« Camino Púrpura »

[That is not my name]

Una vez que lo tuve a una distancia de siete metros en frente de mi, le apunté con exactitud a la altura de su pecho, tenía que dejarlo fuera de combato como diera lugar, no me permitiría una derrota ante un mortífago en plena luz del día, en el centro de Ottery St. Catchpole. Aclaré mi garganta y, con voz potente, se escuchó decir mi conjuro para que impactara en mi adversario.

 

- ¡Expelliarmus! - Un rayo escarlata viajaba de la punta de mi varita hasta su cuerpo, sin nada en medio de los dos que obstaculizara su impacto, tendría que defenderse rápidamente si no quería perder su varita en aquel primer movimiento que le lanzaba.

 

Hace unos momentos nos encontrábamos defendiendo uno de los negocios del centro de aquel pueblo mágico, como era usual, la Marca Tenebrosa había comenzado un ataque de vandalismo porque uno de los dueños había dicho que prefería darles el apoyo a la Orden del Fénix que a los mortífagos; era obvio que reaccionarían, por ello estábamos al pendiente para su protección y todo había quedado en una redada de grandes dimensiones, tanto que terminamos separados del resto del grupo en un enfrentamiento uno a uno.

 

Mi luz mágica cubría mi identidad, mi túnica bombacha me cubría a la perfección todo mi cuerpo pero me daba suficiente frescura por el material del que estaba hecho y mi par de botas gruesas cubrían a la perfección mis pies aunque no se vieran por mis prendas de vestir. Estaba vestido como un guerrero de luz, como un verdadero miembro de dicha organización que representaba, así tendrían mayor dificultad de descubrir quien era quien en nuestra vida cotidiana.

 

La poca gente que se encontraba cerca salió huyendo cuando nos vio llegar, quedábamos solos en aquella enorme plancha de piedra de veinte metros de cada lado, posicionándonos sobre la diagonal y teniendo sólo unas bancas en la orilla de esa plaza como objetos más cercanos, sería un combate bastante limpio o eso pintaba a primera vista.

[Spectum Crouchs]

<<Viene un hechizo de desarme Spect cúbrete con lo que puedas>>

 

La advertencia de Mattews era certera como ya tenía acostumbrado a hacer el Demonio Protector del mortífago que como siempre volaba invisible a la vista de cualquier persona que no fuera el Crouchs, una historia muy larga que con gusto en otra ocasión estaría dispuesto a explicar el como se ganó su demoníaca protección. Ledus Liesmas chispeaba ardiente en la mano del patriarca esperando el momento justo para hacer creer al fenixiano que la victoria estaba en sus manos.

 

El rayo seguía acercándose amenazadoramente iluminando el lugar por encima del sol. El Mortífago era todo lo contrario a su adversario el cual portaba una túnica negra como la noche mas oscura en donde la muerte asciende a la tierra para llevar con ella las desgracias del infierno, su capucha cubría la cabeza en la totalidad hasta la mitad del rostro con un corte a pico de águila, bajo esta una máscara verde oliva brillaba ante la cercanía del rayo escarlata que ahora se encontraba aún mas cerca.

 

Hizo un movimiento con su mano izquierda en donde llevaba a Ledus Liesmas girando un poco sobre sus talones dejando a vista que estaba descalzo pero este movimiento fue mas para mostrar el símbolo de una "A" mayúscula y en el centro de esta una carabela. Se trataba del logo del credo asesino del cual es despiadado Crouchs formaba parte, susurró una invocación para crear un escudo en frente de el que se interpuso a pocos centímetros de la llegada del rayo de desarme.

 

- Esto esta comenzando apenas... ¡Protego! -

 

El rayo fue consumido en su totalidad por el escudo del enviado de la muerte que ahora medía la potencia de su enemigo para darle el ataque justo que se merecía para que se debilitara hasta que muriera. Dio dos largos pasos hacia atrás abriendo las manos y haciendo una pequeña reverencia aceptando el duelo que comenzaba entre los rivales. Pudo ver por un momento que llevaba botas e imagino que estas era perfectas para lo que deseaba.

