Augurio Itomori´Floyd (MM B: 110920)

[djvash Asturias]

 

 

Menciono que ya habíamos llegado, a lo que sonreí la verdad ya quería ver a las criaturas, una expedición por el local era muy buena pero la verdad el trabajo era lo que mas me llamaba, observe a los pequeños reunidos en el lugar y escuche que hacia falta el cangrejo de fuego, algo un poco peculiar, ya que una criatura como esa debía de estar en un buen cuidado o en un buen lugar, pues los magos podrían usarlos de mala forma, pero, conociendo a Antoni podría decirse que el no haría nada malo con ninguna mascota.

 

--No se preocupe, quizás el cangrejo llegue a su momento-- sonreí mirando a los demás --me podría indicar cuales son a los que vamos a registrar, me gustaría iniciar con ellos, posteriormente podríamos continuar con las revisiones medicas.

 

Mi voz ya era de mas entusiasmo, de hecho hasta Quul se mostró asombroso al ver a los demás, el era amante de las criaturas, y, aunque no me gustaba que el pasara a todos los lugares en los que yo estaba, no podía evitar traerlo conmigo. El era único y especial, de hecho me servia también como alerta, siempre me informaba de algo bueno, o algo malo, siempre el me ayudaba en todas las misiones que estaba, y, como siempre yo lo protegía como si fuera parte de mi.

 

--Se ve que están bien adiestrados Sr. Ryvak, sera que los consciente mucho-- lo mire aun sonriendo, la verdad es que las criaturas en una completa armonía con el dueño era algo que pocos podrían decir que tienen con ellas.

 

 

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[Anthony R. Dracony M.]

Escuche al mago @@djvash Asturias y de inmediato di los pasos que requería para quedar a un lado de Prince....el tigre de Bengala seguía recostado tranquilamente, mientras tome sus bigotes un instante y luego lo abrace del cuello...

 

--Iniciemos con Prince...ya falta poco tiempo para que cumpla sus primeros tres años, hace bastante ejercicio, juega con sus pelotas irrompibles y tiene varios juguetes que es para mejorar su estilo de cazar, además ahora tiene todo este terreno para correr.

 

Su tamaño es considerable, pero al estar tranquilo, Prince parece ahora un gato grande, los dos elfos cuidan a los demás animales y por lo pronto, recuerdo hacer el hechizo para no ser afectado por el canto del Fwooper

 

 

--Supongo que pueden ahora, tomar el siguiente turno Zaino y Zafira, los aethonans, son muy amigos y adoran cuando tienen que volar juntos.

 

 

@@djvash Asturias

Editado 29 de Abril del 2018 por Antoni Ryvak Dracony

[D►D3LTA◄]

Nunca me había sentido cómodo en las grandes ciudades, me gusta más sentir la libertad que se palpa estando en lugares como lo son los bosques, los desiertos, las praderas o los sitios volcánicos, era mejor para mi, sin esa soga que llaman socializar y que no suelo ocupar mucho. Cuando me vino la oportunidad de dar una vuelta por un grandioso lugar lleno de criaturas mágicas, con un río y montañas...era como poseer un iman poderoso para hacer que colocara mis pies en la reserva...hace muchos meses que no veo al pelo verde, curioso por saber de el, llegue usando la magia de mis cuchillos...tomo cada uno en una mano, me pienso en el ojimiel....he de ir para preguntarte: si me sigues considerando en su opinión cómo “familia” agacho la cara al escuchar que ha llegado antes a pensarse si aceptarme....Esté paisaje parece como los que he visitado en mi viaje y son mis favoritos, me pregunto qué cosas nuevas veré por aquí.

[djvash Asturias]

El primero en iniciar para el registro fue Prince, al mismo que después de un instante me acerque con algo de precaución, no quería causar desconfianza en el mismo. El pelaje era limpio, sedoso, tenia buena pinta en los ojos, su nariz nobprrsentsba fluido excesivo, las garras estaban en su apogeo y sus colmillos eran firmes y blancos.

 

Después de hacer la revisión Sonreí. No cabía duda el señor Antoni cuidaba muy bien de sus mascotas. Mientras revisaba al tigre me comento que seguían el par de athenoans, asenti con la cabeza mientras acariciaba la de Prince. Al parecer se había formado un bien vinculo.

 

--Se ve que les cuidan bien señor @ no hay duda que los demás estén igual.

 

Aun después de la revisión debía de darle los formularios correspondientes. Pero, bueno ahora quería admirar lad criaturas. Ya después haríamos lo burocrático.

