La Tierra de los Faraones (MM B: 113249)

[Kira~]

Acecha desde las sombras,

esperando un movimiento en falso

 

El demonio observaba todo lo que pasaba frente a él, podía notar los nervios de Darius al ver a unas personas. Se notaba que algo lo ocultaba, o al menos eso podía notarlo él. No pronunció ninguna palabra ni siquiera cuando la otr dueña del local le habló pues tampoco era necesario.

 

Cuando Darius quemó aquella carta sus sospechas de que algo no iba bien se confirmaron. Entonces notó aquella voz en su cabeza... la voz de la muerte... "No deben entrar a la pirámide... No lo permitas, haz lo que sea para que no ocurra por el método que sea" Asintió internamente, sabía a lo que se refería, más valía que nadie se atreviera a entrar a la pirámide o moriría...

 

La música entonces comenzó a sonar y los dueños se dispusieron a abrir el baile. No le prestó mucha atención, no sabía bailar y tampoco era algo que le gustase o quisiera en ese momento. Observó a cada uno de los presentes para tenerls en la mira. Hasta que sus ojos fríos terminaron en un reportero, el que antes les había hecho preguntas a los dueños del local.

 

"Mantenlo vigilado... no permitas que descubra nada de la pirámide" Kira asintió siendo obediente hacia aquella voz como siempre lo fue ante los mandatos de la muerte. En aquel momento no prestaba nada de atención a la fiesta, solo de los movimientos que hacían cada uno. Tampoco debía decir nada que perjudicara a la pirámide, lugar que ahora también debía proteger.

[Thoth]

En la fiesta (o eso creo)

Con @@Kira~ y @

Entre pisadas de la bruja al mago se dio el baile, este no sabía cundo iba a terminar tan música más aburrida, en verdad no sabía qué clase de gusto tendría una fiesta para comenzar la primera pieza de baile con ello ¿acaso eso era unos quince años? Aunque, al parecer al público le gusto y luego de acabar la pieza de baile, la dueña salió disparada como si el diablo la persiguiera ¿pero por Merlín que pasaba? ¿Qué era eso tan urgente que ocupaba la mente @@Mia Zoeh? En verdad esa mujer ocultaba algo, no sabía que era, pero seguro un secreto tenia oculto.

 

-Gracias….

 

Decía mientras se inclinaba ante la ovación del público y les invitaba a bailar, por su cansancio, negó alguna petición que le ofrecían entre hombres y mujeres, dando la escusa de lo cansado que se encontraba, que más tarde con gusto le aceptaba la invitación, pero en realidad era el dolor de pie que le había causado la bruja, por tantas pisadas con eso gigantesco tacones. Por suerte ya se encontraba descansando en una silla y dando sorbos a un trago de agua fría y recuperaba el aliento, a un x distancia observa a Kira, al cual le hacia una seña y a otra x distancia a Mary, aquella mujer que le había atendido por los registros de los elfos y fantasma, curioso dato en verdad, dado para ningún registro común parecía el nombre de la dueña ¿acaso ella escondía algo que no deseaba que su firma apareciera en el Ministerio?

 

-Claro, como no aceptar tan hermosa propuesta.

 

Respondió con una sonrisa en el rostro, mientras que escuchaba de la mesa que se encontraba alguna sugerencia para mejor la calidad de la biblioteca, pero en verdad no lo iba hacer, pero si la gente quería escuchar que sí, este sin duda les diría que lo pensaría o que lo aceptaría, ya que al fin y acabo, era su voluntad la que reinaba en el biblioteca ubicada en la esfinge con ciertos consejo del sindicato de fantasma, pero no había que no pasará en ese lugar, que antes no hubiera sabido el mago.

 

En el oasis o la fiesta (difícil ubicación)

Con @@Alegna Black y @@Albus Severus Black

El amor florecía o eso parecía, quizás era algo en el aire o algo que se estaba dando, dado que había gran variedad de parejas, mujer con mujer, hombre con hombre, hombre con mujer, enano con gigante, elfo domestico con duende, duende con humano, a decir verdad todo lo que uno se pudiera imaginar, dicen que el amor es ciego y al parecer es así. Pero toda la velada en caso que se encontraba en el oasis era todo de lo más romántico posible, mesas adornadas con la luz de la vela, música relajante e inclusive si la mensa lo podía, podía escoger entre muchos afrodisiacos, bebidas de todos los sabores naturales y licores de todas las marcas, entremeses de todos los gustos y sobre todo observar el hermoso paisaje.

