Jump to content

Adivinación


Melrose Moody
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Pensé que todo acababa aquí, que mi sueño desaparecía y que todo el tema de la Fortaleza Oscura desaparecería pero... ¿Qué demonios pasó para que unas cadenas me retuvieran? No tenía nada que aprender de mi pasado. Ocurrió. Punto. Lo había superado. Y de qué manera... Tal vez alguna vez pensé que si pudiera cambiar algo... Pero el pasado no se puede cambiar, no lo creo.

 

¿Entonces...?

 

-- ¡Maldito Grindewald! No podrás detenerme.

 

El grito resonó a hueco y la imagen se volvió ambigua, medio fortaleza, medio espacio desconocido. El corredor volvía a tener sangre en el suelo y resbalé, apoyando las palmas de las manos en él. Las cadenas me sujetaban y pronto me di cuenta que jadeaba por el esfuerzo de desasirme. Seguro que en la cueva donde dormitaba debería estar debatiéndome entre sueños.

 

Pero allá era real. Me pareció sentir a Jessie de nuevo y mis fuerzas volvieron, aunque de forma inútil.

 

-- ¡Basta, basta! Es mi hija. ¡No puedes llevártela! Lamento mi venganza, no debí matarte, pero... No lo pagues con Jessie -- ¡demonios parlantes! ¿En verdad había llegado a decir eso en voz alta? No, no lo habría hecho, en los sueños sólo se musita, nadie se entera... Excepto la profesora... ¿Qué estaría pensando la Stark de mi inusitada confesión?

 

La varita iluminada en su punta me sorprendió, no sé porqué pues sabía quien era.

 

Era él.

 

Me arrodillé en el suelo, manchándome toda de aquella sangre de algún o varios inocentes que hubieran caído. ¿Qué podía hacer contra su presencia? Nada, no tenía ningún medio para impedir que se acercara y arrebatara mi vida. Sólo podía implorar. Y no lo haría por mí. Soy orgullosa incluso ante la Muerte, pero sí puedo implorar por mis hijos.

 

-- ¡Por favor, por favor...! Grindewald, por favor, te lo ruego. No hay día que me arrepienta de lo sucedido, pero déjala a ella. Mátame. Otra vez. Haz lo que quieras conmigo. ¡¡Llévame al infierno si es preciso!! Pero no hagas daño a mi familia. Lo siento... Lo siento muchísimo, de verdad... No...

 

Bajé la cabeza al suelo y sollocé. Pasara lo que pasara, me lo tenía merecido.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

-¿Mamá?

 

Me seque las lagrimas con el dorso de la mano volteando bruscamente el rostro buscando a mi madre. No la veía por ningún lado pero la había escuchado, había dicho mi nombre. Me quede callada esperando que volviera a hablar y fue cuando la volví a escuchar.

 

Camine lentamente hasta donde salía la voz de mi madre, lo que vi me dejo helada, había un hombre frente a mi madre, la cual estaba arrodillada a los pies de ese ser, pidiendo clemencia por alguien. Por su tono de voz pedía piedad por alguno de sus hijos. Me acerque a ella y la cubrí con mi cuerpo.

 

-No la dañaras, ya dañaste al resto de las personas que estaban aquí ¿dime donde los tienes?

 

Observe el lugar a mi alrededor, ahí había más sangre que en el salón principal. Ahora comprendía que era un salón de eventos decorado, pero ver el lugar en aquel estado y el miedo que me invadía no me había dejado percatarme de la situación.

 

-​Viniste por mi ¿no? Pues aquí estoy, dame todo lo que tengas que podre contenerte, traeré a todos de regreso

 

Estaba enojada, muy molesta porque se hubiera llevado a mi familia, no sabía si era él o alguien más pero no dejaría que hiriera a mi madre.

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

- Fuera de mi cabeza! fuera de mi cabeza!

 

Le gritaba a esa ¿presencia? que le revolvía los pensamientos ; frenando en seco, apretándose de las sienes y cerrando los ojos a su vez, intentando bloquearla de su mente.

 

No obstante, no parecía ser una sola. Había algo mas en ello, algo mucho mas complicado entre-tejido con lo primero.

 

No le dio tiempo de nada. De pronto se despertó con los odiosos chillidos de ruidosas bisagras metálicas, el crujido de madera envejecida ... golpe de puertas y ventanas, y hasta fricción entre piezas de áspero cemento.

