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Wild Pizza (MM B: 107336)


Nicole Evans Crowley
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Se encontraba tan concentrada en las acciones que realizaba su hermoso Micropuff que no se había percatado de la presencia de Romina y Bel y, al poco tiempo arribaría Catherine con un acompañante al lugar. Sostuvo a su criatura mientras la apegaba, cuidadosamente, contra ella para evitar que se volviera a despegar de sus brazos, y se preparó para volverse a sus amigas. Sin embargo, la presentación de Priscila provocó que demorara la atención hacía las chicas y se centrara solamente en la joven accidentada por su maravilla rosada.

— Un gusto. Mi nombre es Sherlyn—se presentó la castaña y deslizó su mano sobre la mesa para recoger el menú y atreverse a escudriñar cada uno de los aperitivos que se ofrecían en el local—, pero suelen llamarme Kirara, como gustes —sobre el pergamino podía distinguir que había desde jugos de todos los sabores hasta pasteles de diversas características. Llevó su dedo índice para acompañar la lectura mientras examinaba lo que podía ser perfecto para la ocasión—. Elige si lo deseas, yo invitaré.

— Me sentaré aquí, si no te molesta —dijo la bruja mientras se instalaba en la silla que estaba del otro lado de la mesa, enfrente de Priscila y se encargó de saludar a sus compañeras en aquella posición, no se sentía bien interrumpiendo conversaciones ajenas.

Sin embargo, un ruido seco y contra el piso le provocó un leve sobresalto, había sido causado por el acompañante de Catherine, Richard. Quizás, al ver que allí había muchas personas conocidas se había encargado de ordenar las mesas, de tal manera que quedaran juntas con el objetivo de socializar y, cualquier ingresante podía mantener una entretenida charla con cualquiera de ellos sin nadie quedaba fuera, a menos que quisiera.

— Buenos días —saludó la bruja mirando a Richard y luego a Ben. Presentía que el muchacho tenía cierto interés en la anfitriona del local, posiblemente quería volverse su amigo para alimentarse todos los días de forma gratuita en el negocio o tal vez pretendía relacionarse con ella de forma romántica, por esa razón decidió no interferir en la charla y esperaba que Priscila optara por su postura.

— Creo que tenemos invitados —soltó la buja mientras ubicaba a su Micropuff sobre su hombro y se ponía de pie para recibir a Valentina, una de sus alumnas de Introducción a la Magia. Era imposible no reconocer su cabellera pelirroja inigualable, larga y rizada. Era muy bonita, sin dudas—. ¡Buenos días, Valentina! —saludó mostrando mucha alegría, cuando había llegado a la mesa donde ella se ubicaba—. ¿Deseas unirte a nosotros? —indagó señalando la enorme mesa que se había formado tras el impulso de Richard.

— ¿Qué dices? Te enseñaré mi Micropuff —a su mascota le encantaba conocer nuevas personas. Por otra parte, esperaba que su nueva amiga, Priscila, no se molestara por la tardanza y, para ese entonces, suponía que ella ya se habría decidido por el pedido.

 

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La gente seguía llegando al lugar, conocidos y extraños pero eso no importaba la Crowley estaba muy contenta de que la pizzeria estuviera tan concurrida para su primer día. Camino hasta donde se encontraba Fokk (@Fokker), tomo la orden del joven "Estará lista en un minuto" y después camino hasta donde se encontraba su madre con una chica que no conocía. Apenas se habia acercado a la mesa cuando su madre la saludo y felicito por el nuevo negocio.

 

-Gracias Ma- sonrió -Yo le daré a Romina tu mensaje. Hola Alishya un gusto conocerte- dirigiéndose a la acompañante de su madre -Espero disfruten la comida- tomo los pedidos y se alejo en dirección a la barra.

 

Camino hasta el otro lado de la barra de pedidos, cruzándose en el camino con Romina que se encaminaba a atender a los demás clientes. Nicole permaneció un rato en la cocina ayudando a preparar los pedidos, viendo que todo estuviera en orden, cuando las pizzas estuvieron listas la chica las saco del lugar con ayuda de su varita, haciendo que estas levitaran detrás de ella junto con varios platos.

