The Winking Skeever (MM B: 106201)

[Vladimir Karkarov]

Bɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴏs

Los tiempos modernos se apoderan cada vez más del mundo mágico, no solo en fines de reformas y en temas tecnológicos, sino que también en la progresiva adaptación de las tendencias muggles importadas por distintos magos y brujas simpatizantes de los sangre sucia.

Vladimir tenía esto presente desde muy temprano en su juventud, aun siendo mago de sangre pura, le gustaba simpatizar con los muggles y presentaba particular interés en su forma de vida. De ahi el hecho de conocer tantas bebidas conocidas por muchos muggles las cuales importo a su local, con tal de satisfacer a sus clientes con rarezas deliciosas,

Se puede decir que su construcción es de las más antiguas en el Callejón Diagón, usadas piedras redondas y pegadas con mortero, le daban una apariencia bastante medieval. Sus tonos grises y opacos dan un aire de tranquilidad a la fachada, además de sus ventanas, que oscurecidas permiten una intimidad única. Fachada

Al entrar a la taberna, se puede escuchar de primera entrada la voz del bardo con su flauta, o con otro instrumento de su elección, armonizada a veces por las voces y aplausos de los magos y brujas que llegan concurridamente al local. A la derecha de la entrada se encuentra la barra de pedidos con capacidad de unas diez personas. Bardo.

La bebida es algo importante para mantener el aire medieval, aguamiel, vinos, fermentos y una que otra cosa que no se dice muy a la ligera, además, hay una sección especial para los brujos y brujas que quieran tomarse algo más moderno, tragos, cocktails entre otras cosas.

El ambiente acogedor es amenizado por una fogata en medio del local, donde se puede ver algunas comidas siendo asadas, la fogata rodeada por algunas sillas y bancos individuales eran lo mejor para entrar en calor; sin embargo, si se contaba con una pareja para calentarse, bien se podía ir a las sillas acolchadas para dos o tres personas a los laterales del interior del negocio, a esta zona se le llama popularmente lo oscurito.

 

Nombre del Negocio: Tʜᴇ Wɪɴᴋɪɴɢ Sᴋᴇᴇᴠᴇʀ
Nombre de los propietarios: Vladimir Karkarov
Rubro al que se dedicará: Taberna
Afiliados: Se aceptan.
Criaturas: --
Objetos: --
Personajes: --
Nick con link a tu ficha de personaje: Ficha
Link a la ficha de tu familia: Ficha
Link a Bóveda Personal:No. 97830
Link a la bóveda de tu negocio: Boveda
Link al local del negocio: Link

La encargada de servir y llevar los pedidos.


El encargado de vigilar el fuego y las peleas.

Editado 11 de Junio del 2018 por Vladimir Karkarov

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Deje caer la capucha sobre mis hombros dejando ver el brillo intenso de mis ojos azules bajo la iluminacion del local. Ese seria un buen lugar desde donde comenzar a movernos como grupo...hasta ahora habiamos estados dispersos, lejos del ambito publico dedicandonos a solo algun que otro robo o tareas mas ligeras, investigacion y secuestros menores. Sin embargo desde la desaparicion (secuestro) de los periodistas habiamos mostrado al mundo magico lo que podriamos llegar a hacer y eso presuponio, en la mente del Jefe, unir nuestros esfuerzos para sobrevivir.

 

Vladimir habia hecho un buen trabajo, un local que seria una buena tapadera, vestimenta adecuada y una forma de contactarnos para realizar un trabajo..aunque el Oyente tendria trabajo de mas concertando el contrato. De todas formas aun faltaba detalles para el comienzo de las operaciones, inclusive herramientas para nuestro trabajo, la varita???..si era una de ellas, pero en nuestro negocio una varita no era suficiente.

 

-Esperemos a que lleguen los demas- dije mientras acariciaba mis hombros...aun me dolian...de cierta sesion privada...no muy placentera.

