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Ficha de Thoth


Thoth
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  • 2 semanas más tarde...

Añadir a la Historia, el otro mes depuro un poco. Pero este es la primera parte, ya en próximos meses coloco la segunda parte que une la historia de pj con la actual.

 

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Página 4

 

LAS MEMORIAS DEL AYER

Los seis pétalos de flor

 

Bajo la sombra de un cedro se encontraba los dos amigos, aquellos que nunca se habían separado jamás, de aquellos que se decía muchos rumores, ambos acostando en la grama, el egipcio reposaba sobre el pecho de su amigo, la mirada del mismo se encontraba humedecía, mientras que su compañero le acariciaba la cabellera, la cual presentaba algunas canas. El silencio envolvía esa escena, mientras que algunos pétalos le caían encima, todo parecía perfecto pero no lo era, allí entre suspiro se encontraba el corazón partido del mago, el tiempo no había sanado la herida de la muerte de su gran amigo, de su mentor y esa figura paterna, otro más en su vida había muerto ¿Quién más seria que le dejará en esa oportunidad? ¿Acaso sería el Tonks? ¿Acaso sería la Riddle? Este sabía que ambos no se llevaban, pero por ello opto por él, antes que por ella, fue así que se marcho con él, sin decir nada a nadie, faltando incluso a su graduación de Hogwarts, algo que su tío no le perdono nunca, pero le comprendió. Así fue que entre cartas se comunico con él, y este le relataba sus aventuras por el mundo.

 

-Ya han pasado casi algunos meses de su muerte.- Le decía el Tonks. –no es justo que aún te lamentes de su muerte, él te lo pidió.- En eso, la mirada del egipcio observa el revoloteo de un ave, oscura como la noche y de hermoso plumaje. –Mira a tu mascota volar en el día, mira como la noche puede estar en la luz, pero también en la oscuridad puede habitar la luz.- El licántropo simplemente cierra los parpados, simplemente se deja llevar por la sensación que estaba sintiendo su cuerpo. –Es como si fuera un renacer, como el ave fénix, sabes bien que no entre en la Orden del Fénix, fui rechazado, eso me dolió, supongo que no eran buenos mis intereses, tú siempre me lo decías, esa era la razón equivocada, no podía entrar solo por una venganza, tendría que haber algo más.- Darius se queda profundamente dormido, mientras que su amigo seguía jugando con su cabellera, mientras que este descansaba al ritmo del corazón de ese amigo. –Descansa, viejo amigo, déjate llevar, pero como cosa rara siempre me arrastras a vos…

 

Este también cedió y quedo profundo, apoyándose en la grama, la brisa que pasaba era suave, acariciando ambos, sus cuerpos se encontraban semidesnudos, dado que se habían bañado cercano a un lago cristalino, la gran mayoría de su ropa se encontraba recibiendo sol, dado que se había humedecido, a lo lejos se observa una tienda de campaña y una fogata apagada, el sitio donde se encontraba había sido protegido contra todo hechizo, eliminando así la presencia de los magos de la luz y oscuridad, sin contar a los muggles, ambos no deseaban ser encontrados, solo deseaban alejarse del mundo y explorar el mundo en mutua compañía y de nadie más, al menos ese era su objetivo, no había más, no había noche o día que no pasaran juntos, dormían siempre casi al lado del uno de otro, pero sin malicia, al menos por parte de uno de ellos.

 

Ambos fueron despertados por el cantar de unas aves, era hermoso su canto, dado que era como oír a las sirenas. –El tiempo ha volado, no recuerdo la primera vez que te vi.- Le decía el Tonks. -Llorar de esa forma.- Algo que sin duda molesto a su amigo. –Pero no te coloques rojo.- Le despeino la cabellera, así que en esa vez sus espaldas se encontraban pegadas la una a la otra, ese roce y ese calor, ambos respiraban a la misma frecuencia. –Ni me ves.- Refuta, en eso hace que el mago se caiga a la grama y le queda mirando frente a frente, sintiendo su respiración y este la de él. -¿Dime y ahora te veo?- Indago el Tonks, mientras que le mira fijamente. –Pss…- Comenzaba a responder Darius. –a vos te toca cocinar hoy, así que tengo hambre.- Le guiña el ojo a su amigo y le saca la lengua, algo infantil, pero este solo se ríe y se va hacer sus deberes.

