Jump to content

Mega Ayudas Sagitas (MM B: 89081)


Matt Blackner
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Jugar con la Videncia daba estas paradojas. Ambos habíamos visto la muerte de los dos en el la boda, ambos sabíamos que yo iba a matar a Heliké. Sin embargo, en la realidad, en NUESTRA realidad, Heliké no murió en mis manos porque Fenrir, el lobo tan fiel a Matt, impedía su muerte a costa de su propia herida casi mortal. Y Matt no moría en el ataque pero me había encerrado en unas mazmorras. Había sido utilizado por los dos, primero por Everdeen y después por mi hijo para perder mi mente en el mismo día. Sabía que mi prima Everdeen era una desgraciada y deseaba su muerte con todas mis fuerzas. ¿Qué sería de ella, siendo quemada en vida por el benjamín de la familia?

 

Y quedaba Matt... No podía desearle lo mismo aunque también me había privado de mi libertad de esa forma tan insana. Si algo odiaba era aquella magia secreta del Libro de la Sangre, me parecía vergonzoso que alguien pudiera ser capaz de hacer eso y, en realidad, excepto en las pruebas que hice para asumir su contenido, nunca había usado aquella magia tan maléfica. Y Matt no había dudado en hacerlo conmigo, algo que creo que no olvidaría nunca. Pero... ¿odiarlo...?

 

-- No sé -- confesé, mirando mis zapatos. "Bichito" seguía el movimiento mientras comía lo que Matt le proporcionaba, moviendo los bigotes. -- Everdeen no quería descendencia así que la mató, para que no naciera ese bebé. Ahora sigue viva y embarazada. Yo... -- le miré a los ojos y sentí vergüenza, no sé porqué. -- Yo aumentaría la vigilancia en torno a ella. Al fin y al cabo, nosotros no sabemos dónde están pero ellos sí saben dónde vivimos nosotros.

 

Me tendió una foto y, antes de verla, ya la reconocí. Mi corazón dio un vuelco al recordar aquel breve momento feliz entre tantas persecuciones y desgracias personales, pérdidas y soledad. La tomé con cuidado y contemplé aquel rostro memorizado del hombre de mi vida. Sonreí a Matt. Me levanté y me senté a su lado. Apoyé la cabeza en su hombre; Matt es más alto que yo.

 

-- ¿Sabías que aquí ya estabas dentro de mí? Creo que es la única foto que conservamos que estamos los tres juntos.

 

Aquella confesión fue tan sencilla que yo misma me sorprendí. Ahora, mi hijo disfrutaba de la misma sensación que yo tenía en aquella foto, un marido y un hijo en mis entrañas fruto del amor entre los dos. Mi sonrisa se apagó un instante al recordar que ahora... No importaba...

 

-- No entiendo que no sepamos nada de Everdeen. ¿Por qué no ha pedido algo para recuperar a mi ... hermano? -- Se me había truncado la voz al hablar de @@Adrian Wild; ¿seguiría vivo? -- ¿O estará esperando a que nazca el bebé para pedir un cambio? ¿O...?

 

No sabía como razonaba una mente como la de Everdeen, no sabía qué planeaba y, aquel silencio, me carcomía por dentro. Levanté la cabeza de su hombro y miré al frente, sin mirarle a los ojos.

 

-- He de recuperar a mi hermano sea como sea. No a costa del bebé, no te preocupes. Pero haré lo que sea necesario para conseguir que vuelva a casa.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sagitas se sentó a mi lado y apoyó la cabeza en mi hombro. Era gracioso, yo era más alto qeu ella, pero aun asi...no solíamos pasar momentos asi juntos, en...cierta confianza, que supongo que se acostumbraba a tener. Noté que me sonrojaba cuando hizo referencia a que aquella era la única foto qeu conservábamos de los tres. Ladeé ligeramente con la cabeza, mirando a la pareja de la foto, tan felices. Ahora era yo quien se encontraba en esa situación, pero...a veces no sabía como enfrentarla.

- Cuando di con ella pregunté a Jack quien era la de la foto. Pensaba que tal vez podríamos encontrarla y eso lo alegraría. Pero solo conseguí que me echara de mal humor de la tienda - recordé. Cosas de un niño inocente, supongo. - Yo...quieres quedártela? - le pregunté.

