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~Mansión de la Familia Gryffindor~ (MM: B 104490)


Mael Blackfyre
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El grito de Mael me asusta,pero decido no decirle nada está vez, no pasa mucho tiempo antes de que dirigiéndome a la mesa y dispuesta a sentarme al lado de mamá, piense en que es la primera vez que comeremos juntos sin papá,suspiró triste y decido no dirigir mi mirada a la cabezera de la mesa, entendiendo que hacer eso sería algo suicida por demás. 

 

- Bueno no les conté, no sé si lo sabían pero hubo una catarata de virus por el mundo mágico, en Italia estaba la Neumonía Férrica y acá el coronavirus, de lo cual me anduve ocupando junto con Lud y bueno... Sólo lo comentaba para que tuvieran recaudos cuando salieran, usen tapabocas y se laven las manos seguido, yo sólo... No quiero asustarlos, solo quiero cuidarlos - Les dije pasando mi mirada por mamá, Arya, mi sobrino, mi hermana y mi amigo, rezando porque nada malo le sucediera a ninguno de los allí presentes - 

 

Era buena idea hablar de eso? Si, de alguna manera teníamos que cuidarnos o no?  Además no perdía nada por advertirles a todos, mejor era prevenir que lamentar o eso era lo que pensaba mientras me servía más comida y esperaba que alguien más hablará o al menos dijeran algo, sólo espero no haberlos asustado mucho con la noticia de los virus y seguir teniendo una linda velada familiar. 

 

- Por lo demás, está todo bien, excepto los virus, estoy haciendo uno de los libros que espero aprobar y sigo con las redadas en Aurores y pues eso es todo, me olvidaba de decirles fui a la fiesta de mi amiga Ada, en Francia, una fiesta diplomática que fue hace bastante tiempo atrás pero estuvo muy linda y pues eso es todo, qué se cuentan? - Les pregunte feliz de poder comentarles en que andaba últimamente - 

 

Me pregunté que me faltaría contarles y me encogí de hombros, porque la realidad era que no lo recordaba, por lo demás había sido todo muy tranquilo, salvo por la vez que tenían cautivo a un compañero mío en la Orden, no había pasado demasiado, así que sonreí esperando las noticias del resto y sintiéndome alegre de estar en familia y en casa, no había nada más lindo que estuviéramos todos unidos y en paz por comer y pensaba en que así deberíamos de estar siempre y que lucharía porque así fuera, por muchos años más. 

 

@ Annick McKinnon  @ Arya Macnair @ Mael Blackfyre   @ Arcanus  @ natasha evans malfoy

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  • 2 semanas más tarde...

Aunque aún me sentía triste por regresar a mi hogar y no encontrar a mi padre para que conociera a su nieta, me reconfortó ver que mi hermana Luna se dirigía feliz a nuestro encuentro. Al ampliar mi visión del salón observé que había más integrantes de la familia que reconocía: mi madre Annick y mi sobrino Mael.

Al llegar a mi lado, lo primero que hizo Luna fue adular a la pequeña Neftalí, es una niña tan bella! y como era de esperar me hizo las preguntas cruciales de mi desaparición: "¿dónde estuviste? ¿Estas bien?". Levanté mi mirada y le contesté esquivando los detalles.

- Hola Luna. Estamos bien. Perdón por no avisar de mi partida, necesitaba volver con la familia que me acogió para hablar unos temas pero una gran tormenta anticipó el parto, así que... te presento a tu sobrina Neftalí- finalicé esbozando una cálida sonrisa mientras le acercaba la niña a su lado.

 Estuvimos unos instantes en silencio mientras la pequeña abrió sus ojos y le sonreía a su tía. El momento fue interrumpido por una fuerte voz que nos "invitaba" a sentarnos, era la voz de mi sobrino. En lo personal pensé que la niña se asustaría por su resonancia pero me sorprendió ver que estiraba suavemente su cuello y movía su cabeza como buscando la procedencia de aquella voz.

Poco a poco todos nos fuimos sentando dejando, inconscientemente, la cabecera libre. Comenzamos a comer los manjares que los elfos habían colocado sobre la mesa. El incomodo silencio se hacía notar. Neftalí se había dormido. Una de las elfinas me alcanzó el carrito para acomodarla allí y poder disfrutar de la comida familiar?