 

Imagino la transformación de estas a una pequeña, escurridiza y letal araña viuda negra que se formaba en su pantorrilla izquierda para por primera acción inyectar el veneno y luego correr por su cuerpo inyectando mas y mas veneno. - ¡Morphos! - En la lucha del bien y del mal no había reglas simplemente ganaba el mejor y de seguro en esta estaba claro quien sería el vencedor.

[That is not my name]

Las condiciones para nuestro encuentro eran perfectas, lo único que realmente me llegaba a incomodar era el hecho de alargar la batalla durante un largo periodo de tiempo ya que prefería terminar con el asunto de forma rápida para continuar con la cacería de los mortífagos que habían osado atacar a civiles dentro de aquel pueblo mágico.

 

Observé como conjuraba un escudo mágico para absorber el rayo que le había enviado y no me preocupó, la verdad es que si elegía otro tipo de movimiento me sorprendería demasiado por dejarlo en una muy severa desventaja; al final de cuentas era un mago tenebroso, ellos siempre encontraban la manera de sorprenderme y no de una buen manera. Opté por continuar con mi ofensiva, necesitaba ganar un poco de espacio en el duelo.

 

- ¡Morphos! - Su túnica negra con capucha se convirtió de inmediato en una cobra filipina dado el grosor de la tela, porque era bastante, y al cubrir por completo al mago que era de gran altura. Lo primero que realizó como movimiento fue inyectarle su veneno al tiempo que él morpheaba mi bota, sólo era cuestión de quitármela de encima y pisarla, cosa que realicé para librarme de la mordedura de una araña. Después de envenenar a mi contrincante, la serpiente se retiraría a una distancia prudente, a unos tres metros a su derecha, para estar al pendiente de sus curaciones y escupirle su veneno en el rostro para volver a contaminarlo al caer en su boca, ojos y fosas nasales.

 

- ¡Silencius! - Conjuré como segunda acción para dejar mudo a mi contrincante teniendo que forzarlo a lanzar algún conjuro que no fuese verbal en su siguiente acción, una estrategia que me había funcionado en anteriores ocasiones y, esperaba, que ésta no fuera la excepción. El mortífago tendría que idear una estrategia diferente a la que siempre utilizaban en sus ataques, algo que ya resultaba un tanto predecible.

[Spectum Crouchs]

Después de protegerse del primero rayo, el Crouchs sintió que su túnica temblaba buscaba cambiarse. Al escuchar las palabras del Fenixianos la túnica tembló cambiando la forma una pequeñisima cobra filipina una de las 5 mas venenosas al mundo aunque esta estaba muy cachorra para tener veneno en su sistema siendo indefensa para mortífagos que aun estaba sorprendido y no entendía nada. Por un momento miró hacia atrás para dar a entender a su demonio que no sabía que pasaba y este como era de esperar le explicó lo que había sucedido.

 

<<Spect se que no sabes que pasó ahora te explico... El enemigo usó morphos para transformar tu túnica en una cobra filipina pero al parecer no estudió bien su estrategia porque hasta un niño de 2 años sabes que el principio de la transformación se basa en que la masa del objeto a transformar debe ser de igual o menor masa que el objeto transformado y una túnica que está hecha de tela normal y corriente no tiene la masa apropiada para crear una serpiente de gran tamaño y peso, otro error que no especificó en su mente como sería la serpiente y como la tela de la túnica no daba para una grande esta solo se convirtió un cachorro inofensivo por eso en este caso su hechizo falló o el efecto que el quería causar falló... para nosotros es una gran ventaja ahora aprovecha y ataca que esta envenenado>>

 

Mientras escuchaba había hecho el morphos a la bota y la araña se había creado con éxito en su pantorrilla inyectándole el veneno al mago ya que al crearse la araña su primera acción sería inyectarle el veneno, ella no debía recorrer ninguna distancia ya que se encontraba allí solo debía mover su cabeza e inyectar el veneno algo que había hecho mientras el fenixiano hacía el movimiento para quitársela, el mortífago pensaba en algún hechizo que pudiera hacer ya que cuando quiso hablar no pudo hacerlo gracias al hechizo silenciador del mago.