 

Pero también era preocupante la situación con Everdeen. Ella había matado a Helike para evitar que naciera la siguiente generación de la familia. Tras la boda, era yo el peligro para ella, al ser quien podría tener "herederos", y con eso, ponía en peligro a Helike.

- Tengo a Fenrir con ella siempre que no soy yo quien la acompaña. - le dije. Por eso últimamente el lobo no me seguía. Era la forma más sencilla que tenía de protegerla, y de saber si algo iba mal.

 

Volví la vista a la foto, preocupado. Perdía el sueño por el tío Adrian, intentando dar con una pista y ponerme en contacto cn Hayame. pero no tenía más pistas.

- Por eso mantengo las protecciones en casa. No...no se que podemos esperar y no quiero arriesgaros más. - dije. - Es...no lo se. Pero no creo qeu quiera al bebé. Creo que en cierta forma cambiamos el futuro. Helike estaba embarazada antes de la boda. Lo sabíamos. Recuerdo ver perfectamente como me lo decía, y luego como os lo contábamos a los demás. Pero...nos hemos casado, y aunqeu ya lo estaba, no nos hemos enterado hasta después de la boda. - parecía algo tan...pequeño. - Tal vez sea un cambio mínimo, pero...creo qeu no lo sabe, si ni siquiera nosotros lo sabíamos. - suspiré. - Aunqeu seamos honestos, no es algo que podamos ocultar eternamente. Creo que retienen a Adrian por otra cosa. Tal vez quieran información.

 

Aun asi, sabíamso que tendríamos que ir a rescatarlo en algún momento. Sonreí al escuchar qeu Sagitas haría cualquier cosa, aunqeu sin sacrificar al bebé.

- Tranquila, se qeu no pondrías en riesgo la posibilidad de consentirlo - bromeé. - Pero...tal vez tenga qeu irme dentro de poco para intentar encontrarlo.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Matt me ofreció la foto de una Sagitas jovencísima y un Jack vivo. Moví los dedos en un gesto impulsivo de alargar la mano hacia ella pero después la retiré. No era mía. Era de él.

 

-- No, no la quiero. Yo tengo a Jack y te tengo a ti. Esa foto sólo me haría recordar malos momentos que no quiero recordar. Los buenos los guardo aquí dentro, en el corazón, y no necesito fotos para recordarlos. Si me la das, la guardaré en algún sitio y, seguramente, olvidaré donde está. Esta foto es el recuerdo que mi familia no me quería, que mataron a mis padres y que quieren lo mismo conmigo y, ahora, a mis hijos. Yo...

 

Cerré los ojos, aturdida.

 

-- No es la herencia que quiero daros. Yo recibí una herencia de muerte y vosotros... No quiero daros eso. Fue una maldición estar huyendo siempre. Pensé que ya lo había superado, que les había engañado y... Os he obligado a pasar por lo mismo que yo pasé. Y juré que no os perseguirían... Y ahora...

 

Y ahora me sentía muy culpable. Tanto que la rabia por lo que me había hecho Matt en aquel momento del pasado con la Marca de Sangre se diluía en la sensación que me lo merecía, por lo que les había hecho, condenarles a un futuro de huidas. Me hundí de nuevo en la inseguridad y el arrepentimiento por lo que su última frase me llegó a mi comprensión más tarde de lo que él la había pronunciado.

 

-- ¿Sacarle... Información? ¿De qué tipo?

 

Sentí frío pero era una sensación interior, propia de mi miedo.

 

-- ¡No, Matt! ¡Tú no...! -- exclamé... -- Tú no puedes irte. Tú tienes un hijo no nato al que has de proteger. No puedes irte. Lo haré yo cuando... cuando pueda... En unos días...

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- No lo se...fue Lázarus quien se llevó a Adrian - y eso era malo. Me había enfrentado a él años antes de llegar a ottery, y le había cercenado el meñique, sin conseguir acabar con él. Eso había sido antes de llegar aqui, o de saber el pasado qeu tenía en común con Helike. Algo qeu también me preocupaba. -Tal vez información sobre la mansión. Sobre nosotros. Tal vez planee atacarnos por su cuenta o saber de que manera hacernos daño. - lo cual agregaba una nueva línea de enemigos de la que preocuparnos.

