Mi Edén Salvaje (MM B: 103988)

[Sol Lestrange Black]

Mi intuición muy pocas veces fallaba, y en esta ocasión no había sido así. Conocía perfectamente los sentimientos y sabía perfectamente también los modos extraños en que estos se expresaban. Hablaba de Ethan y sus compromisos como intentando asustarme, definitivamente no tenia ni la menor idea de la persona con la que estaba tratando; en primer lugar porque yo tenia la historia de primera mano y ella al no ser imparcial tenia bien definidos sus bandos.

 

 

Solté una risa sarcástica al escuchar sus ultimas afirmaciones y la mención de mi frustrada boda; definitivamente había cosas que no pensaba explicar, ya que solo a los implicados nos importaba. Sus comentarios irónicos y filosos, no estaban logrando su cometido, si pretendía asustarme o amedrentarme se había topado con la persona equivocada. La deje terminar antes de retomar la palabra.

 

 

--Vaya... no sabía que la ex pareja de Ethan y las niñas tenían un bonus en el paquete...- admití refiriéndome a ella.--Los afectos de Ethan y sus compromisos los acepto y los entiendo, el es libre de expresarlos, porque nunca nos hemos mentido, entiendo a la perfección el amor que se puede sentir por los hijos, porque yo soy madre y jura que en ningún momento sera mi intención apartarle de sus HIJOS, ese es un lazo el cual respeto por sobre cualquier cosa.--Me encogí de hombros y respiré profundamente antes de continuar.

 

 

--No tendría por que aclararte esto, pero lo haré para quitarte tus "temores" para lo que siento por Ethan, como bien mencionaste yo tenia un compromiso, que se dio en irregulares circunstancias dentro de las cuales OBVIAMENTE no había sentimientos implicados, porque de haber sido así me estaría ahorrando esta "encantadora charla"-- profesé alzando la ceja- Y si bien es boda no se realizo, el porque es también mas que obvio, Ethan Lenteric es su nombre, y no se si tu puedas entender que el amor no es algo que puedas dirigir o evitar, y por inverosímil o increíble que pueda parecerte lo que yo siento por el, sobre pasa cualquier otra cosa en mi vida, así que si cancelé todo fue justo por el, por el amor que le tengo, lo creas o no.

 

 

Me tomé unos segundo para respirar, me perdí un segundo en el paisaje, necesitaba mantenerme fría y ecuánime, no iba a perder los estribos por mucho que lo único que me provocara en ese momento era sacar la varita y comenzar a lanzar maldiciones. La miré y volví a sonreír antes de proseguir.

 

 

--Y para creer en lo que hay entre Ethan y yo, y mas aun para confiar en ello, no necesito tus consejos.--admiti con sinceridad-- Y si, confieso que aquella primera vez tuve celos, no conocía ciertos detalles y ese fue el motivo, ahora no tengo celos Bel, estoy segura de lo que soy y lo que tengo y no tengo ninguna necesidad, ni menos aun intención de enfrascarme en una lucha de poder y pertenencia contigo.--Continué en el mismo tono firme-- Y si tanto te molesta mi relación con Ethan, creo que estas hablando con la persona incorrecta, hablalo con el, dale tus razones y que el decida que es lo que quiere, a mi no me vengas con sermones, porque sigo sin entender a donde quieres llegar Bel, te puedo asegurar que lo amo con toda mi alma, porque el así se lo ha ganado, y lo único que quiero en el mundo es hacerlo feliz.--levanté las manos .-- ¿Algo mas que agregar Evans?

 

 

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Editado 7 de Diciembre del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Rory Despard]

Poco a poco tomaba conciencia que no llegaríamos a ningún lado. Ser el "bonus" en el paquete de Ethan, que era como ella me había calificado, se sentía no solo despectivo sino abiertamente hiriente, pero lejos de detenerse, Sol continuó dando respuesta a mis palabras, pero no en el tono que me había imaginado. Si antes la situación entre ambas era ambigua, ahora había pasado a convertirse en una abierta confrontación.

