Jump to content

Bratvá (MM B: 109195)


Juliens
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Hay algo en este muchacho pelirrojo que a Hessen distrae. Puede escucharlo hablarle una respuesta, pero por alguna razón apenas puede entender lo que dice. “Vamos Crouch, concéntrate”-, se empuja a sí mismo, pero ¿qué ha dicho sobre los planes inefables del señor? Se siente tentado a interrumpirle luego de eso, pero de alguna manera todo lo que ha dicho parece sacudirle algo más allá de sus intenciones oficiales aquí con él, por lo que no le da el tiempo suficiente para hacerlo con habitual gracia.


Él tal vez podría probar un poco más de Rory si...


Es parte del libre albedrío supongo-, es lo único que puede decir con soltura, con la sonrisa divertida escondida en su hombro. No es (no, claro que no) una provocación de ningún tipo, pero igualmente no aparta la mirada del muchacho, esperando tener otra reacción de su parte.


Él podría… si, pero hay trabajo que hacer.


Pero si, es algo similar a eso, si-, responde casi en un suspiro. La verdad es que, a pesar de que Grelliam lo ha invitado a confiarle esta situación a Bel Evans, nada de lo dicho por el patriarca de los Ollivander incluía a un tercer involucrado. Por supuesto que esto lo complicaba todo aún más. —Esto se acerca más a lo que pasa cuando un alma permanece demasiado tiempo en este lugar-, dice, en realidad es muy breve, pero de alguna forma Hessen también está seguro de que esa sola oración puede explicar muy bien lo que es, por que a partir de ella todo lo que la imaginación del otro pueda llegar a pensar se vuelve inmediatamente una respuesta casi correcta.


Era esto parte de la maldita cosa divina que pasa cuando se trabaja con almas humanas corrompidas.


Las almas podridas que no vuelven a casa, no cuando deben, se quedan aquí infectando todo lo que tocan a su paso, como una mala enfermedad. No hay forma de que algo así sea capaz de volver a ser lo que fue, pero por supuesto ellas no lo saben, o si lo hacen al menos no les importa-, hizo una breve mueca desdeñosa, pero no hizo de su gesto algo desagradable tampoco. —Su naturaleza es familiar a los horrocruxes, más no completamente igual-, terminó su explicación y observó cuidadosamente alrededor de la habitación, es consciente de que siguen siendo solo ellos dos ahí, pero Hessen se siente tan incómodo hablando de almas con otras personas que incluso cree que las paredes pueden oír su conversación.


¿Habrá forma de que Rory Despard pueda seguir pensando que él es tan solo el simple contador de Ollivander después de esto?


Hessen abrió la boca de pronto y la cerró rápidamente, como si hubiera estado apunto de soltar una idea sin pensarla antes.


Siento algo de curiosidad por usted, señor Despard-, al final no pudo contenerse. Pero igualmente se mueve con cuidado, como si se arrastrara hacia él en lugar de dar pasos certeros. —¿Por qué Bel Evans lo ha enviado a usted? No me mal entienda señor mío, ¿pero por que ella creería que usted puede con esto?-, para entonces su mirada se había entrecerrado, su sonrisa provocaba aún más e incluso se había inclinado un poco hacia Rory, recargando el peso de su cuerpo con los brazos cruzados sobre la superficie de la mesa.



cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Es interesante de una forma indebida los rumbos que la conversación esta tomando. Excepto por Darla, que solía más bien aprovechar sus palabras para jugarle bromas, no había tenido oportunidad de platicar con gente de alcurnia de Ottery respecto a los ideales religiosos y filosóficos que regían su vida. Para él, las posturas de rechazo casi instantáneo que ello generaba lo llevaban a limitarse, en lo posible, sin irse tampoco al otro extremo de ocultar sus creencias.

 

Entonces ¿por quél alguien que hasta antes de ese encuentro, imaginaba como alguna clase de burócrata un tanto superficial, se interesaba por esos asuntos?. La mención al libre albeldrío hasta lo había emocionado, una emoción que se había contagiado a su cuerpo como una rara excitación, que por supuesto Rory atribuye al tema en cuestión y no a esa sonrisa tan insinuante e insistente mirada que Hessen le había dirigido al decirlo.

 

Almas. Otra vez un terreno fértil sobre el cual podía conversarse largo y tendido y en donde se siente más experimentado, que al hablar de horrocruxex. De alguna manera su propia labor de todos los días, es la de ser un pastor de almas, alguien que pueda encausar el camino de las personas a la felicidad eterna que el señor ha prometido para todos, cesadas las penurias de este mundo. Así que está naturalmente atento a las explicaciones que su interlocutor está dando, del proceso de perversión y degradación de conduce a algunas almas a quedarse en la tierra, condenadas y condenando a otros, y asiente, muy de acuerdo con el mago, a lo que está diciendo.

 

¿Pero por qué es que parece que hablar de eso le genera incomodidad a Crouch? Rory no sabe si es lo más adecuado, pero se siente muy deseoso de darle unas palabras de aliento para que continué con esa charla. Y también que deje mirar hacia las paredes y vuelva a concentrarse en él...el tema que está tan estimulante.

