Augurio Itomori´Floyd (MM B: 110920)

[Cillian Haughton]

— ¿No es la vida siempre una aventura?

Sonrió, quería ocultar su realidad aunque sabía bien que con Bel sería algo completamente difícil. No se sentía cómodo sin su antifaz, pero aún así no intento nada para recuperarlo ya que sin duda era algo tonto que tratara de ocultarse detrás de un antifaz. Dio un paso atrás y extendió su brazo derecho para revolver el cabello de su amiga.

— El tiempo no ha pasado en vano, ¿no crees? —Necesitaba otro abrazo—. ¿Hace cuanto tiempo que no estoy por aquí? ¿Qué tanto ha cambiado este pequeño y caótico mundo que nos ha visto crecer? 

Sí, sabía que tendría que contar todo lo que había pasado con él en el tiempo que había estado fuera de Ottery y en general fuera de cualquier lugar del que Bel pudiese encontrarlo con facilidad. Dio un vistazo a su alrededor, tenía bastante tiempo sin estar en contacto con la naturaleza. ¿Quién iba a decirlo? Después de tanto tiempo pasando su día a día cerca de ella durante su periodo como empleado y director del Departamento de criaturas Mágicas.

— ¿Quieres ser tu quien lance la primera pregunta, no es así? —comenzó a caminar aunque no sabía realmente hacia donde debía dirigirse—. Creo que el paseo esta bien por esta ocasión.

[Rory Despard]

Deshacerse del elfo resultó más sencillo que dar con las palabras exactas para esa conversación. No había llevado la cuenta exacta de los años transcurridos ¿quizá cinco? Pero se sentía el doble, por el peso de todas las cosas vividas en ese tiempo.

Estaba segura que él estaría cargando mucho también, tras ese gesto perdido con que oteaba las colinas en el horizonte.

- Los tiempos actuales no son los mejores, como habrás notado, la guerra alcanzó nuevas dimensiones y la gente se sigue matando más o menos por lo mIsmo- sujeta de su brazo me sentía reconfortada casi de la misma forma que cuando había posado su mano en mi cabeza, recordándome con ese gesto la diferencia de estatura entre los dos- tenemos una nueva ministra que empeoró la crisis en que Aaron Yaxley sumió al país y al continente entero. Pero creo que tu prosperas en el caos ¿no? 

Dejé ir una leve sonrisa, mientras a lo lejos un par de dragones sobrevolando las montañas más altas parecían danzar en el cielo, con la libertad que le había sido arrancada a los hombres.

- No voy a juzgar si sólo estas de visita. Ya pasó el tiempo en que esperaba retenerle, porque incluso yo me alejé un tiempo de Inglaterra ¡y me hizo tanto bien! Pero si quiero saber que planes tienes para esta visita- me detuve alzando las cejas de repente fingiendo mucha seriedad, aunque sólo sentía un impulso de reír más fuerte- ¿te gustaría meterte en problemas?

[Cillian Haughton]

La guerra, la maldita guerra.

Era un tema en el que sí bien se había visto inmiscuido en un par de ocasiones y podría decirse que aún tenía un pequeño enlace con ella al nunca haberse deslindado de cierto grupo, no le interesaba. Realizó un pequeño movimiento negativo con la cabeza, estaba harto de que las cosas estuvieran peor de como las había dejado hacía tantos años. ¿Es qué la comunidad mágica nunca cambiaría? 

— Es mi especialidad —el último comentario había tomado por sorpresa al rubio teñido, su amiga lo conocía bien... O por lo menos conocía al Cillian que solía ser antes de convertirse en alguien que poco se preocupaba por lo que pasaba a su alrededor o siquiera en el mismo.

Comenzó a dirigir sus pasos hacia el este en dirección de los carruajes y sulkys que estaban a su disposición para tomar un paseo por el valle. Bueno, a su disposición si es que estabas dispuesto a soltar un par de galeones para poder hacer uso de ellos. Mientras sacaba un par de monedas de uno de los bolsillos, escuchaba las últimas palabras de Bel.

