Cintas de Colores (MM B: 107664)

[Jessie Black Lestrange]

Desde que había ido aquel chico que Jessie estaba un tanto extraña, taciturna, como si algo dentro de ella hubiera muerto.

 

Incluso el saber de la noticia de que Lady, su otra hija, estaba embarazada solo había empeorado las cosas.

 

Oía a Susan sin prestarle verdadera atención; molesta consigo misma por permitir semejante acción por parte de su hija mayor. Bufó molesta al ver uno de los diversos objetos que Susan le mostraba pero ella no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer ante semejante barbarie.

 

Parecía que aquella compra sería interminable, rodó los ojos cuando Susan le mostró una bella caja música, ideal para un bebé pero no para el bebé de Lady. Ese niño no era bien recibido por parte de la Black Lestrange.

 

-¿Crees que no me he planteado mil y un formas de hacer que tu hermana aborte aún con lo avanzado del embarazo? No por algo soy sanadora y eso es justamente lo que me detiene, la "ética profesional" pero creeme que ese ente del demonio...

 

Soltó un suspiro cansada, aquello no la estresaba solo la molestaba y su hermano se divertía haciéndole cada broma que solo empeoraba la situación.

 

-Solo escoge cualquier basura, seguro el mocoso ni siquiera sabrá distinguir, bien podrías darle un par de calcetines a ver si lo liberamos

 

Colocó una pelota de tela rellena con un montón de bolitas de unicel, bastante colorida, sonaba gracias a un cascabel que tenía dentro así como tenía diversos accesorios para el desarrollo del infante.

 

-Que agradezca tú hermana que no envenenó la pelota

 

@@Susan V. Goldstein

[Susan V. Goldstein]

Y todo lo que decía una vez más era corecto. Jessie podía hacer lo que quisiera con el niño y dejar ilesa a Lady pero ¿Por qué no lo hizo antes? La esperanzas de Lady la hacía enternecerse y era la verdad. Arrebatarle el hijo era algo que ella quería de forma irracional pero no lo hacía porque su hija estaba de por medio. A Lady le hacía mucha ilusión ser madre y aunque ni siquiera el padre había venido a dar la cara a ella no le importaba.

 

Todo era muy lindo y demás, pero la realidad es que falló y ahora Jessie no sabe que hacer. Lo mejor sería quitarle al bebé antes de que lo pueda tener en brazos, es más distintos cuando sufres por algo que nunca tuviste. Darlo en adopción era una buena opción, sería menos sanguinario que un peligroso aborto a sus nueve meses.

 

Negó con la cabeza cuando de mala gana tomó una pelota e hizo su magia. Estaba claro que no estabamos comprando un regalo por el bebé, lo haciamos por Lady. Jamás se enteró de lo que opinaba su padre de esto, él tal vez lo dejaría pasar pues se trata de su hija pero... ¿Qué haría con el padre desaparecido? Es cierto que Lady tiene toda la culpa de su embarazo, era una mujer adulta y sabía en lo que se metía, pero eso no le quitaba el peso de que tipo desapreció sin dejar rastro. Admitía que necesitaban tomar medida en el asunto.

 

No podíamos permitir que le nombre de la familia cayera tan bajo.

 

―¿Qué hay del padre? Algo debemos de hacer con él, simplemente se fue y la dejó sola con la carga de ese niño.

 

@@Jessie Black Lestrange

[Jessie Black Lestrange]

Había pasado mucho tiempo desde que había ido a su local pero sabía que Viana se encargaba de todo a la perfección así que ni tenía nada de que preocuparse.

 

Sonrió una vez que entro en el local notando el delicioso aroma de los cafés que se estaban preparando así como de los pasteles y muffins que recién habían salido del horno y esperaban ser decorados.

 

Así que sin perder el tiempo se puso un delantal rosa con blanco, tomó las mangas pasteles y se puso a decorar los pasteles que habían salido.

 

Tarareaba feliz mientras hacía aquella tarea tan sencilla, observaba su trabajo u criticaba el como le había quedado para después ponerlos en la vitrina.

 

Limpio las mesas agitando su varita, escribió un par de notas y las desapareció tras firmarlas.

 

-Espero no se enojen por haberles ocultado este lugar... Aunque Susan ya lo conoce

 

-Señorita Jessie, qué alegría verla por aqui- brinco Viana arrojándose a los brazos de la bruja sonriendo con alegría.

 

-Viana, te he dicho que me llames por mí nombre, me conoces desde que eras una niña- sonrió Jessie con amabilidad acomodando un mechón rosado detrás de la oreja derecha de Viana.

 

-Lo sé pero... No me acostumbro.

