Mega Ayudas Sagitas (MM B: 89081)

[Sagitas E. Potter Blue]

Reaccioné con un mutis risueño ante las preguntas de Matt. No, no quería alardear de mis conocimientos, que eran muchos. Saber, conocer, dominar... No significa querer usarlos. En realidad, era algo que no me importaba mucho. No me gustaba sacar la varita, prefería otros medios menos invasivos. Sin embargo, no dudaba en usarla si era necesario. Pero no era lo que le quería inculcar a mi hijo menor, sobre todo después de lo vivido en la Potter Black y después de las visiones que habíamos tenido tanto Matt y yo durante la habilidad de la Videncia. Eso era lo que más me preocupaba, enseñar todo lo que pudiera a Ithilion para que pudiera defenderse, enseñarle lo justo para que no disfrutara con su uso y la llegara a utilizar en contra de todos, incluso de él mismo.

 

-- Sólo uso para defensa de la familia, no la usaría para nada más.

 

¿Eso era cierto? ¿Después de lo sucedido en la mansión de mi prima Everdeen podía asegurar eso? No, no podía pero tampoco lo iba a confesar en alto, estando el chiquito allá, jugueteando con Bribón.

 

-- La fuerza sólo ha de utilizarse hasta el límite justo de la defensa, nunca para venganza, nunca para poder, nunca para ser superior o avasallar. Cuanto más sabemos, más humildes hemos de ser en el uso de los poderes.

 

Vale, hasta aquí llegaba la lección de hoy, no quería apretar demasiado por si le despertaba un interés insano en lo que decía. Ay, Dioses, ¿cómo podríamos seguir así durante los años que nos quedaban para poder re-dirigir al niño y apartarlo de un camino que aún no había comenzado.

 

-- Pues claro que no se marchitarán... Tenemos sacerdotisas de sobras en la familia para que no pase eso. O contratamos a un jardinero, que para eso están...

 

Sonreí, intentando apartar el sentimiento de desasosiego que se había despertado en mi interior.

 

-- Veamos... ¿Qué merendamos?

[Matt Blackner]

- Galletas![/i] - exclamó Ithilion, sacándome una sonrisa.

 

No la sentía, pero no me costó nada distinguir el recelo de Sagitas al hablar, Los dos compartíamos un conocimiento acerca del futuro, unas visiones qeu nos preocupaban y habían provocado verdaderas pesadillas en nosotros.

 

Pero no podíamos capar las habilidades de It, no podíamos negarlas....teníamos que ayudarle a entenderlas y saber utilizarlas para evitar qeu las utilizara justo como no queríamos, como no debía...era la única solución qeu yo encontraba para qeu la oscuridad no lo dominase.

 

- Creo qeu Harpo dejó algunas galletas. Encenderé el fuego de la chimenea, mientras mamá y tu podéis ir a buscarlas. - comenté, revolviéndole el pelo antes de alejarme de alli.

 

Caminé hacia el exterior, buscando algo de leña qeu había apilado allá afuera, cuando vi que se aproximaba tormenta. Alcé la ceja, pensativo....pero regresé dentro sin decir mucho más.No pensaba asustar a nadie cuando solo parecía un poco de lluvia.

 

- Habéis encontrado la merienda? - pregunté, mientras colocaba los troncos para encender el fuego

[Sagitas E. Potter Blue]

De pie, en la tienda de mi hijo, la que había heredado de mí hacia mucho tiempo, contemplé toda la historia que había allá almacenada. Estaba pensativa, sin mover los labios, aunque fijándome en cada uno de aquellos detalles que habían llenado mi vida durante tantos años. Después de unos minutos, suspiré y me acerqué a la sencilla mesa de madera. Aún estaba allá la maqueta del ratoncillo que mi hijo Ithilion había hecho con su hermano, meses ya. La toqué con los dedos y volví a suspirar.

 

Tantos recuerdos en tan poco tiempo... Algo había cambiado y mis hijos se habían dado cuenta de ello, Ithilion era el que más sentía el cambio, y me miraba con cierta desconfianza. Bueno, yo misma notaba que mi relación con él tampoco era franca. Desde que sabía que la profecía podía cumplirse, me había volcado en su cuidado y en seleccionar sus juguetes y sus libros, sus aficiones... Estaba demasiado encima.

 

-- ¿Y si conocer el futuro e intentar cambiarlo, lo precipita?

 

He aquí el gran dilema que me corroía por dentro. Si saber qué haría mi hijo en el futuro, si el matar al Nigromante que se suponía que le haría aprender lo prohibido, no estaría llevándolo a su destino en vez de separarlo de él. Me senté en la silla y volví a quedarme en silencio, pensativa.