 

Lo ha explicado usted a la perfección señor Crouch. Yo agregaría que es la desolación de esos seres la que hace que se vuelvan indolentes a provocar desgracias en otros, una indolencia que les alcanza a ellos mismos que deben percibirse como ya fuera de toda salvación. ¿Muy triste no le parece? Ir por la vida, sin la esperanza de la redención.

 

Ahora Hessen ha entreabierto la boca, como si cayera en cuenta de algo, que a Rory se le ha escapado. ¿O será que no está de acuerdo con lo que ha dicho? Quizá no había sido del todo claro, y está pensando en cómo elaborar una mejor explicación, cuando las palabras de Crouch lo sacuden por completo.

 

Agradece que el camarero esté de regreso con su pedido, pues le da el escape perfecto para disimular el enrojecimiento de sus mejillas y sus orejas por causa de lo que el hombre le ha dicho. Y es que, aunque luego haya podido entender mejor, hacia donde es que va dirigida la curiosidad de él hacia su persona, eso no quita del todo el golpazo de la impresión inicial. Tenerlo un palmo más cerca tampoco contribuye a apaciguarle el ánimo, pero el té está estupendo, y no quiere echarlo a perder al coger mal el asa de la taza, o cosa parecida, por causa de su nerviosismo.

 

Tiene que hacer un mejor uso de las palabras señor Crouch, que por un momento yo creí...bueno, no importa eso. Sobre lo que pregunta, la respuesta es sencilla: Soy una persona de confianza para la señora Evans, y ella espera que maneje este asunto con la discreción con la que ya en el pasado he manejado otros entuertos. A pesar de las dificultades y los enormes riesgos, todas las situaciones que me confió resultaron exitosas, y esta, no tendría por qué ir distinto ¿no cree?

 

No era mentira lo que estaba diciendo, pero estaba lejos de ser la total verdad. Sin embargo, esperaba que la respuesta supiera satisfacer los apetitos del joven Crouch, que cada vez se mostraba más voraz, tanto que empezaba a arrepentirse de haberle dicho lo de ir directos con el asunto.

 

@@Hessenordwood Crouch

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Coinciden.


No a gran medida, pero según entiende Hess, lo hacen y ahora Rory está completando la idea demasiado general que Hess le ha dado sobre el problema principal, la razón por la que los ha juntado hoy, las almas sin redención. Es un poco extraño eso, pero Hessen lo deja hablar sin interrumpirlo, y es que sus palabras provocan un inusual calor en sus oídos. Rory es, de algún modo, un tono diferente de amabilidad, distinto a lo que Crouch ha experimentado, a lo que está acostumbrado.


¿Muy triste? ¿Muy triste dice él?


Hessen no va a aceptar eso como el término correcto, el demonio no se lo permitiría; los humanos son los que a las finales se ponen en esas situaciones, y es que bueno, el libre albedrío que ha mencionado antes tiene sus consecuencias claro estaba.


No, Hess no siente tristeza por esas almas.


Por supuesto que Rory Despard no tiene modo alguno de saber que el hombre Crouch incluso ha sufrido tener que acabar con las personas de las almas podridas por las que el demonio existe. Por las que él lo hace. No todas claro, pero su parte humana (quiere estar convencido de eso) no parece tener ni tripas, ni corazón, para esto.




La sonrisa juega en su rostro con el intento casi fallido de Rory de esconder lo que sea que está tratando de esconder luego de terminar su cuestionamiento. Ahora parece más divertido que antes. Su entrecejo hace una bonita arruga apenas visible en su frente cuando aparenta inocente curiosidad por la idea incompleta de Despard, pero el pelirrojo es salvado por la campana y la presencia (demasiado larga para gusto de Hessen) del camarero preguntando si quiere azúcar para el café o si puede ofrecerles algo más, por lo que le da más tiempo a Rory de escapar de sus propias extrañas ideas.


Que terrible era ser un hombre extraordinariamente curioso algunas veces, sobre todo cuando, sobre todas las cosas, tratas de ser “propiamente adecuado”.


El camarero finalmente abandona la terraza y la conversación entre ellos puede continuar.


Parece decepcionado cuando escucha la respuesta y con un largo suspiro regresa a su postura más recta, aun sentados es evidente la diferencia de estatura entre ellos. Su mirada cae entonces sobre la taza de café oscuro sobre la mesa, el vaho que se arremolina ahí hace figuras extrañas que solo hacen que Hess no pueda ver muy bien donde es que exactamente está el asa de la taza por lo que, aunque prefiere beber el café bien caliente, tendrá que esperar a que el vapor se desvanece si no quiere derramarlo con torpeza.


Que Rory Despard sea un confidente de Evans no lo deja para nada tranquilo, sobre todo luego de su encuentro con Bel que, aunque había comenzado peor de como terminó, no necesariamente habían congeniado del todo. Él imagina que por alguna razón ella parece haberse quedado con la idea de que parte de lo que sea que le pasó a su ex esposo y la cosa que sigue medio atormentando su hogar y al parecer algunos rincones de Londres es culpa del administrador de la Heredad Ollivander.


