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Animagia


Suluk Akku
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Kaori era fantástica como animaga y también como compañera. No podía creer que había tenido el agrado de tener que superar esta extraña prueba con ella y ahora, cuando Suluk hablaba, no podía evitar que mi hocico de hurón se abriera para forma una "o" de sorpresa. Frente a mis ojos pequeños y oscuros y mis bigotes que no dejaban de olfatear el aire, la manada de lobos se convirtió en una tribu humana.

 

<Vaya> dije en un idioma que ahora ya no sabía si podían entender.

 

Lo siguiente fue mirar a todos a mi alrededor y notar que poco a poco volvía a ser una persona de carne y hueso. Incliné mi cabeza para saludar a la gente de la tribu y luego me quedé esperando, aún sorprendida.

 

-¿Viven siempre como animales?- pregunté, intrigada.

 

No había conocido jamás una familia que viviera toda con su forma animal, mucho menos una tribu. Conocía animagos que solían divertirse más en sus formas animales, pero jamás se me había ocurrido que eso era posible. Y luego, la Arcana regresó a su forma y no pude más que sonreír por sus palabras.

 

-No tenía idea que esa honestidad podría salvarnos... En realidad sólo pensaba en la pobre Kaori sobre el árbol y temía que algo malo le sucediera. Me alegra haber encontrado el camino correcto Arcana, muchas gracias por su guía- dije con total sinceridad, mientras le echaba un vistazo a mi compañera de aventuras.

 

Y, entonces, Suluk Akku hizo una pregunta que había estado esperando por mucho tiempo.

 

-Oh, si Arcana, estoy totalmente lista- dije con entusiasmo, mientras sentía que el corazón iba a saltarse de mi pecho.

 

¿De verdad iba a enfrentarme a la prueba? ¿Estaba realmente lista? El hurón en mí que me había salvado de ser comida de lobos saltó también, animadamente, prometiendo que aparecería y arraigaría la habilidad en mí para superar esa y otras pruebas que se nos pusieran delante.

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Anthony seguía mirando el agua, hacia mucho que no entraba en ella, ni siquiera para ir a su bóveda de alta seguridad, la bóveda esta ubicada en el fondo del lago subterráneo, un gesto se percibía en su rostro, porque entonces recordó que las veces que fue, uso su patronus corpóreo para guiarse en aquella oscuridad propia de la profundidad del lago, suspiro, recordar cosas de su pasado a veces le producían melancolía, pero mejor era centrarse en hallar algo alegre y no de tristeza y mucho menos de furia, porque entonces perdería el control y ya su guía Gahíji, le había enseñado lo importante de mantenerse bajo control, el guerrero Uzza le hizo comprender que el peliverde es producto de su pasado, las vivencias le habían forjado y ayudado a ser como era, aunque sin perder aquello que le hacía ser él, sin parecerse a nadie.

 

Dracony contemplaba el azul que envía destellos brillantes por los rayos solares, el color del agua se debe a la absorción selectiva de la luz, Dracony sabe que hay horas del día en donde el cuerpo de agua como el mar o un río, parece naranja justo al atardecer... aquellos paisajes de "fuego" le gustan mucho, pero se pregunta porque la arcana le ha llevado a ese sitio y aunque desea una respuesta, mantiene la calma como la que refleja el agua, tal vez... sea un ejercicio de meditación.

 

De pie junto a la arcana Suluk, Anthony contempla el río y trata de pensar y sentir que le trasmite a él, su inquieto espíritu debe ser sujetado, no le da miedo adentrarse en su mente, de hecho, por eso mismo no le molesta estar solo, es una buena oportunidad para "explorar" su interior... tal vez solo es que a veces le avergüenza admitir que no es perfecto que tiene y que ha cometido errores, ambas manos pasa por su rostro y las une palma con palma, luego estira sus brazos por sobre su cabeza mientras sus palmas siguen unidas, se estira con todo el cuerpo, hasta se pone de puntillas de sus pies y sus manos apuntan al cielo como si todo él fuese una flecha, permanece unos segundos en esa postura, sus palmas se separan y las gira hacia el frente mientras siente que sus músculos están estirados, esa sensación le vigoriza, entonces baja los brazos y se coloca en "jarras".

 

--El mundo es inmenso y lleno de maravillas...

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Kaori M.

 

Que los otros lobos se transformaran en personas la dejó, sin duda alguna, sorprendida. Había escuchado en varias oportunidades sobre ese tipo de tribus, pero jamás llegó a confirmar ese rumor y es que eran muy hábiles para guardar el secreto. Los observó con admiración, era complicado lograr ese equilibrio entre el animal interior y la parte humana, muchos se acostumbraban tanto a ese lado salvaje que optaban por no volver a transformarse, otros tan solo olvidaban como hacerlo.

