~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)

[Luna Gryffindor Delacour]

Kytta no termino su frase para conmigo porque vio a mamá entrar, sonreí cuando le hablo y me preocupe, porque era cierto, Annick se veía mal ¿que le pasaba? suspire porque hasta mamí había notado a Kytta diferente, ¿eran imaginaciones nuestras? llegado el caso ella no se veía como siempre ¿o si? realmente que me preocupaba tanto como mamá, pero su pregunta me saco de la idea de decirle a mi hermana que era bastante más diferente que antaño.

 

- Pues podemos esperarlo a Thomas, empezar sin él no me gustaría mami, va como quieran ambas, la verdad que no sé si desean empezar sin él, por mí lo espero encantada y hasta podemos calentar la comida luego o pedirle a mi elfo Arturo que lo haga por mí, si la verdad que a mi también, ya no tendré que irme tanto de casa, así que me verán seguido, bueno mientras los aurores no me reclamen me verán por aquí, pobre má, debes dormir más, seguro te debe de faltar sueño y en cuanto a mí hay que festejar que ya no me perderé más por Italia claro, a menos que queramos ir todos de visita o de paseo ¿que les parece? - Les pregunté feliz y alegré de volver a estar en casa y en familia al fin -

 

Pude notar la mirada de mamá hacía el lugar en donde papá siempre se sentaba, una punzada de tristeza cruzo mi rostro, misma que intente disimular tomando algo de jugo de calabaza, suspiré mientras dejaba de tomar mi jugo y volvía mi vista hacia mi familia, pase mis ojos por todos, por mi hermana Kytta, por mi mamá, por Arya y pensé en Thomas y en mi papá, realmente se extrañaba su alegría en la casa, aunque comprendía que tenia mucho trabajo que hacer y que por eso no estaba allí con todos nosotros, en su ultima carta, me pedía que estuviera más en la casa con todos, puesto que él se ahuyentaría así que cancele todo y eso hice, volver al refugio de mi hogar y a ver a mis hermanas, hermanos y a la persona más importante del mundo, mi mamá Annick, a quien cuidaría y mimaría como siempre hacía, mientras esperaba que papá vuelva a casa a cuidarnos y mimarnos a todos por doquier.

 

- Yo... es que.... bueno ma, quería usar el estudio de papá, porque pues allí tengo más lugar para mis investigaciones de la oficina de Aurores, se que no debería de usarlo y que puedo usar el escritorio de mi pieza, pero es más grande y tengo más lugar allí, además de que así estoy más cerca de él y no lo extraño tanto ¿que te parece? - Le pregunté a mamá titubeando en algunas partes sin saber si aquello lo podía hacer o no -

 

No se lo dije pero lo extrañaba mucho, era como si ella se fuera, la miré asustada queriendo gritar un no terrible que no lance porque todos me mirarían raro, tragué saliva preocupada, si así extrañaba a mi papá, no quería imaginar que haría sin ella, así que rechace esa idea por absurda, estaba segura que Annick jamás se iría de mi lado, de la misma forma que sabía que Elvis volvería pronto, ambos deberían de estar aquí, solo que papá se había ido a hacer sus cosas y sabía que pronto regresaría, más pronto que tarde de seguro lo haría, mientras tanto, yo le cuidaría el barco y el timón en su ausencia, intentando que no se notará tanto, aunque de verdad que se notaba mucho, cuidaría mucho a mamá y velaría porque estuviera siempre feliz y contenta, me lo propuse mientras esperaba la comida y pensaba que cosas debía de hacer en mi laburo para mañana, al menos estaba en casa y era sumamente feliz allí.

 

@@Annick McKinnon @ @@Thomas E. Gryffindor @ @@Arya Macnair

[Hannity Ollivander Evans]

La rubia no sabía que hacer, definitivamente nunca le había pasado por la cabeza que haría cuando estuviera frente a su madre, sobretodo fingiendo ser quien no era, ni siquiera había preguntado a su gemela como era la relación entre ellas, ese trato que había hecho con la pelirroja le estaba costando mucho trabajo cumplir.

