Hablantes de Parsel

[Lawan Nguyen Thanh]

- Serpiente venenosa. – Suspiró cerrando los ojos, había muchas cosas en las cuales pensar pero en ese momento le interesaba mucho la seguridad de sus alumnas, el hombre ya era viejo no podía estar buscando a una jovencita descuidada, a un par de artimañas y aun continuar, necesitaba terminar las cosas pronto.

 

- Chicas, hare dos preguntas, y necesito que me respondan con sinceridad. – Dando media vuelta y tras un largo suspiro, podían notarse el cansancio en los ojos de aquel hombre pese a tantas arrugas, solo bajo la mirada y continúo. – No sé cómo estén las cosas, confió en que esta jovencita Lyra, este bien; pero ahora mismo necesito saber como están ustedes.

 

- ¿Los dolores de cabeza terminaron? – Sonriendo y mostrando aquellos viejos dientes algo amarillentos, girando un poco su cabeza. – Las serpientes suelen ser solitarias, es por eso que prefiero tener toda la responsabilidad y la verdad, creo que ustedes ya no tienen necesidad de seguir aquí. Su compañera Lyra es la que me necesita –

 

La vara de cristal volvió a materializarse en la mano de Lawan, dando un giro veloz el mago la clavó al suelo y dibujo un circulo en la tierra. – Creo que ustedes dos ya están listas para terminar con esto. – Dando un suave golpe, el agujero abrió de pronto lo que asemejaba un portal. - Nuestros caminos aquí pueden terminar, considero que ustedes pueden afrontar los problemas que las estrellas les preparan en la prueba final. –

 

- Mia, ¿Deseas afrontar la prueba de Parsel? – Llevando sus ojos hacia la mujer, para sonreírle y girar la cabeza hacia la segunda.

 

– Leah, ¿Deseas afrontar la prueba de Parsel?

 

- Piénsenlo bien, en este tiempo han escuchado y razonado, ¿Creen que tienen lo necesario para afrontar la prueba? Si es así, pueden dejar este lugar. – Señalando el portal a sus pies.

 

Su compañera aun tiene algo que demostrar, ella aun no está lista, pero ustedes dos no necesitan probar nada, si su deseo es terminar aquí, pondremos una fecha para su prueba final, pero si prefieren continuar serán bienvenidas, aunque yo preferiría que terminaran aquí. –

 

- Así que, ¿cuál es su deseo? ¿Continuar, o prepararse para una de las pruebas que les exigirá tener su espíritu al límite?

[Leah Snegovik]

Sus ojos verdes estaban fijos en Lawan y su repentino ataque, aunque su expresión no delataba en absoluto las ganas que tenía de darle una patada al anciano. Nailah parecía un poco más abierta a la idea, porque siseaba peligrosamente aún enroscada en su brazo como si quisiera hacer algo contra el hombre. Lo dudaba, pues técnicamente le pertenecía a él, pero las serpientes eran traicioneras y él mismo lo había dicho en un inicio. Con delicadeza, colocó la mano sobre la cabeza de la mamba negra y le dio un par de golpecitos ligeros para que se relajara. Ahora que lo pensaba, realmente extrañaría a aquella criatura en cuanto acabaran por fin con aquella locura.

 

Decidió que lo mejor era, sin duda alguna, ignorar al Arcano y tratar de ubicar a Lyra. La mujer había desaparecido hacía demasiados minutos y empezaba a preocuparse, aunque sabía que la Selwyn era completamente capaz de sobrevivir sola a cualquier cosa... ¿Pero a qué se estaba enfrentando? El vietnamita no había dicho nada más con respecto al misterioso atacante, si era una mujer o no, por lo que bien podía ser una criatura mitológica o una muggle enloquecida. O algo peor. Separó los labios dispuesta a decirle al hombre que estaban perdiendo el tiempo, cuando este cambió el tono por completo.

 

Apartó los ojos de la selva que tenían por delante, donde ningún movimiento marcaba la posición de su compañera de clase, volviendo a poner las pupilas en el asiático. ¿Ya? Enarcó una ceja, mirando a su hermana por el rabillo del ojo y notando que ella tenía la misma extraña expresión, una especie de desconcierto total. Prestó atención a sus palabras y notó por primera vez en varias horas que ya no tenía dolores de cabeza, no desde que había arribado al bungalow hacía un tiempo atrás y que había estado hablando con Nailah en Parsel intercalando entre el inglés para comunicarse con sus compañeras.

