Jump to content

Nigromancia


Báleyr
 Compartir

Publicaciones recomendadas

¿Por qué Nigromancia?
La pregunta había rondado su cabeza durante horas, la había perseguido en sus sueños, estuvo con ella durante el paso de la mañana y luego había desaparecido por la tarde, como si nunca hubiera existido. Pero cuando la noche cayó y se vio otra vez andando hacia la clase, la pregunta empezó a revolotear una vez más en su mente, dando vueltas entre su lógica, lo que deseaba y sus intentos de descifrar qué era lo que Báleyr quería escuchar.
Tauro no sabía responderse a sí misma correctamente y no porque no tuviera claro lo que quería, sino porque sabía lo que quería y no estaba segura de si aquello convencería al Arcano. Cuando entró al aula, lo saludó con un movimiento de cabeza y llevó los ojos a la camilla, dispuesta a encontrar cualquier cosa menos lo que vio. Era ella. Su cabello azul parecía bien conservado, al igual que su cuerpo y su rostro estaba en una expresión de presión, como si hubiera estado aguantando dolor antes de morir.
—¿Qué…? —detuvo la pregunta al ver de nuevo al Nigromante, sabía que no le iba a responder o al menos no hasta que le demostrara que había aprendido todo.
Tener que verse muerta no era algo agradable. Cuando se acercó a la camilla, notó que el olor a descomposición ya no le molestaba tanto como un inicio pero aún causaba cierto cosquilleo en su nariz. Pero el olor era lo que menos le preocupaba. ¿Qué clase de magia podía haber copiado tan bien su propia anatomía? Movió el rostro de la mujer que estaba ahí tendida, recordándose una y otra vez que seguía despierta, comprobando que todo estaba tal cual lo estaba en su cara. Apretó los labios y dejó de pensar. Eso era lo que tenía que hacer, centrarse y nada más, ya descubriría una vez que terminara qué era lo que pasaba.
Después de lavar sus manos, se hizo con un par de guantes y los pasó por sus dedos con cuidado, antes de tomar la varita y pasarla sobre el cuerpo. Poco a poco, toda la superficie quedó limpia por completo mediante su magia no verbal. Una vez acabado el proceso, fijó las pupilas en las visibles heridas que había en la superficie de la piel y estudió con cuidado la profundidad de estas, palpando la piel lo suficiente para ver qué había debajo. La mayoría eran heridas profundas y por la coloración de los músculos claramente visibles, según había visto en la primera clase, había algo dentro.
—Metralla —murmuró, estirando la mano hacia un bisturí.
Había aprendido que mientras más dañado el cuerpo, más dolor tendría el afectado al revivir, así que al hacer la primera incisión tuvo mucho cuidado de hacer un corte pequeño y limpio. Uno tras otro, cortó los filamentos hasta que vio el trozo metálico y con suma tranquilidad, lo extrajo con una pinza. Así, uno a uno fue retirando los restos de metralla hasta quedaron las cortadas ligeramente amoratadas en la piel. Limpió una vez más la superficie, puesto que siempre salía un poco de fluido y volvió a revisar el cuerpo para asegurarse que de que no hubiera pasado ninguna por alto.
Pensó en Curación primero, lo cual otorgó dos Episkeys que cerraron las dos primeras heridas y luego pensó en un Episkey para cada una de las dos heridas faltantes. Todo listo. Había hecho un trabajo bastante limpio, sin pasarse de la raya o extenderse con el tiempo, simplemente había hecho todo usando su memoria a largo plazo y la tranquilidad que había adquirido con el tiempo, a pesar de las circunstancias y la presión de estar siendo observada por el Arcano.
—Ya estás lista.
Se sacó los guantes, dejándolos junto a los instrumentos que había utilizado con antelación y se hizo con frasquitos de cristal que ya había visto antes: uno rojo, uno negro y uno blanco. Se sentó en el suelo, a los pies de la camilla, lo bastante lejos para poder mirar el cuerpo de la mujer a traer a la vida y tomó el polvo azabache, conformado por el pelaje de Thestral. Dibujó un círculo a su alrededor y luego dejó un montículo rojo, además de uno blanco en paralelo, frente a ella. Cerró los ojos inhalando profundamente y empezó a recitar el cántico en egipcio que también había aprendido antes, pronunciando cada palabra sin problemas debido a su conocimiento de Idiomas.
Ante ella se dibujaron los jeroglíficos de Anubis y todo estuvo listo. Se separó de la realidad humana, viajando al otro plano aún sin moverse o dejar de cantar y pronto ante sus ojos apareció un cementerio, uno de aspecto muy antiguo y descuidado, donde había unas pocas lápidas esparcidas en distancias enormes. Se movió despacio por el oscuro entorno fantasmal, viendo las almas esparcidas por el cementerio y empezó a observar una por una sus auras. Saltó los hombres por descarte y se enfocó en el par de mujeres que había. Ninguna se parecía a ella. Pero había una que estaba particularmente risueña, como si algo le hiciera gracia.
—Hola —saludó, sabiendo que era ella y recibió otra risita.
—Hola. Me parezco a ti, ¿verdad?
No era cierto. Esta tenía el cabello oscuro y los rasgos más marcados, viejos, como si hubiera pertenecido a la época donde las mujeres eran un poco más toscas que ahora. Pero sabía a lo que se refería o al menos lo intuía.
—Verdad —mintió, con una sonrisa—, ¿puedo saber tu nombre?
—Muriel.
—Ven conmigo, Muriel, sigue mi voz —empezó a andar atrás—. Muriel, Muriel, Muriel.
Siguió pronunciando el nombre a medida que regresaba sobre sus pasos y poco a poco el aura de Muriel se fue acercando a su cuerpo. El cementerio dejó de existir y volvieron a lo que parecía la nada misma, donde sólo existían las dos y un cuerpo tendido en la oscuridad, un cuerpo que era idéntico al suyo. La hizo entrar, sin dejar de pronunciar el nombre y cuando todo estuvo en orden, dejó de cantar. Abrió los ojos en la sala del Arcano, cubierta por una leve capa de sudor y en perfectas condiciones. Estaba hecho. Muriel despertaría pronto y mientras se ponía de pie, vio cómo pasaba a ser ella misma, la que había visto en el aura.
—Metamorfomagia —dijo a Báleyr, limpiando su frente con un pañuelo—. Tengo su respuesta —esta vez prolongó el silencio antes de seguir.
— ¿Por qué Nigromancia? ¿Por qué quiero vencer la muerte? Usted más que nadie sabe lo grande que es mi ambición, lo peligrosa que puede resultar incluso para mí misma. Respecto a esto me atrevo a decir que no hay límites para el conocimiento que deseo poseer y sí, todo esto se trata del poder que la Nigromancia le daría a mi actual estilo de vida. No es mi intención revivir a un ejército de muertos, mi interés real va ligado con el conocimiento —dado que Taurogirl se encontraba a solas con el Arcano, se había sincerado como nunca antes, además de que era consciente de que Báleyr conocía la esencia de su alma.
— Estoy lista.

