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Ranas Lunares (MM B: 105591)


Lyra Katara Selwyn
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El Peverell pasó un tiempo escuchando los comentarios que realizaba la pelirroja sobre los dichos de él, tanto como la búsqueda en la cual se encontraba realizando, además de los viajes que realizó y sobre cómo debería de llamarla. Mientras tanto, lo invitaba a sentarse junto a ella para que tomaran ambos su bebida acompañados y en el medio de su conversación apareció la bebida del hombre. Era un vaso alto, más grande que una jarra de cerveza y de él se desprendía un olor a almendras amargas, junto con una espuma negra en el tope.

- Pues si no espera a nadie y yo tampoco espero a nadie. - Dijo sentándose rápidamente sobre la silla haciendo una pequeña muesca de sonrisa para luego darle un sorbo a su bebida - Muy bien Darla, dígame qué es lo que hace que usted esté aquí sola. No tiene por allí un novio o novia, - en su cabeza prosiguió con un “ o quizás ambos” - uno nunca sabe y no me gusta asumir cosas que no son por lo que se dará cuenta.

El hombre se había sentado de una forma muy extraña, su brazo derecho se apoyaba sobre la mesa desde la punta de su codo y su mano sujetaba firmemente el vaso, su espalda se encontraba paralela a la mesa y su brazo izquierdo se apoyaba sobre el respaldo de la silla en la que se encontraba. Pero su cara apuntaba hacía la señorita, para que sus ojos pudiesen desvestirla con la mirada y poder visualizar todo sobre ella.

@ Darla Potter Black
 

Editado por Nexo Peverell

En busca de Aths....

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A veces hay que tener cuidado con lo que se desea porque se puede conseguir. Aunque lo que hasta ahora había obtenido es satisfacer, en parte su curiosidad. El hombre ahora sentado frente a ella sostenía su bebida, la cual había llegado en el momento exacto, para cuando ella lo invitaba a quedarse.

Nexo Peverel había dicho no esperar a nadie y decidido compartir el momento con ella. Su pregunta, sin embargo, le parecía un poco peculiar, no por su inquisición por los gustos sexuales de ella sino porque le pareciera extraño que una mujer, con o sin pareja, no pudiese disfrutar a solas. Claro que si teníamos en cuenta que había sentido la necesidad de invitarlo a su mesa podíamos pensar que ella sola no se satisfacía, al menos en ese particular momento. Pero mejor dejemos hablar a la interesada.

Me sorprende Señor Peverell que piense que de tener pareja no debería estar sola, a veces, aún teniéndola, es agradable disfrutar un momento de propia intimidad –sonrió dejando que la mirada de él la auscultaba como si quisiera radiografiarla mientras ella disfrutaba por unos segundos de su bebida, luego volvió a centrar la mirada en él, había quedado una parte sin aclarar.

En cuánto a novio, tuve, pero falleció y respecto a novia… mmm… no voy a negar que alguna vez me he sentido atraída por una mujer, aunque no llegamos a concretar nada y menos me ha pedido ni he pedido a ninguna ser pareja mmm… aunque tengo predilección por los hombres no me niego a poder llegar a tener algún interés femenino pero de momento, estoy sola hace más de dos años mmm… –mucha información y nada a la vez –¿Y usted Señor Peverell? ¿Cuáles son sus intereses? ¿Quién lo espera? ¿O ha llevado a ese alguien en sus viajes? –apoyó los codos en la mesa, su rostro sobre sus manos e inclinó levemente su torso hacia él, luego de haber movido levemente la taza hacía el centro de la mesa, para apreciarlo mejor.

@ Nexo Peverell

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Se podría llegar a decir que muchas casualidades se estaban dando en estos momentos, para que dos personas a las cuales el tiempo, las distancias y otros factores los habían alejado se volvieran a reencontrar y no se dieran cuenta siquiera de que todas estas conversaciones ya pudieron haberse generado y hasta quizás llegar hacía un punto álgido en repetidas ocasiones. Pero allí seguían los dos conversando como desconocidos.

