Hotel Transylvania (MM B: 109297)

[Hannity Ollivander Evans]

Había escuchado muy buenas referencias de un sitio poco conocido, parecía que la atracción mágica del lugar era la visita de fantasmas y eso le atraía bastante a la rubia, además de que había escuchado rumores de que su madre era una de las dueñas del lugar...

Le habían hablado del restaurante al aire libre que tenía el lugar y aunque su dieta consistía en otro tipo de alimento decidió ir y ver si encontraba a Annick, esperaba reconociera a la rubia y no la confundiera con su gemela Kyttara.

Al llegar al lugar observaba la arquitectura del lugar, realmente era exquisita, cada uno de los detalles tan bien cuidados le hacían ver por qué los muggles frecuentaban aquel hotel, además claro de la actividad paranormal.

Entro directamente a la recepción y espero ahí a ver si veía rastro de la melena pelirroja de su madre.

[Annick McKinnon]

Debbie Higgs, camarera.

 

La morena miró el reloj. Faltaba poco menos de veinte minutos para la hora en que Elizabeth y Annick habían indicado que todos los empleados podían unirse a la fiesta. Por eso se concentró en cuidar hasta el mínimo detalle de su apariencia, así que reacomodó la diadema con cuernos en su corto cabello rizado. Estaba muy entusiasmada por mostrar su disfraz de diablita. Tenía plena confianza en que las dueñas del hotel reconocerían su tacto para camuflarse entre los huéspedes muggles. Algo que Otto, el gerente, estaba lejos de lograr con su disfraz de Duendecillo de Cornualles.

 

Dio un vistazo a la lista de huéspedes. No había demasiados muggles, sólo una pequeña familia compuesta por dos mujeres adultas, probablemente madre e hija, y dos pequeños, un matrimonio de ancianos y el muggle al cual Goob había asustado la noche anterior. Estaba preguntándose si todos asistirían a la fiesta, pero una voz la hizo levantar la mirada.

 

―¡Bienvenida al Hotel Transylvania, señorita! No se preocupe, no necesita reservación, siempre tenemos habitaciones disponibles –sonrió ampliamente a la hermosa rubia. Hacía tiempo que Debbie deseaba un ascenso, así que se había propuesto hacer el trabajo de recepcionista de la mejor manera posible–. ¿Es la primera vez que viene?

 

Extrajo uno de los trípticos informativos que se entregaban a todos los huéspedes al momento de su llegada. Si eran magos y brujas verían las imágenes en movimiento, pero si eran muggles todo permanecería estático. Tomó un lapicero, pues era una regla evitar el uso de las varitas hasta estar seguros de que se encontraban frente a alguien del mundo mágico.

 

Iba a comenzar a explicar a Dennis dónde se encontraban los restaurantes y áreas de descanso del hotel, pero se percató de la presencia de otra joven igualmente rubia.

 

―¡Bienvenida, señorita! ¿También es la primera vez que viene? –con una gran sonrisa y mucho ánimo comenzó a explicarles señalando el panfleto–: Verán, además del hospedaje y zona de alimentos, el hotel ofrece diferentes actividades: si lo desean pueden solicitar un tour por la zona boscosa, acampar, nadar en la piscina o en el lago, pescar, o practicar quidditch o cualquier deporte muggle en nuestro gran campo.

 

Se había arriesgado a mencionar las palabras «quidditch» y «muggle» para tantear el terreno. Normalmente los muggles solían preguntar qué significaba eso. Si las dos señoritas reaccionaban de manera natural, sabría que ambas eran brujas.

 

―Oh, y lo olvidaba –dijo riendo–. El motivo por el cual llevo este atuendo –ajustó la diadema de cuernos que llevaba en la cabeza– es porque justo ahora hay una pequeña fiesta de disfraces como parte de las actividades de entretenimiento del hotel. Si quieren pueden pasar a cenar y divertirse; o si lo prefieren pueden ir directo a descansar a sus habitaciones. Si desean unirse a la fiesta, sepan que no es obligatorio usar disfraz, ¡aunque habrá un premio al disfraz más original! No se preocupen si no vienen preparadas. Las dueñas han puesto a disposición de todos los huéspedes diferentes utensilios para que puedan disfrazarse a su gusto –señaló hacia el otro extremo de la recepción donde se encontraban dos enormes baúles.

 

Si se acercaban, se darían cuenta de que uno de ellos estaba abierto, mientras el otro permanecía cerrado y en la tapa tenía la inscripción «Alohomora», una palabra que sólo los magos podrían comprender y emplear. En ese baúl se encontraban ropas, pelucas y otros artilugios alusivos al mundo mágico, mientras que en el otro predominaban vestimentas y objetos muggles.