 

—Todo en orden —respondió en voz baja, como un murmullo, casi como si hubiera olvidado cómo hablar normal.

 

Solo que en realidad seguía un poco tocada por el arranque del hombre y no podía negarlo. Esperó hasta que el portal estuvo hecho y lo miró con los ojos entrecerrados, analizando la situación. ¿Podría él solo encargarse de Lyra? Lo estudió por un minuto y concluyó que, de tener semejante vara de cristal, podría hacer algo por la bruja sin su ayuda.

 

—Deseo continuar y afrontar la prueba de Parsel —respondió en el lenguaje de las serpientes, entrando al portal de un salto y perdiéndose hacia un destino que sólo Lawan sabría hasta su llegada.

[Lyra Katara Selwyn]

Era obvio que no iba a recibir ayuda de ningún tipo, ni por parte del Arcano ni de mis compañeras, afortunadamente era capaz de cuidarme sola, por más que en ese momento no supiera ni en quien confiar, como pasaba con Hayley. Aunque era obvio que eso pasaba siempre cuando las partes estaban divividas, cada quien contaba una parte de la historia, omitiendo datos importantes.

 

<<No hago caso a amenazas, pequeñas. Y menos cuando me tienen tan confundidas. No puedo creer que el Arcano Lawan no se diera cuenta de que Hayley es quien es la culpable y no Ilea, siendo que seguramente, llevan años de conocerse o meses al menos.>> Conteste. <<Además, no me han explicado porque Hayley es la culpable. >>

 

Hayley me miró agradecida por la defensa hacia ella, sin embargo, malos recuerdos vinieron a mi mente, al recordar que varias de las decepciones más fuertes habían venido de personas que creía conocer y cuando lo necesite, nunca obtuve la ayuda que necesitaba en ese momento.

 

<<¿Tú porque confias en el Arcano Lawan? No ha venido a ayudarte.>> Preguntó una de las serpientes. <<Mi nombre es Ibrahim>>

 

<<No tiene porque saber nuestro nombre, tonto. No es nuestro amiga.>> Siseo la otra serpiente enemiga.

 

<<Pero Sadie, se ve inofensiva. Si quisiera atacarnos lo hubiera hecho, ¿no piensas lo mismo? Y no se ha aprovechado mientras nos ha tenido hablando.>> Contestó el macho a su interlocutora, ignorando la petición de no decir el nombre.

 

Eso podría ser confianza, o como hacian los asesinos que dejaban ver sus rostros porque sabían que las víctimas no iban a sobrevivir, pero algo me decía que no era el caso.

 

<<Veamos, confio en el Arcano Lawan, porque es mi profesor y en la actualidad los Arcanos y los Guerreros Uza son bastante influyentes en la Universidad, así que cuando acepte tomar la habilidad, tenía que confiar en sus decisiones y que haría lo mejor para mi.>> Contesté. <<Aunque muchas veces sus decisiones no sean comprensibles para los demás.>>

 

Contesté, mientras me ponía de pie, tenía que regresar.

 

<<Gusto en conocerlos, Ibrahim y Sadie, aunque no sean las mejores circunstancias. ¿Porqué desconfian de Hayley?>> Pregunté.

 

<<Porqué ella es como tú.>> Contestó Ibrahim<<Solo por eso. No es una de nosotros, aunque parezca uno de nosotros en realidad.>>

 

<<Por eso no podemos confiar en ella. No creo que le importemos demasiado.>> Terció Sadie.

 

Hayley se había subido a mi hombro, sin decir nada más. No podía desconfiar de la serpiente ni fiarme mucho de ella.

 

<<Pero Hayley es buena. Ella quiere ayudarme a encontrar a quien esta haciendo todo esto, pequeña. En cambio, Ilea a pesar de ser una de ustedes, en realidad quiere lastimarlas. Eso es lo que tengo entendido.>> Comenté, como siempre, hablando en parsel.<<Dejen que la lleve con Lawan y no le pasará nada.>>

 

Ibrahim y Sadie se miraron, asintiendo. Al parecer las había convencido con el pequeño discurso, eso o el hechizo bajo el que estaban cuando querían atacarme se rompió durante nuestra plática.