La Potter Black, empezó a contestar las preguntas pero tomando un tono erróneo a la percepción de Nexo. El nunca quiso poner en juicio si debía o no de estar sola en el café, todos sabemos que en este mundo debemos valernos por nuestros propios medios y para ello uno debe de tener tiempos a solas en la vida social. Más bien a lo que se refería era al hecho de que una mujer de su belleza esté sola tomando un té sin compañía de nadie.

- No quise decirle que no debía estar sola, me malinterpreta Potter Black. Sino que hay algo en usted que me llama la atención, y eso hace que sea extraño que nadie antes se le haya acercado en este lugar. - Dijo mientras le sonreía.

Allí ambos sorbieron un poco de sus bebidas, distintas entre ambas pero fuertes las dos. El Peverell, sintió como el calor del alcohol comenzaba a recorrer su laringe mientras apoyaba el vaso sobre la mesa y con un leve movimiento intentaba acomodar su jopo hacia un lado para que se mantuviera firme, aún sin quitarle mirada a lo que le estaba contando ella. El se daba cuenta que dentro de su cabeza mientras hablaba estaba teniendo cierta discusión interna, ciertos micro cortes en su narrativa y dudas que se le planteaban antes y después de decir algo. Pero había llegado el momento de que él contestará.

- Ya le dije de mis intereses señorita, ¿está aquí o no? o, es de esas personas a las cuales se le olvidan lo que se dice en 5 minutos. Mi tarea actual es buscar algún otro elixir que alargue la vida o pueda vencer a la muerte. Y esperarme nadie, que yo sepa. Mi esposa desapareció mucho tiempo antes de que yo comenzase a viajar por todas partes del mundo. Parece ser que lo que dijeron que un Black y un Peverell estaban destinados a fracasar era cierto. - Dijo mientras volvía a sorber un buen trago de la bebida y se detenía por un instante con la vista hacia la calle, para volver rápidamente a sonreírle - Como vera, no he llevado a nadie. De todas formas creo tampoco lo hubiera hecho, esos viajes eran para mi y como usted dijo antes debemos de tener tiempo para cada uno. Ahora usted, ¿tiene algún anhelo en esta vida, alguna fantasia que quiera cumplir o algo? 

Nexo sorbió un gran trago, hizo una pequeña exclamación de satisfacción mientras apoyaba la bebida en la mesa y luego se llevó la mano a su mentón rascándose levemente la barbilla. Su mirada no se quitaba ahora de la zona comprendida entre su pelo, sus ojos, su boca y su cuello. Mientras que sus brazos, piernas y torso comenzaba a sentir un poco del picor.

@ Darla Potter Black

En busca de Aths....

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—No me lo tome a mal, no fue con mala intención, como ha dicho le he mal interpretado, además ¿qué es lo que le llama la atención de mí? Creo que nadie se acerca a mí porque a nadie le intereso, o tal vez doy miedo —sonrió y se permitió mostrarle sus colmillos, como intentando explicarle, después de todo, un vampiro puede tener como mil años y no a todos les interesan las mujeres mayores, cuando ni saben por cuántos años y menos cuando no tienen las riquezas que otras pudieran llegar a tener. Bajó la cabeza unos segundos y luego volvió a verle, esta vez con una sonrisa más cálida y con gesto avergonzado.

—No me malinterprete, pero yo no me considero especial y bueno, por ello no entiendo por qué me ve algo que pudiera ser interesante para alguien más —él parecía disfrutar de su bebida y ella, en ese momento, deseó algo más, hizo un gesto con la mano, como pidiéndole que le tuviera paciencia unos segundos y se giró, llamando a uno de los elfos. Cuando este se acercó le dijo con expresión un poco cómplice.