UASDi2b.gif
HakOva6.png
XzWZp5H.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Mei oyó atentamente la respuesta que el Nigromante estaba dando a todas las preguntas planteadas. Entendió rápidamente la respuesta acerca de si revivir a alguien más tenía alguna consecuencia en quien lo hiciera, lo cual era realmente así y eso no le extrañaba a ella. Siempre había intuido que algo así sucedía, nunca había revivido a nadie, siempre se había mantenido lo más alejada posible de cualquier lugar que tuviese relación con algún hospital, centro de curación o algo similar. El olor, el ambiente tan cargado, la energía… era tan densa, la sola idea de que todo ello se debía a todo lo que allí se vivía siempre la había repelido, odiaba aquellas zonas por sobre todo.

 

Aún a pesar de todo, muchas veces había terminado allí, como todo el mundo, era algo habitual, lamentablemente. Gracias a una de sus últimas visitas al centro de curación de la Orden, había tenido una larga charla con Arya Macnair, la cual le había confesado su situación, haciendo que tuviera conocimiento sobre lo que revivir a las personas podía ocasionar.

 

Luego, llegó el momento de sus respuestas. Le sorprendieron las mismas, el hecho de que hablara de aquella forma de la muerte, como si de una persona se tratara, no la hacía sentir precisamente bien, sino más bien, algo inquieta, ¿sería que la fábula de los Tres Hermanos sería cierta a fin de cuentas y la Muerte en sí como un algo existía?

 

La mención de Nicolas Flamel llamó poderosamente su atención, revelando una parte de la historia que probablemente nadie, o muy poca gente, conocía. Y la otra mención, de un mago renombrado, aunque con una fama distinta al primero, la inquietó notablemente. Los horrocruxes eran una magia tan oscura como maligna, no había escuchado demasiado de ellos, no tenía real idea de cómo funcionaban; en su educación habían sido mencionados sólo dentro de la historia de aquel mago tenebroso que se hacía llamar Lord Voldemort, por el resto, sus padres, encargado de toda su enseñanza en su niñez, evitaron todo el asunto en sí.

 

El silencio se hizo por un momento, mientras los presentes meditaban acerca de las respuestas otorgadas. Todo ello la hacían cavilar cada vez más, lo insignificante que podía ser una vida, bien lo sabía, pero allí lo estaba reafirmando con alguien que conocía a la muerte desde hacía mucho antes del nacimiento de ella misma.

 

Alguno de ustedes, – volvió a hablar – algún Nigromante, ¿ha logrado obtener una respuesta acerca de qué es lo que nos espera una vez que acaben nuestras vidas? ¿Qué hay del otro lado?

 

»Y sí, es cierto, hice una pregunta mal enfocada, creo que la replantearé más acorde al tema en sí: ¿Es posible evadir a la muerte? No con ayuda de otro Nigromante, sino uno mismo por su propia cuenta, poseyendo ya esas habilidades entre sus conocimientos y poderes.

