Artes Oscuras II

[Juliens]

~Bastian bajo otra apariencia

 

Si bien el sonar de sus palabras le indicaron el sitio exacto en donde la bruja se encontraba, Bastian era lo suficientemente listo como para saber que era peligroso apuntar a la nada. Su tigre estaba aún a su lado, paciente a la espera de sentir alguna orden.

 

—Afirmas respetar las artes oscuras pero no te inmutas tan solo un poco. Sigues refiriéndote a ellas como si fueran varios hechizos más del montón.

 

Las burlas le daban igual. Hacía varios ayeres aprendió a que las palabras golpearan su cuerpo y simplemente rebotaran sin rumbo fijo. Le daba igual aquel tono burlón. Él se encargaría de convencer a Juve que levantara el polvo peruano de alguna forma que -en ese mismo momento- no recordaba.

 

—Estás rodeada de Artes Oscuras y ni siquiera te percatas de ello. Hay un horrocrux muy cerca de ti que está preparado y listo para atacar con una sola orden. Es muy posible que nuestra profesora nos esté observando gracias a una mano de la gloria ¿Te habías dado cuenta? ¿O estabas ocupada pensando quién sabe que?

 

Levantó la varita mágica apuntando hacia el sitio en donde, pensó, estaba su compañera de clase. Por el momento decidió no atacar, pero estaría preparado por si Juve decidía aceptar la propuesta de levantar el manto de oscuridad.

 

—¿Podemos vernos las caras? —cuestionó dirigiendo sus palabras a la profesora —. Esta oscuridad nos impide usar magia que estoy deseoso de utilizar.

[Reena Vladimir]

Si hubiera tenido a aquel hombre de voz aguda delante, habría visto mi gesto de escepticismo, porque en ningun momento había dicho que la magia oscura fuese magia del montón, de hecho si lo fuera todos la usarían. Aunque en verdad las consecuencias de la misma nunca harían que la usasen todos, porque había mas gente honrada en el mundo que maleantes...

 

-Vaya, pues que inteligente por tu parte traerlo a la clase, podría acabar con él y contigo, yo que tu nos vigilaría tanto a la profesora como a mi.

 

No teníaintención de matar a nadie, pero había que reconocer que aquel tipo llevaba tanto tiempo jugando con la oscuridad que ya se había quedado con pocas luces. Si te has molestado en hacer un Horrocrux, no lo paseas por ahí como si nada y menos aun lo llevas a donde lo mas probable es que vuelen las maldiciones imperdonables. Sin duda, aquel desconocido, buscaba la muerte.

 

-Y señor, si el horrocrux fuese mio, claro que lo sentiría, pero claro, el no me atacaría ante tu orden...

 

Ladeé una sonrisa y negué con la cabeza. Que él pensara que para mi, el ser observada era algo que ignoraba, me hizo ver que me consideraba mas tonta de lo que en realidad era.

 

-Tu y tu horrocrux sólo podréis encontrarme mediante el olfato y como dijiste que estaba listo para atacar supongo que sea un animal o uno de esos cuerpos rudimentarios que mencionó la profesora... ¿Tantas ganas tienes de matarme que ya quieres que la profesora levante el manto?

 

El manto seguía tendido y por ello él seguía sin saber de dónde procedía mi voz, al igual que yo desconocía su localización. el instinto me decía que me moviera, si lo hacía sería menor el riesgo de ser alcanzada, pero si lo hacía, corría el riesgo de tropezar con aquel individuo y eso sería contraproducente. Por si acaso agarré por fuerza mi varita y la puse en ristre preparada para lo que viniera.

[Kahlan Blackthorn]

El manto de oscuridad del polvo peruano se desvaneció ante los ojos absortos de Reena, ya no le importaba el daño que en ella pudieran causar las Artes Oscuras. La petición de Bastian había sido escuchada por la vampiresa, no le negaría el placer de atacar a su compañera de clase, dado que no toleraba que irrespetaran de ese modo a las Artes Oscuras. Sus orbes lapislázulis adquirieron una tonalidad rojiza como la mismísima sangre, ya no controlaba sus acciones, solo se estaba dejando llevar por la ira que la jovencita había despertado con su comportamiento insolente.