 

"Compromiso en irregulares circunstancias" Por el énfasis con que soltaba aquello, comprendí que buscaba que no quedara duda alguna respecto a su proceder, aun cuando en sus propias palabras, poco le importara mi opinión al respecto. El amor y sus implicancias volvían a ponerse en el tapete, y la incomodidad creció en mi interior, pues todos los hechos de mi divorcio estaban frescos todavía. Tenía que reconocerle que sí, probablemente aunque lo intentase, no podría entender esa clase de amor del que ella hablaba, de una entrega desmedida, ciega y llena de fe en la otra persona, porque mi propia concepción del amor era diferente.

 

- En nombre del amor se cometen las mejores y peores acciones del ser humano- cuestioné lacónicamente desviando la mirada- yo tampoco tengo intención de pelearte ninguna posición Sol. Es más, directamente no lo haré. Hoy quise hablar porque...- solté un suspiro cansado- creí que las cosas se darían de forma diferente. Pero cada persona es diferente, y con celos o no de tu parte, ya me quedó claro que no soy de tu agrado, así que descuida, no volveré a insistir, ni tampoco a inmiscuirme de modo alguno en la relación que tienen Ethan y tú.

 

Negué con la cabeza ante su comentario de que fuera a hablar con él del asunto. A él le conocía lo suficiente como para imaginar que no quedaría nada contento con la situación en que ambas estábamos envueltas, y que además, eso supondría un problema más a sumar, en medio de los varios que él podía tener.

 

- Hazle feliz Sol, pocas personas lo merecen tanto como él- respondí con una sonrisa que apenas elevó modificó la expresión en mi rostro- si tú deseas platicar de este asunto con él, hazlo, pero ya te digo, de mi parte no habrá una sola palabra más, ni contigo ni con él. No quise darte un sermón, y si se sintió así, mis más sinceras disculpas. Ojalá todas las palabras que me has dicho hoy sobre los sentimientos hacia él prevalezcan, de verdad lo deseo con todo el corazón.

 

Comencé a andar rumbo a la posada, sintiéndome fatigada, como si en lugar de una conversación hubiese corrido una maratón completa, dividida entre la pena y la duda, y con el peso enorme de saber en el fondo de mi conciencia que la distancia abierta entre Sol y yo posiblemente en algún momento comprometería a Ethan.

 

Aun cuando no lo quisiera.

 

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[Sol Lestrange Black]

Escuché sus palabras, sabia perfectamente de lo que uno era capaz de hacer por amor, no era algo que debía contarme, en el pasado había hecho tantas estupideces que apenas podía recordar como había seguido adelante. Nuestros actos nos acompañaban por el resto de nuestra vida, los errores y aciertos eran marcas en nuestro corazón, lo tenia siempre presente.

 

 

Lo que ella no sabía era justo eso, que mi vida no era un campo plantado de tulipanes donde había pasado una vida plena y feliz, Mi vida había estado llena de dolor y perdidas y sin embargo no me sentía en la disposición de juzgar a nadie, ni ponerme a comparar, quizás por ello se sentía con derecho a hablar en inmiscuirse de aquella manera. Sonreí, en alguna de las dos debía caber la prudencia y en esta oportunidad no seria yo la que rompiera el protocolo de paz y armonía, y no por ella, si no por Ethan.

 

 

--Es mi único interés Bel, hacerlo feliz, así que por ese lado no tienes que preocuparte mas, simplemente pretendo devolver lo que el me esta dando, no hay otra oculta intención oculta, yo no busque meterme en su vida, ni el busco entrar en la mía, fue una afortunada casualidad la cual agradeceré el resto de mi vida....-- afirmé encogiéndome de hombros--Sigo sin entender el por que de tu malestar al respecto, por que ni siquiera te tomaste la molestia de saber si el esta cómodo en esta relación.

 

 

--Entiendo tu postura y tus lealtades Bel, no las cuestiono,no puedes ser imparcial y verme como una opción dadas las circunstancias, pero insisto, en el momento que Ethan vaya a quejarse de mi contigo, en ese instante tienes todo el derecho de venir y cuestionar mis sentimientos para el, antes me parece algo fuera de lugar, y créeme que antes de lastimarle de cualquier manera soy capaz de quitarme de en medio, por que por raro o inverosímil que te parezca mi amor por el, que es igual a que el siente por mi y en ningún momento has puesto en duda...- -afirme sonriendo-- Por amor podemos hacer cosas buenas y malas, pero también podemos hacer muchos sacrificios Bel.--comenté retomando sus palabras--Gracias por los buenos deseos, te prometo que cada palabra que he dicho ha sido cierta...

