Metamorfomagia

[Malum Luxure]

era hora de la verdad, debía tomar el toro por las astas, andar por el portal fue sencillo ya que no había traba alguna en el camino, al llegar al otro lado me encontré con un paisaje bastante llamativo, una mezcla entre lo citadino y lo verde, un poco pobre a decir verdad pero no le quitaba lo interesante. El pequeño pueblo indio se notaba un poco decaído como una dama melancólica...suponía que era por aquella enfermedad que los azotaba, con la posibilidad de una esperanza que les era negada por culpa de unos pocos egoístas codiciosos.

 

-Bueno creo que es mejor tratar de pasar desapercibida...- Suspire levemente buscando algún lugar donde poder realizar la magia sin llamar la atención.-Perfecto....- Había encontrado un callejón lo bastante alejado para poder levar a cabo mi objetivo.

 

Relaje la mente para no dejarme llevar por las emociones, centrando la mente en los cambios que deseaba realizar, mi cabello de rojo a castaño lacio, mis ojos a marrones, conservaría mi altura, mi piel a una mas oscura, mis orejas y nariz también guardarían su forma ya que un metamofomago no cambia del todo su aspecto, esto del cambio tiene su encanto, me gustaba hacerlo mas allá de todo. Mi ropa también hizo un cambio drástico gracias a mi varita, un sari típico de la ropa tradicional india envolvió mi cuerpo, los colore rojo y dorado resaltaban.

 

-Genial...esto me sale cada vez mejor me parece.- Busque en mi bolso un espejo y comprobé lo dicho, bastante satisfecha, solo esperaba durara lo suficiente.

 

Tenia que buscar a Kiran, mirando la foto que me había dado la arcana empecé a caminar por las calles como si me encontrara de compras entre los puesto del desvencijado mercado, por lo visto había logrado pasar entre la gente común sin llamar la atención, eso fue un alivio y me permitió escuchar conversaciones sobre los enfermos, las medidas de cuidado y sobre los hombres que tenían las vacunas.

 

-Poca información aun así importante.- Seguía un poco perdida en mis pensamientos y buscando al chico.

 

Al fin había dado con la persona que necesitaba, realmente fue difícil pero estaba contenta por ello, tendríamos que trazar un plan por que no seria fácil, obtener un poco mas de información y actuar lo mas rápido posible por que mientras mas tiempo pasa mas gente muere.

 

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[Thoth]

-Vara de Cristal.-

El nigromanete murmura en parsel, allí su objeto mágico comenzaba a cambiar y adquirir esa forma única, de igual forma, el velo que le cubría el rostro comenzaba a desvanecerse, pensó el egipcio que era propio develar su rostro, pero en todo momento fijo mirada en aquellas dos brujas, a una la conocía, a la otra no. Este descarto que ese otro ser era la arcana, pero sin embargo, su semblante no mostró alguna señal de reconocer alguien, sus emociones se encontraban equilibradas

En ese momento, el mago había leído por los cuatro libros de los fundadores, esos grimorios sobre el arte de la metaformagia, e intento ponerlo en practica, por lo que serenando su mente, concentrándose en su cabellera, comienza a buscar la forma de cambiar el color del mismo, por lo que logra a la perfección, en ese instante, antes que se revele su rostro por completo, su cabellera era dorada como el sol, y sus orbes azul celeste. Estos efecto a esa habilidad, quizás no la podía mantener a la perfección pero intentaría controlar a la perfección.

El egipcio comenzó a caminar rumbo a donde se encontraba ambas brujas, apoyándose en cada momento de su Vara de Cristal. Y su paso era lento, como todo un dignatario, su semblante era arrogante, como todo ser que pertenecía a la casta más alta de su país, nunca bajo la mirada, y a pesar que su rostro se encontraba finamente maquillado, algunas dudas se venían a su mente, por eso las formulo.