 

<<Iremos también.>> Contestó Ibrahim.

 

Asentí y comencé a recorrer el camino donde se encontraba el Arcano Laiwan y mis compañeras, sin incidentes de por medio, siguiendo las instrucciones de Hayley. Espere a que el Arcano terminará de hablar con mis compañeras, mientras acariciaba a Hayley y vigilaba que Ilea siguiera estando bajo el efecto de la Marca de Sangre, cosa que asi era.

[Mia.]

Los ojos esmeralda de Mia casi podían describirse como una rendijas llenas de molestia al instante en que el Arcano las reprimió a su hermana y a ella, manteniendo silencio aunque con ganas de decir algunas cuantas cosas, inhaló lentamente y simplemente asintió aceptando lo que dijera su guía en esa ocasión, puesto que no tenía más opción, al menos no si deseaba algún día obtener la habilidad.

 

Sintió una caricia por parte de Ilea en su diestra, esbozando una media sonrisa la miró y le dio a entender que todo estaba bien. No deseaba problema alguno, por lo que se concentró en la nueva misión: encontrar a Lyra, ¿dónde se habría metido? Eso era algo que en cuestión de minutos tendrían que averiguar, iniciando el camino siguió a su hermana y Lawan, deseando que pronto la encontrarán, porque ese busca y espera le comenzaba a alterar un poco sus nervios.

 

Sin previo aviso, el vampiro se detuvo delante de ellas y las miró. Las preguntas que salieron de sus labios, la sorprendieron un poco, pero simplemente asintió ante la pregunta del dolor de cabeza y la idea de que Lyra lo necesitará más que ellas, eso era lógico porque no sabían que había sido de la bruja, a ciencia cierta la habían perdido horas o minutos atrás, no lo sabía. Por lo que al mirar como su hermana saltaba al portal recién abierto, esbozó una sonrisa.

 

—Deseo afrontar la prueba, estoy preparada... —siseó antes de acercarse al portal y adentrarse a él.

 

Por fin conseguiría lo que deseaba, conectarse con una habilidad tan poderosa como lo era el pársel, la fecha de inicio de la prueba, no estaba fijada, pero confiaba en que fuese pronto.

[Lawan Nguyen Thanh]

¿Por qué me dan alumnas así? – Sonrió el arcano suspirando algo resignado, al ver que sus dos alumnas habían saltado por el portal, sin esperar ninguna indicación. El hombre se arrodillo un poco y busco alguna serpiente que se encontrara en el suelo. – Hola pequeña. – Dirigiéndose a una cobra pequeña, la cual parecía extrañada de que el anciano hombre le hablara. – ¿Podriass ayudarme con una tarea? – La sonrisa del arcano parecía hipnotizar a la criatura, la cual termino acercándose y elevando su cabeza. – Gracias. – Inclinándose un poco. – En este lugar hay otro humano, una mujer llamada Lyra, ¿Podrías darle un mensaje? – La serpiente se movía lentamente mientras el arcano seguía hablando lentamente en Pársel. – Puedes decirle que pese a todo, no confié en nadie o nada, que espere mi regreso. – Buscando en su bolso una pequeña botella verdosa. – ¿Podríasss entregar essto?- El animal tomo la poción con la cola como si se tratase de un brazo y siseo aceptando el encargo, desapareciendo en el bosque. – Ojala la encuentres pronto. – Suspiró y trago saliva, era hora de saltar en el portal.

 

El bungaló en la habitación de Lawan se encontraba inundado con esa atmosfera cálida de la universidad, cuando el Arcano callo de pie cerca de su pequeña mesa, donde pudo ver a Mia y Leah confundidas, habían regresado a la Universidad.