 

-No tienes idea de lo que es capaz de causar un horrocrux, no puedes imaginarte el daño que causa el beber de la desesperación y créeme que estáis por comprobarlo en carne propia…-sonrió desapareciendo la mano de la gloria apareciendo un libro oscuro en su diestra-Los mayores secretos de un mago pueden ocultarse dentro de un diario, ya que este es como una parte de su alma, secreto, oscuro y sin el poder de ser descubierto a simple vista…-asintió dando un par de latigazos con su varita-Espero que te agraden los Licántropos y los Dementores, porque justo ellos van a darte una lección que jamás podrás olvidar…-invocando una horda de entes oscuros que rodearon a Reena, no le importaba en lo mas mínimo que le despojarán de los buenos sentimientos o recuerdos que la bruja poseía.

 

-Piensa antes de hablar…-siseó desviando su vista hacia Bastian-El daño es mínimo al ser infringido con moderación, pero cuando la dosis es excesiva deja marcas imborrables…-recordó el nexo que ella estableció con un grupo de runas en el pasado-Alberga parte de tu alma en un objeto valioso y el resto consérvalo para vos…-le aconsejó sumergiéndolos a los tres en un pantanoso mar oscuro que era habitado por Grindylows-Saluden a las mascotas más fieles que se pueden tener, considérenlas un obsequio de mi parte…-adentrándose en las sinuosas aguas de ese inmenso cumulo de agua, no espero dar con el tesoro que encontraba de forma sencilla-Deben encontrar un cofre que contiene la lista de los magos que son considerados tenebrosos…-envío mentalmente ese mensaje a sus alumnos-Nada de buscarla en los libros o aprendizajes de antaño…-advirtió de forma amenazadora cruzando un manto de algas que disponía a maniatarla.

 

Estaba jugando el mismo juego que ese par de jóvenes, solo que ella llevaba una ligera ventaja sobre los mismos. No usaría una protección contra la falta de aire, ya que no necesitaba demostrar que podría sobrevivir sin tener que respirar, dado que su condición de vampiro original la dotaba de habilidades y dones que muchos desconocían y estaba a poco de dar a conocer de un momento a otro.

Editado 15 de Marzo del 2015 por Juv Malfoy Croft

[Juliens]

—Toda persona debería ser capaz de sentir aquella poderosa magia que emana un horrocrux —dijo el mago.

 

Decidió que era inutil seguir discutiendo con alguien que -según él- se negaba a entender razones y trataba a las artes oscuras como si fuesen como magia ordinaria. Sacó su varita y en el momento en que se dispuso a dar a su compañera una demostración de magia oscura el ambiente cambió de forma drástica.

 

Quizá en un inicio la intención fuere atacar a la bruja por mera diversión. En ese momento las cosas cambiaron dando al mago un nuevo objetivo. Si, se encargaría de mostrarle un poco de magia oscura. Quizá sus hechizos no fueran extravagante o causaran un verdadero daño a largo plazo; pero se conformaría con reventar un par de tobillos.

 

—Absorvere, Absorvere —dijo el mago con malicia.

 

El objetivo estaba claro, los dos tobillos de la bruja se destruirían producto de aquella magia.

 

Mientras Reena debía curarse era su turno. Arqueó su cuerpo hasta que adoptó forma animal. De esa forma le sería mucho más fácil encontrar lo que fuese y en donde fuese.

[Reena Vladimir]

La profesora tenía razón, no tenía ni idea, pero si me fiaba de lo que había leido en los libros de historia, a menos de que el horrocrux en cuestión fuese otra persona o un animal, prácticamente no hacía nada salvo subsisitir y atraer la vida, pero claro, que sabia yo de todo aquello, de hecho si lo supiera no habría ido a allí.

 

Me encogí de hombros y guardé silencio hasta que vi a la profesora agitar su varita.

 

Sentí frío y casi quise salir corriendo, casi. Estaba rodeada de las peores criaturas del planeta y giraban a mi alrededor. La parálisis hizo que ni siquiera me inmutara debido a que ya no contaba con la protección del manto de oscuridad. Me había abandonado a la desesperanza, viendo a los dementores, me aferré a los recuerdos mas oscuros que tenía:

 

La perdida de mis parejas, la desaparición de mi hermana, el secuestro de mi hijo, mi reciente despido del ministerio... Tenía recuerdos donde escoger. Respiré profundamente cerrando los ojos y le cedí mi parte luminosa al demonio que tenía maldito mi cuerpo y que hacía de mi vida un suplicio. La consumió casi sin que me diera cuenta y eso me dio opción a traspasar la barrera que formaban los dementores, no tenía felicidad que les pudiera alimentar.

