Jump to content

Mansión Vladimir (MM B: 96425)


Reena Vladimir
 Compartir

Publicaciones recomendadas

La bruja estaba con los brazos cruzados y tan solo miraba a las mujeres que estaban ahí presentes

Y podía sentirlo todo

Mientras más tiempo pasaba, más rabia y odio empezaba a sentir, algo que nunca había creído que terminaría por llenarla dentro de su propia casa y contra su propia familia; y por vez primera, parte de ese dolor a traición iban dirigidos hacia la propia Sagitas, quién lo diría, había llegado el día en que le estaba dirigiendo la más fría de las miradas

-Hasta mi propia elfina me traicionó cuando decidió mudarse de donde nos habíamos ido y entregarles a un niño que explicitamente le dije, debía de permanecer a su cuidado en mi casa

Entornó los ojos observando a las dos mujeres y entonces, dirigió sus ojos rojos a su sobrina

-Solo lo diré una vez Xell: tu madre no tenía permiso de hacer lo que hizo, solamente de cuidar a MI hijo hasta mi regreso pero no más allá de eso. Así que he venido por él. Si me lo entregan en paz, me lo llevaré sin hacer problemas y sin morder a nadie y no nos volverán a ver. Tal vez.

Sus faccioens eran muy duras y severas

-Honestamente, no sé como describir el estado de la traición que siento de parte de todas ustedes y no sé cuanto tiempo me tome perdonar siquiera el que hubiesen partido a mi familia y le metieran cosas diferentes a mi hijo en la cabeza, según lo que he estado escuchando. Una cosa es que estemos enojadas entre nosotras por todas las veces que he tenido que irme y una muy diferente, meter a un tercero, a MI hijo al cuál yo engendré de mi carne y que me tomó tanto el que pudiera tener vida como si yo hubiera deseado esto o siquiera, regalarlo. Así que así estan las cosas. Devuélvanme a mi hijo y pretenderé que esto fué un mal entendido

Finalizó con frialdad y un gruñido amenazante y muy bajo.

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Me extrañó que Taga mirara en otra dirección en vez de hacia nosotras, aunque fue sólo un momentito por lo que no le di más importancia. Me preocupaba el silencio de la tía Hayame y el nerviosismo de la tía Sagitas. Aquella conversación no iba a ser muy pacífica, era algo que presentía; la vampira parecía tener una mirada gélida que daba mucho miedo. Pero... ¿sería capaz de estallar en furia? Nunca había visto un ataque de un vampiro, los rumores o las lecturas sobre sus acciones eran el único conocimiento que tenía de esta especie.¿Cómo saber qué podría hacer la tía Haya si nunca la había conocido enfadada?

 

Di un pequeño salto sobre la silla cuando sentí aquel tono enfadado. No, iba más allá, era un tono de rabia contenida, de furor explosivo cociéndose en un caldero y a punto de rebosar el borde del mismo. Primero, acusó a su elfina. Noté que Taga se encogía un poco. Después, se dirigió a mí. Escuché su acusación con la boca abierta, muy sorprendida por el odio que enviaban sus ojos rojitos. Me encogí un poco, sí, daba mucho miedo. Pero tenía que defender a mi mami, ella no era así, Reena era buena, justa, siempre actuaba por un motivo.

 

- ¡Oh, tía! ¿Cómo te atreves a... a... juzgar sin conocer la verdad?

 

¿Cómo me había atrevido a contradecir a mi tía? Pero ya había empezado y noté que era más fácil seguir y soltarlo todo antes de que me mordiera el cuello o desgarrara mi carne con sus uñas. Sí, le tenía miedo en aquel momento.

 

- ¿Por qué crees que es traición lo sucedido? ¿Por qué crees que alguien ha metido cosas en la cabeza de Akira? ¿A quién has escuchado decir eso? ¿Por qué crees que lo alejaron de ti?

 

Tampoco es que supiera bien lo sucedido. Mami Reena y tía Sagis no me habían dicho nada directamente; todo lo que sabía era por sus comentarios entre ellas que escuchaba porque no parecían darse cuenta que las oía, o por lo que yo misma había averiguado buscando entre papeles.

 

- Reena lo ha mantenido siempre a salvo de... - no sabía cuál era el peligro que corría- ... todo y nunca te lo quitó Sigues siendo su nombre y así fue certificado en el SAW. ¿Por qué has desconfiado de tu familia, tía?