 

Y hablando de esto..tendriamos que tener un metodo de acceso a este local...sino cualquier curioso podria estropear nuestros planes...si....en eso tendriamos que enfocarnos..asi como tambien el lugar donde concentrar y almacenar nuestros contratos...evidentemente con un doble fin...segun el Jefe una vez que nos contactaran..mejor dejarles claroque seria un lazo paa toda la vida...aunque la extorsion no estaba entre nuestras labores...eramos criminales asi que sabriamos usarlas.

 

-Por cierto aun no me entregas todos los galoenes que me debes- dije sonriendo..medio broma medio verdad....al final de cuentas el rapto de su ¨esposa¨..habia sido algo bastante complicado.

[Anne Gaunt M.]

Las palabras de su padre resonaron en su mente. "¿Has visitado el nuevo local de Diagon? Sirven unas pintas fantásticas, parecidas a las de aquella tabernita que frecuentábamos cada viernes en Cork, ¿recuerdas?", le había comentado su padre a la hora de comer. El brillo en la mirada de Shiro había sido suficiente para que Anne sintiera curiosidad por ir hasta aquel lugar que le había dicho a pesar de que aquella tarde había pensado ocuparla con otras tareas más importantes. «Al cuerno con todo. Tengo que verla, a ver si realmente es tan buena como dice el viejo», pensó, con despreocupación.

 

Y con ese pensamiento, había salido del castillo Gaunt sin pararse prácticamente a nada salvo para tomar algunas monedas y su capa negra. Ahora caminaba por el Callejón Diagon con paso lento mientras dejaba que sus ojos grises se fijaran en los rostros de aquellos con los que se cruzaba. Un hombre de ojos negros se había quedado mirándola y ella había aguantado aquel escrutinio con frescura, sabiendo que el hombre terminaría por bajar la mirada antes que ella. Así había sido, y la warlock había esbozado una pequeña sonrisa al percatarse del estremecimiento que había recorrido al tipo tras sentir el aura oscura que envolvía a la mujer.

 

Una fachada empedrada grisácea captó su atención: era la descripción que le había dado su padre. Sin vacilar ni un instante, empujó la puerta y penetró en el local. El ambiente de la taberna la envolvió casi desde el primer instante y tuvo que entrecerrar los ojos para que estos se acostumbraran al cambio de luz que había entre el local y el exterior. Se apartó un mechón de pelo rebelde de la cara y se acercó hasta una barra, dispuesta a probar una de aquellas bebidas de las que le había hablado Shiro con tanto entusiasmo.

 

— Quiero... vino. ¿O tenéis cerveza? Casi que prefiero lo segundo —pidió, sin mirar a la figura que había al otro lado de la barra. Un bardo cantaba mientras acompañaba sus palabras con un laúd y la Gaunt no podía apartar la mirada de él, como si le hubiera hipnotizado.

[Vladimir Karkarov]

Alma, atendiendo a Anne.

 

-¡Bienvenida a The Winking Skeever!, ¿En qué puedo servirle señorita?- Dijo con una sonrisa de lado a lado la simpática Alma detrás de la barra, donde atendía a los nuevos clientes que llegaban con su gran sonrisa, su delantal azul sobre una camisa blanca impecable y la placa dorada en su pecho donde dice su nombre. -Por supuesto que sí le ofrecemos cerveza, señorita.- contestó tranquilamente mientras caminaba hacia la barra de licores, custodiada por un duende encargado de preparar los tragos más populares.

 

Tomó un pequeño barril de cerveza y una jarra bastante fina para la cliente, pero que perfectamente podía contener hasta un litro de cerveza. Se encaminó de nuevo hacia la barra donde se encontraba Anne y colocó el pequeño barril y la jarra para que se sirviera al gusto, pero antes, sacó su varita y con un ¡zas! la cerveza estaba fría. -Servida joven, especial para el calor que últimamente hace.- y es que no era de menos, la fogata en medio del local aportaba una cantidad de calor considerable al local.