 

 

Dio media vuelta sin dejarme terminar y echo a andar, la mire unos segundos, justificaba en parte su preocupación, pero muchas otras cosas me parecían bastante fuera de contexto. Me encogí de hombros suspire y di media vuelta, dispuesta a dejar todo justo ahí, no pensaba dar problemas a quien no los tenia.

[Melrose Moody]

Soleado.

 

Mel puede percibir el olor dulce del lugar a medida que corre. La esencia no se desvanece con facilidad a pesar de la velocidad: como si la primavera intentase destruir su nariz. Tiene que admitir que a pesar de todo es agradable, porque había pasado mucho tiempo desde que visitara el lugar y está necesitada no solo de compañía si no también de noticias. También tiene unas que dar a cambio, aunque le da la impresión de que cualquiera que se haya quedado la va a dejar corta en comparación.

 

Por eso, cuando se acerca a la posada, con la ropa apenas puesta y caminando desde la parte posterior de la posada, no le extraña que las gemelas se sorprendan de verla.

 

Antes de empezar a hacer preguntas se sienta a una de las mesas con un vaso de leche en la mano, a esperar. Quizá ya haya dado una visita en Luss pero eso no significa que no se pueda encontrar a conversar en otros lugares, especialmente lejos de las curiosas narices de Richard.

 

-Hey...

 

Cuando la figura atraviese el umbral, Mel se apresura a pedirle leche también, aún cuando no está segura de si le gustará o no.

[kaiser]

La luna iluminaba los altos árboles que poblaban y tupían el bosque en donde el cazador había decidido aparecer, entre los arboles pocos rayos de luna entraban y el cazador prefería estar en la sombra para ocultar su aparición asistida por un elfo domestico que rápidamente se ocultó tras un árbol y volvió a desaparecer. Hizo el gesto de agarrar un objeto invisible del aire y se lo llevó a la nariz para olfatearlo.

 

-Sacre bleu! -exclamó el cazador y al instante hizo como si arrojara hacia al lado un objeto que despreciaba mientras arrugaba un poco la nariz- Huele a peggo mojado.

 

Dio un paso hacia el claro, mientras sacaba un pañuelo de seda bordeado de encajes el cual debía estar perfumado y se lo llevó a la nariz para quitarse el mal olor que le quedaba en su sentido y al cabo de un rato la sacudió en el aire y la guardó dentro de sus mangas largas de encaje. Levantó la pierna para pasar por un tronco que estorbaba el paso pero su media larga se enredó con una ramita.

Lanzó un improperio mientras veía su media rasgada, pero levantó su varita con cansancio y la reparó con un movimiento como si cosiera algo invisible.

 

Caminaba lentamente tratando que su indumentaria no se enredara con las ramas de los árboles se interpusieran en su camino, una vez salido al claro, notó el humo de una posada y el olor de unas aguas termales. Su estómago y su lengua le pedían un buen queso y vino, de modo que se encaminó hacía la entrada mientras relajaba sus brazos y el arcabuz descansaba en su hombro.

 

Abrió la puerta de la portada y sintió que las personas examinaban su aspecto detenidamente, sus medias blancas sujetas con lazo rosa, rhinegraves rosas y chaqueta corta sobre una camisa blanca llamaban mucho la atención, cosa que el no quería y que fallaba totalmente en eso.

[Melrose Moody]

Porque la figura que entra por la puerta a ojos de Mel es casi un alienígena.

 

No se le escapa el hedor a perfume, demasiado intenso para sus sentidos agudizados. Tiene que volver el rostro, sabiendo que esta a punto de arrugar la nariz, en un acto que es casi un espasmo -no puede evitarlo-. Intenta no pensar en nada más que el vaso de leche que tiene delante. Tasia y Tanya tampoco parecen estar en control del todo, como siempre. Tasia deja caer la bandeja que sostuviera, de forma estrepitosa al suelo y Tanya es la que tiene que ir a recogerla luego de articular una rápida disculpa para el nuevo invitado. Tanya cierra la boca y se adentra en la cocina sin decir ni una palabra.

 

Mel por otro lado, ya que no puede ir a la cocina al menos tiene que saludar, ya que fingir no haberlo visto no es una opción.