Editado 24 de Mayo del 2018 por djvash Asturias

[Anthony R. Dracony M.]

Suspire....también a mi me gusta admirar a las criaturas, me acerque a Zaino y Zafira...les pase la mano por sus cuellos...al igual que a "Sombra" a los dos aethonans les gusta que les acaricie en esa parte de su cuerpo. Sus crines tienen un pelo brillante y recuerdo de ese día que les puse el nombre, era gracioso porque en principio le puse Zafiro y mi amigo Louis me había preguntado de porque le puse ese nombre a la hembra...como se río de mi cuando se dio cuenta que no me había percatado de mi error...pero de cualquier modo, el nombre suena bien y también le gusta que la llame así. Juegan conmigo cuando les cepillo el cuerpo y me entretengo cuando les doy manzanas a los dos.

 

--Si los ha visto retozar en el aire, no Djvash? a ellos les gusta mucho, es lo que aman, seguro y se sienten libres. -- Les di otras palmaditas cariñosas y tome aquellos formularios, también me gusta escribir sobre ellos.

 

Utilice mi pluma fuente, me agrada porque me permite hacer la letra gariboleada, que me agrada mucho por el resultado que se aprecía.

 

 

Nombre de quien registra: Antoni Ryvak Dracony

Nombre del mago/bruja, negocio o familia a la que pertenece: Antoni Ryvak Dracony

Nombre: Zafira

Especie: (Equino) Aethonan

Clasificación del Ministerio: XX

color: Cobrizo

tamaño: Mediano

Sexo: Hembra

edad: dos años

Ambiente en el que vive: En reserva natural

Link a la ficha del propietario, local o mansión: Ficha

 

 

[Alexander Fox]

El pelirrojo necesitaba con urgencia aire fresco, alejarse un poco de su vida como “Alexander Lockhart” no es que le molestara como era su modo de vivir ahora, pero muy en el fondo de su ser y aunque odiara confesarlo extrañaba su pasado, nunca podría olvidar todas sus improvisadas aventuras, el poder caminar por rumbos completamente desconocidos sin apegarse a nada, el aprender cosas de forma inesperadamente extrañas, y sin quitar el hecho de arriesgarse en algunas peleas complicadas.

 

Ya nada era igual, había avanzado y no debería intentar regresar, la vida se trataba de continuar, pero necesitaba ver hacía atrás, solo para saber cuanto realmente había caminado, y el hacerlo quizás le ayudaría a relajar un poco su mente, usualmente pediría que le acompañaran, pero no sabía si llevando a alguien que conocía podría ayudarse.

 

-An vamos – llamó a su lechuza, no podía hacerlo sin ella, después de todo era lo único que quedaba de la oscuridad de su pasado, se dio el tiempo para acomodarse su chaqueta negra, se había vestido como siempre, una franela sencilla, unos jeans oscuros y unos zapatos deportivo, le era lo más cómodo, aunque sabía que podía verse un poco desarreglado de esa forma salió del castillo, directo a un sitio que había ojeado por casualidad.

 

- Augurio Itomori´Floyd-

 

Al llegar fue realmente inesperado, no se hubiera imaginado un ambiente tan natural, no era común, pero le encantaba, se fijo en la belleza, la armonia y se lo tomó con su tipíca tranquilidad a diferencia de su lechuza que había estado todo el rato sobre su cabeza dormida, apenas sintió esa “libertad” se despertó y comenzó a volar sin alejarse mucho del pelirrojo.

 

-No te pierdas de mi vista, si lo haces tendremos serios problemas – la mirada con bastante seriedad, sus orbes dorados le demostraban que no estaba jugando y es que, no podía imaginar como encontraría una pequeña lechuza blanca en el enorme lugar. Recorrieron un camino que los hizo llevar a una cabaña, quería seguir caminando, pero se imagino que tendría que pedir permiso, por lo cual entró con tranquilidad obligando también a entrar a su ave, que se colocó en su cabeza nuevamente.

 

– Disculpe Buenas tardes, Solo deseo dar un pequeño – mencionó con educación al elfo que estaba atendiendo, no iba alquilar nada o eso consideró desde el principio deseaba simplemente vagar, seguramente quienes llegaban pedirían algún tour, para él solo iba a perderse por un rato con su compañera, luego regresaría hacía el camino, no sabía si alguien más haría lo mismo que él.