 

-¿Desea algo más la señorita?, recuerda que puede pedir las canciones que desee por allá en la maquina de música, nuestro propietario siempre piensa en la comodidad de los clientes. O bien, puede pedirle un tema especial a nuestro bardo, como cantarle un poema. Es un experto improvisando- le guiñó el ojo mientras le sonreía, era cansado el trabajo pero ella siempre era amable con todos. Tomó el trapo blanco que llevaba en su delantal y limpio la ya pulida barra.

 

@

 

 

 

 

Vladimir Alexae con Sean en la planta superior.

 

Observé los movimientos de mi socio Sean, tal parecía que le incomodaba algo, ya que se veía con pequeños bultos morados bajo sus ojos y se notaba cansado. Luego de que habló, me aproximé de nuevo a mi silla, donde respiré profundamente, habían sido meses muy cansados de buscar recursos para reabrir el local.

 

-Bien, Guardián nos avisara cuando lleguen los demás, ya ellos saben la palabra secreta (Penitus Oculatus) para que los deje pasar.- dije tranquilamente mientras enlazaba mis manos y venía de nuevo a Sean de un modo bastante pensativo. las cosas en la Hermandad estaban comenzando y no sabíamos que nuevos enemigos no haríamos en el mundo mágico.

 

Escuché lo que dijo Sean acerca de su pago, recordé que no le había pagado el favor así que del escritorio saqué una bolcita de cuero llena de galeones y se la tendí tranquilamente mientras le sonreía. -A ti no se te escapa una ¿verdad?- dije en son de broma y sabiendo que la cantidad de galeones que le pagaba era el doble de la acordada. Un pequeño incentivo y para ganarme su favor. @

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Una contraseña, para empezar estaba bien, pero tan endeble ante ciertas circunstancias, un desmemorizador competente y adios secreto, una tortura bien enfocada y se iria todo al traste. No necesitabamos algo mas sofisticado, algo que solo nos identificara a nosotros, los iniciadores, o no solo eso, sino al los altos rangos de la institucion que pensabamos crear. Aun asi yo solo no podria pronunciarme, aunque tal vez...

 

El sonido tintineante de los galeones me saco de mis cavilaciones, nada tan hermoso como eso, salvo tal vez una chica sensualmente ataviada en ropa interior, esperando a ser ducubierta en su lujuria, si esa vision era incomparable. Bien heme aqui..sonriendo ante su perpicaz vision del asunto, si, en cuestiones de dinero no se me iba una..y ahora con tan buen pago...estaba mas alegre aun...evidentemente Vladimir era un chico con muchos recursos...lastima que ambos compartieramos al misma suegra.

 

-Por cierto...creo que encontre a una socia para cuestiones dolorosas- dije mientras acariaba mis hombros..si..habia sido una fina muestra de la tortura que podia realizar..aunque aun..pensaba que se podia mejorar..como todo en el mundo- realmente fue muy convincente...

 

Lentamente saque mi libreta de notas...y la observe con detenimiento..ahi habia tres nombres de feminas..uno de la torturadora en cuestion..otra de una chica con futuro..con las artes que estaba aprendiendo...rapidamente podria ser de ayuda...en el apartado de asesinatos...seria un buen respaldo..y en este negocio eso era vital...y no solo en ese apartado...con sus talentos...tenerla con nosotros era casi pensar en una sexy llave maestra que abriria un sinfin de posibilidades.....y la ultima...pues que decir...crisol de belleza por fuera...letal su accionar...una chica que podria pasar desapercibida...en su labor...si...habia tenido suerte..y claro estaba mi hermana...lejos un no sabia por que???

[Aysha Potter Black T.]

Aysha por fin había descansado un poco de las últimas tareas que había tenido que realizar, así que suspirando al saber que debía ir a aquel local nuevo donde la habían citado se coloco su atuendo normal (jeans negros pegados, camiseta blanca, con una chaqueta de cuero negra con decoraciones en diamantes, unas botas del mismo color y detalles. Mientras que su cabello era suelto en estilo cascada). Al verse en el espejo se creo una lujuriosa sonrisa al ver que moustro había creado alguien por allí.