Esta vez no pretendía que fuera una visita, por lo menos no una visita corta. Extrañaba ese mundo.

— Me encanta meterme en problemas, lo sabes —le dedicó una sonrisa a Bel desde arriba del sulky que había elegido para su paseo—. Más si esos problemas involucran a algún chico lindo al que pueda acosar y lo sabes. ¿Vienes? 

 

[Rory Despard]

Bel Evans McGonagall

- ¿Vamos a montar en esa cosa y buscar chicos lindos dices? Es un buen plan, pero más te vale no acapararlos todos.

No podia haber mejor metáfora para la relación con él que huir. Por supuesto la forma en que Cillian escapaba de todos, especialmente de sus propios problemas, distaba de la mía, que parecía alimentarse de las culpas generadas de acciones poco pensadas en el momento. Pero era justo eso, la impulsividad, lo que nos había hermanado tanto.

Como cuando habíamos armado una revuelta en el Ministerio tan sólo porque mi guapo primo Marcellus Allan no había sido aceptado como empleado del departamento de Criaturas. O cuando se había aparecido desnudo en mi boda, a coquetearle a mi ex marido.

Ah, hombres siempre hombres. Era definitivo que con la misma pasión que yo había defendido alguna vez los ideales de la orden del Fénix, él había remlcorrido el mundo en busca de ellos.

- Si vas a quedarte más tiempo, tengo un hombre en mente que podría interesarte. No se si sea exactamente tu tipo... Pero ¿en realidad no tienes uno no? Bendito don el tuyo de no sentirte ligado a ninguno en particular.

No necesitaba decir a quien me estaba refiriendo para que Cillian entendiese de quien se trataba. Él había sido testigo de primera mano de mis dilemas respecto a Garry y aunque nada le había dicho respecto al destino agridulce (dulce, agrio y de nuevo dulce como en cierto modo era el caracter del Ollivander) que todo eso había tomado, sabía que el tema saldría más tarde que temprano.

O sólo podía estar pensando demasiado y Cillian estaba un paso más allá más bien, pensando en la siguiente conquista.

- La vida muggle tiene sus encantos pero esta magia, es como unada adicción.Si como dicen los de Genetics, que existe un «gen mágico» sin duda ese debe ser el culpable de que uno siempre termine volviendo aquí.

 

Editado 15 de Mayo del 2021 por Rory Despard

[Cillian Haughton]

— Es más sencillo estar separado de la guerra y los problemas si te pierdes en el mundo muggle aún cuando podría decirse que ellos están peor en esos temas.

Suspiró. Sí que lo era, los muggles tenían ese extraño don con el cual aún cuando su mundo se estaba terminando cada vez más rápido, a ellos parecía no importarle y la mayoría se dedicaba solamente a vivir su vida. Los magos debían aprender un poco más de ellos y dejar de preocuparse un poco por las cosas que sucedían a su alrededor con lo cual solo lograban que el mundo mágico estuviera un poco más sumido a la miseria.

— No creo que encontremos chicos lindos en este valle. Quizá alguna criatura extraña, pero no un chico lindo. —Y luego el tema—. Y sí, hace tiempo que estoy solo.

En realidad Cillian nunca había tenido una relación estable. Sí, el amor de su vida siempre sería Carlos... Eso lo tenía bastante claro, pero Carlos era un tema que no estaba sobre la mesa, aquel est****o muggle siempre estaría a lado de Juliene aunque lo cierto era que no podía culparlo por ello ya que eso era culpa de su aún esposa que tenía aquel hombre perfecto bajo su control.

—Aunque debo confesar que antes de volver estuve con alguien —Miguel, otro hombre que podría calificar como importante en su vida—. Pero ya me conoces, fue algo fugaz.