 

- Bueno chicas, no tengo mucho tiempo su compañera se quedó, así que seré rápido. –

 

Levantándose hacia la pequeña estantería de libros. – El Pársel es una lengua difícil, es muy complicado que una persona normal la aprenda, ustedes como su compañera, ya tenían este don, pero falta pulirlo, en este pequeño viaje, han escuchado a las serpientes, les han hablado y han sido capaces de mantener una conversación. – Sacando un libro con cubierta negra. – El Pársel en Inglaterra, y prácticamente en toda Europa tiene una reputación mala, asociándose a las artes oscuras. – Abriendo el libro, para buscar un texto. – Yo no tengo intención de meterme en sus asuntos, y de mí no depende como usen esta habilidad, al menos en Asia consideramos el Pársel una lengua de deidades, no muchos la dominan algunos magos la han estudiado toda su vida y jamás la dominan. - Mostrándoles la biografía de Herpo el Loco, uno de los primeros magos oscuros en ser reconocidos.

 

- Su tarea será conocer la vida de este hombre, mi madre siempre me leyó sobre él, para evitar usar el poder como él lo había hecho, la magia negra no está bien en ninguna cultura.- Ofreciéndoles el libro. – Ustedes serán responsables de su futuro y son conscientes de sus actos. – Camiando al calendario que tenía sobre el muro. – Pero quiero que conozcan todos los caminos posibles.

 

- El próximo sábado, ambas deberán venir a mis aposentos a las 7am, deberán traer una respuesta de como usaran su habilidad y el poder que han desarrollado. Y así empezar la prueba final.

 

El sencillo anciano volvió a invocar su varita de Cristal, para volver a abrir el portal. – Desayunen bien, necesitaran energía para la prueba, piensen bien las cosas; entendido. – Bajando la mirada al portal. – Tengo cosas que hacer, así que las espero con ansias, cuiden el libro es el único que tengo. – Finalizo el hombre con una pequeña broma, apuntando a la salida de su habitación, -Nos veremos pronto chicas. –

 

- Casi lo olvido, Aremi, Nailah. – Mostrando sus amarillentos dientes y sus ojos entrecerrados. – Quedan expulsadas de este lugar, no quiero volver a verlas, ahora largo. –

 

Lawan conocía a las serpientes, desde el momento en que esas dos habían aceptado a esas mujeres, ya tenían nuevo dueño, dueñas en este caso, ahora dependían de las mujeres o morir en el desierto.

Salto hacia portal, tendría que enfrentarse a los problemas de su nueva estudiante y aún seguía preocupado por ella, ojala que hubiera recibido su mensaje.

[Lyra Katara Selwyn]

Hayley se habia bajado de mi hombro, vigilando a Ilea, al parecer bastante extrañada de que el hechizo siguiera funcionando sobre ella. En realidad solo pasaron unos pocos minutos. Ilea por fin reaccionó mientras caminabamos de regreso.

 

<<¿Qué estoy haciendo aquí?>> Preguntó Ilea, desconcertada.

 

<<Tranquila, Ilea, estarás bien>>. Susurró Hayley.

 

Eso era preocupante, podía salirse todo de control y escapar junto con Ibrahim y Sadie, pero para mi sorpresa, ellos también la calmaron.

 

<<Calma, Ilea, seguiremos a la humana.>> Comentó Sadie. << No te hizo nada, ¿verdad?>>

 

<<No, estoy bien, pero no podemos ir con ella.>> Gimió Ilea.

 

<<Iremos. Es hora de que arreglemenos esto con el arcano Lawan.>> Contestó Ibrahim.

 

Afortunadamente las serpientes estaban calmando a la serpiente y lo estaban logrando. No quería usar ningún hechizo más contra ellas a menos que fuera necesario. Antes de llegar al sitio donde estaba Lawan y mis compañeras, una pequeña cobra se nos quedo viendo. Pareecía tener algo en la cola.

 

<<Hayley, vigilalas por favor. Vere que pasa.>>Le pedí a mi primer acompañante, mientras me acercaba a la cobra.<<¿Qué paso pequeña?>>

 

<<¿Tú eres Lyra?>> Preguntó, sin decirme algo más, precavida.

 

<<Si, ¿tienes algo para mi?>> Pregunté a mi vez.

 

<<Si, primero, el Arcano me pidió que te diera esta poción.>> Con un movimiento de su cola me entrego la poción. La pobre parecía aliviada y miró a nuestro alrededor, verificando que ninguna de las otras serpientes estuviera cerca.<<También me pidió que te diera un recado: que pese a todo, no confiaras en nadie. Y que esperes su regreso.>>

 

Suspire, mirando a agradecida a la serpiente.