 

Ivannaly la pequeña sobrina de la rubia la había tomado de la mano, el contacto de la calientita piel de la pequeña hizo que la rubia se relajara, aunque no le molestaba la idea de que Annick descubriera la verdad.

 

Al escuchar a su madre mencionar que se veía diferente se sentó de nuevo, trato de disimular el nerviosismo y por un momento lo logro, escuchó a su hermana hablarle a su madre acerca de su viaje, pero la ojiverde no ponía atención a lo que ninguna de las dos decía.

 

Cuando su madre fue a sentarse y miraba de soslayo hacia un lugar en específico la rubia pensó que hubiera sido bueno conocer a los demás miembros de la familia, algo le decía que ese lugar a don Annick miraba era de su padre y sin siquiera pensarlo también miró el asiento vacío...

 

Momentos después sus pensamientos aterrizaron al escuchar si esperarían a su hermano para cenar y Luna decía que sí, la rubia asintió con la cabeza para después voltear a ver a su madre cuando le preguntaba por donde había estado.

 

-Viajando madre... viajado- bajó la mirada, estaba segura de que Annick la observaba y no quería cruzar la mirada con ella, en cualquier momento podría saberse la verdad si Annick hacia memoria y observaba bien a quien llamaba Kytta.

 

Por fortuna Luna había preguntado por el estudio de papá, lo cual le daba tiempo de decidir si quedarse en aquel lugar con su familia.

 

Miró a su hermana, su madre,al pequeño Elros, a sus sobrinos y vió que era la familia que tanto había buscado, pero desvío si mirada, algo de repente la invadió de tristeza, una tristeza ajena que poco a poco iba cambiando, miró a Luna, parecía que ese sentimiento había salido de ahí.

 

-Estás bien Luna- dijo la rubia cuando su hermana parecía ya más tranquila, aunque probablemente Luna la tomaría como loca.

 

 

 

@@Annick McKinnon @@Lunita Lupin Evil Black @@Thomas E. Gryffindor

[Marabella Rambaldi G.]

Habian pasado varios dias sin saber de su familia sanguínea por lo que la demonio decidió ir de visita a la casa familiar ,a pesar de hacer muy bien su papel de Kyttara y que casi nadie sospechaba de que era la demonio quien actuaba realmente, Marabella le estaba tomando cariño a los cercanos de la vampiro " es idea mia o ¿ya estas más sentimental?" pregunto Kytta en los pensamientos de la demonio - No fastidies,que sabes bien que solo es actuacion- dijo en un tono tajante la pelirroja .

 

Al llegar a la mansión los recuerdos de su ultima visita en la cual se habia encontrado con Arya y esa incómoda conversación entre ellas vinieron a la mente de la pelirroja ,Kyttara en su subconsciente aun regañaba por aquella actitud tan fria y antipatica que habia tenido hacia su madrina la demonio ,aun esperaba que arreglara aquella situación.

 

Al entrar por la parte trasera de la mansión,por la cocina precisamente los elfos la quedaron mirando extrañados "por sus miradas devenodebemos suponer que Hannity se nosnos adelanto" comento la vampiro mientras Marabella sonreía levemente con satisfacción-" Tú gemela me agrada ,mas por que no me delato ,ella sabe bien que soy tu demonio y aún asi siguio el juego , creo que por la reacción de los elfos se esta haciendo pasar por ti -" Aunque no le agradabagradaba mucho la idea de que jugaran a los intercambios Kytta reconocía que extrañaba esos juegos con su gemela ,haberse separado a tan pronta edad y que ambas estaba condenada a vivir eternamente y siempre buscar unos padres para aparentar en la sociedad era algo que era mas sorportables junta ,igual se preguntaba como seria la reacción de todos cuando el secreto se revelará ,mal que mal solo Thomas ,Elvis y Annick sabian de ella tenia una gemela .

 

-¿Ama necesita que le llevemos algo a la mensa?-pregunto uno de los elfos .

 

-No Tanis ,ire a mi cuarto - contestó la mujer y se marcho con sigilo hacia los dormitorios.