7ND4oqh.gif ~ c3cuSMA.gif


4uqeTef.png


sEAaDO5.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Era demasiada información para su gusto. ¿Qué le costaría realmente obtener todo el saber que el Nigromante estaba transmitiendo en ese momento. Miró de nuevo de reojo a su esposa. ¿Porqué es que le interesaba tanto el tema? Jamás, en todo el tiempo que se conocían, había llegado a mencionar siguiera el querer recuperar su mortalidad, el querer regresar a ser una persona "normal". Por su puesto, ellos se habían conocido cuando ambos eran humanos (si es que a Bastian se le podía llegar a considerar un humano como tal). Desechó la idea de la cabeza, no era el momento para pensar en eso. Ella tendría sus motivos y ese momento era el único en el que podía conseguir la información que estaban buscando.

 

—¿Desterrar una alma? —preguntó confuso.

 

Flamel había sido, posiblemente, uno de los magos más famosos de todos los tiempos. Por su puesto que le pareció lógico que alguien que había evadido a la muerte por tantos años conociera al Nigromante vivo más poderoso. Aunque en realidad eso no fue lo que más le llamó la atención, fue aquello de perder la humanidad. El caso de Bastian era complejo. Si Harimau llegaba a morir una parte de si mismo moría, dejaba de existir completamente. ¿No era mejor revivir a su otra mitad a cambio de algo de su humanidad? Posiblemente si. ¿Sería de capaz de hacer lo mismo con sus hijos, con su esposa o el resto de su familia? Dudó por un segundo y se dijo que si, más como una súplica que como una afirmación, tratando de convencerse. Él era capaz de ponerse entre una maldición y su familia, entre cualquier maldición imperdonable y su familia. ¿Porqué es que dudaba si eso no lo mataría? > supo y se tranquilizó.

 

—El poder de las Reliquias de la Muerte es indiscutible. Artefactos poderosos creados por magos poderosos. ¿Nos está diciendo que Muerte es un ente físico y que quizá la leyenda de los Tres Hermanos tiene más realidad que leyenda? ¿Es también el Grim real?

 

Cuando resolvió, poco menos de un minuto, los motivos de su duda es que analizó que más había dicho el Tuerto. Se había referido a la muerte como si fuera más que un simple fenómeno como contra parte de la muerte. Como si de verdad llevara una negra túnica, como si fuera por el mundo arrastrando su guadaña.

 

—A todo esto. ¿Vamos a tener que tocar al muerto?

 

Desvió su mirada al sitio en donde descansaba el cadáver.

Editado por Bastian Karkarov Malfoy

NHCeJlw.png

T7Qipl9.gif
O1KlJf5.png
f5DcgjA.gifXuR0HEb.gifGPQsszk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web


La otra fémina que estaba en la habitación no tardó en formular algunas preguntas, seguidas por otras cuantas de su esposo, todas muy interesantes y debía admitir que algunas no habían rondado por su mente hasta que las escuchó de boca de otras personas. La ojimiel sintió que el peli-blanco la miraba pero prefirió ignorar aquella sensación, ya tendría oportunidad de explicarle el motivo de las preguntas, aunque en el fondo ella intuía que él ya lo sabía.

La voz del arcano la hizo alejar esos pensamientos de su mente y volver a centrarse en lo que sucedía. > Se preguntó la bruja y por un momento estuvo tentada a decirle que lo intentara. Aquello sin duda hubiera sido muy instructivo y a pesar del dolor o sufrimiento que le pudiera haberle causado, aprendería mucho. Sin embargo se mordió la lengua y siguió escuchando al anciano, en silencio.

En el rostro de Valkyria se pudo notar la decepción en las palabras del maese, tenía la ligera esperanza de que funcionara, después de todo no estaba del todo viva. Dejó escapar un leve suspiro > pensó y por su mente paso la imagen de un hermoso y raro ejemplar de Kelpie. Alejó la imagen y se concentró en la respuesta a una de sus dudas. Dedicó una fugas mirada a su esposo y la respuesta a la pregunta que El Tuerto había dejado en el aire llegó de inmediato a su mente, haría cualquier cosa. Bajo la mirada hacía su mano izquierda, hacía una pequeña marca de luna que tenía en la muñeca, ya una vez había arriesgado su vida por uno de sus hijos, aquella cicatriz era muestra de ello y de una deuda que aún no saldaba y que sabía que tarde o temprano sería cobrada.

La siguiente respuesta no le sorprendió solo buscaba confirmarlo y así sucedió. Durante muchos años la ojimiel había sufrido los efecto de traer de regreso a la vida a incontables mortifagos, pero la naturaleza propia de su raza hacía que su cuerpo se recuperara, pero su alma, su alma era otra cosa. A esas alturas habían otras pregunta que se hacía ¿Cuánto de su humanidad un conservaba? ¿Podría recuperarla de algún modo? Porque la respuesta a las preguntas del Maese las tenía claras, no, no habían valido en lo absoluto su sacrificio, al menos no en todos los casos.

