Jump to content

• Moody • (MM B: 109061)


Ellie Moody
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Habían pasado varias cosas a la vez, no era que había dejado sola a Darla, era simplemente que no había tenido tiempo de hacer nada e incluso un escalofrío me recorrió al ver a un búho yéndose de ahí, suspiré y me concentre en lo que hacía Shiva, aunque me alegré de que mi amiga la tuviera controlada, aunque me di cuenta que Darla la había engañado de alguna manera, porque no había fuego por ningún lado. 

 

Entonces me concentre en lo que hacía Arya y decidí dirigirme a ella, primero porque me estaba mirando con alguna intención y segundo porque no se lo dejaría pasar, sucediera lo que sucediera defendería todo a como diera lugar. 

 

- Sos consciente de que lo que haces esta mal no?, Lo digo porque lograremos impedir que destruyas todo a tu paso - Le dije a Arya desafiandola con la mirada - 

 

- Densaugeo - Pronuncié apuntando a Arya y viendo como el rayo iba directo a su boca y de impactarle le haría crecer los dientes y le impediría poder lanzar hechizos bien - 

 

Qué por qué razón no había hechizado a Shiva? Primero porque mi amiga y compañera se había encargado de ella y segundo porque quería ir por un enemigo a la vez, además por lo que veía la contienda se iba a terminar de un momento a otro, al menos por parte de algunos Mortifagos así era, aún así me mantuve en guardia y con la varita bien sujeta, esperando por si algún hechizo más aparecía, me mantuve mirando a Arya y Shiva, está última parecía estar por irse y me pregunte si tanto Darla como yo saldríamos ilesas de esa pelea de varitas e ideales mágicos.

 

Ya tendría tiempo de agradecerle a mi amiga y compañera de trabajo que me salvará tanto, por lo pronto seguía observando a Arya y preguntándome si realmente todos quemaban cosas o solo era Shiva nada más, pensamiento extraño para tener cuando mi vida corría peligro, suspiré y me mantuve en guardia, como si alguna masacre más terrible fuera a suceder de un momento a otro. 

 

- Gracias Darlis por salvarme siempre no sé si hubiera salido viva sin ti - Susurré para que sólo ella lo escuchara, aún mirando a Arya por si se le ocurría hacer alguna cosa más - 

 

@ Darla Potter Black @ Arya Macnair  entonces aprovecharemos será divertido 😃

 

Luna-Gryffindor-Delacour.png.2b76e3b40e3

LGDdef.gifLEdef.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

El jardín estaba en llamas y en realidad no tenía intención alguna de quedarse viendo como su ex amante se enfrentaba a integrantes de la denominada la orden del fénix, un grupo irregular que apenas conocía y la verdad no me parecía que fueran de mayor interés, no para mi. Tome del brazo d e nuevo a mi pequeña hermana Harmony y la lleve de nuevo al salón.


-Creó que beberé más champagne, ¿que deseas tú pequeña?

 

Mi hermana no lo sabía pero se me había roto el corazón, me habían roto el corazón y la verdad no podía ni siquiera decirlo, odiaba que los sentimientos me  atraparan de tal forma en un momento en donde no era justo el recordar. Mire a los que bailaban y el ritmo de la música era precioso. Por un instante extrañe mi querida París, sus calles y sobretodo a él, era tan difícil saber que el estaba en París y yo en Ottery. No era momento de nostalgia, tomé la copa fría de Champagne y perdí mi mirada en la puerta del salón. 


@ Hannity Ollivander Evans

IMG-20220208-WA0203.jpg

Ministre de la Magie Français // 🌙 dulce asesina by Mael

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 5 meses más tarde...

La bruja observa satisfecha hacia el espacio que han ocupado en esa playa apartada y luego se vuelve a un Richard cubierto bajo su enorme sombrilla. El traje de Melrose es un dos piezas de color rosa, con bonitos detalles de bobos en la parte superior. El agua, que normalmente es fría en esa época del año, tiene una temperatura cálida, gracias a la magia con que han contenido en ese espacio. Las playas al sur de Italia siempre han sido las favoritas de Richard.