 

Al abrir los ojos, todo era penumbra. El aire ficticio, enrarecido.

 

A sus espaldas se iluminó rojo y ardiente, era ...

 

- Fuegoooooo!!! Fueeeeegoooo!!!

 

Sintió que iba a colgar a esos elfos revoltosas de las orejotas por incendiarle la casa (?)

 

- Adlerianas y ovejas primero!!! Adleriana primeeeeeroooo!!!

 

Corrió despavorida en dirección contraria. No usó la varita porque su seso difícilmente le daba éso como primera opción.

 

Tiró de cuantos picaportes y similares halló en su camino pero ninguno cedió paso. Incluso intentó tirarse de cabeza a la conexión flú de la chimenea del piso de abajo.

 

- Con un mil dem ...

 

Rebotó como contra cama elástica muggle invisibilizada.

 

- ... creo que no renové este año, xDDD.

 

Se dijo bastante calma sobándose la frente y una pompis ... entonces se acordó de ...

 

- Fuuuuuuegooooo!!!

 

Chilló de vuelta alborotada por si alguno de los moradores, personas y mascotas (?), no se hubiese enterado para ese entonces.

 

- Fuuuuueeeeegooooo!!!

 

Volvió a hacerlo mientras retrocedía sin dejar de centrar su atención en ese peligrosísimo elemental insaciable que se alzaba ante ella como si nada.

 

Retumbó entonces en su cabeza aquello de salvar solo una cosa ...

 

Al principio, no le hizo ningún sentido ... no recordaba nada posible. Sus mayores tesoros materiales no estaban en dicha propiedad, entonces ...

 

Bajó la mirada hacia el suelo y en lugar de piso halló sus pies sobre mundana tierra. Se hincó y tomó un pequeño puñado. Sonrió.

 

Le sonrió a la voz en su cerebro, le sonrió al devorador fuego frente suyo ... y como si se tratase de una postura de atleta muggle a punto de partir en carrera, la bruja simplemente hizo click (?) y huyó por aquella única salida propuesta (¿?)

lodod4E.gif
.5kMprQA.jpg.
yghYHen.gif ...... U8v03YE.gif ...... SJYRrp8.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Ante la sorpresa de ambas mujeres, el hombre que tenían ante ellas agitó su varita. Pero en lugar de que alguna de las dos cayese fulminada por un rayo asesino, las cadenas que ataban a Potter Blue, madre, rechistaron y quedaron reducidas a eslabones destrozados. Grindewald observó a ambas por unos segundos, antes de volverse y desaparecer en un remolino de su capa negra. Y fue la última vez en ese recuerdo, que alcanzaron a atisbar sus ojos relampagueándo con una luz que casi parecía el brillo de sus pupilas, demasiado tenue, en la oscuridad ante la luz de la varita de su hija.

Cuando el hombre desapareció, pudieron apreciar algo que no habían notado hasta entonces, a su izquierda. Una pared de piedra, distinta a las construcciones griegas y a la ruda construcción de la fortaleza. Era estilizada, pero al parecer por un tiempo descuidada, cubierta de hiedra por los bordes superiores. Sólo existía un acceso y luego, más oscuridad.

Era evidente que era el único camino por tomar.

 

http://i.imgur.com/BhdAusI.jpg

Y sucedió con todos. Adler se encontró ya dentro del laberinto, al salir por la puerta principal de la Mansión Adler. Grindewald lo hizo luego de abandonar el claro en donde se había encontrado con la figura encapuchada; Blackner en los bosques y ambas Potter Blue luego de su encuentro con Grindewald. En el caso de la última de las mujeres (Reena), su sueño la condujo directamente al laberinto, aunque se perdiera al inicio.


Sin embargo, sus destinos eran distintos:

 

 

 

http://oi57.tinypic.com/125qt5u.jpg

 

Madre e hija, deberán encontrarse con las manos que hablan, al oeste. Será lo primero que encuentren al recorrer el laberinto, pues el guardián de éste, Jareth, hará que lleguen hasta allí. Jareth tambièn las guiará de vuelta, desde las sombras.

 

Éstas les hablarán con las voces de sus seres queridos, y les darán una única predicción sobre el futuro de su casa, que las implica a ambas. No es una predicción agradable: una felicidad basada en encubrimientos lleva a descubrimientos funestos. Pero puede que tengan una oportunidad.