> pensó la bruja, intentando no perder el hilo de la clase. Escuchó atenta lo que decía sin poder evitar reparar en algunas de las frases y estremecerse ante la mención de que todos los años que tenía en su haber le pasaran en un segundo. Al escuchar eso se planteó nuevamente la interrogante de si de verdad quería volver a ser humana. Hizo a un lado sus dudas y volvió a pensar en algo que Báleyr había dicho.

—¿Desterrar una alma? — Una leve sonrisa apareció en sus labios, pues había formulado la pregunta al mismo tiempo que su esposo —¿Nos enseñará a hacerlo? —preguntó la castaña con visible interés, una vez que Bastian terminara de formular su pregunta sobre las reliquias de la muerte y el Grim.

Ahora era Valkyria la que lo miró de soslayo ¿Acaso su varita no tenía pelo de Grim? Él sabía que era real ¿Qué estaba tratando de averiguar realmente? Frunció levemente el entrecejo y esperaría a las respuestas del Arcano. En cuando a la muerte como un ente real, ella creía conocía la respuesta pues en más de una ocasión había estado frente a frente a ella, nunca adoptaba la misma forma, pero si, se podría decir que se trataba de la muerte y si no era así pues había algún demonio muy poderoso al que le gustaba hacerse pasar por ella.

—Está muerto… ¿qué te puede hacer? Aunque quizá su fantasma este por aquí y te quiera dar un sustito —comentó. A ella la verdad es que no le importaba tener que examinar un cadáver.

—Maese Báyler… Las almas pueden ser atrapadas en objetos físicos y no me refiero a Horrocrux, sino a almas enteras —Dijo aquello como una certeza puesto que ella tenía a dos atrapadas en un medallón —Si estas por alguna razón lograran liberarse ¿A dónde irían a parar? ¿Al limbo? O ¿buscarían otro cuerpo que habitar? ¿Conservan recuerdos? ¿O los van perdiendo con el pasar de los años? —Aún tenía más preguntas pero prefirió esperar a que el longevo mago le respondiera.

trFd9O9.gif       |E1K6rE7.gif |             6ulee7D.gif

https://i.imgur.com/IALDOC3.png

OtrJr1c.gif |1WWGxI5.gif|BeQGYFc.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

—Voy a responder a todas sus dudas, pero podrán preguntar si son lo suficientemente hábiles como para hacer lo que les encomendaré y hablar al mismo tiempo...

 

Al igual que la vista de los alumnos, la suya también se desvió hacia el cadáver. Aquella era, en muchas ocasiones, la prueba de fuego, el punto de inflexión. Durante sus años como Arcano aprendió muchas cosas no solo sobre los muertos, sino también de ellos que pretendía manipular a la muerte. Todos estaban dispuestos a usar cientos y miles de hechizos sobre cuerpos inertes, moverlos usando magia e incluso tratar de curar heridas con la varita. Pero la mayoría de estos tenían miedo de manipular con sus propias manos la muerte. ¿Podrían aquellos tres hacerlo?

 

—¿Qué hay después de la muerte? Nada. Los muertos pierden conciencia de que existen al menos que sucedan ciertos eventos. Sabrán sobre la muerte por todo el tiempo en que un nigromante les preste atención. Si logran volver a la vida no recordarán nada del tiempo que estuvieron muertos. Si no lo logran, perderán la conciencia nuevamente cuando el nigromante deje de prestarles atención. Al otro lado son como animales que se mueven porque pueden hacerlo, son atraídos por grietas en el espacio. Adquieren conciencia de la muerte si logran atravesar a nuestra dimensión. También tienen momento de lucidez cuando un vivo visita de forma corpórea aquella dimensión. Más detalles implicarían que paguen un precio el cual no están aún preparados a pagar. ¿Te refieres a si un Nigromante puede volver a la vida por sus propios medios? No. El propio universo se encarga de controlar a los nigromantes que han muerto.

 

Meditó por un segundo la respuesta que iba a dar.

 

»Vivos, muertos e inexistencia. El alma puede tener cualquiera de esos tres estados. Cuando mueres y algún nigromante considera que no deberías tener oportunidad de volver es cuando engaña a tu alma para que se destruya. Para que deje de existir incluso como una alma sin vida. Muerte. Muerte no es exactamente un ente físico. Nadie muere si los hilos de la muerte no están ya cerca de él. Muerte es una fuerza que gobierna nuestro mundo. Cuando alguien pone su vida en peligro y no muere, es que el hilo de Muerte que lo rodeaba no era lo suficientemente fuerte como para arrancar su alma. Las maldiciones imperdonables juegan con el alma, la destruyen. Pero también juegan con el poder de Muerte, concretamente la maldición asesina.

 

»Es complicado de entender, me llevó años comprender como funciona Muerte, como puedes jugar con ella y salir libre. Pero si. Muerte tiene un centro, la fuente de su poder. Se mueve por el mundo causando desastres. Se manifiesta en guerras o enfermedades. Aveces me persigue, que es cuando tomo vacaciones. Si Muerte está demasiado cerca, la fuente del poder de Muerte, jamás me atrevería a pronunciar su nombre.