 

Estando solo Darius simplemente se queda acostado en la grama, allí observando los pétalos caer. –Sabes…- Le dice al Tonks con cierta melancolía en su voz. –Estos pétalos me recuerdan a vos, creo que no sería mala idea recoger algunos, así cuando no esté o vos, siempre te recordare. – En eso el rostro del Tonks se coloca rojo, pero ya se encontraba lejos para que su amigo lo notará, así que responde algo tajante ante ese comentario. –Vaya, el tiempo te hace poner cursi, pero haz lo que quieras.- En eso le responde el egipcio. –Sabes que siempre lo hago…- En ello se escucha la carcajada del Tonks, mientras que este se marcha a la tienda y comenzaba aprender la fogata. –Pero, no deseo levantarme y así que más tarde lo recojo.­­- Añade Darius, quedándose nuevamente dormido, en eso su cuerpo es envuelto en pétalos, al llegar el Tonks con la comida, la colca en el suelo, se sienta al lado del mismo y le acaricia la cabellera. –Despierta, no vaya hacer que me la coma yo.- El mago simplemente protesta. –Dame unos minutos más.- Pero este sigue insistiendo. –No me hagas que te de la comida en la boca.- En ello despierta y le reta. -¿A que no lo haces?- Pero su sorpresa fue, que si lo hizo, el Tonks se dedico a darle de comer, pero su amigo solo lo observaba, dado que no había visto ese sentido de amistad, o quizás algo más.

 

Luego de comer y vestirse, comienza empacar todo, al menos habían recogido un pétalo de cerezo, al parecer ese tenía relación con el Tonks. Luego de terminar los encantamientos, y borrar todo rastro, comienzan a desaparecer, el primer mago envuelto en llamaradas y el segundo en agua, los dos formaron una forma de animal y desaparecieron, una era un lobo y otro un búho. En eso llegan a Egipto, al lugar de origen de uno de los dos, pero no era cualquier lugar, era las ruinas del hogar de los Licaón, aquel que por generaciones resguardo esa familia. La entrada era legendaria y temida en ese territorio, la cual consistía en una estatua de un gran lobo de marfil blanco. Tallado por centenares de muggles. Un jardín que dejaba mucho que decir, pero en su mejor tiempo era un paraíso en medio del desierto. En el mismo se veían grandes lobos blancos de gran inteligencia, seguro algún pariente de Darius que había nacido cuando se encontraba transformado como hombres lobos, por eso no atacaron al mismo y por petición del mismo al intruso.

 

-¿Dónde estamos?- Indaga el Tonks. –En mi hogar, bueno lo queda de él.- Responde el egipcio. –Este es el lugar donde mis padres murieron.- Al escuchar esas palabas su amigo le abraza como nunca antes. –No tienes porque hacerlo…- Le menciono el Tonks y este seguía hablando como si nada. –Ya no me afecta, recuerdas que siempre me viste llorar, es porque recuerdo la vez que murieron, también la vez que murieron los frailes, ahora también la vez…- Trago fuerte. –que mate a Sia Malfoy y con ello recuerdo la vez que murió Belsia Black.- Lagrimas del joven no se hicieron esperar. –Estoy solo en el mundo.- En eso el Tonks le dice. –Nunca te dejaré, jamás estarás solo, incluso ese elfo gruñón que te sigue no se apartará de ti, quizás no le caigo bien, pero te aseguro que ese ser daría su vida por ti.- En eso el egipcio le responde. –No hables más, solo abrázame un poco más…- En eso el Tonks baja la mirada. ­–No seas tontito, sabes que no te dejare de abrazar, pero tampoco vamos a durar aquí todo la eternidad, a no ser que así lo desees