 

Recordé entonces que Juv había dicho que también había licántropos y sinceramente si me gustaban poco los besa almas, los licántropos no mejoraba las cosas, pero tras mirar a mi alrededor no vi nada y dudaba que los hubiera metido en el agua ya que parecía que le gustaban mas los grindylows.

 

El agua nos llegaba hasta las rodillas y las algas parecían querer subirnos por las piernas, pero al estar quieta perdían interés, lo malo iba a ser cuando nos quisiéramos adentrar mas siguiendo las instrucciones que nos había dado...

 

Me sorprendí cuando algo rebotó en el agua, delante de mi y salió disparado hacia la zona atechada del patio, donde no llegaba el agua. Yo caí hacia atrás y las ondas que produje sobre el agua desviaron la otra cosa que le mandó el desconocido, hacia un lugar que no vi.

 

Me levanté tan rápido como pude y saltando hacia lo mas hondo me zambullí en el agua antes de que aquel hombre decidiera atacarme de nuevo, tenía algo que buscar para acabar la clase. Salir viva, era mi única esperanza, pero la desesperación que me producía esa esperanza hacía que los dementores que todavía había por allí, no la notasen. En todo caso, bajo el agua no podían hacerme nada.

[Kahlan Blackthorn]

-Cada uno ha dado su punto de vista…-asintió dejando de lado el tema-Yo creo que las Artes Oscuras son un arte exquisito y difícil de digerir para algunos…-agregó desviando su vista hacia la tierra que pisaba-Han podido experimentar el dolor, la desesperación y la muerte muy de cerca. No dudo que eso les haya dejado un amargo sabor de boca o todo lo contrario, pero de lo que si estoy segura es que esto jamás de borrará de sus mentes…-sintiendo como el terreno volvía endurecerse dejando en el olvido las aguas turbias que los mantenían sumergidos-Ha sido un placer darles esta clase, conocer los puntos fuertes y débiles de cada uno…-siseó siendo duramente sincera

 

-Espero que en su camino de regreso puedan meditar sobre lo aprendido, aplicarlo y atesorarlo de forma invaluable. Ya que ambos han aprobado la clase sin problema alguno…-chasqueando sus dedos apareció siete piezas en la mano de Juliens-Mantenlas dentro de un sitio seguro…-le aconsejo con una media sonrisa-Esto es para vos…-apareciendo una bolsa de polvo peruano en la mano de Reena-Úsalo cuando lo creáis conveniente…-desviando su vista hacia la mano de la gloria volvió a invocar la densa bruma que les acompañará a iniciar la clase.

 

-Un cuerpo no es todo lo que mantiene a los seres con vida, no es lo esencial, pero si lo que lo hace resistente a los daños de sus enemigos…-recitó aquellas palabras como un mantra-Sigan sus instintos para volver, no crean que les daré una mano, ya que mi deber ha terminado por hoy…-dejándoles ese mensaje como despedida todo Hogwarts comenzó a colapsarse cimbrando desde sus cimientos la tierra se levanto como enormes gigantes que buscaban la libertad. Elevándose montículos de arena que liberaron años de encierro y condena, ya no volverían a cuestionar el poderío de las artes oscuras, ya no podrían poner el tela de juicio todo lo que eran capaces de provocar y los desastres que las mismas alzarían como estandarte dentro del mundo mágico.

 

El poder de la Ángel Caído era ilimitado y sumamente peligroso, no sería sensato para nadie retarla a lo que era capaz con las Artes Oscuras de su lado. Ahora tenía una nueva misión y esa era preparar el sitio donde daría su nueva clase de Artes Oscuras, posiblemente optaría por unas catacumbas abarrotadas de criaturas diversas o tal vez solo tal vez, posiblemente podría optar por dirigirse al sitio donde habían perdido la vida los padres de Harry Potter o el orfanato donde Dumbledore dio con el paradero de Lord Voldemort. No estaba segura del camino que seguiría o tomaría como punto de eje, pero si estaba convencida de que una nueva aventura estaba por comenzar sin duda alguna.