 

Sagitas no quería la foto. Verla traía buenos recuerdos si, pero ella ya los guardaba. Aquella imagen también le traía recuerdos negativos, de una familia que la había odiado antes de existir, había asesinado a sus padres y la había perseguido durante años. Provocaron qeu la familia que formaba se separase, la obligaron a esconderse, y ahora habían regresado.

 

Le pasé el brazo por encima de los hombros y trate de consolarla de la mejor forma que sabía. No podia sentirse culpable por algo que no controlaba.

- Venga mamá...no te culpes. Si nosotros no nos hubiéramos casado no habrían dado contigo. HUbiéramos seguido juntos, habríamos tenido un hijo igualmente y no... - suspiré. Era increible, pero si, también me sentía culpable por eso. - No podemos controlar a nuestros enemigos, solo podemos seguir adelante con nuestra vida.

 

Pero ahora era yo quien se alarmó, quien la miraba horrorizado al oirla. Si, esperaba un hijo, y debía cuidar de mi mujer y de él, pero...dejar qeu ella fuera solo en busca de Lázarus?

- Dejarte ir sola? Quieres....quieres que me siente en casa a esperar que regreses o no? No....no me puedes pedir que haga algo asi. - le dije.

 

Bufé, molesto. Me sentía cansado, necesitábamos descansar, todos.

- Crees qeu el pasado vuelve para que lo cambiemos? - acababa de darme cuenta. Sagitas estaba embarazada cuando la familia envió a la demonio Samara para matarla y evitar qeu su hijo, yo, naciera. Jack la había dejado en Santa Tecla con la esperanza de qeu estuviera segura mientras él le daba muerte a la demonio, y en lugar de eso había logrado traicionarla y llevarse al niño. Ahora, era yo quien iba a tener un hijo, y la misma maldita familia nos atacaba y nos ponía en una situación parecida.

 

Me quedé callado. Había algo qeu me rondaba la cabeza...algo que quería preguntar. O saber. Pero al mismo tiempo, temía preguntarlo.

- Mamá, puedo...te puedo preguntar algo? - murmuré. Agaché la cabeza y me quedé mirando algún punto en las rodillas, de repente, tremendamente interesantes. - Como...como era Jack? Qué hizo cuando...cuando se lo dijiste? - pregunté.

 

Me quedé callado.

- Es normal que esté asustado?

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Por supuesto, él se opuso. Matt tiene esa raro sentido de la responsabilidad de que ha de proteger a la familia pese a todo y a cualquier cosa aunque peligre su propia vida. Por supuesto, era loable cuando no era tan bobo como para que no le importara que peligrara su propia vida. Por ello le gruñí por lo bajo.

 

-- Sí, quiero que te quedes en casa cuidando de Heliké y de tu hijo. Esto va más allá de la protección de la familia. Estás protegiendo a carne de tu carne. Esos de ahí fuera entraron en casa y estropearon vuestra boda. Nada les impide volver a hacer lo mismo y acabar con tu hijo aún en las entrañas de Heliké, o matar a Ithilion en venganza por... quemar a... mi prima...

 

Suspiré, me molestaba hablar de Everdeen pero era el origen de todos nuestros problemas, así que había que hacerlo, aunque pronunciar su nombre me producía un asco infinito.

 

-- Sí, el pasado vuelve siempre, no se puede esconder. Así que voy a atacarlo en su origen, cuando no lo espere. Pero tú te quedas aquí, defendiendo a la familia y yo, le daré lo suyo allá.

 

Eso estaba fuera de cualquier discusión y esperaba que entendiera la firmeza de mi mirada. Sin embargo, cuando él se sinceró en su pregunta, bajé el muro de fiereza y me acerqué a él. Le cogí la cabeza y le di un beso en el pelo (tuve que usar un hechizo para elevarme, Matt era más alto que yo).

 

-- Cielo, es normal que estés asustado. Yo también lo estaba. Y Jack... -- Le solté y me puse a reír. Tuve que ponerme la mano en la boca para recuperar el dominio del habla. -- Poco faltaba para que me llevara en brazos por todas partes para que yo no sufriera ni un sólo tropiezo. Recuerdo que, cuando me levantaba en la Petit Potter Black, encontraba bandejas de fruta y comida preparada para que no me levantara de la cama. Y flores. Me llenaba todos los jarrones de flores olorosas. Y construyó bancos por todo el camino para que descansara la barrigota en la que tú estabas y...