 

No olviden retornar al centro del laberinto, antes de que amanezca. Deberán hacerlo juntas, o no volver.

 

 

 

 

 

 

 

http://stroudassociates.com/wp-content/uploads/2013/02/scrambled-letters1.jpg

Adler: Te encuentras al centro del laberinto, puesto que saliste del monumento central. Éste laberinto te conducirá a la cascada de las palabras, en el ala norte. De sus aguas puras y cristalinas cargadas con las palabras, de las que probarás sólo un bocado, deberás obtener tu futuro. Resultará simple, si aceptas la verdad de lo inevitable.

 

Sin embargo, cuídate de que sea sólo un bocado, que es lo que basta para ti, o te hundirás más y más sin darte cuenta en la poza de las palabras, de la que no podrás salir. Tu familia, como viste en tu sueño, no parece ser la de antes: ahora podrás atisbar su verdadero destino; no caigas en la negación.

 

Cuida eso que tienes en la mano, y espárcelo de ida, para poder retornar sin perderte. Descuida, alcanzará para un viaje.

 

 

 

 

 

http://i.imgur.com/j2KwBkM.jpg

 

En el ala este, Blackner, siguiendo el laberinto, encontrarás una puerta. Allí, se encuentra Ludo. Es una criatura curiosa y amable, pero hace tiempo ha perdido la capacidad de hablar con humanos.

 

Aprovecha la luna para obtener de él tu futuro; la predicción sobre ti y la persona a la que amas. Y una vez lo hagas, retorna rápidamente al centro del laberinto utilizando tu instinto y un olor familiar.

 

Recuerda: aprovecha la luna. Realmente hace tiempo que no conversa con humanos.

 

 

 

 

 

http://oi61.tinypic.com/212bbr5.jpg

 

Vladimir, luego de perderte en el laberinto, has encontrado por fin el centro. Pero no hay nadie allí más que el hombre sabio. Lo reconocerás fácilmente por el ave de su sombrero.

 

Éste hombre te revelará la verdad de por qué te perdiste y el por qué no vagaste por ningún sueño. Así que escucha atentamente.

 

En cuanto te diga lo que tiene que decir, se escabullirá sin que siquiera lo notes. No es especialmente rápido, pero se ha hecho diestro en eso de desaparecer con ayuda de otro ser del laberinto.

 

 

 

 

 

http://images2.fanpop.com/image/photos/13400000/Jareth-labyrinth-13438241-306-225.jpg

 

A la puerta sur, Grindewald. Allí te ha conducido el término del bosque y el comienzo del laberinto. Debes explorar el ala sur, hasta dar con el personaje que anda espiando en las sombras: Jareth.

 

Es el master del laberinto. Llámalo utilizando el conjuro: "¡Rey de los duendes, rey de los duendes, dondequiera que esté... llévese a esta criatura lejos de mí!". Entonces, el aparecerá y te dirá que no tienes ninguna que pueda llevarse. Es allí, cuando debes guardar el autocontrol y mantenerte firme. Le preguntarás por la bola de cristal.

 

Sonreirá, intentará convencerte de mil formas de que no tiene ninguna. Tiene una hermosa voz que hará que pienses que tiene la razón en todo lo que dice; pero tu debes ser persistente.

 

Una vez la tengas en tus manos, tu futuro se revelará ante ti y entonces, todo lo que tendrás que hacer, es retenerlo en tu memoria.

 

Y por supuesto, despedirte de Jareth antes del amanecer, para poder volver al centro del laberinto. Aunque contra su voluntad, Jareth te guiará hasta allí desde las sombras, si eres persistente.

 

Porque los hechos del pasado vienen a por ti en el futuro, querida. Lo sabes; lo que tanto esperaste se acerca, pero no de la manera en que creerías que sucedería.

 

 

Catherine mientras tanto, preparó sus pergaminos y las plumas. El sueño que había tenido al inicio, había amainado y se sentía más despejada, aunque cansada y triste, casi desmadejada. Era, como bien sabía ella, producto de la predicción que había obtenido.

Editado por Catherine Stark

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Abrí los ojos y pestañeé repetidas veces para poder creer lo que veían. Estaba sentada en una especie de plaza en la derivaban numerosas calles. Aquello no me gustó nada, pues tenía toda la pinta de ser el centro de un laberinto y yo encontrarme encerrada en él.