-Arcana ¿Acaso puede uno con este saber de la metaformagia crear falsas heridas en el cuerpo?- Hace pausa. –no sé quizás algunas quemaduras o cicatrices?- Indaga y avanza con paso firme. Luego pareció llegar otra persona, pero como todo ese ambiente, era tan extraño, que el egipcio no estaba del todo seguro.

[Amara Majlis]

Las emociones eran catalizadores poderosos y escuchar las palabras de Ada, causaba en la Arcana cierto aire de remembranza. Sentirse como en sus épocas de práctica teniendo cambios que pudieron desconcertarle un poco, miradas extrañas que brotaban de sus ojos, tonalidades que variaban entre cálidas y sombrías. La frialdad era otra forma de ejemplificar un cambio, congelar lo más valioso que se posee transformándolo en una mutación que afecta nuestro físico.

— Los ojos son la ventana del alma, ¿no crees que ellos pueden despertar diversas emociones en ti?—cuestionaba la mujer bebiendo otro sorbo de té. Concentrarse en lo más elemental, aumentaba las posibilidades de realizar cambios sin imprimir demasiado esfuerzo en ellos. Sintiendo la presencia de un hombre dentro de su hogar, le invitaba a ponerse cómodo y tomar una taza de té recién hecho.

El abrir la mente ante la habilidad de la Metamorfomagia, siempre les daba la vuelta de tuerca que detonaba sus posibilidades de cambio ampliamente. Ada se mantenía serena, pensativa ante lo revelado por la Argelina, reconociendo que las emociones de la joven poco a poco fluían como las raíces de un árbol bajo la tierra. Cultivar los frutos para que dieran una buena cosecha, conllevaba a comprometerse con los cambios que se presentarían en su persona.

—Puedes ser quien quieras ser, pero recuerda la verdadera esencia de Ada—le advirtió desviando sus ojos hacia el Egipcio. La serenidad que brotaba de los ojos de la anciana, no podía ser perturbada por nada, mutando ligeramente el color de sus ojos, dándole una muestra de lo que era capaz. Moviendo su mano en un gesto afable compartía con ellos aquella bebida humeante, abriendo poco a poco cada una de las puertas que la mente solía proyectar para proteger los cambios inesperados en la apariencia de un mago o bruja, provocados por la metamorfomagia.

— Lo evidente, no siempre es real—asintió dando otro sorbo a la infusión. Era momento de enviar a Ada en una misión, no deseaba retenerla más de lo necesario. El aprendizaje era algo que no se detenía ante nada, avanzaba a pasos agigantados y proporcionaba una gama variada de posibilidades de aceptar las mutaciones temporales en el aspecto físico.

Azrael mostró un cambio básico delante de la Arcana, dándole una tonalidad interesante a su cabello. Poco a poco todo iba tomando forma, ambos jóvenes parecían sentirse cómodos con su condición.

— ¿Estás lista para una misión?—dejando la taza sobre su regazo, esperaba paciente la respuesta de Ada. Mientras que su atención volvió a centrarse en Azrael, algo le decía que los cambios en su físico irán más allá de intentar esconder sus verdadera identidad, apreciando a simple vista su interés por mostrarse parcialmente como era delante de la sabia mujer. Sabía como reconocer las intenciones de las personas, desenmarañando sin problemas parte de su personalidad.

— Dime, querido. ¿Qué deseas obtener de la habilidad de la metamorfomagia ¿realmente?—no se andaba con rodeos. Siempre indagaba frontalmente las verdaderas intenciones de sus alumnos, no era de meterse en la privacidad de ellos, pero una vez que probaban la infusión preparada por la Arcana, no les quedaba nada más que confesar todo lo solicitado por la moradora de ese lugar. Estaban en sus dominios, no les convenía oponer más resistencia de la necesaria, porque en caso contrario su intento de probar que eran aptos para presentarse ante la pirámide y obtener la alianza que los conectaría para siempre con la habilidad sería infructuosa.