Cuando la Arcana les pidió que regresaran a su forma humana, Kaori no dudo en hacerlo, pues el clima frio empezaba a pasarle factura. Como si fuera algo tan sencillo como respirar dejo atrás su forma animal para presentarse tal y como era ella. Ante el grupo de hombres y mujeres ahora estaba una joven de cabello corto y tan negro como la noche, ojos azules que resaltaban en un rostro delicado con ciertos rasgos asiáticos, no era muy alta y su piel era muy blanca. Como les había dicho cuando estuvo en su forma animal, estaba embarazada.

—La honestidad casi siempre funciona… creo que depende de la situación. Los lobos viven en manada y son protectores con los cachorros—Dijo la pelinegra luego de hacer una reverencia a modo de saludo hacia los presentes.

—Si, claro que deseo hacer la prueba. Sin embargo, creo que ya he sido muy irresponsable al tomar la clase así, he puesto en peligro a mi bebé y las pruebas suelen ser complicadas —Dijo recordando todo lo que había tenido que pasar en la última que hizo. —Si le parece bien Arcana, deseo realizar la prueba una vez que haya dado a luz. —pidió Kaori y con el afán de convencerla añadió —Si todo sale bien, serán solo un par de semanas. —explico.

Estaba ya en las ultimas semanas y si todo salía bien, dentro de poco podría tener a su hijo en sus brazos. Esperaba que a la Arcana le pareciera bien, pero ¿y si no podía retrasar la prueba? ¿La realizaría, aunque pudiera poner en peligro a su hijo? No, claro que no. Miró a la anciana expectante, esperaba que no se opusiera a su pedido.

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Anthony no sabe si debe aventurarse a seguir la idea que tiene, tampoco sabe como es que los animagos se transforman... o más bien dicho, como es que ellos logran hacerlo... deja salir el aire de sus plumones mientras viene a él un recuerdo lejano... la animaga que vio varias veces transformarse en una gatita blanca adorable... Lyra Katara... en aquellos días, Anthony solo le preocupaba controlar el fuego que puede conjurar con solo desearlo... hablaron mucho, pero nunca le pregunto a ella, como se hizo animaga... y ahora no podría preguntarle porque ya no la encontraba en la comunidad.

 

Era extraño como se sucedían las cosas en la vida, pero a cada segundo tenía que decidir que hacer y justo ahora, al ver la superficie del agua, deseo tener contacto con ella, se sentó en la orilla del muelle, el nivel del agua está tan alto que le moja las botas de piel de dragón, Ryvak sacude su varita para que desaparezcan de sus pies y es como disfruta de sentir la corriente marina y la frescura del agua, apoya sus manos a sus lados mientras observa su reflejo en la superficie al asemejarse a un espejo...mira su imagen pero piensa en como será estar en el fondo, una sensación que había olvidado por centrarse en acciones que no tienen que ver con ríos, lagos o el mismo mar... el mar... cerro los ojos y pudo verlo, sus labios delgados dibujan una amplia sonrisa al poder "ver" con claridad aquel hermoso sueño... un sueño donde no parecía él, pero si lo era... solo que era como si su mente estuviera en el cuerpo de aquella criatura controlando sus movimientos y alzo los hombros por darse cuenta de algo bastante interesante... soñaba con aquella criatura porque se sentía un tanto como ella... una criatura incomprendida, a la que juzgan inmisericorde y sanguinaria... se siente igual, la gente se aparta de él sin siquiera tratar de comprender que pasa en su interior... ha tenido que vivir en solitario... y ha tenido que ir descubriendo sus habilidades por sí mismo, sin guía de sus iguales o su familia... suspira, pero recuerda que en su sueño siendo aquel tiburón blanco, se siente libre, se siente orgulloso de ser quien es, aceptando su propio ser y le entran unas ganas locas de volverse a sentir igual...

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Suluk abandonó su lapsus. Por un momento, las memorias de cómo había aprendido a dominar la habilidad, afloraron como los peces en un estanque al notar la comida lanzada por los visitantes, cuando el Ryvak adoptó la posición de flecha que empleaban los deportistas no mágicos cuando se proponían zambullirse al agua.

 

Muchas de esas maravillas, han caído en el olvido gracias a la acción del ser humano. sentenció la Arcana de Animagia, invitando a que le siguiera mientras caminaban calle abajo, con dirección a uno de los varios puentes en la zona. El reino animal, ha sido una de ellas. Incontables especies que han perecido, o que han tenido que esconderse como forma de autopreservación.

