Mega Ayudas Sagitas (MM B: 89081)

[Ashley Peverell]

-¡No hay banderitas blancas cuando intentas matar a tu dulce y hermosa hermana que lo único que está intentando hacer es educar a una bestia rebelde como tú!

Exclamó la niña de cabellos dorados como el sol y que esperaba algún día cuando grande, poder decir que sus labios eran rojos cual carmín así como en la historia de la Bella Durmiente que aunque esperaba que apareciese un hermoso príncipe para llevársela con él, no le gustaba la parte donde la bruja malvada hechizaba a la pobre princesa.

Y su hermana vampiro podía ser la bruja malvada sin esfuerzo alguno, ella estaba segura de que su alma tenía que ser tan negra como los carbones que entregaba San Nicolás el día de Navidad.

Alzó nuevamente la varita y algunos estantes salieron volando para empezar a caer sobre las piedras que ya estaban por encima de su hermana mayor.

[Hayame Snape Potter Black]

-Oye ya, ya, ya, ya estuvo bueno!!

Los chillidos de Hayame debajo de aquellas rocas se dejaron escuchar hasta que por la nueva avalancha de cosas ahora se sentía más pesada que nunca y se preguntaba dónde estaría su hermana de cabellos morados para salvarla de las locuras de la mocosa esa que solo se creía la gran cosa porque...

Hizo una mueca y alzó los ojos que las pupilas ahora solo eran un par de puntos

Bueno, ella no encontraba ningún motivo por el que Ashley siguiera creyendose la séptima maravilla solar ni había una razon equivalente por la que tuviera que aguantarla

Era hora de la guerra

-Perdóname Sagitas

Lloró con los ojos cerrados y sonriendo con una mueca que en realidad decía que estaba muy segura de lo que iba a sufrir en cuanto su otra hermana descubriese en las ruinas que estaban convirtiendo su amada tienda; sacó la varita de donde la tenía en la mano y la agitó apuntandola a la rubia de forma que el piso debajo de esta estalló

-NO creo haberla matado, mala yerba nunca muere ¬¬

[Ashley Peverell]

La pequeña niña se había estado acercando despacio a donde sabía que se encontraba el cuerpo de su hermana, Hayame estaba viva, lo sabía, podía sentirlo en ese sexto sentido que tenía como entrenadora pokemon y como hechicera, como ya le había dicho antes era ella poderosa independientemente de las dudas que tuvieran las personas al respecto, no por ser chiquita significaba que no llevara la magia en las venas.

-Hermana, no te escondas.

Ordenó con tono de voz firme, alzando la barbilla y empezando a caminar de manera elegante como era lo correcto, la varita siempre apuntando hacia donde su enemiga podía estar porque solo un mago tonto no estaría preparado para cualquier intento de ataque de los vencidos.

Y no se había equivocado porque antes de poderse defender de manera adecuada una luz había brillado bajo sus pies, haciendo que saltaran las cosas pero con su buena habilidad empezó a saltar sobre las piedras que estallaban hasta que pudo alejarse bastante.

-¡Querías matarme!

Exclamó con gran sorpresa y ahora cubierta de polvo por el enorme agujero que estaba en el piso y que con suerte, no estaba tumbando las paredes todavía.

[Hayame Snape Potter Black]

-No quería matarte!!

Gritó Hayame desde donde estaba también con la cara negra lo que la fastidiaba mucho por ser normalmente de piel blanca

-Solo un poco lisiada... aunque tampoco creo que eso sea tan difícil ¬¬

Gruñó profundo ante todo lo que le pesaba encima y cerró los ojos apretando los párpados mientras intentaba arrastrarse fuera de los escombros, pero aquello era imposible; se giró (o mas bien torció) hacia arriba y con una expresión fastidiada, agitó la varita en dirección de todas las rocas que la aprisionaban

Estas empezaron a flotar en el aire en conjunto con el resto de basura que esa loca de faldas anaranjadas le había tirado encima y entonces, latigueó con su varita en dirección de la Ketchum

-A ver si te gusta que te den de pedradas!!