 

»No creo que una personificación de Muerte haya creado las Reliquias. Los Tres Hermano, sin embargo, comprendieron como funciona Muerte, supieron usar su poder en aquellas tres poderosas herramientas mágicas. El uno encontró un camino con el poder de Muerte, el otro parte de su fuerza destructiva y -el tercero- pudo moldear la capacidad que los hilos de Muerte tienen para pasar desapercibidos. El Grim es un cuento para el que no están preparados.

 

»Eres extraña Valkyria Karkarvov. Un vampiro que antes era licántropo. Un licántropo que comprendió el poder de las almas. Una alma que ha escapado. ¿Recuerdas el clan al que perteneció el real dueño de tu cuerpo —pensó el Arcano. Pero no fueron palabras las que salieron de su boca, fue su proyección, una sombra que se asentó en el cerebro de la bruja para transmitirle información— ¿Tienes miedo de perder el cuerpo que ahora tienes? Tu vampirismo te protege, pues es algo que no tiene que ver con el alma. Tu cuerpo rechazará el alma de un lobo, tu sangre y tu esencia. ¿De que época eres? ¿Cuales son tus intenciones? Deja de contar a todo el mundo lo que podías hacer...

 

Y lo que todos escucharon, pues él y todos necesitaban una respuesta directa fue totalmente diferente a lo que se formó en la cabeza de la bruja.

 

—¿Almas atrapadas en objetos sin ser horrocruxes? Debes estar equivocada. Eso es imposible —mintió.

 

El Tuerto solo conocía ese tipo de magia. Lo había visto en licántropos. No se suponía que aquel clan revelara sus secretos, que aquellos seres gritaran al mundo el poder que adicional que adquirían. Valkyria conservaba los recuerdos de aquella otra alma pero al parecer no las costumbres.

 

—Volviendo al tema de interés... —golpeó la vara de cristal sobre el suelo haciendo que hubieran tres cuerpos idénticos en lugar de uno—... deben curar este cuerpo. Usarán un bisturí y sus propias manos, nada de magia, para sacar los cuerpos extraños que tiene el cadáver. Mientras más daño le causen más le costará volver.

 

 

*****************

 

—He observado tu avance. He visto de lo que eres capaz. ¿Me ha gustado tu respuesta? Nunca lo sabrás. En realidad es solamente para actualizar mis archivos. Nunca decido tomando en cuenta aquella pregunta. Juzgo de otra forma. He visto tu alma y he dudado mucho si merecías o no tener este poder. Por lo que te preguntaré ¿Estás dispuesta a tomar la Prueba de la Nigromancia? Tres veces te puedo preguntar, nunca más de tres. Si tres veces te pregunto y tu respuesta es negativa entonces el Portal jamás se abrirá. Si te pregunto y afirmativa es tu respuesta, entonces el Portal solo una vez se abrirá. Si el Portal se abre y no eres digna, nunca más el Portal para si se abrirá. Así que formalmente te vuelvo a preguntar ¿Deseas realizar la prueba de la Habilidad de Nigromancia?

nuRQYmF.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Luego de su larga espera Taurogirl estaba viendo los frutos de su esfuerzo y también de sus equivocaciones, que de no ser por ellas no se habría tomado tan en serio lo que les enseñaba el Arcano. Estaba acostumbrada a las vueltas que Báleyr le daba cuando no quería darle una respuesta directa o prefería reservarse su opinión acerca de algo, pero ¿quién era ella para exigirle a tal eminencia decirle cuanto pasaba por su cabeza? Muy prudentemente asintió con cada palabra que escuchó esperando a que fuese su turno de responder a la tan esperada y ansiada pregunta, esa que definiría su futuro como Nigromante. Cuando por fin Báleyr hizo silencio, la Crouchs lo secundó con uno más prolongado.

 

— Estoy dispuesta a tomar la prueba de Nigromancia —dijo de una buena vez —Y quiero realizarla —reafirmó.

 

Como siempre todo quedaba en manos del Arcano, porque le gustara o no de él dependía que Tauro se enfrentara a lo que sea que estuviera detrás del Portal. ¿Volvería a revivir a un muerto? ¿Tendría que expulsar a alguna alma? ¿Y si moría intentándolo, realmente valía la pena? Por increíble que pareciera, las preguntas y las posibles respuestas a estas no hacían más que impulsarla a seguir adelante, pues no le temía a la muerte como tal y menos cuando se hallaba ante un saber tan poderoso como aquel, porque sí, sí que valía la pena.

UASDi2b.gif
HakOva6.png
XzWZp5H.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Su mirada fue de un lado a otro, viendo alternativamente a Bastian, Valkyria y al Arcano. Y por último, sobre el muchacho que se hallaba en aquella mesa de autopsias, el cual no había pasado desapercibido para nadie, pero que, por lo menos en su caso, había intentado ignorar lo más posible mientras las preguntas se llevaban a cabo. El ambiente en sí ya era denso como para multiplicarlo por tener constantemente presente a aquel cuerpo allí.