 

Me puse en pié con cuidado por si la llegada, hasta allí, había sido accidentada, pero curiosamente no me sentía lastimada sino eufórica. Cosa que carecía de sentido, pues mis recuerdos eran inexistentes y por lo tanto debiera estar preocupada.

 

Cuando dí la tercera vuelta sobre mi misma. retrocedí ante una figura que antes no estaba ahí. Estaba mirando y analizando las calles para decidir si salir o no de aquel centro seguro, cuando una especie de enanito de jardín apareció de la nada observándome como si yo fuera una criatura extraña fuera de lugar y no él.

 

-Quieto ahí, no te acerques mas -le grité.

 

Y no supe si por es o por que me entendía, él no se acercó mas. Lo curioso fue que empezó como a hablar consigo mismo, gesticulando y paseando de un lado a otro, luego señalando pasillo tras pasillo, en un orden extraño. Mas curiosa que asustada hice lo posible por no seguir gritandole cuando le pregunté cómo había llegado allí.

Sacerdotisa·Madre·Compañera


http://oi63.tinypic.com/9qy628.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Levanté la mirada, sorprendida. ¿Jessie? ¿Era Jessie? ¿En serio era ella? Me incorporé, las cadenas entrechocaron al hacerlo, recordándome que no podía hacer nada excepto palabrear. Pero no entendía casi nada de lo que decía mi hija, además de que no debía estar en mi sueño. O yo en el suyo. ¿Nos habíamos acoplado en uno mutuo? Eso significaba que sentíamos mucho la una por la otra, lo que en otro momento me hubiera hecho sonreír. Ahora no, era un sueño, pero decía mucho de mí.

 

Sin embargo, Jessie no dio signos de haber escuchado mi incriminación o, al menos, no dio muestras de ello. Sin embargo, lo que decía me asustó. ¿Él había matado a alguien en el sueño de mi hija? No entendía nada... ¿Era real, era un sueño...? ¿Había una adivinación escondida en todo esto?

 

El joven Grindelwald (ahora sería más viejo, si hubiera vivido todo el tiempo que yo le había quitado, pero en mi sueño se conservaba muy joven) agitó la varita. Agarré a Jessie y la protegí con el cuerpo, temiendo que, a pesar de un sueño, lanzara la maldita maldición que acabara con ella, o conmigo, o con los dos... No creo que, si un hechizo imperdonable pudiera atravesar un sueño, yo pudiera hacer nada para evitarlo. Para mi sorpresa, los eslabones de mis tobillos y muñecas cayeron a mis pies, hechos añicos. Fruncí el ceño y miré hacia él, sin entender. ¿Me perdonaba, a pesar de todo? Miré a mi hija, apenas visible en la oscuridad del lugar. Su varita apenas dejaba ver nada.

 

Aunque...

 

Mi sueño no era ese. Algo o alguien lo había cambiado. Eran paredes muy elaboradas, antiguas, parecían llevar a algún sitio, pero... Sólo había un lugar por donde entrar.

 

-- ¿Estás bien, Jessie? -- le pregunté.

 

Si aquello estaba siendo movido por la profesora, no había manera de evitarlo, así que tomé la decisión que creí única posible en aquel momento: avanzar por la abertura. Con un poco de suerte, el efecto de la planta acabaría de una vez y, así, despertaríamos.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La cosa que llevaba en la cabeza no dejaba de moverse y cuando miraba hacia arriba parecía querer mirar a aquella cosa, aquello me hacía sentir aún mas rara, pero al final ambos seres asintieron y me prestaron toda la atención. Qué miedo me dieron en ese momento, tenía la sensación incluso de que en cualquier momento se me tirarían encima para morderme la yugular.

 

-Ser de pelo llameante -su voz era muy suave -estás en el país de los sueños.

 

¿En el país de los sueños? Quise preguntarle si estaba bromeando, pero si aquello era tan inverosimil, no podía ser realidad, aquel personaje parecía sacado de uno de los cuentos muggles con moraleja para niños que Sagitas se empeñaba en leerle a Akira.

 

-Y has llegado en una nube, porque en tu alma hay una sombra que no te permite soñar.

 

-Disculpe, pero yo duermo y sueño... Como todos.

 

-Pero hay sueños que te dicen cosas, cosas que luego ocurren. -Ahora la voz fue chillona y se movía bastante la cosa que tenía el enanito.

