Ranas Lunares (MM B: 105591)

[Alba Ryddleturn]

-Bien bien, si aun falta, pero siguen pasando los segundos y sigo aquí – me encogía de hombros – tal vez no tienes amigos porque no entienden tu forma de ser, de momento te encuentro bien. Bueno, quizás que le haces a la gente que no te soportan – tomaba ya casi lo poco que quedaba del café - ¿Y donde trabajas que no te gusta? ¿Tan terrible es? ¿Tus compañeros o el jefe es el que te hace pensar eso? – me quedaba callada pensando en cuanta pregunta le había lanzado de una vez, pero de alguna manera había que sacarle palabras al chico.

 

-¡Ah! Antes que se me olvide – expresaba mientras tomaba una galleta, y la llevaba a mi boca – con el funcionamiento de mi anatomía – terminaba de tragar – pues no creo que nadie te cuente de que trata, porque intento estar con gente que sea discreta, no que ande de bocón por la vida – hablaba sin tomarle mucha importancia a mis palabras, mirando el pedazo de galleta que tenía en la mano – pero por lo que veo, a ti te gusta andar jactándote de tus amoríos si dices algo como aquello – lo miraba directo a sus ojos – habría que preguntarle a alguna de tus presas que tan sin aliento las dejaste – miraba mis dedos.

[Andrew Potter333]

Termine de comer mientras la chica hablaba ¡Por Merlín! Si que hablaba y hacia preguntas a lo loco. Me la quede mirando fijo sin saber por donde empezar, que decir o que no decir.

 

-Bueno, hasta hace poco mi jefa era mi tía-Suspire antes de volver hablar-Pero ahora su hermano es el jefe, el creo que viene de otra rama familiar y no es pariente mio, pero espero tener cierto poder con mi tía como su hermana-Dije con cierta incomodidad al nombrar la palabra poder-El problema son mis compañeros de trabajo, son odiosos y holganzes y las dos chicas pasaron por la cama del nuevo jefe para poder trabajar-Hable con un tono cargado de disgusto en mi voz.

 

-Bueno, debo volver a trabajar-Tome un ultimo sorbo de mi cafe y me levante de mi asiento mientras observaba mi reloj-​Fueron 5 minutos, así que tendré que invitarte a cenar-Era un hombre de palabra y no me gustaba incumplir lo que decía-Búscame en mi lugar de trabajo, es en el Renacer del Fénix-Di un cabeceo a modo de saludo y salí rápidamente por la puerta, mientras me reía de haberme ido son pagar.

[Alba Ryddleturn]

Vaya a saber uno si lo que decía era verdad o solo envidia por sus compañeros al no quererlo por ser una persona sin mucho gusto por socializa con los demás. No podía juzgar sin antes conocer, por lo que solo escuchaba lo que el mago decía, terminando mi café y lo que quedaba de galletas, como lo había hecho él un minuto antes.

 

Cuando tragaba lo que quedaba en mi boca, para poder hablarle, sin más se levanto y dijo que se iba. Lo miré boquiabierta sin tener que responder. – Esta bien, me debes la cena. Un día de estos me paso – fue lo único que respondí antes que se fuera.

 

Me quedé pensando en la rara situación que se había producido, y en como uno llegaba a conocer a las personas en Ottery, por un simple choque, incidente o lo que fuese. Eso era lo bueno de mí, que no me cerraba a la posibilidad de entablar conversación si era posible, sobre todo con personas como Andrew, que era poco común de encontrar, que fueran tan sinceros sobre sí mismos, sin estimar lo que puedan pensar los demás.

 

Después de unos minutos transcurridos, de reposar lo poco que había comido, y de ver el hermoso lugar en el que estaba, me di cuenta que el Potter se había ido sin pagar. – ¡Rayos! Maldito insecto – reía poniendo mis manos detrás de mi cabeza – bueno, la cena la pagará él, aunque tenga que obligarlo – decía en voz alta, dejando los galeons de lo consumido encima de la mesa, y algo de propina, para salir del local.

Editado 3 de Febrero del 2015 por Alba Ryddleturn

[Lyra Katara Selwyn]

Midnight, elfina doméstica.

 

Ambos magos se habían ido, sin hacerle a la elfina la señal de que les llevará la cuenta por lo que movió la cabeza negativamente mientras se acercaba a la mesa con una bandeja en las manos. No tardo en recoger y limpiar la mesa, cuando vio que alguno de ellos dejó galeones para pagar la cuenta.

 

-Y uno pensando mal de ellos, muy mal.- Pensó.

 

De todas formas a los elfos no les tocaba nada de propinas ni de sueldo, ya ganaban bastante al tener un sitio al cual servir, así que seguramente sería repartido entre Franklyn y Evelyn, los magos que trabajaban en el local, normalmente en los pisos superiores. El ama Katara seguia platicando con una joven en una de las mesas más lejanas, se acercó a su mesa haciendo una reverencia y recogiendo los trastes sucios, desapareciendo de inmediato rumbo a la cocina.