 

―Por cierto, las dueñas del hotel se encuentran en la fiesta atendiendo a los invitados –no se le había ocurrido pensar que quizá Hannity iba a buscar a alguien, pues acababa de reparar en que no llevaba equipaje como Dennis.

 

De hecho la morena debía reconocer que muy poca gente solía hospedarse en el hotel. La ubicación y el aspecto lúgubre no eran del agrado de todos, así que generalmente sus huéspedes consistían en muggles perdidos y en magos y brujas que iban a visitar a Annick o a Elizabeht.

 

―¿Desean que las guíe a sus habitaciones o quieren pasar por la fiesta? –no lo dijo, pero incluso estaba dispuesta a llamar a alguna de sus jefas si iban exclusivamente de visita personal.

 

 

 

@@Dennis Delacour @ Disculpen el rol tan largo. Me emocioné.

[Vladimir Karkarov]

Me parecía curiosamente interesante el tema de las cuestiones espirituales y sobre naturales. Para mi en lo personal era como el intentar entender la magia a los ojos de un muggle. Por lo que fuertemente me había llamado la atención un lugar que escuché mencionar en uno de mis viajes. Tenía un nombre legendario y que poco se podía olvidar. "Hotel Transilvanya", vaya, con solo el hecho de escucharlo daba a helarse la sangre.

 

Sin más que mi jubón y mi bolso pequeño de viaje me aproximé a la azotea de mi local del cual me transporté rápidamente usando mi escoba. Ya conocía la ubicación así que no me había sido difícil llegar. Al bajarme pude sentir el clima templado y más frío de lo que había sentido en cualquier mañana soleada como esa. El ambiente, las montañas rodeando al castillo, los arboles con sus ramas enormes. Eran un sin fin de razones por las cuales comenzaba a sentir algo de terror.

 

Me aproximé entonces hacia la entrada y luego hacia una enorme y amplia recepción con hermosos tonos dorados. Era exorbitantemente hermoso , pero a la vez asfixiaba, de un modo u otro sentía que alguien me observaba. Podía notarse en mi mirada cuan impresionado estaba al ver las cualidades decorativas del hotel. Me quedé viendo entonces uno de los mostradores y algunas personas se encontraban cerca. Aún así me quedé viendo los sofá y las sillas, junto a una mesa de madera, de la cual tomé un panfleto y estudié.

[Annick McKinnon]

Debbie Higgs, camarera.

 

La morena se sentía orgullosa por la explicación que había brindado a Dennis y a Hannity acerca de lo que el hotel ofrecía. Sin embargo una sensación de inquietud la asaltó de inmediato al darse cuenta de que las jóvenes se habían quedado calladas.

 

«Tal vez las abrumé con tanta información», pensó mientras algo parecido a un globo invisible comenzaba a desinflarse en su interior. «Quizá no sirvo para esto».

 

Había estado tan concentrada en atender a las chicas, que no había visto al joven de cabello negro que examinaba la recepción con interés así que, en cuanto notó su descuido, deseó enmendar la distracción.

 

―¡Bienvenido, joven! –lo primero que notó fue la escoba que llevaba, señal inequívoca de que se trataba de un mago–. ¿Habitación para uno? –preguntó sonriente y tomó uno de los folletos con la información acerca de las actividades del hotel–. Aquí encontrará todas las zonas del hotel además de la lista de actividades: tours, campamento, pesca y otros deportes, etc. –Al verlo de cerca, lo que más llamó su atención fue tono azul de sus ojos–. Justo ahora se ofrece una fiesta para los huéspedes. ¿Desea unirse o le apetece ir a su habitación?

 

Debbie tampoco había notado que detrás de una de las armaduras de adorno se ocultaba Goob, el fantasma malhumorado. Quizá, si alguno de los recién llegados era muy perceptivo, sentiría que alguien los observaba, aunque era difícil que lo vieran.

 

Goob había acudido a la recepción para asegurarse de que la morena no asignara su habitación favorita a ninguno de los recién llegados, de lo contrario estaba dispuesto a echarlos tal como lo había hecho horas antes con uno de los muggles hospedados en el hotel. No importaba la promesa hecha a Elizabeth y Annick. Debía asegurarse de que nadie encontraría tesoro por casualidad.

 

 

@@Vladimir Karkarov

[Hannity Ollivander Evans]

Mientras esperaba ver a mi madre por algún rincón cercano de la recepción donde me encontraba me di cuenta de que en el lugar también se encontraba @@Dennis Delacour la hermana de mi gemela Kytta.

-Hola Den, que coincidencia, no?