 

Tras el arranque que había tenido, ahora sentía miedo a su reacción, me revolví muy inquieta en la silla; esperaba que la tía Sagitas me protegiera. O Taga.

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¡Por supuesto que detectaba a Reena! Habían sido muchos años juntas, compartiendo unas vivencias que nos habían hecho algo más que familia; amigas, hermanas de sacerdocio, compañeras de aventuras, hermanas de la sangre común vertida en aventuras que nos acercaban. Era imposible que no notara que Reena estaba cerca, aunque no lo estuviera. Estaba entre nosotros, aunque sólo fuera en espíritu.

 

-- Pues claro que la noto, mujer... Somos sacerdotisas muy hábiles y hemos compartido demasiadas ceremonias juntas como para no saber reconocernos. Yo tomo asiento y quiero algo dulce -- accedí al ofrecimiento de Xell porque era una manera de empezar lo que tuviera que pasar de una forma más bien sociable. Además, si Haya se sentaba, le costaría algo más levantarse a destrozar cabezas. -- ¡Huy...!

 

Esa expresión fue de sorpresa. A ver, que ya sabía que Hayame estaba muy enfadada pero aquella mirada tan fría me dolió. Sí, me dolió. Hayame siempre había cuidado de mí y siempre me daba ánimos en los malos momentos. ¿Cómo aquella mirada apacible y algo burlona se había transmutado en algo tan frío y alejado de emoción?

 

-- ¿Seguro que no has bebido sangre en mal estado, Haya? -- le pregunté, sin poder evitarlo. Siempre recurro a las bromas cuando veo que la situación se me está escapando de las manos.

 

Escuché lo que tenía que decir y me contagié de su estado de ánimo. Me refiero al de Hayame. Xell era un manojo de nervios, tierna y fiel a su mami, miedosa por lo que podía pasar con el enfado de su tía pero firme en defender a la familia. Bravo por ella. Yo no, sencillamente soy tan explosiva como Haya (por algo nuestra mami es la misma y nuestro genio va en los genes) así que me fui encendiendo mientras ella hablaba.

 

-- Cuidadito con el tono, Haya, que nos estás acusando sin más de algo que no es cierto.

 

Estaba diciendo lo mismo que Xell pero con el genio vivo.

 

-- Tu elfina te ha permanecido fiel hasta el día de hoy, cuidando de tu hijo sin dudar, en tu casa porque la Vladimir sigue siendo tu casa a pesar de tu ausencia, protegiéndole de todo.

 

Me paré a respirar y, ya puestos, a escuchar a Xell, aunque el zumbido de mis oídos no me dejó escuchar del todo su suave voz; yo quería gritos, yo me expresaba a voces.

 

-- ¿Pero tú te oyes, so... boba? ¿Cómo que Reena no tenía derecho a hacer lo que hizo? A saber a lo que te refieres, porque si es a protegerle, quererle, darle las caricias y el amor de una madre que no tenía porque tú, sí, tú, estabas en vete a saber qué malditas guerras en la lejana Rumanía..., si te refieres a eso, Reena tenía todo el derecho del mundo a hacerlo.

 

Vale, me había pasado pero es que yo soy de la que evalúo los daños cuando he explotado; nunca aprendía a ser paciente.

 

-- ¿Cómo que te lo demos y te irás sin morder a nadie, que no te volveremos a ver? ¿Nos amenazas...?

 

Sí, nos amenazaba. No sé qué me sentó más mal, si que lo hiciera o que dijera que se iría sin que le volviéramos a ver. ¿Por qué tenía que irse? ¿Por qué quería alejarse? Intenté reflexionar para no agravar más la situación, algo que me costó mil esfuerzos.

 

-- ¿Por qué quieres alejarte de la familia, so cabeza de Steeler? ¿Por qué ves todo tan blanco o negro? ¿Eres capaz de valorar todos los cambios sufridos en el pueblo, las nuevas normas del Ministerio, los peligros que tu cabezonería en esas guerras vampíricas llegaron a Ottery en busca de tu hijo? ¿Sabes de los sacrificios que hemos tenido que hacer, de las investigaciones que el Abogado de la Vladimir tuvo que hacer para conseguir encontrar vacíos legales para que no perdieras nada, desde negocios, mansión y, sobre todo, la tutela de Akira? ¿Lo Sa-Bes...?