 

La avenida, de nombre General Anaya, llegaba a su fin en lo que parecía ser la división del río Coatzacoalcos. El acceso, naturalmente, estaba obstruido por un enrejado que prohibía la entrada a toda persona ajena al tratamiento del cuerpo de agua. La anciana sonrió con ternura, simplemente invocando la Salvaguarda Mágica de forma no verbal, para traspasar el obstáculo como si fuese humano. Esperó a que Anthony le siguiera, o encontrara otra forma de acceder al borde del canal.

 

Te pregunté si sabías nadar, porque precisamente la habilidad por la que viniste a mí, suele presentarse en momentos de gran tensión. Situaciones que estresan a la persona, o más raro aún, que la llenan de un gran júbilo. El manejo de las emociones está un poco relacionado con esto.

 

Era su perspectiva, desde luego. Había personas que la dominaban simplemente con desear convertirse en el animal, pero al inicio nunca era tan simple, por más versada que fuera la persona. Lo poco o mucho que le había contado su alumno acerca de su experiencia con el agua, le era de utilidad al plantear las pruebas que debía superar, de cara a que se transformara.

 

Antes querías hacer un clavado, ¿no? ¡Pues vamos! lo animó la arcana, apremiando con ambas manos, como si fuese una abuelita motivando a su nieto. Quiero ver tus dotes de nadador.

 

Mientras su alumno se preparaba, ella empleó su magia de forma no verbal, para hechizar el agua. Si de por sí, ésta estaba contaminada por las extracciones de hidrocarburos, en cuanto Anthony se sumergiera, se encontraría con una sustancia muy distinta del líquido vital. Más viscosa y espesa, que le impediría moverse mucho. Algo así como una gelatina.

 

@@Anthony Ryvak Dracony

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Un movimiento sutil de la Arcana hacia el peliverde, sacó a este de aquellos pensamientos personales, camino siguiendo la indicación de la guía, fueron hasta uno de los puentes de madera... hay otros que parecen más actuales pero Suluk elegía a cual ir y era bueno que así lo hiciera puesto que el Ryvak no conoce el sitio y pudiera no elegir adecuadamente, la Arcana menciono algo que debía preocuparle, las especies animales amenazadas por el género humano... seguro que su amiga Tauro le encantaría saber que hay otras personas que también se enfocan en ese problema, un problema que buscar una solución, sería muy loable hacerlo y sería mejor si Anthony reanudará a apoyar a Tauro en ese propósito.

 

Aquel andar fue tranquilo, Dracony veía el sitio pero le interesaba más a donde irían, aquellas calles se ven tan distintas a lo que él usualmente conoce, llegaron ante un enrejado con aviso de "prohibido el paso" pero la Arcana no se detuvo, siguió adelante y Anthony se preguntaba ¿porque ir a un sitio restringido?.... tal vez... debido al Estatuto del Secreto... así que Dracony también se hizo intangible para poder traspasar aquel enrejado y no alejarse demasiado de Suluk, le interesa averiguar que planea la extraordinaria animaga.

 

Ella siguió adelante, solo se detuvo al llegar al borde del canal, por fortuna Anthony no había perdido tiempo en llegar junto a la Arcana que con un gesto amigable que denotaba en su rostro le aguardaba, ella le explicó que la habilidad de la animagia se relacionaba con grandes emociones y que alguna de ellas ayudan a que se presentara la habilidad.

 

Dracony paso saliva y miro aquella oscuridad del agua... la profundidad hace ver esa imagen que de no haberla vivenciado antes, aterraba por las posibilidades de ser "engullido"... algo que antes le hubiese detenido, pero no ahora. Pensó en que estaría más refrescante en el agua y también en que debía cuidar de sus objetos mágicos, lo mejor era quitarse la capa oscura donde lleva esos objetos mágicos preciados en el bolsillo interno indetectable, la doblo, agregó también su anillo matrimonial, así como su su reloj de plata y el amuleto de resurreción que colocó encima de la capa, tocandola con su varita la envió a un sitio seguro de donde podría traerla de vuelta si fuese necesario. No quiso quitarse la camisa, aún no está listo para aceptar que la gente le vea la cicatriz que tiene en el costado, donde Regan le arranco la piel para "quitarle" aquel lunar de nacimiento... un lunar que Anthony no recuerda su forma y que si lo conservara, sería una excelente pista para desenredar su pasado y el de su familia.