 

Hace una ligera inclinación, mirándolo directamente a los ojos, preguntándose qué hace una persona como él allí. No parece tener inconvenientes para desplazarse y ese no parece ser "su tipo de lugar" así que ¿por qué? ¿Y cómo es que alguien como él conoce la contraseña del Edén?

 

Una voz en su cabeza no puede evitar informarle: >>Bueno, después de todo, este lugar le pertenecía originalmente a un vampiro<<.

 

Mel tiene que poner todo de su parte para no aclararse la garganta, incorporarse y salir. Después de todo, ese último pensamiento es de lo más desagradable y no puede evitar asociar su repentina malicia con el recién llegado. Decide terminar sus galletas antes de hacerlo, porque Tasia ha aparecido y se las ha dejado en un plato en su mesa. Luego, se acerca al desconocido, para preguntarle qué desea...

 

@kaiser

[Rory Despard]

"Deliciosa manzana" pronunció, cuestionándose si no era esa sola frase una burla a Dios, pues en cierto sentido, también el nombre del lugar era blasfemo. Rory sentía que en su interior, el miedo estaba tomando una forma sólida, acomodándose a la fuerza entre su corazón y sus pulmones, dispuesto a arrancarle la vida en cualquier momento. Un miedo que nacía de la preocupación de estar ofendiendo a Dios, al reunirse en semejante lugar, y para una misión que no era del todo clara.

 

Aunque no eran sus acciones, sino más bien sus pensamientos los que le traían mayor tormento. Por dentro, el Edén Salvaje se mostraba como un espacio amplio, con un bosque rebosante de vida. La explicación que Bel Evans le había dado de por qué tenían que empezar allí con la investigación del misterioso ser que había aparecido en el herbolario propiedad de Garry Ollivander le resultaba insuficiente, y es que aunque no lo había hecho explícito, tenía la intuición de que ella no le había confiado todo lo que sabía o sospechaba sobre ese ser.

 

Y sin embargo, para poder actuar ese día, iba recurrir a poderes que no había mostrado jamás a alguien que no fuera un compañero de la Orden del Fénix. Aunque, si era sincero consigo mismo, esa no era la mayor de sus preocupaciones.

 

A diferencia del primer encuentro que había tenido con el mago, esta vez llevaba ropas mucho más sencillas, más suyas y que consistían en unas zapatillas, un pantalón y un polerón de poliester, ideales para poder desplazarse sin problemas por los terrenos de la propiedad. Traía también encima varias de los amuletos uzzas sujetos de una fina cadena, junto a su crucifijo del que nunca se separaba. Podía decirse que estaba listo para la batalla, así que aspirando el aire de forma vigorosa, decidió adentrarse del todo y presentándose con las dependientas del local, dejó el encargo con ellas de su ubicación, al pie del bosque frondoso, para que Hessenordwood fuese a darle allí el alcance.

 

Baataba una sola mirada para comprobar la magia que rondaba en ese lugar, y la enorme fauna que albergaba en su interior. Sus poderes de sacerdote, le ayudaban a percibir a los animales en los alrededores, ocultos tras arbustos o trepados en lo alto de las copas de los árboles, árboles que ocultaban también secretos, tras su fachadas vistosas y aparentemente normales. Rory no podía decir a ciencia cierta si la presión de aquel ambiente lo estaba relajando, pero era indudable que tras varios minutos allí, se sentía un poco más en paz consigo mismo que antes.

 

 

Mientras permaneciera solo, sabía que podía mantener a raya esos pensamientos que le traían a la memoria el recuerdo de Hessenordwood, y de sus ojos preciosos, de mirada astuta y juguetona, enmarcados por esas pestañas que se curvaban hacia atrás como si quisieran volver a su punto de origen. Condenados ojos, que no habían hecho más que observarlo con tanta insistencia durante su primer encuentro, que ahora el solo recordarlos lo hacía sentirse en pecado.

 

Si tales pensamientos le generaba un simple recuerdo ¿Qué tan listo iba poder estar para verlos directamente, esta vez sin nadie más alrededor que pudiese interrumpir para darle un respiro?

 

Esperaba que, en atención a sus oraciones, Dios cumpliese en disminuir los efectos que el atractivo físico de aquel hombre, le generaba. Porque de lo contrario, esa noche iba ser muy larga, y una prueba similar a la de Jesús en el desierto, donde él tendría que encontrar la manera de aplacar y no caer en las tentaciones de la carne y del espíritu.