Le soltó a su hermana menor, aprovechando la libertad de su cuerpo para correr hacia otra parte de la tienda aún con la varita en ristre por si esa demente pensaba en que podía matarla de forma tan sencilla; aunque a decir verdad le dolía bastante el haber sido aplastada por olvidarse de los hechizos adecuados

"Torpe idi*** de mi" se dijo a sí misma

[Ashley Peverell]

La niña Ketchum puso una cara de sorpresa y saltó al ver todas las piedras que volaban hacia ella por culpa de los hechizos mágicos de la hechicera de cabellos rojos pero ella no estaba para ese tipo de juegos por lo que comenzó a correr para tratar de alejarse del torpe camino que daban las piedras y volvió a agitar su varita en dirección de estas.

-¡Confringo!

La primer roca que se dirigía en el aire estalló con fuerza y consiguió desviar a las demás pero los restos empezaron a llover en pequeñas piezas lo que hizo saltar a la niña bonita de un lado a otro, tapándose la cabeza con un brazo.

-¡Ou ou ou!

Se quejaba pero volvió a agitar la varita.

-¡Evanesco!

Al menos con eso las rocas quedarían desaparecidas pero todavía quedaba el problema de la vampiro que seguramente ya estaría por atacarla otra vez por lo que terminó de correr hacia una estantería cercana para cubrirse de algún posible ataque que su ahora enemiga intentara poner en su contra.

Mantenía aferrada la varita con fuerza sabiendo que iba a tener que defenderse de una manera u otra porque la otra mujer nunca había sido de darse por vencida.

[Hayame Snape Potter Black]

Hayame permanecía oculta detrás de un puerta que había abierto y aquella tienda parecía cada vez menos y menos un negocio que una especie de calabozo o castillo bastante derruído por el tiempo debido a la de hechizos, pozos, cosas volando y rocas (o mas bien pedazos de pared) que habían terminado por arrancar las hermanas de sus cimientos

Los ojos de la pelirroja se movieron en todas direcciones con mucho nerviosismo y gotitas corriendo por su cabeza solo de imaginar la gigantesca imagen de Sagitas a punto de devorarla por lo que había hecho con su preciado Mega Ayudas

Aunque no lo había hecho sola... Ashley era tan culpable como ella al respecto de todo eso!!

Y pensaba asegurarse de que la payasita lo supiera y pudiera ver en alguna especie de pensadero sus memorias porque no pensaba ser asesinada en solitario

-Ya basta chiquilla!!

Exclamó la Snape desde su refugio en la puerta, sosteniendo con fuerza la varita pero sin arrojar ningún hechizo todavía, esperaba poder resolver las cosas de forma civilizada... aunque un momento después compuso un gesto de asco, esas no eran sus maneras pero el pensar en la Potter Blue la enfriaba un poco

-En verdad... yo no quiero que me mate mi otra hermana, este no es negocio mío y nos va a costar una lana enorme como no te detengas!!

[Ashley Peverell]

-¡Ja!

La Ketchum alzó la barbilla desde se encontraba enarbolando con mayor fuerza la varita, ya había demostrado que un montón de rocas no iban a detenerla y las súplicas de la hechicera pelirroja que seguramente ya se había dado cuenta de su desventaja no iban a hacerla tener compasión.

-No voy a detenerme hasta que te disculpes en verdad y admitas que todo esto ha ocurrido por tu causa.

Recitó con valentía la hermosa rubia volviendo a empujar sus largos caireles y cabellos de sol hacia la parte de atrás de su espalda, dándo la imagen ya no de una princesa si no de un caballero dorado de los que son capaces de enfrentar dragones y otros seres tan solo por el poder que la justicia les trae como dulce fruto de victoria.

-Solo insultas a las personas, mientes y engañas.

La hermosa rubia comenzó a andar en dirección de la puerta detrás de la cuál como buena Sytherin se ocultaba la vampiro.

-Pero esta vez has de pagar, hermana.

Aseguró la niña alzando de nueva cuenta la varita y señalando hacia la puerta.

-¡Avis!

Doce hermosos canarios que brillaban con plumaje dorado como el asto rey salieron de la varita de rosas, girando alrededor de la cabeza de la niña que volvió a apuntar con su varita a la puerta.

-¡Ataquen mis ángeles! y mientras tanto ¡Confringo!

Esa puerta se iba a desaparecer dejand expuesta a la otra bruja de todas maneras.