 

El firmamento nocturno, mostraba un perfecto cielo estrellado y acompañado de una fogata, donde alguna pareja de jóvenes entrelazaban algunos malvavisco al fuego, incluso lo entre lanzaba, mientras se fundía las miradas, todos eran atendidas por elfo domestico, dado que era la parte que obedecía a la dueña, allí todos los elfos servían con una sonrisa en el rostro, al igual que en el restaurante. Por lo único que faltaba era un momento adecuado para que la magia del amor diera inicio.

[Alegna Black]

La noche estaba estrellada, el aire puro me despejo la cabeza y mi cerebro parecía que volvía a funcionar, el mundo dejado de girar como una calesita y me sentía mucho mejor.

 

La presencia de alguien a mis espaldas m e hace poner tensa, no porque tuviera miedo, sino porque siempre estaba alerta, al girar, Albus ya estaba en el oasis, cosa que no creí posible por la forma “afectuosa” con la que se dirigió a la dueña del lugar, tratando de que mis ojos no revelaran lo molesta que estaba, le sonrió, mientras le tiendo la mano, a modo de saludo. Siempre me habían dicho que mis ojos hablaban, nunca pude ocultar nada, tenía una mirada cristalina que se leía con facilidad.

 

Lo veo sonreírme de lado, mientras me invita a bailar, o conversar.

 

- la primera opción me tienta mas – le digo mientras lo tomo por el brazo para que me dirija hacia la pista donde la gente ya se amontonaba.

 

-¿sabes siento como si te conociera de otro lado? – le digo al oído – aunque estoy segura que esos ojos no los olvidaría tan fácil- me sonrojo, no soy lanzada pero tampoco tan tímida y ese muchacho me hace sentir cómoda.

 

@@Albus Severus Black

[Alba Ryddleturn]

Empleada Departamento Cooperación Mágica Internacional.

 

Miraba todo lo que pasaba a su alrededor, pero sin mucha intención de nada, simplemente buscaba a ver si conocía a alguien. No centraba su mirada en nada en particular, hasta que vio que la gente comenzó abrirse en el centro, y ahí fue que se paró lo más erguida que pudo para observar el espectáculo.

 

Mia con Darius comenzaron a bailar. A la Ryddleturn le salió una risa, nadie podía negar que aquella pareja se veía muy chistosa juntos, pero tampoco se podía decir es que bailaran mal, para nada. Llevaban de buena manera el ritmo.

 

Cuando al fin hubo terminado, en el rostro de Alba aún quedaba una sonrisa, que en el transcurso de la canción hizo que por inercia se tomara gran parte del jugo que tenía en su mano. Mia se había acercado a su lado, había olvidado lo alta que era. Al sentarse al menos, se veía casi de su 1.70.

 

– Bailaron muy bien – dijo a la primera oportunidad dejando ver sus dientes blancos por lo divertido que le parecía aquello. Se resguardó detrás de su vaso, haciendo ademán de tomar. Después de unos segundos de silencio y ya no poder esquivar más la pregunta habló.

 

– Si todo bien – hecho una vista rápida a la puerta, sus compañeros definitivamente no llegarían, tenía que actuar sola – vengo por algo en concreto, y sin duda que me puedes ayudar para terminar con esto de una vez – dijo a su ex compañera de trabajo, la cual le caía muy bien – vengo a inspeccionar el local, ya que tu compañero – apunto a Darius a lo lejos – es extranjero, por lo que tengo que ver que todo aquí esté en orden, que no haya cosas prohibidas en Inglaterra – dijo de forma calmada – no debería haber problema, es lo que pienso. Sé que vine en mal momento, pero se supone que venían mis compañeros, pero nadie ha llegado – terminó de golpe su refresco – hagamos esto rápido, no creo que tengas problemas en mostrar toda la infraestructura del lugar ¿no? – regaló una sonrisa relajada.

 

La Ryddleturn sabía que Mia era una chica correcta, por lo que no habría problemas con ella, pero no conocía al extranjero Darius por lo que no podía decir lo mismo de él.

 

 

@@Mia Zoeh

Editado 21 de Julio del 2016 por Alba Ryddleturn

[Thoth]

El pergamino maldito

Con el sello de la pirámide

Una joven bruja que se encontraba llegando, era de estilo europea, consigue un pedazo de papel, el mismo no era muy llamativo, pero pensando que se le había caído a un mago que por allí pasaba, supuso que era de esté, por ello va acogerlo, al momento que lo hace, comienza a emitir un grito desgarrador, su cuerpo comienza a elevarse por los aires, los invitados pensaba que era parte del espectáculo pero no lo era, el mismo pergamino, comenzaba arder en llamaradas azules, las cuales no se consumía y no quemaba, las cuales rodearon a su víctima.