 

Aquello me sorprendió, hacía tiempo que eso me ocurría, pero tras algunas cosas había dejado de suceder. Aquello se estaba volviendo traumático. No quería estar allí y quería que cuanto antes terminase el sueño, sería mejor para todos.

 

-Tenías que venir aquí para volver a encontrar la serenidad y así poder doblegar a la sombra.

 

El enanito y su segunda cabeza, parecían compartir conocimientos, ya que, esta vez hablaron a la vez y me dieron miedo, no sabía si creerles o si confirmar mi locura. Quería que acabase ya todo.

 

-Lucha, enséñale quién eres y de lo que eres capaz de hacer.

 

En uno de mis pestañeos la doble criatura con forma de enanito desapareció, tan rápido como había aparecido, aunque su voz seguía resonando en el aire que me rodeaba. Aquel ser místico, sabía mas de lo que decía y transmitía mas de lo que creía.

 

Iba a tener una lucha interna, por mi supervivencia, si es que quería volver a ser la de antes y por muy subreales que fuesen mis sueños con llevaban peligros reales.

 

-Gracias! -le hablé al aire -¿Y ahora cómo salgo de aquí?

 

Mi pregunta quedó sin resolver...

Sacerdotisa·Madre·Compañera


http://oi63.tinypic.com/9qy628.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El camino era largo y tortuoso, las paredes se torcían de forma amenazadora y, en ocasiones, llegué a desear el dar media vuelta y volver por donde había venido. Pero ahora tenía a mi hija y no iba a abandonar. A veces, lo correcto no es huir sino afrontar aquellos momentos que hemos decidido olvidar, pues nos persiguen para siempre y salen a la luz cuando menos te lo esperas. Así, avancé hacia donde las paredes nos dirigían, pues estaba muy segura que nuestros pasos estaban guiados por alguien, y aunque no me gustara, el saber que había una finalidad, me daba fuerzas. Pronto, todo acabaría.

 

Jessie y yo íbamos en silencio. Yo, al menos, intentaba no hablar. Como sacerdotisa, detectaba la presencia de alguien que, sin ser un ser bueno, ni malo, sí era espiritual. A veces, las piedras hablan y, en este caso, detectaba que algo las protegía, como si hubiera un alma que las reseguí y, por ende, seguía nuestro camino y nos obligaba a movernos en una dirección concreta.

 

Casi tropecé con una pared que no cortó el paso. No sé si salió de golpe o ya estaba allá y no la había visto. Torcí a la derecha y después a la izquierda. Extrañamente, no había salida, sólo por donde habíamos venido.

 

-- ¿Tú lo entiendes, Jessie? ¿Estará diciendo que nos vayamos?

 

Todo aquello era muy extraño. Apoyé la mano en la pared, cansada, intentando recobrar la paz espiritual que había perdido en toda aquella maldita aventura soñada. Entonces noté el relieve. Separé la hiedra que caía indolente desde la parte alta y lo vimos.

 

-- Unas manos... Jessie... ¿Qué significarán unas manos? Tal vez dádivas. ¿Debiéramos dejar algo en ellas?

 

No lo sabía, pero no perdíamos nada con intentarlo. No sé porqué conservaba medio eslabón de mis cadenas en una de la mano. Lo había venido apretando con fuerza todo el camino, como si tener algo que apretar me diera fuerzas. En la pared, tres pares de manos, unas grandes debajo que parecían acoger unas manos más pequeñas quienes , a su vez, mostraban una tercera mano. Había un pequeño hueco en forma de "V". Allá dejé el objeto de hierro, como un símbolo de la libertad perdida y recobrada en un momento dado.

 

Sentí el "clink" ruidoso del eslabón al caer contra el suelo. Parpadeé, sorprendida. Las manos grandes se habían abierto y se movían.

 

-- ¡Demonios! -- dije, en voz baja. No es bueno invocar esos seres alados en unos momentos difíciles. Pueden aparecer y todo se complica.

 

Le hice un gesto para que guardara silencio. Las manos estaban hablando. Sí, suena raro pero hablaban y, por un momento, fue Matt quien sentí en la modulación de palabras que hacían con los gestos. Parecían que envolvía sus pensamientos y nos los transmitieran mientras bailaban con los dedos.

 

-- Madre, Ithilion está enfermo. Se cayó de la escoba y lo llevamos a la habitación.