 

Ya sin calzado en sus pies, también se deshizo de los calcetines y se preparó para arrojarse al agua, no era un concurso o alguna demostración en especial, pero deseaba mostrar su destreza adquirida tras vencer aquella primera desafortunada experiencia en el lago Negro. Pensó muy bien lo que haría; entrar en picada girando el cuerpo para ejecutar una vuelta de campana...¡si! ni más ni menos ^_^

 

Sonrió al ver como la Arcana le apremiaba con ambas manos y entonces ejecuto su entrada de cabeza al agua con los brazos al frente, unidas sus palmas para abrir al agua, giro su cuerpo... la altura de la que realizo aquel clavado, la velocidad y la fuerza que imprimió le hizo posible que su cara saliera a flote pero entonces sintió aquella pesadez... alguien o algo le jalaba, ¿es que las criaturas marinas le llevaban de nuevo al fondo? dio unas brazadas, las cuales no lograban hacerle avanzar, intento volver hacerlo pero le dificultaba moverse, sus brazos, piernas y manos dolían al esforzarse por tratar de nadar, sin poder llevar lo a cabo, era como en aquella ocasión en el Lago Negro... pensó en "Cobra" y está se deslizó a su mano, era necesario obtener ayuda para salir...-- Incárcerus-- Las tres cuerdas salieron de su varita pero no alcanzaron a asirse de nada sólido, cayeron lentamente en aquella densa agua... sitió que su mano perdía fuerza, perdería su varita mágica si no hacia algo...la agito y le hizo desaparecer a un sitio seguro, golpeo el agua con el brazo izquierdo, el dolor le invadió pero le confirmo que no era agua normal, detuvo su intento de bracear, requería reunir fuerzas, así que se concentro en flotar y aguardo un poco.

 

Dracony pensó entonces en ir al fondo... quizás ahí el agua no se sintiera como está que le impedía moverse libremente... tomo aire, muy necesario si iba a sumergirse, miro a su alrededor, no veía peces cerca, lo cual descartaba el hecho de que hubiese seguridad en el agua... tal vez, ellos podían distinguir que no era una buena idea encontrarse en esa parte del canal... mejor, porque no le deseaba a ninguna criatura lo que él estaba pasando... sentirse inútil para hacer algo a su favor. Ya estaba intentando descender, pero era como estar atrapado en una red, muy a lo lejos visualizo unos delfines, siempre se ha tenido noticias de que esos mamíferos marinos ayudan a la gente que tiene dificultades en el agua... si, pero Anthony solo podía pensar en que lo mejor era que debía alejarlos y que ellos no salieran afectados negativamente.

 

Sentía un leve dolor en la frente, un tanto porque estaba dentro del agua a cierta profundidad, y también porque no conoce otra lengua que la que usa con los humanos, trato de hacerlo con señas para pedirles que se alejaran, además de pensarlo..."¡No! vayanse, no se acerquen!" le costo aquel intento, pero se alarmó al ver que los delfines seguían avanzando para llegar a él... "¡Tontos! ¡Peligro! tontos delfines, será mejor que se vayan..." como le hubiese gustado hablar a las criaturas, si iba haber un deceso, mejor que solo fuera el suyo...

 

Ya estaba perdiendo la paciencia, veía a los delfines más cercanos, no solo deseaba liberarse de aquella extraña agua, también quería evitar que los delfines quedaran varados...si era necesario, intentaría ahuyentarlos...o algo similar... si al menos pudiera....a veces es más certero tener la intención, por lo que reunió sus fuerzas físicas y su fuerza de voluntad...con sus dos brazos se impulso hacia el frente y jalo ambos hacia atrás... "¡He dicho que se vayan!" se deslizo al frente y luego con toda la fuerza de que fue capaz, "dio un aletazo con aquella cola que le surgió inesperadamente"...

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Se encontró ligeramente sorprendida ante la habilidad del joven de cabello verde para ejecutar clavado. Era evidente, que pocos miembros de la comunidad mágica mostraban interés por ese tipo de actividades que no implicaban el uso de la magia. Apoyándose en su propia varita, se sentó sobre el borde del canal, para poder observar mejor lo que acontecía allá abajo.

 

Los humanos son responsables de este deterioro. pensó, proyectando ese mismo pensamiento al Ryvak, gracias al vínculo que compartía al ser él un animago en entrenamiento. No sólo los no magos, sino también la comunidad mágica. Verás, es una relación simbiótica. Necesitamos de la naturaleza para sobrevivir, como ella a nosotros.