 

Creo que grité pero como siempre grito, no lo puedo asegurar. Pero, por si acaso, bajé un poco la voz. Taga nos contemplaba desde una esquina con los ojos vidriosos, supongo que muy nerviosa con el enfrentamiento entre hermanas. Como se conoce que no había visto nuestras peleas mortías hacía mil años, cuando las dos pertenecíamos a otra familia.

 

Sí, a otra familia pero estábamos unidas, siempre creíamos la una en la otra, siempre nos contábamos todos, siempre confiábamos en que hacíamos lo mejor la una por la otra... Suspiré de forma cansada, si me enfrentaba a ella, las dos perderíamos y no quería eso.

 

-- No ha habido traición, hermana. Ha habido mucho Amor, muchísimo, hacia ti y hacia todo lo que nos legaste. Puedes acusarme de no hacer bien las cosas, de haber errado, de haber actuado de una forma que tú no harías o no querías pero nunca de traición. Todo lo que hice en su momento, cuando supe de tu muerte en aquel mundo tan lejano, fue intentar rescatar todo lo que podía de ti, mantenerlo vivo, cambiando lo mínimo indispensable para poder conservarlo. Tus negocios, la mansión de la Familia Vladimir, tu recuerdo... Todo se conserva en esta casa y a Akira le enseñamos a quererte y a respetarte. Es tu hijo, nadie te lo ha quitado.

 

Me puse de pie y me interpuse delante de Xell, tal vez por instinto de protección hacia la hija de Reena o, tal vez, porque quería que mi hermana sólo me viera a mí.

 

-- Yo soy la culpable de todo porque tuve que mover todo en un momento difícil. Yo moví papeles, yo convencí a Reena a adoptar al niño para no perderlo en la burocracia social del Ministerio, yo cambié propiedades de un lado a otro y yo invertí el dinero en arreglar lo mejor que pude de un lado a otro tus propiedades para que siguieran activas hasta el día que volvieras. Acúsame de hacerlo mal, de ser una mala economista, de no saber encontrar soluciones más a tu gusto, hermana. Pero no me acusen de traición. Nunca te traicionaría; lo contrario, intenté mantenerte viva en el recuerdo porque sabía que un día volverías. Si no lo hice como tú hubieras querido, lo siento mucho, muchísimo.

 

Me acerqué unos pasos hacia ella, a pesar que sus ojos rojos y sus colmillos sobresalientes intimidaban.

 

-- Nunca te traicionaría. Antes, prefiero estar muerta.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La vampira no flaqueó ante aquel enfrentamiento ni ante las palabras que decía su hermana

Ni siquiera titubeó o mostró dolor por lo que le recriminaba, una tras otra, las ausencias que había tenido. Aguardó. Pacientemente. Muy pacientemente. Más de lo que ella misma solía permitirse en casos con extraños pero increíblemente, a pesar del odio frío que sentía en esos momentos se sorprendió de saber permanecer en sus trece hasta que la Blue terminó.

Alzó una ceja y sonrió de forma socarrona.

-Si es tan cierto lo que dices, entonces, entregame a Akira en este instante

Dijo con un tono suave y dulce de voz. Lo que solo podía significar... que estaba tan fúrica y ardiente en rabia como al inicio. No estaba más enojada o dolida porque ya no cabía algo así, so riesgo de ponerse a asesinar a todos en aquel lugar y llevarse lo que era de ella por derecho y punto.

Ladeó la cabeza levemente

-No, no tenía derecho. Porque yo seguía viva y había órdenes muy específicas en cuanto al niño. La carta que me enviaste fué para convencerme de que habían recogido a Akira de mi casa porque estaba a solas con el elfo, que por cierto, bastante bien protegido como para que le sucediese nada, hubiese llegado quien hubiese llegado al pueblo. Zapphyre tenía órdenes de llevarlo a mí si el peligro iba más allá de las fuerzas de la casa donde estaba mi hijo.

Apenas entrecerró los ojos

-Pero no. Usando esa labia tan endiablada que te encanta, me convenciste de que lo cuidarían y de que estaría bien. Mas nunca hablamos de que Reena se lo quedaría o que lo registraría en el Ministerio como suyo. Porque aunque esa hubiera sido mi intención hace años cuando estabamos juntas, de ser las dos las madres del niño dado que nunca nos comprometimos o casamos, entonces, ella no tendría derecho a tomarlo como suyo puesto que no lleva su sangre mas sí la mía.