 

Para ese momento la puesta del sol era lo que tenían en el fondo, pero detrás de ellos se encontraba Cronos, elfo domestico del dueño de ese lugar, el mismo se quito la máscara y se alejo de ellos, como los magos este también comenzó a llorar, dado que en ese lugar había muerto toda su familia en mano de los magos tenebrosos. Allí deja su máscara, va a donde la tumba de sus amigos y familiares, si esos elfos, que antes había compartido, antes que naciera su amo, allí en esa época podía expresar lo que sentía y ahora no, por lo que lo único que le quedaba en la vida era su amo, a él protegería a todo costo, no importaría nada para así defenderlo. El y su amo era todo lo quedaba de ese legado, al menos eso creían. Ya que algunos rumores decían que en Gran Bretaña habían algunos licántropos blancos. Pero en ese dolor Cronos recoge dos flores, diferentes entre sí, única en Egipto y se la entrega a su señor.

 

-Vaya mira lo que trae elfo.- En eso Darius mira las flores, esas dos sin duda alguna representaba al amo y al sirviente. –Sabes que no fijo la mirada en ellos.- Fueron duras sus palabras, por esa actitud termino el abrazo, el Tonks la recogió del suelo, dado que elfo las había tirado. –No seas tonto, esta incluso se parece a ti.- Le dice el Tonks. –Mira que ni las espinas que tiene, estás a mí no me lastiman.- Eso hace que la curiosidad despierte en el joven y se acerca a observar, al igual que elfo, pero era mentira, el mismo se encontraba sangrando levemente. –Claro que te lastima.- En eso el Tonks le responde. –Así, como tu lastima a tu elfo, así mismo me lastima en ese momento esta flor, mí sangre representa a tú elfo. Así que siempre la guardare.- El egipcio solo mira a su elfo, pues el también había sufrido, por eso simplemente le ordena que arregle todo el lugar, que todas las tumbas tengan esa dos flores. Elfo se queda extrañado, dado que eso significa que incluso las tumbas de los elfos tendrían las mismas flores que los padres del mago. -¿Qué esperas?- Indaga su amo y el sirviente simplemente obedece. –Lo sabía, si te agrada tu elfo.- Le dice y comienza a correr. –No es verdad.- Le refuta y le persigue. –No corras, sabe que soy malo para ello, siempre termino cayéndome.- Finge caerse. –Lo ves- En eso su amigo regresa. –Tramposo.- Le dice el Tonks y le tumba contra la grama, en eso ambos comienza a dar giros sobre la grama, como unos niños. –Ya es tarde, ahora ¿Dónde dormiremos? – Le cuestiona el Tonks. –Te dije que este era mi casa, no solamente la principal existe.

 

Al poco tiempo las ruinas, ya no eran ruinas, todo regresaba a su lugar, todo producto al elfo domestico, así que era verdad, no solo existía la residencia principal de gran tamaño y esplendor, donde todos los cuadros eran miembros de la familia Licaón, ellos no hacían distinción de magia blanca o negra, lo importante era el conocimiento, por lo que la gran mayoría era herbolarios, sin embargo, si había limitante no se aceptaban a los mestizos, por lo que todos los Licaón eran de sangre pura, aquellos mestizos de la familia vivían un residencia anexa, donde igual a la primera reflejaba los cuadros familiares de esa familia, teniendo prohibido el acceso a la morada principal, el trato de los principales con los secundarios eran muy raros, por lo que solo algunos principales optaban a vivir en la secundario, uno de ellos era Darius, por esa razón fue que insistió que no existía una sola, pues sabía de la condición del Tonks y sabia que el mismo no pudiera visitar la morada principal, debido a un fuerte encantamiento. Una de las razones del motivo del porque Darius no vivía con sus padres, era por no presentar a temprana edad el ser licántropo, a diferencia de sus prim@s y ti@s, se decía que antes de irse de esa residencia, Lord Asdrual Licaón vivio de joven y hasta el conflicto de los padres de Darius en esa morada, porque no podía ser licántropo, siendo el quinto de su familia.