 

-Pues tendrás que acostumbrarte, ahora ayúdame, que si mis cálculos no son erróneos mi mini equipo de quiddicht no tarda en llegar

 

-Finaliza te todos sus hijos se han reunido-sonrio Viana con nostalgia terminando de acomodar los porta servilletas.

 

-Así es y quiero que te conozcan

 

Sonrió tomando la mano de la chica, sabiendo que este día le esperaba una no muy agradable reunión.

 

@ @@Susan V. Goldstein @ @@Romalo_LPZ

[Matthew Black Triviani]

Matthew apareció con una de sus hermanas, Lady de la mano gracias a la habilidad que ella presentaba podía trasladarse a cualquier lugar sin la necesidad de trasladores ajenos a sus poderes inhumanos. Por fuera un local como cualquier otro, pero esperaba encontrar cosas interesantes dentro de el, quien sabe... Ademas de eso, al joven Black le gustaba mucho comer, una panza llena era una mente llena de brillantes ideas para aplicar en torturas al otro día.

 

--¡Madre!-- Le dedico una sonrisa apenas visible y un beso en su mejilla izquierda.

 

Visualizo todo su entorno, era agradable, no esperaba menos de su madre... Con esa calidez que la caracteriza en sus momentos buenos, no era muy fanático de las cosas con mucho color, pero ese aroma tan agradable a pastel definitivamente, eran su debilidad. A su izquierda estaba ubicada una cafetería, atendido por un elfo... --Los odio...-- Manifestó el Black. --¿Puedo matarlo o al menos dañarlo gravemente?-- Sonrío.

 

Habíamos sido los primeros en llegar luego de la invitación de su madre... Debería ser un buen momento para estar con paz entre hermanos y no intentar matar a ninguno << NO MATAR A NINGUNO >> Se repitió cerrando los ojos.

 

@@Jessie Black Lestrange @

[Jessie Black Lestrange]

Había esperado por aquella reunión por mucho tiempo, las palabras de Berena la habían hecho sonreír. La campanilla de ingreso sonó anunciando la llegada de uno de sus hijos. Volteo a verlo con una ancha sonrisa en su marfileño rostro pero su expresión se endureció cuando escucho las palabras de Mathew.

 

-No vas a dañar a Oki y Uri, son los escargados de la cafeteria y la tienda de regalos y como a Bipa, los quiero mucho.

 

Sentenció la Black Lestrange cruzandose de manos y fulminando a su hijo con la mirada.

 

-Bienvenido a mi local, ¿quieres ir pidiendo en lo que llegan tus hermanos?

 

Esperaba que Lady y Susan hubieran llegado junto a Matthew pero no había sido así. Romalo solía llegar siempre aparte de sus hermanos y con la experiencia que había tenido con su hermano menor cuando este llegara a la mansión no le sorprendía que prefiriera llegar despues.

 

@@Matthew B. Triviani @ @@Romalo_LPZ LPZ @@Susan V. Goldstein

[Susan V. Goldstein]

Una reunión familiar, después de los altercados y demás se le estaba haciendo monótono el hecho de compartir con sus hermanos ¿Cuando podría volver a salir a solas con su madre? Se estaba adaptando a eso de compartir, no lo hacía muy bien pero era algo a final de cuentas. Ya no era la única, hasta sobrino tenía así que no había mucho que hacer por ello.

Abrió las puertas del local con un ademán, lleno de color y olores deliciosos engalanaba una serie de estimulaciones para los orbes de Susan, hasta que vio a su hermano y madre, eso borró un poco su sonrisa. Suspiró y se acercó a ellos con lentitud, forzando una nueva sonrisa. Miró a su hermano y mientras el hablaba le jaló del brazo para que este se inclinara y así pudiera besarle la mejilla.

—Es bueno verte de nuevo, Matthew. —Trató de ser lo más natural posible sonriendole de lado para luego mirar a Jessie— Hoy te es hermosa.

Se inclinó y besó la frente de su madre para luego desplomarse en una de las sillas coloridas del lugar. Aún faltaban Lady y Roma, le hizo una ceña a uno de los elfos para que este le trajera un jugo de algo.

—Y una manzana... —Dijo antes de que el elfo se fuera.

Dirigió la mirada a su familia, también faltaba su padre pero ese siempre era un caso perdido y ya se acostumbraba a no verlo en este tipo de situaciones.

—Madre, a quien tienes que presentarnos ¿Es siquiera especial? Porque yo no la recuerdo. —Bromeó con acidez.

@@Jessie Black Lestrange @@Matthew B. Triviani @

[Jessie Black Lestrange]

Susan llegó cuando le explicaba el funcionamiento de la tienda a Matthew, si su hijo mayor quería ayudar en el negocio tendría que estar al tanto de todo.