 

Me quedé callada, rememorando aquellos tiempos felices tan añejos en el tiempo ya...

 

--... y te hablaba, mucho, tocaba tu pie cuando me pateabas duro y te decía que trataras bien a mamá. Creo que Jack entendió de repente el miedo a perderte, a perdernos, y que por eso se fue a matar a... ¡Dioses, sí...! El pasado se repite... ¡Y por ello, tú te quedas!

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sagitas había sido tan firme como dura en sus palabras. Había asumido desde el principio como mio el deber de cuidar de la familia. Nunca había tenido en gran consideración las consecuencias en mi mismo, al primar siempre qeu debía mantenerlos a todos a salvo. Por eso me costaba tanto aceptar qeu fuera ella quien marchara sola a ajustar las deudas pendientes con la familia, instándome a mi a permanecer en casa, cuidándolos de una forma diferente...cuidando a la familia desde casa, de cerca...desde la retaguardia. Cuidar de mi mujer, de mi hijo y mi hermanito mientras permanecía al lado de ellos.

 

Asiq eu seguí con la cabeza agachada, tenso, con las manos apretadas a causa del miedo qeu me atenazaba día a día...y el miedo de decirlo en voz alta. De admitir qeu me asustaba un pequeño ser qeu ahora mismo no era más qeu algo que crecía en el interior de Helike.

 

POr eso, cuando Sagitas me regaló aquella muestra de cariño alcé la cabeza, notando qeu me sonrojaba. Sentí qeu una pequeña parte de aquella angustia se marchaba al oir de su propia voz que era normal estar asustado. ME quedé mirándola porque de pronto, comenzó a reir, como si mi pregunta le hubiera desatado un mar de recuerdos de un pasado de juventud feliz. Jack parecía haber sido un gran tipo, un tont.orrón enamorado qeu hacía cualquier cosa para procurar que Sagitas y su pequeño estuvieran a gusto.

 

ME descubrí mirándola, intentando imaginar aquellos recuerdos qeu compartía conmigo, y sin darme cuenta sonreí de medio lado, enternecido con la situación. Imaginar a Jack actuando de aquella forma, para mi, era...raro. Pero por la expresión y el tono que usaba mi madre, esos recuerdos de Jack hablando hacia su barriga para regañar al pequeño por dar una patada demasiado fuerte...debían haber sido grandes momentos, qeu ella aun conservaba con cariño.

 

Sería yo capaz de hacer algo asi?

- Y como...como voy a saber qeu hacer? o cuando o...

 

Pero la realidad nos golpeó de nuevo, y de pronto Sagitas entendió que no...qeu efectivamente, el pasado regresaba. Ahora me obligaría a quedarme con más fuerza. Jack la había dejado en los momentos finales del embarazo por temor a que nos ocurriera alg, y había sido quien casi la mata, quien la separó de su hijo sin poder tocarlo. Por culpa de aquella familia. Ahora, la situación se repetía en nosotros. Le aguanté la mirada, entendiendo aquella orden, corta pero clara.

 

Tu te quedas.

- No puedo dejarte hacerlo sola... - pero tampoco podía dejar sola a Helike e Ithilion.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las dudas de los primerizos siempre me encantaban, tal vez porque yo ya había pasado por ellas y era divertido verles azorados. Cada neo-pater reaccionaba de manera diferente, unos leyendo todo lo que encontraran a su paso que tuviera la palabra "bebé" escrita, otros de forma más despreocupada, dejado a las madres la evolución del tema, casi todos participando del embarazo. Matt no era diferente a ellos; tenía ese miedo en la cara de no saber qué hacer con algo tan pequeño y tan delicado. Arrancaba verdadero sentimiento de empatía verle tan preocupado.

 

-- Ay, hijo... Los niños llegan, estés preparado o no, y no tienen más remedio que reaccionar para hacerlo lo mejor posible. No hay manuales de maternidad, aunque Madame Rowle editó una edición limitada sobre el cuidado de bebés de clabbert que, extrapolándolo al lado humano, te podría servir; es bastante completo.

 

Esperaba que no se enfadara al pensar que comparaba su futuro hijo con la cría de un híbrido entre mono y rana.

 

-- Mira, nadie nace sabiendo cómo cuidar bebés, se aprende con la práctica. Tú tienes suerte, tengo experiencia y estaré a vuestro lado. Peor lo tuve yo que...