 

Pasaron algunos meses en ese lugar, siempre comiendo comidas típicas de ese lugar, allí se enteran de algo que no esperaban, por ello van a tierras Américas, al parecer Lord Licaón se encontraba enfermo y pedía ver a su sobrino, llegando al colegio ven a todos los estudiantes reunidos con una cara de abismal tristeza, el director le indica ambos que debe esperar un momento, mientras que eran dirigidos por los pasillos, su impresión fue abismal, dado que era muy diferente aquella institución. Al parecer en ese sitio no había problema con el estado de la sangre, cosa que no le agrado mucho al egipcio y que su amigo bromeaba en constantes veces. Al pasar una hora, llegan a una habitación, y allí se encontraba aquel pariente del egipcio, su cayado reposaba sobre la pared y allí se observa la foto de los padres de Darius, el mismo tenía mucha similitud física con su padre, era ver una copia, mientras que su madre extrañamente se parecía a la figura de Lucia Riddle, incluso había uno de los tres, el joven lord era parecido al Tonks, eso le llamo mucho la atención al mismo.

 

-No intentes hablar…- Asevero el egipcio joven, mientras que notaba que su pariente se encontraba convaleciente. –No creo que resista verte partir…- Allí entra Black, con porte distinguido y cojeando de una pierna, al parecer este era un profesor de la institución. –No es para tanto joven, simplemente se encuentra atravesando un fuerte resfriado, su tío es algo con mañas, pero me ha pedido que le enseñe algo, por lo que su amigo se puede quedar en este lugar.- Las miradas de los amigos se cruzan, este simplemente le afirma con una señal y así el egipcio abandona el lugar. En completa confiabilidad el Tonks le dice al Lord lo que este sentía por su sobrino, este simplemente le dice. ­–Él es como su padre.- Le responde el Lord. –Jamás descubrirá lo que sientes por él, si no se lo dices…- Comenzó a toser algo de sangre. –Pero ya debo descansar.- Allí el Lord se quedo dormido, quejando en ocasiones algunas veces. En ese instante llega la Riddle, quien era hija pariente del Director, quedándose en la oficina del mismo. Ella se entera que los amigos inseparables se encontraba y planea algo para vengarse de los mismos, dado que le habían dejado sola en la graduación, algo que nunca les perdono. –Quizás el Lord tiene razón…- Murmuro el Tonks, mientras que observa a Darius alejarse por la ventana. –Pero si se rompe nuestra amistad, es mejor callar.

 

Momentos más tarde el egipcio y el Black se encontraban lado a lado, en suma confianza-Fue extraño que Sia** y Belsia te cuidara- Le dice el Black, mientras que se detiene y le sacude el cabello al Licaón, aquel mago egipcio que había estudiado un año en esa institución. ­–Me extraño que ingresaras en sexto y te marcharas antes de comenzar el séptimo, supongo que tú tío considero que era mejor, que desaparecieras un año de Gran Bretaña.- El mago no le respondió y siguió caminando junto a ese hombre. –Incluso, aquí llegaron tus hazañas con los británicos, vaya revuelos que diste, pero sabes creo que es hora que sepas quien es fue tu padre.- El mago no comprendió. –Él traiciono al propio Lord Voldemort, por ello murió, dado que se caso con tu madre, quien era miembro de la Orden del Fénix.- Al final del camino se sentaron en una banca cercana a una fuente. –Pero creo que mis palabras no te sorprenden. Ven vamos a un lugar más privado.

 

Tomaron rumbo a los invernaderos, dado que sabía que el mago le gustaban las plantas, el ocaso ya estaba llegando y la puesta del sol era hermosa, por eso simplemente era perfecto, para hacer que el mago al fin diera su postura, aquella que solo sabia el compañero que lo acompañaba. Fue así que observando a lo lejos un lazo del diablo y a su otro lado un cultivo de branquialgas, le respondió al Black. Su voz se encontraba quebrada y sus orbes se encontraban humedecidos, su rostro se encontraba colorado, algo típico en él, pero acercándose a un sauce y jugando ente las hojas, le miro fijamente a ese mago.