 

No pudo evitar lanzar un largo suspiro al oír la respuesta del hombre, aunque evitando que sus compañeros la oyeran. Al parecer, había buscado una solución equivocada, si bien todo lo que habían hablado y mencionado en realidad le había formado varias ideas y alternativas en su mente, la verdad era que por una parte se sentía decepcionada. Pero por otra parte, supo que en realidad allí tenía una fuente de soluciones para muchas cosas que podían surgir, sobre todo y teniendo en cuenta que su vida no se podía decir precisamente que no permaneciera en peligro de muerte.

 

A medida que el Arcano hablaba, más y más preguntas se iban formando en su cabeza a raíz de cada nueva respuesta dada. Se percató en ese instante de que en realidad siempre había sentido curiosidad por la muerte, por todo lo que tuviese que ver con ella y todas las posibilidades que existían respecto a las almas, y teniendo allí a un Nigromante con muchísimas décadas de experiencia, era sumamente inspirador e intrigante; Baléyr incrementaba su ya de por sí natural curiosidad.

 

En cuanto el hombre terminó de hablar, su varita se transformó en un báculo que le sorprendió notablemente, y con un simple movimiento de ésta hizo que el cuerpo se multiplicara por tres, quedando uno delante de cada uno de los pupilos presentes. Mei aspiró aire en un intento de llenarse de una paciencia y valor que había reservado para ello. Las instrucciones dadas no alentaron a la Delacour, más bien, sintió que el estómago se le encogía en un retorcijón que incluso le dolió. No es que sintiera asco por el cadáver, sencillamente, iba un poco más allá: le desagradaba la idea de hacer de un doctor, de estos muggles que abrían a otros muggles vivos para hacer las llamadas “operaciones”. No era fanática de la medicina, ni de los primeros auxilios ni nada semejante, la sola mención de un hospital le causaba escalofríos.

 

Si había logrado su objetivo de guardar paciencia y coraje en alguna parte de su cuerpo, ahora había quedado reducido a nada ante la perspectiva que tenía por delante. Su corazón comenzó a palpitar rápidamente, casi que, si la mazmorra quedaba en completo silencio, serían capaces de oír lo desbocado que se hallaba.

 

Cálmate, has vivido situaciones mucho peor que ésta…

 

Sus propias palabras le hicieron un clic en su cabeza. Era cierto, había convivido con la muerte en más ocasiones de la que le gustaría admitir, con el hecho de ver a personas caer sin vida, momentáneamente, y en otros casos, para siempre. Apretó los labios fuertemente hasta que éstos se tornaron totalmente blancos. Sin darse cuenta ya tenía el bisturí en la mano, pero su razón le indicó que aún no era momento de usarlo, había una parte de las palabras del Arcano que habían quedado resonando en su mente, y a las que tenía que atenerse de estar segura de que era algo de lo que podía imaginarse.

 

Dejó el objeto punzante a un lado y, dando un paso hacia la mesa de autopsias, colocó ambas manos sobre el cuerpo del joven, apretando aquí y allá, tratando de imitar lo que los propios sanadores y medimagos solían hacer con ella cada vez que había asistido a uno por problemas de salud.

 

¿A qué se refiere exactamente con cuerpos extraños, Maestro? – inquirió, dividiendo su concentración en la pregunta y en el trabajo que llevaba a cabo, tratando de encontrar alguna anomalía en el cuerpo que le había tocado, notando algo con una extraña forma en el área baja de los pulmones, allí donde terminaban sus costillas – ¿Se trata de heridas habituales o tal vez… algo más?

7ND4oqh.gif ~ c3cuSMA.gif


4uqeTef.png


sEAaDO5.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Las respuestas del Arcano habían sido muy enriquecedoras. Bastian había guardó en su memoria cada una de las palabras, cada gesto y cada movimiento del Arcano como si de una fotografía se tratara. Muchas veces analizar los recuerdos lograba desvelar información mucho más valiosa que la dicha inicialmente. Estaba en su naturaleza desconfiar, por lo que en aquella clase tendría que en primer lugar decidir que si lo que el Arcano le estaba diciendo era totalmente cierto. Desvió su mirada a Valkyria por un segundo. >. No hacía falta palabras, podían mantener conversaciones eternas con solo mirarse, con hacer un gesto.

 

—Tranquilo, no pasa nada —formuló el mago en su mente.

 

—Lo se. Pero este olor, esta presencia. Es como si incluso nosotros estuviésemos muertos —contestó de igual forma el felino.

 

—Lo comprendo, lo siento a través de ti.

 

—Debes hablar con Valkyria sobre lo que la atormenta—formuló finalmente el animal.

 

En lugar de contestar le acarició nuevamente la cabeza. Eso era una de las cosas que no le gustaba de ser uno con Harimau. Muchas veces el animal encontraba señales que Bastian no, accedía a sus recuerdos y encontraba indicios de cosas que el mago había pasado por alto. Aunque en realidad más que desagrado era la falta de costumbre. En algún momento de su vida le parecería normal tener dos perspectivas de la misma situación.