[Hayame Snape Potter Black]

"Está loca... se ha vuelto completamente loca"

Pensaba Hayame desde su posición detrás de la puerta al escucharla decir toda aquella sarta de loqueras y tonterías acerca de que solo la insultaba y que no hacía mas que eso; se detuvo unos segundos con los ojos en media luna y un tic en su rostro, si, era verdad... tal vez se había pasado un poquito llamándola boba o tonta... o le había dicho más cosas que ahora no recordaba?

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Pero en todo caso más le valía darse prisa porque esa chiquilla insolente parecía querer estar abusando de su buena fé al no atacarla de forma directa, haciéndolo la rubia por su cuenta y ya haciendo un hechizo para arrojarle una horda de pájaros; pero para la Snape eso no significaba nada, estaba acostumbrada a que la agredieran de aquella forma y por ello en cuanto los pájaros fueron a por ella y la Ketchum abrió la boca para soltar su siguiente hechizo, la pelirroja saltó de su posición y apuntó con su varita a la garganta de la mocosa.

-¡Silencius!

Nada de puertas estalladas y nada de eso. Sin embargo eso significaba que ahora tenía que lidiar con una bola de pájaros que no la dejaban en paz y era obvio que no iba a poder apuntar correctamente... pero eso solo significaba que...

-¡Confringo!

Su rayo no fué dirigido a la chiquilla sino que la intención era que diera al techo sobre esta; ya se las vería con una buena lluvia de rocas mientras que la Snape se cubría con un brazo los picotazos de aquellos endemoniados canarios

[Ashley Peverell]

La encantadora niña se llevó una mano a la grganta con expresión de susto al ver que ya no podía hablar imitando en cierta forma a la preciosa princesa Ariel de Disney cuando la malvada bruja del océano le arrebató su dulce voz de sirena. Estaba segura de qu su hermana mayor en esos momentos era una completa bruja del mar aunque no estuvieran dentro de este pero podía sentir toda su maldad.

Al menos sus preciosas aves estaban haciendo un excelente trabajo impidiéndole que pudiera hacer bien las cosas y mientras corría la vampiro, pensó en algo que la haría pagar.

"Embrujo Punzante"

Solo sacudió la varita y el rayo salió disparado hacia su hermana que seguía cubiert de pajarillos, ya no solamente estos le harían la vida imposible sino que ahora no podría ver bien con la cara toda inflamada.

Y nuevamente con la voz en órden y dándose cuenta de que como no hiciera algo más las cosas iban a ir mal, corrió de sitio y volvió a apuntar hacia arriba de su cabeza.

-¡Wingardium Leviosa!

Las rocas que iban a caerle encima flotaron solo un momento para luego, volver a bajar hasta el suelo con estrépito mientras que la valiente niña corría a guarecerse corriendo a través del hueco de una pared para entrar a una habitación lateral del negocio y empujar un librero para convertirlo en un escudo.

-¡No te vas a librar tan fácilmente de mí!

[Hayame Snape Potter Black]

-Accio!

Apenas y había tenido tiempo de pensar al ver el rayo que se le venía encima y lo que tenía más cerca era uno de esos espantosos canarios amarillos por lo que el efecto fué rápido y logró tomar aquel que llegó justo a su mano, colocándolo delante y provocando que este explotara con un estallido de plumas... y tal cuál, el resto de horrendos pájaros hicieron PUF! y sus plumas caían por todas partes, empezando a desaparecer en cuanto tocaban el piso

Hayame maldijo, ahora estaba llena de picotazos y con un humor de los mil demonios conforme el pesado ruído de los pedazos de techo al caer al piso se dejaban percibir y ahora la luz del sol se colaba por los huecos

En verdad que Sagitas no se lo iba a perdonar a menos que reparara todo antes de su regreso

Y pensaba repararlo todo... sacrificando a esa demente de pelos amarillos como mazorca y vestido de naranja calabaza de Halloween!!

Estaba tan rabiosa, que dió un latigazo con su varita

-Locomotor Armarium

Uno de los muebles de repisas que aún se sostenía tambaleante contra una pared se arrastró con pesadez hasta cubrir el hueco por donde se había metido la Ketchum y la vampiro, aún con una gran expresión de rabia pero apoyándose a un lado del muro, alzó la mirada.

-Ya te rindes?

Editado 10 de Abril del 2018 por Hayame Snape Potter Black