- Gracias- le dije colocando a la pequeña y acurrucándola-. La noche que Neftalí nació, los hospitales estaban colapsados por los pacientes con coronavirus y neumonías graves- acoté mirando en la dirección que se encontraba Luna,- es por eso (y la tormenta) que Neftalí nació en la casa donde me hospedaba. Gracias a Dios no hubo complicación y la pequeña, a los ojos de los muggles, era una niña "normal". 

Distraidamente mientras decía esta última palabra, comencé a preguntarme quién sería su padre. En este caso, lamentaba no poder recordar nada de cuando la otra Natasha tomaba posesión de mi cuerpo. No veía la hora de poder afrontar mi oscuridad interior y volver a ser sólo una persona... 

La última pregunta de mi hermana me trajo nuevamente a la mesa. 

-¿Qué te puedo contar?...- decía para mis adentros y volví a repetir la pregunta en voz alta- ¿Qué les puedo contar?...¿Valdría decirles que lamento haberme ido así de repente, pero que estoy acá para quedarme de forma definitiva y afrontar lo que venga junto a la familia?- les dije con la inocencia de un niño que se ha portado mal y busca una sincera disculpa.

-Neftalí nació con 3.800kg justo cuando un gran trueno resonó en el cielo y su luz iluminó el interior de la casa- acoté como una nota de color-. Madre, ¿dónde está mi pequeño hermanito Elros?- pregunté mirando a Annick.

@ Luna Gryffindor Delacour  @ Annick McKinnon  @ Mael Blackfyre  

Editado por natasha evans malfoy

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  • 4 semanas más tarde...

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Semanas más tarde…

 

Miraba a través de los cristales de la ventana. A ésa altura de la mansión, se podía observar casi todo el terreno que rodeaba a la edificación: las estatuas, los árboles, los caminos, todo. La noche igual era bastante oscura pero una de las más despejadas. Eran las primeras en las que el otoño ya se había llevado casi todas las hojas de los árboles y las había dejado arrastrando sobre la tierra. Todo se iba a volver más frío aún. Miré el reloj, era la hora.

Me aparecí justo sobre la escalinata que llevaba a la entrada de la Gryffindor. Miraba por sobre el final, donde reposaba tranquilamente las rejas. Tenian que llegar en cualquier momento, había convertido a la mansión en un posible junte de seguidores del señor tenebroso. Si, allí mismo haríamos una pequeña reunión de las cosas que se avecinaban. Miré por segunda vez el reloj. ¿Quién vendría?

Ante la invitación en la mansión, esperaba que fuera un agradable encuentro principalmente con @ Juv Macnair , la cuál habíamos pactado encontrarnos de antemano. Habían surgido algunos proyectos que sonaban demasiado interesante y como todo grupo social, debíamos establecer lazos y además, contactos. Había avisado a algunas personas más pero no estaba seguro si aceptarían la invitación o no.

 

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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La noche comenzaba a caer sobre la ciudad, elevándose enormes sombras producto de la puesta de sol. El astro rey le cedería complaciente su sitio a la luna, aquella amiga silenciosa que guiaba sus pasos por las adoquinadas calles.

Uno que otro farol se encendía, dándole a su anatomía una especie de Aura oscura, contrastando la misma a la perfección con el par de ojos azules que se asomaban debajo de la capucha que protegía su dorada cabellera. 

Sintiendo un ardor agradable en su nuca, echaba en falta los años en los que aquel tatuaje, jamás dejaba de quemar su nivel piel. Anunciando que una batalla encarnizada estaba a la vuelta de la esquina, pero eran otros tiempos y las cosas acaban más lentas que una tortuga reumática. 

Al menos ella, no desperdiciaba el tiempo en banalidades. Sino todo lo contrario, fraguaba ataques clandestinos que les darían un buen escarmiento a los fenixianos. No era de extrañar que ambos bandos estuvieran en Stand by, posiblemente buscando el balance que les diera la pauta para retomar sus actividades. 

Siempre llegaba a tiempo a una cita, no sería bien visto que dejara esperando la Lugarteniente del bando tenebroso. Adentrándose en los terremos de la familia Gryffindor, llegaron a su memoria incontables batallas que disfruto como nunca en ese sitio. 