 

La Crowley camino a través del lugar caminando hasta la mesa de Fokk en donde dejo una de las pizzas y la bebida correspondiente. -Aquí tienes Fokker, disfruta tu pizza.

 

Siguió su camino por el lugar hasta la mesa de su madre en donde ahora se encontraba Catherine y un hombre que recordaba haber visto en la fiesta de graduación en la Evans; la chica dejo la pizza y las bebidas sobre la mesa -Bienvenidos- comento a los recién llegados -En un momento les traigo la carta- camino deprisa hasta el lugar en donde se encontraban los menú y regreso a la mesa entregando uno a Catherine para que pudiera hacer su elección.

 

 

Con otro menú en las manos se acerco hasta una mesa en donde acababa de sentarse una joven bruja a la cual no conocía. -Bienvenida- le entrego el menú -Por hoy las bebidas son gratis, disfruta del lugar- y sin mas se alejo del lugar para que la chica pudiera elegir con tranquilidad.

 

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Catherine, mortificada, se pregunta si el negocio no será de esos que permiten amplificar las mesas mediante magia, en cuyo caso el proceder de Richard no ha sido más que una pérdida de tiempo. Intentando quitarse dicha idea de la cabeza, hace una parca venia en dirección a Ben, sintiéndose algo incómoda de no poder decir nada al no conocer su apellido. Richard hace lo propio con una mirada de curiosidad en el rostro, observando primero a la muchacha que Romina ha llamado Priscila y luego a Kirara. Su observación se detiene entonces en ésta última, apenas unos pocos instantes más, aunque son suficientes para que Catherine, pese a su característica distracción, distinga el interés que su hermano es perfecto en ocultar.

 

Lo que la intriga es el motivo que causa el interés de Richard. Descarado, no es frecuente que como en esta ocasión, lo disimule aunque sea perfectamente capaz de hacerlo. Richard, aun con una sonrisa, extiende la mano hacia las muchachas desconocidas y se presenta con amabilidad, sin poder soslayar la curiosidad que brilla en su mirada mientras Catherine toma el menú que Nicole acaba de traerle, saludando a su sobrina con un parco "Hola".

 

-Mi nombre es Richard, Richard Stark. Ésta es Catherine.

 

Stark no puede evitar sentir que su hermano intenta tomarle el pelo, sabiendo lo poco que le gusta que utilice apelativos como "ésta" antes de su nombre. Mientras tanto, Kirara va a recibir a una muchacha en la que Catherine no había reparado hasta entonces así que luego de asomar la cabeza por encima del menú para saludar con otra venia a las muchachas de forma resignada, aprovecha para dirigirse a Romina.

 

-Quisiera pedir unos refrescos de sabores -indica-. También una pizza de pepperoni especial y... -se vuelve unos momentos hacia su hermano para confirmar su pedido- una pizza italiana.

 

Cierra entonces el menú y lo deja sobre la mesa. Richard ha aprovechado el momento para saludar también a Nicole, mirándola de forma insistente hasta que ésta posara la mirada en él y luego dirigiendo automáticamente sus dedos medio e índice a su frente, para luego alejarlos de forma relajada como si se tratase de un saludo militar demasiado informal.

Editado por Catherine Stark

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Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

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Poco tardó en presentarse una chica con una carta de menú en las manos. Se la ofreció y la informó de que ese día eran gratis las bebidas por ser el día de la apertura.


Muchas gracias —contestó Valentina, aunque ella ya había estado ojeando una carta que se encontraba en otra mesa, por lo que no tardó mucho más en decidirse. Llamó a la encargada para que volviese para tomarle nota—. Tomaré una pizza Surtida. —Aquella pizza llevaba una gran cantidad de calorías, pero parecía tan sabrosa que la muchacha se permitió ese "lujo" por un día—. Y para beber quisiera un refresco de limón con hielo, por favor.


Mientras encargaba su pedido, pudo ver que su profesora la miraba desde la otra mesa, dando a entender que sí que la había reconocido. Ella le devolvió una sonrisa cortés. Entonces, la profesora se acercó a la mesa donde se encontraba Valentina, le dio los buenos días y la invitó a unise al grupo de gente con el que se encontraba.