 

-Thomas esta en casa,es hora de hablar con el Pelirrojo - Comentó para asi misma la demonio mientras caminaba hacia el cuarto de menor de los Gryffindor's . "¿Estas loca? Thomas te delatara , a no ser que sean amigos ... eso lo dudo " Dijo en el subconciente Kytta mientras la demonio llegaba a la puerta del cuarto y golpeaba .

 

-¿Thomas? ,Enano abre soy Kyttara- dijo la demonio mientras golpeaba .

 

@@Thomas E. Gryffindor

[Hannity Ollivander Evans]

Mientras esperaba que Annick o Luna salieran de su ensimismamiento los sentidos de la rubia detectaron algo interesante, un aroma realmente conocido, la emoción la invadió, sabía a quien pertenecía y parecía que Seint e Ivy también lo sabían.

 

Miré a los pequeños y con un pequeño gesto pidiendo silencio a modo de que su hermana y su madre no la vieran le indico a sus sobrinos que se quedarán en su lugar, la rubia sigilosamente se levantó de su asiento y se dirigió a las escaleras hacia las habitaciones.

 

La ojiverde no sabía a dónde se dirigía, pero era guiada por el aroma de su gemela, dió vuelta en un pasillo y encontró a la pelirroja tocando en la habitación que parecía era de su hermano, la rubia abrazo a la pelirroja por instinto, sabía que la demonio no era muy cariñosa, pero probablemente su gemela la obligó y le respondió el abrazo de forma cálida.

 

-Kytta, tenemos que hablar, mamá casi me descubre...- lo pensó un poco y le hizo una especie de reclamo que no era en realidad eso -Nunca me contaste de tu relación con nuestra madre.

 

La rubia espero la reacción de la demonio que dominaba a su gemela.

 

 

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[Annick McKinnon]

La pelirroja coincidió con Luna en esperar a que Thomas bajara para cenar todos juntos. Por su parte, Elros intentaba subir a una silla para lograr echarle mano a alguno de los utensilios que reposaban sobre la mesa.

 

A Annick le pareció extraña la escueta respuesta que Kytta había dado a su pregunta. No le parecía una actitud propia de la joven, pero no tuvo tiempo de ahondar más en el asunto porque Luna se adelantó a hablar.

 

―No hay problema, Lunita, puedes usar el estudio de tu padre. Estoy segura de que se sentirá muy orgulloso de que ahora seas tú quien lo use para las investigaciones de la Oficina de Aurores, tal como él solía hacerlo –le dedicó a su hija una tierna sonrisa y guiñó el ojo derecho en señal de complicidad.

 

La ojiverde no pudo evitar sentir nostalgia al recordar el tiempo que había trabajado en ese mismo Departamento. No obstante, a pesar de extrañar su antiguo empleo, también se sentía feliz por dedicarse por completo al más pequeño de sus hijos. Además eso le daba tiempo para continuar con la búsqueda de sus hermanos. Al instante una punzada de dolor se expandió en su corazón, pero intentó disimularlo.

 

El breve momento de melancolía provocó que la pelirroja apenas se diera cuenta de que Kytarra se escabullía de manera sigilosa. Por un instante frunció el entrecejo ligeramente, pero decidió continuar conversando con quien parecía sería su única acompañante (además de los pequeños).

 

―Luna, es muy interesante tu idea de ir de paseo todos juntos –comentó Annick justo antes de llamar a Eneas, uno de sus fieles elfos domésticos, y pedirle que preparara algo sencillo para picar mientras esperaban al resto de la familia–. ¿Qué te parece si al finalizar la cena, cada uno de nosotros escribe en un trozo de pergamino el nombre de algún lugar donde le gustaría pasar unas pequeñas vacaciones y luego lo dejamos a la suerte? No necesariamente debe ser un viaje largo, puede ser de un día o varios. Creo que podemos cubrir los gastos con lo que hay en la bóveda de la familia. ¿Qué opinas? Ojalá los demás regresen pronto y podamos plantearles la idea.