 

<<Respecto a la confianza, Lawan no debe preocuparse.>> Comenté más para mi misma, mientras jugaba con la poción que tenía en mis manos.<<Soy la persona más desconfiada del mundo.

 

Cerré los ojos, recordando sin querer eventos recientes, que me habían hecho más desconfiada que nunca, al haber perdido prácticamente todo por lo que estuve trabajando durante años. Todo por confiar en las personas equivocadas. Eso no le importaba a la pequeña cobra de todas formas.

 

<<Supongo que no me dirás a donde fue el Arcano ni que es esta poción, pero te lo agradezco pequeña. Tendré cuidado.>> Le indique a la cobra.

 

Imaginaba que se iría, mientras pensaba que hacer. De todas formas me acercaría con las cobras lo más posible al sitio en que vi por última vez al Arcano y a mis compañeras.

 

<<Vamos, Hayley. Tenemos que regresar. Veo que calmaron a Ilea.>> Comenté, como siempre en pársel.

 

Mis pensamientos regresaron al pequeño frasco que tenía en la mano, ¿para qué sería eso? Esperaba no tener que investigarlo. Deje que Hayley guiara al grupo de serpientes, era mejor tenerlas enfrente de mi, al menos así estaría al pendiente de sus movimientos.

[Lawan Nguyen Thanh]

El Arcano salió del portal, se encontraba ahora solo en aquel lugar, el anciano hombre camino entre la maleza, mirando los arboles a su alrededor, la única criatura que sería capaz de confundir a las serpientes sería un mago o una bruja, pero con que motivo. Apareciendo su vara de cristal para adentrarse al corazón de aquel lugar.

 

Camino varios minutos pidiendo indicaciones, a las serpientes del lugar, ya había arreglado su asunto con Leah y Mia, pero ahora tendría que buscar a Lyra, aquella joven bruja parecía ser un caso especial.

 

Finalmente después de casi 20 minutos, Lawan noto a la cercanía la voz de una mujer, la dueña de aquella voz debería ser Lyra.

 

- Lyra por fin te encuentro. – Exclamo el anciano haciéndole una pequeña reverencia con la cabeza. – Lamento la demora, pero Mia y Leah, tenía algo que hacer.- Mirando con curiosidad a la serpientes que se encontraban con ella.

 

- Ilea, Hayley. – Levantando la varita de cristal para dibujar un circulo en la tierra. – No te molesta.- Preguntó a Lyra el hombre, una vez que el hechizo hizo una especie de sello que evitaría que cualquier ser vivo saliera del círculo que Lawan había dibujado, una pequeña precaución para evitar cualquier mal entendido.

 

- Gracias Lyra, por capturar a Ilea y cuidar a Hayley. – Su voz serena hizo que las serpientes empezaran a observar al arcano. – Veo que has hecho más amigos. – Mirando a dos criaturas más, Lawan entendió que Lyra pese a todo no era una bruja con malas intenciones o deseosa de poder, era acaso que la mujer solo buscaba conocimiento. El solo sonrió, después de aquella misión en el bosque tendría que hablar con Lyra seriamente, la bruja parecía tener un poder de empatía único.

 

- Quiero la verdad. – Mirando primero a Ilea, después a Hayley y finalmente a Lyra. – ¿Recibiste el veritaserum? – Esperando la respuesta de la mujer.

 

- Ilea, ¿Que paso? Eres tú la que está matando serpientes, es acaso que ese basilisco que vive en estas tierras ¿Te lo ordeno? – Girando un poco la cabeza. – O es acaso que tu Hayley, recuperaste tu forma humana, y deseas matar a todas las serpientes y ponerte en contra de todos. – Mirando a los ojos a la cobra. – Recuerda que no pudiste con la prueba final del portal y fuiste condenada a pagar tu irresponsabilidad siendo serpiente para el resto de tu vida. –

 

- Me sentiría muy decepcionado que te hayas aliado con el basilisco y solo busquen poder, porque si me quieren matar, no podrás tu sola Hayley. – Finalizo el arcano con un semblante serio, para después dirigir su mirada a Lyra. – Señorita, ¿Usted en quien confía? – Para señalar la botella de elixir de la verdad en sus manos.

