The Winking Skeever (MM B: 106201)

[Vladimir Karkarov]

-¡Un cliente!-

 

Exclamó el peculiar elfo domestico al ver entrar a una joven al local, las cosas se llevaban tranquilas por un buen tiempo, por no decir muertas. El local había caído en un poco de incertidumbre por la extraña desaparición de Vladimir pero que tras una época de caos regresó de entre las cenizas. Ahora el local podía estar de nuevo en función, atrayendo nuevos clientes, nuevas miradas y por supuesto algunos galeones.

 

El elfo, apresurado, lanzó una orden con los dedos una mirada fina a la elfina camarera. Esta se apuró, alisando su malla medieval y su casco con cuernos, agarró uno de los menús y se lanzó apresurada a atender cordialmente a la joven. Pero en ese momento una de las anillas de su traje se enganchó con uno de los asientos, haciéndola rebotar en el suelo y haciendo que el menú cayera en la cabeza de la joven.

 

Por suerte, el joven Vladimir bajaba de las escaleras en ese preciso momento, con el brazo pegado al costado y lleno de vendajes, ademas con varias cicatrices en su cara. Contempló la escena con un grado de gracia, pero se acercó a la elfina y le llamó la atención:

 

-Gloria, te dije hace eones que recortaras las anillas de más en tu traje, este incidente no habría pasado de ser por eso... ahora por favor, haz lo que te dije. -

 

Observó como la elfa se alejaba con lentitud para no hacer sonar las anillas de más y para no caerse de nuevo, eventualmente. Vladimir se dirigió a la recién llegada y le entregó el folio con el menú con su mano izquierda.

 

-Lamento lo que ocurrió, espero que eso no haya desagradado tu experiencia aquí. Aquí está el menú, espero que te deleites con nuestro mejor chef. Por cierto, soy Vladimir, el administrador del local... no deje que mi apariencia estropeada te intimide, por favor, estoy para servir... por cierto, la casa invita a una cerveza, si tomas, por el incidente. -

 

Agradeció a la joven con un apretón de mano y se alejo un poco hasta llegar a la barra, donde habló en voz baja con el elfo senior que estaba a cargo mientras el no estaba.

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

Cuando me senté, vi que el local se alborotó. Me quedé sorprendida ya que no veía tanta emoción a un local. Luego de golpe pude observar que venía una elfina con mucha efusividad que no se dio cuenta que se iba a tropezar, cuando adiviné lo que iba a pasar, la carta cayó en mi cabeza mientras la elfina quedó en el suelo. Antes que pudiera reaccionar para coger la carta, una mano se extendió y cogió el menú de mi cabeza.

 

Miré a la persona que acababa de aparecer de una forma repentina, y me quedé viendo sus cicatrices que tenía en la cara ¿Qué le ha sucedido? me pregunté a mi misma pero decidí olvidarlo por el momento luego podría estar preguntando...esperaba que me pueda contestar.- Emm...no pasó nada, no le regañes...gracias un gusto también, mi nombre es Akiza...y no me intima he visto cosas peores.- en ese sentido tenía razón ya que se acordó de su vida pasada.- Y gracias por la cerveza la aceptaría con gusto.- sonrío un poco y esperé a que me sirviera la bebida, y miré el menú, a ver que podría comer.

 

 

EDITO: Se me dio el enter T.T antes de tiempo T.T..listo perdón jejeje

Editado 26 de Enero del 2016 por Akiza Ravenclaw H.

[Vladimir Karkarov]

-¡Oh!... pues mejor aún, me alegra que hayas decidido entrar a comer algo de nuestro menú, joven Akiza, para mi es un placer. Por favor, siéntase como en casa.-

 

Vladimir se dirigió a la barra de los pedidos y alistó con su única mano una cerveza de enebro, negra y fría, para refrescar el gaznate. Además, en una pequeña canastita colocó unos panecillos y un embutido recién asado a las brasas. Ya era hora perfecta para tener una comida en forma, si es que se podía decir que era medio día, el sol había estado así por horas. Regresó con paso firme e inspeccionó a la joven de forma más calmada, no había podido notar lo hermosa que era con toda la agitación que hubo por los elfos.