 

--No debiste bebe..--

 

Diciendo esto, la joven tomo su varita y la coloco en la cadera para sacarla si era necesario en cualquier emergencia que dudaba que pasaría. Pero precavida valía por dos en aquellos días. Sonriendo con paso decidido desapareció directamente al frente de aquella tienda con aspecto de nueva pero que realmente era solamente una tapadera de lo que realmente se nutría de galeones en esa época tan llena de sin placeres.

 

La bruja camino entre la taberna y consiguió lo que necesitaba, al bendito guardián cosa que la cautivo. Sonriendo con un toque seductor se coloco al frente de aquel tipo y con palabras melosas dijo la contraseña.

 

--(Penitus Oculatus)... --

 

Cuando estaba diciendo, paso su uña perfectamente hecha por la barbilla de aquel guardián solo para causarle un rasguño muy limpio en el lugar indicado.

 

--Si me haces esperar mas, esta uña pasara por muy cerca de otras partes y te aseguro que no podrás nunca ver descendencias...¿Me dejas pasar?--

 

Mordiéndose el labio inferior por el deseo de causarle daño a cualquier persona que no hiciera lo que ella quisiera, espero a que el tipo hiciera su trabajo lo mas rápido posible.

[Anne Gaunt M.]

La Gaunt parpadeó varias veces cuando vio la jarra que la tabernera depositaba frente a ella y esbozó una sonrisa divertida cuando ésta la refrescó mágicamente. La tomó mientras Alma seguía hablando y se sirvió una considerable cantidad de cerveza proveniente del barril que también había colocado a su alcance. Se llevó entonces la jarra a los labios y saboreó la refrescante bebida. Simplemente perfecta.

 

— Waa... casi tan perfecta como la que sirven en mi tierra —comentó, guiñándole un ojo a la tabernera. Luego decidió detenerse en una cuestión que le resultaba muy interesante—. Disculpa que te moleste con mi curiosidad pero... ¿quién es el propietario del local? No me malinterpretes, verás. Yo también soy empresaria aquí, en el Callejón Diagon, así que me gusta conocer a mis compañeros emprendedores. Capaz que le conozco —le comentó, para evitar que tergiversara su interés.

 

Mientras esperaba una respuesta a su pregunta, Anne dejó que sus ojos observasen el entorno del local con calma. El bardo seguía cantando y el fuego, en el centro del local, crepitaba alegremente caldeando el ambiente. La pelicastaña se removió en el asiento que había ocupado al entrar y luego regresó la mirada a la jarra, de la cual bebió otro sorbo un poco más largo que el primero. El amargor de la cerveza le invadió la boca y, cuando volvió a soltar la jarra, estuvo a punto de relamerse de puro gusto.

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Mirando de blog de notas...fui anotando los aspectos que deberiamos limar para una organizacion eficaz...la contraseña que usabamos en este momento seria transitoria...habia que hacer algo mas seguro..por ahora habia pocos mismbros...asi que se podia hacer algo un poco mas personalizado....Por cierto...tambienhabia que cuadrar que pasaria en el hipotetico caso de aumentar en numero...si...ese seria un asunto importante...de hecho ahora que veia..tenia casi dos paginas escritas...y hasta ahora no llegaban los demas...

 

Mire mi reloj y sonrei....tendria que justificar mi ausencia con la Jefa del Departamento y rendir un informe ante el jefe del asunto del secuestro de los periodistas....si..dia ajetrado...y mas con un jefe comodon como el mio...con toda esas escusa de no llamar la atencion y no dejarse ver...Asi pues mire a Vlad....y me levante...dejando un trozo de hoja en la mesa

 

-Vlad..el tiempo es oro...y al parecer la reunion tardara algo- guarde mi bloc de notas y me dirigi hacia la puerta- ahi te deje un hoja...lo que escribas ahi..lo recibire...asi me avisas cuando esten todos..puede que te sorprendas de algunas caras.

 

Sin mas cubri mis cabellos con la capucha de mi capa..y descendi hasta el piso inferior..para ser una inaguracion...habia bastante poco movimiento...pero eso por ahora era bueno para nosotros..pero...Aysha???..al parecer no todos era impuntuales...lentamente me acerque a ella y viendo como se las daba con el guardia me acerque por la espalda para sujetarla por las caderas y susurrarle al oido.