La recepcionista del hotel nos dió a ambas un panfleto del lugar con toda la información de aquel excéntrico y acogedor lugar y nos explicaba todas las actividades que se realizaban en el lugar.

Seguramente no iban muchos muggles al hotel o eso creía Hannity ya que la morena había hablado con bastante naturalidad acerca de quiddich y otros términos que no entenderían, no tomó tanta importancia la rubia puesto que iba con una sola intención y a pesar de que sólo buscaba a su madre se decidió a pasar unos días en aquel lugar.

-Bueno, quisiera una habitación- dijo la rubia después de escuchar toda la información de la recepcionista, era una chica agradable, les explicaba con detalle acerca de la fiesta de disfraces donde casualmente se encontraba si madre, eso hizo sentir a la ojiverde segura, mientras la recepcionista buscaba una habitación para Hannity llegaba otro huésped, pero había algo raro en el ambiente, una extraña sensación de que los observaban invadió a la rubia, así que mientras la morena le daba una habitación a la ojiverde está se dedicó a observar el baúl que le habían indicado que contenía disfraces para la fiesta, la rubia se acercó y leyó la inscripción, pero desistió de abrirlo, quería que su madre no tuviera obstac***s para reconocerla.

Mientras la rubia esperaba que le dijeran si habitación se dispuso a investigar de dónde provenía aquel sentimiento de ser observados.

[Annick McKinnon]

Debbie Higgs, camarera.

 

―Excelente, señorita –dijo mostrando una amplia sonrisa a Hannity luego de escuchar que se hospedaría algunos días–. En un momento haré el registro de su habitación.

 

Mientras la morena buscaba habitaciones libres, Hannity aprovechó para acercarse a los baúles. Entonces el fantasma se percató de que la joven estaba muy cerca de la armadura detrás de la cual se ocultaba para vigilar a Debbie. No obstante no tuvo que atravesar la pared para desaparecer, porque la camarera llamó la atención de la rubia justo antes de que lo descubriera.

 

―Señorita, su habitación será la 305. Tiene una excelente vista al lago, ¿le parece? Sólo tendría que anotar aquí su nombre para que esté todo en orden –dijo señalando una pequeña hoja de registro.

 

Si Goob aún pudiese respirar, seguro habría dado un gran suspiro de alivio al escuchar que a la rubia le habían asignado una habitación un poco alejada de sus aposentos; pero no por eso se sintió tranquilo, pues aún faltaba que dieran números de habitaciones a Dennis y a Vladimir.

 

―¡Hey, Waldo! –gritó en dirección a una pequeña oficina que se ocultaba tras la recepción. Un corpulento joven asomó la cabeza. Entre su abundante cabellera castaña se observaban algunos mechones de color azul eléctrico. Se trataba de uno de los guardias del hotel–. Creo que es hora de que nos unamos a la fiesta. Sólo terminaré de hacer el papeleo para que los jóvenes puedan instalarse. ¿Por qué no te adelantas y de paso guías a la señorta Hannity?

 

―Con gusto –respondió Waldo. Salió y cerró la puerta de su pequeña oficina, dejando completamente al descubierto su disfraz de caballero medieval–. Sígame señorita. En realidad estamos bastante cerca del jardín princiopal –dijo mientras atravesaban la recepción y dejaban atrás a Debbie, Dennis, Vladimir y Goob–. ¿Ve esas luces? Ahí colocaron las mesas. Ah, y por ahí veo a las dueñas del hotel –dijo señalando al pequeño grupo formado por Elizabeth, Lisa, Alberta y Annick, quien estaba de espaldas a ellos y aún no se percataba de que una de sus hijas había arribado al hotel, aunque seguro en cualquier momento voltearía y la vería–. ¡Oh, ya pusieron los bocadillos! –exclamó con entusiasmo–. ¿Gusta?

 

 

@

[Dennis Delacour]

Después de preguntar en recepción por si había alguna habitación disponible para poder llevar a cabo mi estancia, la joven que se encargo de atenderme fue extremadamente amable conmigo indicándome que no había ningún inconveniente en no tener reservación ya que contaban con las suficientes habitaciones en el lugar para hacer de mi estadía algo grato.

 

- Si es la primera vez que vengo, recibí muy buenas recomendaciones así que quise probar que tal era el sitio - le dije sonriendo a la joven. Me entrego un folleto del lugar el cual explicaba los diferentes servicios del hotel mientras las imágenes se movían como solían hacerlo las fotografías mágicas. En el momento en que iba a preguntar algo sobre el servicio se acerco una joven a la que la recepcionista saludo y cuando me di cuenta resulto que era la gemela de mi hermana Kytta.