 

-¿Qué quieres que te diga?- Indago el egipcio. –Ya mi tío me mostro la memoria de la muerte de Belsia, dado que él fue uno, no perteneció a la misma, pero si fue uno de los que planearon el ataque. Todo por orden de la Riddle, jamás comprendí como la Orden del Fénix y los seguidores del Señor Tenebroso podían cooperar, pero al fin lo comprendí, mi tío fue un traidor a la marca, él quiso avisarle a mis padres, pero ya sabemos el resultado…- En eso se le acerca al Black. –Tú fuiste quien provoco la muerte de Sia**, eres tú su amigo, a quien ayudo destruir el objeto maldito, quien la Riddle te ordeno.

 

El Black saca su varita y le apunta al mago. –Atrás.- Le ordena, pero el mismo se sonríe. –Mira al cielo, mira que se formo...- El Black se eleva su mirada y ve como varios destellos negros comienzan a impactar desde el cielo. –Es Imposible, no tienes la marca.- Le dice sorprendido el mago. –Es verdad.- Le comienza a responder el egipcio. –Fue idea del Tonks, cuando le comente en nuestra sala común, con la diadema de Rowena Ravenclaw.- Mira el símbolo. –Él me pidió que lo ocultará, sabes porque no ingreso a la orden, fue por mí, el Tonks me desea proteger y sabia que me debería enfrentar, pero invento la escusa de que no fue aceptdo.- El Black, comenzó a llorar. –Entonces, es verdad el temor de tu tío, eres un mago tenebroso.

 

Seres tenebrosos habían llegado, pero no era el usual símbolo de la marca tenebrosa, no este era diferente, pero no cubrían su rostro y simplemente se presentaron en ese lugar, el director simplemente ordeno que las puertas se cerraran al notar el símbolo en el firmamento y que le avisaran a la autoridad, pues ese grupo era los que los americanos temían. El símbolo era nativo del lugar, por lo que no era extraño de pensar que eran solo magos tenebrosos. Eso seres simplemente hacen varias veces las maldiciones contra el Black y le agradecen al egipcio por llamarles. El mismo se voltea y con una sonrisa en el rostro se marcha de ese lugar, pues había vengado a su mentor, este era el fin del Black.

 

-Sia**, tu muerte fue vengada, por eso esta flor será lo que represente a mi tío.- Se agacha y recoge un girasol, mientras que se escucha de fondo algunos gritos, el mago comienza aguardar la flor, y comienza a correr con rapidez, se cae apropósito y se ensucia el rostro, hace un hechizo de olvido leve, para hacer que todo lo sucedido no lo recordará, incluso esa memoria no existiría. Al llegar a la puerta, ya se encontraban las autoridades americanas, los cuales vieron al joven con duda. –Soy Darius Licaón, sobrino de Lord Asdrual Licaón.- Menciono y se desmaya, en la enfermería, despierta aun rodeado por los que allí se encontraban, en particular por el Ministro, su tío, el Tonks y las autoridades, este relata unos sucesos, pero ellos no le creen y le hacen tomar la poción de la verdad, pero vuelve a repetir la misma historia, ya que había hecho otro hechizo para que esa fuera la verdad del hecho.

 

Las autoridades americanas le pidieron que se quedaran unas semanas más, así terminaban las indagaciones de los hechos, pero no encontraron nada, el cuerpo del Black nunca apareció, pero el invernadero se encontró hecho pedazos y una extraña proliferación del lazo del diablo. Ese hecho hizo sospechar al lord de su sobrino, dado que algo así había ocurrido en Gran Bretaña. El Lord antes de irse lo confronta, pero este simplemente no lo recuerda, desde ese entonces les escribe a sus amigos de Gran Bretaña perteneciente a la Orden del Fénix que le vigilen con mucho cuidado, alertando e insinuando que era peligroso. El Tonks ignoro ese dialogo de los parientes, pero desde ese momento la salud del mismo comenzó a decaer, algunos decían que se debilitaba de tristeza, en referencia al Lord.