 

No sólo pretendía que su alumno entendiera sobre la transformación de mago a animal, sino de la importancia de esta forma. Muchos animagos en la praxis, solían considerarse superiores a los entes naturales, por el hecho de poder efectuar el cambio de apariencia, pero no era así. Aún en el reino animal, los que lo conformaban los consideraban sus iguales. Hecho, que quedó comprobado para Anthony, en cuanto los delfines acudieron a su rescate.

 

Eso es. Parece que el cambio se desencadena ante un episodio de estrés. Un sentido de preocupación por los que le rodean.

 

Aquello fue un comentario más para las notas de la arcana, que para su alumno. Con un movimiento de la vara de cristal, desvaneció aquella sustancia espesa que impedía que su alumno nadara con total normalidad. Los delfines se quedaron a medio camino, impactados por la repentina aparición de la cola de tiburón que salía de las extremidades inferiores del muchacho.

 

Suluk desvaneció su varita y se lanzó sin más al agua, brazos abiertos como si recibiera a una amiga. En cuanto tocó el agua, usó los ocho tentáculos para desplazarse a donde Anthony, quien estaba a mitad de la transformación. Era el primer intento de muchos, y era limitado el número de personas que se transformaban a la primera y lo mantenían por mucho tiempo.

 

Un esfuerzo digno de reconocimiento, señor Dracony. felicitó la arcana, comunicándose de forma mental de nueva cuenta. Habían hecho un notable progreso, pero aún faltaba pulir el método. Como el tiburón, respondes rápido ante una situación. Quizá un poco agresivo, como éste, pero se entiende. Transformarse en el animal, implica aceptar todas sus facetas. Ser el animal, pero no dejar que eso te controle.

 

Poseía el entendimiento con las criaturas, fueran mágicas o no, por lo que cuando el pulpo se giró para dirigirse a los delfines, les pidió que los guiaran hacia la siguiente etapa de la clase. Lo que Suluk tenía planeado, era examinar el grado de dominio de Anthony en su forma humana. Podría ser algo más propio de una prueba final, pero aquello le daría ideas en el camino. Los mamíferos, sin más, salieron disparados como chorros.

 

He pedido a nuestros amigos que nos guíen a mar abierto. Bueno, casi... Más allá, se encuentra el golfo de México. Vas a tener que practicar tu transformación en el camino, pues seguro requeriremos de un tiburón. Recuerda controlarlo, y no éste a ti.

 

Esperando que su alumno le siguiera el paso, el cefalópodo contrajo sus extremidades para impulsarse, mientras le seguía el rastro a los delfines. El punto final del trayecto, sería una pequeña embarcación que comenzaba a hundirse, lo cual presentaba un riesgo para los tripulantes. Uno de ellos, ya flotando en la superficie, se había cortado, por lo que las gotas de sangre comenzaban a esparcirse en el agua.

 

@@Anthony Ryvak Dracony

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Flotando en aquella extraña agua, el Ryvak escucho a la Arcana mencionarle lo de la relación simbiótica, algo que Tauro también le había explicado cuando hablaron en su atelier del peliverde... así que supo de que hablaba la guía de animagia, descansando de aquellos intentos anteriores, el ojimiel se preguntaba si era igual que encontrarse en un pantano, pero deseaba intentar ir más al fondo.

 

Dracony partía el agua con sus dos brazos al mismo tiempo, primero los movía hacia enfrente y luego con fuerza hacia atrás, requería fuerza para avanzar y acercarse a los delfines para que no llegaran al agua gelatinosa, solo era un fuerte impulso, algo instintivo y sus extremidades inferiores fueron las primeras que cambiaron, lo que hizo al Dracony sentirse eufórico pues con el impulso que le daba aquella aleta, avanzaba una distancia más significativa que con sus piernas humanas. Anthony estaba experimentando moverse utilizando aquella cola de tiburón, sentía elasticidad para moverla de derecha a izquierda al igual que la parte baja de su cuerpo, era una transformación parcial, seguía sintiendo dolor en la parte de la frente y la cabeza, contenía la respiración y no estaba seguro de cuanto tiempo disponía, algunos minutos era seguro, fue cuando escucho la voz de la Arcana @@Suluk Akku y entonces noto algo nuevo, "sentía" la presencia de ella siendo un fabuloso pulpo y no solo eso, también "sentía" la presencia de los cuatro delfines y una criatura más pequeña, la de una tortuga, se alegro de ello, por lo que le dijo la arcana, el peliverde dedujo que esa era una cualidad de la criatura marina en la que se estaba transformando.

