Hablantes de Parsel

[Zoella Triviani]

La bruja siguió a los reptiles, intentando no perderles de vista cosa que fue totalmente imposible cuando ellas comenzaron a esconderse bajo la tierra, la bruja se detuvo y observó a todo su alrededor, nuevamente estaba sola en aquella inmensa isla repleta de múltiples especies de reptiles. Golpeó su frente, frustrada, sabía que su respuesta había enojado al arcano pero no esperaba tales actos de su parte, dejándola sola y a la deriva, en definitiva se quejaría de aquello con las autoridades de Mahoutokoro.

 

Unos llamados llegaron a sus oídos, pequeñas palabras en parsel que la bruja logró identificar con menos dificultad que antes "Lagartona" decía una, "Sanguijuela" soltaba otra, en una voz diferente. Triviani siguió el sonido de los siseos hasta toparse con el pantano del que en un principio había caído, miro a las ramas de los arboles vacíos y escuchó nuevamente los siseos llegar a sus oídos "Encuentralo" decían "Encuentra el fragmento", relamió su labio y con l vista intentó encontrar a la serpiente dueña de esa voz, cosa que se le dificultó al estar ambas dentro del agua esperando por ella.

 

Tomó fuertemente su varita, y justo como había visto en miles de películas de terror muggle se persigno, creyendo ilusamente que aquello le serviría de algo "Muy bien perras, voy a buscar eso que me dicen y estoy preparada para la lucha. Espero me dejen tranquila y no me ocasionen mucho problema" siseó en respuesta, adentrando sus piernas al lodoso pantano. Comenzó a tantear la superficie del pantano, segura de que aquel fragmento sería tan liviano que flotaría. Por sus piernas algo pasó velozmente, desequilibrandola casi por completo, llenando nuevamente todo su cuerpo de las asquerosas aguas del pantano. Gruñó y siguió caminando, con varita en alto dispuesta a todo.

 

El silencio reinó en el pantano, ningún siseo o ruido llegaba a los oídos de la bruja que se detuvo en medio del pantano, observando a todos lados. Algo se enrolló en su tobillo jalándola brutalmente, ocasionando que el cuerpo de la bruja se hundiera dentro del pantano. Pensó inmediatamente en un salvaguarda mágica volviéndose intangible, ocasionando que su tobillo fuera liberado. Salió a la superficie justo cuando una de las serpientes de abalanzó sobre ella, pero el hechizo aún permanecía activo, siendo intangible a tal punto de que el reptil traspasó su cuerpo.

 

La bruja realizó una ágil floritura de su varita, apuntando a la otra serpiente que se dirigía a ella y pensó en un Orbis Bestiarum, hechizo que provocó un anillo dorado que envolvió al reptil y permitiendo que la calva le controlarla. "Atacala" ordenó en parsel, mientras seguía caminando hasta donde el brillo del sol chocaba con algo que resaltaba sobre el agua. A sus espaldas podía escuchar la fuerte lucha entre ambas serpientes y debía apresurarse, el hechizo no duraría mucho.

 

Tomó el fragmento y sintió un tirón de su estomago, un traslador que la llevó nuevamente al bosque, sólo que esta vez estaba en medio de los arboles y sentada sobre una rama. Nuevamente lo escuchó, siseos que en su cabeza se convertían en palabras concisas. "Ve a la punta, te estamos esperando" escuchó de un profundo siseo,alzó la vista y una boomslang apareció en su campo de visión. La bruja se levantó con lentitud, sin despegar la vista de los ojos de la serpiente "¿Que quieres a cambio del fragmento? Puedo darte lo que me pidas" comenzó a negociar la bruja, trepando con lentitud las ramas que quedaban, hasta quedar justo en el pico del árbol, estiraba su mano y tocaría el fragmento para irse al siguiente lugar.

 

"¿De ti? Comerte, quiero una victima" siseó la culebra arborícola, acercándose a la calva. Esta giró suavemente la cabeza, captando la total atención del reptil, movió su cuerpo hacía la izquierda, manteniendo el contacto visual con la serpiente que nuevamente imitó su acción. Suavemente estiró su mano hacía arriba mientras su cuello giró en sentido contrario, percibiendo como la serpiente nuevamente imitaba las acciones de la Triviani. Relamió sus labios, y agarró con rapidez el fragmento. La serpiente giró su cabeza e inmediatamente se lanzó al ataque de Zoella, sin embargo, el hechizo de traslación fue más veloz llevándose a la bruja a las orillas del mar, dejando a la serpiente lanzarse al aire y caer unas ramas más abajo.

 

Se recargó de las rodillas, sintiendo la adrenalina correr por sus sistema, abrió su mano y observó la otra pieza de cristal negro que unió con la primera que consiguió. Un sonido llegó a sus oídos, los fragmentos se habían unido perfectamente. Un nuevo brillo llegó a verse por el rabillo del ojo de la ojigris, que alzó la vista y vio el cuerpo sin vida de Kanit, a un par de metros. Caminó hasta agacharse a su costado y con manos temblorosa le tocó, estaba más frío que de costumbre y sus ojos cerrados indicaban la falta de vitalidad en su sistema.