[Lyra Katara Selwyn]

Después del ataque de Ibrahim y Sadie, me había quedado alerta por si alguna serpiente más llegaba. Afortunadamente, no llegaron más, por lo que pude mantener la calma mientras miraba a las serpientes. Hayley se mantenía cerca de mi, aunque ¿en quién confiar?

 

No sabia cuanto tiempo llevaba parada ya en ese sitio, solo me fijaba en la reacción de las serpientes en silencio, al perecer todas sentimos que era mejor callar hasta que llegara el arcano, a quien salude también con una reverencia.

 

-Entonces, Mia y Leah están bien, ¿verdad? Me alegro. - Contesté, mientras escuchaba sus comentarios.-Solo cumpli con mi deber y en verdad fue agradable. Siendo sinceros, Hayley cuido de mi. El es Ibrahim y ella es Sadie, habían intentado capturarme para que dejará libre a Ilea, pero logramos convencerlos de que no le haría nada. Por eso se quedaron a acompañarme, para escuchar su versión, arcano. Ellas creen que Hayley es la mala, pero si no hubiera sido con su ayuda, creo que no hubiera poodido convencerlas.

 

Aquello era verdad. Igual podía ser que Hayley solo estaba fingiendo hasta encontar un momento oportuno para herirme o matarme, pero no lo había hecho. Saque el frasco de veritaserum, ¿cómo era posible que no hubiera reconocido el envase?

 

-Si, aquí tengo la poción, aunque la serpiente que lo trajo se fue antes que me diera cuenta.-Explique.

 

Me quede viendo a las serpientes mientras hablaba con ellas, pronto se sabría la verdad en todo eso, aunque nunca había utilizado el veritaserum en una serpiente. Ilea parecía bastante asustada, se le podía ver el miedo en sus ojos. Esa situación era muy difícil, porque en el tiempo en el que estuve con las serpientes, no pare´cian hacer nada malo.

 

Hayley estaba demasiado tranquila a diferencia de Ilea.

 

-Confío en Hayley.- Afirme.-Sé ue me advirtió que no confiará en nadie, pero si hubiera sido su intención matarme, ya lo habría hecho, ¿no cree? Me salvo de Ibrahim y Sadie y por ella el ataque no fue más que un susto.

 

Nuevamente, aprecieron en mi mente esos recuerdos que quería evitar. Tal parecía que cuando alguien mencionaba algo acerca de la confianza, invariablemente volvían a mi mente. Mire a Hayley, esperando no equivocarme con ella también.

 

Le tendí el frasco, imaginando que se lo daría a alguna de ellas, mientras Ibrahim y Sadie observaba. Era bueno tener testigos después de todo, así le podrían decir a las demás serpientes la verdad. Seguia con la mano extendida ofreciéndole el frasco a Lawan, mientras intentaba que mi mente no siguiera divagando en ese momento tan crítico.

[Lawan Nguyen Thanh]

- Lyra. – Suspiró el mago, realmente le parecía una mujer extraordinaria, pese a todo se mantenía serena, tranquila y sobretodo se disponía a escuchar cualquier palabra sin ponerse a contradecir. – Son tan diferentes. – Susurró mirando de reojo a Hayley.

 

Lawan aun recordaba cuando la mujer había fallado en la prueba de los hablantes de Pársel e incluso la de Animagia, recordó las palabras de Suluk: Hayley fue rechazada por el portal, y ahora planea probar con el Pársel, cuídate de ella.

 

De esa desafortunada historia, ahora solo quedaba Hayley atrapada en su cuerpo de serpiente, ya había sido su castigo cumplido, habían pasado años desde que ella se unió a su bungaló como otra serpiente, aunque siempre rechazada por las demás, que incluso el anciano había llegado a apreciarla.

 

Giro un poco la cabeza, por un momento su memoria inundo la situación actual. – Lo siento.- Dijo el Arcano, tomando el frasco que le ofrecía su pupila.