La familia se maneja con una modorra poco habitual. Catherine, cubierta con un enterizo negro, un sombrero de ala ancha y lentes oscuros, no parece ser el espíritu atento y seco de siempre; lee un volumen sobre el trasvase de las almas. Ellie también está allí, incluso Madeleine. Habían dejado también una pila de tarjetas en la mesa de la cocina: eran para que si otros miembros de la familia se animaban, pudieran tomarlas y usarlas para saber dónde se encontraban con exactitud.

Defendidos por la magia atmosférica de Catherine y lo que sea que Richard esté haciendo, Melrose se siente segura de disfrutar esas pequeñas vacaciones. El brujo lleva unos shorts negros también y sus rizos caen con descuido sobre su frente. Melrose, que ha tenido un helado en la mano todo ese tiempo, se da cuenta de que se ha quedado observándolo un buen rato, distraída. La bola de chocolate con nueces había caído al mar en su descuido. Melrose se apresura a limpiarlo con su varita y luego corre a dejarla en el bolso que se encuentra junto al brujo ¿qué había sido eso?

-¿Vendrán a bañarse y tomar el sol? 

Richard suelta una carcajada como si Melrose hubiese dicho algo muy divertido. Es evidente que acaba de decir una estupidez. Catherine niega con la cabeza con expresión irónica. Eso no va a suceder.

-Oh, bien.

Mel tira de la mano de Ellie para no dejar que ella escape de las olas. Al menos necesita divertirse un rato con alguien.

Editado por Melrose Moody

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

—¡Oh!

Ellie se sobresalta cuando Melrose tira de ella. Entre la confusión, sin embargo, logra dejar el reproductor de música en las manos de Madeleine.

—¡Quedas a cargo de la música! —le dice Ellie, mientras es arrastrada por Melrose hacia el agua. En el camino dejó las sandalias marrones la bata de tela ligera que tenía puesta encima del bañador de una pieza. Su piel pálida hace contraste con el traje de baño negro. Madeleine rememora la imagen de Ellie restregándose la piel con protector solar, farfullando que debía repetir aquel procedimiento cada par de horas para ahorrarse una insolación; por lo visto, su piel es bastante sensible al sol— ¡Trátalo con cuidado, por favor!

Madeleine se encoge de hombros y decide buscar en una librería de música algo que le apetezca oír. Luego de varios meses de trabajo, Ellie ha perfeccionado su técnica de calibrar artefactos muggles a las ondas mágicas, aunque la tolerancia a la magia sigue siendo bastante baja. Cuando hay más de cuatro o cinco magos en el mismo lugar, o incluso si ella o Melrose intentan hacer uso de la magia ancestral de la Orden, los aparatos se vuelven locos. Pero en ese viaje, no deberían haber incidentes. Madeleine duda que alguien más se una a ellos y, a decir verdad, le gustaría que el grupo se mantenga reducido. Pasar tiempo con Will ha sido refrescante, e incluso califica como divertido trabajar en el MACUSA, pero tiene la sensación de que ha pasado un largo tiempo desde la última vez que tuvo tiempo para sí misma y —por cursi que suene— para su familia.

Luego de mirar rápidamente la lista de reproducción, elige la primera canción que le llama la atención. Roza levemente la pantalla táctil con el índice y a través de las bocinas se hace oír la primera canción.

—Perfecto —murmura, y procede a tomar de la cava llena de hielo una lata de cerveza sin alcohol. Le da el primer sorbo, mientras se mueve rígidamente intentando seguir el ritmo cada vez más frenético de la canción. En su mente, se visualiza a sí misma bailando, pero difícilmente pueda decirse que Madeleine sea capaz de bailar. Sin embargo, sí puede afirmarse que se está moviendo con sentimiento y libertad, a sabiendas de que nadie le está prestando atención. Después de todo, normalmente termina quedándose apartada de todos, pero por lo menos sabe aprovechar esos momentos. También eso es una ventaja, pues nadie la jalará al agua y no tendrá que inventar alguna excusa para justificar por qué no entra al mar. 