 

 

@@Hessenordwood Crouch

Editado 13 de Febrero del 2021 por Rory Despard

[Hessenordwood Crouch]

Se removió incómodo a los pies de la puerta del cuarto de Ollivander, detrás de él se escuchó el portazo y el clic del candado que hace al cerrarse, él apenas se estremeció al golpe. Garry había estado particularmente irritable el día de hoy; silencioso como siempre se había limitado a responder solo lo necesario, solo que esta vez no hubo pistas, indicios de un algo o siquiera algún amuleto o artefacto construido por él (o no) que pudiera serle de ayuda. Quizá no había sido culpa de Hessen insistir a pesar del mal humor del licántropo, pero esta vez le ha costado información que podría ser importante, como por ejemplo; por qué Bel Evans habría sugerido a Despard con tanta puntualidad el próximo destino de su reunión.

Aún no es tarde para intentar continuar esta misión por cuenta propia (cree él), sin embargo, el que el muchacho Ollivander se viera de pronto tan involucrado con este ser que ha estado buscando durante tanto tiempo, bueno, era de alguna forma una guía. Es como si Hessenorwood usara del muchacho como si se tratase de una especie de brújula descompuesta (o más bien algo caprichosa), además, casi adoraba de alguna forma el modo tan discreto que el brujo Ollivander tiene para desplazar información.

Un buen herramienta elemento.

Pero las cosas entre ellos solo han cambiado un poco luego de que Evans (re) apareció. Luego de eso (de la visita de Bel y Hessen en el Natural Poison) Ollivander comenzó a adoptar un comportamiento un poco más reacio hacia las eventuales consultas de Hess que iban más allá de la contaduría de la familia y los negocios. El demonio ha notado también como es que las citas entre ellos se daban solo si había alguien mas en casa, lo que estaba reduciendo alarmantemente a muy pocas reuniones entre solo ellos dos.

—Ella contrató a un colaborador-, había soltado tentativamente, y el silencio de Garry se profundizó. ¿Cómo podrías decir tanto sin decir nada realmente?

Hessenorwood no cuestionó al hombre por ello en cambio, ni por eso ni por el tema de que Bel Evans acudiera a alguien más para esto, pero no olvido el atisbo de ¿miedo? ¿culpa? (tenía que ser otra cosa, estaba casi seguro de ello) que se coló en sus desabridos ojos la tarde mientras revisaba la correspondencia y esa conversación no continuó.

Hess desapareció dentro de la casa, otra de las libertades tan irresponsables (diría Smith) que se le ha otorgado al Crouch dentro de la heredad de los Ollivander, y apareció en un callejón casi abandonado en algún punto de todo Londres, sólo dobló un par de calles para verse envuelto en la muchedumbre del día a día recorriendo las callejuelas de Diagon.

Es casi ridículo como es que puede seguir viéndose con tanta clase en ropas informales, sin los trajes elegantes de sastre sin etiqueta y los zapatos lustrosos, pero las botas de algún tipo de goma, parecidas a esas que usan los muggles para andar en la lluvia, no habrían podido verse tan elegantes en nadie más, o si lo hacían, bueno, Hessen tenía que tener uno de esos boletos dorados. El resto de su atuendo no podría ser más ordinario aun, con un par de suéteres extra bajo el acogedor abrigo. Las demás cosas que necesita deben estar ordenadas (más meticulosamente de lo que le gustaría aceptar) dentro de la mariconera de cuero café que cuelga sobre su hombro.

No fue difícil encontrarse con Despard una vez que atraviesa los primeros filtros del acceso al Edén Salvaje, después de todo las personas que lo atendieron ahí casi le resolvieron todo el trabajo de dar con el hombrecillo.

Y lo rodea silenciosamente antes de que pueda darse cuenta de que esta ahí con él, como si asechara, aunque lo cierto es que hay algo en Despard que es tan emocionante cuando se ven cara a cara. El de que se trata es incierto. No importa ahora.