 

-Aquí tienes joven, buen provecho... Y...- le colocó la bandeja para que ella comiera y se sentó disimuladamente al frente de ella. --Te pido disculpas por lo que sucedió con los elfos, los clientes han estado algo ausentes debido a varias razones, entre ellas el hecho de que unos encapuchados me raptaran... por eso tengo estas cicatrices.- comentó con una cara un tanto angustiada, solo él podría saber las cosas que le hicieron durante ese secuestro. Sin embargo le sonrió a su invitada y continuó hablando con normalidad.

 

-¿Y tu, joven?... Qué puedes comentarme sobre ti, hace mucho no entablo diálogos con alguien, eres la primera en venir. ¿Cómo sigue el mundo mágico@@Akiza Ravenclaw H. de fuera?- preguntó tranquilamente mientras veía a la joven servirse. Esperaba que sus preguntas no la molestaran.

[Akiza Ravenclaw H.]

Mientras esperaba a que me sirvan, miré alrededor, me encanta el estilo medieval. Había poco movimiento y no sabía el porqué. Di un leve suspiro y miré la barra al chico que estaba preparando las cosas y miré luego la mesa. No sabía que iba a pasar en muchas cosas, pero antes que pudiera pensar en algo más, apareció nuevamente ya con la cerveza y con otras cosas de picar, que realmente olía muy rico. No me di cuenta en que momento ya se sentó pero le agradaba la compañía ya que hace mucho tiempo que realmente no compartía con gente, no después de tanta desapariciones.

 

Escuché atenta lo que estaba diciendo, parecía que estaba contento ya que me alegró bastante.- Muchas gracias, realmente huele delicioso así que si ha de saber rico..- oí lo que más decía y me quedé sorprendida de su secuestro.- ¿En serio te secuestraron?. Que mal...al menos ya estás de vuelta. ¿Capturaste a tus raptores o no tienes idea quienes fueron?-pregunté un poco intranquila, ya pasó mucho para que nuevamente le vuelvan a secuestrar.

 

-El mundo mágico, cómo siempre, con otras normas por lo que he descubierto. También hace mucho tiempo que no he pisado este mundo, hay muchas cosas nuevas para mi también, así que estamos un poco perdidos de todo.- dije con una leve sonrisa.- ¿De que familia eres?.- pregunté ya que no sabía que más decir, inconscientemente cogí un embutido y me lo comí.- Wow está delicioso, felicidades.- comenté una vez más.

[Vladimir Karkarov]

-Gracias...- dije tranquilamente mientras pensaba en lo que me decía.

No tenía pruebas contundentes de quienes fueron los que me secuestraron, solamente pude escapar de la muerte, no tuve tiempo de encontrar pistas o algo que me dijera quienes eran. Solo un símbolo, un dragón rojo, con un corazón lleno de espinas entre sus garras. Algo que no olvidaré, de seguro, pero hacía el propio por al menos parecer calmado ante los clientes y atender de forma amena. Pero estaría persiguiendo cortinas de humo un largo tiempo.

 

-No...lastimosamente no pude capturarlos, pero están renuentes a caer en mi venganza en cuanto me termine de recuperar.- dije un tanto emocionado en tan solo pensar en lo que le haría a los villanos que me habían secuestrado, no podía contener la rabia que me daba lo que me hicieron pasar durante casi un año. -Bien... entonces afuera seguramente sigue todo igual a como estaba. Es algo raro la perpetuidad de las cosas en la magia ¿no crees?-

 

Aguardé un momento mientras comía, se veía con hambre o tal vez es que yo exageraba las cosas que veía. Lo que sí sé es que el aderezo y la cocción de las salchichas de ni yo podía resistirme a probarlas que cada vez que las veía, pero ahora me sentía mal de ánimos, el extracto de una planta para el dolor me ponía de mal humor.

