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Botica Lockhart (MM B: 110527)


Bodrik
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Alessandra se hecho a reir ante el saludo de su tio. Era cierto que llevaban mucho tiempo sin verse y no tenia escusas para.darle ante su.desaparicion, pero le alegraba.saber.que.seguian progresando y siendo.tan.unidos.como.siempre ademas.de.su.sentido del humor.

 

-Hola Tio-lo saludo con una.sonrisa-es verdad.ya.ssbes.la.vida.de.una.mujer casada-.se.hecho.a.reir.

 

Desde que.se.caso.no.habia.pasado.un.dia.sin.que.hiciera.una.broma de.ese.tipo, Kamra.se.habia.vuelto.la.mujer.de.su.vida.alegrandole.todas.las.mañanas como.si fuera.un.sol personal, no.recordaba.la.ultima.vez.que.se.habia.sentido asi pero.sin.duda.no.se.comparaba.a.lo.que.ambas.tenian.

 

-Hablando.de.tanto.tiempo-le dijo mirandole.seria.pero por.dentro se moria.por.reir.ante.su.cara-ni.fuiste.a.la boda- le.riño.

 

Realmente no.le.importaba.la.cantida.de.personas.que.asistieron.sino.su.familia, era.lo.unico.que.pedi.que.fuera porque.nisiquiera.su.madre.fue.por.el.hecho.que.le.recordaba.a.su.matrimonio.fallido pero al menos.esperaba.contar.con.el.apollo.de sus.tios, hermanos.y.demas.familiares.

 

-No.era.un.lugar lejos-

 

 

 

@@Alexander Fox

 

perdon.por.los.puntos, tengo.cel.nuevo y.tengoue.cambiarle la.configuracion de escritura D:

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Sonrió encantado al escucharla reír, era gustoso saber que el matrimonio de la pequeña iba tan bien o eso parecían decir sus lindos ojos que parecían brillar con mucha fuerza, y esperaba que siguiera así por mucho tiempo, para Alexander la felicidad de su familia resultaba importante, era algo que nunca había esperado, pero fue algo que se creó al conocer cada integrante.

 

-ou… - susurró para verle detenidamente, no esperaba esa seriedad de pronto, y le hizo sonreír algo nervioso, no tenía una verdadera excusa, había recibido la invitación, aquello le hizo realmente feliz, el que pensaran en él lo había llenado de buenas energías.

 

-No tengo excusas pequeña, te debo tu regalo de boda… y aunque sea tarde, de verdad espero que tengas un matrimonio realmente feliz, te deseo siempre lo mejor – sonrió gentilmente, no deseaba decir mentiras, pero los imprevistos siempre aparecían, aunque el no haber colocado a su familia primero, fue un serio error.

 

-Dime… ¿como podrías perdonarme? Que tal si por lo pronto te invito un te – invitó haciéndole pasar hacia la tienda donde se encontraba la zona del te.

 

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@@Tamarindo había contestado rápido y por supuesto no se creyó la seriedad de la Lockhart, tocio como si en realidad estuviera resfriada y justifico el tomar el té de menta por el que había ingresado y preguntado. Por supuesto que la rubia no pudo menos que reírse de sus ocurrencias, pensando en fiesta y comida y quien podía culparla si llevaban varios meses celebrando cumpleaños en todos lados, dado que cada mes un miembro de la familia celebraba su aniversario.

 

--Jajaja ¡claro que no habrá pastel! Pero hubieras traído unas magdalenas y quedaban perfectas con el té-- dijo la rubia en su afán de bromear a la chica, que era conocida por sus dientes diligentes para los platillos en las fiestas, era una de esas grandes amigas de la familia que alegran toda ocasión con su forma de ser. Alexander le dio la bienvenida a la Botica y Cye asintió.

 

--Ciertamente esperamos tenerte como cliente frecuente, pero sin que estés enferma, que el malestar no se le desea a nadie-- dijo sinceramente --Vendemos ingredientes para pociones, preparamos y ayudamos en la restauración de la salud y también tenemos Tés medicinales, además de una novedosa máquina expendedora de dulces-- giro la vista hacia Ezra y abrió mucho la boca al ver la cantidad de envoltorios que había en el piso, a un ladito de la maquina, cual montañita --Bueno… si mi hijo dejo alguno en la maquina-- dijo un poquito preocupada por la cantidad de azúcar que el infantes estaba consumiendo, había que detenerlo.