Mientras Madeleine se ensimisma con la música, Ellie se estremece levemente cuando mete los pies al agua, a pesar de que la temperatura es bastante agradable. La verdad es que en su vida muy pocas veces ha ido a la playa o la piscina, pues nadar no es una actividad que la cautive. Pero claro que cuando a una persona la invitan a nadar, no es por la actividad en sí, sino por el lado social; por salir juntos, compartir snacks y bebidas, chapotear y salpicarse con agua los unos con los otros. Ellie se aseguró de meterse muy bien esas ideas en la cabeza mientras se preparaba en la mañana, pero ahora no está muy segura de qué se supone que deba hacer. Quizás tuvo que haber hecho lo mismo que los demás y quedarse sentada junto a las palmeras; ponerse a leer, incluso escuchar la música en silencio, habría sido algo más natural de su parte.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Melrose lleva a Ellie más al fondo, a pesar de que la playa se siente más como una piscina debido a lo calmo de las aguas y lo superficiales que son. Cuando el agua ya se encuentra poco más arriba de su pecho, le dice a Ellie que le enseñará a saltar las olas, aunque estas son prácticamente inexistentes.

-La idea es saltar cuando llegan y luego dejarse llevar por ellas -su voz suena calma, como el agua y el ambiente-. Cuando te dejas llevar de esa forma, no tienes que hacer ningún esfuerzo y es más disfrutable.

Luego de la corta teoría, le muestra como hacerlo para que puedan pasar el rato. En la orilla. La música de Madeleine sigue sonando con fuerza y Richard se da cuenta de que es muy irónico que la bruja esté escuchando algo como eso, teniendo en cuenta lo estirada y estricta que es consigo misma.

-¿No debería ser esa una canción más adecuada para alguien como yo que alguien como tú? -bromeó, intentando provocarla. Catherine pasó la página mientras él todavía seguía aplicándose bloqueador. 

Últimamente, el brujo ha tenido pensamientos extraños. Del tipo que suelen traer mal augurio. Había soñado con los gemelos apenas dos días antes. Era una de las razones por las cuáles había decidido que necesitaba un cambio de aires. Estar tanto tiempo en Luss, apartado de la sociedad empezaba a jugarle malas pasadas. No necesitaba eso.

-Por cierto, ahora que estás a cargo del departamento de misterios -agregó con el mismo ánimo de seguir empujándola hacia sus límites; estaba seguro de que se suponía que era información confidencial- ¿no deberíamos hacer algo para celebrar? Quiero decir, desde el incidente del aeropuerto no he sabido mucho de mortífagos pero...

El brujo se detuvo de repente ¿estaba Madeleine escuchando?

@ Ellie Moody

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Madeleine arruga el ceño luego de darle un sorbo a la lata. No le gusta para nada el sabor de la cerveza sin alcohol, pero siente la necesidad de entretenerse con algo para no acabar con la botella de hidromiel que Ellie con tanto cuidado envolvió en un paño mojado para mantener una temperatura fresca. A pesar de que a esas alturas de su progreso decidió que es inútil convencerse de que se mantendrá totalmente sobria, se esfuerza en no tomar con tanta facilidad como antes y en mantener el control. Quizás funcione como pasó durante su adolescencia: cuando los primeros tragos de cerveza eran asquerosos, y ni hablar del whisky de fuego...

—Esta es música para personas jóvenes, ya sabes, con mucha energía y vitalidad —le explica Madeleine a Richard con tranquilidad, con la paciencia de una nieta que le enseña a su abuelo cómo te utiliza un teléfono inteligente—. ¿Sabes? Es penoso cuando los señores mayores quieren actuar como si fueran muchachitos todavía. Creo que deberías buscar música más acorde a tu edad.

Disimuladamente, le da la espalda a Richard y pone los ojos en blanco. No quiere darle el gusto de demostrar que aunque fuese en un nivel bajo, su comentario logró fastidiarla. Esa es la cosa con la familia, razona Madeleine. Parece ser que no pueden permanecer mucho tiempo sin ser una molestia. Sin pensarlo mucho, echa un vistazo a Ellie y Melrose, que se han alejado algunos metros. Madeleine llegó a ir a la playa en algún momento, así que reconoce el juego de saltar con las olas. Sin embargo, a su parecer esa es una playa demasiado aburrida para tal juego. Ella prefería las olas más grande y salvajes, que la arrastraban hasta la orilla y hacían que su bañador se llenara de arena.