Llamando a la puerta dos veces, esperaba que Mael no se hiciera restar más de la cuenta. Tenían deudas pendientes y era el momento de ponerse al día con cada una de ellas. 

@ Mael Blackfyre

Cuando eres tan grandiosa como yo, es difícil ser humilde

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Básicamente ya eres la mitad de una maldición

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— Llegaste…

Comenté, entre susurros. Aquella bruja de cabellera rubia apareció en la entrada de la mansión a la hora justa que habíamos estipulado. Me aparecí justo a su lado, porque la estaba esperando. Había algunas personas merodeando dentro de la mansión, asi que no quería que nos vieran ni escucharan dentro, mantendríamos una leve reunión fuera, en los jardines. Esperaba que eso no lo ofendiera. Apoyé mi mano en su hombro y apreté suavemente.

Eres una de las únicas en las que puedo confiar ¿sabes? Conoces mi identidad como mortífago y lugarteniente. No debo ocultarme ante ti —¿estaba demostrando cariño y confianza a alguien? Si eso hubiera sido consciente, tal vez no lo hubiera elegido. No me agradaba abrirme ante las personas. Pero @ Juv Macnair  se lo había ganado, me había ganado. Le hice un gesto para que me acompañara en una caminata nocturna. Miré hacia la entrada, estaba cerrada. La mayoría de las ventanas estaban oscuras. Luego miré el panteón del Viejo Auror—. Algunas lenguas me han dicho que eras una ferviente enemiga de Elvis Gryffindor. ¿Es asi? Suena glorioso haber luchado en aquellas épocas —le confesé a la bruja, mientras ése pequeño edificio se acercaba más.

Unos pasos más lejos se encontraba aquellas estatuas, El León y el Lobo. Le había mandado la carta especialmente a Juv, porque sabía que ella era una de las únicas en sumarse en ésa alianza, en ése proyecto. Pero sin dudarlo también mandé ésa invitación ante otros mortífagos, tal vez les agradaría agregarse en ése círculo de confianza, que solamente lo usábamos para proyectar e idear planes macabros. Estaba de acuerdo en pensar que la única manera de ganar la batalla era crear un cuerpo unido entre nosotros.

@ Sagitas Ericen Potter Blue  @ Arya Macnair  @ Candela Triviani  @ Kamra Ashryver D.  @ Anthony Ryvak Dracony  @ Jeremy Triviani  @ Raelyn

Editado por Mael Blackfyre

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GOLDOR ♦ DEMONIUM MERIDIANUM

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La carta se incendió en mis dedos, las cenizas escurrieron suaves y tibias hasta perderse en la oscuridad de la noche ¿Por qué me estaban citando de esta manera tan rústica? podrían atraparnos, últimamente me sentía paranoica ¿Así se habría sentido Aaron, eso lo habría llevado a matar a Elvis? sacudí mi cabeza, tantos rostros acudían a mi memoria, tantas personas que sabían de mi y podrían traicionarme, personas que amaba y en quien confiaba. Sorbí por la nariz y me perdí en el sonido que la suela hacía al raspar la grama y las piedras del sendero que me llevaría hasta el panteón de los Gryffindor, tenía ambas manos en los bolsillos, me aferraba a la tela con violencia, le había repetido más de una vez a Mael que no quería ir allí, que aun no estaba lista para siquiera verlo en cuadros, y ahora se olvidaba de mis palabras. 

Aun así como Líder fui incapaz de retroceder, no podía mostrar mi desacuerdo ante semejante profanación. 

Al llegar exhalé notando que aun no había nadie, pero que tampoco me había citado solo a mi. Contemplé a Juv con recelo, casi podía oír a Elvis maldecirnos desde donde quiera que estuviese. Me crucé de brazos asintiendo a modo de saludo sin emitir una sola palabra, esperaba que me dijesen para qué estábamos allí, más lo segundos corrían y yo me había vuelvo alguien impaciente e intolerante. 

―¿Por qué aquí? teniendo tantos sitios donde reunirnos... ¿Nos están persiguiendo y no me enteré?