[Thoth]

-Si los rumores son ciertos.- comienza a expresarle. - de nada servirá que le intente engañar.-

 

Hizo pausa, mientras su cabellera se asemejaba a la misma arcana, incluso su rostro, color de piel y ojos, el mago no deseo cambiar tan bruscamente, por lo que su cuerpo lentamente cambio cuando se acerca a ella, notando ese cambio de hombre a mujer, su anatomía se adapta a la imagen de su mente de aquel recuerdo o impresión de esa mujer. A pesar, que no podía ser experto o tener la habilidad nata, los estudios de los grimorios de los fundadores de hogwarts le habían ayudado para conocer al menos los conceptos básicos. Y al cabo de un tiempo, su cuerpo era una copia fiel a ella.

 

-Ahora bien.- Se detiene, a unos escasos centímetros de ella. -mis intenciones solo busca resguardar mis objetivos, y estos son algo que Usted para este momento podrá haber sabido desde que me acerque, no soy tan difícil de comprender, pero aún así busco la manera de realizar mi deber de la mejor forma posible, no tengo miedo en llegar al limite de mis capacidades para lograr lo que se me fue encomendado, incluso si debo sacrificar lo más valioso, o destruir lo que más amo.-

 

En eso a la mitad del rostro, se comienza a producir una cicatriz, como si lo hubiera atacado un gran bestia, esas señas eran notorias, incluso parecían estar recién hechas. El mago pasa su mano por el rostro y las nota. Éste comprendió la respuesta, no solo podrían ser cicatrices del pasado, sino cambien algo recién, o al menos eso logro. Quizás, imperfecto, pero lo había logrado. Entonces una duda le vino a la mente.

 

-Y por ello...- siguió hablando. -busco comprender, dominar y usar de la forma correcta la metaformagia, no es cosa de estetica, o busca mejorar mi rostro, sino que me sea útil, como una herramienta a mis fines. - Deja de tocarse el rostro, en sus dedos se encontraba un poco de su sangre, por lo que cerrando las heridas. Le clava la mirada. -¿Este es el precio?-

 

Comento, al ver su sangre en los dedos, de un posible accidente. Y por lo cual pensando una curación, se sana por completo.

[Amara Majlis]

— No sinceramente, no tiene caso que lo intente— la voz de la Arcana se mantuvo serena al responder. Intentar engañar a una persona como ella, derivaría en una perdida de tiempo y energía que bien podía emplear en mejorar los cambios en su aspecto. Era un reto tener algo que detonará esa parte dormida de los magos, no todos poseían la capacidad de alterar rasgos físicos en su anatomía o rostro. Ella era experta en esos ámbitos, pero le había tomado tiempo adaptarse a cada uno de ellos y realizarlos sin la mayor dificultad.

— El poder sobre está habilidad, cuándo es empleado con inteligencia y de la forma adecuada. Es capaz de realizar cambios que perduren igual que una memoria tatuada en su cabeza, así como los fósiles que aparecen alrededor del mundo—bajando la mirada hacia su taza, le dejaba de lado por un breve instante. No le asombraba demasiado el cambio de su alumno, al adoptar la apariencia de Amara. Le causaba cierto deja vú, tras recapitular una situación similar a esa. Nunca faltaba el que deseaba acceder a información sobre la vida de una persona en particular y la forma más recurrente de hacerse con ella era hacerse pasar por una copia medianamente exacta del original.

— Es sabio que desee ocultar algunas cosas sobre su identidad, resguardar lo más valioso suele salvarle la vida las personas precavidas—enfatizó levantándose de la silla. Sus ojos cambiaron una vez más oscureciéndose por completo, ahora veía solamente sombras que le dejaban a sus otros sentidos agudizarse— El precio no lo dictó yo, sino las circunstancias que se presenten en su andar. La sangre sería un pago gusto, pero antes de prestarle atención a eso, no cree que debe pensar en que es lo que realmente desean sus ancestros que realice dentro del mundo mágico—no estaba demás echarle una pensada a los pasos que daría dentro de los terrenos donde habitaba la metamorfomaga.

