Jump to content

Agencia de Viajes El Fénix Aventurero (MM B: 78435)


Sagitas E. Potter Blue
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Rumbo al Santuario de los Fénix:

Me mantuve seria ante la respuesta del Uzza. O al menos todo lo sería que pude hasta que Matt soltó una risotada. No pude evitar que me contagiara la risa y, sin abrir la boca, eso sí, solté una risita al imaginarme a aquel hombretón cargando una silla a sus espaldas, en plan mochila, y atado a ella al larguirucho de mi hijo. En serio, una imagen muy cómica que tuve que frenar porque estaba segura que nos tomarían por locos si seguíamos riéndonos ante la gravedad del asunto que parecía cocerse entre los muros..., esto..., entre las telas de las tiendas del poblado de Siwa.

Además, no sé si el Uzza aguantaría mucho tiempo a esa "mochila" murmurando a sus espaldas, ya fuera por el dolor (pobre mi niño) o por la posición bastante ridícula en la que era transportado a... a...

-- ¿Dónde demonios está ese santuario? -- pregunté, intentando dar seriedad a mi rostro, alejando aquella imagen tipo abuelo de Heidi con Clara, alusión a una famosa, aunque antigua, serie de dibujos animados de los muggles. No recibí respuesta, algo normal si la muchacha salía corriendo ante la orden que había dado mi hijo, con voz bien fuerte. Cuando desapareció, me volví hacia Matt y puse una mano en su hombro, aunque sin saber si ayudarle a levantarse del todo o empujarle de nuevo a la cama. -- A ver, ¿se llama Aya, Wasia o qué? Yo me pierdo con estos nombres extraños.

No es que no me interesara esa información sino que consideré más urgente ayudar a mi hijo en su petición de la Curación.

-- ¿Por qué tanto secreto con la ubicación de ese santuario? Si supiera dónde está, podría abrir un portal hacia él y sólo tendríamos que arrastrarte unos pasos para llegar allá -- le pregunté, mientras toqueteaba los vendajes de su herida.

Por supuesto, "yo" era una chica buena y no iba para nada a abusar de esa información ni robar algún huevo o ceniza gris de algún animalejo vejestorio que se auto-incinerara para conseguir un fénix nuevo. Yo nunca haría eso. Creo que sonreí mientras me ponía el anillo y empezaba a pasar la mano a unos centímetros de la herida cuando sentí una voz grave a mi lado y una enooorme mano oscura y llena de anillos se unió a la mía, casi tocándola, murmurando el hechizo de curación. 

El Uzza se había unido a mí para sanar a Matt y parecía que la magia doble hacía efecto inmediato.

-- ¡Oh, vaya! ¡Gracias...! Esto... Sí, gracias... -- creo que estaba sonrojada. Naaa, sería el calor del desierto.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Cerré los ojos momento, antes de desviar la vista hacia Sagitas. Quería saber donde estaba el templo, y la respuesta no le iba a hacer demasiada gracia.

- A  poco más de medio día de camino a caballo. Si saliéramos  después de comer, llegaríamos allí mañana antes del medio día. - contesté, con una expresión de resignación en la cara, sintiendo su mano en mi hombro. Si me lo hubiera propuesto, en cualquier otro momento, no habría conseguido moverme. Ahora, sin embargo, era más bien un muñeco, y cualquier empujón me habría postrado en aquella cama de nuevo. - Y antes de que lo sugieras, no, no podemos aparecernos allí. Solo Bayek puede, nadie más. Ni siquiera su hija puede hacerlo. Su vida gira en torno a la protección del santuario.

 

Y es que, a pesar de ser culturas y formas de entender la magia distintas, seguían teniendo sus hechizos protectores, y solo el portador del águila podía aparecerse en el interior del santuario. La pregunta de Sagitas, malhumorada, me hizo sonreír un momento. Miré hacia la puerta, reprimiendo un recuerdo lejano.

- Se llama Aya. Pero en su pueblo, no solo tienen un nombre común, sino que a algunos se les otorga un Nombre, por por una característica única...o por su posición, si es importante en la comunidad. A partir de ahora te llamarán Sayidat Zahra. - gruñí, aguantando una punzada. - Dama de las Flores. Debes de haberlos impresionado. A mi me llaman Aldhiyb Al'Abyad. Lobo Blanco. Supongo que no necesita explicación. - intenté reir, pero acabó en una mueca. - El nombre de Aya es Wasia... Guardiana. Heredará el cargo de su padre cuando él no pueda continuar. - Y no le hacía demasiada gracia que la llamara asi. La última vez que se lo llamé, me había marchado del pueblo y no habíamos vuelto a vernos.

 

Por un momento noté el tacto frío de Sagitas cerca de la zona herida, y el contraste con el calor que sentía me provocaron un escalofrío. Apreté la mandíbula, aferrándome al pantalón mientras mi madre y una voz más grave murmuraban el mismo hechizo. Tras el dolor inicial, la sensación pareció mitigarse, al menos momentáneamente. Sabía que no era una solución definitiva, pero si no sufría demasiados sobresaltos, aquello me daría unas horas, pasando a ser un dolor sordo, lejano, liviano en comparación a lo que sentí poco antes.

 

- Gracias - murmuré, levantándome despacio. Me tambaleé unos instantes, pero si quería viajar, debía mantenerme en pie. Receloso, mire al grandullón que había sonrojado a Sagitas. Aun tendría que contarme aquella historia. - si esos fénix están enfermos, necesitaremos hierbas, infusiones y cremas. - tenía que pensar en otra cosa, algo que no me recordara mi situación. Yo dependía de ellos.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 meses más tarde...

Una frase va de boca en boca: "¡El demonio anda suelto!" era una sentencia verdadera que acostumbran expresar los muggles... yo sonrió maléficamente, mi mirada miel tiene destellos rojizos al pensar para mis adentros: "¡Tontos ingenuos! No solo hay uno suelto... morirían del terror al conocer la gran cantidad de "seres malignos que existen"... son la presa fácil en este nuevo orden que se está viviendo. ¿Y creen que pueden enfrentarse a nosotros? Su ego los ciega, son solo "nuestros juguetes"

El muggle que está tras de mi, usa un planeador, yo voy en mi motocicleta mágica... con la velocidad más baja para atraerlo hacia un local donde los dueños, son especialistas para la diversión! así que estoy emocionado cuando veo el cartel decorado, no se ve el autobús mágico enfrente, así que desciendo sin problema frente a la agencia y con un andar parsimonioso como orgulloso, entro al local tratando de imaginar lo que puede organizarse...

                  Picsart-22-02-23-05-13-30-507.jpg  

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.