[Thomas E. Gryffindor]

|Todo está en orden, amo. Brahms se ocupó de vuestro equipaje y dejó todo en su lugar| respondió el elfo antes de desaparecer a través de un chasquido de dedos y una sutil venia general hacia todos los presentes en la sala; lo que impulsó a Elros a querer subir a su habitación para descansar un tanto de su ajetreada vida universitaria. -No es necesario, niños. Espero ver a su madre pronto- respondió Gryffindor a los mellizos, una vez que estos se abrazaron a Hannity, siguiéndole la travesura que, dentro de todo, no le caía muy en gracia al joven. -Nos vemos en un rato. Voy a mi pieza para tomar un baño y cambiar mis ropas. Con su permiso, chicas- agregó sonriendo, fijando su mirada esmeralda en Arya; la misma que permanecía en silencio desde su llegada a la mansión. Fue así que el animago subió las escaleras del hogar de sus padres, hasta que sus pies quedaron de frente con la puerta de su alcoba; dudando en abrirla (por unos segundos que parecieron eternos) para no hallar algo nuevo en ésta luego de su ausencia. Pero no fue así; todo lucía tal como lo había dejado la última oportunidad, siendo obvio que Brahms se había encargado de mantenerla perfecta para su bienvenida. -Nigromante... Vaya, vaya... nunca pensé que crecería tanto- exclamó con una sonrisa a flor de labios tras lanzarse a su cama de espaldas, dejándose caer como si ésta fuese un cúmulo de plumas que lo recibiría como a un rey. -¡Vamos por esa ducha, eh!- exclamó con un grito, reincorporándose de un salto energético.

Tras desprenderse de su vestuario, el apuesto adolescente ingresó a la bañera que lo esperaba con agua caliente y mucha espuma, como le gustaba desde siempre. Rozó su tonificado cuerpo con la esponja enjabonada, y restregó sus ondulados cabellos con sus dedos remojados en shampoo de manzanillas silvestres; sintiendo el aroma que se expandía por todo el cuarto mientras el amplio espejo se empañaba con el vapor. Al salir, secó sus partes pudendas y envolvió la toalla larga de algodón alrededor de su cintura (dejando entrever su musculoso torso); cogiendo una de manos para revolver su pelo pelirrojo idéntico al de su madre; cruzando el umbral hacia el dormitorio justo cuando sintió el golpeteo de su puerta en compañía de una voz muy peculiar. -Kyt... ¡Marabella! Gusto en verte, y mira... tu gemela oculta también está aquí ¿No es así?... ¿Qué es lo que pretenden ambas, eh?- consultó Thomas, apoyándose en el borde de una de las paredes laterales de la entrada, dándose la media vuelta. -¿Qué esperan? ¿Van a pasar? No tengo mucho tiempo... nos esperan para cenar allá abajo- añadió luego de sentarse a los pies de su cama.

Editado 7 de Junio del 2018 por Thomas E. Gryffindor

[Ley Gryffindor Rosier]

El tiempo, la vida y muchas otras cosas me habían alejado de todo. Pasaba siempre desapercibida de un tiempo a acá y eso me gustaba. Había perdido la habilidad de entablar conversaciones con las personas y me había vuelto muy callada y solitaria. Casi siempre me la pasaba encerrada en la habitación durmiendo y salía poco. Me encontraba como muchos otros días recostada en mi cama cuando me dio un poco de hambre. Dejé a un lado los audífonos y me puse de pie.

 

Mahuru apareció de repente enfrente de mi con los ojos muy abiertos como si hubiera visto al diablo sin decir una palabra. La observé asombrada un par de segundo y carraspeé ―Ejem, ¿asunto?―. La elfina se sobresaltó y se llevó una mano a la nuca apenada.

 

―Lo siento ama, Mahuru se preguntaba si desea que le traiga la comida aquí para que siga descansando― dijo la criatura finalizando con una reverencia.

 

―Oh, no será necesario― dije ― iré yo misma a tomar algo de la cocina... ¿sabes si tenemos visitas?― y la elfina asintió. Sin decir nada más, tomé mi chaqueta y bajé caminando lentamente las escaleras.