Con un pequeño golpe de su varita logró que el sulky se pusiera en movimiento. La conversación recién comenzaba y Cillian sabía que existían temas que tarde o temprano llegarían a tocarse y estaba casi seguro de que Bel también lo sabía. ¿Debía preguntarlo él o dejar que ella lo contara en su momento? Sí, había estado distante pero aún así se mantenía aunque fuese un poco informado sobre las personas importantes en su vida.

— ¿Tú qué tal la llevas? —Inquirió, dándole el lugar a su amiga para que le contase lo que más pesara sobre sus hombros.

[Rory Despard]

Bel Evans McGonagall

— Ver criaturas tampoco puede ser tan malo, aunque yo ya no pueda ver a la mayoría de ellas.

Era cierto ¡no había puesto al día a Cillian respecto a la pérdida de mi magia!  Y tenía que decírselo, con lo rompedor que había sido, motivándome, entre otras cosas a ese viaje por el mundo alejándome de Inglaterra, que a pesar de todo, seguía amando demasiado como para no volver a ella, aun cuando su gobierno fuera un completo infierno.

— Yo perdí mi magia hace un tiempo. Una apuesta muy arriesgada, ya sabes, todo eso de tentar a magia de la que desconoces sus alcances trae consecuencias. He podido aprender a dominar cierta clase de poder emanado de la naturaleza, pero las varitas simplemente ya no puedo usarlas. Es como que esa magia que podía canalizar con ellas se esfumó para siempre. 

Había levantado las manos, en un acto teatral de intentar hacer un movimiento de varita. Era gracioso como operaba la mente (al menos la mía) haciéndome capaz de recordar todos esos movimientos para producir encantamientos, aun cuando no podría más materializarlos.

— Mi vida retirada aquí es estar básicamente en el Castillo de mi familia paterna, y cada tanto visitar la Heredad Ollivander y el Herbolario que es propiedad de Garry, aunque bueno, yo lo administro junto a un tipo—  ¿cómo debía presentar a Hess? Era difícil sintetizar las facetas de aquel hombre en pocas palabras— el administrador de los bienes de él. 

Un grupo de hipogrifos pastaba alegremente a un lado del camino donde nos encontrábamos. De repente, el solo verlos me recordó los tiempos vividos en la Reserva, donde justamente había conocido a Cillian por primera vez.

— Hace mucho no sé nada de las personas del departamento, excepto Garry. ¿Tú has podido saber algo de ellos? Llevo años sin acercarme al ministerio, así que supongo que eso también hace difícil cualquier clase de encuentro.

[Shena Cindy Malfoy R.]

La elfina camina a pesar de su miedo que le susurra tener sumo cuidado, hay peligro latente alrededor, lo siente acechando como un lobo, puede que sea toda una jauría...

No está segura de contar con alguna ventaja, la detectarán estando no visible?

La respuesta afirmativa le hace temblar más, pero debe ver qué las criaturas de la reserva se encuentren bien, es su obligación, su motivo en la vida.

Sus orejas se levantan, escucha voces lejanas, no va esperar a que se vuelvan claras, no señor! Se aleja de inmediato a toda carrera...

[Cillian Haughton]

¿El Ministerio? Negó, el tampoco sabía nada. 

Si Bel tenía tiempo sin pasarse por el Ministerio, Cillian tenía aún mucho más y las personas que alguna vez habían formado parte de su vida en aquel lugar ahora estaban en algún otro lugar en aquel mundo mágico post-apocalíptico en el que se vivía ahora, todos demasiado ocupados para darse un respiro seguramente. Le había tomado por sorpresa la noticia sobre la perdida de magia de su amiga, ¿era eso realmente posible? Había escuchado rumores, sí, pero nunca había conocido realmente a alguien con ese problema, hasta ahora.

— Lo siento —murmuró— por lo de tu magia.