Buenos días, señorita Kiara —le contestó alegremente la joven—. Bueno, no conozco a nadie y tampoco quiero ser una molestia... —A Valentina le daba un poco de corte. Al fin y al cabo, no había tenido una relación fuera del aula con su profesora. Quizá ese era un buen momento para conocerla un poco más. —Aunque si me lo ofrece, ¿por qué no? —y entonces se fijó en el pequeño micropuff—. ¡Qué mono! Yo siempre he querido uno así de rosado y peludito.


La chica se levantó procurando no arrastrar mucho la silla. La colocó en su sitio y se dirigió junto a Kiara a la mesa grande. En ella se encontraban cuatro chicas y un chico. Al parecer casi todos los presentes habían llegado a la par, puesto que ellos tampoco tenían la comida sobre la mesa. Tímidamente, Valentina se apresuró a presentarse.


Muy buenas. Con su permiso, tomaré asiento — y se sentó junto a una muchacha de cabello castaño y muy rizado—. Mi nombre es Valentina, pero pueden llamarme Val. — Entonces, la pelirroja le hizo un gesto a la camarera para captar su atención. —¿Le importaría servirme el pedido en esta mesa? — preguntó desde lejos.


Esperara que su presencia en aquel grupo no perturbara el ritmo de la conversación que estaban manteniendo hasta aquel momento. «Parecen majos», se dijo a sí misma.




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  • 2 semanas más tarde...

El joven quien se presento como Richard Stark nos saludo cortes mente luego de que romina nos presentara, yo me sentí algo nerviosa al saludarlo pues yo era algo tímida y me costaba hablar con otras personas, de mi alcanzó a salir la palabra hola cuando el joven me saludo, por surte no estaba sola pues de lo contrario hubiera quedado muda.

 

tarde un poco en darme cuenta de que había ido a ese sitio para comer y no a hablar, pero no por eso es que sea malo hablar con las personas, sino que mi estomago llevaba rato uniéndome y yo sin darme cuenta.

 

de pronto miro a la joven que estaba sentada adelante mio y veo que se acerca a Romina para pedirle la comida, mi estomago estaba feliz de oír esas palabras.

 

luego de comer las pizzas me retire dejando mi parte del dinero a la otra joven quien aun seguía sentada y me retire a mi casa.

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Un dia nuevo en el callejon despues del trabajo en el Ministerio de Magia, caminaba tranquilo sin prisas hasta que sus ojos leyeron el letrero de un nuevo negocio. Pizza, aquella comida Italiana que tanto le gustaba llenaba de olores mediterraneos el callejon y sin dudarlo mucho se dirigio al local que se notaba alegre a esas horas.

 

Entro con paso relajado pero al ver que su hija Priscila iba con direccion a la puerta fruncio el ceño, estaba ahi sola? Ethan era demasiado sobreprotector con sus hijos y con Priscila no habia excepcion. Se acerco a ella y la abrazo dando un beso en su frente.

 

-Que haces sola en el callejon mi princesa? Acaso mamá te dejo venir?- Pregunto a la castaña mirando sus ojos color miel y haciendo que ella girara la condujo a una de las mesas del lugar.

 

-Comamos algo, si?-sonrio a su hija ofreciendole asiento en una de las sillas y el por su parte tomo asiento delante de ella.

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Cuando estaba saliendo del negocio me choco con un hombre, y al mirarlo veo que era mi padre, me toma en sus brazos y me da un gran beso en la frente.

 

Luego me pregunta por que estaba sola y si mi madre me había dejado venir a lo que yo le respondo estoy sola por que mamá no estaba en casa, a lo que lleva que mamá no sabe que vine a comer aquí.

 

Me gira apuntado hacia una mesa y me sienta para que comamos algo, mi estomago ya estaba lleno pero no le podía decir que no a mi padre ya que él me daba los gustos que yo quería.

 

luego de sentarnos veo que mi madre entra por la puerta sin darse cuenta de que estábamos allí hasta que me levante para buscarla a que viniéramos a comer juntos, aunque sabía que me metería en problemas por venir sola.