 

Pude escuchar a lo lejos que había personas hablando, así que decidí acercarme un poco. Vi con sorpresa a alguien alejarse rumbo a una de las habitaciones... ¿Kytta? hacía mucho que no hablaba con ella. Sentí la necesidad de hablarle, pero me quedé congelada sin decir una palabra, como hacía siempre. Sólo me quedé observando. No muy lejos de ahí, escuchaba a mi madre y a Luna conversar... tal vez más tarde iría con ellas.

 

―Ejem― volví a carraspear para que notaran mi presencia en el lugar y dejar de sentirme tan incómoda, tal vez podríamos entablar conversación pronto.

[Luna Gryffindor Delacour]

Ante la pregunta de Kytta la observé asombrada ¿como sabía de que manera me sentía? algo extraño paso cuando la miré, era ella misma pero ¿podría ser que tuviera algún poder como yo? ¿sentía tanto las energías como me pasaba a mí? pero mamá estaba hablando luego así que me concentré en ella, le agradecí con mi brillante sonrisa cuando me dijo que me dejaba usar el estudio de papá, supuse que ella notaria que lo extrañaba y me dije que de seguro ella también lo extrañaba a él, así que me dije que la haría feliz cuanto pudiera hacerlo, sonreí y me puse a saltar en mi asiento cuando dijo que podríamos hacer el viaje, podía ser algo corto como decía ella, no tenia que ser muy largo, sonreí feliz porque ir con mi familia de vacaciones me hacía mucha ilusión.

 

- Me agrada poder usar el estudio de papá y pues ma se que estaría orgulloso de que lo usará para mi trabajo en Aurores y en cuanto a donde iremos, tienes razón podría ser un viaje corto, no se que opinaran los demás y es verdad, podríamos someterlo a votación así todos deciden y es más democrático, que cada uno diga un lugar o un país y luego vemos cual tiene más votos, aunque también podría ser algo cerca de acá, hay algunas islas muy bonitas con mar cálido cerca, pero bueno eso debería de someterse a votación supongo que sería lo más justo - Dije alegre y feliz, mientras daba un salto al escuchar un "ejem" de quien sabe donde -

 

Pegué un salto asustada cuando sentí un ejem muy parecido al que daba mi difunta tía cuando quería que la escucharán, no había tenido tiempo de sentir su energía, así que fue una sorpresa para mí ver a mi hermana, Ley, allí parada mirándonos quien parecía sentirse incomoda por algo, pero mi sonrisa fue brillante cuando pude verla bien, sin pensarlo dos veces, me paré y corrí a darle un abrazo, intentando no tirarla al suelo con mi ímpetu, mientras me separaba del abrazo rápido que le había dado y comenzaba a comentarle feliz y alegre, para hacerla participe de la conversación mía con mamá.

 

- Dios mi querida Ley, mi hermanita estás aquí, nos vienes como anillo al dedo para la conversación, estábamos debatiendo a donde irnos de viaje, mamá tuvo la idea de poner todo en un papelito y sortearlo a votación, lo cual me parece la mejor idea, total se que puedo poner de mi bóveda si hace falta y aún esta la bóveda familiar ¿no mami? el caso es que queríamos hacer un viaje corto, porque se que todos tendrán responsabilidades que atender, es para distendernos y pues para pasar un tiempo en familia ¿que dices pequeña? ¿te apuntas a la aventura familiar? - Le comente divertida con mi cantaria voz una octava más alta de la cuenta, esperando que dijera que si nos acompañaba y con más energía de la necesaria -

 

Esperé pacientemente a que me diera su opinión al respecto, sabía que los Gryffindors eramos muchísimos, era consciente de que mamá y papá eran como conejos, así que tendríamos que esperar a todos mis demás hermanos y hermanas, pero eso no era problema, teníamos tiempo de planear bien el viaje corto que haríamos y sería mi primer viaje en familia, por eso estaba tan emocionada, porque era la primera vez que iría en un viaje familiar, cuando era humana no había mucha plata para los viajes en familia y cuando estaba con los Cullen planeábamos un viaje hasta que la tragedia nos sacudió, así que realmente esté era mi primer viaje en familia así que para mí era el más importante de todos los que había hecho en mi vida.