Esta vez, dirigió sus ojos rojos a Xell

-Tu madre se robó a mi hijo. Así son las cosas llanas. Y a eso, yo lo llamo traición. Llamo traición a abusar de mi confianza ante un niño que era y que es la mitad de mi vida, porque la otra mitad en estos momentos es Sev. Y si no crees eso, hazme el favor de decirme cómo es que MI hijo llama a tu madre

Sonrió a modo de mueca retorcida

-No le dice precisamente "tía", cierto?

Espetó con frialdad

-"Eso" Ericen, eso, es traición. Eso es quitarme a mi hijo. Y no me vengas con cabezonerías porque yo tenía todo planificado para cualquier emergencia. Por eso era que les había legado, como bien dices, mis posesiones que no a mi hijo. Y si me hablas de sacrificios, inténtalo con alguien más porque en todos estos años, creo que bastante puedo contar de sacrificios ya que, hazme el favor de recordarme... quién es la matriarca de la mansión más reconocida de Ottery y quien la de una casita desconocida para el resto del mundo?

Alzó nuevamente una ceja

-A mi no me tienes que cantar de sacrificios porque desde que estoy aquí, sé muy bien lo que es eso. Y no voy a caer en ese juego.

Entrecerró los ojos con peligro.

-Así que... me darás a MI hijo o tendré que darme el gusto de hacer lo que muchos pagarían por intentar? -musitó con un tono casi cantarín de voz

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Me quedé helada. Mis palabras habían flotado en el viento y habían desaparecido como si alguien las hubiera soplado, quedándose pegadas como manchas oscuras en la pared de la sala, disgregándose y desapareciendo. Era como si no hubiera hablado, como si lo que yo había sentido mientras las soltaba hubiera sido una ilusión que desaparecía como una imagen en un espejo roto, disgregado en mil pedacitos chiquitos que ya no estaban.

 

Me sentí derrotada.

 

Hubiera mirado a Xell para intentar comprender qué estaba sucediendo, qué era lo que decía Hayame que yo no entendía, para sentir apoyo. Pero no lo hice porque temí ver en sus ojos la misma incomprensión que sentía que yo misma reflejaba. Negué con la cabeza muy lentamente, casi juraría que ni me movía.

 

-- No puedo hacerlo. Akira no está en esta casa.

 

¿Cómo explicar que no sabía qué había pasado para que Reena se llevara a su chiquito fuera de la protección de la mansión Vladimir? No, no lo sabía. Sólo confiaba en ella que estaba haciendo lo correcto, aunque no lo entendiera. Hayame había perdido esa confianza en nosotros y, ahora, llegaba al punto en que no podía justificar la ausencia de su hijo. Aún así, a pesar de que sabía que era un terreno perdido, intenté explicarle, supongo que porque mientras hablara, tenía esperanzas de que reconociera nuestro punto de vista.

 

-- Zaphire tenía tus órdenes pero no pudo anteponerlas a las que le dimos nosotras. Somos humanas y, legalmente, como matriarcas de la Vladimir, nos debía obediencia a nosotras. No la culpes. Seguro que se estará tirando de las orejas por lo que te oye decir.

 

Entendía que, desde fuera, o desde una postura intransigente como la suya, esta confesión la convencería mucho más que éramos secuestradoras de su hijo y usurpadoras del poder de la familia. No era así. Nunca había sido esa nuestra intención.

 

-- Si no llegamos a hacer ese movimiento con el niño, el Ministerio hubiera acabado con Zaphire, sí, porque estoy segura que ella hubiera muerto defendiéndolo de los agentes de seguridad ministerial, y se lo hubieran llevado a un orfanato, desapareciendo de nuestras vidas para siempre. Sí, Reena lo adoptó y se puso como madre. Sí, sólo tú eres su madre biológica. Sí, Akira la llama mamá porque así consta en el registro y porque le ama como si fuera su hijo. Ese hijo que nunca pudo tener contigo. Porque ella te ama, te ha amado como nunca y está amando a tu hijo como si fuera vuestro. No entiendo como ves maldad en un acto tan amoroso como éste. Le salvo de caer en manos extrañas, lo consiguió mantener ligado a la familia Vladimir, lo ha criado como el hijo de ambas, lo ha querido como a ningún otro hijo.