 

En ese momento su nieta Alessandra ingresaba al lugar, parecía bastante contenta, y Alexander acudió a atenderla, Cye no pudo evitar notar el brillo en los ojos de la bruja y ese destello de felicidad que irradiaba, el amor hacia eso y ella lo reconocía donde quiera que lo veía. Cye como mucho de los familiares no había podido asistir a la boda, pero el regalo que había pensado darles seguía vigente y pronto se los haría llegar en su hogar, tenía que ser allí donde los lazos de ambas brujas se entrelazaban y daban fuerza a la unión matrimonial, pero ya hablarían de ello.

 

--Se te ve hermosa Aless, imagino que Kam está igual, en hora buena por las dos-- dijo elevando la voz para que la oyera, sin moverse o dejar a Tamarindo sola. Como era de esperarse algunos cócteles e infusiones iban a ser preparados como muestras gratuitas para los clientes que asistieran aquel primer día. Así mismo habían algunas galletitas hechas a base de regaliz, que eran muy buenas para la digestión. Mismas que reposaban en varias cestitas a lo largo del mostrador para que los clientes las probaran.

 

--Espero que nos hagas mucha publicidad con tus clientes de la galería Tama, ¿quieres una galletita?-- ofreció señalando la cesta.

 

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@ Zamolódchikova @@Alexander Fox @@Ezequiel granger @ @@Bodrik @@Ezra Lockhart @@Noah Lockhart @@Patri Gryffindor L @@Mikaela Fox

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-- Es que esta vz no traia magdalenas sin mas, y no sabía que iba a entrar a este nuevo local, sino claro que habría traido magdalenas, sabes que me encanta hacerlas, y sobre todo ver como te las comes con tanta felicidad.

 

Es que Cye se comia mis magdalenas de una forma que nadie mas lo hacia, las devoraba, pero a la vez las comia de una forma muy elegante y fina. Vamos, era única comiendolas, y sobre todo era quien mas las disfrutaba, despues de mi, claro. O puede que incluso mas que yo, quien sabe.

 

--Bueno, veo que este sitio será mas para la salud que para el disfrute, no? Yo bueno, enferma no estoy, pero sigo deseando probar ese té de menta, es que me vuelve loca la menta, y bueno, me gusta probar todo lo que lleve menta. Dije ya muchas veces menta? Ejejeje

 

Estaba un poconerviosa, se me notaba cuando hablaba mucho y sin sentido, pero eso me daba igual, estaba con esta gente tan maravillosa que me acoje y me invita a cada fiesta que hace la familia.

 

--Pues en mi negocio sirvo mucho té, la verdad, y es un té un tanto especial, porque la gente se abre mas a mis preguntas y responde con mas sinceridad despues de tomarlo... no sé si me entiendes

 

Esto le dije a Cye muy por lo bajito, no queria que se enterara nadie, porque sino dejarían de venir a hacerse retratos a mi galería.

 

--Espero que me guardes el secreto. Y si me puedes proveer de un té parecido, claro que vengo aquí a por él. Me encantaria.

 

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Miro a tama mientras esta parecía estar analizando la situación aunque claro en esa vez su madre había parecido que hablaba enserio que incluso el se lo hubiera creído de no ser porque sabia lo que ocurría a la perfección, como siempre mostrando su buen humor y su inventiva tama comenzó a toser, al verla el chico sonrió ante la graciosa escena que había hecho que se olvidara de ir a revisar el ruido que había llamado su atención con anterioridad, era muy bueno poder tener ese local con su familia pues así no solo podría experimentar con pociones sino que ademas podría pasar tiempo con sus familiares y ver una que otra escena graciosa como la que presenciaba y donde tama no se olvidaba de comer, pues esas escenas le hacían olvidar el estres del trabajo que aunque pasaba poco tiempo en la oficina a veces solía ser un poco estresante.


Mientras miraba uno de los instrumentos tama soltó el comentario de la fiesta, era comprensible que creyera eso pues en las ultimas fechas había habido muchas fiestas aunque en esta ocasión no habria pastel a menos que quisieran celebrar la apertura de la botica, después de terminar sus cosas y de reír por lo de tama miro a Ezra quien como era de esperarse estaba vaciando el dispensador de dulces lo bueno es que tenían aun mas guardados aunque tendrian que buscar la manera de evitar que Ezra se los acabara, en cuanto termino de acomodar los utensilios y de reír por tama se dirigió a la trastienda no solo para revisar que había sido el ruido anterior sino que también para ir por los caramelos del dispensador.