—Tráeme una botella de rakia y un vaso para beberla, la tomaré luego que acabe el té —el elfo la miró con expresión extrañada pero asintiendo se retiró y ella siguió escuchando la historia de la esposa del Peverell.

—Esta vez me malinterpreta usted a mí, Nexo —se atrevió a llamarlo por su nombre —quería decir qué busca aquí en Ranas Lunares, sí recuerdo su búsqueda del elixir, y, le confieso, que aunque soy buena conocedora de pociones, no llevo esa que usted busca aquí conmigo —hizo  un suave gesto echando sus brazos hacia atrás, como si se ofreciera para un cateo para luego retomar la seriedad.

—Lamento lo de su esposa, los Black mmm… siempre tuve debilidad por esa familia, aunque nunca tuve una verdadera oportunidad de conocerles a fondo como quisiera —reconoció viéndole a los ojos —¿la extraña? ¿no la ha buscado? Creo que yo podría ayudarle si usted me diera algunos datos para poder encontrarla —se detuvo y se quedó callada, pensando ahora en la pregunta que él le había hecho y sonrió con timidez.

—¿Quién no anhela ser feliz? y tener a alguien con quien compartir esa felicidad, aunque más no sea por un momento fugaz o por una eternidad, según se den las estrellas en el cielo —sí, sabía que había sido feliz hacía años y sentía que había logrado casi serlo hacía poco, aunque no entendía por qué sentía eso último y menos entendía por qué se lo revelaba a él, que recién aparecía en su vida y en tan extrañas circunstancias y sin embargo… —fantasías… ufff… creo que he tenido muchas toda la vida y aún hoy las tengo, el poder cumplirlas ya es otra historia, a veces uno no se atreve a ir más allá de fantasear, aunque podrías ser… —sonrió y agradeció que en ese momento hubiera llegado el elfo con una charola en la que lucía un vaso tallado y una botella de rakia, Darla le agradeció y pagó los galeones que costaba, aunque aún intentaba entender por qué había pedido la única bebida capaz de emborracharla siendo vampiro.

—¿Y usted? ¿Cuáles son sus fantasías? —se dio cuenta que acababa de terminarse su té, ahora le tocaba seguir bebiendo junto a su tan curiosa compañía que la estudiaba como si en ella pudiera leer el mapa que lo llevaba al elixir que buscaba —¿cuál quiere cumplir? —imaginó que sería una relacionada con su búsqueda o su esposa.

Dejó a un lado la taza vacía y tomó la botella, sirviéndose un trago y extendió su vaso hacia el de él.

—¿Brindamos por ello? Digo, —sonrió con expresión misteriosa —quise decir por las fantasías cumplidas o por cumplir.

@ Nexo Peverell

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  • 4 meses más tarde...

El elfo apareció a la entrada... aquel local le parece del "estilo adecuado", justo como solicito su amo. El ser mágico trono sus dedos anular y pulgar, entonces apareció sobre el mostrador de aquel local, una copa de cristal tan alta como el mismo elfo y la tapa de aquel recipiente, parecía tener un sello mágico, el cual fue colocado para que no se abriera antes del plazo.

Dentro de la mencionada copa, hay muchos bombones de desmayo entre un mayor número de drooble´s, los que con su atractivo color, llamaban la atención de las ranas que hay sobre los muros. Las ranas, llenas de curiosidad, dan saltos hacia la copa, algunas de ellas lograban adherirse a la superficie resbalosa de la copa de cristal, lo cual es un espectáculo que causa gracia. 

El elfo mueve la cabeza en un lento movimiento de arriba a abajo, satisfecho con su acción, pero aún faltaba otro de los detalles que su amo le ordeno ejecutar, colocar un cartel flotante justo al lado de la copa. En el cartel, se puede leer claramente la propaganda de un "Juego de entretenimiento para la clientela del local" Un juego simple, era adivinar el número de drooble´s contenidos dentro de la copa en exhibición, se prometía un gran premio al que acertará el número de chicles, otorgado por el dueño del local. Cada cliente, podía colocar su ficha con su nombre, dirección y el número que pensaba era el correcto. En la esquina superior derecha de dicho cartel, se veía un número 31 (El cual marcaba los días del mes en el que duraría el juego, obviamente, iría cambiando según transcurrieran los días ).