 

La mente del mortífago ya estaba tomando claridad de la situación mientras que una suave apenas audible sonrisa salía de sus labios, no podía hablar pero eso no le impediría atacar a su adversario. Concentró sus sentidos en 12 medias lunas cortantes que su filo brillaban en cada movimientos gracias a la luz del sol. Se trataba de un seccionatus. En ese preciso momento el hechizo hizo efecto en él a unos 10 centímetros de su cuerpo que viajaba directamente hacia Ishaya para clavarse en su piel y hacer que se desangrara.

 

Mientras que las medias lunas volaban hacia el contrincante del Crouchs el mortífago se alejó unos dos metros mas hacia la derecha y atrás, no le daría la capacidad de arremeter de nuevo contra él tomándolo por sorpresa.

 

- Al parecer un pollito se salió de su corral... Pero aquí está Colagusano que te enseñará lo que le hacemos a los pollos perdidos SECTUSEMPRA... -

 

U rayo de luz blanqucina salió de la varita del Crouchs directo al fenixiano el hechizo estaba creado para dar en el haciendole grande cortes en el cuerpo hasta provocar su muerte. Mientras el rayo viajaba el mago oscuro miraba que nada se obtruía entre él, el rayo y el fenixiano...

 

Esta batalla no tendrá un final felíz, no para la orden del Fénix.

[That is not my name]

El problema con mi contrincante era su excesiva seguridad, lanzó sus movimientos sin siquiera defenderse de la serpiente ya que, como todo buen duelista mayor de 11 años que es cuando se tiene edad suficiente para razonar en esas cosas, la especificación del morphos fue en un tipo de serpiente para inyectar el veneno y, al especificar que su túnica lo cubre por completo y es de tela bastante gruesa, da la masa suficiente para transformarla en mi cobra filipina.

 

Nunca se debe pasar por alto la mordedura de una cría de serpiente venenosa (los cachorros de serpiente no existen) ya que si bien éstas inoculan una cantidad menor de veneno que sus parientes de gran tamaño, el veneno puede ser más peligroso y potente que en los ejemplares adultos a pesar de su menor cantidad, o dicho de otra manera, compensan la escasa cantidad con una mayor calidad.

 

Mi contrincante estaba envenenado por un simple error que cualquiera podía tener y yo, bueno, podría continuar con el duelo sin ningún problema ya que no tenía ningún tipo de daño en mi cuerpo. Mi rival había decidido que lo mejor era no curarse el veneno sino atacar con un par de hechizos, algo que no me causaría mucha molestia, al final de cuentas podría tener el tiempo suficiente para realizar una estrategia bastante firme y seguir con la ventaja dentro del duelo, sólo debía de darle el tiempo suficiente para que el veneno hiciera estragos en su sistema y éste cayera desmayado.

 

- ¡Silencius! - Lancé el efecto para que su siguiente movimiento luego de las medias lunas quedara atorado en su garganta y no pudiera realizarlo, sin embargo eso significaba que tres medias lunas se clavaron en mi brazo izquierdo, el que tenía libre. Me las quité de inmediato y continué con mis movimientos.

 

- ¡Silencius! - Nuevamente lancé ese efecto ya que debía de asegurarme que el mago no tuviera oportunidad de tomar su antídoto para el veneno que corría por su sangre y, bueno, mi serpiente seguía atacándolo en sus muñecas, dos golpes certeros en la que sostenía su varita para debilitarla y que no pudiera sostener su varita ya que, bueno, no hizo nada en contra de mi hermosa criatura.

 

Tenía unas leves heridas, eso era cierto, pero tenía el tiempo suficiente para curármelas y a él, a mi contrincante, no le quedaba demasiado tiempo para recuperarse de aquellos movimientos. Era lo único que agradecía de los magos tenebrosos, que estaban demasiado metidos en sí mismos (literalmente) como para ponerme nervioso.