 

Unos siseos llegaron a sus espaldas, las serpientes de abdomen amarillo le observaban con gran enojo. Se quedó helada, y levantó su cuerpo lentamente "Necesito el ultimo fragmento, dénmelo" siseo enojada a las criaturas, que se rieron de ella antes de hablar "Búscalo tu misma, en el fondo del agua" contestó una, acercándose peligrosamente a la bruja.

 

Triviani sacó su varita y apuntó a ambas reptiles, amenazándolas con la mirada mientras caminaba con suavidad hasta tocar el agua con sus tenis. Lanzó un rayo a las serpientes que huyeron mientras ella corrió hasta adentrarse en el agua, a la par de que pensaba en un Casco-Burbuja, encantamiento que creó una burbuja mágica alrededor de la cabeza de Zoella, permitiendo que lograra respirar bajo el agua, nadó lo más rápido que pudo y sintió movimiento a sus espaldas.

 

Las serpientes nadaban a toda velocidad en su dirección. Aumentó la velocidad, encontrando hasta lo profundo de las aguas, observando un brillo extraño dentro de las anémonas. Observó a sus espaldas y lanzó una patada, golpeando la cabeza de una, aturdiendole. "idi***" siseó, nadando hasta llegar a las anémonas naranjas del fondo. Con una de sus manos buscó dentro de los tentáculos que poseía el animal. Observó nuevamente a sus espaldas y la serpiente se acercaba. Soltó un par de groserías en parsel, hasta que consiguió el fragmento. Un fuerte dolor llegó a su tobillo, una de las serpientes la había mordido.

 

Gritó y juntó los tres fragmentos, segura de que aquello la llevaría hasta Lawan. El tirón a su estomago llegó, la bruja deshizo el hechizo del casco burbuja y sintió su cuerpo caer al suelo justo frente al arcano. Tomó su jeans y lo subió un poco, observando la fresca mordedura de serpiente, alzó la mirada al arcano y no supo que hacer ¿Moriría por aquella mordida? Deseó con todas sus fuerzas que la serpiente no fuera venenosa y que aquello quedara como una sencilla herida de batalla.

[Lawan Nguyen Thanh]

“¿Que dice” siseo una de las que sostenía el brazo del mago.

 

“No sé qué dice, habla la lengua común” Respondió la Pitón impaciente “Lo llevaremos con Lawan ahora mismo. Debe darle una lección de humildad” sentenció.

 

La orden estaba dada y las demás Boas no tardaron en acatarla. Liberaron al mago de las presiones de sus cuerpos, para poder vigilarlo de cerca sin tocarlo. Estaban impacientes por ver qué ocurría con aquel extraño. Les gustaba observar como el Arcano convertía a muchos magos que aparecían por el oasis en personas que pudieran comunicarse con ellas. Algunos no eran capaz y se quedaban en el camino, pero otros pasaban a tener conversaciones interesantes e instructivas.

 

Los ofidios escoltaron al mago hacia donde estaba Lawan. La arena apenas dificultaba el andar de las serpientes. Se deslizaban por el terreno dejando surcos serpentinos que señalaban el camino. La velocidad a la que iban era rápida, provocando que el mago tuviera que trotar. Dos de ellas le pellizcaba los talones si aflojaba el paso. El bungaló no estaba tan cerca de donde había aparecido el mago. Los minutos volaron hasta llegar a la vivienda donde el Arcano esperaba.

 

Lawan estaba terminando de servir en un cuenco el líquido espeso, que había cocinado en el caldero. El recipiente de madera humeante, fue depositado en el suelo, frente a donde el nuevo aprendiz se sentaría. Un movimiento de varita aplaco las llamas debajo del caldero para que estas no ocasionaran que la mezcla burbujeante, se pasara de cocción.

 

-¿Qué haces aquí, joven? -Preguntó sin saludos previos. Esperaba no recibir las típicas respuestas de aprendizajes para no perder el buen humor con el que había amanecido.

 

 

@@Hessenordwood Crouch

 

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-Las serpientes de vientre amarillo tienen un veneno mortal…-Respondió el Arcano a los pensamientos de la bruja - Las toxinas invaden el sistema nervioso y tendrás un paro cardíaco o tus pulmones fallaran a la hora de intentar contener el aire. Morirás. No hay cura.

 

Lawan dejo que Zoella sintiera el miedo de sus palabras. En su mente llevaba la cuenta del tiempo que le costaría al veneno recorrer todas las venas de la bruja, para terminar matándola. Unos segundos antes de que el corazón empezara a fallar, intercedió. Utilizó su varita de cristal y hechizos en una lengua muerta para ir sacando de a gotas el veneno, por los poros de la piel pálida. Cuando terminó su trabajo, unió todo el líquido en un frasco y lo tapó con cera caliente. Antes de entregárselo a la temblorosa mujer.