No se rompió nada, pero tiene un sopor del que no despierta.

Madre... Vuelve a casa.

 

Respingué. No.. No me decía nada nuevo, sólo confirmaba lo que ya sabía. Una profecía había predecido la muerte de mi hijo el día de su concepción. Pero no podía estar ocurriendo ahora, no mientras yo no estaba para cuidarle, como siempre había hecho.

 

Yo sabía aquella profecía y hacía poco que se la había contado a mi hija: la forma en que fui concebido, con la utilización de magia negra. Habíamos logrado una gran felicidad, mi marido y yo, ante la noticia de fecundar un hijo, pero esa felicidad derivaba de encubrir las artes oscuras y malignas a las que habíamos recurrido. Era una felicidad basada en la maldad... No podía salir nada bueno...

 

-- Mi niña... Nuestro hijo adolece... No debimos concebirlo, sabiendo el final que le deparaba...

No debimos acceder a tenerlo sabiendo que la Muerte era su destino. Cinco minutos de amor y cinco años de espera a que llegara el momento... Y ya está aquí. Mi niña... Vuelve... Tal vez puedas verlo aún con vida...

 

Grité, de rabia y de dolor. La voz de mi marido sonaba a ultratumba más de lo normal. Me giré hacia los lados, buscando una salida, como si fuera una bestia enjaulada que lucha por descubrir un resquicio por el que escaparse.

 

-- Hija... Aún puedes salvarle... Sabes lo que hay que dar a cambio...

Tú decides si vives con dolor su ausencia o mueres y le cedes tu puesto en el mundo, para que él recuerde tu valentía. Hija mía, aún puedes salvar a tu niño...

 

Pareé en seco de dar vueltas en aquel espacio al sentir la voz de mi madre. ¿Mi madre en aquel antro? ¿Pero qué estaba sucediendo? ¿Era esta la profecía que sacaría de la clase de Adivinación? ¿Qué si daba mi vida a cambio, mi hijo sobreviviría?

 

-- ¡Pues claro que acepto, Maestra! Cualquier madre daría su vida por sus hijos sin titubear. ¡Quiero salir de aquí! ¡Me necesitan en casa!

 

Ya no sentía ningún deseo de burlarme de aquella mujer ni de su asignatura. Me había parado los pies demostrándome, de la forma más dolorosa, que la Adivinación era una rama certera y que los ignorantes eran los que no creían en ella.

 

-- Hija / Madre / Mi Niña... Corred al centro del Laberinto.

Cuando la luna se esconda, os perderéis en el Laberinto y se borrará la salida.

Corred o no llegaréis a tiempo...

 

Observé la luna, estaba más baja que cuando entramos. Nuestros seres queridos nos habían avisado.

 

-- ¡Por todos los dioses, Jessie! Hemos de correr, aún podemos salvar a Ithilion. ¡Corre!

 

Le di la mano para no perderla por el camino. No iba a perder a ninguno de mis hijos. En eso, al menos, la predicción había fallado, porque aún tenía la esperanza de salvarle.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Estaba asustada, no podía negarlo pero no le daría la satisfacción a ese monstruo de verme temerosa y asustadiza. Aferre la varita con mis manos, ambas, al verlo alzar la suya. Estaba por ponerme de escudo frente a mi madre cuando ella hizo lo mismo y entonces pasaron varias cosas a la vez. Grite para impedírselo, las cadenas que sujetaban a mi madre cayeron al suelo hechas añicos y el mago desapareció.

 

Voltee a ver a mi madre con lagrimas en los ojos cuando me preguntó si estaba bien. Asentí de forma seca limpiándome las lagrimas de los ojos de forma apresurada. Caminaba a un lado de mi madre recordando con cada parpadeo la sangre esparcida por aquel templo, no podía creer lo que estaba pasando. Quería detenerme y llorar, llorar como nunca lo había hecho. Pero mi madre seguía caminando y no la podía perder de vista.

 

No podía hablar aunque mi madre me hablara, tenía miedo que si emitía algún sonido mi voz saliera quebrada. Veía a mi madre cansada pero no sabía que hacer al respecto, aun estaba asustada y pensaba que de un momento a otro la perdería. Observé lo que me señalaba pero estaba tan asustada que la tome de la mano e intente que lo se acercara pero ella lo hizo de todas formas. La escuche maldecir y pegue un brinco de miedo al escuchar una voz en mi cabeza, tal parecía que mi madre también escuchaba algo por la cara que puso.