 

-No sé a quién pretendes engañar pequeña, por qué a mí no

 

 

Sonrió de lado por el intento de su hija menor de ser amable con su hermano pero era algo que Jessie siempre le descubriría a la primera.

 

Beso y abrazo a su hija con cariño guiando a ambos chicos hasta una mesa sin dejar de voltear a la entrada esperando la llegada de sus otros dos hijos.

 

-Pero que dices Susan, si tú ya la conoces y hasta te llevas mejor con ella que con Matthew, quien lo diría

 

Volteo a ver a su hijo, esperando que esté no hubiera comenzado con su joby de matar a los elfos del local porque él se encargaría de contratar nuevos elfos cada vez que matará a alguno.

 

- Matthew los elfos son nuestros empleados, mata todos los que quieras cuando vayas con los guardianes pero los del local no se tocan

 

Río divertida tomando una taza de té que Oki le acaba de entregar. El olor a manzanilla y menta invadió sus sentidos dejándose llevar por la sensación relajante que aquel té le proporcionaba.

 

@@Susan V. Goldstein @@Matthew B. Triviani

[Matthew Black Triviani]

Su madre ya se encontraba en el local, era extraño ver como una Black trabajaba mientras podía tener esclavos, a su disposición... Evidentemente, eran totalmente diferentes en cuanto a sus convicciones; pero igual la quería... a su manera.

 

Claro, ¿acaso venden cerveza? o solamente Café... Arqueo la ceja en cuanto a su pregunta.

 

Tanteo su chaqueta y efectivamente estaba su petaca; whisky de fuego, por excelencia... Lo había obtenido en su ultima visita al Caldero. Claramente la sobriedad no era opción, ya que despertaba sus instintos animales y la sed de sangre, lo controlaba... hace unos cuantos años, claro, pero el volver a probar lo prohibido despertaron sus emociones ocultas y eso podría convertirse en un peligro necesario a futuro.

 

Hm, hola, lo mismo digo, Susan. No tenia mucha afinidad con sus familiares, los lazos no se le daban demasiado, intento esbozar una sonrisa, pero fracaso.

 

Para continuar su descontento, habían unos cuantos elfos paseando por todo el local atendiendo a los lugareños, los detestaba, pero su madre ya había advertido que no debía matarlos... Pero claro, nunca dijo nada sobre torturarlos.

 

Entiendo, pero solo déjame divertirme con ellos. Suspiro y saco su varita esperando que nadie lo notara.

 

@@Jessie Black Lestrange

[Jessie Black Lestrange]

Volteo a ver a su hijo de forma escéptica, arqueando una ceja y escrutandolo con sus grises ojos. Torció un poco los labios formando una mueca de desagrado y negó soltando un suspiro.

 

-Creo que el rubro del local está más que explicado, cafetería y tienda de regalos. Hay vino pero empaquetado en cajas y listo para regalar, solamente o puedes pedirle a los elfos o incluso a Viana que te le ponga un poco de licor a tu té o café. Incluso hay unos pasteles envinados que están delicioso...

 

Su vista se perdió en el mostrador de pasteles y postres. Ella misma se encargaba de la preparación de cada uno de ellos ya que no le gustaba que los elfos metieran mano en eso. Los prefería haciendo café o te.

 

Escuchó el breve intercambio entre el mayor y la menor de sus hijas. Bufo cansada al darse cuenta que tal vez jamás logré que aquellos cuatro se lleven bien.

 

Pero su atención volvió al presente cuando vio de reojo como su hijo sacaba su varita mágica y apuntaba a Uri.

 

-Ni se te ocurra, son mis elfos. A ellos no tienes permitido hacerles ningún tipo de daño Matthew, o te pondré a hacer lo que hace Viana cada que la sorprendo haciéndole travesuras a los elfos

 

La eludida puso cara de sorpresa, fingiendo que ella jamás hacía nada y haciéndose la ofendida con Jessie. Está rodó los ojos y negó divertida.

[Vladimir Karkarov]

El lugar estaba completamente listo, el capacious extremis funcionaba de maravilla. Era hora de que Vladimir enviara su noble y fiel lechuza por todos los lugares de Ottery y el Callejón, para dejar su pequeña invitación para el que quisiera asistir a su fiesta de apertura.

La gran Nox emprendió vuelo por entre las nubes, cargando consigo las invitaciones para que todos los brujos y las brujas pudieran saber de tan excelente actividad. Su vuelo era ligero, suave cual viento y sus alas no producían el menor ruido. Así fue, durante todo el día y la noche, solamente reposando para descansar de cuando en cuando.