 

-¿Estás preparada para cursar la prueba? -Preguntó, dejando en la palma de la mano femenina, el anillo de aprendiz que debería utilizar en la prueba.

 

 

@@Zoella Triviani

Editado 11 de Abril del 2020 por Lawan Nguyen Thanh

[Zoella Triviani]

El escozor del anillo de veneno llegó al dedo de la bruja, quien comenzaba a respirar con dificultad. Esperaba que el arcano no la dejara morir pero sus palabras la hicieron temblar de miedo ¿Se vengaría con su muerte solo por responderle de manera tan osada? Su cuerpo comenzó a colapsar, sus pulmones se cerraron y el vampiro corazón de la bruja empezaba a colapsar, taquicardico. El cuerpo de Zoella se retorcía en el suelo, el anillo seguía quemando en su dedo, haciendo todo lo posible por contrarrestar el potente veneno de la serpiente.

 

El sufrimiento paró, y la bruja sintió su cuerpo sudar como nunca. Temblaba, pequeños espasmos se esparcían por su agotado cuerpo que se recompensaba. Parpadeó un par de veces y percibió a Lawan frente a ella, con lentitud de levantó y pensó en un curación que cerraría las marcas de los dientes del reptil. Tomó entre sus temblorosas manos el frasco con veneno y escuchó las palabras del arcano.

 

¿Estaría preparada para ello?

 

Recordó a Kanit y suspiró, asintiendo - Si, estoy lista y ya conozco la razón de mi presencia aquí - respondió a la interrogante impuesta por el viejo hombre. Tomó el anillo y con lentitud la puso justo en su dedo corazón, sintiendo suavemente la conexión con el anillo de aprendiz.

 

@@Lawan Nguyen Thanh

[Hessenordwood Crouch]

Los siseos se escuchan cada vez más cerca de sus oídos, pero por alguna razón Garry entiende que esta vez las criaturas no lo hacen hacía él, si no que parecen comunicarse entre ellas. Debe ser solo percepción suya, pero está de acuerdo con esa idea cuando siente que la fuerza con la que cortan su respiración y la circulación de su sangre es mas liviana. Es en ese momento en el que se pregunta si, de haberlo intentado, hubiera podido salir de la trampa de las boas y la pitón, posiblemente existe un escenario en el que sí, sin embargo, en su cabeza no tiene mucha razón la idea de buscar el conocimiento, la habilidad de poder comunicarse con las serpientes, como para que su primer encuentro sea lanzar maldiciones. Igualmente, refuerza el agarre de su varita una vez que puede volver a sentir los brazos.

 

De apoco el cielo sobre la vista que tiene ahora, la cual ya no está más nublada por la figura de la pitón sobre él, comienza a recuperar sus colores claros, señal de que el aire tranquilamente entra a sus pulmones con normalidad. Dejándose de sentir ahogado puede incorporarse, o al menos quedar sentado aún en la arena de la playa, para ver cómo los reptiles han cambiado de “formación” y serpentean alrededor de él sin avanzar, por ahora, más allá de donde se encuentra el brujo. Hay algo nuevo en sus siseos que las hace parecer malsufridas, por lo que Garry se imagina que algo no está bien, es algo que mas que entenderlo cree que pudiera estar sintiendo.

 

Se levanta con dificultad de la zanja en la que había quedado atrapado, no tiene tiempo sin embargo, de sacarse la arena que ahora tiene hasta por los cabellos alborotados, cuando lo que parece la finta de una mordida por parte de una boa lo hace casi pegar un salto de nuevo al agujero sobre la arena. Garry levanta las manos, un intento torpe por procurar la calma antes de que no pueda reaccionar a tiempo y su pierna termine en la garganta de uno de esos reptiles. Avanza entonces, primero con pasos lentos, ciertamente él no es alguien energético, al menos no innecesariamente, así que cuando tiene que apurar el paso tras el rastro viscoso , con un par de ellas persiguiéndolo, se siente casi agotado.

 

Lo único bueno de todo esto es que llegar hasta el búngalo se hace algo más rápido, a su paso común le hubiese llevado mucho más tiempo, lo que no es bueno estando rodeado de criaturas que pudieran resultar engañosas (aún más sin saber como comunicarse con ellas).

 

Estar en presencia del arcano le deja una sensación muy parecida a la de su encuentro con esas serpiente pitón y sus otras compañeras, a diferencia de que esta vez entiende mejor lo que habla el mago. La pregunta de Lawan lo deja poniendo toda su atención en el hombre. Él cree entonces que se trata de una pregunta configurada, lo lógico es responder que está ahí para aprender a hablar pársel, para entenderse con las serpientes, pero le parece de pronto que es una respuesta tan poco consistente que apenas se convence a si mismo de ello. Tal vez lo que el arcano quiere saber es el porqué. Es curioso cómo aunque hablan el mismo lenguaje, él puede llegar a confundir sus palabras igualmente.