 

Una vez que estuvo en ella, dejo que los otros elfos lavaran los trastees y los guardaran, mientras los otros empleados conversaban entre ellos. Cualquiera pensaria que ellos dos eran pareja y si no lo eran, deberían de serlo. Se les quedo viendo disimuladamente, mientras observaba hacia la cafetería a ver si llegaba alguien más.

Editado 11 de Febrero del 2015 por Lyra Katara Ryddleturn

[Alba Ryddleturn]

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Era segunda vez que pisaba aquel lugar. Estaba tal cual como la primera vez que había ido a ver a Katara, pero que simplemente nunca la vi, pero me gane un encuentro, si es que se le puede llamar así con aquel chico raro, que a todo esto, me debe aun la cena que me había prometido.

 

Trabajo era la palabra que me traía esta vez al local de Lyra. Ya había ido a su otro negocio que era bastante lindo como este. Esperaba que esta vez si la encontrara para poder darle yo misma la noticia de que había instalado todo en su otro negocio, pero ya a estas alturas del partido ya debía de estar enterada. Me había demorado unos días en pasar por Ranas Lunares, por simples motivos de descoordinación conmigo misma, porque mucho trabajo no tenía después de la nueva reforma. No había mucho ánimo para trabajar, pero había que hacerlo para poder ganar algunos galeons.

 

Me acerque a uno de los elfos que estaban trabajando. – Hola – saludaba a la criatura mirándola hacia abajo – me puedes decir si esta Katara o algún encargado del local. Soy empleada del Departamento de Transportes – finalicé.

[Lyra Katara Selwyn]

Spongy era el elfo con quien había hablado la empleada de transportes. Sabía que el ama estaría en su oficina, era más seguro. Por alguna razón le gustaba pasar más tiempo en las Ranas Lunares, a lo mejor porque le tenía mucha confianza a la empleada del otro negocio, no lo sabía.

 

-Hola, señorita. El ama Katara esta en su oficina, espero que le guste subir escaleras, esta en el tercer piso. Sigame, por favor.- Le pidió el elfo haciendo una reverencia.

 

La guió por las escaleras, tomando mano mano derecha hasta encontrar una puerta de madera cerrada. El elfo la abrió sin problemas dejándola pasar. Se veia en el centro del lugar, una sala de espera, con un a mesa de centro y un sillón de tres plazas, en color chocolate igual que los sillones que se encontraban en los privados del bar del segundo piso. No había necesidad de una más grande al menos por el momento. A su alrededor, había tres puertas: una en la izquierda, una en el centro y la última en la derecha.

 

-La invitaría a sentar pero solo la haría levantarse en seguida.- Comentó el elfo, quien se dirigió a la puerta de la izquierda y toco.

 

-Adelante.- Contestó una voz desde el interior.

 

-Ama, una señorita de transportes vino a visitarla.- Indicó el elfo.

 

-Déjala pasar, por favor. Estoy buscando unos papeles que se me escaparon.- Comentó la dueña del local.

 

-Pase por favor, señorita. Pero tenga cuidado. Cuando el ama dice que se le escaparon los papeles, es de verdad.- Mencionó el elfo.

 

-¡Atrapen ese folder, por favor!- Se escuchó de nuevo la voz, que acababa de cerrar el archivero. Desde donde estaba no podía ver a los visitantes, quienes podían ver correr hacia donde estaban ellos, un sobre tamaño carta, al cual le habían salido cuatro patas.

[Alba Ryddleturn]

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Asentí a las palabras del elfo sin decir nada, simplemente le seguí el paso. Un poco de caminata fue lo necesario para llegar al tercer piso. Estando en una pieza que parecía de espera, me comencé a acercar al sillón que estaba presente, pero al escuchar las palabras del elfo de no tener necesidad de sentarse, pues me quede estática junto al mueble y mirando la acción de la criatura. Tenía razón, no había necesidad, si en una de las siguientes puertas que golpeó, escuché una voz familiar tras ella.

 

Me dirigí a donde estaba el elfo. No sabía a qué se refería con eso de los papeles, por lo que entré con tal naturalidad, pero las palabras de ambos presentes no se hicieron esperar, y una hoja con patas se hizo frente a mí a punto de querer escapar por la puerta que estaba a mi espalda. Sin pensarlo, le coloque el pie encima. Me agaché a recogerlo de una de las 4 patas. Lo coloqué frente a mi cara antes de acercarme donde estaba Katara. Nunca había visto aquello.