No apartaba la vista de mi compañera, casi ni la brisa me hacía parpadear, y mi voz sonó tan gélida como el viento que soplaba en aquellos terrenos. 

@ Mael Blackfyre  @ Juv Macnair

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Mi brazo flexionado descansando en el marco de la ventanilla del carruaje negro que mi padre Reacón dispuso para mi uso personal, los briosos corceles negros tienen un aspecto inofensivo, pero en realidad son caballos demoniacos que en cascos y crin, brotan llamas de fuego infernal. los ojos rojos brillan con intensidad, aunque solo pueden percibirlo otros demonios sea cual sea su rango.

Observo la calle pero sin ver concretamente nada en especial, mi pensamiento me hace estar ausente, por lo que no escucho lo que el paje está tratando de comunicar, no tengo interés por lo que tenga que decirme, por mi, hubiera preferido viajar solo.

El carruaje se detiene con suavidad, es entonces que el paje abre la puerta y desciende, sostiene la puerta y yo lo veo por unos instantes, recuerdo como mi padre lo ha tratado desde que está a su servicio. Será divertido hacer lo mismo. Hago un gesto de fastidio y digo sin más: --¿Acaso pretendes que ensucie mi calzado? -- me mira perplejo, pero se coloca como "banquillo humano" para que descienda sobre su espalda y majestuoso arribe a aquella mansión. Me regodeo de satisfacción y cruzo la puerta de aquella residencia.

--Buenas noches.  

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Como era de esperarse, los jardines de la mansión Gryffindor estaban desolados, incluso más que el interior de la casa. Con la compañía de Juv, empezando una leve charla, pude darme cuenta que también hacía acto de aparición un joven mago que había empezado a relacionarme cada vez más, Ryvak Dracony. Asentí con la cabeza a modo de agradecimiento, respondió al llamado en cuestión de segundos. Debía mantener cerca a aquel muchacho. Pero mi atención se desvió a la pelirroja que también había decidido venir. Ni más ni menos que la Líder de la Marca Tenebrosa. La inclinación de mi cabeza fue un poco más pronunciada y lenta.

¿Por qué no? —me atreví a responder a Arya, con un tono decidido. La miré. Si, sabía que me estaba sobrepasando y no me detenía de ninguna manera. Estaba seguro que si hubiera hecho algo mal, tal vez Arya hubiera tomado represalias. ¿O éstas aún no habían llegado? Podíamos decir que convertirme en su servidor más cercano me había vuelto un poco soberbio. Dentro de la libertad que me brindaba pertenecer a la Marca Tenebrosa, tenía más libertad aún. Continué con mi respuesta: — Es mi mansión, la Gryffindor ahora nos pertenece. No estaremos en peligro aquí —la miré fijamente. ¿Por qué temía estar allí?

Cerca de nosotros estaba el panteón donde se encontraba el difundo Viejo Auror. A unos pasos más, estaban aquellas estatuas. Los árboles, arbustos y resto de los jardines estaban aún más allá. Miré a Anthony y le guiñe un ojo. Tenía a tres compañeros allí, estaba seguro que no habían venido a tomar una limonada. Teníamos que siempre estar actuando desde las sombras y eso me aburría. Pero mientras tanto, aprovechábamos

Gracias por haber venido. Particularmente siento que estamos quedando en las sombras. Con los brazos cruzados. Deberíamos salir un poco más. Tomar territorio. ¿No creen? —confesé ante ésas personas—. Tenemos algunos nombres del apestoso bando de la Orden. ¿Por qué no buscarlos y hacerlos suplicar? Hay familias que están dudando su lealtad en nosotros. Hay mortífagos que traicionan el bando en nuestras narices y andan libremente por ahí. ¡Y un muggle siendo primer ministro! —respiré. Decir aquellas cosas en voz alta, tal vez me hacían levantar un poco el temperamento. Los miré, esperando algún tipo de respuesta.