 

Por un instante, apartó la mirada del arcano para contemplar sus propias manos temblorosas, sobretodo la enguantada que esconde los vestigios del beleño cómo el recuerdo de una maldición finalmente rota, pero que se había encargado de transfigurar al brujo en lo que es ahora, y que además ha dejado rastros de su existencia, como más cicatrices en el interior de él.

 

―En el centro de nuestro miedo radica un desconocimiento, el hoy o el mañana se siente como una amenaza, pero el pasado, el pasado es un compás que indica hacia donde condenar, nos dice por ejemplo; que no entendemos el lenguaje de los que no son como nosotros, y que por eso no nos entienden tampoco, ni a nuestra enfermedad-, exhaló largamente, intentando espantar el resto del cansancio. ―Y si no entendemos, no respetamos, y nos dicen en su corazón que no sabemos nada de nada, nos dicen en su razón que no hay remedio para nuestra ignorancia, nuestra enfermedad-, se encogió de hombros. ―No estoy de acuerdo-, casi se siente arrepentido de lo que dice. ― Siempre hay una razón de mayor peso y eso es suficiente para atacarse unos a otros como si la verdad no importara, como si no pudiese existir un lente para interpretarnos.

 

Su mano se cierra nuevamente en un puño, al menos eso evita el espasmo en ella. Recuerda cómo esa misma interpretación que ha recitado a Lawan es la que Garry había adoptado para esa marca de beleño. La diferencia era que en aquel entonces solo había sido un intento suyo por atajar el camino.

 

―Estoy aquí a poner a prueba esa idea.

[Lawan Nguyen Thanh]

Las serpientes se quedaron a observar el intercambio de palabras de los hombres. Sus siseos habían reducido la intensidad del sonido dentro del bungalow. Allí el ambiente era seco, con reducida luminosidad y perfumado por plantas que relajaban al que las olía, sometiéndolo a reducir los nervios de forma inconsciente. El Arcano disfrutaba de su tiempo de ocio leyendo libros o haciendo pociones de curación para alguno de los males que solían aquejar a sus amigas. Aunque no solía interrumpir el ciclo natural de la vida del serpentario, si ayudaba a con pequeños detalles a que fuera más sano. Era su aporte al oasis y también creía, el deber que tenía como mago cuidador de aquel hábitat.

El mago que ingreso era a todas luces diferente a lo que Lawan esperaba. Se notaba en su cuerpo las marcas de batallas pasadas, tanto ganadas o perdidas, con marcas en la piel o en la mente. Era estimulante tener esa clase de alumno que hacía un desafío más interesante el enseñar a controlar la nueva habilidad. Pero se estaba adelantando en su mente, aun el mago no había demostrado ni un gramo de poseer conocimiento previo o alguna muestra de interés de aprender a manejarlo. Las manos ásperas del Arcano entregaron el pocillo con la espesa mezcla al chico, luego de invitarlo a sentarse frente a él en el suelo. La poción tenía un olor particularmente rara a menta y ácido.

-Aquí espero ayudarte a encontrar la respuesta o acercarte a ella lo más posible -Respondió luego de un minuto de silencio entre ambos - Para eliminar el miedo a lo desconocido hay que ser valiente y muy sagaz. Aquí aprenderás el idioma de las serpientes, comunicarte con ellas tan solo es una parte del camino. También debes comprender sus costumbres para entenderlas y apreciar su forma de vida, que diferencia mucho del que solemos conocer en otras especies -Lawan indico con un gesto en la mano, que era hora de que el hombre bebiera del cuenco caliente - A tu salud, joven. Veamos qué tanto puedes aprender desarrollando tus sentidos y quitando otros.

Los primeros tres tragos le sabrían amargos al brujo, pero más absorbiera el líquido, mejor gusto empezaría a tener en su garganta. Al terminar, podría sentir un leve mareo que destacaría por el aumento de los siseos de las serpientes. El Arcano estaba intentando abrir los sentidos del aprendiz para que pudiera empezar a interpretar lo que escuchaba, formando un lenguaje coherente en su mente.

"¿Que sientes?" Pregunto Lawan con tranquilidad en Pársel.

@@Hessenordwood Crouch

[Hessenordwood Crouch]

Es silencioso mientras se mueve dentro del espacio del mago arcano, el cuerpo del brujo protesta ante la nueva postura que adopta luego de la larga caminata, pero no se preocupa por ello, y por el contrario, se da cuenta que de esa manera tiene una mejor vista del arcano. Anteriormente, en aprendizajes pasados, algo como eso no hubiera sido importante, pero ahora Lawan tiene su total interés. Entonces, el arcano comienza una explicación breve que Garry detiene justo en la idea que expresa de perder el miedo en lo desconocido, e inconscientemente su vista se mueve del maestro a la marca en su mano, sopesando una vez más el significado real de esa oración.