 

-Esto si es que es raro abue ¿qué hiciste para que le salieran patas? – preguntaba riendo, mientras se la pasaba – y lo siento si quedo un poco destrozado, pero fue la única manera que se me ocurrió en ese segundo – la miraba con cara de inocencia – ¿Cómo has estado? Lástima que mi visita no sea de cortesía, como una vez que vine pero no te encontré – apoyaba mi cuerpo en su escritorio – vengo a instalar los servicios que solicitaste en el ministerio. No hay necesidad que saqué los papeles, si tú misma escribiste todo – le sonreía – no sé si ya te enteraste que está todo listo en tu otro negocio, pase hace unos días atrás – le recordaba, por si no le había dicho su empleada.

Editado 27 de Febrero del 2015 por Alba Ryddleturn

[Lyra Katara Selwyn]

-Gracias, nieta linda.-Contesté mientras tomaba el papel y realizaba un encantamiento para que el hechizo terminará, quedando en la normalidad.-No t preocupes, todavía se puede leer. ¿Qué hice? Quería probar el hechizo que alguna vez vimos en Hogwarts, en que le salían patas a las tazas. Antes no me salía, siempre se rompían las patas o se movían muy lentamente. Menos mal que no hice el hechizo que quería hacer para que se convirtiera en algo parecido al monstruoso libro de los monstruos, por lo visto solo funciona con cosas gruesas.

 

Guarde el papel en el archivero, una vez que volvió a la normalidad, si bien me dolía hacerlo, era mejor así, que no tuviera patas para hacer de las suyas.

 

-Me alegra que vengas aunque no sea de cortesía, aunque lamento que hayas tenido que lidiar con ese papel. He estado bien, ¿y tú? - Mencioné, miránodla con atención. -Si, Cindy me comentó de tu visita. Ya también recibí a Roxanne en la Ryddleturn, po lo visto quieren recuperar el tiempo perdido tras el cierre del Ministerio.

 

Comenté, aunque fuera de las personas que rara vez se pasaba al Ministerio, me daba gusto ver que si teníamos que hacer un trámite, ya podíamos contar con eso. Mal algo como la seguridad.

 

-¿Gustas algo de beber mientras haces las instalaciones?- Pregunté.

[Alba Ryddleturn]

http://i.imgur.com/GF5snaK.png

 

-Ah ese hechizo – reía – si es bueno, no se me hubiese ocurrido hacerlo con esos papeles. La verdad es que no soy muy buena para experimentar con cosas. Si soy buena para jugar con la magia, hacer bolas de fuego, escribir en el aire, ya sabes, tonteras cuando uno está aburrido – explicaba tranquilamente. Solía hacer aquellas cosas cuando estaba sola en la oficina, sin nadie viéndome, porque sabía que si Roxanne me sorprendía haciendo aquello, el regaño que me ganaría, sería quedarme horas extras.

 

-Lo del papel ha sido entretenido, una anécdota para contar después en el departamento – en mi rostro se notaba lo divertido de aquella situación – he estado bien también, como dices, recuperando el tiempo perdido por las nuevas reformas del ministerio. Aquí entre nosotras, te diré que lo encuentro ridículo, pero que vamos hacer contra eso, hay que seguir sus reglas para poder seguir teniendo el trabajo – hacía muecas de resignación.

 

-Está bien, pediría algún licor, pero como estoy en horario de trabajo, un batido de frutillas – pedía sin más – me podrías decir también donde está la chimenea para poder empezar.

[Lyra Katara Selwyn]

-Te entiendo. Mientras no te pongas a hacer corazones de fuego o cosas así, todo estara bien.- Bromee, mientras sonreía ante tal idea, moviendo negativamente la cabeza.-Es raro que me ponga a experimentar, pero ahora estaba aburrida y el pergamino sufrió las consecuencias.

 

Comprendía bien a mi nieta. Si bien antes estaba a favor de los cambios que se venían, ahora no estaba tan contenta con ellas. Algunas cosas ya no me gustaban, pero como decía mi nieta, teníamos que vivir con ellas.

 

-Exacto, tenemos que seguir las reglas nos gusten o no, y a los que no estén dispuestos les harán la vida imposible a los demás que estén dispuestos a cumplirlos, es lo malo. - Mencioné.-La chimenea esta en mi sala de descanso, vamos.

 

Abri la puerta dejándola pasar. Uno de los elfos estaba precisamente fuera de la puerta, como esperando órdenes, misma que tendría en ese momento.

 

-Spongy, trae por favor un batido de frutillas. Y un refresco para mi, sabes cual me gusta.- El elfo desapareció no sin antes hacer una reverencia, pro lo que segui hasta la puerta que se encontraba a la izquierda de ese cuarto, abriendola.- Aqui esta mi sala de descanso, la chiemena esta en esa pared.

 

Me había parecido bien poner la chimenea en ese lugar, segura que casi nadie la usaría aun viniendo de la Selwyn o del otro negocio. Me senté en uno de los sillones de una plaza, que estaban al lado de una mesa de centro. En frente de la chimenea se encontraba un sillón de tres plazas. Todo era de color chocolate, como en el segundo piso donde estaban los privados y las paredes pintadas de beige, un tono neutro.