 

Pequeñaja debes volver a casa

Itilion se cayo de la escoba que le regalaste

E intentado todo lo que se pero no despierta.

Comencé a llorar, no pude evitarlo. Yo era la responsable de aquello, todo aquello era mi culpa. Yo era la que había comprado esa escoba y aunque mi madre no había querido dejársela al niño yo le había dicho donde la había escondido. Me apoye en la pared teniendo leves convulsiones por lo que había ocasionado.

 

Hija... tu madre sabe como salvarlo

pero no puedes dejar que ella se entregue

es lo que él quiere

si se entrega, jamas la recuperaremos

debes impedirlo

Voltee a ver a mi madre, asustada, si lo que escuchaba yo era similar a lo que escuchaba mi madre entendía el porque se había puesto así. Me enderecé dispuesta a hacer lo que me pedía mi padre pero no sabía como hacerlo, tenía miedo de perderla y no volver a verla no cuando apenas la había recuperado.

 

Anabelle puede salvar a mamá, tu lo sabes Tesi

hazlo... se que puedes o los tres nos quedaremos sin madre

Maty y tu la acaban de encontrar y yo apenas la conozco

no quiero perderla

Las palabras de Itilion me hicieron recordar algo. Sonreí a medias pues sabía que sería peligroso. Ella no era alguien fácil de manejar pero debía intentarlo, debía salvar a mamá. Escuchaba a lo lejos a mi madre pero yo hacía mis propios planes. Debía encontrar la forma en que ella tomara el control de nuestro cuerpo justo en el momento indicado sin que se diera cuenta de lo que planeaba hacer.

 

Sentí el agarre de su mano y me deje llevar, debía hablar con Matt en cuanto llegara, sería peligroso pero debíamos salvar a mamá y sabía que él estaría de acuerdo conmigo en que era preferible tener a mamá que a una hermana bipolar, al fin de cuentas que solo perdería mi bipolaridad y si las cosas eran como creía podría salvar a nuestra madre.

 

-Claro que podemos

Editado por Jessie Stabolito

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Algo la encegueció (?)

 

Apenas y parpadeó, se vio en medio de bloques altos que le limitaba el camino.

 

Un laberinto ... con lo que a ella le encanta la sensación de la pérdida de control (¿?)

 

Ese murmuro en su seso que le decía que se dirigiese en dirección norte mientras apretaba el elemental tierra en su mano.

 

Contreras, retrocedió un paso y en voz alta, se atrevió a desafiar al cielo.

 

- Mangos! yo conozco mi destino ... y como el de cualquier otro, solo puede ser la muerte.

 

Se volvió y corrió hacia donde su instinto le guiara (muy lejos de allí) como siempre lo había hecho en vida. Nadie le iba hacer creer en la utopía de burlar a las moiras. Nadie nacido escapa de lo inevitable, y quien en su arrogancia cree puede ó que logra hacerlo, solo degenera su existencia.

 

« No se juega con el Destino y se gana. No se juega a ser Dios y se sale ileso ... solo hace falta halar de una sola hebra para poner en riesgo todo el tejido de la vida misma. », pensó.

 

Así había sido adoctrinada ella.

 

Apretó con fuerza contra su pecho, el puño que sostenía ese poco de tierra para luego liberarla con brusquedad al viento sin dejar de correr.

 

- Soy artífice de mi propia vida!!! nadie me lavará el cerebro! ... no padeceré inútilmente de angustias vanas ... - aseguró sin dejar de correr.

 

Se detuvo en seco y se volvió ¿pendenciera? hacia lo que debería de ser el centro (ya un poco lejos) por donde apareció en primer lugar.

 

- No me someteré a ilusiones necias!!!

 

No, no, no ... no iba a dejarse carcomer el seso con una clase Adivinatoria cuando no podía ni hacerlo después de leer el horóscopo matutino muggle cada mañana antes de llegar a la Tercera planta (?)

 

Continuó en su loca carrera hacia ... a donde fuera. Sus pies siempre la habían dirigido bastante bien en todos esos años ... =w= prueba de ello era que ¬w¬ aún gozaba de vida (¿?)

Editado por Amya_An

lodod4E.gif
.5kMprQA.jpg.
yghYHen.gif ...... U8v03YE.gif ...... SJYRrp8.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.