 

“Algunas veces, también, hay que tener miedo, eso de alguna forma...nos mantiene vivos”-, ese no es un recuerdo propio de Garry en realidad, pero sobre la balanza de pensamientos coloca también aquel viejo consejo.

 

Se toma una fracción de segundo para reflexionar sobre eso antes de beber del líquido en la taza que el arcano le ofrece. A través de las cicatrices en sus manos puede sentir el calor que atraviesa el material del que está conformado el recipiente, también lo percibe en su rostro por medio del vapor del extraño líquido, al brujo reconforta esa escasez de calor y se esfuerza por mantenerlo en él. El lugar, el bungaló de Lawan, es mucho más húmedo y fresco, y ciertamente a él no le viene bien. Así que bajo el disfrute de esa sensación se anima a beber de la mezcla, no es como que el sabor que pueda tener esa cosa le preocupe, nada puede saber peor en su boca luego de las mañanas de luna llena, pero ese pensamiento hace que beberlo sea menos algo complicado.

 

Efectivamente, no es un sabor agradable el que recorre hasta su garganta, pero Grelliam se enfoca en la sensación y el rastro que deja, al menos así es más fácil no asquearse luego del primer trago. Lo toma, y al instante puede sentir los efectos de lo que sea que el arcano le ha hecho beber, y de a poco a su alrededor los sonidos se distorsionan, aunque no de mala manera, son sonidos claros, mucho más intensos, como si no se hubiera dado cuenta de la presencia de ellos antes.

 

“¿Que sientes?”-, pregunta el arcano y en su cabeza el siseo tiene sentido.

 

Parpadea pausadamente, mientras intenta dejar el recipiente en un lugar más seguro que lo que son sus manos que parecen temblar para siempre.

 

“¿Que sientes?”-, repite mentalmente para sí mismo.

 

―Se siente…-,

 

Es una experiencia poco usual, no hay duda de eso, pero también hay algo, esa otra cosa en todo esto que se siente como si no fuera la primera vez que lo hace. Siente que si se concentra más en esa sensación podría perderse en ella, lo cual no siempre era algo bueno. Aun así deja llevarse por eso. Pero, ¿cuál es la palabra que mejor define sus sensaciones? Los siseos que escucha a su alrededor convertidos como en voces en su cabeza lo marean, como si estuviera atrapado nuevamente en uno de eso sitios concurridos de personas, a diferencia de que eventualmente van tomando significado, inclusive, se da cuenta finalmente que entiende lo que dicen.

 

Debe hacer una pausa, debe dejar de sentir por un instante y pensar, pensar en lo que, para él, tiene sentido.

 

¿Qué sabe él sobre la lengua pársel? En aspectos muy generales, sabe que aprenderlo no le da control sobre los ofidios, si no un entendimiento mayor entre ellos, eso era lo que en mucho diferenciaba al hablante de pársel a un simple encantamiento controlador de criaturas, e imagina que a eso se refiere Lawan sobre aprender de las costumbres para entenderlas mejor. Lo siguiente que sabe es que no cualquiera puede aprender la lengua de las serpientes, se tiene la creencia de que es algo como un don mayormente heredado entre los mejores practicantes, así como corrientemente él lo ha hecho con el arte de la fabricación e interacción de varitas mágicas, a pesar de que en realidad no se dedica a ello.

 

Entonces, ¿qué tiene él que lo hace pensar ahora que hay esa oportunidad para aprenderlo? No era una mentira lo que le ha contado al arcano, de alguna manera es la ideología que Garry adoptó luego del exilio temprano causado por la licantropía, algo que con el tiempo y los pesares, es lo único que en él no ha mutado y se mantiene, aunque no con la misma insistencia, sí con convicción en sus ideales. Por el contrario, Garry tampoco cree llevar un lazo del tipo hereditario o algo más allá que lo relacione con estas criaturas, no tiene algo más que su, aún a la fecha, orgullo de Slyetherin, pero ¿que más?

 

Ah sí, las transiciones.

 

Son algo reciente, a Garry le ha costado últimamente interpretarlo, son más densas y extraordinarias con el pasar de los días, primero ha pensado que son metáforas sobre lo que inconscientemente lo agobia, son indulgentes con él, pero aun así siente que no le dan tregua. Otras veces despierta y puede sentir que escucha los siseos aun en la soledad de las habitaciones. Estas, en lo más profundo de su mente, están ahí, tan constantemente como cada vez que cierra los ojos. Es como si el fantasma de la sufrida irrupción lo siguiera hasta los días presentes, tan solo, quizá, hay algo en él que no ha terminado de dar solución.