 

Pero fue en ese momento que la mirada de Darius, regreso a ese tiempo escolar con las palabras del Tonks. -¿Qué sucede Licaón?- Esas mismas palabras que tiempo atrás fue pronunciada por el Black, cuando este se encontraba en sus clases con la misma mirada, evocando tiempo lejanos en el colegio, sobre sus aventuras en Hogwarts, recordando y añorando verles de nueve, pero algo le decía que debería esperar un poco más, sus nombres y sus forma de ser le había marcado al mismo, a pesar que en ese periodo escolar compartiera más con su amigo, pero los azares del destino hicieron que se rompieran esa amistad, aunque siempre estuvieron en contacto por cartas. En ese periodo el Tonks descubrió que en verdad le amaba, ya que le extrañaba, pero sus cartas jamás lo reflejaron, fue así que lo recordó el egipcio. En ello su mirada se perdió en el horizonte y tuvo un Flashback.

 

En una mañana en clases el profesor se le acerca y le pide hablar en privado. -¿Qué andas pensado joven Licaón? ¿Qué sucede Licaón?- Indago el Black con sumo cuidado. El joven recién llegado no respondió, simplemente se marcho pero este le siguió. –Espera, es algo que debes ver.- Eso le cato la atención al estudiante y se dirigieron a un invernadero, el mismo no era como el de su anterior colegio, pero habían grandes variedades. –Tu tío me comento, que has traído un lazo del diablo ¿acaso no lo deseas cultivar?- El estudiante asentó con la cabeza y pasaron horas en ese lugar, hablando y contando chistes. -¿Acaso no lo puedo hacer?- Menciona, bajando su mirada y su profesor no dudo en responder, dado que era el encargado de esa asignatura.

 

-Sia Malfoy**, me escribió ayer, al parecer encontró algo- Le menciona el Black. –Aunque, sabes siempre que te miro me acuerdas a él, incluso te comportas como él, y no como tú…- Callo, dado que el tío del chico le había prohibido hablar sobre sus padres, pues el mismo deseaba darle las noticias. –No me haga esperar, profesor Severus**.- Le habla de tu a tu, así sería la amistad de ambos y la confianza que existía. -¿Acaso ya no conoce todos mis secretos?- Indaga, este espera y le revuelve el cabello al chico. –Ese tatuaje, no me ha dicho significado.- Le indica y hace referencia al que posee en la muñeca izquierda. –Es algo que tengo con un Tonks, sabe a él le gusta esta ave y pues he querido llevar un recuerdo de él…- Mintió, dado que había algo más. -¿Sabes lo que significa ese animal?- Indaga el Black. –No.- Responde el Licaón, en eso su profesor por una maldición le obliga a sentarse muy junto él, en ese banco rocoso y en forma de luna llena. –Es algo que debes averiguar- Le añade el Black y desparece, dejando al chico solo, en ello se le ve aparecer su tío, mientras que caminaba con su cayado a paso lento.

 

-Darius…- Dice el Lord. –Llevo horas buscándote y el director Riddle, desea hablar con vos, mira las horas que son y tú en el invernadero, no puede ser que tenga esa pinta.- Con un leve movimiento de su cayado y le ayuda a levantar. –Siempre, me haces quedar mal, espero que con el tiempo mejores y no andes buscando líos, mira en el aprieto que te metiste en tú quinto año en Gran Bretaña, por suerte no pudieran demostrar nada, pero quizás la próxima no te salves.- Ambos magos caminan lado a lado, yéndose por el sendero más largo. –Ten cuidado con el Black, en tiempos del Señor Tenebroso, este le fue fiel, si incluso aquí llego su mal, recuerdo que fueron tiempos difíciles para el colegio, por suerte nadie nos encontró.- Le comunica. –Sabes, Albus Dumbledore era un buen amigo mío, tú me haces recordarle cuando este era joven e imprudente, quizás era un poco mayor que mi persona, pero seguro que tenia curiosos recuerdos de mí.- En eso hace una pausa. –Sabes, de ese momento el Black, no le agrado Albus, pero desconozco el motivo.