@ Juv Macnair  @ Arya Macnair  @ Anthony Ryvak Dracony

Editado por Mael Blackfyre

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Calcule mostrar sin problema mi porte altivo, con trabajo y constancia me he formado una envidiable reputación que me llena de orgullo. Intercambie una mirada con mi nuevo conocido @ Mael Blackfyre  que gozaba de la compañía de dos brujas hermosas, era un agradable encuentro con @ Arya Macnair  con quien me divertí en un interesante duelo que me dejo un "buen sabor de boca"...con ganas de volver a tener otro "enfrentamiento de colegas y combatientes acérrimos del arte mágico por excelencia". También di una mirada de admiración a la otra mujer, toda ella era un misterio que uno desea develar, su actuar decidido y audaz, la hacen una persona a la que se desea conocer más profundamente, pero primero hay que averiguar la razón que movió al pelinegro a enviar aquella invitación.

Coloque mis manos a medias en los bolsillos de mi pantalón oscuro ¿había ido antes a esta mansión?...tal vez no, pero eso no era importante. Al menos nuestro anfitrión fue directo al grano y lo que más me llamo la atención, fue aquella parte donde mencionaba el "Tomar territorio", aquello me hizo sonreír de entendimiento mutuo...al fin comenzaba a escuchar lo que era pertenecer al grupo selecto de la Marca...no dije nada, como si los fines los conociera desde hace mucho, pero era desde hace unos días, que me estaba enterando de los pormenores. Gire mi rostro hacia la líder, pues recaía en ella proponer las directrices, por mi cuenta soy "materia dispuesta" a los nuevos planes.

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— Prometí que vendría o ¿no?—respondió mirando al Blackfyre— Se que eres y lo que no deseas que se sepa de ti. No te preocupes mis labios están sellados, aquel secreto que tan celosamente me compartiste se irá conmigo a la tumba—sonrió al escuchar el nombre de Elvis Gryffindor— Era de los pocos Fenixianos que respete realmente, considere mi rivalidad con el algo más allá de lo épico y conocido dentro del mundo mágico—confesaba dando un paseo al lado del Lugarteniente— ¿Cuál es el verdadero motivo de la misiva que me enviaste?, ¿Qué deseas de mi?—aquel par de dudas afloraron de sus labios como lo hacen las raíces de un árbol fuera de la tierra que les debería dar cobijo.

Tuvo la oportunidad de conocer al hombre dentro de una festividad relacionada con San Valentin, poco o nada quedaba de los recuerdos de esa fecha. Tras irse por una larga temporada a Holanda, volvía para acomodar las cosas que lo requirieran y dejar de lado las que eran pasado pisado. La reunión pintaba para ponerse interesante, sintiendo la presencia de Arya, no pudo evitar ensanchar la sonrisa que estaba en sus labios— Nadie nos dará caza, no cuando la líder de la Orden está más ocupada en planear su boda. Dejándonos la cancha abierta para hacer de las nuestras, supe que nuestro querido Lugarteniente, le hizo una visita al prometido de Mica—lamentó falsamente haberse perdido ese suceso.

— No hay nada que esconder, Arya. No seas paranoica, justo me recuerdas a alguien que conocí. Creo que es hermano tuyo, aunque no estoy segura de ese dato, ya lo cotejare a detalle en otro momento—saludaba con una ligera reverencia a su líder —Anthony es un placer verte—agregó elevando su zurda para saludarlo con un gesto afable— Espero que la fiesta inicie pronto o al menos, ya dejes tanto misterio de lado, Blackfyre—le miraba fijamente. Extrañamente sentía una conexión inexplicable con el caballero, nada fuera delo habitual o posiblemente si— Alianzas pueden existir muchas, pero pocas suelen dar buenos frutos o dividendos para las partes que las conforman—sonaba bastante realista su apreciación. 

Desviando la vista al par de estatuas, deseaba darles vida para lanzarlas contra los que osarán profanar con sus plantas aquellos terrenos. Le gustaba preservar las propiedades de los que consideraba buenos amigos, quizás le faltaba cuajar un poco más a la relación que tenía con el caballero. Pero el tiempo solía acomodar las cosas en su justo lugar, esperando que el resto de sus compañeros apareciera apretó con fuerza su zurda invocando su oscura varita Esto se va a poner bastante bueno afirmó jugando con un mechón rebelde de su larga cabellera dorada

@ Mael Blackfyre @ Arya Macnair  @ Anthony Ryvak Dracony @ Sagitas Ericen Potter Blue @todos los demás xD

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