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๑۩♚۩๑ Mansión Black Lestrange ๑۩♚۩๑ (MM B: 78195)


Mia.
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Había esperando un tiempo considerable, nunca fui una persona muy paciente, ya estaba por girarme e irme de aquella casa, entonces las puertas se abrieron para mi de una forma majestuosa. Allí una elfina me recibió sientepoquito de decepción me indico amable que la siguiera.

 

-Es tan increíble como pensé-.Le comente a la elfina aunque distraida no escuche si contesto.

 

Los caminos parecían largos y mis nervios estaban a flor de piel...técnicamente conocería a mi abuela la que no me había visto desde que tenía dos años, -"Que diría cuando nos viera?...y si no acepta a mi cachorrito?"-.Pensé.

 

Cuando quise reaccionar estaba frente a la imponente matriarca de la familia Black Lestrange...ella es un ser con una energía inexplicable, solo la mire unos segundos atontada, pestañee retomando la compostura.

 

-Buenas...tardes tenia usted-.Me sentí un poco torpe.

 

Me pare derecha y trate de parecer lo más presentable posible, tenía mucha ansiadad de saber que diría mi abuela de mi, saber de la familia...de mis padres y de mis demás hermanos.

 

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Agarró un pequeño caramelo con forma de canica del recipiente de las golosinas. Al principio parecía que se trataba de uno de esos caramelos ácidos, pero tras jugar con este se dio cuenta que probablemente era el más dulce que había probado hasta el momento. No es que no le gustase la comida dulce, pero no soportaba cuando probaba algo con una cantidad excesiva de azúcar. Y fue por eso que bebió casi todo el vaso de agua en cuestión de segundos.

 

—Bueno, supongo que es normal que no toleren el uso de magia oscura. Aunque no es bueno dejar de hacer algo que te sale bien aunque esté prohibido, ¿no?— preguntó, aunque realmente no era una pregunta.

 

Todavía seguía sin entender del todo la magia oscura y la verdad es que tampoco había leído mucho al respecto a pesar de que le llamase la atención. Quizás algún día podría pedirle a Eobard que le enseñara un poco, después de todo parecían llevarse bien y podrían usarlo como excusa para pasar el rato.

 

—Físicamente puede que estés en lo correcto— comenzó, la verdad es que era un tema bastante difícil de explicar ya que ni ella lograba comprenderlo del todo—Pero en realidad, si no me equivoco, tengo ciento veinte años— no sabía cómo iba a reaccionar su hermano ante aquello, pues hasta el momento suponía que él era humano.

 

—Pero creo que he sido yo misma durante diecisiete o dieciocho años— explicó tras unos segundos de silencio, aunque era obvio que eso no aclaraba las cosas—Cuando tenía doce años escapé del orfanato en el que estaba, la vida en la calle tampoco era muy linda pero era mejor que ese lugar— bebió un poco de agua para poder continuar—Tiempo después de haber escapado un demonio se apoderó de mi cuerpo, aún sigue dentro de mí, pero logré recuperar el control después de cien años.

 

Lo que más le molestaba de todo ese asunto era que apenas recordaba lo que había pasado en esos cien años. A veces tenía pequeños flashes de esas memorias que parecían estar ocultas en su cabeza, pero ninguna era lo suficientemente nítida para formar una historia coherente. Su única teoría es que no podía recordar debido a que él demonio todavía seguía con ella.

 

—Fue difícil despertar en un lugar y época desconocida, pero llegué hace unos años a Londres en busca de una familia. Aunque no esperaba encontrar a mi familia sanguínea, ni mucho menos esperaba ser una bruja—. Una vez que terminó se sorprendió al darse cuenta que no había sido tan difícil como ella creía hablar del tema con alguien. —Casi lo olvido, si alguna vez ves que mis ojos cambian a color verde, ten por seguro que no soy yo. Es como una batalla interna todos los días— suspiró.

 

A veces se cansaba de la presencia del demonio, porque en realidad tenía una voz dentro de su cabeza, solo que no era su conciencia. A veces no tenía ganas de las batallas constantes, pero se había prometido a si misma años atrás que no iba a permitir que se apoderase de su cuerpo por tantos años.