 

 

Me volví hacia Xell.

 

-- Perdón, sobrina, pero el amor que siente hacia el niño es inmenso pero eso no niega que a ti también te quiera mucho.

 

Sentí que le debía decírselo para que no pensara mal de su madre. Hayame seguía diciendo cosas malas de nosotras y eso dolía muchísimo, porque nos acusaba de malas acciones que nunca habíamos sentido que pudieran parecerlo.

 

-- ¿Te sentirías mejor si fueras la matriarca de la Vladimir de nuevo? Es algo que has de hablar con Reena, yo ya no puedo opinar en este tema porque ya no me pertenece. Como si quieres la mía. ¿Quieres que te dé el matriarcado de la Potter Black y que yo desaparezca de ella? Sólo dímelo. Para mí el dinero o la fama no es lo importante. Si pudiera, viviría sin eso. Para mí lo importante eres tú y lo que estás haciendo. Me acusas de traición y duele, porque no es cierto, yo no traicioné a nadie.

 

Tuve que respirar porque un agudo dolor en el puente de la nariz anunciaba el dolor que sentía por las acusaciones de Hayame. ¡Quería tanto a mi hermana y ella me trataba como una traidora!

 

-- Estás siendo irracional en tus acusaciones. Y sí, puedes matarme si es lo que deseas, eso no cambiará las cosas. Hice lo que hice por ti, por él, por la familia, pensando en que era mejor para todos. Si no lo hice bien, mátame. Aquí estoy, no voy a levantar un dedo contra ti. Date el gusto. Pero piensa también en qué tendrás cuando yo muera. No tendrás el amor de una hermana que te quiere.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La bruja tan solo observaba a su hermana y por un instante, alzó una de sus manos, sin la varita

Siempre había podido hacer magia sin varita y sabía de lo que era capaz si se le daba en gana. Clavó el rojo de sus ojos en los de su hermana y permaneció en la misma posición por varios minutos, como si estuviese decidiendo la mejor manera de arrancarles el corazón a todas ellas; finalmente bajó la mano y como si se tratara de un títere al que acaban de cortar las cuerdas... se dejó caer en uno de los banquitos cercanos, con la cabeza agachada.

Junto la yema de sus dedos y mantuvo el rostro oculto en las sombras de su largo cabello

-Ya deberías saber que no voy a pelear esta mansión. Es ridículo.

Dijo en un tono bajo, aunque ya escuchaba a la Potter Black recriminarle que más ridícula había sido su forma de llegar a aquella casa para soltarles todo ese montón de dagas verbales.

Porque sí, su pasado mortífago le había enseñado como hacer heridas verdaderas solo usando la labia. Algo que en su momento le había alabado uno de los líderes por el poder mostrado en ello; pero ese no era el momento para recoradr sentimientos agridulces al respecto.

Le punzaba la cabeza por un lado.

-Tampoco la Black. Pero odio que hables como si fueseis mártires, como si mi trayectoria a tu lado todos estos años no fuese también un camino de vidrio y ácido y en cambio, me la hubiese pasado deslizándome en nubes de algodón. Eso que llamas sacrificio, es algo que yo también hice, especialmente al ceder cuando me rogaste que les permitiera cuidar al niño cuando el plan era que al final, terminase en Rumania conmigo

Inspiró profundo aún cobijada por el negro de las sombras

-En ningún momento me dijiste que Reena se lo quedaría como si fuera su madre. Lo correcto hubiera sido, si en verdad me amaba como dices que lo hacía, que simplemente hubiese sido la nana de Akira manteniendo siempre el hecho de que su madre soy yo y que si tenían que adoptarlo, se tratase de algo temporal, no definitivo. Lo correcto habría sido que dejara en mí la decisión de si YO quería introducir a Reena como su madre en algún momento, no tomar esa decisión por mi. Y le han metido en la cabeza que ella es su madre o una de ellas cuando no es así. Han hecho que el niño fabrique un vínculo profundo con ella como madre cuando no debería tenerlo sin estar yo presente de por medio. Porque gracias a eso, ahora tendré que hacerle cosas a mi hijo para que pueda tener una vida con su hermano y conmigo y la que va a ser su madre en un futuro cercano sin querer volver a este sitio o sin aferrarse a esta familia.