—Que lugar tan particular-, no parece que habla de la magia con que fue construido ese Edén, su expresión es casi más bien algo desdeñosa, como si dijera en realidad: “pero es que ¿qué tipo de personas vienen a este sitio?” sin embargo, su rostro blanco al mismo tiempo es tan neutro que su comentario (al igual que todo él) queda como una idea ambigua. Algunas veces a Hessen le gusta que quien lo escucha (o mira) tomé de él lo que quiera y lo interprete como más le plazca. —Rory Despard, esto ha sido más pronto de lo estimado ¿verdad? Uhm, ¿esta bien si solo lo llamo Rory? es un nombre encantador el de usted, señor mío-, sonrió extendiendo la mano al hombre. —Entonces, ¿qué estamos haciendo aquí?

Sabe (de alguna manera) que es lo que hacen ahí, o al menos tiene una idea de por que es que terminó en colaboración con el brujo Despard, sin embargo, de lo que no está tan convencido es de la verdadera comprensión de los humanos (al menos de Bel y Rory) sobre lo que verdaderamente está haciendo Hessenordwood con esa cosa maldita.

—Quiero decir, ¿por qué aquí?-, sus ojos son de un claro agradable ahora, blandos, contemplando con ternura (o quizá preocupación) el paisaje salvaje delante de ellos. En ninguna de sus vidas (por supuesto no hay forma de estar seguro de esto) él pudo haber sido un fanático de las malditas plantas.

@@Rory Despard

[Rory Despard]

Aunque por un escaso margen fuera capaz de oir la respiración ajena a la suya, todo lo que pudo hacer fue observar con desconcierto a Hessen, a un palmo de él, saludándolo. El hábil mago se había desplazado de forma tan sigilosa, que se había mimetizado con la oscuridad, pese a que su indumentaria tuviese matices difíciles de pasar desapercibido.

— En efecto, este lugar posee cualidades muy especiales— tenía que actuar con rapidez, para que la arrolladora personalidad de Crouch no lo llevase de encuentro, así que conteniendo la respiración apretó la mano que el hombre le tendía, y esbozó una sonrisa nerviosa ante la proposición que él le estaba haciendo — si gusta, puede llamarme Rory, pero yo preferiría mantener por ahora el trato de usted con usted, señor Crouch. Verá, no hay muchas personas que me llamen por mi nombre, salvo las personas cercanas. Entonces yo...no es que me desagrade la idea de que me sea cercano, todo lo contrario — agradecido enormemente de que en esa penumbre fuera más sencillo disimular los colores en su rostro, el muchacho se esforzó en desenredar las palabras que Hessen conseguía que se le entreveraran tan fácilmente— es solo que, lo que pretendo hoy...es ceñirme al trabajo que nos tiene aquí, aunque sé que dijimos la última vez que conocernos un poco más podría ayudar también a este proceso.

Satisfecho, de cierta manera, de haber dejado su punto en claro, Rory dejó que el hombre observara alrededor. Sin conocerlo todavía del todo, había una señal inequívoca de incomodidad en él con respecto a ese espacio natural, una sensación prácticamente opuesta a la paz que esos espacios conseguían traer a su persona. Hasta entonces, Hessenorwood se había sabido mostrar tan competente en todo, que el pelirrojo a menudo sentía una cierta inferioridad para con él, pero la inesperada reacción de esos momentos, lo estaba llenando de una confianza inesperada, pues iba poder, en cierto sentido, ser el guía de esa incursión.

Un chillido quejumbroso se dejó oír desde el interior de Frondoso, y echando hacia atrás la cabeza para observar hacia arriba, Rory observó el bosquecillo de vegetación verde y brillante.

— Una bienvenida interesante la de los animales de este lugar, es curioso, pero su presencia parece generarles una cierta inquietud— mientras apenas balbucebaba para sí mismo una oración protectora, comenzó a andar hacia el interior del bosque, invitando a Hessen a que lo siguiera— la señora Evans tiene una teoría propia, sobre el tipo de lugares donde ese ser corrompido que buscamos, gusta de habitar, sitios apartados, donde puedan "suceder cosas" y nadie las note— Rory no pudo evitar observar de reojo como es que Crouch reaccionaba a esas palabras, y luego se lamentó del asunto, porque la exprensión de Hessen había sido otra vez de esas que resultaban extrañamente incitadoras de otra clase de pensamientos— pero hay otra idea que tiene en mente, vinculada a las plantas, y por eso nos mandó a este lugar, que tengo entendido, es propiedad de una prima de confianza suya, y en esa medida, es seguro.