 

—Y descuida, siempre podrás ser el hermano mayor— le dijo con una sonrisa, pero sus palabras eran ciertas, todavía se seguía sintiendo como si fuera una niña.

 

En ese momento una elfina, que supuso que pertenecía a Mia debido que ya la había visto en varias ocasiones sirviendo a la mujer. Les informó que su madre estaba en la mansión, ¿Pero que se supone que debía hacer con esa información? ¿Acaso debería ir a recibirla con los brazos abiertos? ¿O solo era un aviso? Miró a su hermano, quizás él sabía lo que debían hacer, por lo que lo dejaría decidir.

 

— ¿Se supone que hay que ir a saludar?

 

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Seguía en su habitación después de una larga ducha que se tenía bien merecida después de una semana dura de trabajo. Al menos esperaba poder compartir un rato con su familia y si se podía con sushijas, aunque últimamente solamente había visto a una de ellas, no sabía nada de Rose y esperaba ver pronto a su hijo en la mansión. Suspiró, había tomado uno de sus libros que mantenía dentro de su habitación, no quería leer en ella así que había decidido bajar a leer un poco.

 

En su camino, se había cruzado con la elfina de su madre, eso solamente quería decir una cosa, que ella se encontraba en casa, eso era algo que no dejaría pasar.

 

- Eh, tú. ¿Mi madre está en la mansión? - Preguntó a la pequeña e insignificante criatura.

 

- Si... si, señorita, su madre se encuentra en la terraza, al parecer, recibirá a una de sus nietas, hija de Jessie - Titubeó.

 

- Señorita Jessie, para tí, no se te olvide - Exclamó a regañadientes, si algo había que no soportaba era a aquellas criaturas tan lentas y torpes para realizar bien sus tareas.

 

- Y bien... ¿Qué haces ahí parada? ¡Regresa a tus deberes! ¡Rápido! - Puso los ojos en blanco en señal de fastidio, mientras la pobre criatura regresaba torpemente a sus labores.

 

Caminó en dirección a la terraza con el libro que llebaba bajo el brazo. Una vez ahí, encontró a su madre, se acercó a ella y le dió un beso en la mejilla.

 

- Madre, que gusto que estés aquí - Dijo con la misma admiración de siempre. No se había dado cuenta de la presencia de su sobrina, hasta poco después.

 

- ¿Lady? Qué grata sorpresa - Dijo mientras se acercaba a saludarla, esperando la reacción de ambas.

 

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Naturalmente, el hecho de que su hermana fuera bastantes años mayor que él no fue lo único que le llamó la atención. Su historia en sí, encerraba bastantes incógnitas. Romina le había contado de la existencia de un demonio dentro de su ser. No conocía a alguien con dicha condición, al menos no que se lo hubiesen confesado directamente.

 

-Considerable tiempo. Más aún, lo desconcertante que pudo ser enfrentarse a esa clase de cambios.

 

En esos momentos, la sensación que experimentó fue por demás extraña. La batalla que ella había librado, y que aún hacia, contra aquel ente, no sonaba a un paseo por el parque. Quizá su vida hubiese sido muy distinta de haber modificado una sola cosa en su pasado; a él, el concepto del tiempo le parecía vago. Su vida hasta ese momento le parecía tan insignificante comparado a lo que la Black Lestrange había presenciado. Y aún así, se mantenía de pie, seguía la lucha. Sintió una gran admiración por su valor.

 

-No imagino todo por lo que tuviste que pasar. -depositó la taza, ya vacía, junto a los frascos. -Pero, no tienes que hacerlo sola. Digo, si voy a ser el hermano mayor, por lo menos puedo servir de tiro al blanco.

 

Le correspondió a la sonrisa, negando ligeramente con la cabeza. Era lo menos que podía hacer para compensar su voto de confianza. No obstante, como ambos ya habían revelado sus orígenes, estaban más que a mano. Estaba a punto de echarle el guante a otro kiwi, cuando la elfina hizo su aparición, anunciando la llegada de su madre.