Gruñó y agachó un poco más la cabeza por detrás de las manos entrelazadas. Ya no hervía... pero seguía enojada y muy, muy dolida.

Y entonces, dejó escapar una risa burlona

-Claro, eso en el soñado caso de que me lo regresen. Ese es el único motivo por el cuál tomaría la decisión de cortarles la garganta a todas ustedes, el que se interpongan entre mi hijo y yo

Alzó levemente el rostro con una sonrisa, retorcida por la oscuridad que la había tocado alguna vez durante aquel viaje al futuro y que todavía había dejado una cicatriz en su alma

-Porque creo estar segura, de que tu no dudarías en pasar por encima de mi cadáver si yo me llevara a Ithilion, verdad?

Sisseó con toda la inquina posible

-Ya una vez sucedió, recuerdas hermana? recuerdas cuando te dije que solo te regresaría a Ithilión a cambio de Akira o ya lo olvidaste?

Volvió a sissear con una gran frialdad en la voz

-Ahhh estoy segura de que sí. Ya lo recuerdas. Yo solo quiero a mi hijo de vuelta y no retiraré el dedo del renglón hasta que lo vuelva a tener. Esta casa no me importa ni su contenido, puesto que por encima de todas estas cosas, está MI hijo. MIO. De nadie más.

Volvió a retorcer su gesto en algo irreconocible, furioso y con gran odio

-Afortunadamente Czésar es más fuerte que Zapphyre y sabe muy bien que mis órdenes son absolutas, aún por encima de la familia- gruñó roncamente- si en verdad quieres hacer algo por mi, trae a mi hijo. Creelo, que no quisiera pasar por encima tuyo y de Xell para encontrar a Reena pero, si tengo que hacerlo no titubeare y aún así tenga que incendiar todo este maldito planeta, el mágico y el muggle hasta dar con mi hijo, los encontraré a él y a Reena. Que se encomiende a su hermana donde quiera que esté porque lo juro por el Señor Tenebroso que voy a encontrarla.

El blanco de sus ojos se volvió negro

-Cuál será la decisión final?

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Llevaba una camisa de manga corta, de color azul claro y unos pantalones vaqueros, cortos. Era un día...caluroso. Pero la ocasión lo merecía, asi que iba dando un paseo hasta la Vladimir, solo.

 

Llevaba las manos en los bolsillos, despreocupado, sabiendo que además de la prima Xell, Sagitas también estaba alli, o al menos, eso recordaba. Estaría también la tía Reena? No la veía desde la boda...

 

Pero claro, mientras caminaba en aquella calma, sentí que algo no iba bien. Sentí...odio. Ira. Y miedo. Y lo peor, es qeu mezclado en aquello estaba la tía Hayame, lo cual, me indicaba que algo estaba pasando. Asi que eché a correr, acortando la distancia que me separaba de la mansión en poco tiempo.

 

Cuando llegué, escuché las palabras de Hayame, a Xell y a Sagitas...eso me preocupó. Sabía de que se trataba, pero...

- Creo qeu te estás equivocando tía - le dije, jadeando por el esfuerzo, a su espalda.

 

La miré fijamente. No parecía en sus cabales, y eso era mala idea. Si hacía falta, la detendría, pero no quería hacerlo.

M4xQXhr.jpg

XaIHB03.gif.8d9da3f22cdcf76478ba8b5e63d5666a.gif KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gifXXBPo79.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Asistí a aquella pelea con mucho miedo. Nunca había visto a las tías tener un enfrentamiento dialéctico de esa manera. Y parecían a punto de llegar a las manos, al go que me horrorizaba. Todo por una malinterpretación de lo sucedido con mi hermanito Akira. Me dio miedo llamarlo así, delante de ella. Esperaba que mami estuviera escuchando de alguna manera y viera lo que estaba sucediendo en la casa. Aunque... ¿Sería prudente que viniera ahora?

 

Sagitas se defendía, diciendo que ella no era una traidora. Yo tampoco lo creía pero entendía muy bien la postura de Hayame. La entendía pero no entendía su actitud. No creía que, a pesar de lo que había vivido, pudiera creer que mi madre y mi tía Sagis fueran tan malas como para orquestar un secuestro. Y no quería que pensara que yo las estaba protegiendo y que apoyaba ese acto.