—¿Uhm? —vuelve el rostro hacia Richard, al darse cuenta de que le había estado hablando, pero no le había prestado mucha atención— ¿Celebrar...? —a pesar de que en teoría las cosas habían mejorado en la comunidad mágica, Madeleine no se sentía particularmente feliz. Claro, le alegraba que Ellie hubiese por fin regresado a ser directora del departamento de misterios, y ella misma estaba satisfecha con formar parte de la nómina del cuerpo de inteligencia del MACUSA, pero como es usual en ella, no podía sacudirse la sensación de que los problemas estaban por llegar. Quizás su entrenamiento incompleto con Sajag tiene la culpa de ese estado de alerta, pero en el que es incapaz de visualizar nada claro; solo paranoia, silenciosa, pero siempre presente.

»Las celebraciones familiares nunca terminan bien, y siempre terminan siendo los eventos más extraños —dice Madeleine por lo bajo—. Mejor no le pongas etiquetas y ve a darte un chapuzón con ellas. ¡Ve a divertirte, Richard¡ —rezonga, a sabiendas de que debería estar haciendo lo mismo.

@ Melrose Moody

Editado por Ellie Moody

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El semblante de Richard no sufre un gran cambio. De hecho ni siquiera está enojado y no contesta como es usual en él.

—Sí, tienes razón —replica, sin ningún tipo de veneno en la voz—. Aunque una música acorde a mi edad de acuerdo a tus estándares sería escuchar cantos provenzales. No tienes idea de lo que significa no ser mortal.

Richard bosteza. Catherine alza la vista de su libro con expresión preocupada. Cuando Richard hace algo fuera de lo usual, casi siempre es señal de alarma. Sin embargo, el brujo se limita a tomar una cerveza del cooler que tiene instalado al lado y la abre con un seco golpe en el borde su silla plegable. La tapa sale volando y él toma un largo trago de la bebida fría. 

—¿De qué etiquetas hablas, mujer? —responde entonces con fastidio, mientras utiliza su mano libre para realizar un movimiento poco perceptible y así empezar a levantar un castillo de arena. Mucho antes de que pueda intentar ponerlo en pie, la arena empieza a brillar y las llamas de un fuego verde se alzan de los granos normalmente imposibles de quemar, tapándoles la línea de visión con Ellie y Melrose, que al parecer habían dado con una malagua e intentaban escapar. Quién supiera cómo había llegado cerca a la costa la criaturita esa o si Richard había creído notar la reacción correcta. Tal vez se trataba de otra cosa y solo armaban escándalo por nada. De todos modos, parecían no querer ayuda porque no gritaron en dirección a ellos.

Con un gruñido y un revoleo de su varita, Catherine apaga el fuego. Richard no dice nada, si no que parece perdido en sus pensamientos. 

@ Ellie Moody

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 meses más tarde...

A decir verdad, no tiene ganas de discutir con Richard —o con nadie—, así que Madeleine se limita a gruñir y buscar una nueva canción en la lista de reproducción. Considera en buscar los audífonos en su bolso para poder ahogar, si volviese a surgir, la voz de su tío con algún comentario acerca de su nueva elección, con una vibra muy diferente a la canción anterior. Sin embargo, Catherine también parecía haber estado disfrutando la música, así que decide que simplemente hará oídos sordos y se concentrará en lo demás. Es un día demasiado bueno como para dejar que la poca paz que tienen se viera turbada.