No sabía si era lo correcto el dar esa respuesta pero para él su magia era algo importante para todo mago lo era así que suponía que para ella también. No estaba prestando realmente atención a su paseo, estaba demasiado enfrascado en sus pensamientos y la poca atención que podía destinar a otras cosas, la tenía por completo puesta en su amiga.

— ¿Crees que sea hora de volver al Ministerio? —desconocía realmente el porque su amiga había dejado de frecuentar ese lugar pero estaba seguro de que su preguntara lo llevaría a ahondar sobre ese tema en particular—. ¿Sabes? Hace bastante tiempo que tengo ganas de molestar una vez más a Garry, ¿crees que sea posible? 

 

[Rory Despard]

Bel Evans McGonagall

— Oh, fue una pérdida grande. Como cualquier cambio fuerte, cuesta al comienzo adaptarse y esa parte que no recuperas te hace sentir vacía. Pero lo bueno de la vida es que luego siempre encuentras otra cosa con qué llenar ese vacío. Al comienzo es un mero reemplazo, pero algunas cosas, con el tiempo, terminan adquiriendo su propio valor. Lo malo es que no pueda ser tan inmediato como uno lo desea.

Como el paseo en ese artefacto, yo sentía que ambos estábamos envueltos en ese viaje, viendo a ratos distraídos por la ventana nuestro recorrido, y cada vez más lejos del punto de partida. Dolía lo que habíamos perdido en el camino, pero quizá, era el momento de que en lugar de solo huídas, nos arriesgásemos un poquito más para intentar hacer de modo diferente las cosas, y no tanto ya observar el pasado con nostalgia infinita.

Su pregunta misma era como estar detenido en esa encrucijada.

— Si vuelves al ministerio, que no sea al departamento de criaturas. Nada ni nadie podrá ser tan estupendo como lo fuimos nosotros en su día, y solo te provocará frustraciones. Yo lo intenté luego de tu partida, un tiempo probé suerte en otras dependencias. Terminé en Transportes, degradada por un caso del cuartel auror que resultó en tragedia, pero es gracioso que ese interminable papeleo burocrático que  era el trabajo en esa oficina, me trajo cierta paz porque dejé de añorar lo que habíamos tenido antes. Y entonces lo entendí. Entendí que para avanzar, necesitaba soltar, sin que eso significase que dejase de ser importante para mí.

Sin darnos cuenta, estábamos ya cerca del final de la ruta. Ya no estaba segura si era él o yo quien había ganado más con esa charla, pero ¿no era así como resultaban siempre las cosas entre nosotros? Incluso desde el momento en que lo había visto por primera vez, tan hermoso y superficial, la atracción física que había sentido había terminado siendo superada por la nobleza de su frágil corazón, haciendo firme un sentimiento que en otras circunstancias hubiese terminado siendo efímero.

Sonreí ante sus ideas respecto a Garry. Y es que también allí, había mucho por contar. 

— Oh Garry. Él casi no sale de la heredad. Ambos, en cierto sentido, tomamos el camino largo de las cosas, para vivir y para aceptar lo que somos y lo que sentimos.— aunque no dejé de sonreír, pensar en eso todavía me generaba cierto dolor, que esperaba Cillian no hubiese sido capaz de notar— Pero ¿sabes? Me llegó la invitación para una fiesta de caridad organizada por la familia Moody. Si vienes conmigo, podría convencer al administrador de la Heredad para que lo traiga a él también ¿qué dices? Igual sería una oportunidad estupenda para que vuelvas por todo lo alto a la alta sociedad de Ottery.

La idea de asistir al evento se me hacía tedioso, pues nunca me había sabido conducir correctamente en esos espacios, pero mi elfina estaba empecinada en que fuera, sin abandonar su idea firme de que podría encontrar un buen prospecto de compañero para mí. 

— Si vienes, me ayudarías mucho. Harías que realmente eso fuera una fiesta, y no una aburrida e hipócrita reunión de gente rica que busca aliviar su conciencia en tiempos de guerra.

@ Cillian

[Anthony R. Dracony M.]