 

- Por favor, no nos pongamos ariscas. Podéis solucionarlo hablando sin llegar a enfrentaros...

 

No me escuchaban. Cada una defendía sus puntos de vista sin escuchar a la otra, llegando a amenazarse. Me agarré la blusa a la altura del pecho, con la mano derecha, muy nerviosa. Si se atacaban... ¿A quién ayudaría?

 

- ¡No, no! ¿Cómo va a matarte? Ella no quería decir eso, díselo tía Hayame, que no querías decir eso - Creo que sí quería decirlo pero me negaba a oír esa amenaza tan seria, no podían estar enfrentándose de esa manera. - Yo creo que todos habéis sufrido, estoy segura y... ¡oh, tía!

 

Me di cuenta que lloraba. La tía Hayame había dicho que nos cortaría la garganta a todas si nos interponíamos entre Akira y ella.

 

- ¿Amenazaste a Ithilion? ¿Cuándo...? ¡Oh, tía, sentaros las dos y tomar una tila! Seguro que lo solucionamos sin... tantas palabras feas, tías.

 

La voz de Matt me asustó al principio; cuando vi que era el primo, me sentí muy aliviada. Estaba segura que él nos ayudaría a calmar a la tía Hayame. ¿O lo empeoraría?

Editado por Xell Vladimir Potter Black

YyV85FY.jpg

7sfPjxW.gif NiqQIUZ.gifidFgtQA.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La bruja se enderezó de su posición sentada en aquel banquito y sus ojos negro con rojo se clavaron en su sobrino

-Oh... te parece?

Canturreó con una dulzura que lejos de sentirse natural o cariñosa, era fría y amenazante, aún peor que cuando sencillamente estaba en silencio o con una expresión asesina; los gestos suaves y casi cariñosos de esos momentos... eran aún más malignos si es que algo así se podía dentro del cuerpo de la Snape

Sonrió

-Muy bien, veamos como lo arreglan pequeñuelos...

Se rió de forma muy aguda y esta vez, clavo su sonrisa y sus ojos en Xell

-Vamos a ver... cuando llegué al pueblo harta, cansada, herida a más no poder, retenida en mi regreso porque "necesitaba pasaporte", dándome cuenta de que muchas cosas habian cambiado... yo solo deseaba abrazar a mi hijo. A MI niño, al que según la carta de mi hermana, habían decidido cuidar en mi ausencia a pesar de las órdenes que había de que el niño permaneciese donde le había dejado y solo a cuidado de mi elfina personal, porque sentían que era más seguro. Mi error, por supuesto, yo me confié en mi familia porque... porqué no les iba a confiar a mi único hijo, mi heredero personal, cuando hasta ese momento siempre habían velado por nosotros?

Su mirada se volvió dolida por unos instantes y su sonrisa se desvaneció para dejar ver una mueca de dolor y decepción

-Así que una vez de vuelta, mi primer deseo y mi felicidad eran el poder abrazar a mi hijo, decirle que su madre estaba de vuelta y llevarlo al que sería su nuevo hogar porque me decidí a que no querría arrebatarles mi legado a las personas que eran importantes para mí así que, tomaría algo que el Ministerio ya me había cedido justamente por la sangre de Akira y construiría un nuevo hogar

Cerró los ojos e inspiró profundo por unos segundos, antes de volver a componer su mirada fría y clavar el rojo de su iris en Sagitas

-Ahora... pregúntale a esta dama del Ministerio, a nuestra sabia personalizada, qué fué lo que me dijo, eso sí con mucha pena, cuando le dije que me regresaran a mi hijo?

Ladeó la cabeza y una locura furiosa se apoderó del negro que mostraba en la esclerótica

-Anda Ericen... díselos... -susurró con cruel dulzura y sonrió demencialmente, inclinándose hacia delante para apoyar los codos en sus rodillas- cuéntales cómo me dijiste que ya no podía tener a mi hijo porque Reena lo había adoptado legalmente así que ahora era suyo y que el niño las quería a ella y a Xell por lo que le dolería ser separado de su nueva madre

Comenzó a temblar en rabia y odio contenidos

-Diles cómo fué cuando te reclamé el que se hubieran aprovechado de mi buena fé y mi confianza en ustedes, con un hijo engendrado de mi carne y sangre