 

Anthony respondió afirmativamente cuando la Arcana le comunico lo que iban hacer:

He pedido a nuestros amigos que nos guíen a mar abierto. Bueno, casi... Más allá, se encuentra el golfo de México. Vas a tener que practicar tu transformación en el camino, pues seguro requeriremos de un tiburón. Recuerda controlarlo, y no éste a ti.

 

"Ensayo y error"... le había dicho su profesora de runas antiguas, además de algo muy importante: "entender lo que se tiene enfrente a sí mismo, lo que nos mostraban los sentidos y lo existe en la mente " y fue cuando noto que hacer el movimiento de brazos le dificultaba avanzar pues chocaba el agua de su movimiento con la aleta caudal, pensó en como ayudarse... requería terminar de transformarse, así que cerró los ojos y se concentro, "ser el tiburón, SER EL TIBURÓN"... sus músculos y sus huesos eran más flexibles, así que los movió en un movimiento ondulante, abrió la boca y dejo libre el paso del agua ... sintió alivio en su cabeza y pecho al recibir aquel oxígeno vital... sus extremidades superiores al costado de su cuerpo, del lado derecho se notaba aquella cicatriz... notó que necesitaba mantener la boca abierta para seguir respirando sin dificultad y aunque seguía percibiendo las vibraciones de la arcana, los delfines y la tortuga, al fin decidió abrir los oscuros ojos... movió su cabeza lo más que pudo al lado derecho y la alegría de ver su gran aleta pectoral era una muestra visible de que ya se había transformado, trato de cerrar los ojos pero noto que no podía hacerlo, ya no poseía párpados solo una membrana translúcida... aquella nueva forma tenía muchas cosas que le son sorpresivas...

 

Más contento siguió a la arcana, los delfines iban más al frente, mostrando el camino a la costa, la tortuga es de un tamaño considerable y al muchacho le entusiasmo que se sumara al grupo, sabe que son de las criaturas más longevas, así que estaba deseoso de poder hablar con la tortuga... algo nuevo percibió con su olfato, algo nuevo que le hizo pensar ¿qué será ese olor? no era algo que conociese, o al menos, como humano o paladín, nunca lo había percibido, pero aquello que lo desprendía estaba a medio kilómetro de él...la curiosidad le domino y siguió nadando.

 

Tardaron lo que debían tardar para llegar al punto donde la salinidad del agua era mayor, era el mencionado Golfo, pero algo había ocurrido, una embarcación zozobraba y un hombre luchaba en el agua, cuando vio aquella mancha roja cercana a su pierna, despejo la duda sobre aquel extraño olor, no era otro que el de la sangre, era una sorpresa para el Ryvak que su sentido olfativo fuese tan desarrollado, ahora mismo sus sentidos le dictaban varias cosas, pero lo que era primordial, era ayudar y eso iba ser muy difícil si le consideraban peligroso, su sentido común le dictaba que debía mantenerse en la profundidad, su lomo gris le haría parecer parte del lecho marino, se dirigió a la tortuga:

 

--¿Tu sabes que podemos hacer?

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Las paredes de aquella habitación eran negras, totalmente negras e infinitas. No, más bien no había pared alguna. Allí donde la vista se dirigía, allí donde se perdía en la eterna oscuridad. El aire estaba viciado. No, tampoco había aire. No tenía la necesidad de respirar, no sentía su pecho inflarse cuando intentaba en vano inhalar. Lucrezia se encontraba allí, en el centro de todo ¿Era realmente aquel el centro? No lo sabía. No podía definirlo como tal. Ese lugar tétrico se escapaba radicalmente de la realidad que conocía. No encontraba una explicación lógica a todo aquello más que la posibilidad de que su consciencia tomase la forma de su cuerpo humano y navegara por los desconocidos canales de su mente ¿Estaba soñando?

 

A ella llegó un siseo, un siseo suave y apenas perceptible por su sentido del oído. La nívea piel de sus brazos se erizó. Su azul mirada intentó rastrear el origen el tenue sonido en aquella oscuridad, en aquel negro tan puro e inusualmente hermoso. Lucrezia pensó con su lógica resolutiva que en aquel contexto monocromático sería fácil hallar el objeto o el ser que emitía el siseo que seguía reproduciéndose cada vez con más claridad en su cabeza. Sin embargo, no encontró nada a su alrededor. Se preguntó si en realidad aquel sonido no tenía un origen cierto, o al menos uno que sus sentidos pudiesen detectar; tal vez provenía de la sala misma. Sin embargo, algo logró captar su atención. Una sensación incómodamente suave comenzó a ascender con extrema lentitud por su pierna izquierda; se enroscaba en ella, ejerciendo una ligera presión sobre su piel. Agachó por instinto la vista, sintiéndose súbitamente en peligro.