Por supuesto que es él el único sospechoso, no puede culparlos tampoco, él no ha dado muchas razones a ninguno de ellos de como es que llegó a lado de Garry y tampoco hace el intento por explicarse cuando la hermanastra de Ollivander lo acusa de “convenientemente ser la única persona que estaba ahí con Garry cuando todo esto pasó”.


Que Rory Despard sea solo un enviado sin gracia de Evans lo hace sentir siendo vigilado por los entrometidos humanos. Justo lo que ha estado queriendo evitar desde que sus pies pisaron el Londres mágico.


Así que, naturalmente, ahora está atrapado aquí, teniendo que ingeniárselas para hacer su trabajo demoníaco sin que las personas que se supone que deben ayudarlo averigüen lo mucho que él está involucrado en todo esto.


Fácil.


Solo tocaba redoblar esfuerzos, eso era todo, era, cómo dicen los muggles, pan comido.


¿Cierto?


Si.


No se queda callado por más tiempo solo porque sabe que se ha convertido en algo verdaderamente pensativo y lo último que le conviene ahora es hacer creer a Rory que esto le preocupa demasiado. Así que le devuelve nuevamente la sonrisa, aunque esta no es tan agradable cómo las otras tantas que le ha dedicado desde el comienzo de su encuentro.


Y juega un poco, lo suficiente para dejar el tema atrás, por ahora.


Aún sometido en un primer, pero agradable, silencio entre ellos (al menos para Hessen lo es) lentamente los claros ojos de Crouch se agudizan contorneando cada borde en el rostro de Rory, y bajan por sus ropas hasta llegar a sus manos que juegan a los lados de una pulcra taza de té haciendo un esfuerzo por ver algo mas de solo colores claros en él.


No se molesta tampoco en disimular la acción.


Lo escudriña detenidamente, su gesto se mantiene; una sonrisa suave que apenas se convierte en una delgada línea rosada en su pálido rostro, como si tuviera el hábito de mordisquearlo seguidamente, o quizá alguien podría haberlo hecho por él la noche anterior.


Sus ojos ahora casi blancuzcos por la luz del exterior van de regreso desde las callosas manos de Rory hacia arriba nuevamente cuando el destello de una imagen detiene el recorrido del par a la altura de su pecho/cuello, como si de pronto hubiese encontrado algo extraordinario en él. ¿Era eso lo que había estado sosteniendo hace un momento? Hess habría creído que solo se trataba de algún talismán anti estrés o algo así, pero esto, -Oh- Esto tenía un significado diferente y ha provocado en Hess que algo en su pecho rebote. Aunque no está seguro muy bien de por qué.


Un crucifijo.


Entonces muerde el labio, apenas, un gesto rápido, como si recordara de pronto que debe evitar hacer eso y en cambio su boca se abre nuevamente con emoción.


No sé de qué está hablando, señor mío-, comienza, es evidente que ha escuchado todo lo que Rory le ha dicho, pero aun así Hess toma solo lo que quiere. —Me han dicho mas veces de lo contrario que soy excelente con las palabras-, se menea con galantería en su lugar, algo dramatizada para hacer notar la falsa ofensa. —No tiene ni idea de las maravillas que esta boca mía puede llegar a hacer-, finalmente consigue coger la taza, un tino de suerte porque sus ojos aún siguen ciegos entre tanta luz, y da un sorbo al café apreciando de soslayo la reacción de Despard. Y entonces...él provoca aún más. —¿Es usted un hombre de fe, Rory Despard?-, suelta serenamente.


Esto es nuevo, es completamente algo nuevo, Hessen trata de esconder la sonrisa, pero es tan común en él el gesto que no puede hacer mucho. No es sin embargo una sonrisa de burla, más bien parece sumamente emocionado por este nuevo descubrimiento.




cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

El silencio que se ha instalado hace que se remueva en su asiento, un reacomodo necesario pues no alcanza a entender qué cosa en todo lo que ha dicho ha puesto tan pensativo al joven Hessen. Quizá no consiguió sonar todo lo convincente que debía con su explicación sobre por qué Bel le había delegado esa tarea, o capaz no tenía que haber mencionado el malentendido con las palabras que él le había generado.

 

¿Por qué se había delatado de esa manera?

 

Mientras toma otro sorbo de té, nota que Hessen ha dejado la introspección, o por lo menos, ahora su interés de observarlo ha vuelto, igual o más firme que antes, tanto que incluso para él, que poco se fija en esas acciones, el que le observe de arriba a abajo es decididamente un acto descarado, lo que lo lleva a pensar en su propia aspecto, como sus manos, que a pesar de sus esfuerzos todavía tiemblan levemente, y su cabello pelirrojo que detesta, porque con su brillantez lo convierte, contra sus deseos, en blanco de atención.

 

Quizá el joven Crouch también, como otros, se haya quedado observándolo más de la cuenta por causa de ese encendido color rojo que tiene, o ¡Dios no lo permitiese! quizá el hombre ya estuviese un paso delante de sus propios pensamientos y ha notado ya cuán nervioso lo pone que lo escrute tan detenidamente.