Lo seguro, ya estaba aprendiendo por su misiones para la orden del fénix, era algo extremadamente relativo, cuando involucraba magia desconocida. Pero confiaba en que esa incursión no escalase en su peligrosidad.

— Necesitamos localizar la variedad de plantas que usted vio ese día. ¿Es capaz de recordarlo mi señor? Al ubicarla es que yo podría, ehm, emplear "ciertos poderes" , pero que, escúcheme bien, voy a usarlos confiando en su absoluta discreción ¿estamos de acuerdo?

Sacudiéndose las hojas que habían quedado en su cabello, se detuvo en un claro en mitad del camino que habían iniciado, y alzando la vista le observó, entornando los ojos azules, totalmente concentrado para asegurarse de identificar en la aura del mago, la intencionalidad y veracidad de sus respuestas.

Esta vez, él había venido más protegido y con más armas para enfrentar esos jueguitos de Crouch, dispuesto a salir de ellos, indemne.

@@Hessenordwood Crouch

 

[Hessenordwood Crouch]

Tal como lo esperaba el apretón de manos volvió a arder en su piel, lo suficiente como para imaginar que al soltarse Rory habrá dejado sus dedos pintados de carmín por debajo de su piel blanca. Pero, a diferencia, esta vez Rory parece más tranquilo al respecto, no se escapa de él y, por el contrario, siente el apretón mucho más firme, por lo que Hess conjetura que quizá es solo algo que él puede estar padeciendo. Hessen se las arregla para no protestar al respecto, no es difícil la verdad, mas que nada por que antes de que puedan soltarse Rory habla ahora sobre por qué prefiere el trato formal ante todo.

Y eso, extrañamente, casi hiere mucho más que el ardor que deja su toque.

—Claro, si, es verdad-, se aclara la garganta, parece levemente desconcertado de sí mismo, como si Hess no hubiera sido del todo consciente cuando le propuso a Rory solo llamarlo por su nombre de pila. Quizá había sido así, una respuesta automática de su parte, como cuando coquetea con las recepcionistas de alguna institución que se está tardando más de lo necesario en aprobar su documentación. Igualmente era desalentador no tener la respuesta deseada, incluso viniendo de alguien como Rory Despard. —Solo negocios entonces, de acuerdo, señor Despard-, recupera la gracia y encantado acepta estar conforme con él.

No es que le importe mucho lo otro tampoco.

Ni eso, ni tener algo más cercano con el hombre religioso ahora o en un futuro próximo.

El sonido quejumbroso que les arroja la maleza que los rodea es lo único que los salva de pronto (esta vez a ambos) de involucrarse en un silencio incómodo. Rory responde, sin embargo, con algo que a Hessen divierte, porque debe ser una especie de orgullo demoníaco el provocar miedo a las criaturas inferiores. Así que de mejor gana, a pesar de los rezos que comienza el hombre al andar (que a Hessen le provocan una inusual e injustificada preocupación), lo sigue hacia el interior del bosque.

La falta de luz en el Edén es cómoda finalmente para sus ojos, ahora puede ver mejor, distinguir mas suavemente el lugar donde está, y también las formas en las que se mueve el cuerpo de Rory aunque camina un par de pasos detrás de él dejando que lo guíe mientras le da algunas explicaciones de por que Evans los ha enviado a ese lugar. Y aunque está por protestar algo en cuanto escucha sobre la teoría de la mujer deja que Rory termine con todo eso. Entre todo lo que puede decir Hess solo escucha pacientemente, dejando escapar algunos gestos de tanto en tanto, algunos apreciativos, otros inconformes.

—La señora Evans tiene una teoría propia-, dice Rory.

¿Una teoría? ¿Cómo es que tiene una? ¿Qué era con certeza lo que había visto Evans ahí abajo? ¿Habría ella encontrado algo que el mismo demonio no hubiera podido atrapar antes? Ciertamente no sería la primera vez que le pasa, mucho menos extraño.

Para él; los humanos tenían sin duda sentidos y percepciones diferentes a los suyos, los humanos mágicos tenían aún extraordinarias diferencias entre los no mágicos, algunas veces ellos era más o menos agudos, físicos o espirituales, algunos en su cotidianidad ni siquiera sabían cuán brillantes eran, y de algún modo el demonio siempre los encontró fascinantes por ello; mágicos o no mágicos siempre se las arreglaban para meterse en asuntos fuera de su propio entendimiento y con la misma naturaleza humana (no todos claro) encontraban el modo para colocarse por encima de lo sobrehumano.