 

- Lyra, recuerda que el Pársel no solo es hablar con las serpientes, el Pársel se asocia con la magia oscura en occidente porque muchos de ustedes tienen una mala idea, piensan que el Pársel tiene relación directa con las artes prohibidas, la magia negra, los horrocruxes, la muerte. –

 

- Pero en Asia, el Pársel representa una lengua que se relaciona con uno de los símbolos más arraigados a la magia, la serpiente, siéntete orgullosa de tus habilidades y sobretodo confía en tus instintos, veo a una futura bruja que pondrá en alto la habilidad, por sus convicciones. – Guardando la poción.

 

- Vámonos a casa.- Dijo el hombre, dando media vuelta. - Ibrahim y Sadie ¿Verdad? – Acercándose a las serpientes que veían la escena sin entender nada. – Les pediré un favor, quiero que me tengan informado de cualquier situación que ocurra aquí, confió en que harán un buen trabajo, y si llegaran a necesitarme solo vengan a buscarme. – Desapareciendo el círculo donde se encontraban todos.

 

- Hayley, Ilea, y Lyra nos vamos, ustedes dos tienen prohibido regresar. – Dijo el Arcano, a las serpientes, si su estudiante confiaba en Hayley no habría más que hacer que esperar que tuviera la razón.

 

- Vámonos. – Abriendo un portal nuevo con su varita de Cristal, Lawan esperaba que Lyra y las serpientes lo atravesaran, sería mucho más fácil continuar la clase en sus aposentos. Además de que llevándose a las dos víboras los problemas desaparecerían en esa región.

[Lyra Katara Selwyn]

El arcano Lawan mencionó mi nombre y susurró algo, mirando de reojo a Hayley. No había podido distinguir bien las palabras, aunque por alguna razón extraña sentía la razón de explicarle al arcano el porqué confiaba en ella o porqué sentía la conexión.

 

No lo dije en voz alta, peror los recuerdos vinieron a mi mente una vez más. Al igual que Hayley había estado apartada dentro de un grupo o mejor dicho en la familia que había fundado. Sin embargo, durante un tiempo muy largo la vivienda familiar parecía ser un castillo fantasma, pero solo era así para mi. Tome la decisión de dejarlo todo y lo irónico era según los rumores que escuche en el Callejón Diagón, era que yo había abandonado la familia.

 

Pero, ¿para que se quedaba uno en un sitio dónde nunca se encontraba con nadie, pero escuchaba las risas de las reuniones? Podía comprender a Hayley y yo no contribuiría a que sintiera aún más rechazada por alguien que acababa de conocer y que a pesar de ello, le ayudo a salvar su vida.

 

Cierto, no conocía las intenciones de la animaga, pero también necesitaba confiar en alguien. Suspiré, era mejor no explicar el motivo de porque confiaba en ella, podía parecer algo que podía ser tan tonto para algunos.

 

-No hay problema.- Contesté cuando el arcano tomó el frasco de mi mano.

 

Las palabras de Lawan me dejaron pensativa y las últimas me hicieron sentir mucho mejor, todo parecía indicar que iba en el camino correcto. En cierta forma todo lo sucedido fue para bien, eso me había ayudado a concentrarme en los estudios mágicos, eran habilidades y hechizos que nadie podría quitarme. Era lo que quería, por lo que necesitaba mostrarme calmada, ya que sabia que algunos magos por perder el control, su magia desaparecía.

 

-Gracias, arcano Lawan. No lo defraudaré. He tenido un buen maestro.-Respondí.

 

Mi respuesta era sincera, no era de dedicar elogios a cada a rato a las personas, por lo que solo los guardaba para quien realmente lo merecía.

 

Una vez que desapareció el círculo que nos tenía encerrados, atravesé el portal con ambas serpientes, un poco sorprendida. Estaba casi segura de que le daría el veritaserum a Ilea, para saber porqué culpaba a Hayley, pero no lo hizo. En parte me alegraba que no lo hiciera. Ilea parecía muy desconcertada y no creía que aguantará un interrogatorio.

 

-Arcano Lawan, ¿cree usted que como ya los descubrimos, el misterioso mago y el basilisco que controla evitaran hacer más daño a las serpientes?-Me atreví a preguntar.

 

Entre Mia, Leah y yo habíamos logrado rescatar a algunas serpientes de la muerte, pero para otras era demasiado tarde. Esperaba que ya no corrieran peligro, al menos por un tiempo. Si pudiera, estaría al pendiente de las mismas también.