∞ La Mazmorra ∞ (MM B: 99618)

[OttoBlack]

Ya era muy tarde el Black, hacia demasiado tiempo que no caminaba por esas calles, mucho pero mucho, pero aquí anda de vuelta volviendo nuevamente a la rutina, volver a todo como los viejos tiempos, si había salido del país  había salido de Londres. Tomado unas pequeñas vacaciones que con el tiempo ,se fuero alargando he alargado   más de lo necesario , más del tiempo cuadrado pero bueno las mejores cosas son la que uno he no espera, he ese viaje que hizo le sirvió de mucho, no solo para el sino para su esposa que también había decidido viajar con él , para recargas pilas salir de la rutina pero también en plan luna de miel ahora .El demonio caminaba hacia la tienda mágica que se le hacía familiar el nombre, ponía su mano en la manilla de la puerta girándola, para entrar sin tiempo que perder.

 

Otto miraba todo el decorado con la mirada, viendo que había una que otra personaje, así que rápidamente el mago iba al mostrador para ver los productos que vendía la tienda para saber si había uno que le llamaba la atención. Gente venía e iba el Black solo miraba un lado hacia otro sin rumbo fijo, como si anduviera analizando algo como si estuviera pendiente de cualquier detalle que le llama la atención. Mientras luego  sentaba en la barra para pedir algo para tomar, cuando se lo servían le daba el primer trago del momento.

[Eterno Black Triviani]

 

No es mucho pedir menos cordura cariño mío, ya que pronto ya no estaré más a tu lado, la pena envuelve mi alma y más mi soledad que me apremia me parte en dos saber que no estás más a mi lado, yo tan cerca y a las vez tan lejos. Si lo hice, no fue por mi ni por nadie, solo se dió en este cambio de sentir en esta vida, pero que esperar más o mejor dicho porque esperar más si tú no estás ni yo tampoco...

 

Mirando como el segundero se desplazaba en sentido horario dentro de ese fondo redondeado blanqueado por el tiempo, cumpliendo cada minuto sin esperar nada pero si recordando después de tanto en tanto lo que en su corazón había estado hace mucho. Su mirada fija y aún de pie observaba en aquel viejo reloj de manecillas que aún funcionaba sin cesar. Se preguntaba el que hubiera  sido y porque no fue, el porque tanto se quiso y nunca se dió. Ni yo ni tú supo nada, simplemente no se dió. Miró el reloj de cadena que escondido en su bolsillo se encontraba bajando luego la tapa plateada la cuál cerrando luego de mirarla y corrigiendo seguidamente el tiempo con su dedo la hora. 

Guardó su reloj y se retiró de ese lugar y saliendo a despejar su mente y así olvidarse de su dilema, aunque sin ser tan tarde ya del tema había charlado con una dama, un vieja dama que por edad no era vieja pero si vieja en en apreciable calidad de amistad como de conocerla, @ Ada Camille Dumbledore  era  así que después de haber quedado con ella y aclarar de una vez por todas el porque ya su hermana no estaba más cerca y el porque de su desaparición., Lady , Lady se llamaba cuando era su existir y porque olvidarla en esa pena si ella era su inspiración. 

 

No quería quedarse más confuso de lo que notoriamente se encontraba, no era la cosa por su salud mental o física, la que había descuidado tanto. No sabía que pensar ni que esperar pero decidiendo ir al punto acordado con ella, de adentro en esa calle tan larga que llevaba esas luces que colgaban a los lados, tan elegantes que iluminaban.su recorrido. 

No esperaba mucho que después de ese lapso de que no se sabía de él no le reconociera ella a él por tanto se vistió lo más parecido que pudo a su yo antiguo pero sabiendo que nin lo recordaba no lo puedo concretar.  La carta que antes había leído lo guardaba en cuatro llaves la llevo consigo y paso al bar de este lugar. Se quedó parado esperando si debía ingresar o no, aunque realmente quería curar su pasado. 

[Ada Camille Dumbledore]

 El frío del invierno no me hacía muy feliz, me gustaba la vida nocturna de París y de  Londres pero evitaba salir sin no había una buena copa de por medio para calentarme, pero esta vez el asunto era serio. El novio de mi querida hermana Lady el mismísimo Canciller Suizo me citaba para hablar conmigo. La verdad no tenía idea de que quería hablar y más en un lugar así y de noche, no era algo oficial entre naciones, lo que me hacía pensar que quería hablar sobre mi hermana.
Tiempo atrás ellos habían iniciado una relación, cuando fuimos a una reunión en Suiza una que salió mal y caótica a la hora de recordarlo por mi ex novio y ex escolta, lo que me traía malos recuerdos. Cosa que a ellos no, pues según mis remembranzas de esa noche habían hecho un buen tratado entre naciones. Suspiré por el frío, venía directamente desde París de mi oficina hasta un local de propiedad de la familia de madre adoptiva, específicamente de mi abuelo, al menos era un lugar de mi familia. Mi vestimenta era típica de la oficina: blusa blanca, blazer mostaza, pantalón negro y bolso negro, lleva a unas gafas que parecían Oscuras, pero podía ver perfectamente bien a los demás.. Arribe al local esperando ver al canciller y allí casi en la puerta lo encontré esperándome.

 

-Monsieur Canciller que bueno poder verle, creo que mejor en una mesa dentro del local podemos, el frío del invierno no es de mi agrado a decir verdad... 

Estreche su mano y me adentre al local para buscar una mesa, vi al mesero y le hice señas para que nos atendiera, me urgía tomar un vino, tal vez tuviesen un Chateau Petrus para mi, no perdía la esperanza.