 

Aun así, soporta toda aquella observación minuciosa, y se atreve también, como si de un reto se tratase, a atisbar al hombre, un poco más disimuladamente. La piel pálida de él hacía un decidido contraste con sus ropas oscuras, su peinado es pulcro y discreto, sus cabellos son brillantes en su grisáceo color, sazonados con unas canas dispersas que le dan un aire elegante, y que Rory sospecha, están acomodadas a propósito de esa manera. En su cuerpo, corpulento pero estéticamente proporcionado, y en los labios de un ligero tono sonrosado, color que el hombre ha acentuado al morderse el labio inferior con fruición, Rory se convence que definitivamente, Hessenorwood Crouch es el tipo de sujeto que lo pone en apuros. Un ser de belleza inobjetable, tan perfecto que parece fluir armónicamente desde el complicado peinado hasta las cuidadas manos.

 

Afortunadamente, es solo medio cuerpo lo que puede ver de él, aunque esté comenzando a experimentar por todo ese intercambio de miradas, un sentimiento carnal que se esfuerza de inmediato, en sofocar con férrea voluntad. Y es que sin importar lo que vaya a decirle el mago, no puede permitirse el exceder los límites del asunto que los tiene a ambos reunidos, que es en todos sus extremos, algo netamente profesional.

 

De seguro que Crouch, a pesar de todos esos gestos, también piensa de la misma forma.

 

Aun así, no sabe hasta donde es que será capaz de seguir con ese juego extraño en que ahora comprueba que está irremediablemente atrapado, pues las palabras del mago terminan siendo igual o hasta más perturbadoras de lo que estaban siendo sus miradas (que tampoco es que se hayan detenido del todo). Y no es tan sencillo, a pesar de las advertencias de Bel sobre qué aquel hombre podía ser muy hábil identificando las debilidades ajenas, mantener la compostura y recuperar la calma con que había llegado a la reunión.

 

Estaba tratando de explicarle que no me llevo bien con la curiosidad ajena, señor mío — imitando aquella expresión que le lleva escuchando al hombre, consciente de la carga que representa, Rory levantó la vista, sacando de alguna parte desconocida la entereza para responder de la mejor manera posible a toda aquella provocación— me considero un hombre más bien sencillo, apenas voy adaptándome a las formas como las gentes aquí se relacionan unas con otras, y desapruebo la mayoría de ellas, pero lo que más temo, es interpretar de forma errónea ciertas señales. Como cuando me habla de su boca, y yo no puedo evitar verla, y ponerme a imaginar, esas maravillas que dice usted que podría hacer con ella.

 

Rory se apresura a mirar hacia otra parte, consciente de lo que acaba de decir, y con la mente sorpresivamente en blanco. Sus sentidos se arrullan en un trance parecido al sueño, donde una parte de él intenta comprender como la conversación sobre almas corruptas ha terminado derivando en una declaración de su parte desprovista de toda buena moral. Llegado a ese punto, no había otra cosa para hacer que sonreír, y dejar que Crouch notase sus mejillas arreboladas, pero también, su inquebrantable fe, que era justo lo último sobre lo que le había preguntado.
Vivimos por fe, no por vista, lo dice nuestro señor en las sagradas escrituras, señor Crouch— eso, por supuesto tornaba un tanto más infame todo el intercambio que habían tenido momentos atrás, pero Rory intentó anclarse al espacio seguro que era para él recurrir a pasajes de la biblia y la fuerza de la palabra, más si con ello evitaba todo aquel tórrido ambiente— la fe genera constancia, y para quien cree todo es posible. De hecho, es debido a mis creencias que llegué hasta Ottery y fortalecido en ellas, he evitado situaciones contrarias a la moral y buenas costumbres...la mayoría de las veces, aunque como humano, uno nunca pueda llegar a ser perfecto.
Apurando el contenido de su taza con un último sorbo, Rory se giró hacia su maletín y abriéndolo sacó de él una estampita de Santo Tomás de Aquino, que tendió hacia el joven Crouch.
— La fe es un don de Dios, y permite llegar a la verdad por un camino, a veces coincidente y a veces distinto al de la razón. También dota de inmortalidad y salvación a las almas, por lo que alguien que carezca de ella, es un candidato serio a las torturas de la condenación eterna. Podría extenderme más, pero creo que he aclarado bien mi punto, y ahora señor Crouch me interesa saber ¿hace falta saber algo más de mí, o debo yo saber algo más de usted, antes de ponernos en marcha con la tarea común que se nos ha asignado?

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Sus cejas se alzaron con genuina sorpresa luego de escucharlo, no está seguro del color que tiene su rostro (o cualquier otra parte de él), pero sabe que hay algo que ha cambiado en su gesto cuando le aparta la mirada tan repentinamente, y su respuesta, oh su respuesta, lanza algo directamente desde su pecho hasta su estómago como si algo pesado lo hubiese golpeado de pronto, como si no se hubiera dado cuenta en ningún momento de lo que ha estado haciendo con muchachito Despard.