[Matt Blackner]

 

 

- Y si no hacemos nada lo permitiremos - dije

 

Observé su espalda con una media sonrisa. Sagitas había estado desaparecida durante una breve temporada. Sabía los motivos, pero no hasta que extremo llegaría. No teníamos secretos entre nosotros, y ya sabía que había pertenecido a la Marca después de como terminaron las cosas entre nosotros.

 

Pero desde su regreso estaba extraña. Matt era más mayor, conocía la situación y lo qeu pasaría en el futuro con su hermano, asi que estaba informado, pero al mismo tiempo no tenía idea de hasta que punto sabía lo que su madre estaba haciendo o había logrado hacer en su último viaje en solitario.

 

Sin embargo Ithilion la miraba raro. La situación era un poco tirante entre ellos. Sagitas estaba demasiado encima del pequeño.

- Tienes qeu ser un poco más permisiva con Ithilion. Relajarte un poco. - comenté, acercándome a ella, observando la pequeña madriguera que nuestros hijos habían construido para el ratón-canario, mirándola....yo, hablando de ser flexible con el crío, cuando había sido extremadamente estricto con Matt. Como cambiaban las cosas....

[Sagitas E. Potter Blue]

Me volví de espaldas a mi marido. En el fondo, sabía que tenía razón, pero me era imposible tratar así a Ithilion. Era mi niño pequeño, sensible, risueño, no aquel monstruo en lo que se convertiría en el futuro, si yo no intervenía. Necesitaba pararlo, así que no, no iba a ser más permisiva con el crío, le iba a atar bien, aunque él no se diera cuenta, para poder evitar la masacre en la población mágica que se produciría, si la Diosa no lo evitaba, en unos diez años. No iba a permitirlo. No podía permitir que eso sucediera.

-- ¿Cómo voy a relajarme, Jack, cómo voy a hacerlo? No hemos criado un niño malvado, algo le hará malo. No puedo permitir que eso sucede, debo intervenir ahora que puedo y darle todo lo que necesite para que sepa escoger bien. Necesito saber qué es lo que se ha torcido, o mejor dicho, qué se torcerá, para poder enmendarlo antes y que no suceda nada de lo que pasará.

Me agarré con fuerza la cabeza, casi tirándome de los pelos.

-- Estoy muy agobiada, ¿sabes? Y lo que necesito es apoyo, no que me digáis que me relaje. Como si pudiera olvidar el olor a muertos quemados, la sangre en las aceras... No me pidas que me relaje, no mientras recuerde lo que ha hecho... ¡Lo que hará! ¡Dioses, me estoy volviendo loca...!

Lancé un suspiro, qué ganas de emborracharme y, al despertar, que todo hubiera sido una mala experiencia alcohólica, sin más consecuencias que una gran resaca.

[Matt Blackner]

 

- Lo se, lo se...te entiendo, niña. - contesté, observando su espalda, notando la ansiedad que la atenazaba. Hacía tiempo qeu la notaba de esa manera, desde qeu había vuelto. Conocer el futuro nunca era una buena idea. Como puedes evitar algo que sabes que ocurrirá, pero no la forma de llegar hasta ahí?

 

- No lo ahogues. - dije, bajando la mirada. - No ahogues a Ithilion. Nuestro hijo es un niño bueno, es amable, es alegre...me recuerda a Matt cuando era pequeño. - admití. - Más hablador, y un poco más travieso. - Me situé frente a ella, mirándola. - Yo fui demasiado estricto con el chico, y lo único que conseguí fue qeu me odiara. Es cierto qeu aprendió a valerse por si mismo, pero....era lo qeu necesitaba. Matt debía sobrevivir, aunque ahora no sepa bien como relacionarse con la gente, o tenga problemas para gestionar ciertas emociones. Pero Ithilion nunca ha conocido esa situación. Para él, tu no eras cruel, no eras asi. Su vida ha sido totalmente diferente. Hay que controlar su entorno para saber que provocará esa situación, no podemos castigar al pequeño por algo que ni siquiera sabe que hará.

 

Aparté la mirada, cruzándome de brazos. Matt había aprendido a sobrellevar la situación, y aunque aun a veces las cosas podían ponerse tensas entre nosotros dos, el chico se había esforzado por su madre en llevarse mejor conmigo. Temía que Ithilion sufriera el efecto contrario. No iba a entender la situación, y podría volverse precisamente en nuestra contra.

- Creo qeu lo primero es....sanar la relación entre Matt y tu. Después, tenemos qeu encontrar la forma de que Ithilion no se sienta desplazado por vosotros. 

[Sagitas E. Potter Blue]

-- ¿Cómo que no lo ahogue?