[Ley Gryffindor Rosier]

―¡Oh Wow!― dije un poco sobresaltada cuando sentí que me abrazaron. Me di la vuelta y me pude percatar de que ahí estaba mi hermana Lunita y mamá. De modo que la mayoría de los Gryffindor estaba en casa ¿eh? Qué bueno.

 

Alejé mi interés en mi otra hermana, ya abría tiempo para platicar con ella y la verdad no quería interrumpirle ni verme metiche. Les sonreí un poco tímida a las dos ―. Hola mamá y hermana, ¿todo bien? Oh, la idea del viaje me parece bien y em, sí. Está bien hacer lo de la votación o la rifa―. Pensaba en todo el tiempo que tenía sin ir a la playa y esperaba mucho que ese fuera el destino final.

 

―Pero cuéntenme, cómo están... ¿Y mi hermanito? He estado bastante distraída últimamente y no se nada de lo que ha ocurrido en la casa. Por favor ponganme al día. ¿Y papá? Tiene mucho que no le veo por ningún sitio...― bajé la mirada un poco triste y esque le extrañaba muchísimo, pero de un tiempo acá era tan difícil verlo por la mansión que éramos nosotros quienes veíamos por que todo estuviera sin problemas.

 

―Y tú hermana que tal, sigues en el cuartel de los aurores? Yo de momento estoy en un año sabatico (por no querer mencionar que estaba desempleada y sin interés de entrar al ministerio, luego de que estaba tan movido todo) y espero pronto regresar a mis labores― sonreí un poco.

 

Recordé que tenía hambre y que iba a buscar alimento, pero iría en un momento más, quería platicar con mi familia un poco antes que todo así que me acerqué y apapaché a ambas amistosamente.

[Annick McKinnon]

A Annick le agradó el entusiasmo de Luna ante la propuesta de elegir un lugar para tomar unas pequeñas vacaciones en familia. Faltaba ver si los demás recibirían la idea con la misma alegría. Esperaba que sí. Deseaba salir un poco de la monotonía.

 

Luna interrumpió su discurso sobre el sorteo para las vacaciones al percatarse de que alguien más había llegado. Annick apenas tuvo tiempo de voltear y sonreír al ver a Ley, cuando un fuerte estrép*** la sobresaltó. Elros acababa de provocar la caída de un vaso de vidrio que yacía en el piso hecho añicos.

 

―Hola, Ley –dijo sonriente mientras intentaba evitar que Elros subiera a la mesa. Se había parado sobre una silla y estaba a punto de lograrlo–. Tu hermano se encuentra bastante bien. Como puedes ver, es un poco travieso –comentó mientras sacaba la varita y le daba una sacudida para reparar el vaso roto. Elros encontró bastante divertido aquello, así que rió de manera inocente mientras intentaba volver a alcanzar el objeto de vidrio–. Tu padre se encuentra bastante ocupado con asuntos de la Orden –agregó guiñando un ojo.

 

Se había atrevido a decirlo porque sabía que tanto Luna como Ley pertenecían a la organización, así que no había nada que ocultar entre ellas.

 

―Sospecho que el resto de la familia no bajará a cenar. Quizá tienen cosas más importantes que hacer –la última frase la dijo en un murmullo mientras miraba la puerta por donde se había escabullido una de sus hijas–. ¿Quieren que comencemos a cenar? Luna ha ofrecido que su elfo, Arturo, vuelva a calentar la cena cuando los demás se nos unan.

 

Hacía un rato había estado sorprendida y entusiasmada por la cantidad de Gryffindors que se encontraban en la mansión, pero de un momento a otro muchos de ellos habían desaparecido para atender otros asuntos. Suspiró. No debía sorprenderse. Todos estaban convirtiéndose en adultos, y cada uno debía tener diferentes responsabilidades o, incluso, intereses.

 

―¿Tú dónde habías estado, Ley? Hace tiempo no te veíamos por aquí.