 

-Teóricamente, fue un mero aviso. No tenemos que ir si no quieres. Claro que, le va a dar un infarto si me ve en pijama, pero dudo que pase de eso.

 

Por su mente cruzó cierta bebida rojiza en el cabello de la matriarca. No era la mejor de las ideas poner a ambas en la misma habitación de nuevo. Estaba jugando con fuego, pero tenía mucho que no veía a Mía, por lo que decidió apelar a su inesperado regreso.

 

-¿Por qué no vamos? Al menos un rato. -se levantó, pasando la mano sobre su cabello para disimular el almohadazo. -Después, puedo mostrarte algo de magia oscura. La hará enfurecer más, no lo dudo.

 

Le guiñó un ojo a Romina, en referencia a la idea de ir en contra de la ideología de su madre; en teoría, debía dar el buen ejemplo del hermano mayor, pero no se le daba muy bien. Quería ayudarla con su pequeño dilema, y la solución probable consideraba la posibilidad de emplear la llamada magia oscura.

 

Recargó su mano sobre la puerta, girándose para conocer la decisión de su hermana. Consideró el pasar a su habitación para cambiarse, pero eso les tomaría aún más tiempo en llegar al encuentro.

 

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Habia pasado mas de dos semanas encerrada en la biblioteca inspeccionando cada libro que se le antepusiese para el trabajo y aun no conseguia nada, suspiro y se dejo caer como por novena vez en el mullido sillon tapandose los ojos que ya estaban llorosos por el cansancio. Podria pedirle a Cissy que la convirtiera, solo para tener tiempo para leer, sabia que gran parte de los vampiros no dormia pero tambien tenia sus contras, ella queria envejecer y saber por lo que habia vivido.

 

Se levanto y dejo el tomo en su lugar tomo un poco de jugo y algo de fruta que el elfo le habia llevado, demasiado la conocia para saber que no habria dejado su lectura para bajar por algo tan mundano como el hambre, salio de la biblioteca y se dirigio con pasos cansinos hasta su cuarto dirigiendo un vistazo a la terraza, se paro en seco al ver de quien se trataba.

 

-Diablos, mira que trajo la tormenta - acaricio primero el vientre y luego le dio un abrazo a su prima -ya era hora de que te pases por casa

 

Lady era su prima por parte de Jess muy bien no sabia porque pero le tenia gran aprecio y tambien al no nato que llevaba encima y al que ella se referia por Alex, nunca le pregunto si ya sabia si seria niño o niña pero en ambos casos el nombre le sentaria, no estaria mal que la mansion tuviese algo de vida, la mayoria que la habitaba tenia sus buenos años encima.

 

-Buenas tardes abuela ¿Como te trata el dia? Se ve que de maravilla, como la inmortalidad- le dio un beso en cada mejilla.

 

Saludo a la matriarca dandole su toque humoristico a la ceremonia que parecia estarse dando en el lugar, tomo unas galletas y espero para disfrutar el espectaculo aunque no sabia si Mia estaba de humor para su temperamente el dia de hoy. Se acerco a su madre y le deposito otros besos estos con mas efusividad rodeandola con los brazos dejando ver su abdomen, el cual las costillas se le marcaban. Dejo un brazo sobre el cuello de Ashura.

 

@@Ashura Lestrange

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Me encontraba frente al escrutinio de mi abuela @@Mia Black Lestrange quien aún no había dicho una palabra y ya me carcomia una especie de ansiedad, en aquel momento se sumó mi tía @@Ashura Lestrange a quien le tenía cariño ya que nos habíamos empezado a tratar en el departamento de criaturas.

 

-Hola tía-.Me acerqué a ella y la abrace calidamente.-Cómo has estado?-.En su presencia me relaje pues me inspiraba confianza.

 

Parecía que la casa vivía en movimiento a pesar de sus silencios, que la llegada de la abuela era un acontecimiento bastante importante y bueno me gustaba formar parte también.