 

Eso llamo la atención de Darius, pues bien conocía sus efectos, dado que le partencia al inventario de la biblioteca, dicho inventario se encontraba en su oficina y al estar cerrada la biblioteca con el sistema más desquiciado e imaginable, sabía que se encontraba seguro. El mismo no podía contras restar el maleficio y carecía de ese poder, pero era lamentable que ello sucediera. Pero de cierta forma, pero no lo demostraba, se alegraba que ello pasará.

 

Entre los archivos de la pirámide aparecía registrado el documento, todo comprado en mercado negro, los cuales, eran una alteración del documento original, pero como el mismo era una falsificación era posible que era un producto que ni el Concilio de Mercaderes conocía. El estudiante actúa de inmediato, como si no conociera los eventos que estarían por ocurrir, por lo que sabía que pronto llegarían los Inquisidores o los Aurores.

 

Al parecer ese era el plan del mago, dado que no pensaba soportar la ofensa que habai recibido, el arrepentimiento le había quedado corto, dado que una de sus estrategias comenzaba a levantarse como una torre, todo daba indicar que era culpa de @@Mia Zoeh, así fue planeado por el sindicato de fantasma y así se produciría, el mago movería cielo y tierra, en caso que fuera descubierto, buscaría como salir de ese aprieto dado que él, no era capaz de adquirir ese tipo de producto, en cambio la bruja era más creíble.

 

A parte de ese, había otros seis, quizás más inofensivos, pero igual de peligrosos para manos inocentes, por lo que serian eventos lamentables pero no había otro remedio, eran daños colaterales. El mago de inmediato toma su cayado con la poca fuerza y va a donde se encontraba la chica con prisa, disimulando, dado que la gente aún pensaba que era cosa del espectáculo.

 

@@Alba Ryddleturn

[Albus Severus Black]

Aquella área del oasis estaba perfecta para una velada romántica. Era muy notorio el contraste entre un área a la otra. Cada vez me sorprendía más este lugar llamado la tierra de los faraones. Se veía a leguas como habían pensado este lugar.. Que tenían muy bien milimetrado cada detalle.

 

Entre al oasis mirando todo aquello y buscando a Alegna. En una de esas voltee y vi a Mia que me miraba con mucha intensidad. Que abre hecho malo? Será que no debo estar en esta área? Porque Mia me mira así? Me mira a mi o alguien más?- fue lo que pensé al ver aquellos ojotes azules retadores de la rubia de 1.80, que con esos tacones casi daba a los 2mts.. Sin duda ella era la atracción de la noche. Me voltee y seguí en lo que había ido al oasis, y fue allí cuando vi a Alegna que se me acercaba con su mano extendida. Le mire, le mire su mano y la tome.. Aquella mano era como de seda.

 

La invite a bailar o hablar, como ella prefiriera más. – la primera opción me tienta mas- me dijo mientras tomo mi brazo y nos dirigimos hacia la pista donde la gente ya se amontonaba. Clave mis ojos en los suyos y me di cuenta que estaba como un poco enfadada.. Pasa algo? Estas molesta? Quieres que te deje sola? Que me aparte?- le dije al oído.

 

-¿sabes siento como si te conociera de otro lado? – Me dijo al oído – aunque estoy segura que esos ojos no los olvidaría tan fácil-añadió y le vi sonrojarse. La apreté hacia mí para comenzar a bailar. La mire fijamente- entonces sientes que me conoces?.. de dónde? Quien eres Alegna?- le dije mientras al compás de la música nos movíamos.

 

@@Alegna Black

[Nicole Evans Crowley]

Nicole Evans Crowley

Jefa de Departamento CMI

 

 

Después de algún tiempo de ausencia en sus labores ministeriales no podía ignorar el llamado que la directora de departamento habia hecho a todos los empleados de Cooperación, así que sus labores y deber eran lo que la tenia en aquellos momentos en el Callejón Diagon. La tarea que tenia que llevar a cabo era sencilla: revisar el lugar y comprobar que todos los objetos del local fueran legales y los papeles estuvieran en perfecto orden.

 

Llego hasta un portón doble de color dorado, nunca habia visto un negocio como aquel, ese sin duda era su destino. No sabia si algún otro miembro de Cooperación haría acto de presencia pero ella estaba ahí para cumplir con su trabajo, tanto asi que habia colocado su identificación ministerial sobre su túnica azul marino "Nicole E. Crowley. Jefa de Departamento CMI". La joven bruja solo esperaba que no surgiera ninguna complicación aunque era muy poco probable siempre cabía la posibilidad.

