve sudor perlaba mi frente mientras seguí moviéndome al resguarde de la noche y de aquellos setos que rodeaban la mansión y que ayudaban a regalarle una sombra y una brisa gratificantes en los días de mucho calor.

Si preguntaban a donde iba....pues a ver a @ Darla Potter Black . Si...me parecía recordar que esa ventana era la de su cuarto. Eso si....también estaba la forma de entrar en la casa y tocar la puerta de su habitación. Pero quien toma el camino fácil y sin peligro..cuando tiene ante si al complicado y peligroso??....vaya estaba viendo muchos vídeos muggles del intrépido explorador Max Rodriguez. En fin...que en un trayecto muy silencioso gracias a mis habilidades para las acciones ilicitas llegue a la ventana...empuje y comencé entrar..

-pss..psssh..Darla estas ahi??? -dije en un susurro....mientras mentalmente cruzaba los dedos....quien sabe y estaría en una bata sexy de satin..

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