— Si está listo, puedo enviarlo a una misión que le ayude a dilucidar con mayor claridad el control que debe tener sobre la metamorfomagia .No solo debe cambiarse el exterior, sino también el interior—explicaba avanzando hacia la salida de su hogar. Haciéndole una seña para que le siguiera, Ada se había quedado perdida en su mundo de emociones. Esperaba el momento idóneo para que ella eligiera, si estaba lista o no para emprender la misión que la anciana tenía dispuesta para la joven.

— Debe aprender que cada cambio implica detalles que debe considerar, no solo los rasgos físicos, sino como se relaciona la persona que desea suplantar con su entorno—transformando parte de su rostro por el de una joven. Solo la superficie cambio, pero el interior seguía perteneciendo cien por cierto a Amara, para hacerse pasar por otra persona en su totalidad debía adoptar desde los ademanes más básicos hasta los gestos que no podían pasar desapercibidos ante los ojos de sus familiares.

— Medítelo con calma, no se presione y reflexione ante lo que le he dicho. Véalo como un preludio de lo que le espera, porque el camino hasta la prueba puede ser largo y tortuoso sin duda—guardó silencio volviendo a su habitual faz, no le gustaba aparentar más de lo necesario frente a sus aprendices. Siempre les daba la cara sin esconder nada debajo de la alfombra, porque estaba ahí ante todo para ser una guía y no todo lo contario. Lo que menos esperaba era confundirlos, pero existían ciertas excepciones a la regla sin duda.

[Thoth]

El egipcio regresó a su verdadera identidad. En ese momento cerró sus párpados, y de ambas manos comenzó a salir un rayo helado, el cual comenzó a congelar un poco ese ambiente, incluso dos figuras imponente con forma humanas con atuendo egipcios. Al estar finalmente creadas, terminó de congelar el ambiente con el Hielo del Averno En ello, comenzó a dar uso de su saber del parsel y lo combinó con la nigromancia.

 

-Sangre de mi sangre, magos de todos los tiempos que sirvieron a Seth, en éste momento solicito su presencia. - Y pronto se vieron llegar egipcios antiguos, de igual forma legiones de lobos. - Así, que desea saber la opinión de mis ancestros. - En ello una de las estatuas fue poseída por un ente antiguo, el primero en llevar el título de Archimago de la Muerte, el antiguo Regente, y el mago más temido en todo su tiempo. La Otra en cambio al ser poseída tomó control de su abuelo, aquel que había usado su nombre.

 

-Él es un Archimago de la Muerte. - Expresó Uriel Licaón. - Es un descendiente y cumple la voluntad del desierto, es un digno mago destinado a controlar el aire. El elemento de nuestra familia. - En eso Imoted interrumpe.

 

-Bien, Licantropo. - Menciona con desprecio el regente. - Él es mi reencarnación, el deberá cumplir para lo que fue destinado. - En ello el aprendiz de metaformagia usando su poder con los muertos, les ordena a irse. Y vuelve hablar en un idioma común, aquel con que había iniciado la clase.

 

-Ellos son mis ancestros seres tenebrosos, no veo porque aún se sigue cuestionando intenciones. Vengo a cumplir mi deber con mi pueblo, mis objetivos se doblega a lo que rige la desiciones del regente. Ante, todo soy un integrante de la familia de los regentes, un Archimago de la Muerte, si bien reconozco que me falta aún tiempo para igualar su destreza. Esto no significa que no me sienta preparado para demostrar mi valía. -

 

Hace pausa. Y así, como había creado hielo. Usa su varita y lo destruye con encantamientos contra maleficios, dado que ese hielo no era común, mucho menos ordinario. Aunque, el mismo podía caminar sobre esa superficie como sino existiera. Y clavando su mirada a la arcana, su apariencia de cabellera comenzó a cambiar, incluso ahora su color era negro, con ciertas ondas. Y su rostro se mostró una barba tipo candado. El color de sus ores fueron azules, y la piel fue morena.