 

-primix me alegra verte-.Le respondí a @@Alegna Black Lestrange .-Si tienes razón era hora de visitar a la familia-.Ella saludo primero a mi cachorrito y luego me regaló un abrazo que con gusto correspondi.-Podríamos hacer una fiesta...-.Le susurre antes que ella saludara a su madre y a la abuela.

 

Era sabido que Los Black Lestrange eran una enorme familia y que solo conocía algunos...esperaba poder llegar a verlos a todos con el tiempo y tenerles cariño como el que le tenía a mi tía y prima, también quería pues a mi madre @@Jessie Black Lestrange ella como mi abuela se llevaban mis expectativas.

 

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  • 4 semanas más tarde...

En cuestión de minutos, lo que en un inició prometía ser una bienvenida sencilla para Lady, se había transformado en una reunión familiar. Sí bien, durante los últimos meses se había vuelto un tanto introvertida por el poco contacto físico con personas, disfrutaría del momento que estaba por darse con los miembros de su familia y les daría parte de su tiempo libre, que estaba segura valorarían un poco.

 

—Lady, puedes decirme simplemente Mia —una sonrisa se formó en sus labios al comprender que estaba un poco nerviosa su nieta—. No debes estar nerviosa, esta es tu casa y como tal debes disfrutar de ella, así que siéntete libre de recorrer casi la totalidad de la propiedad y están a tu disposición los elfos familiares, bienvenida.

 

En esos momentos, notó la presencia de su hija Ashura, a la cual saludó con una sonrisa en los labios y un rápido abrazo. No entendía, la conexión que desde siempre había tenido con ella, pero era una de sus hijas, con las que más cercanía sentía. Quizás, por el hecho de que su padre, había sido su marido o por los recuerdos que tenía de su estancia en Japón para su nacimiento, y ciertamente, no se iba a poner a pensar en eso.

 

Con un movimiento de su mano, le indicó que podía tomar asiento y llamó a su elfina, para que les trajera algún refrigerio, así que esperando a que Lady y la pelinegra, pidieran algo de beber, y a que la criatura la informada que Eobard se encontraba con Romina, y se disponían a bajar, asintió y nuevamente se quedaron solas.

 

—El placer es todo mío cariño, es un milagro tener a tantos miembros de la familia rondando por la casona, ¿no crees? —mirando como ingresaba al lugar Alegna.

 

Aceptó el saludo de Alegna y respiró profundamente, al notar el vientre abultado de Lady, ¿estaba un bisnieto? Al parecer así era, así que esperaba obtener un poco más de información, porque no le gustaba conocer poco acerca de la familia. Intentando conservar la calma, eliminó la sonrisa de sus labios y observó como la elfina dejaba unas tazas de té sobre la mesa y unas galletas, algo que agradeció.

 

—Alegna, que milagro verte por la mansión… pensé que seguías de viaje, ¿cómo te ha ido? —preguntó con tranquilidad— Por cierto, ¿saben algo de Romina? Y tienen que conocer a su tío y hermano Eobard, el cual arribo hace poco a la casona.

 

Cambió un poco el tema, esperando a que la Luxure tomará la palabra y explicará sobre su condición, sin ningún tipo de presión, pero era obvio que la matriarca tenía duda por la mirada tan fija que había puesto en su vientre y en cómo la observaba a los ojos, buscando respuestas a las preguntas no formuladas.

 

 

@ @@Alegna Black @ @@Ashura Lestrange @@Romina Black Lestrange

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  • 2 semanas más tarde...

-Claro que volvere, tu sabes que siempre lo hago- decía sosteniendo un teléfono celular contra mi oreja derecha, y mi hombro, mientras miraba mis manos blancas, por alguna extraña razón me habia dejado pintar las uñas del dedo meñique con pinta-uñas de color negro, -Es mas volveré hoy mismo-.

 

Colgué la llamada, hablar con mi amigo vampiro de Costa Rica siempre me animaba a hacer las cosas bien, o al menos a ser un poco menos "rebelde" como el lo decía. -Peata, debemos volver- le dije a mi elfo agarrándolo de la mano para desaparecer.