 

Lo particular, es que tiene la forma de una serpiente de gran medida; de piel transparente, rosada como el músculo interno, sin manchas o franjas de ningún tipo, con grises ojos y dos cabezas, una terriblemente silenciosa y la otra que le habla entre siseos suaves. Por supuesto que no entiende como palabras lo que dicen, pero, instintivamente, interpreta. Sabe, que habla acerca de él, de quien fue y en que se convirtió después de compartir su cuerpo con alguien más, él se aventura a pensar que le cuenta con excitación sobre una vida que evidentemente Garry no tuvo jamás, y él a menudo cree que tiene que hacer algo al respecto, tiene la necesidad de decirle que se detenga, que él no es la persona que ella busca, y se preocupa, más de lo que debería tal vez, por saber si hay algo más que puede hacer por ella.

 

Es eso en lo que Garry ha tenido más cuidado, la interacción entre ellos podría ser no necesariamente verbal, pero él lo intenta. Es algo con lo que no tiene problema hasta ahora, su encuentro, es más como un acuerdo pacífico, ambos congenian, pero no justamente se entienden. En su meditación más profunda, Garry cree que todo esto puede llegar a ser solo un simple augurio, pero ¿sobre que? Ahora que tras beber de la mezcla del arcano se siente más lúcido podría intentar traducir sus palabras, y ¿todo terminaría después?

 

―Me siento...como si no fuera yo-, masculla el siseo débilmente, después de un largo silencio de introspección.

[Lawan Nguyen Thanh]

Lawan deja que el silencio se extienda lo suficiente para que el aprendiz pueda sentir los cambios a su alrededor. Cuando se estimulaba la parte del cerebro donde regia adormilada aquella habilidad, la forma de ver el mundo cambiaban dramáticamente. Todos los pequeños susurros sibilantes pasaban a tener un significado diferente convirtiéndose en un palabras conectadas que formaban un idioma, un sentido al sonido. No era algo que todos poseyeran, y el Arcano estaba seguro que aquella poción no abría funcionado si no existiera un gen resistente que se negaba a desaparecer, trasmitiéndose de generación en generación. Siempre estaba ahí, a la espera de activarse por algún medio. A veces lo hacia de forma natural cuando el mago era pequeño, y ya empezaba a tener comunicación con los ofidios desde edad temprana, otras veces, había que estimular la zona para que "despertara" y empezara a funcionar.

 

-Mientras el tiempo se extiende, tu cerebro esta asimilando la nueva información -Explicó en tono calmo y en el lenguaje común el Arcano al ver la pequeña confusión del hombre. Sabia que escuchar su lengua habitual traería mas confusión a su mente - Esa sensación de que no eres tu, pronto va a desaparecer. Un aprendizaje consta de ejercitar la mente.

 

"Ven aqui, Nadythen" Llamó a una de las Cobras que miraban en silencio el intercambio entre los magos "Quiero que hables con él para ayudarlo a comprender"

 

La Cobra aceptó la oferta. Arrastro su largo cuerpo hasta quedar cerca del Aprendiz. Su lengua bífida entraba y salia de su boca en una danza sin final, mientras eso ocurría por fuera, por dentro detectaba las vibraciones que producía el hombre por ese medio. Intentando interceptar todo lo que pudiera sobre el extraño. Lo contemplo unos minutos en silencio, produciendo que la se escuchara los sonidos de afuera del bungalo con mas fuerza.

 

"Mi nombre es Nadythen, soy del Nordeste de Vietnam, un sitio llamado Yên Bái donde nos cazan y nos comen fritas al limón" Siseo de la forma mas lenta que pudo, para que el mago entendiera lo que decía "Nguyen me salvo la vida invitándome a trasladar mi hábitat a este lugar. Aquí no corremos peligro de ser alimento para otros mamíferos. ¿Eres esa clase de animal?"

 

 

@@Hessenordwood Crouch

 

 

 

 

 

[Hessenordwood Crouch]

El brujo asintió a las palabras del arcano, Grelliam está, dentro de lo que cabe, consciente de que lo que dice el maestro lleva verdad, sin embargo, en ese momento, mientras los siseos transformados en palabras inentendibles aumentan en cantidad y varían en el volumen del sonido, es difícil pensar en cómo es que debe o puede ejercitar su mente bajo esta sensación. No deja aún así abrumarse por todo esto, él no es un practicante de otras habilidades mágicas del control o la manipulación de la mente, pero en cuanto a reacciones físicas siempre se ha sabido manejar con dominio sobre sí mismo, y si en verdad se encuentra desorientado y un poco más sorprendido al escuchar su propio acento en pársel, apenas se nota.

―No, yo no…-, el siseo se detiene brevemente, la pausa parece de pronto como si nuevamente fuera incapaz de hablarlo, pero, por el contrario, sus palabras son interrumpidas por las repentinas visiones que tiene en su mente de las noches cuando la luna llena domina sobre el cielo, sobre personas como él.