 

-¿Qué desea que haga para poder vincularme al anillo de la metaformagia?-

[Malum Luxure]

Me encontraba en el mercado junto a mi contacto, el joven Kiran, una persona bastante inteligente y dueño de una belleza natural de su raza, en un momento me puso al día con la situación, las personas que retenía las vacunas parecían complicadas de convencer, ciertamente el dinero no me era problema, pero eso era solo una parte de la misión.

 

-Tengo una idea en mente...será sencillo si puedo realizar el cambio de forma correcta.- Respire hondo tratando de no dejarme llevar por mis sentimientos, ya que estos se reflejan en los cambios y no necesitaba ser emocional.

 

Volví al callejón llevándome al muchacho conmigo, quien no opuso resistencia, tenia un plan complejo pero no imposible, necesitaba todos los datos que pudiera darme, le hice una batería de preguntas básicas sobre los gustos de la gente en general y sobre personajes famosos. Habia notado que él era un mago hábil así que su ayuda era primordial para cubrir mi espalda, había decidido transfórmame en "Amitabh Bachchan"

 

-Que piensas?.- Le consulte a mi ocasional compañero.

 

Él había conseguido rápidamente una imagen puesto que el personaje era sumamente famoso, no hacia dudar de su veracidad en ningún momento, el cambio se había hecho mas rápido que los anteriores, debía tener cuidado con los detalles, esconder de la manera mas perfecta posible aquello que no podía cambiar, aun así el cabellos castaño y la barba blanca me habían quedado bastante bien, la altura era la mía normal pero eso no se asumía como un inconveniente real, los demás componentes estaban bien formados de una forma bastante "zafable"

 

-Usted se ve realmente bien señor?.- Respondió rápidamente Kiran, lo cual me hizo sonreír satisfecha.

 

Nos encaminamos con sumo cuidado a donde habitaban estos personajes en cuestión, les compraría las vacunas con mi propio dinero y en caso que esto no funcione tendría un par de datos y si era necesario intentaría hacerme pasar por uno de ellos, robar y huir también sonada como otra buena opción.

 

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[Amara Majlis]

La Arcana no se sorprendió ante el poder que demostraba poseer Azrael, simplemente se limitó a sonreír afablemente. El hombre sin duda tenía claros cada uno de sus objetivos, pero intentar clonar su persona en otros entes que no contaba con una vida propia o esencia que los dotará de algo más que habitar un cascarón vació. Le hizo ver que muchas veces la metamorfomagia, no suele ser empleada de la forma correcta o solamente se busca poseerla para darle fines errados. Era diestro en el empleo de la Nigromancia y el Parsel, trayendo desde el mundo de los muertos a sus descendientes, pero ella se mantuvo imperturbable en todo momento.

— Le han dejado un legado que debe cumplir, no he puesto eso en duda en ningún momento — respondió elevando su vista al cielo. El cuestionarle que necesitaba de el, para poder ligarse a la habilidad, no hizo más que aumentar su meditación respecto al tema. Ella no obtendría nada de sus esfuerzos con respecto a la misión que le encomendaría, solamente le daba pie para que se atreviera a ir más allá de lo que los limites establecían. Conocía a la perfección los riesgos que todo aquello implicaba, pero tal y como pasaba dentro de la pirámide, siempre debían demostrar que sus pasos les conducían por la senda que tenía como meta ese lugar.

— Irá a donde ha nacido toda su parentela, averigüe que tanta influencia tienen ellos dentro de los cambios en el mundo mágico actual. No es lo mismo verlo desde su perspectiva que desde la de ellos, encuentre que cosas han cambiado para bien y el beneficio de los suyos — hablaba sin despegar los ojos del firmamento. Reconocía a una persona muy apegada a sus raíces, quizás eso le diera un plus a su favor, si sabía como descifrar el mensaje codificado que le obsequiaba la mujer. Lady continuaba cumpliendo la misión encomendada por Amara. Los planes marchaban a la perfección, aunque le seguía inquietando que Ada no diera señales de vida.