Entro a la trastienda y se encontró con su hermana Patri y su amiga Junny quienes estaban riendo y mientras acomodaban las cosas y al parecer estaban bromeando un poco lo cual había generado el ruido, no sabia que decir pues parecía estar interrumpiendo algo, se sentía apenado por no haber tocado antes de entrar por lo cual solo las miro -permiso- comento para después tomar los dulces y salir de allí lo mas rápido que podía y no interrumpir mas, salio con una bolsa de caramelos y justo en el momento indicado pues alcanzo a escuchar a Alessandra recriminarle a Alex por que nadie de la familia había ido a su fiesta -oye pero que yo estoy pintado, yo si estuve presente en la fiesta llegue tarde como siempre pero estuve presente- comento inflando sus mejillas copiando a Mika , se acerco a su hermanito pequeño y en ese momento saco una paleta interminable dándosela para que dejara en paz los dulces del dispensador mientras el lo rellenaba y limpiaba las envolturas.




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@@Tamarindo como siempre era muy amable y muy divertida, estaba un poco apenada, o fuera de confort por encontrarse en un negocio nuevo y también descubrir que sus propietarios eran nada menos y nada más que la familia Lockhart, quienes la consideraban una buena amiga y ya parte de la misma, así que ninguno se sorprendería de verla por allá con frecuencia.

 

--Por supuesto que podrás probar el té de menta, es muy rico y refrescante-- dijo la rubia al descubrir que la menta era una de las hierbas favorita de la chica, pocas personas apreciaban en realidad aquella planta, más que para uso medicinal y decoración. Ahora le sorprendía un poco lo que confesaba sobre la bebida que ella solía ofrecerle a los clientes en la galería, más no el efecto que esta tenia, pues el té de por si era un gran estimulante y relajante, proporcionado en un ambiente adecuado y con la compañía sobre todo fonética adecuada podía hacer cantar hasta a un mudo. Claro que la curiosidad la mataba.

 

--Podemos proporcionártelo, siempre que me digas sus componentes o me dejes probarlo-- el paladar de la Lockhart era refinado y capaz de dilucidar un sinfín de plantas, ingredientes con tan solo probar un sorbo de alguna bebida y también por el aroma que expedía la misma, era una buena catadora tanto para los vinos como para todo tipo de alimentos que pasara por sus papilas gustativas, aunque ella misma en la cocina fuera un desastre.

 

--Y no te preocupes, será nuestro secreto-- dijo en el mismo tono confidencial que la chica había utilizado segundos antes. --Te ofrecería además de galletas alguna golosina pero como versa Ezra se dio a esa tarea ya-- dijo con una mirada llena de amor hacia su pequeño hijo, quien se veía tan tierno y un dulce tanto en apariencia como lleno de azúcar.

 

--Ven conmigo vamos a que nos sirvan ese té-- tomo una servilleta y la lleno de galletas con las que acompañaría la bebida para la primera de las clientes potenciales que podrían tener.

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Tan amable la dulce Cye siempre. Y yo platonicamente enamorada de su marido. Lo que le faltaba a la chica, tener a una loca entre sus negocios y casa que anda detras de él, aunque hacía tiempoque no me volvia loca, porque hacía mucho que no le veía. Además, me hacia mas tilín su hija Patri. Me da que de alguna forma estaba predestinada a relacionarme con esta familia, aunque sea por la amistad que amablemente me brindaron invitandome a cumpleaños. Ya los motivos de acercarme a ellos eran historia. Ahora lo que contaba era la amistad que me unía a ellos. Y Cye siempre tan amable a pesar de todo aunque no es malo (?)

 

--No te preocupes por los dulces, por un día que me quede sin comer nada no pasanada, además así el té de menta lo degusto con mas interés, sin otros sabores que se mezclen en mi paladar.

 

La seguí a donde me llevara, sin saber a dónde íbamos, pero la promesa de ofrecerme un té de menta era de lo mejor.

 

--Por cierto, ¿por qué dicen de saborear con el paladar, si realmente saboreamos con la lengua?

 

Una pregunta un tanto curiosa para estos momentos, pero se me acababa de ocurrir, soy un poco extraña a veces. Y ya era hora de estar en confianza con esta familia y poder tener ideas en voz alta.