 

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[Sol Lestrange Black]

Me gustaba mi soledad, siempre había apreciado aquellos momentos para mi, donde podía darme el lujo de quebrarme y desmoronarme para volver a armarme con más fuerza y valor. Aquellos días alejada del bullicio me habían servido bastante, me sentía renovada y llena de nuevas energías rodeada de aquel precioso paisaje.

 

El bosque siempre había significado un refugio, en mis peores momentos siempre había buscado refugiarme en él, en la naturaleza. Caminar por senderos rodeados de árboles y flores me relajaba, me hacía sentir viva. Mis pies tenían vida propia llevándome a descubrir hermosos parajes que deleitaban mis sentidos. El día era caluroso, el sol brillaba con toda la fuerza del verano sobre mi cabeza, apenas una sutil brisa movía las ramas de los árboles. Aunque como era de esperarse dentro del bosque el ambiente fresco prevalecía.

 

Me sentía agradecida con la elección de mi ropa aquel día, unos sencillos jeans acompañados de un ligero suéter color gris, caía coquetamente dejando ver mi hombro izquierdo dándole un toque coqueto a mi vestimenta sencilla , demasiado sencillo para lo que estaba acostumbrada, pero el lugar ameritaba el estar cómoda. Mi cabello rizado caía con libertad por mis hombros y espalda, formando una larga y oscura cascada.

 

 

Respiré profundamente llenando mi olfato con aquel aroma a hierba fresca, madera y tierra mojada, mientras continuaba internándome en busca de un lugar ideal para sentarme a continuar con mi lectura.

 

Escuché el murmullo de un arroyo a lo lejos, sin mucho pensarlo seguí el sonido, mis pequeños pies hacían crujir las hojas mientras avanzaba decidida. Pocos minutos después me detuve, un claro se abría entre los árboles, y un poco más allá aquel riachuelo, en las orillas algunos arboles de menor estatura, algunas rocas, aquel era un perfecto lugar para instalarme y disfrutar del resto de la tarde.

 

- Precioso- dije pensando en voz alta mientras elegía uno de los árboles. De mi bolso saque un tapete y lo coloque sobre la hierba. Me senté al fin recargándome en el tronco antes de sacar aquel libro muggle de mi bolso “Del amor y otros demonios” Rezaba en su portada.- Pues aquí vamos…- abrí el libro y comencé mi lectura disfrutando de ella y toda la belleza que el entorno me regalaba.

 

@@Alexander Fox

Editado 30 de Julio del 2018 por Sol Lestrange Black R

[Alexander Fox]

Con el permiso concedido se dio la oportunidad de sumergirse por la maravillosa naturaleza a su alrededor, ahora se permitía relajar y caminar por el sendero de sus recuerdos, pocas veces se lo permitía, después de todo la gran mayoría no eran cosas que volvería hacer, después de todo ya no era ese mismo muchacho agresivo ni ofensivo, su actitud había evolucionado, aunque seguía teniendo la suerte de meterse en problemas, pero consideraba que eso ya no tenía solución

 

Observaba a su ave con mucha tranquilidad, ahora planeaba mucho más alto y con mayor velocidad, ella se había vuelto su gran compañera cuando se inició en el mundo mágico. Al principio de la historia nunca imaginó poder cuidar de un ser vivo, pero ahora no sabría que hubiera hecho sino la tuviera a su lado.

 

Con señas le hizo saber que se moverían más, necesitaban conocer todavía el sitio, en especial cuando inesperadamente escuchó un delicado sonido llamándolo, desde que Alexander se había vuelto vampiro los ruidos más insignificantes le hacían sentir curiosidad, y lo animaban a averiguar lo que eran.

 

Fueron algunos minutos hasta que finalmente se encontró con un hermoso arroyo, se veía fresco, daba una gran sensación de tranquilidad, aunque todo eso acabó cuando “An” decidió lanzarse dentro de él, salpicando un poco al pelirrojo y no contenta con eso movía sus plumas mojándolo.

 

-Hey An para jajaja – se rio divertido – uff está muy fría – se quejó, le dio hasta escalofríos por lo cual se alejó del arroyo para evitar que lo siguiera mojando, aplastando algunas hojas secas por el camino mientras se sacudía un poco. En ese momento fue cuando sintió la presencia que tenían cerca, un poco asustado se giró para saber de quien se trataba.

 

Una elegante y bella mujer se encontraba con tranquilidad en la sombra de uno de los árboles, estaba cómodamente leyendo un libro, quizás le habrían molestado con el ruido que estarían haciendo, Alexander sabía que debió a verse dado cuenta antes, pero la dama no le hizo sentir ningún peligro, en realidad desprendía un aura tranquila y dulce.