¿Ha sido esa una confesión abierta? No, por supuesto que no. No tiene conociendo a Rory Despard más allá de unos cuantos largos minutos (quizá ya horas), pero Hessen puede asegurar aún a estas alturas del extraño intercambio que se ha tornado este encuentro, de que el hombrecillo no era, no podría ser, una cosa tan fácil de destapar. A Hessenord casi le rompe el corazón solo imaginarlo así.


Oh, mi querido, se conmueve.


Hessenorwood hace eso habitualmente, practica la galantería, la coquetería, los cuidadosamente ordenados juegos de palabras, siempre buscando una provocación, los acomoda idóneamente para tener siempre una salida fácil, cobarde dirían tal vez, pero Hessenordwood Crouch nunca deja tocar si no pueden pagar el precio. Esa es la parte del juego de la galantería. Él no va por la vida tratando de provocar siempre algo en las personas, a pesar de lo descuidado que parece al hacerlo, Hess tantea lentamente, busca algo que pueda darles, que pueda ofrecerles y está totalmente dispuesto a hacerlo, siempre y cuando reciba un intercambio equivalente (o mejor), desde luego.


Se da cuenta de que quizá es muy pronto para hacerlo también con Rory, pero siendo francos, aún siente algo de recelo por lo que Bel Evans ha plantado en su cabeza de él y el verdadero propósito de mandarlo ahí.


Así que relajando la evidente sorpresa que su respuesta ha provocado, se ahorra un rápido “puedo mostrarte, si quieres” que se le ha colado a la mente con insistencia buscando hasta donde es verdaderamente capaz de llegar la fe inquebrantable de él.


Por supuesto, no dice nada otra vez. De su padre terrenal es quien aprendió a quedarse callado cuando considera oportuno.


Hessenorwood vuelve la vista a la taza, pero ha decidido que su café es demasiado tibio para seguir bebiéndolo.


Y a pesar de ese arrebato inesperado de franqueza, lo que a Hessen termina por descolocar por completo es la siguiente línea de Rory, aquella que responde su pregunta sobre si es él un hombre de fe. El pequeño hombre frente a él consigue con facilidad que los ojos de Hessen, que ahora se han tornado en un azul más suave, se fijen siempre en él. Es la mención de las sagradas escrituras lo que realmente llama su atención. Hess intentó seguir el recorrido de sus palabras, pero nuevamente Rory conseguía ese efecto de distraerlo, de conseguir que él no pueda despegarle la mirada de encima y aun así no entender ni una palabra de lo que dice. No literalmente, claro, pero era como si Rory pudiera darse cuenta de algo más que él no.


Ciertamente es algo frustrante y no está completamente seguro de querer jugar sus cartas ahora contra él.


Es solo hasta que se da cuenta de la imagen que Rory le extiende por sobre la mesa que Hessen aparta de nuevo su mirada, que milagrosamente ha permanecido neutra hasta ahora, como si Rory hubiera dado en el clavo, en el botón de apagado de la quisquillosamente del demonio y por un momento en el universo la mente de Hessen solo le pertenecía a él.


Aún algo absorto lentamente se acercó a la imagen, sin intención de hacerlo sus dedos rozaron de nuevo la áspera piel de las manos ajenas, el ardor esta vez se siente como una corriente que recorrió su cuerpo en esa fracción de segundo, para suerte de él (o de ambos, aun no esta seguro) Rory se alejaba de él rápidamente. La imagen del santo sigue en la mesa aun cuando Hessen le dedica un breve puchero y una juguetona mirada dolida por su reacción y finalmente toma la estampilla, contemplando la imagen frente a él por un momento.


No hay mucho que pueda apreciar en esa imagen, lo único verdaderamente alarmante es que sus dedos no están en llamas cuando tocan la imagen santificada, lo que indica que aquel ardor que ha sentido antes no necesariamente se debía al atisbo religioso como había temido que pudiera tratarse desde un principio, sino más bien a algo relacionado con Rory.


¿Qué clase de magia estaría interviniendo esta vez?


Creo que…-, comenzó hablar luego de otro silencio de apreciación. —No le hará falta toda esa preocupación por mala interpretación, mi buen señor-, parece descuidado, es más parece que ni siquiera es consciente de que lo hace, pero cuidadosamente ha guardado la imagen del santo que Rory le ha entregado en algún apartado dentro de su cartera. —Pues ya verá que siempre que interprete todo de buena fe mientras yo esté rondando, las cosas entre nosotros van a salir bien-, se acomodó relajadamente sobre el respaldo de la silla, es la segunda vez desde que se encontraron que se permite aflojar apenas la rigidez amaestrada de sus hombros rectos. —Deje que su fe nos proteja a los dos, Rory-, le guiñó.


Queda mucho por decir del tema que verdaderamente les compete, pero a diferencia de Rory, Hessenorwood no es del todo un empleado de Ollivander o de Bel Evans para hacer esta sucia labor, no, de algún modo, Hessen consideraría este encuentro casi cómo una entrevista de trabajo, donde casi por la fuerza ha tenido que solicitar un asistente y Rory Despard es el único candidato que acudió a la entrevista.