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Las horas se me habían hecho más largas de lo habitual, aun más con el pendiente de que Priscila, mi hija de trece años, estaba sola en casa. Sabía que ya no era una niña en lo absoluto aunque para mí cada uno de mis hijos seguirían siendo mis pequeños bebes a pesar de la edad que así tuvieran por lo que al escuchar a Dunkel decirme que la señorita Priscila había salido sin rumbo fijo me dejo ansiosa, mas tenía un par de pendientes que atender antes de abandonar la oficina.

 

Una vez fuera del ministerio me aparecí en el callejón Diagon al recordar que nos había propuesto salir a comer todos juntos, pero no tenía claro donde de todos esos llamativos locales de comida podría estar aquella jovencita de ojos color miel que seguramente había decidido, como toda una Lenteric Stroud, aventurarse sola. Sonreí al reconocer que cada día que pasaba ella iría forjando sus propios pasos hacía sus sueños y aspiraciones.

 

Finalmente el letrero llamativo que anunciaba la venta de pizzas me hizo dirigirme ahí teniendo la certeza de que ahí la encontraría y fue grata mi sorpresa cuando Priscila me recibía y me llevaba a la mesa que ya compartía con su padre ─hola extraño.. ─le sonreí y me acerqué a darle un beso en la mejilla, esa era la forma como a veces solíamos llamarnos, una vez que lo salude me senté invitando a nuestra hija a tomar asiento también, podía apreciar en sus delicados rasgos la preocupación que dejaban al descubierto sus pupilas por lo que la abrace para decirle ─cariño, tranquila sé saliste sin permiso, por suerte papá te encontró.

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Cuando vi pasar a mi madre los nervios se apoderaron de mi, al saber que me regañaría por salir sola. Cuando me abrazó en la mesa y me dijo - Cariño, tranquila sé saliste sin permiso, por suerte papá te encontró - mis nervios se habían desaparecido pero la duda de si mis padres se habían preocupado por mi me seguían.

 

Luego de un rato de charlar mi madre llama a una de las camareras, quien resulto ser Romina, la joven quien me había atendido anteriormente, nos dio la carta para que eligiésemos la comida, yo les dije que no tenía hambre por que ya había comido, por lo que pidieron algo pequeño.

 

Luego de comer mis padres y yo salimos del lugar dirigiéndonos a casa para descansar luego de tan rica comida.

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-Bueno si mamá no estaba en casa eso no quiere decir que tu puedas salir sola... mi elfo Needles se supone que tiene que salir contigo acaso te escapas de su tutela? Sabes, me preocupa que andes sola por el callejón... todavía eres muy pequeña.-Las palabras de su padre eran contundentes y seguramente el pobre elfo doméstico seria el que asumiera las consecuencias de dejar sola a Priscila, la sobreprotección siempre estaba presente con Ethan y todos sus hijos.

 

De pronto su esposa ya había llegado, quizá su instinto de madre la había conducido hasta esa instancia en donde padre e hija se encontraban ya juntos. Al ser saludado de esa manera el castaño sonrió ampliamente y tomo la mano de su esposa una vez que ella se sentó con ellos a la mesa.-Hola extraña..-Esa peculiar forma de saludarse le seguía resultando agradable y adorable, los podrían tachar de cursis pero que mas daba? Estaban enamorados y eso se podía notar en cada una de sus acciones como pareja.

 

Cuando llego la mesera que los atendería esa tarde noto en el rostro de Priscila que ella ya había comido por lo que no iba a obligarla a comer con ellos.-Mmh me parece que yo pediré...una Especial Relax tamaño grande, una empanada de carne con queso y una empanada de chistorra a los cuatro quesos. Las empanadas bien crujientes por favor, una jarra grande de cerveza de barril combinada y mmh creo que por el momento eso es todo... Kutsy que quieres comer?-Preguntó a su esposa quien miraba el menú con detenimiento y aguardo su orden para que la mesera se marchara con ellas.

 

-Por si lo notaron tengo hambre...-Rió con diversión al decir aquello y se recargo en la silla descansando un poco. -Kutsy crees que sea conveniente regañar o castigar a Priscila por su "escape"?-

 

@@Priscila Celeste @Kutsy

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