 

Llegaron juntos a la oficina del director Riddle, el mismo se encontraba con los directores de Hogwarts. –Pasen.- Menciona el director. –El colegio no hace estas excepciones, pero todo parece en regla, al parecer el joven Licaón, sigue la tradición familiar.- Mira en su despacho un cuadro de un Licaón, el mismo fue director hace tiempo atrás, por lo que no era raro en imaginar que este fue el antecesor del actual. –Sr. Licaón, vuestros anteriores directores me han entregado vuestro record académico, todo parece estar en orden, pero hay algunas materias que debe cursar en vacaciones, para así nivelarse.- El mago asienta. –Descuide, que ya hemos preparado todo, ya que en ocasiones suelen quedarse los estudiantes, por eso no será raro que vea algunos compañeros, algunos por decisión propia.- Le mira fijamente. –Y otros en su caso, por obligación…- Los directores de Hogwarts se marchan. –Yo mismo me encargare que vuestra conducta sea intachable.- Menciono el Lord. –Bien, pero recuerde Usted, que su puesto esta pendiendo de un hilo.- Le dice el director, y ambos se marchan del despacho, bajando la escalera en espiral, antes de terminarla el Lord le dice. –Ve rápido a clases, en la sala común hablamos. Termiando así el flashback, al escuchar la voz del Tonks y como este le da un beso en la mejilla.

 

-¿Qué haces?- Menciona el egipcio todo ruborizado y desaparece. El Tonks con un objeto localiza en áfrica, observando que el mismo contemplaba a una nada de Nundu a lo lejos, era extraño, pero conocía de antemano la predilección que tenía su compañero de viajes sobre esa creaturas. –Licaón.- En eso las creaturas se dan cuenta de su presencia y ambos magos desaparecen, apareciendo a los límites del hogar de los Licaón, allí se encontraba Lucía Riddle. La misma, simplemente le lanza un hechizo al Tonks y el egipcio lo defiende, ordenando a Cronos que se la llevara. –Es mejor que descansemos.- Los magos pasan la noche juntos. El Tonks, solo fantasea con sentir el cuerpo del mago, pero este simplemente ignoro u olvido lo sucedido de ese día. A la mañana siguiente, ve como el Licaón se queda observando el firmamento y le pregunta. -¿Por qué vas a regresar a Gran Bretaña?- Indaga y este responde. –Es necesario, sabes que no siempre podemos estar juntos y hay negocios que debo hacer, hay saberes que debo conocer y tratos que debo realizar contra mi moral.- El Tonks le abraza. –Sabes que no te voy a dejar solo, por favor no regreses.- Pero con una sonrisa le añade el egipcio. –Deja de ensuciarme la ropa y sigamos con lo nuestro- Ambos desaparecen.

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  • 2 semanas más tarde...

 

 

Cambio a solicitar, cuando sea la fecha, pero lo coloco para que no se me olvide, pero son algo sencillo, ya que no deseo depurar mucho y como viendo que @Beltis, ya quito los códigos sobrantes, no me preocupa mucho eso. A lo que venía. Por lo que razones de historia, se mantiene la misma historia del pj, y adquiere el apellido Gaunt por relaciones con @Emmet Haugthon Gaunt , pero cuando se case o algo así, ahora es solo el prometido, peroya la otra semana es el esposo.

Añadir

Beltis, como madre adoptiva y la familia adoptiva es la Malfoy.

Y las bóvedas correspondientes.

Bóveda Nº 100774

Y en la principal.

La Gaunt.

Bóveda 102403

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