Y por eso mismo (también) el demonio los odiaba tanto.

Hess hizo un ruido extraño con la garganta, tarareaba para Rory otra respuesta que podría haber sido interpretada como el hombre mejor quisiera.

En lo que en verdad piensa es en la serie de coincidencias que hay creciendo en relación a este ente, en Grelliam Ollivander y Bel Evans y su alrededor. ¿Qué es lo que saben ellos que él no? ¿por que parecen ir siempre un paso por delante de él mismo? Hessen apenas puede creer que tan rápido Bel Evans consiguiera armar una teoría respecto a este ser en particular y que, con tanta libertad a pesar de lo que conlleva hundirse en el tema, encomendara a alguien como Rory Despard para encargarse de ello.

Quizá Hessenordwood los estaba subestimando a todos ellos, y comienza a preguntarse por qué están casi tan interesados como él en dar con el origen de esta cosa.

—No, creo que no podría reconocer las especies cultivadas en ese lugar, no por nombre al menos, yo...-, pareció pensárselo mejor. —Solo no podía ver muy bien ahí abajo-, lo que quiere decir (y que está seguro que no podrá explicar mejor) es que en realidad él no podía ver lo mismo que Evans, porque el demonio lo había cegado con ese otro plano que le mostraba más bien lo que el espectro había construido en ese lugar, porque esa había sido la instrucción de Bel, ¿cierto? ¿solo eso?

—Pero no puede ser difícil encontrarlo tampoco, bueno...casi-, no está del todo de acuerdo con las conjeturas de Bel, sin embargo, la de ella es una idea mejor que esperar a que de la nada pueda despertar ese instinto caótico que lo obliga a arrastrar almas al infierno. —Esta cosa ha dejado un rastro luego de escapar de su receptor-, se removió incómodo una vez más, no parece acostumbrarse a la compañía de alguien mas (o de solo ser él mismo) cuando busca almas. —Aunque no es perceptible a simple vista, es... una especie de hedor espectral o...-, sus palabras salen cada vez con dificultad, como si no encontrara el término más adecuado para referirse a ello.

Suspiró rindiéndose.

—Lo que sea tiene que tener una relación con su último receptor, no hay forma de que eso se mueva sin saber a donde ir, sin saber dónde ha estado antes-, masculla cada vez más bajo, como si él mismo se estuviera dando cuenta de algo.

Hess pareció demasiado pensativo por un instante hasta que encontró su mirada de nuevo en el rostro de Despard. Recuperaba la sonrisa apreciando el gesto del otro hombre y delante del más bajo sus ojos se aclararon con la penumbra de la noche, no es algo que él pueda controlar después de todo. Finalmente su rostro brilló con ingenio. Se acercó a él lo más que pudo, dejando entre ellos apenas el medio metro de distancia y expresó a Despard su respuesta más sincera hasta ahora;

—Me temo que no habría otra forma de que usted y yo trabajáramos juntos, señor-, algo era diferente en él, ha adoptado una seriedad dura a pesar de su gesto casi amable aún sobre su rostro. —Creo que estaremos de acuerdo en eso-, continuó con un tono de voz que parecía dedicado solo para ellos dos. —Tampoco me es conveniente en absoluto que me vean merodeando con usted por las calles de Londres-, no profundizó, pero es evidente también, que Hess ha hecho su tarea y tiene más contenido ahora sobre quien verdaderamente podría ser Rory Despard. —Silencio a cambio de silencio me parece justo, esa es mi ética laboral, señor mío, es parte de mi doctrina-, esta vez no hay un guiño y la sonrisa en su rostro es más oscura, no hay tanto encanto en él como si tal vez algo de amenaza. No podía, después de todo, tener un negocio tan próspero donde plantase el pie si se pudiera jugar con él de esa manera. Estiró nuevamente el brazo con su palma abierta hacia él para estrechar los nuevos términos de su unión. —Tengamos entonces un trato, señor mío-, tentó.

"Y muéstrame, de una buena vez, esos poderes tuyos"-, pensaba para sí mismo.

@@Rory Despard