Me volví hacia él con pánico en los ojos. ¿Es que, de alguna manera, a pesar de mis escudos de oclumancia, había visto que una de las soluciones de todo aquel enredo sería matar al niño? ¿Es que sabía que, a pesar del horror que sentía, mi cabeza había pasado por mil formas posibles de acabar con su vida antes de que se convirtiera en un genocida?

-- ¿Có..., cómo que no lo ahogue? -- Repetí, intentando recobrar la entereza que había perdido en un momento. Así que lo único que se me ocurrió fue ahondar en la herida que, de vez en cuando, surgía como una brecha entre nosotros. -- No, no sé cómo era Matt de pequeño. Me lo quitaste, ¿recuerdas?

Me sentí ruin, despreciable, por usar esa táctica de mala persona. Así que bajé la cabeza, me apreté entre mis brazos y esperé a que él me perdonara por mi brusquedad.

-- No quiero que el niño pague por un futuro que tal vez no ocurra. Yo lo cambiaré, estoy segura que puedo. Soy una gran bruja, estoy estudiando libros ocultos, secretos, en los que podré encontrar la solución. Estoy segura...

Esa última afirmación la dije con poca fe, no estaba segura de poder acabar con todo antes de que él llegara a matarnos, a todos, a su hermano, a sus padres, a los Potter Black y a todos los de Ottery, a Londres y a Inglaterra entera. No, no estaba segura, pero era su madre, tenía que intentarlo.

-- Matt ya no confía en mí. Cree que estoy loca, Jack. Y puede que así sea. Pero sería una loca que quiere salvar a su hijo, ¿tan loca soy por querer intentar eso?

 

[Matt Blackner]

 

La miré, dándome cuenta en seguida que no había usado las mejores palabras para expresar mi idea.

- No...no, tranquila...

 

Pero no tardé en guardar silencio, sintiendo cada puñalada en el pecho con sus palabras....aquella era una discusión qeu surgía cada cierto tiempo entre nosotros y nos dañaba: le había robado a nuestro primer hijo, había traicionado su confianza....fueron muchos años y un daño inmenso. Debía aceptarlo, había sido una realidad, pero...era un hecha a enterrar entre los dos.

 

Levité hasta Sagitas, abrazándola. Siempre qeu discutíamos por aquello, temía que no me materializara. Que algo se rompiera y perdiera la habilidad de ser corpóreo con su contacto. La abracé, en silencio, durante un instante.

- Cálmate. No quiero decir qeu le...ahogues físicamente. Quiero decir qeu es mejor respetar su forma de ser, no pretender cambiarlo de golpe. No ser totalmente estricto de un día para otro y anular su forma de ser. - froté su espalda, tratando de proporcionarle calidez, reconfortarla.  - tenemos que encontrar la forma de ayudarle sin que acabe odiándonos.

 

Hundí la cara en su pelo, lanzando un pequeño suspiro.

- Matt era....piensa en Ithilion, más pequeño, un poco más callado....y más cabezota. Se parecían mucho, pero...cuando los demonios te persiguen, no puedes ser travieso. - dije. - Siento lo qeu os hice, y se qeu no puedo repararlo, pero....tenemos qeu ayudar al pequeño.

 

La miré a los ojos, sonriéndole.

- Tienes un gran conocimiento, lo se....eres la bruja más maravillosa qeu he conocido, y la más poderosa. Pero no puedes hacerlo sola. 

 

Al oirla hablar de Matt, me eché a reir. Negué con la cabeza, mirándola.

- Ya entiendo de donde saca nuestro hijo el ser tan terco. El chico cree qeu ya no confías en él. Le evitas desde que regresaste, no lo entiende, y de repente... - guardé silencio. - Ya sabes que no comparte tus métodos....me temo que nuestro hijo es demasiado idealista, y piensa que puede salvar a todos sacrificando solo lo necesario. A veces es demasiado bueno. O demasiado ingenuo. - contesté. - Matt se ahoga en un vaso de agua cuando hablamos de relaciones personales....no sabe como volver a acercarse a ti, porque cree que has dejado de contar con él. Quiere ayudarte, pero no sabe como. Deberías preguntarle por la pesadilla que le persigue desde que llegó a Ottery. 

[Sagitas E. Potter Blue]

Sentir su abrazo, me ablandó. A pesar del daño que le había hecho, me quería. Su frío desapareció en un segundo y aquel contacto me hizo sentirme una bruja mala por hacerle sufrir. Me refugié en él, sintiendo que su cuerpo se hacía cada vez más corpóreo; nuestro amor no decrecía, a pesar de todo, algo en lo que pensar como positivo en todo aquel mundo tan horrible que me estaba tocando vivir.