 

Entonces despertó.

 

---

 

La blonda italiana registró de arriba a abajo su fiel reflejo en aquel pulcro espejo de pie, siguiendo el devenir de su delgada silueta a medida que descendía su mirada. Repasó con suma satisfacción la excelsa manufactura de su largo vestido ceñido al cuerpo, que lograba estilizar aun más su figura; aquel diseño se ajustaba a la perfección a cada zona de su cuerpo, remarcando su curvilínea cintura y volviéndose más holgado sobre sus fibrosas piernas, permitiéndole un movimiento suelto y grácil. La tela era totalmente negra, a la vista lucía aterciopelada y al tacto se sentía tan suave que generaba ganas de frotarse con ella. El radical contraste entre su blanca piel y el color del vestido sin dudas llamaba la atención, algo que resultaba como un elixir de vida para una joven aristócrata acostumbrada a recibirla por sus distintivos modales.

 

Antes de distanciarse de su reflejo Lucrezia acomodó su rubia cabellera permitiendo que cayese con absoluta libertad por su espalda, casi totalmente desnuda debido al corte abierto que su sastre personal había seleccionado para la pieza que llevaba. Se acercó a su escritorio de estilo colonial, pulcro y minuciosamente ordenado por sus elfos domésticos, y observó por encima el contenido escrito de varios pergaminos apilados uno encima del otro. La bruja no había escatimado en recursos, financiados por su banco familiar, para recabar la mayor cantidad de datos e información jugosa sobre la mujer a la que estaba por conocer: Suluk Akku. Sonrió, como si algo de aquello le divirtiera. La investigación había arrojado resultados escasos, vagos o de poco interés. Los archivos de la Universidad habían resultado inaccesibles y existía cierto secretismo alrededor de quienes allí ejercían la docencia. Se estaba por enfrentar a ciegas a nada más y nada menos que la flamante arcana de la Animagia y, sin embargo, la idea la extasiaba.

 

La blonda aristócrata levantó su mirada hacia el ovalado reloj que colgaba en el medio de su habitación. El oro que lo enmarcaba lucía recién lustrado y emitía un ligero brillo, proyectando la luz que se filtraba desde el exterior. Notó que las plateadas agujas marcaban el horario en que había sido convocada por Mahoutokoro, específicamente a los aposentos de la arcana en uno de los tantos anexos del edificio central. Cruzó de un lado al otro para tomar en su mano su capa de viaje de delgada tela negra y con delicadeza se la colocó, uniendo los lazos del cuello con un diminuto emblema metálico con forma de serpiente. Le dedicó una última mirada a su habitación para cerciorarse que todo estaba en orden y listo para su vuelta de un día que sabía resultaría agotador. Súbitamente su figura desapareció del lugar.

 

---

La estilizada figura de Lucrezia se materializó súbitamente, de un segundo para el otro. Nada cambió a su alrededor ni anticipó su aparición, una habilidad mágica que había fortalecido con el tiempo hasta acariciar la excelencia. Entrecerró unos instantes los ojos, pues el cambio en la intensidad de la luz respecto a de su habitación tenuemente iluminada impactó de lleno contra sus córneas. Cuando su vista logró acostumbrarse al natural resplandor, en un acto de mera curiosidad, la bruja de tomó unos instantes para apreciar todo lo que la rodeaba en aquel ambiente que percibía calmo. La piel de sus desnudos brazos se erizó ante la ligera brisa invernal que impregnaba la atmósfera. El frío le provocaba una extraña satisfacción que no lograba explicar aún. Sus mirada zafiro se encontró con una casa de aspecto simple, que sin embargo no tardó en categorizar como pobre y de una humildad inaceptable para una Arcana.

 

La joven aristócrata cruzó el murete que delimitaba el terreno delegado por Mahoutokoro a Suluk y se adentró en su jardín con desfachatez, como si fuera de su propiedad; a fin de cuentas, para acceder a la arcana con el fin de entender sus últimas visiones y conducir su incipiente conexión con los animales había pagado una cuantiosa -y efímera para las arcas de su banco- cantidad de galeons. El repentino y abrumador cambio de temperatura la impactó de lleno y logró desencajar por unos segundos su altiva expresión. El gélido viento golpeó contra su cuerpo de más descubierto. Contuvo el temblor de sus extremidades; no podía mostrarse débil pese a que nadie la observaba. Cubrió improvisadamente sus brazos con su capa de viaje y avanzó sin perder la línea hasta la puerta. La golpeó dos veces con sus nudillos, evitando el contacto con la metálica puerta. Se quedó esperando a ser recibida, consciente de que aquel escenario alterado por la magia respondía al origen ártico de Suluk.