 

-Sabes...el solo cumple con su deber...-sonrei..era bastante interesante ver la irreverencia de la chica...habia cambiado....con un poco de trabajo..-por cierto necesito una agradable escolta para ciertos asuntos..vienes???

[Vladimir Karkarov]

Alma, con Anne.

 

La inquieta elfina se relajó al ver la aprobación de la cliente ante la cerveza, ¿quien no?, era de la mejor cerveza que se podía concebir en Alemania, muchas veces importada por métodos poco cotidianos debido a su escasez. Si bien no todas las comidas o bebidas que se encontraban en el local estaban en el menú, se podía preguntar libremente, un pequeño error que tuvo el joven Vladimir a la hora de hacer el inventario de cosas. La elfina escuchó la pregunta de cliente y frotando sus largos y delicados dedos en un trapo respondió.

 

-Su nombre el Vladimir Alexae, joven damita, Lockhart. O como muchos lo conocen, Vladimir Alexae. Ahora mismo se encuentra en el loca, si quiere le puedo avisar que venga a visitarla, joven- propuso la elfina con una media sonrisa en su rostro, con un chasquido podía estar en segundos donde su amo para llamarlo. -O también puede pedirle una canción al bardo, si así gusta.-

 

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Vlad con Sean, segundo piso.

 

-Bien Sean, queda a tu decisión ciertos aspectos que se salen de mi control en este momento, como verás, tengo un negocio por administrar, yo solo haré ciertas cosas por acá...- dije esperando no molestar a mi socio, las cosas podían simplemente no funcionar o venirse abajo por una mala decisión; así que me percaté de que tal cosa no sucediera.

 

-También puedes contar con mi ayuda para futuras modificaciones, sabes bien que...- pausé mi conversación ante la llegada de una persona a la cual no conocía. Enarqué una ceja y noté que Sean se dirigía a ella con total confianza, por lo tal sospechaba que se podía tratar de una nueva compañera. Solo esperaba que no se equivocara en escoger a las personas, ya que se requería de la mayor precisión y sencillez posible.

 

Caminé por la sala hasta llegar al mini bar, tomé una copa y la llené de whiskey, chasqué la lengua al sabor de la bebida, me despertaba el estomago y un gran calor me recorría internamente. Continué: -Bien, como te decía, las cosas ahora estan un poco improvisadas, pero eso no quiere decir que no se puedan mejorar, por eso, precisamente es que hoy te mandé a llamar. Espero que me dejes las notas lo más pronto posible.- Concluí y terminé mi trago.

 

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[Akiza Ravenclaw H.]

Con un pereza inusual comencé a pasear por el callejón Diagon, estaba en esa ocasión vestida con jeans rotos unas botas cafés y un strappers negro y un pequeño saco del mismo color que la blusa. Miré a mi alrededor a ver donde podía pasar el rato que me llamó la atención un negocio diferente, ya que su fachada era de piedra, parecía algo medieval y me agradaba ese tipo de negocios raros y exóticos.

 

Con ese pensamiento, decidí entrar al lugar a pesar de que no sabía de que se trataba. Al entrar seguía con el aire medieval cosa que me agradó bastante, además escuché instrumentos tocar, y con una gran sonrisa entré al local. Vi una mesa casi apartada del escenario principal, y me senté ahí. Me dio la impresión que era un bar- restaurante, cosa que si me agradaba bastante, ya que puedo variar muchas cosas en el local.

 

Miré a mi alrededor, a ver si había alguien conocido, y vi a una elfina doméstica atendiendo. Así que le hice señas para que me pueda atender, cuando llegó a mi lado le pregunté.- Buenas tardes ¿Me puedes ayudar con el menú para poder ordenar lo que quisiera comer?.- dije tranquilamente mientras me quedaba mirando el lugar, le gustó bastante que podía quedarse un tiempo considerable.