Quiere decirle que él no come carne, quiere explicarle a la cobra que en la dieta del hombre, no por tendencia o alguna causa más que la propia, la carne ni guisada, ni cruda es de su agrado, y es que es difícil soportar su textura y su sabor, independientemente de donde venga, cuando despiertas por las mañanas en un lugar desconocido, con los rastros de sangre que no te pertenece y el estómago digiriendo algo crudo e incierto, pocas ganas te quedan después de probar bocado. Así que no, no es por él quien se abstiene de terminar aquella idea con tanta soltura, sino la criatura por las que pierde conciencia al menos una vez al mes, y que es mucho más voraz de lo que podría serlo la persona.

―Yo no me alimento de carne-, sisea finalmente, con la misma lentitud como si hablara su lengua origen, siempre ha tenido el hábito de arrastrar las sílabas en expresiones cortas, y escucharse monótono en explicaciones más largas, pero para fortuna de muchos, excepto tal vez para los estudiantes del quinto curso en Hogwarts, Garry no es una persona muy conversadora. ―No lo hago intencionalmente-, de apoco es más fácil concentrarse solo en la cobra frente a él, en los movimientos que el brujo cataloga luego luego como “de curiosidad” y en cómo a su alrededor los demás sonidos se han convertido en bullicio.

Duda entonces un momento, sopesando brevemente si es seguro apartarle la mirada a la cobra que tiene delante de él o la criatura podría mal interpretar sus acciones. Garry piensa entonces, que ambos saben que es la cobra entre los dos quien lleva la delantera, por lo que sería demasiado tonto de parte del brujo atentar de ningún modo, y seguramente Nadythen lo sabe. Finalmente lo hace, buscando con sus extraños ojos casi incoloros el rastro de aquellas serpientes que guiaron y acompañaron su camino. Por un lapso corto de tiempo, Garry piensa que le hubiera gustado haber tenido ese elixir en su cuerpo desde el momento en el que cruzó el portal.

Cuando finalmente encontró lo que buscaba, si bien no es una de las serpientes que lo habían recibido en la costa al menos la apariencia de ella le servía para su explicación, el mago señaló a la enorme serpiente que ocupaba gran espacio, enrollada en un rincón del bungaló, e invitó con el gesto a la cobra a admirarle también.

―Si quisiera, ella podría acabar conmigo sin el mayor esfuerzo solo por considerarme una amenaza para ustedes -, comenzó hablar aun en pársel con paciencia en su voz, como si tuviera todo el tiempo del mundo para quedarse a conversar con la cobra. ―Y apenas tendría yo la posibilidad de defenderme ante su ataque, aun si usara mis mejores trucos de magia-, suspiró pesadamente, ¿qué pasaba si los efectos del brebaje de Lawan terminaban? No tiene antojo de dejar cosas a medias. ―Hay serpientes también que comen inclusive a otras serpientes más pequeñas-, parpadea lentamente cuando ve al bulto enroscarse más sobre sí, antes de volver la mirada hacia la cobra. ―No abogo por una cacería injustificada, pero la supervivencia es casi… una ley de la vida.

“'¿Siempre buscas un punto medio para todo?”-, la suave voz de su madre se escucha tan oculta entre los siseos del entorno que se pierden entre las otras palabras que envuelven el bungalow del arcano. Seguramente es una especie de interferencia, entre sus pensamientos y lo que en realidad escucha, y es que sabe que, aunque intente buscar a la mujer en ese lugar, no la va a encontrar. “Siempre tendría que haber uno, un punto medio para todo”-, responde.

Se concentró mejor en comprender su propio lenguaje, Nadythen parecía, en gran medida, entender lo que el brujo le explica, pero ha estado silenciosa todo este tiempo, percibiendo con su lengua bífida, por lo que no le garantiza a Garry su entendimiento. El brujo se muerde la lengua antes de volverlo a intentar.

―Al menos ustedes tienen a Nguyen ahora-, arrastrando los sonidos en una nueva serie de palabras en pársel se da cuenta que en realidad el sonido es algo mucho más fluido, que viaja con su propia respiración, aun así, cree que necesita una respuesta por parte de ella, para saber que finalmente se entienden. ―¿Puedo preguntar, Nadythen? ¿qué cosa es lo que las haría volver ahí, a su hábitat natural? si es que se pudiera considerar-, si sus sonidos son más bajos ahora es solo por que a Garry le cansa hablar por tanto rato.

[Valky]

Kaori M.


La pelinegra odiaba los idiomas, a pesar de que sabía algunos cuantos, esa sin duda era la materia que menos le gustaba. ¿Porque se había inscrito entonces a la clase de Parsel? Por qué, no podía convertirse en serpiente cada vez que deseaba o necesitaba comunicarse con una serpiente. Si, ese era al único motivo, bueno además de que podría serle útil en alguna misión pues era una habilidad que pocos tenían.


Suspiró mientras dejaba dormido en la cuna a su pequeño hijo Sammael, apenas tenía dos meses de edad y no podía evitar sentirse culpable por tener que dejarlo por periodos largos de tiempo. «Podría dejarlo para después» pensó, pero de inmediato descartó la idea, ya había recibido la nota indicándole que el Arcano Lawan la recibiría, no podía dejar de ir, además tenía que aprovechar que su esposo, Aries estaría en casa esos días.