Sin embargo, mientras extiende una manta bajo la sombra de una palmera y se acuesta boca arriba, con los lentes de sol puestos, no puede evitar pensar que aunque no se trate de Richard, algo llegará eventualmente para arruinar la salida familiar. El cielo es perfectamente azul, las nubes son escasas, el sol los calienta y los broncea, pero la brisa marina los refresca. No hay personas de las que preocuparse, no duda que entre Catherine y Ellie se hayan encargado de elaborar algún encantamiento para mantener alejados a los visitantes indeseados. Hay comida, hay bebida, y hay juguetes de playa. Pero aún así, Madeleine lo sabe. Siempre hay una sombra vigilante, que espera el momento exacto en que baja la guardia, en que logra relajarse, en que cree que todo estará bien... entonces, el monstruo saca sus garras y se le lanza encima.

Se da cuenta de que su respiración está acelerada y se obliga a calmarse. Sólo estaba divagando, pero a veces los pensamientos eran tan reales y asfixiantes que sentía que se volvían realidad con la fuerza de su propia ansiedad. Intenta concentrarse, nuevamente, en los colores del cielo, en el sonido de las olas, en el olor del mar, pero puede sentir las sombras tras ella. Lentamente, se incorpora apoyándose en los codos, y echa un vistazo a los demás. Todos parecen estar disfrutando el día, lo cual es de esperarse. De nuevo, se deja caer, sin fijarse si su cabello cayó en la arena o en la manta.

Está segura de que hay quien piensa que a ella le gusta estar en conflicto, buscar problemas y todo lo demás, y quizás ella misma ha llegado a pensarlo. Está demasiado acostumbrada a ese tipo de vida. Pero la verdad es que su más grande anhelo es que esta tranquilidad pudiera durar para siempre. Que nada la amenazara. Y que no hubiera un temor que le permitiera disfrutarla. Pero, mientras las nubes en el cielo y mientras el sol se eleva más, mientras la lista de reproducción corre aleatoriamente sin fijarse si sonará alguna canción vergonzosa, lo único que puede pensar es en la manera desastrosa que acabará el día.

NHCeJlw.png
iB5wHYG.gif
T7t3MEE.png
sins don't end with tears, you have to carry the pain forever

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

La tarde ya está cayendo cuando Richard decide que ha bebido suficiente y que deberían volver a la residencia de playa. El brujo no se ha manifestado respecto a su arrebato de la tarde y Catherine, sin siquiera planearlo, se encuentra observándolo con prudencia, vigilando. Madeleine parecía haberse agitado luego de la discusión con Richard pero el brujo no había vuelto a atormentarla. De hecho, Catherine cayó en cuenta de ello mientras recogía los juguetes de playa y Melrose pasaba a su lado hablando con Ellie, Richard no había dicho palabra desde que Madeleine lo mandara a divertirse. 

Catherine se encuentra de pronto recogiendo todo a mayor velocidad. No le gusta la impresión que se lleva del asunto ¿es solo que está acostumbrada a que las cosas salgan mal? Tal vez es solo su cerebro jugándole una mala pasada. Tal vez nada sucede con Richard.

Ingresa a la casa en donde Melrose ya se ha ofrecido a hacer el nabe. Catherine nunca ha cocinado comida japonesa antes pero Melrose luce bastante confiada y hasta le ha pedido a Ellie un fuego transportable para dejar la sopa caliente sobre la mesa, tal cual se acostumbraba allá. Catherine come y Richard también. La conversación es amena. 

--¿Qué tal estuvo el día de playa?

Melrose dice que tuvieron un "ligero inconveniente" pero que todo estuvo bien. Richard empieza a decir que luego de la excursión con las sirenas ella ya debería ser toda una experta. Melrose normalmente habría protestado pero a Catherine le llama la atención el que solo se limite a asentir. Luego, se da cuenta que por alguna extraña razón, la bruja pellizca a Ellie cuando Richard no está mirando. Toda la situación es de lo más extraña. Catherine alza una ceja sin decir más. Todavía no ha terminado de leer su volumen sobre el trasvase de las almas y anda poniéndose bueno. Richard elige ese momento para decirle que tiene que prestarle el volumen cuando lo termine y Melrose interviene para decir que ella también lo leerá.

El silencio cunde en medio de todos ¿desde cuando Melrose está interesada en cualquier libro?

NHCeJlw.png

Demisit lacrimas dulcique adfatus amore est 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.