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Los delfines nadaban alrededor del barco dejando bastantes metros de distancia entre ellos y la embarcación que se inclinaba peligrosamente sobre uno de aquellos lados (estribor), Ryvak observo aquella escena, tal parecía que la red se había enroscado en una desquebrajada figura en la proa de un antiguo galeón Holandes con forma de sirena, al parecer los pescadores creyeron tener llena la red de peces y usaron su maquinaria para izar la red, solo que el peso del galeón era mayor y estaba llevando a la embarcación a hundirse. Los gritos de algunos hombres se escuchaban en la cubierta, trataban de parar la maquinaria pero esta estaba trabada, la tortuga le hablo al Ryvak, este aunque se sorprendió de ello, trato de dimensionar lo que la criatura marina decía.

 

-- El destino juega en su contra, ahora ellos yacerán en el agua... a menos que lograran soltar todas esas cuerdas, si se tiraran al agua, los delfines podrían ayudarles remolcandolos a la orilla, pero intentan salvar esa embarcación que ya perdieron, y no hay modo de hacerles entender. -- Menciono con un tono desalentador, Ryvak veía como luchaban tratando de no caer al agua, uno trataba de detener aquel motor que hacia correr el cordel principal a la polea, el grueso sostén de madera crujía peligrosamente, la red tironeaba al barco sobre estribor, uno de aquellos pescadores perdió la navaja con la que pretendía cortar el cordel y se sujetaba de la orilla desesperado por no caer al agua...Ryvak busco a la Arcana, aunque no necesitaba hacerlo pues sentía sus movimientos en el agua... Ryvak recordaba lo que @@Suluk Akku le había dicho -- ...pues seguro requeriremos de un tiburón... --Se asombro... parecía que la Arcana también tenía otras habilidades además de la animagia, ¡era sorprendente!

 

No le llevó mucho pensar en una acción, después de todo, tenía algo mucho mejor que una navaja (sus afilados dientes que desgarrarían con facilidad el cordel y las cuerdas) ya que el hombre con la herida en la pierna estaba del lado de la popa, no le era posible visualizar a Anthony y si se mantenía a aquella profundidad, los de cubierta no verían su aleta dorsal, se abalanzó sobre el cordel para cortarlo pero la fuerza de su tirón termino por volcar el barco y la quilla quedo de vista al cielo... los gritos no se hicieron esperar...

 

--¡Buena la has hecho! -- Le grito la tortuga, que nado a la ventanilla circular para mirar al interior, había gente atrapada en el interior, el agua entraba por las aberturas demasiado pequeñas para que pudiesen servir de ruta de escape...--Se les acabara el aire, y la presión del agua les va a dificultar abrir esa puerta ¿alguna otra gran idea genio?--- Anthony resoplo... era su modo de lanzar advertencia a la tortuga de que estaba molesto (semejante a un perro que gruñe... solo que sería fatal hacerlo enfadar más...(?? ) Ryvak se alejo de la embarcación, viró y volvió a regresar hacia la embarcación, iba nadando con fuerza, uno de los delfines dejo de nadar en el círculo que hacían sus amigos, parecía preocupado... nado para alcanzar a Ryvak y cuestionarlo --¡ ¿Qué vas hacer? ! -- Le grito a Ryvak que ya abría sus fauces... la fuerza de aquella mordida fue espectacular, pero se requería un par más para "crear" una salida... Anthony se empeñó en ello, aunque los humanos se sentían presas del terror al ver como la estructura se destrozaba ante la fuerza de sus filas de dientes... aquel delfín lo golpeo con su nariz en el lado izquierdo de su cuerpo --¡Los asustas!-- Anthony lo miró por unos segundos... era verdad... mejor era retirarse, para dejar que los delfines se encargaran de finalizar el rescate...se dio la vuelta y empezó a nadar hacia mar abierto, la tortuga se prendió de su aleta pectoral con su boca sin dientes...

 

Cuando ya estaban a medio kilómetro de distancia, la tortuga se soltó y nado para ponerse al lado de Ryvak...-- Bueno, creo que resulto todo bien, seguro hablaran por años de lo que paso y hasta dirán que por fortuna "Neptuno les tuvo misericordia..." --Aquel comentario le pareció gracioso a Ryvak y de pronto pensó, si al ser tiburón no necesitaba aprender Sirenio para hablar con las sirenas...

                  Picsart-22-02-23-05-13-30-507.jpg  

 

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