 

—Vamos a ver si todas tus charlas sobre gente cortada sirven de algo —dijo el Warlock a su esposa. Valkyria había trabajado como sanadora en San Mungo. Todo el mundo lo sabía. Aunque muy pocos sabían su verdadero trabajo en el Hospital de los Magos. Ella dirigió por mucho tiempo el lugar en donde los mortífagos acudían a curar sus heridas de guerra.

 

Tomó el bisturí y se acercó a uno de los cadáveres. Se puso guantes, que también los proporcionó el Arcano, y comenzó con la faena. Él se había infiltrado como forense en una ocasión, algo de cortar muerte aún residía en su memoria a largo plazo. Realizó la típica incisión en "Y" en el muerto. Frunció la nariz. La piel estaba sana aparentemente, sin embargo en el interior habían varias heridas en hueso y carne.

NHCeJlw.png

T7Qipl9.gif
O1KlJf5.png
f5DcgjA.gifXuR0HEb.gifGPQsszk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La ojimiel escuchó atenta las palabras del nigromante, asimilando cada una de ellas, deseando hacer un montón de preguntas más e intentando alejar de mente la imagen de muerte representada como una araña en el centro de una telaraña gigantesca en la cual muchos insectos caían y luchaban por liberarse y al mismo tiempo no llamar la atención del arácnido, que podía sentir cada una de los hilos de su imponente creación.

Cuando menciono al Grim abrió la boca para preguntar algo más sin embargó su voz se quedó ligeramente abierta, su cuerpo se tensó y en su rostro se podía notar cierta sorpresa. No le gustaba que entraran a su mente sin su permiso. Ocultó rápidamente el estupor que le produjo en un inicio escuchar la voz del Arcano en su mente y desvió su mirada hacia el cadáver. Claro que sabía en nombre del clan al que había pertenecido la dueña real de su cuerpo, después de todo había pasado años siendo tan solo una espectadora de todo lo que ella hacía. ¿Miedo a perder su cuerpo? No, sabía exactamente donde estaba la única alma que representaba un problema y si llegaba a darle algún tipo de problema solo tenía que destruirla y asunto arreglado. Estuvo a punto de sonreír ante el regaño pero su rostro se mantuvo serio.

> empezó a responder a las preguntas, obviando el hecho de que ella misma se había encargado de eliminar a quien consideraba un riesgo para ella >pensó la castaña aunque no estaba del todo segura de sí el Arcano podría escucharla > No le veía caso guardar muchos secretos al Tuerto si lo que deseaba era obtener respuestas.

—Supongo que esa era la parte falsa de toda historia —Dijo encogiéndose de hombros, restándole importancia. —¿Sin magia? Pero si regresan a la vida con suturas o un hueso mal colocado les supondrá un dolor muy fuerte. Pobres… seguro que si logran regresar preferirían quedarse donde quiera que hayan estado —siseó la bruja y se colocó frente a uno de los cuerpos.

—Soy buena maestra...pero amor si llego a morir por favor usa magia para curar mis heridas… —dijo la ojimiel al ver como su esposo abría al cadáver que le había tocado a él.

Bajó la mirada hacia el cuerpo, se trataba de una hombre de mediana edad, cabello negro y piel blanca, aunque ahora lucía amoratada. Tomó unos guantes y tras ponérselos empezó a examinar el cuerpo sin tocarlo, la vampiresa solo lo observaba. Varias heridas de bala que entraban y que dudaba que todas hubieran salido, lo que significaba que los restos de estas seguramente estaban incrustados en los órganos y que si los sacaba igual tendría que ocuparse de sanarlos o al menos intentarlo.

—Regresarlo a la vida sería una tortura. Tiene demasiadas heridas y a pesar de que intentara curarlas no podría estar segura si están del todo sanadas… —dijo aun sin tocar el cuerpo —No me mal interprete, puedo curarlo pero sería una tortura hacerlo volver en estas condiciones, seguramente viviría un par de horas y fallecería nuevamente. Es una pérdida de tiempo. —sentenció la bruja. Al parecer el Arcano tenía un lado sádico que a la bruja le agradaba.

—¿Puedo preguntar que hizo este hombre para acabar en esta mesa como sujeto de pruebas? —Añadió luego de un momento. Aquella seguramente era una prueba y ella estaba dispuesta a pasarla. Además hace mucho que no se sentía tan a gusto, examinar cuerpos, curar heridas usando o no magia, eran una de las cosas que la Warlock más disfrutaba, eso y pasar horas de horas preparando pociones y venenos de variados efectos. Aquellos eran sus pasatiempos preferidos.

 

Habían cinco agujeros de baja de los cuales tres habían sido impactos limpios, sin tocar órganos vitales por lo que suturó las salidas, acto seguido hizo un corte en el pecho y con un separador abrió lo más que pudo la cavidad torácica dejando al descubierto el corazón el hombre. Metió la mano en el interior del pecho expuesto y buscó la una pieza de metal que originalmente había sido un proyectil.