-    Joven si tiene un Chateau Petrus frío traiga lo de inmediato por favor osino su mejor botella de vino francés, y pronto gracias. Usted desea algo Monsieur?

Me dirigí al mesero y después al canciller Suizo  con calma. 
 

@Eterno Black Triviani

[Eterno Black Triviani]

Miraba la entrada de ese local al que le llenaba de recuerdos, bajo su saco largo de un color neutro el cuál llegaba hasta sus pies que en su grosor de la fina tela le cubría del duro invierno, quedó en blanco momentáneamente hasta que escucha que le llamaban lo que le hizo reaccionar y volteando a ver al reconocer aquella voz, mostrándole seguidamente una leve sonrisa de cortesía para luego aceptar con un gesto de afirmación a su pedido donde ambas manos se saludaron seguido de ambos besos en la mejilla. -   Muchas gracias por atenderme en estos momentos, se que su tiempo es indispensable para UD.-  y a la vez de mostrarle el camino con las manos, al mismo tiempo que la entrada abría automáticamente.

El lugar no había cambiado mucho solamente el ambiente no era el mismo ni la música la cuál era ahora un poco más sería, quizás pues había subido notoriamente de categoría, supuso. 
Al escucharla imaginó que andaba con sed como todo francés en vez de agua es el vino. Miraba cada movimiento de su invitada de agradable compañía, seguidamente el mozo se acercó recibiendo nuestros pedidos, recordaba lo independiente que era y para ella no había tanto formalismos. 

- Agua, un vaso amplio lleno de agua fresca... Con unos tantos hielos, pero aparte... Gracias. -
Acabó por contestar mirando al mozo al escuchar a la Francesa, el agradecimientos fue mirando a mi acompañante.  De lo cual agregó al notar que se había retirado el que nos atendía.
-Estoy muy agradecido por tu presencia, aunque a mí confusión no sabía a quién más recurrir para no despertar suspicacias...- hizo una breve pausa y prosiguió- - Mira, ya que siento que guardo contigo algo de confianza o por así decir la tenemos o quizás sea por mi parte pero quisiera agregar cartas en este asunto que lo tengo ya varios años rondando en mi cabeza... Umm se trata del tema de tu hermana, Lady, a ese punto quería llegar. Así como yo desaparecí, por su parte ella creo también hizo lo mismo, lo cual no me queda "tan" claro a lo ocurrido. Por aquello vengo a pedirte ayuda en ese tema. -

Le miró profundamente bajo su mirada de una confusión algo opacada a la confianza de entrar la solución de sus dudas. 
El mozo llega seguidamente trayendo consigo un carrito con una gran balde con la botella de vino de la elección de mi joven acompañante y tantas copas más por si me animaba a tomar con ella, y abajo de mobil una jarra llena de agua con hielos aparte con sus respectivos vasos. Seguido al estar a nuestro lado mostró la botella y la destapó después de recibir nuestra aceptación y virtiendo un poco de vino le da a degustar y a llenar la copa con tan fragante cosecha de gran cuerpo. Lo mismo hace con el Canciller el cuál prueba un sorbo del agua y deja su vaso sobre portavasos depositando en el mismo un par de hielos, esperando de derritan mientras miraba a la joven. 

@ Malum Luxure

@ Ada Camille Dumbledore

Editado 10 de Febrero del 2022 por Eterno Black Triviani

[Ada Camille Dumbledore]

El bar estaba algo solo o poco concurrido y tal vez era la hora o la época, el frío no era amigo de nadie. Bueno si hablábamos del calor tampoco, todos los extremos son malos, pero yo no era de frío y eso que París no se destacaba por se una ciudad muy cálida en cuestiones de clima, pero Londres era mucho más fría y eso tal vez era lo que hacía que no me agradara estar mucho tiempo allí en invierno. A decir verdad quería estar en frente de mi chimenea con una manta y vino caliente para estar más en calma, pero bueno no se podía justo ahora.

Las palabras de Eterno me hicieron ver que el tema de conversación era de justo lo que estábamos pensando: el quería saber de mi hermana. No era de extrañarse pues ellos habían tenido una relación y después las obligaciones y demás les había distanciado. Suspiré ante lo que decía, Lady no sólo le hacía falta a él, para mí había sido duro pero comprendía la situación más de lo que él creía porque sabía cosas personales de la demonio que ni yo sabía al detalle. Tras la llegada de las bebidas tomé mi vino y disfrute de un trago largo y delicioso, sentí el calor como empezaba a generarse por mi cuerpo y me sentía más tranquila.

 

- Pará ser completamente sincera, cuando te fuiste ella no estuvo mucho más tiempo aquí, nos dejó una carta diciendo que iría a Viena a arreglar el Reino, luego de eso Malum se encargo de Austria y mi querida Lady se fue de allí… imagino yo a buscar paz.

Un pequeño nudo cerro mi garganta y lo disimule tomando más de mi copa, conocían la tristeza de mi querida hermana antes de partir a Austria, razón por la que no fui tras ella en aquel entonces y me arrepentía de mi haberlo hecho pues sentía que no la había apoyado lo suficiente. Otra idea me cruzó por la mente y mire con atención al canciller

 

- ¿Nunca se comunicó contigo? No se en que términos finalizaron ustedes antes de separarse, pero ella te amaba, lo sé porque me lo dijo y pensé que usted también lo hacia

 

Afirme finalmente era lo que yo sabía, pero si me preocupaba el hecho de que no supiera donde estaba mi hermana.

@ Eterno Black Triviani