Aquel elfo, no aguardo a la llegada de ningún representante del local, solo sonrió ampliamente y tras un puff, desapareció de aquel local, mientras los clientes se acercaron a leer detenidamente el atractivo cartel y la copa llena de coloridas golosinas.

  

                  Picsart-22-02-23-05-13-30-507.jpg  

 

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  • 9 meses más tarde...

Amaba las ranas, amaba esa sensación de sorpresa que no podía evitar aún a pesar de saber que en algún momento, ya fuera antes o después, alguna de aquellas pequeñas ranas lunares pintadas en la pared saltaría... oh, sí, amaba el saber que la bella Katara había hecho aquel lugar con la magia de sus deseos. Sonrió, divertida, recordó los papeles que ella y Seba habían enviado alguna vez al comité encargado de los negocios y en el fondo ahora agradecía aquel no... más lleno de... sonrió... no importaba.

Se detuvo viendo su reflejo en las vitrinas, a pesar del frío invernal de Londres llevaba un vestido de lanilla gris, que le llegaba hasta las rodillas, unos cancanes del mismo tono apenas eran visibles bajo las oscuras botas de cuero negro. Un sacón de hilo tejido, con delicados y profundos bolsillos bordados en los que hundía sus manos por momentos, acariciando el pomo de su varita.

Suspiró y empujó con delicadeza la puerta, sintiendo el tintinar de la campanilla y sonriendo dirigió sus pasos hacia la mesa lateral que tanto le gustaba, desde donde se podía observar el ingreso y los jardines, la parte superior y el mostrador de entrada. Hizo una delicada seña con su mano, indicando que aún no pediría, esperaba a alguien... y se quitó el sacón, dejándolo prolijamente doblado en la silla a su lado. Se sentó... él no tardaría en llegar... o tal vez sí... quién sabe, uno no puede confiar ni en su propia sombra en estos días de... de nada...

@ Reacon

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  • 2 semanas más tarde...

Suspiré aliviado cuando al doblar la calle pude encontrarme con el letrero de aquella famosa cafetería, me había tomado bastante tiempo llegar al lugar, mi intención no era llegar tarde pero la situación me lo había impedido, tuve que caminar hacia el sitio, tomando en cuenta de que no conocía en absoluto la ciudad y que solo me guiaba por unas vagas indicaciones escritas en un papel, fue un milagro llegar con un poco de retraso. Incluso había tenido que pedir indicaciones a gente extraña por el camino…algo que me chocaba y perturbaba mi paz interior.

--Bueno…ya estamos aquí, supongo que poder pasar un rato con mi querida amiga hará que valga la pena todo el esfuerzo—Meti las manos en mis bolsillos y entre al local con una sonrisa, pensaba pasarla bien acompañado de una buena taza de café y de una hermosa compañera, en lo que probablemente seria mi última aparición por este mundo. –Veamos… ¿Dónde estarás?... —La busque con la mirada hasta que por fin pude localizarla en uno de los gabinete, --Te encontré!!-- Camine directamente hacia donde ella se encontraba, apresure el paso para que ningún empleado se acercara a hablarme, al llegar la mire y sonreí ampliamente –Hola darla!! Gracias por invitarme a un sitio tan bonito, ¿te importa si tomo asiento? Creo que tenemos mucho de que platicar antes de que se terminen mis ultimas “vacaciones forzadas”--

@ Darla G Dumbledore

?imw=5000&imh=5000&ima=fit&impolicy=Lett

"Todo quedó decidido cuando ellos trajeron un ejército y yo...un Demonio"

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