 

Ingreso al negocio, arrastrando la blanca arena con sus botas. Por un instante quedo deslumbrada por la pirámide de cristal que se encontraba justo frente a ella, los dueños de aquel negocio se habían esmerado mucho con su negocio. Camino hasta aquella estructura e ingreso en el lugar. La vista era impresionante, uno podía apreciar el lugar desde esa ubicación.

 

Pudo ver a algunos clientes que disfrutaban del lugar por lo que decidió alejarse de ellos para no interrumpir ni estropearles el momento pues los motivos de visita eran totalmente diferentes. Se acerco hasta un extremo de la sala observando a la gente por si reconocía a algunos de sus compañeros de departamento pero parecía que ninguno estaba presente a menos que hubiera un empleado nuevo que ella no conociera.

[Thoth]

Gritos desesperación sufría en agonía la victima del pergamino maldito, el dueño por su parte había llegado a donde se encontraba está, haciendo uso de su aprendizaje leve en Egipto, comienza a realizar un movimiento con su cayado, como si se tratase de un espectáculo, a cada movimiento algunas chispas se desprendían, estas eran de color azul celeste, y al impactar contra el suelo se desvanecía. Su mirada se encontraba fija, lo único que indicaba que se encontraba realizando contra hechizo, ante aquel producto, al menos esa era su intención.

 

Los que allí se encontraban presente lo único que podían hacer, era rodear al mago y a la chica que se encontraba suspendida en el cielo, quizás algunos aplaudían, así era de extraño la humanidad, mientras unos reían otros sufrían, pero eso no aparto la concentración del joven estudiante, de aquel extranjero. En esa soledad se encontraba, aunque aparente se encontraba rodeado de muchos, por eso prefería la compañía de los espectros de su local.

 

Un mundo lleno de dolor, esté no tenia amor ni compasión, su felicidad se había desvanecido. Soñando un eterno tormento, buscaba en su interior, la búsqueda de la verdad, cada camino que daba era su elección. Eran engañosos sus movimientos, había causado ese dolor, y ahora buscaba solucionar. Su poder comenzaba a menguar, las llamaradas azules ardían con más fuerza, no parecían ceder, pero a este no le importo, al límite podría llegar, pero solo eran apariencias y nada más, todo de un perfecto plan.

 

Su magia parecía estar funcionado y su conciencia comenzaba a perder, solo no podía acabar el maleficio. En caso que la victima siguiera, solo la muerte causaría a ella, una tragedia que lamentar, pero salvar todos deben, unos por deferentes interéses, atravesando un sinfín un mañana de caos y oscuridad. Una batalla que pronto va iniciar, este era quizás la gota que derramará el vaso de agua que había unido a los dueños, de diferentes posturas y formas de actuar.

 

Las redes de mentira se habían lanzado y todo daba entender que la culpa era la que atendía la pirámide de cristal, fina era la tela que rondaba la mente de los presentes, dado que la actitud del mago era de un héroe o quizás de un villano, pero era difícil de distinguir, ahora su vida estaba dando para salvar aquella chica en desgracia, que solo ella podía gritar y llorar, nada más. Pronto, sus fuerzas cederían al dulce camino de la muerte, su aliento pronto expirarían. El mago solo podía retrasar lo lamentable, pero no por mucho, dado que se encontraba débil por el pacto de sangre.

 

Todo parecía acabar, los sueños a desvanecerse y sus fuerzas comenzaban a menguar, su cansancio se notaba, su cara era firme y su mirada se encontraba elevada, pero nada hacía, solo algo parecido a un aura le daba calma a la chica, pero pronto la llamarada entraba y el dolor regresaba, era como si la luz no podía contra la oscuridad. Era un mañana, sin amanecer, una eterna noche que no llegaba a su fin.

 

@@Nicole Evans Crowley

Editado 21 de Julio del 2016 por Darius

[Mery Gaunt Karkarov]

Mery Gaunt Karkarov

Jefa de Departamento CMI

 

¿Qué ser humano quería ir a un negocio por temas de trabajo estando embarazada? Obviamente Mery no era una de esas, odiaba tener que ir totalmente encorvada hacía atrás para que su barriga no le pesara demasiado, además de que no le gustaba que todo el mundo la mirara e incluso le diera la enhorabuena, mejor quedarse en casa o en las oficinas, ahí nadie la miraba.

 

Se puso la capa negra encima de su vestido de vuelo verde, aunque ella quisiera estar tranquila, el deber era lo primero y sin duda aquello supondría galeones para poder comprar más cosas que necesitaba, así que allí se encontraba, terminando de organizar su escritorio del departamento mientras su elfo personal la miraba para llevársela de allí.