 

¡Demonios! ¿Otra vez iba a sacar lo sucedido en su nacimiento? Era mejor cambiar de bebé para que no se sintiera lastimado recordando un pasado que podría repetirse en el futuro. ¡Nunca! No bajo mi supervisión.

 

-- Mira a Perenela, nació y a los segundos ya era una elegante niña demonio. O mira a Ithilion. Cuando llevaba más de doce horas de vida y tras llorar como un energúmeno, una amiga me preguntó si ya lo había cambiado y yo... Pues puse cara de boba preguntándole que qué había que cambiar. ¡Nunca había visto más kk en nadie! Si había más cantidad que lo largo que era él. ¿Cómo podía producir tanta kk una cosa tan chiquita? ¡Y mal olorosa! Pensé que iba a morirme si tenía que hacer eso muchas veces. Y sí, mínimo 4 veces al día durante al menos tres años. Eso te hace ser padre, Matt. Cambiar pañales.

 

Esperaba que le resultara divertida mi experiencia. Pero no era eso lo que quería que entendiera. O sí, eso y que era bastante trabajo como para salir de búsqueda y captura de familiares lejanos.

 

-- Lo haré y no estaré sola. Perenela y los elfos y el resto de familiares no implicados directamente en el embarazado harán seguimiento de esos malnacidos. Quiero que entiendas que no va a ser como en tu boda. Estaba distraída -- el cuerpo desnudo de Jack, el sudor perlado de su frente, el contacto piel con piel... -- y no esperábamos ese ataque. Ahora es diferente, estoy preparada para lo que suceda y llevo mi varita. A pesar de los rumores, sé usarla con magia impredecible. Estaré bien. Tengo algo que vengar y tú has de saber cuidar a una embarazado con cambios hormonales que has de sufrir, has de saber cuidar a un enanito llorón con un ombligo dolorosamente cicatrizando y saber, sobre todo, limpiar kks. Piensa que una madre sufre mucho en un parto y, sin embargo, se le obliga a estar disponible para cuidar a su hijo, soportando el dolor de la vuelta a la normalidad. Dicen que dura cuarenta días. Yo te digo que esa preocupación dura toda la vida. Te necesito aquí, en la Potter Black. Heliké te necesita a su lado y el pequeño Bartolo te necesita a su lado. Así que me las apañaré sin ti.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mantuve la cabeza agachada y apreté los puños. "El resto de familiares no implicados directamente en el embarazo harán seguimiento de esos malnacidos". Osea, toda la familia excepto yo. Era la primera vez qeu me veía al margen de la defensa de la familia....al menos, de la primera línea. Pero era cierto qeu era mi obligación cuidar de Helike...y hacerme cargo de ella y el pequeño.

 

Solté el aire que había estado aguantando y me froté los ojos.

- Intentaré recordar que los pañales se cambian antes de las doce horas - le dije, riendo. Era una anécdota tan...extraña, qeu al final tuve qeu reir. - Prométeme al menos que me avisarás si os metéis en lios, y que mantendrás el contacto - le pedí.

 

Me puse de pie. Necesitaba hacer algo o...si, tenía miedo, seguía sin entender aquellas cosas diminutas y qeu parecían tan frágiles...pero pensaba (esperaba) que podría preguntarlas más adelante.

- Venga, vamos a terminar de arreglar ese almacén, si encuentro alguna caja vacía, haré una casita para Bichito. - dije, sonriendo ligeramente.

 

Pero no pudimos hacer mucho más. Un sonoro crack llenó la entrada y, al asomarme, Harpo, una bolsa e Ithilion nos miraban.

- Mattie me prometió jugar conmigo - exclamó el niño, antes de soltar la mano del elfo y correr hacia mi.

De pronto recordé, que le había prometido pasar tiempo con el.

- Anda, corre dentro enano. - le dije, dejándolo pasar para encontrarse con Sagitas. Tomé la bolsa que traía Harpo, galletas con pedazos de chocolate qeu había preparado para merendar, dándole las gracias.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sé que no le hizo gracia que le dijera que se mantuviera al margen. Le conocía, desde el primer día que entró en la PB se dedicó a cuidar de la mansión y de la familia como si le fuera la vida en ello, como si no hubiera nada más importante, ni él mismo. Había llegado el momento en que conociera que había algo mucho más importante: su mujer y su hijo. Sí, en ese nuevo núcleo de importancia relevante yo había dejado de ser prioritaria. Sé que algo por ahí dentro se resentía de ello pero es Ley de Vida. Los hijos crecen y, con ello, su prioridad acaba dejando de lado a los padres para derivarlo a los hijos.