Ah si, si. La tarea en común. Pero estoy seguro de que aún hay muchas cosas que quisiera saber de usted-, no pudo evitarlo realmente, parece estar condenado a esto. Supone que, después de todo, no le queda más que disfrutar del juego. —Apuesto a que aún hay mucho por hablar, y aunque estoy tanto o más interesado en usted por aclarar los términos y condiciones de este trabajo… Lo cierto es que, antes de continuar, quisiera saber solo un poco más sobre eso que ha dicho de las torturas de la condenación eterna-, relajadamente descansa su bonito rostro sobre la palma de la mano, contemplativo a su interlocutor.


Aunque en más de una ocasión intentaron retomar la idea principal, las siguientes dos horas de la mañana corrieron sobre ellos con fluidez con temas mayormente relacionados a las, tan queridas por Despard, sagradas escrituras. A su mesa llegaron un par de platillos extra para Rory (Hessen insistió en que ordenara algo más para disculpar el robo de su tiempo) y Despard parecía cada vez más emocionado mientras profundizaban la conversación por cuenta propia, Hess solo se limitó a escucharlo, a verlo comer, y a hacer preguntas eventualmente para mantener la conversación encendida (y saciar su curiosidad) hasta que fue inevitable aplazar los deberes que quedaban por delante para ambos.


No hablaron realmente el uno del otro, de ellos mismos, no se contaron cosas personales más allá de ideas, creencias o dudas sobre el tema que evidentemente Despard parecía dominar con más habilidad que Hess. A las finales el demonio salió del Bratvá solo, luego de pagar la cuenta y sin saber nada más allá de Rory de lo que sabía antes de hoy. Aun así, luce satisfecho, ya habría tiempo entre ellos para eso de conocerse mejor personalmente.



cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Este fue uno de los mejores bailes de mi vida. Astoria era, y sigue siendo, una consumada bailarina por lo que me deje llevar por la situacion y no pensar en nada mas. Y lo hubiera logrado si no hubiera sido por...


- ¡Astoria, chica, jamas lo imagine!


- ¿Que es ello Pansy?


- Que tuvieras tan mal gusto escogiendo parejas.


- ¿De veras...?


- Si, ¿como puedes escoger material de "segunda mano"? ---añadio entre risas--- ¿es que no tienes nada mejor?


- Veras querida ---respondio suavemente Astoria--- puede que Draco sea de "segunda mano", pero al menos no esta tan "manoseada" como tu.


Pansy palidecio ante el insulto. Mientras que Astoria le miraba divertida y sin miedo, aun hoy no me explico su sangre fria.


- ¿Como te atreves? Te voy a....


- ¿A que? Intenta algo y te lanzo un hechizo mocomurcielago, una amiga me lo enseño y creo que ya sabes el resultado ---añadio entre risitas--- aunque creo que en 5º te salieron cuernos, algo muy apropiado para ti ¿no crees?


- ¡Jamas nadie me ha insultado de esta manera! ¡Jamas!


- ¡Vaya! Pues parece que he inaugurado una moda jajaja


- ¡Vamos Blaise, no tengo humor de mas fiesta!


Y cogiendo de la mano a su novio, Pansy se dispuso a irse. Dap se le acerco como buena anfitriona.


- ¿Os vais ya? ¿Pasa algo?


- Estoy un poco indispuesta Daphne, disculpanos.


- Bien, ¡feliz dia!

http://i.imgur.com/kNMDvWi.png


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 5 meses más tarde...

Garry M. Ollivander
 

¿Nervioso?-, habló Hess de la nada.

¿Por qué debería estarlo?-, Garry en cambio no se inmutó.

Bueno, no te has visto con casi nadie más allá de tu familia o el médico desde hace mucho tiempo-, el demonio no parece realmente preocupado por una respuesta negativa, como si no la esperara de todas formas. 

Estaré bien-,

Era verdad, hacía mucho tiempo que no tenía contacto con nadie dentro de esta comunidad mágica, o lo que quedaba de ella; no sabe en que se ha convertido el ministerio de magia luego de la caída del atrio, no sabe con certeza que ha sido de la orden del fénix ni de sus miembros desde la repentina desaparición de los mismos y, ciertamente, no sabe siquiera que ha sido de sí mismo todo este tiempo, tan perdido, contaminado, corrompido por toda esa magia que había terminado por encerrarlo, aislarlo, dentro de las paredes de su hogar, de los muros indescifrables que son su mente, su memoria, sus recuerdos.

Así que encontrarse con Luna Gryffindor en particular es demasiado, no en el mal sentido, pero la sola mención de su nombre era rememorar todo aquello que habían vivido antes, como compañeros ministeriales, como cómplices dentro de uno de los bandos clandestinos, donde muchas veces sus vidas dependían (casi ciegamente) unos de los otros, porque así es como funcionaba todo eso que ahora, tras -renacer- simplemente parecía haberse perdido. Encontrarse con Luna Gryffindor el dia de hoy en persona era algo importante, porque sabe que va a remover cosas terribles en él, pero posiblemente, solo por el hecho de que sea ella y no otro ex (o actual) miembro de la abandonada Orden del Fénix, es que vale la pena intentarlo.