Mostró los colmillos

-Cuanto tiempo me has estado dando largas porque son demasiados trámites en el Ministerio, porque su actual madre siempre tiene alguna excusa para no firmar los papeles de renuncia o sencillamente no se aparece o cómo cuando te dije entonces que cuando la vieras, lo pidieras directamente y me lo trajeses a casa para evitar confrontaciones, te negaste porque "tenía que hacerlo yo" a sabiendas de que nuestro encuentro o el arreglo ha sido imposible hasta este momento y volviendo a tapujar con largas acerca de pensar en que le estaba quitando MI hijo a su madre

Entrecerró los ojillos con malicia

-Así que... dime pequeña Xell... -volvió a clavar sus ojos rojos en aquella jovencita- cómo vas a arreglar esto? hubiera sido sencillo si de principio solo me hubieran entregado lo que es mío y listo. Nos estaríamos ahorrando esta ida y venida de dagas, si tan solo me hubiesen llevado a mi niño a casa y ya me las arreglaría con el gobierno después... pero ya estamos aquí así que...

Esta vez miró a Matt

-Arreglamos esto en la versión corta o provocamos un Accidente que te llenará de papeles que rellenar? aunque necesitarías las manos para eso, no es así querido sobrino?...

B9rYupA.png



http://i.imgur.com/7WhajUW.gif


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Vale, soy buena. Pero también soy muy emocional. Y que se me rebote alguien y me amenace en mi casa (bueno, casi mi casa) y amenace a mis hijos (¡a los dos! ¡La niñata esta vampirota se atrevía a a amenazar a mi chiquitín de años, Ithilion, y al chiquito grandote que era Matt)...., pues como que no, que le suelto un tortazo a ver si se le va la tontería. ¿Pero qué se había creído Hayame, venirme a mí con amenazas, con todas las cosas que había hecho por ella?

 

-- Mira, bonita... -- En aquel momento no la consideraba bonita precisamente. -- Yo no voy de mártir. Tú eres la que no paras de quejarte. Que si me habéis robado el niño, que si habéis hecho lo que os ha salido del Pisuerga con mi nene, que si tenía que haber decidido yo que Reena fuera su madre y me molesta que lo hayáis hecho antes de que yo lo hiciera, que si el niño tiene un vínculo con ella, como si eso fuera algo malo. ¿O no es mejor que tenga una vinculación con una mujer humana que le trate con cariño y amor y le cuide como una madre y no con un elfo que nunca podrá demostrarle que es querido.

 

Apreté los puños y me acerqué a ella, sin importarme lo peligroso que era enfrentarme a Hayame en aquel momento. Yo también era peligrosa en ese momento.

 

-- ¿Sabes? Te busqué. Durante años. Nos dijeron que habías muerto. Desaparecido. Ni un sólo mensaje devolviste de todos mis intentos de contactarte. Incluso estuve en Rumanía para buscar tu cuerpo y traerte a casa y no enterrar un féretro vacío. Así que déjate de monsergas. Tú te haces la mártir porque te desobedecimos pero nunca nos demostraste que estabas viva, nunca diste la cara por tu familia, por ese hijo que tanto reclamas ahora. No deberías llamarnos traidoras. ¡Deberías darnos las gracias! ¡Mala hermana!

 

Matt intervenía en contra de Hayame. Xell también hacía lo mismo pero mi hermana demostraba un carácter que pocas veces había vivido y de las que siempre habíamos salido. Pero esta vez se había pasado. ¡Se había pasado mucho!

 

--¡Yo no te doy largas, so hija de mi madre! --Una manera muy sutil de recordarle que somos hermanas. -- No está en mi mano darte a tu hijo porque tu hijo ya es tuyo. Siempre lo ha sido, nunca lo has perdido. Son historias que te has montado en tu cabeza. Y repito lo que te dije al principio, has debido beber sangre en mal estado para rebelarte contra la familia por actos que hizo a tu favor y a favor del niño. ¡Y así nos lo pagas, amenazándonos! Eres una maldita desagradecida, hermana. No te mereces que te queramos tanto como te queremos.

 

Xell intentaba calmarnos a todos pero no era momento de eso.

 

-- No necesito té, sobrina. ¡Necesito abofetear a esta cabeza de hipogrifo, a ver si espabila!

 

 

XD

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Guest
Esta discusión está cerrada a nuevas respuestas.
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.