—¿Cómo se destierra un alma?...Al desterrarlas solo desaparecen o ¿a dónde van a parar? —preguntó la bruja aun con la mano metida en el interior del cuerpo del hombre, esta vez estaba buscando en uno de los pulmones.

trFd9O9.gif       |E1K6rE7.gif |             6ulee7D.gif

https://i.imgur.com/IALDOC3.png

OtrJr1c.gif |1WWGxI5.gif|BeQGYFc.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No esperó la respuesta del hombre, sencillamente siguió inspeccionando más en profundo aquello que no parecía tener una forma normal como las que correspondía en aquella área, las de las costillas, evidentemente. Siguió tanteando, esta vez en el costado del cuerpo, y reuniendo su fuerza característica, logró levantar un poco el peso muerto, notando el quid de la cuestión: algo se había incrustado en la caja torácica por la espalda. Hizo un gesto de repulsión, y preguntándose internamente por qué el Arcano se empeñaba en obligarlos a hacer eso, se colocó los guantes y se dispuso a comenzar.

 

Improvisar algo, pues no tenía real idea de absolutamente nada que estuviese relacionado con primeros auxilios, esa clase en la Universidad sería de las últimas que tomaría, eso lo tenía muy claro. Una vez estuvo lista, volteó al hombre, dejándolo boca abajo y viendo que aquello que probablemente lo había matado se trataba de una rama, lo cual la hizo preguntarse muchas cosas al respecto de qué le habría sucedido.

 

Aspiró aire, llenándose de valor y energías, y tratando de dejar de lado su fuerte instinto de repulsión y aversión hacia aquella situación. Presionó la zona donde se hallaba el borde de la rama y, tomándola, tiró de ella con todas sus fuerzas, logrando sacarla con un sonido que hizo chirriar los dientes a cualquiera.

 

Nada de magia, nada de magia…

 

Sin darse cuenta susurraba unas palabras casi como un mantra, intentando hacerse a la idea de que debía actuar como un muggle, esos llamados forenses que se hallaban en la morgue de los hospitales.

 

Tomó al fin un bisturí que tenía cerca, había llegado la hora de la parte más sucia de todas, nunca mejor dicho. El pulso le temblaba, pero como pudo, hizo una incisión en la espalda, dejando al descubierto la zona afectada por aquella herida probablemente violenta. Un hedor indescriptible salió que estuvo a punto de darle arcadas, pero contuvo la respiración lo más que pudo y comenzó a meter las manos.

 

Terminó de romper la costilla que se había visto afectada por la rama y había terminado por dañar el pulmón junto al objeto, y la quitó de en medio, siguió ahora con el pulmón, al cual se encargó de curar y limpiar la herida con poco de solución salina. Tardó su buen rato, pues entre medio, se alejaba un poco para evitar que el olor le diera de lleno; lo único bueno del asunto era que la sangre, al hallarse coagulada, no manchaba demasiado.

 

Una vez logró terminar de curar el pulmón, volvió a colocar la costilla que ella misma había roto y una vez quedó todo en posición, lo cosió, dejando una marca en la espalda que dudaba mucho que alguna vez desapareciera, pues era bastante desprolija. Limpió esa misma zona una vez más con la solución salina para evitar que se formara alguna infección y, por último, tomó un rollito de vendas y comenzó a vendarlo desde la espalda, dándole varias vueltas para asegurarse de que quedaran bien colocadas.

 

Y al cabo de un buen rato, estuvo listo.

 

Se alejó ahora, observando al hombre de arriba abajo, no muy segura de haber hecho el mejor trabajo del mundo, muy probablemente sus compañeros harían algo mejor con el suyo, pero aún así, además de sentirse sumamente asqueada y con el estómago revuelto por tanto olor, el sonido de huesos y órganos revolviéndose y el ambiente, aún así se sentía satisfecha con lo que había hecho.

 

¿Hasta qué punto es posible traer a la vida nuevamente a una persona? – dijo repentinamente, perdiendo su vista en los vendajes de aquel hombre – Siempre se ha dicho que quien muere por una maldición asesina es imposible de regresar a la vida, ¿es esto realmente cierto? Además, basados en la historia de los Tres Hermanos, en la segunda reliquia que trajo de vuelta al alma de la amada del segundo hermano; la persona revivida mediante Nigromancia, ¿sería la misma persona o tendría algún cambio? Físico, emocional, mental, o todos…

 

Habló sin pensar, más bien, aquellas palabras habían rondado por su mente luego de las últimas respuestas dadas por Baléyr, y para ese entonces, las había tenido que mencionar, a fin de cuentas, si no se equivocaba, el siguiente paso a seguir con aquello era justamente sobre eso, el regresar a la vida a un muerto, algo a lo que no estaba preparada, pues siempre había estado del lado contrario, a la hora de que alguien la reviviera a ella.

7ND4oqh.gif ~ c3cuSMA.gif


4uqeTef.png


sEAaDO5.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.