Pocas veces sus infusiones causaban ese efecto en sus alumnos, pero como toda excepción a la regla. No todos los magos y brujas reaccionaban a sus emociones como era de esperarse, le daría tiempo para despabilarse o se vería en la necesidad de intervenir y deshacer lo que su brebaje provocará en la joven. Ansiaba verla en acción, sumergirse en alguna aventura que le diera pauta ilimitada a sus emociones contenidas.

El vivir atado por miedo al que dirán, no siempre era la opción más sensata, porque casi siempre se enjaulaban los dones que proporcionaba poder cambiar el aspecto físico dando a conocer una nueva faceta de la personalidad.

Amara recapitulaba todo lo acontecido hasta el momento, confesiones que le provocaron entender en parte el accionar de Ada. Lo mismo sucedía con Lady, ahora ella estaba cumpliendo la misión encomendada por la Arcana y Azrael, pronto emprendería el vuelo rumbo al pasado. Era decisión suya acatar lo dictado por la anciana o pasar de largo, pero si deseaba con todas sus fuerzas hacerse con la alianza que lo conectaba con la metamorfomagia era mejor que comenzará a planear la estrategia que pondría en práctica.

— Ya cuenta con las armas necesarias, ahora solo recuerde emplearlas de forma concienzuda y logrará obtener lo que tanto anhela — le despedía con una sonrisa afable en sus labios. La mujer volvería a su morada, para ver si Ada volvió del trance en el que permaneció más tiempo del debido a su parecer.

[Thoth]

-Bien.-

 

Y el mago comenzó a transformarse en un niño, su ropa le comenzó a quedar holgada, su cabellera se volvió casi nula, se encontraba completamente rapada. Los orbes ahora eran negro como la noche, su piel era blanca, pero algo oscurecida por largas jornadas de trabajo. En ello el mago con su objeto mágico, transforma su ropa como la clase más baja de Egipto, las telas eran corrientes, sus pies se encontraban unas sandalias, acto seguido uso un hechizo para cambiar su voz a la de un niño, para alguien que poseía uno de los grimorios de los fundadores eso le fue sencillo.

 

-¿Acaso la metaformagia me da también la capacidad de cambiar mi voz?- Hace pausa. -Opte por hacerlo por un hechizo.- Le clava la mirada. -Pero supongo que sería útil ese detalle.-

 

Espero un momento para que ella le respondiera, y aún así se marcho usando el plan de usar magia para cambiar su ropa y voz, adecuada a esos lugares a donde iría. Sin embargo, crea un portal, y se marcha por este, al pasar por ese umbral de aquella forma de viajar, llega a Egipto a la Ciudadela de la Muerte. Ésta se encontraba completamente de luto, por eso era porque el mismo vestía de negro, allí los magos y brujas, comentaba sobre el desconocido nuevo Archimago de la Muerte, aquel cuyo rostro no había sido revelado.

 

-Es lamenable la partida de Darius.- Comenta una mujer.

 

-Pero los dioses nos han mandado a Azrael.- Comenta un hombre.

 

En esa región se había prohibido como en todo egipto celebrar algún cumpleaños, hasta que no se cumpliera los siete meses despues e la muerte del antiguo regente. Además, una estatua se edifico evocando a Darius y Luzbel, aquello que significarón un periodo de prosperidad. Sin embargo, esto era algo que ya el mago tenía claro, el amor a su familia. No obstante, toda familia tenía un pasado oscuro y ese era el periodo de Imoted. Aunque, el mismo era estudiado por todos los que allí viviían, por eso un anciano al ver que llegaba un niño, y se encontraba a la calle, le pasa el dato a uno de los lacayos, los cuales le escoltan a la escuela. Al llegar, Azrael paga el castigo por encontrarse a fueras de horas de clase, arrodillándose sobre clavos, y pidiendo perdón a Seth. Luego de dos horas, sería llevado al salón de clases. Éste soporto aquello, porque sabía para todos su gente, la ley era la voz de regente, y se debería cumplir.

 

En el salón de clase, algo modesto por ser de la más baja clase, se encontraba ubicado entre uno de los tantos mausoleos , donde los fantasmas eran los que enseñaban, ya que mejores historiadores no se podía conseguir. En ese instante, los demás niño, comenzaron a burlarse de quien había sufrido el castigo, el profesor que allí se encontraba aviva esa practica. Y fue allí, que el profesor toma la palabra.