 

- Realmente es una coincidencia Hanni, pero muy buena he de decir, por lo visto podremos compartir algo de tiempo aquí si es posible - le dije a la rubia, realmente me caía bien y de no ser por el color de cabello era la copia exacta de mi sis. Mientras me dedicaba a ver la información en el folleto la recepcionista se encargo de atender a un mago que acababa de arribar, se me hacía conocido de vista pero no creo haber conversado con el en algún momento.

 

Después de que hanni pidió su habitación me dirigí a la joven que nos estaba atendiendo, - Por favor quisiera una habitación con buena vista y me gustaría instalarme antes de pasar a darme una vuelta por la fiesta que nos has comentado - le dije, pensé que era mejor dejar mis cosas y refrescarme un poco antes de pasar a distraerme en el evento de esta noche.

 

Había escuchado historias sobre cosas sobrenaturales en el lugar pero supongo que era para atemorizar a los muggle ya que los habitantes del mundo mágico veíamos y convivíamos con fantasmas sin problema, pero aun así se sentía una energía un tanto extraña en el lugar.

 

@ @@Annick McKinnon @@Vladimir Karkarov

[Vladimir Karkarov]

El lugar estaba completamente listo, el capacious extremis funcionaba de maravilla. Era hora de que Vladimir enviara su noble y fiel lechuza por todos los lugares de Ottery y el Callejón, para dejar su pequeña invitación para el que quisiera asistir a su fiesta de apertura.

La gran Nox emprendió vuelo por entre las nubes, cargando consigo las invitaciones para que todos los brujos y las brujas pudieran saber de tan excelente actividad. Su vuelo era ligero, suave cual viento y sus alas no producían el menor ruido. Así fue, durante todo el día y la noche, solamente reposando para descansar de cuando en cuando.

 

 

 

OFF: Tengo que pasarme a continuar el rol, xfis me mencionan cuando me hacen puente para seguir. Gracias ♥ *deja chocos*

[Hannity Ollivander Evans]

Estaba a punto de descubrir la fuente de la cual se sentía observada en la recepción del hotel, pero se distrajo cuando la recepcionista le dió el número de su habitación, le agradaba que tuviera esa vista al lago, probablemente la disfrutaría en cuanto terminara la fiesta, se sorprendió cuando le pedía que se registrara, lo cual era un problema, cuál apellido pondría? El muggle?

Lo había pensado, pero el subconsciente la traicionó y escribió con su letra cursiva y estilizada: Hannity Gryffindor Rambaldi

Momentos después la morena llamó a otro empleado para que dirigiera a la rubia a la fiesta, ya que era la hora del inicio de la fiesta, el joven con disfraz de caballero medieval guío a la rubia hacia el jardín, mientras que Dennis seguía en espera de su habitación la ojiverde le dirigió una sonrisa y le dijo -Espero verte en la fiesta Den.

Antes de que la rubia realizara la pregunta acerca de dónde se encontraba Annick el joven se lo dijo, al igual que le ofrecía bocadillos cuando vió que ya estaban listos en las mesas.

-Que amable es usted, pero no, gracias...

Se dedicó a ver a su madre de espaldas, esperaba el momento preciso para poder acercarse y susurró -Vamos, no es hora de ser cobarde...

Avanzó dejando a Waldo en la mesa de bocadillos hasta estar justamente detrás de su madre, realizó un ruidito con la garganta para hacerse notar.

[Vladimir Karkarov]

La extraña sensación de que alguien me observaba no se borraba de atrás de mi cuello. Sentía que alguien clavaba sus ojos en mi, fue entonces que me di a la tarea de observar a mi alrededor para ver de qué se trataba. Podía ser un fantasma, una pintura, un elfo. Pero lo que fuera estaba emitiendo una energía bastante fuerte. Probablemente estaba molesto o con un grado de furia interna muy fuerte. Podría tratarse de un fantasma tipo poltergeiest.

 

—Sí señorita quiero una habitación... si tuviera una compartida porque no tengo mucho dinero y sino una en los niveles inferiores. La verdad no vengo con motivos de disfrutar el paisaje.— le dije una vez que la recepcionista se acercó hacia mi con cara algo inquieta. —Lamento si la asusté. Pero es que me gusta inspeccionar las cosas. En especial los lugares. —

 

—¿Puede decirme de que trata la fiesta?— coloqué de nuevo el folleto en la mesita de noche y guardé la escoba dentro de mi maletín con aumento de espacio. Estaba algo perturbado porque me di cuenta que no podría usar normalmente la magia ya que al parecer muggles entraban al lugar. Fue entonces que volví a preguntar. —¿Siente usted esa sensación de ser observada?... no quiero parecer paranoico.. pero casi que puedo escuchar un ruido sordo en el ambiente...no sé si me explico.—