Luna no debe tardar en llegar-, Hessenorwood es quien organizó la reunión entre ellos, ha coincidido con Luna en algún momento sin que Garry supiera y es quien ha propuesto que se efectuará en este lugar tan reservado y discreto. Hess es un buen asistente y sabe, sin tanto detalle, lo que él prefiere. —Estaré en el piso de abajo por si me necesitas-, se acercó para acomodar la corbata de estampado extraño que lleva puesta. —Pero por favor, no necesites-, le guiñó antes de desaparecer. 

Se ha reservado una mesa para dos en la planta más alta del Bratva, ahí el licántropo esperara por Luna, que extraño se escuchaba decir eso, tan extraño cómo la ligera sensación de nerviosidad que podría estar experimentando ahora. Aunque quizá eran los efectos del medicamento haciendo su trabajo; manteniendo todo bajo control, todo con normalidad.

 

@ Luna Gryffindor Delacour

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Encontrarse con Garry la pone nerviosa, porque no está acostumbrada a hacer sociales fuera del ministerio y porque siempre admiro demasiado al mago con el que se reunirá en breve. 

 

Se pregunta si Hessenordwood sabrá algo que ella ignora, puesto que él fue el enlace para encontrarse con el mago a quien dicho sea de paso extrañaba ver desde su visita a su antigua mansión en Italia, aún recuerda lo preocupado que se veía por la comunidad mágica y se pregunta si estará al tanto de los cambios totalitarios que la ministra quiere poner a funcionar, por los cuales se semi rompió la amistad que tenía con Sagitas, siendo que nunca más volvió a visitarla o a querer saber de la payasa, pese a que ella siempre había sido su más querida amiga, en esos momentos estaban en veredas opuestas y eso en el fondo le duele demasiado, aunque no sabe bien porque piensa en esto mientras se cambia para ir a ver a su amigo en cuestión. 

 

No tarda nada en salir de la mansión Gryffindor, con su traje azul claro, su camisa blanca y su pantalón azul, sus zapatos azules con brillantes Fénix dorados le dan el toque más estrafalario a su atuendo de oficina, uno que le encanta y la hace ver entre elegante y rimbombante a partes iguales. 

 

Lleva su cabellera pelirroja en su prendedor del Fénix dorado y por si aún dudas que sea de la Orden del Fénix, su reloj rojo y dorado con un Fénix que se prende y se apaga, te puede dar una pista más evidente de a qué equipo apoya en realidad, todo esto completa su atuendo que la hace sentir feliz y contenta por cuánto estrenará su reloj que reluce apenas pasa por una farola con luz de una tienda. 

 

La razón por la que no se aparece directamente en el Bratva es evidente, por más que sonría feliz, sus ojos azules ya no brillan con su alegría habitual, cualquiera que la vea sabe que le falta algo a su mirada, una alegría que antes estaba allí y que ahora se esfuma por completo de sus ojos, no importa cuánto simule y sonría, cualquiera puede notar que no está bien en absoluto por más esfuerzos que haga en ocultarlo del todo. 

 

Llegar al local ni le cuesta tanto, entra al Bratva preguntándose qué le dirá a su amigo y si podrá explicarle que sucede en la comunidad mágica, no tardan tanto en explicarle que su amigo está en la planta más alta, ella solo lo agradece y sube más rápido de la cuenta, no quiere hacer sociales, tan solo quiere encontrarse con el mago y se pregunta que tanto habrá cambiado en los meses que hace que no lo ve en lo absoluto. 

 

Lo ve y se acerca a él pensando de que hablaran y si podrá ayudarlo en lo que necesite, mientras lo hace se va sintiendo más nerviosa cada vez, pero aún así esta feliz de encontrarlo y le agradece a Hessen haberlos reunido, extrañaba bastante al mago y aunque no lo dice se siente a salvo y en paz por primera vez en meses. 

 

- Hola Garry corazón, te acuerdas de mí? Siento llegar tarde es que vine caminando esta vez y me puse a ver vidrieras en fin... Qué tal estás? Qué te cuentas? No te veo desde.... Bueno desde hace mucho tiempo, tú estás bien? - Le digo acercándome a la mesa y sonriendo feliz por verlo al fin, era como un sol en medio de un ejército de dementores o eso es lo que siento en aquel momento al verlo - 

 

No se lo digo pero realmente lo había extrañado demasiado y le agradezco por enésima vez a Hessenordwood el habernos hecho de enlace para poder volverlo a ver,lo había extrañado mucho y había necesitado sus consejos más de lo que podría decirle a nadie en realidad, estaba feliz porque al fin podría tener a alguien más de amigo y aliado para volver a poner en funcionamiento mi amado mundo mágico. 