 

-Estudiantes, que se le podía hacer a ese insolente que ha llegado tarde, interrumpiendo la clase en el periodo de Uriel Licaón.- En eso un niño de ojos claros levanta la mano. -Si, Anael.-

 

-La muerte, es sabido que el Archimago de la Muerte, Uriel Licaón no tolera la ignorancia. - El profesor aplaude.

 

-¿Y por qué sigue ese insolente vivo?- Pregunta el profesor.

 

-Por que Lord. Darius Licaón ha muerto.- comenta Azrael. -es la tradición que nadie muera en su merced, incluso por ello los nigromantes tardan el proceso de la muerte natural de los agonizantes. Esos dolores son ofrecido para que los dioses lo conduzca a un pleno descanso.- El profesor se sorprende, y lo manda asentar.

 

-Sigamos.- Comenta el profesor. -Los Archimagos de la Muerte se retornan al primer regente que ha tenido nuestro hermoso país, allí nació el gran Imoted. - Todos guardan un minuto de silencio. -Traicionado por los otros archimagos y archibrujas, pero ninguno se podía igualar a su poder en artes oscuras. - Y observando a sus estudiantes. -¿Alguno me podía decir o describir cual era su preferido?- En eso Azrael habla.

 

-Regente Imoted, primero con el nombre de Archimago de la Muerte en posterior a su fallecimiento, no tenía un maleficio preferido.- En eso el profesor pregunta. -¿Como es eso?- A lo cual Azrael responde. -El primero en llevar el nombre, aquel que no debe pronunciarse dos veces, creo el grimorio de la ciudadela, en el cual diseñaba sus artes, y solo un Archimago de la Muerte puede conocer cuales eran, es profano decir, mencionar, o pensar sobre ello. Por eso al decir Aclenium.- En ello aparece de inmediato los Lacayos nigromantes. -Aquel, que haya inducido a ello, deberá pagar el precio.- En ello los Lacayos se lo llevan. Al instante otro profesor ingresa. -Bien, muy bien.- comenta el nuevo docente. -Por eso, hablemos de la gloria de los Licaón, aquellos que bendicen con su presencia, caminando entre los mortales.-

 

Al terminar la clase, sus piernas aún sangraban, pero al estar lejos, el mago se cura. Éste sonrió, pues estaba contento como se llevan las cosas en su tierra, a pesar de estar lejos, la ley seguía cumpliéndose. El mismo camina por las calles, y cada uno iba a su casa, era la hora de resguardo, por lo que el niño corriendo va a un callejón, allí se desvanece y va Arcadia.

 

-Este es el lugar de mis ancestros.- Y baja la mirada. -El lugar donde reposa el primer Licantropo. - Este se encontraba en la tumba oculta del primer rey, un lugar secreto, escondido de su familia. Y con su objeto mágico se desnuda, para regresar a su verdadera apariencia, y con otro movimiento de su muñeca se viste para estar digno en ese lugar. -Aquí solía morar la reliquia familiar, pero si la arcana desea conocer que opinan de mí familia los griegos, solo falta leer los que muggles dicen de ella, carne humana el primer mago en probarla, en saborearla, y ser bendecido con el don que tengo.- Y clava la mirada, de la tumba profanada, del cadáver que allí se encontraba. -Aún se escucha el poema de Ovidio.- Se acerca a los restos mortales de su pariente. -Aunque, algo es cierto. Ese mito, guarda algo del legado de mi familia.- Y tocando el cadáver. -Si vieras el resplandor de tus descendientes, estaría regocijando por lo fiel que hemos sido.- Hace pausa. -pero supongo, que aún me queda una morada por visitar. Lamento que veas esta transformación, pero ancestro mío, es para conseguir más poder.- Y sus orbes se volvieron azules, su cabello oscuro como la noche, y con un toque de su poder, su ropa cambio, algo más moderno. El mago se marcha, y besa antes la tumba. Estando algo lejos, se desvanece.