 

En cuanto presiento que volvemos a estar sola, y despues de salidar a Noah que se iba hacia atrás, le añado a la matriarca:

 

--En otra ocasión te traigo el té que sirvo y así puedes saber los ingredientes. No es té negro normal, supongo, pero esa es la base del que sirvo en mi local.

 

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Había resultado mas fácil de lo que había pensado llenar el dispensador de dulces, por suerte no lo había visto tama porque si no ella seria la siguiente en vaciarlo, aunque no estaba seguro de que siguiera intacto después de un tiempo pues con toda su familia seguro estaría vació rápidamente, miro al pequeño cubierto de dulce sonriendo un poco al ver como veía nuevamente el recipiente lleno de dulces, seguro ya estaba pensando comerlos de nuevo por lo cual saco de su bolsillo la piruleta que no se terminaba.

 

-Mira Ezra una paleta- menciono tratando de llamar su atención, pues si lo lograba quizá podría entretener al pequeño con esa paleta interminable, aunque estaba seguro que para cualquier Lockhart ese nombre seria como una frenta pues seguro el pequeño comprobaría si enserio era interminable, aunque precisamente era lo que quería ya que de esa manera mantendría al pequeño lejos del dispensador en lo que el podía terminar de organizar los instrumentos y los insumos.

 

-La quieres pequeño?- le pregunto mirándolo con una sonrisa y despues de peinarlo un poco para que siguiera luciendo bien le dio la paleta mientras el tomaba una escoba, pues tendría que limpiar primero las envolturas para que la botica tuviera buen aspecto, pues un lugar de insumos y pociones no podía estar todo lleno de basura, suerte que el rubio era muy bueno en los quehaceres pues así pudo limpiar el tiradero lo mas rápido que pudo para volver a acomodar las cosas.

 

@@Ezra Lockhart

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En el local todo estaba resultando muy agradable y aunque por ahora había pocos invitados, Bodrik no dudaba que con lo hiperactivos que eran sus familiares pronto parecería mucho más gente de todo tipo y teniendo en cuenta que la mayoría de ellos compartían la propiedad del negocio y estaban en plena inauguración, no le parecía fuera de lo común que Solo Junny, Alessandra y Tama fueran invitadas, sin contar a su abuelo Ishaya que siendo propietario de 4 Locales no había podido aparecer como dueño, pero esperaban que se mantuviera como un visitante frecuente de la Botica.

 

Bodrik estaba concentrada en ordenar el gran lio ocasionado por Patri y Junny en la trastienda sin dejar de escuchar como Tamarindo le hacía bromas a su abuela acerca de Ishaya quien al parecer era su amor platónico. Ahh si supiera lo celosa que siempre había sido Bodrik no se le ocurriría mirar a su abuelo cuando ella estuviera cerca porque la niña era menos comprensiva que la matriarca. De todos modos, Tamarindo era una de las amigas más querida de la familia, aunque se comiera todo lo que se le atravesara junto con Noah.

 

-A mí también me gustaría probar nuevos sabores de Te- gritó desde donde estaba.

 

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El cuervo volaba por el callejón, pero no traía sus relucientes plumas, esta vez se paseaba en su forma humana, era más ave que persona, más guerrero que mago, pero como un pastor sin ovejas que pastorear, este guerrero no tenía con quien pelear y en estas calles el ministerio le decía que no podía volar.

 

Su forma humana cubierto de géneros, las manos cubiertas en piel al igual que los pies y el cinto, Dagonet humano ahora como el diablo vestía a la moda, transitaba en calma aparente, más su cuerpo resentía algunos dolores, las costillas por la embestida de una lanza, el mentón por la caricia de un guantelete y el hombro diestro por el número de veces que levanto el mandoble –No quiero ir a San Mungo, uno no sabe con quién puede toparse, lo mejor será un buen ungüento para uno solo aliviarse—Se convenció, las callejuelas nuevas ahora lo deslumbraban y aparadores lo cegaban, cerró los ojos y en su olfato se apoyó, pronto sintió el aroma de menta que lo embriagada, algo de limón y completaba la farra –Vamos buen boticario, aunque cause algo de ardor llévate el dolor.

 

--Buenos días, tardes o noches, busco el consejo de conejo de un herbolario, que ayude a todo este cuerpo magullado.

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