-- Habla otra vez, Jack, me encanta sentir tu voz en mi oído. ¿Seguro que soy la bruja más maravillosa que has conocido nunca? -- le dije, sintiendo un estallido de felicidad y de paz a la vez. Pero eso duró poco, la realidad era la que era. -- Sí, tienes razón, hay que ayudar a Ithilion.

Sin embargo, estaba segura que lo que yo entendía por ayudar y lo que él entendía, difería muchísimo. No se lo dije, otra percepción que me guardaba en el corazón, dispuesta a atormentarme. Me separé un poco y apoyé la cabeza en su brazo. A pesar de todo, saber que me quería me proporcionaba una muestra de Amor que me aturdía. ¿Por qué nos queríamos tanto, a pesar de la gran dificultad que la vida (y la Muerte) se empeñaba en ponernos por delante? Sonreí y le di un puñetazo flojo en el pecho.

-- ¡Eh, yo no soy terca! Sólo soy yo, así me hicieron, así crecí, con ideas claras y fijas e inamovibles. -- Bajé la sonrisa un poco, seguía hablando de Matt. Me sorprendieron sus palabras y las entendí a la perfección. Los dos creíamos que era el otro quien no quería acercarse y ninguno de los dos daba el paso para evitar ser rechazado.  No había odio en nuestras acciones sino miedo, miedo a que nos dijéramos algo en la cara que fuera aún más doloroso que nuestro alejamiento mutuo. Suspiré. -- Mala comunicación, eso es lo que tenemos... Entonces... ¿Crees que debo acercarme a él y preguntarle...?

¿Qué es lo que se había guardado tanto tiempo? Hacía años que había llegado a Ottery, que había llegado a la Potter Black por primera vez. Pataleé el suelo, como una niña pequeña, antes de hablar.

-- Vale, está bien. ¿Podrías ir a buscarle y decirle que estoy en la parte de atrás del negocio? Visitaré ese jardín, parece poco vistoso, como si no lo cuidara. Dile... Que me gustaría charlar con él, un ratito, para hacer las paces.

¿Es lo que quería o lo que convenía? Como fuere, quería estar a bien con mi hijo mayor tanto como quería proteger al pequeño.

[Matt Blackner]

 

No pude evitar reir al verla feliz, haciéndole cosquillas en la oreja para seguir susurrándole.

- Eres la mejor bruja. Nadie posee más conocimientos qeu tu, ni es mejor payasa. 

 

Quería que dejara de sufrir, de cargar con ese peso sola. En algún momento merecíamos comenzar a ser felices, sin el miedo por el futuro o por perseguidores de nuestro pasado. La familia merecía un poco de tranquilidad, y para eso, teníamos que seguir unidos. Encontraríamos la paz manteniendonos juntos. Sentir su puñetazo en el pecho me hizo levitar hacia atrás, con cara de dramatismo, como un buen actor de teatro en una obra de Shakespeare.

- Oh, no, has dañado mi corazón. - bromeé. - nuestro hijo es terco como una mula, y creo que se parece a ti. - me burlé de nuevo de ella. Sabía que hablar de Matt ahora mismo era un tema delicado, igual que hablar de Sagitas con el chico. Lo poco que les unía y por lo único qeu no parecían pelear era por la niña. Pero los dos eran iguales...creían hacer lo correcto y temían ser rechazados y romper totalmente su vínculo. En parte, me sentía culpable por eso, porque tenía la sensación de que, por culpa de mis acciones pasadas, habían creado un vínculo ahora que temían romper. Habían sido el apoyo mutuo el uno del otro tanto tiempo que temían caer si perdían al otro.

 

- Si, creo que deberíais hablar. - me encogí de hombros al verla patalear, como si fuera una cría - Él debe contártelo...solo se lo que le he oido en sueños desde hace bastante tiempo. - No era solo eso. Pero lo que sabía del chico era algo que dudaba el recordase o supiera. Asi que debería contárselo yo, en otro momento. Lo importante era que ellos se arreglaran

 

Desvié la vista hacia el jardín, sonriendo ligeramente. Desde luego, Matt era bastante descuidado para la jardinería. 

- Le diré que venga. 

 

Supongo que tardé un par de minutos en encontrar al chico, que no se demoró demasiado en aparecer en Mega Ayudas. Cuando avanzó, hasta la parte de atrás, dejando la trastienda, se aseguró de dejar la puerta del negocio bien cerrada, para que no molestaran intrusos.  Cuando encontró a Sagitas, de espaldas, observando el jardin, se llevó las manos  a los bolsillos, observando alrededor.

- Eh...la jardinería no es lo mio. - admitió. - Hola.