 

-Buenas tardes bella dama – saludó algo apenado, pero con su típica educación – discúlpenos si le interrumpimos su momento de tranquilidad, no sentí que estuviera allí – se excusó esperando que la joven no se molestara, pero quien no se detuvo fue la pequeña lechuza que salió del arroyo para acercarse a la mujer curiosamente, como si la estuviera saludando también, pero de una forma más atenta, pero inesperadamente se sacudió mojando un poco a la señorita.

 

-¡An! – le regañó – Ven a acá, disculpenos nuevamente – quizás si saldrían con unos cuantos gritos de por medio.

 

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[Sol Lestrange Black]

Leía en silencio, acompañada solamente por le murmullo del río y algún otro ruido ocasional del a propia naturaleza que me rodeaba. Inmersa en mi lectura no me percate de aquella nueva presencia, hasta que ya muy cerca comencé a escuchar risas y alguna que otra queja. Era muy extraño que hubiera mas personas cerca, en todo el tiempo que llevaba ahí y tomando en cuenta la extensión del lugar no me había topado con nadie.

 

Levante la vista del libro y a unos cuantos metros en la orilla del río, un joven de cabello pelirrojo discutía con un ave, me sorprendí un poco pero me pareció bastante simpática la escena por lo que una sonrisa divertida se instalo en mis labios de manzana. El joven mago giró hacia mi, percatándose finalmente de mi presencia, su sonrisa era tímida.

 

-Buenas tardes bella dama – me saludó demostrando unos perfectos modales – discúlpenos si le interrumpimos su momento de tranquilidad, no sentí que estuviera allí – se disculpo, mientras su bella lechuza camino a mi con escrutándome. Sonreí a ambos y alargué mi mano para acariciarle, pero de forma inmediata se sacudió lanzando algunas gotas de agua contra mi.

Cerré los ojos mas por la sorpresa que por alguna molestia, mientras el preocupado joven volvía a excusarse por su travieso compañero.

-¡An! – le regañó – Ven a acá, discúlpenos nuevamente- dijo bajando la mirada. Negué suavemente con la cabeza mientras me ponía de pie, le sonreí aligerando su preocupación.

- No se preocupe...- le pedí mientras quitaba un par de gotas de mis mejillas - Hola amiguito- saludé al ave que ululo como respuesta- Todo esta bien, un poco de agua no le hace daño a nadie- me encogí de hombros sonriendo y avanzando hacia el, extendí mi mano cuando estuve lo suficientemente cerca- Sol Lestrange mucho gusto...

Me acomode uno de mis rizos con la mano libre, esperando su presentación, por extraño que fuera, no acostumbraba intimar con extraños, pero aquel mago parecía tener un "algo" que me hacia perder mi poca empatía con los desconocidos.

@@Alexander Fox

[Alexander Fox]

Estaba en medio de una pelea de mirada con su lechuza cuando se volvió a girar preocupado, Alexander nunca imaginó encontrarse a alguien en su descanso, debido a que el lugar donde estaban se trataba de un enorme y pacifico bosque, por lo cual la presencia de la dama lo aturdió un poco, no supo muy bien cómo actuar, y más cuando An decidió mojar a la joven por gusto.

Para su suerte la dama no parecía molesta en cambio ella sencillamente volvió a mostrar una bella sonrisa que alivió al pelirrojo

– Es muy dulce de su parte, realmente muchas gracias, pero igual disculpe nuestro abuso - a pesar de que no estuviera irritada por la interrupción, una disculpa era importante.

-Soy Alexander Fox Lockhart – se presentó tomando la mano con suavidad –El gusto es todo mio señorita Sol – sonrió besándole el torso de la mano gentilmente, estaba feliz de a verse conseguido una joven tan amable. En ese momento An voló y se colocó encima de su cabellera roja y lo pico molesta.

-calma, calma… y Ella es An Lockhart – sabía que su lechuza también le gustaba ser presentada, y más cuando agregaba el apellido familiar - una lechuza con bastante caracter como ve - agregó bromeando.

-No me esperaba encontrarme con alguien el día de hoy, pero es bueno conseguirse con una persona dulce como usted – comentó con tranquilidad - ¿por cierto también está de paseo o… decidió hospedarse aquí? – preguntó curioso, no se imaginaba que habría llevado a la dama a apartarse tanto de todos.

 

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