 

Las apariciones, en aquel estado, conseguían que el cuerpo de la pelirosa se volviera totalmente loco e incluso expulsara todo el alimento ingerido en ese mismo día, gracias a Voldemort no había sido el caso en aquel momento.

 

Se encontraba delante de la puerta donde Sagitas les había dicho que debían de ir, era un portón doble de color blanco, sin duda alguna muy llamativo para ella. Sacó su varita e hizo aparecer la placa de identificación del ministerio de magia, "Mery Gaunt Karkarov, Jeda de Departamento CMI" Como le gustaba aquello, no ser una simple empleada.

 

Sonrió con orgullo y entró al negocio, quedando alucinada por la gran pirámide que había justo delante de sus narices. Aquello era demasiado extravagante para la pelirosa, pero había que decir que trabajo tenía aquel local.

 

Caminó hasta la pirámide de cristal aún alucinada e ingresó. Lo que se encontró fue más alucinante, ¿dónde demonios le había dicho Sagitas que fuera? Puso sus manos en su vientre, su hijo parecía querer salir a divertirse porque comenzó a golpear su barriga sin piedad alguna.

 

Encontró a lo lejos a su compañera Nicole. Casi quiso gritar su nombre y salir corriendo hacía ella, aquel sitio era demasiado para Mery, y si al menos se encontraba acompañada podría aguantarlo todo mejor.

 

- ¡Nicole! -alzó un poco la voz para llamar su atención y llegó hasta el lado de la chica-. Pensé que era la única aquí... Ya me iba a ir -suspiró un poco aliviada y se colocó junto a ella, quedando así hombro con hombro-. ¿Hay alguien más del departamento? -preguntó mientras intentaba reconocer a alguien.

 

@@Nicole Evans Crowley @@Alba Ryddleturn

[Thoth]

Daniel, reportero de medios libres

Con @@Nicole Evans Crowley & @@Mery Gaunt Karkarov

El reportero junto a su fotógrafo, quizás se hubiera pasado de copas, así como la dueña del local había insinuado, pero no importaba mucho, al parecer algo sucedía y no solo era el espectáculo que daba el dueño y tomaba el centro de atención. Sino que ahora llegaban más y más miembro de ministerio ¿Qué demonios estaba pasando? Pero al parecer nadie lo notaba más que la audaz mente del reportero, así que camino con cierta dificultad y apoyado de su compañero se acerca a las empleadas, quienes parecían estar cerca una de la otra.

 

-Buenas noches…- Les mira y da un paso atrás, incluso parecía que estaba a punto de caerse. -¿Qué hace el Misterio de Magia en este…- Mira a su alrededor, dado que había olvidado que decir, para cundo lo recuerda termina la frase. –acto de inauguración? ¿Sucede algo?- En eso observa como el dueño del local, comienza arrodillarse, y de su frente comienza a verse sudo, inclusive algunas lagrimas de su rostro. -¿Acaso eso tiene que ver con el espectáculo que se está dando?

 

Las fuerzas de Darius estaban por ceder, la fuerza mágica del pergamino maldito eran superiores, ya había esparcido la terrible enfermedad en la inocente, por lo que fuera cuestión de segundos su muerte, una muerte más, una noticia que sería algo que leer, algo que sin duda alguna, esperaba que fuera noticia, al fin algo diferente que las peleas de los dos dichos grupos criminales, conocidos por todos. Pero aún así los observadores parecían deleitarse ante el sufrimiento.

 

El esfuerzo de uno, muy poco conocido, ante la prensa quedaría bajo el intachable mago, pero sería esa la verdad ¿o es que había algo más? En eso se ve un juego de luces y la música como si todo se encontrará en pleno orden, todo no parecía cambiar, la dueña se encontraba sumisa en la plática y había olvidado ese detalle, quizás ella era la culpable y solo deseaba distraer a los empleados ministeriales. En eso se observa como el dueño del local se incorpora, colocándose de pie, pero se notaba, que no le quedaban muchas fuerzas, su rostro se encontraba más pálido que nunca, incluso los gritos que emanaba la victima eran más desgarradores.

 

-Que interesante.- Dice el reportero al notar el estado de embarazo de una de las empleadas. -¿Acaso el Ministerio no tiene política para empleadas en ese estado?- Indago, y la foto salió disparada, al parecer ya tenía la primera página par el diario, al parecer algo, que nunca saldría por el profeta, dado que dicha institución era muy inhumana. Solo reportaba actos sangrientos y no el interés del común, las violaciones que se hacían a los empleados ministeriales. -¿Acaso nos puede decir algo respecto a esas condiciones tan crueles que se encuentra trabajando? ¿No conoce los peligros que esta enfrentando?