 

-Soy Lockhart... ¿Y tu?- respondí tranquilamente, mientras me levantaba luego de escuchar su respuesta, me alisé la camisa negra con labrados dorados que llevaba y le hablé con cortesía: -No quiero distraerla de sus alimentos joven Akiza, si no le molesta iré a la cocina a poner todo en orden... y si aún le quedan ganas de hablar puede llamarme con toda confianza. - dije tranquilamente dándole una pequeña sonrisa.

 

@@Akiza Ravenclaw H.

 

[Akiza Ravenclaw H.]

Con una sonrisa en el rostro, miré al hombre que fue secuestrado, se parecía mi historia pero de otra forma. Di un leve suspiro y seguí picando un poco las delicias de la mesa.- Así que todavía no te encuentras recuperado, deberías descansar mucho más y las fuerzas vienen y así para que puedas ir a buscarlos.- dije un poco animada, luego escuché del mundo mágico.- No has salido de tu ataque verdad, insisto tienes que recuperarte y puedas darte un paseo.-

 

-Yo soy de la Familia Ravenclaw.- ya que me contestó la pregunta de las familias y luego vi cómo se iba a levantar a seguir haciendo sus labores, me imaginé que era el dueño del local.- Esta bien...si te desocupas puedes venir nuevamente ya que si me voy a quedar un buen tiempo, y tampoco te quisiera distraer en tus deberes con el local.- dije con una sonrisa devolviendo la misma que me dio el chico. Saqué un libro muggle y esperé a que regrese para seguir conversando, ya que le cayó muy bien y le gustaría conocerle un poco más.

[Vladimir Karkarov]

-¿Qué es lo que pasa aquí?- dije enarcando una ceja y mirando desafiante a los dos elfos que se encontraban en la cocina.

 

-Creo que ya olvidaron hacer las cosas... ¿Verdad?- me agaché a rejuntar una olla quemada por el fondo y con olor muy extraño

 

-¿Que rayos estaban cocinando aquí?- reí con una mueca un tanto sarcástica, pero a la vez tratando de no hacer sentir mal a los elfos. Después de todo eran mis únicos ayudantes. Coloqué la olla en la mesa y saqué mi varita con la cual apunté hacia un mechero, una escoba y varios trapos que sirvieran para limpiar las mesas, las ollas las llevé al fregadero y encanté los utensilios para que se comenzaran a lavar... luego de eso encargué a los elfos el acomodar la comida por fecha de vencimiento.

 

-Bien... espero que ahora sí todo pueda estar en orden... vengo en un rato- salí automáticamente hacia mi cliente dando unos pasos algo lentos y seguros, viéndole disfrutar de la comida, al menos estaba seguro que esa no estaba vencida... benditos elfos, que luego de un tiempo de no hacer nada se vuelven lentos. Pero bueno, es mi culpa por permitir el secuestro.

 

-¿Así que Ravenclaw, eh?.... es una gran familia, eso de seguro. Los fundadores de Hogwarts... que honor tener esa sangre.- sonreí mientras me acomodaba de nuevo frente a ella. En ese instante moví la varita para que las llamas del fuego se avivaran y alumbrara mejor la instancia así como temperatura.

 

-Y lo sé... tengo que reposar, pero tengo tantas ganas de salir a caminar, de ver los verdes arboles, de visitar a mi familia, de sentir de nuevo el mundo. No he salido de esa puerta-señalé la puerta del local-desde que regresé hace un mes, el miedo me conmueve a no hacerlo. Pero eres la primera persona que aparece en este tiempo, es genial que al fin aparezca alguien.

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

Sentí que el chico comenzó a irse para ver que había en la cocina, asi que me quedé en mi lectura, un libro que me ha interesado del mundo mágico Divergente. Es un libro para mi muy especial. Me sentía cómo la chica que no sabía que era pero a la final era especial. Seguí leyendo cautivada de la historia de esa chica, así de quitar los ideales y luchar por lo que ella era, para mi era increíble. Di un leve suspiro hasta que escuché pasos que venían hacia mí. Me imaginé que era el dueño del lugar así que alcé la vista al ver que volvía a tomar asiento.