 

Llega a las islas más solitarias, poco habitadas, y más frías cercano a Canadá y Groenlandia. En ese lugar se edifica un templo antiguo, el cual era de cristal, con el escudo de la familia Licaón, allí los magos pasaron años posterior de irse de Arcadia. De aquel, pueblo fundado por su primer ancestro en fundar la familia. El sitio se encontraba solo, el mago se encontraba bien abrigado, pasando entre la tormenta gélida.Al pisar ese lugar ancestral, todo se alumbra, dejando ver estatuas de la gloria de su familia, aunque, ahora moraban legiones de lobos árticos, los cuales siempre habían pertenecido a sus familiares, quizás alguno de ellos eran descendiente de esos primeros lobos.

 

-Bien, la casta sigue protegida. Aunque, el destino ya habla por sí, mis hermanos, mis amigos.- Y usando sus saberes en criaturas, poder de los Uzzas, doblega la volunta de esos salvajes animales. -Creo que he llegado a perfecta hora.- En el techo se comienza a abrir, dejando ver los primeros rayos de luna, lo cual provoca su transformación, y viéndose ahora como Licantropo, su mirada, su gruñido domina a esas legiones caninas. En eso su mirada se clava en el horizonte, y todos los alfa ante su presencia se doblegan, reconocían al líder de la casta de ese templo. El mago pasa la noche, en ese lugar y al despertar se encontraba desnudo rodeado de esa gran manada.

 

-Creo que es hora de regresar con la Arcana.- Y se pone de pie, invoca su Vara de Cristal. Se viste con nuevas prendas, y se marcha tras un corriente de aire. -Creo que he cumplido, al menos use algo de las enseñanzas, quizás si esos lugares no fueran tan antiguos, solitarios en su mayoria, pudiera haberla usado más, aunque, ya he terminado la encomienda.- Y va donde la arcana, aunque su rostro se encontraba cubierto por un velo oscuro, al llegar donde se encontraba ella. -He terminado su misión ¿Que me falta para vincularme al anillo? ¿Esto es todo? Evocar lo que conozco, solicito la prueba.- Le expresa, y se quita el velo, su rostro se encontraba con el cabello largo, dorado como el sol, con unos orbes azules, piel morena.

[Ada Camille Dumbledore]

Estaba en realidad profundizando cada palabra que la Arcana me decía, lo extraño era que parecía que esas palabras calaban en mente más alla de mi propia comprensión, fue entonces cuando una pregunta me rondó haciendo que mi atención estuviera solamente en eso:¿Acaso yo sabía cuál era mi esencia?. Conocía mis emociones, de eso estaba segura, conocía la ira, la decepción, el amor, la amistad, el odio, pero acaso ¿Podría no perderme a mi misma entre las emociones y los cambios al usar la metamorfomagía?, ¿Que sentimiento haría que volviera a ser yo misma y no perderme en los cambios?

 

Suspiré mientras tomaba de la caza de té, humeante y vaporosa que estaba calentando mis manos mientras las palabras de la Arcana sonaban a lo lejos, no sabía buen si hablaba conmigo o con alguien más, parecía que mi mente divagaba y que todo lo veía desde una lejanía.

 

"Lo evidente no siempre es real"

 

Esas sencillas palabras me hundieron aún más en la reflexión, que era ¿Real en mi vida? La realidad era tan evidente y tan engañosa a la vez, pero mis certezas eran algo que podrían dejarme dilucidar en la verdad.

 

Era momento de ir en mi misión, la Arcana Amara me lo había pedido y estaba preparada, levante el rostro para sonreírle iba entrando de nuevo al recinto.

 

- Discúlpeme Arcana, creo que me emsimisme por largo rato, claro que estoy lista para la misión. Dígame usted que debo hacer...

 

Solté con una pequeña revencia mientras los detenía antes de que salieran del lugar. Tenía toda la intención de seguir mi camino.