 

Me estaba acostumbrando a aparecer y desaparecer, aunque esta vez pude haber caminado, pues no me encontraba lejos de la mansión, aun asi aparecer frente a las rejas de la mansión para disculparme con mi madre por haber escapado se estaba volviendo una fea costumbre en mi vida.

 

-Bueno Peat, ya sabes la costumbre, toquemos y esperemos que alguien salga a atendernos; aunque creo que ya deberíamos poder entrar sin tanto escadalo- El elfo me dio una sonrisa nerviosa, que hacia ver aun mas graciosa su cara redonda.

 

@@Jessie Black Lestrange

Editado por Romalo_LPZ

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Veía por la ventana distraída, no veía hace tiempo a Romalo ni a Susan ni a Lady, pero Lady seguro era por su nuevo hijo.

 

Como se le ocurre hacerme abuela tan joven!

 

Seguramente así era como se sentía su madre con respecto a ella y sus hermanos. Soltó un suspiro cansado escuchando como la puerta de su habitación se abría.-

 

-Hola Bipa

 

-Señorita Jessie, el señorito Romalo esta en la entrada de la mansión.

 

-¿Y porqué no lo has deado pasar? Vamo, permitele el paso, enseguida bajo.

 

-Enseguida señorita Jessie.

 

La observó desaparecer con un leve plop, se puso de pie con un poco de pereza, camino hasta las escaleras y bajo lentamente escuchando a lo lejos como su hijo hablaba con alguien que no era Bipa, seguro el elfo personal del chico. Sonrio de al menos saber que estaba bien.

 

-Creí que jamás volverías, pero ya una vez me equivoque... Bienvenido de regreso, Romalo.

 

Volteo a ver a la elfa que entraba por ese momento con una bandeja con té y galletas.

 

-Bipa, ¿podrías buscar a las chicas? Me gustaría hablar con los tres en el salón.

 

La elfina hizo una leve reverencia y salió en busca de las otras hijas de Jessie. La mujer de largos cabellos rojos camino hasta la sala confiando en que Romalo la siguiera.

 

-Hey... ahorita vienen tus hermanas, hay cosas de las que tenemos que hablar, los cuatro... cinco si tu padre viniera pero creo que le tiene un poco de miedo a tu abuela... por cierto, jamás le digas abuela a Mia que es capaz de matarte despues de una larga tortura.

 

@@Romalo_LPZ @Susan V Goldteins @Lady Luxure

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-Buenos dias Bipa- Saludamos al unisono Paet y yo al ver a la elfina llegar, -Creo que ya sabes porque estamos aqui- dije en forma sarcástica, Peet ahogo una risa entre sus manos.

 

-Enseguida llamo a la amita Jessie, Señorito Roma- Dijo la elfina desapareciendo.

 

-Supongo que debemos entrar Peat- dije cruzando el portón, -Recuerdas la primera vez que venimos por aqui, ese cementerio de por alla siempre me llamo la atención, un día de estos hay que ir a explorarlo, quien sabe tal vez encontremos algún tesoro que nos ayude a iniciar nuestro nuevo proyecto- Rápidamente me di cuenta que mi elfo había dejado de prestar atención en mis palabras.

 

-¿En que piensas Peat?- inquirí, pero la respuesta nunca llego, pues fue interrumpido por la salutación de la pelirroja que estaba bajando las escaleras.

 

-Buenos días madre, es un verdadero placer verte de nuevo- me acerque a besarle la mejía, -Realmente no tenia pensado venir por estas fechas, pero me convencieron- sonreí al tocar en mi bolsillo el teléfono celular.

 

Me serví una taza de te, e ignore las galletitas, realmente no quería comer, pero no podía rechazar una deliciosa taza de te.

 

-Genial tendremos a toda la familia, bueno casi toda, tengo cosas que decirles a todos- dije con una sonrisa encantadora.

 

-Tendré presente no meterme con la abue... digo Mia, entonces- me senté esperando la reacción de mi madre ante mis palabras.

 

@@Jessie Black Lestrange @Susan V Goldteins @Lady Luxure

Editado por Romalo_LPZ

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