 

-Bienvenido de nuevo.- digo con una sonrisa, y dejé mi libro a un lado para seguir conversando.- Si es un honor ser Ravenclaw, igual con la limpieza de sangre y demás.- dije con una sonrisa.- Por lo visto no lo has pasado muy bien en este tiempo, si te entiendo tampoco ha sido muy bonito para mi.- dije dando un leve suspiro. Lo miré.- Si deseas pasear me dices y salimos mas tarde a pasear.- comenté con una sonrisa en el rostro, también tenía que apartarse de lo que le ha pasado últimamente.- ¿A donde quisieras ir a pasear? Ya que tampoco es tan bonito estar aquí encerrado.-

[Vladimir Karkarov]

-Lo sé... aunque me he llegado a acostumbrar realmente. Es como que no tengo más opción que esa.-

 

Le respondí algo triste, recordando los dolores que pasé, noche tras noche, encerrado en mi oficina, acostado en un viejo catre de metal que había conseguido. No tenía fuerzas para levantarme ni siquiera para comer, estaba muy mal, pero entonces uno de mis elfos me ayudó, alimentándome y demás. Todo esto recordaba como en un flashback en mi mente mientras conversaba con la joven cliente.

 

-Me gustaría ir a algún lago o algún río para poder disfrutar del agua fría de nuevo- respondí resoplando mientras hacía acercarse una pinta de cerveza. Al cabo de un instante saqué la cajetilla de cigarros y los coloqué en la mesa, observandolos de reojo, con y sin ganas de fumar, pero antes, volví mi cara hacia Akiza -¿No te importa que fume uno verdad?- también me quité las vendas que sujetan mi brazo al torax y las metí dentro de un bolsito mágico que tenía una capacidad aumentada. Así podía tener más libertad para utilizar mi mano.

 

-¿Tu a donde quisieras ir?- comencé a recordar algunos sitios geniales para ir en el callejón, un parque acuático o algo por el estilo, un museo y simplemente ir a otro país, podíamos hacer lo que quisiéramos, solo faltaba recoger la ropa y marcharnos, eso si Akiza quería aceptar la invitación. Le sonreí tranquilamente esperando su respuesta.

 

@@Akiza Ravenclaw H.

[Akiza Ravenclaw H.]

Lo miré preocupada por su condición, se notaba que ha sufrido un poco por todo lo que le ha pasado últimamente. Di un leve suspiro y traté de hacerle sentir mejor. -Vamos si puedes salir a divertirte, inclusive a solas y demás, además sólo tienes que sonreír y todo mejorará.- comenté un poco alegre para contagiar mi estado de ánimo al chico. Sabía que estaba pasando un mal rato y si llegué allí me imaginé que es para animarle, así que eso lo haré claro si el desea.

 

Escuché atentamente sus palabras, y con una sonrisa me di cuenta que quería salir del bar, que a pesar que era bonito él tenía que relajarse y salir.- Wow tienes muchos lugares para salir.- comenté contenta por el chico...luego vi que sacó un cigarillo y se disponía a fumar, miré cómo desataba sus vendas y parecía que si pasó un buen tiempo en recuperación. Di un suspiro y asentí con la cabeza yo quién era para decirle que no fume.- Dale claro puedes hacerlo.- dije mirádolo.- Si veo que te han atacado muy feo.- comenté triste.

 

Luego miré a la ventana antes de contestar a la pregunta que me hizo Vladimir.- A mi me gusta ir a los lugares abiertos, al igual que a ti.-dije con una sonrisa más, me alegraba que mi antigua yo resurgía en estos momentos que me ponía feliz por algo.- También me gusta ir a los cines, parque cualquier lugar la verdad.-comenté, mirando todavía la ventana, tenía una linda vista. Con otro suspiro miró al chico y esperó a ver que era lo que quería hacer él.