 

 @ Hessenordwood Crouch

 

 

 

Editado por Luna Gryffindor Delacour

Luna-Gryffindor-Delacour.png.2b76e3b40e3

LGDdef.gifLEdef.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No es habitual en él rememorar el pasado, no suele hurgar en Viejas heridas, en asuntos que ha dejado por la paz (de algún modo), sin embargo, la naturaleza misma del ser humano dicta todo lo contrario y a diferencia de muchos otros hábitos de licántropo, a esto no puede ponerle un alto. Encontrarse con Luna Gryffindor el día de hoy es algo de todo eso que supone que no ha querido abandonar del todo, o de otra forma ¿por qué lo hacía? ¿por qué la buscaba si todo lo que aconteció tras la caída y supuesta desaparición de la Orden del Fénix, a la que él había pertenecido también, le han dejado descompuesta la brújula moral? Si lo hacía ahora solo podría ser por una buena razón, aunque no necesariamente correcta.

Puede verlo en los ojos de Luna cuando finalmente se encuentran; el deterioro, la oscuridad, el maltrato que ha sufrido esta comunidad mágica. Y aun así la Gryffindor sabe ser blanda y amable con él cuando se acerca. Quizá por eso es que tenía que encontrarse con Luna y no con nadie más el día de hoy.

Es casi de un salto que se pone de pie para recibir a Luna que no titubea en acercarse a él y su extraña apariencia y desde que se acerca, con sus primeras palabras preguntando si se acuerda de ella, estrujan algo en el interior del mago. ¿Angustia o tristeza? o algo más. Por supuesto que se acuerda de ella, él asiente sin mucho ánimo, por que no tiene la energía de hacerlo y tropieza con la mesa derramando algo del té que se ha adelantado a pedir cuando trata de acercarse a ella.

Hubiera sonreído a su llegada si las cicatrices en el rostro no le impidieron formar el gesto. 

Hace mucho tiempo, es cierto-, responde automáticamente, sus ojos que son de distinto color la observan a ella con fijeza, como si no se creyera que está ahí frente a él, casi intacta. De pronto siente que el tiempo no ha pasado en realidad entre ellos, que nada malo, de todo lo que acontece, pudo haber pasado en la historia. —Me parece que no la he visto desde el asunto con la supuesta piedra filosofal-, le recuerda, Garry había hecho lo posible junto a Kassandra por extraer aquel gas que convertía la sangre de la bruja en oro. No pudo quedarse para ver el resto de su recuperación.

Yo pues…sigo aquí o, bueno, una parte de mi-, responde en cambio, decir que está bien es demasiado, decir que está mal es una mentira también. -Aunque para algunos no es suficiente-, la vida en este Londres mágico se ha vuelto incierta para cualquiera. —¿Tu…ah… cómo has estado?-, es algo torpe, pero finalmente le indica en la silla el lugar que puede ocupar casi junto a él. —¿Co-cómo está…la familia?-, pregunta y aunque es neutral al hablar su labio tiembla, preocupado por la respuesta de ella. 

Nunca fue más cercano con los Gryffindor en general de lo que pudo llegar a ser con Luna, o el señor Elvis, que tampoco era mucho más allá de su relación dentro del bando, asi que supone que si está interesado es más que nada tras las últimas reformas impuestas por la actual ministro de magia británica.
 

@ Luna Gryffindor Delacour

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 1 mes más tarde...

Lo bueno que tenía el Callejón Diagon era la extensa variedad de negocios donde uno podía hacer lo que quería. Había muchos para elegir y todos eran diferentes, cada uno atractivo a su manera. Arcanus no era fan de concurrir mucho a esos lugares, de hecho los evitaba, pero de vez en cuando le gustaba visitar algún que otro bar, o mirar lo que ofrecían las tiendas de por allí. Tal y como ocurría siempre que el joven visitaba el Callejón, muchos lugares ya no estaban dejando su lugar a otros más nuevos y con diferentes dueños. Bratvá se podía leer en el cartel del lugar al que el joven había elegido entrar.

El lugar era bastante grande y contaba con tres plantas, pero el aforo de personas era demasiado bajo. Obviamente los años de gloria habían quedado atrás y los negocios no bullían de gente. Todo estaba mucho más tranquilo y Arcanus pensó que así sería mejor. Recorrió el lugar lentamente mirando todo a su alrededor. La decoración estaba muy bonita y hasta parecía un lugar elegante. De pronto una figura se acercó hacia él.

- Bienvenido joven, mi nombre es Zakone ¿En que puedo servirle? - Exclamó elegantemente lo que parecía ser un fantasma. Arcanus se giró hacia él y levantó las cejas. Nunca había oído de un fantasma que trabajara.

- Oh, buenas noches. No quiero molestar, solo estoy observando el lugar. Agradezco tu amabilidad. - Le contestó al fantasma y con una sonrisa fue caminando hacia la barra. Allí habían demasiadas botellas de alcohol, tantas que hasta había algunas que el joven ni siquiera conocía. Decidió pedir algo simple.

- ¿Podría pedir algo no tan extravagante como una cerveza? - Le preguntó al fantasma quien enseguida asintió y fue por una botella. A instante apareció con un vaso y sirvió la bebida para que Arcanus pudiera degustarla. El lugar no era muy bueno al igual que el servicio. Tal vez aquel se convertiría en el nuevo lugar favorito del joven.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.