Muy a su pesar se alejó de la cuna para volver a la habitación principal, en donde seguramente Cirindé, su elfina doméstica, ya tendría todas sus cosas listas para que ella pudiera marcharse. Las otras habilidades que había tomado, se podían decir que habían sido sencillas, sin embargo, algo le decía que aprender el idioma de las serpientes no sería tan fácil y pasaría rodeada de esas criaturas por un buen tiempo, cosa que no le molestaba en lo absoluto, no por nada su forma animal era precisamente una serpiente.


Iba vestida con unos pantalones de mezclilla, una blusa carmesí y unas botas cafés de caña alta a juego con un bolso en el que seguramente estaba todo lo que pudiera necesitar para la clase, en esa ocasión no llevaría capa. Tras sacar la varita empezó a trazar un portal que la llevaría hasta la vivienda del Arcano, aunque no estaba del todo segura de encontrarlo ahí, puesto que la antigua Universidad ya no existía, sin embargo, no sabía a qué otro lugar acudir, si no lo encontraba ahí a lo mejor pudiera preguntar a alguien por su paradero. Con esos pensamientos en mente, cruzo el portal.


—Arcano Lawan... Hola — Dijo la bruja al llegar a ese silencioso oasis en medio del desierto que eran los terrenos de la Universidad.

[Lawan Nguyen Thanh]

Nadythen desentrelazaba los siseos de Garry convirtiéndolo en palabras en su mente. Podía entender al joven aunque algunas de las palabras se le escapaban. Más allá de eso, el marco general de lo que quería comunicarle estaba siendo comprendido, pero no cayendo a gusto en las propias serpientes que lo escuchaban. El solo hecho que no tomará la postura que ellas querían que tuviese estaba subiendo la ansiedad del grupo. Algunas de los bífidos que estaban fuera se asomaron por las rendijas de bungalo, esperando la fiesta que se avecinaba.

“No te alimentas de carnes pero justificas que otros nos maten y nos pongan en sus ensaladas” Siseo enfurecida Nadythen “No mezcles nuestra alimentación contra el asesinato injustificado que los humanos nos hacen”

Lawan escuchaba con tranquilidad toda la conversación sin interrumpir y sin intenciones de hacerlo. El aprendiz parecía estar metiéndose en problemas, pero no estaba en sus manos ayudarlo más que a comprender la habilidad. No podía crear lazos de amistad entre ellos, porque no llegarían a entenderse. Ellas interpretarían todas las palabras del joven como si fuera una especie de código a descifrar, que muchas veces, desviarían hasta encontrar lo peor de ellas. Muchas serpientes en un mismo lugar, solo era signo de muchas mentes pensando de forma similar para con un único enemigo que las uniría todas. Garry estaba poniéndose en ese lugar de forma inocente.

“Si no tienes cuidado, te atacaran” Interrumpió el Arcano “Ellas están buscando un motivo para que seas su cena, y tu estas dándoselo con tu honestidad. Aveces, no hace falta ser honesto para hacer lo correcto”

“Él esta justificando a nuestros asesinos” Se quejó Nadythen.

“Responde sus preguntas” La reprendió con suavidad Lawan.

“Que dejen de cazarnos y podamos vivir en paz. Eso haría que mi hábitat fuera segura para reproducirme y perpetuar mi especie” Siseó en respuesta Nadythen moviendo la cola de forma alocada.

“Un cazador está en las oasis. Encuentrenlo. Lleven al aprendiz con ustedes” Volvió a ordenar Lawan, dándole al alumno un pequeño frasco que contenía un líquido color azul “Toma esto cuando estés pasando el límite del bosque. No te harán daño. Procura devolverles el favor” Recomendó dejando ir al alumno que sabía tendría más dudas que certezas.

@@Hessenordwood Crouch

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Las serpientes sintieron a la intrusa llegar por las arenas del oasis. Se quedaron lejos de ella, viéndola pasar e intentar encontrar el bungalo. Un portal mágico, jamás podría ser abierto directamente hacia la vivienda del arcano. La magia que rodeaba la construcción no permitía semejante intromisión de parte de nadie sin ser invitado por el propio Lawan. El camino hasta encontrar el lugar donde estaba el Arcano, era visible por los surcos engañosos que dejaban las serpientes en el suelo arenoso.

La alumna no pasaría del límite de la arena a los pastizales que debía cruzar en el camino al bungalo. Las serpientes, tres de ellas, estaban escondidas muy quietas esperando que pasara. La atacarían lanzándose a los talones para intentar morderla e inyectar veneno, una de ellas se le plantaria al frente con intenciones hostiles si osaba seguir avanzando. Las palabras de la mujer determinarían el comportamiento de las siguientes acciones por parte de los ofidios.

“No eres bienvenida aquí” Siseo amenazante una de ellas.

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