 

Suspiré. Era mi hijo mayor y, sin embargo, le quería como si aún fuera un niño de la misma edad que Ithilion, a quien cuidar y abrazar en los momentos duros. Le sonreí de forma tímida, recordando que ahora le tocaba a él empezar a preocuparse de la nueva vida que crecía en la familia, lo más importante que todo la mansión entera.

 

-- Tú preocúpate de Bartolo y yo haré el resto. Buscaré a Adrian y lo traeré de vuelta. Y, cuando regrese, quiero ver al niño más bonito del mundo. Y limpito, nada de pañales sucios por todas partes.

 

Intenté reírme pero supe que no era así, no estaba alegre, ni él ni yo... Menos mal que él también sabía desviar las conversaciones cuando se ponían peligrosamente dramáticas. Me incliné para ayudarle en la limpieza mientras Bichito seguía jugueteando con sus pies. Nunca había visto una mascota tan feliz por morderle los tobillos aún sabiendo que el cacho pié podría chafarle de un pisotón. Matt tenía la bendición de los Potter Black: los animales se enamoraban de nosotros y nos era fácil domesticarlos. A unos más que a otros... A mí Drago me toleraba, sólo un poco, lo suficiente como para no hacer rosbeeff de mi cabeza.

 

No sé en qué momento, algo se me acercó por la espalda y se agarró a mis piernas, gritando "mami, mami, mamiiiii, vengo a jugar con Mattttyyyy". Me puse a dar vueltas para elevar a Ithilion en el aire y girar a la velocidad del viento. Al final conseguí agarrarlo y frenar, antes de que los dos saliéramos volando más allá de los jardines. Era un truquito que me enseñó mi madre...

 

Me puse seria al recordarla. Era curioso que casi no sabía como era ella y, sin embargo, tuviera el recuerdo de sus caricias. Sonreí. Malos recuerdos no merecen la pena mantenerlos. Me dediqué a mi pequeño que correteaba por el interior del almacén.

 

-- ¿A qué vas a jugar con Matt, querido? Él ha de cuidar a Bichito, no sé si tendrá tiempo para ti -- le dije, señalando como si nada al ratoncillo-canario, disimulando. Sabía que, como a su hermano, le encantaban las criaturas extrañas.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

Despedí a Harpo y caminé de vuelta al almacén, con la bolsa de papel en las manos. Sagitas e Ithilion giraban, consiguiendo arrancarle una carcajada de felicidad al niño. Me quedé apoyado en la pared, mirándolos...intentando pensar en Helike en una situación similar, o imaginarme a mi mismo...era una imagen que se me hacía un poco extraña.

 

Fue la visión de Bichito lo que atrajo la atención de Ithilion. Se arrodilló entusiasmado ante el ratoncanario, qeu parecía algo tímido y retrocedió un par de pasitos ante la visión del niño. El animalito me había estado mordisqueando los tobillos mientras Sagitas y yo limpiábamos el almacén...era curioso, pero en mi tiempo en la Potter Black me había dado cuenta de que las criaturas se acercaban a mi, y según cual, me era más o menos fácil llevarme con ellas...algo que a Sagitas también le pasaba. Tal vez fuera algo de familia.

 

Avancé un par de pasos y le revolví el pelo a mi hermano, antes de agacharme y poner la mano, para que asi el animalito se pudiera subir. Lo dejé en el alfeizar de la ventana, junto a la pequeña mesa que tenía en la parte de atrás, donde un momento antes Sagitas y yo nos habíamos sentado mientras me sinceraba con ella acerca de mis miedos, y me obligaba a aceptar que tenía que quedarme, por una vez, en casa.

 

- Bueno...He encontrado una caja vacía, y si Bichito se va a quedar aqui, necesitará algún sitio donde dormir... - dije, mirando al niño mientras alzaba una ceja. - Tal vez entre los tres podríamos fabricarle una casa, pero claro...solo si quereis - propuse, mientras alzaba la mano - Además, tenemos para merendar galletas de Harpo

Editado por Matt Blackner

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.