Jump to content

Las Herederas de Violetta Beauvais (MM B: 111261)


Sagitas E. Potter Blue
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Heliké había ido a comprar, no solo a visitar. Bien, era una bonita manera de inaugurar un negocio... si no fuera porque Sagitas no parecía muy por la labor de atenderla correctamente. Y es que la confianza normalmente llevaba a esas cosas, claro. Cuando escuchó a su compañera llamar a su socia "suegra", tuvo que apretar los labios para evitar sonreír, aunque dirigió una mirada divertida a la pelimalva, esperando la reacción de ésta.

 

Tranquila, tranquila, Sagitas. Espera, ¿has dicho sobrina? ¿Cómo puede ser tu sobrina y tu nuera al mismo tiempo? —le preguntó, ahora con curiosidad. Sabía que las relaciones en Ottery a veces eran extrañas, en su familia habían habido algunos matrimonios de lo más llamativos en cuanto a parentescos, pero nunca había visto un caso tan de cerca—. Y no, era broma, el pomo no muerde. Pero si perdemos dinero, Beltis sí lo hará —añadió encogiéndose de hombros. Lo peor de todo es que era verdad.

 

Dejó que la Potter Black siguiera con su parloteo hasta que la vio dirigirse hacia la cortina. Solo entonces alargó la mano para interponerla a modo de barrera entre la mujer y el almacén.

 

Si vas al almacén, cuidado con lo que tocas, Sagitas. Hay materiales peligrosos sin colocar aún. Aunque preparé té hace un rato, está arriba —le dijo. Con un poco de suerte, impedía que se pusiera a husmear en el almacén antes de que pudiera esconder las cajas que había traído para mostrarle a Beltis. Luego miró a Heliké, que acababa de incendiar parcialmente la cortina que ella había intentado proteger de su socia—. ¿Qué pasa con los Malfoy? ¿Y por qué le pegas fuego a la cortina? Pero bueno... ¡vaya par! Aguamenti.

 

El agua apagó las llamitas enseguida, antes de que hubiera daños que lamentar. El almacén era muy húmedo, la verdad, pero las cajas de cartón y madera y las varitas almacenadas... seguro que prendían con facilidad. Miró a ambas con los ojos entornados.

 

Ya vale de hacer el bobo, esto es un negocio serio, señoritas. O señoras, o lo que seáis —masculló—. Yo te vendo los guantes sin problemas, así no tienes que tratar con tu tía... suegra... o lo que os toquéis —añadió, haciendo un gesto con la mano como para indicarles que le daba igual el parentesco. Luego se percató de lo que acababa de decir y abrió mucho los ojos—. No literal, por cierto. Y, ¿de qué compinches hablas? —miró a Sagitas ahora, haciéndose la sorprendida aunque sospechaba que ésta conocía la afiliación al bando tenebroso de Heliké. Aunque claro, ella sospechaba de su propia moralidad, así que... —. Sagitas, ¿en qué cajón guardasteis los guantes? Yo traje lo relativo a las varitas... dime que vosotras trajisteis vuestra parte, por favor, dime que no olvidasteis coger el resto de cosas.

 

Sus últimas palabras fueron casi un ruego temiéndose lo peor. Se masajeó la frente con fuerza durante unos segundos y luego recordó algo que Heliké había preguntado antes del lío de la cortina, que humeaba ligeramente de un extremo.

 

La idea de la tienda de varitas fue mía. Bueno, en realidad no pensé en una tienda sino que tenía un pequeño taller en mi castillo y Mery pensó que podríamos venderlas, algunas son sencillamente espectaculares. Y no porque lo diga yo, que conste. Luego decidimos que fuese más amplio, una tienda de artículos varios, aparte de varitas y decidimos ampliar la sociedad. Mejor dicho decidí, a Mery le importa todo un rábano excepto el dinero. Así que conté con dos personas de confianza —sin saber exactamente por qué, seguía confiando en Sagitas a pesar de sus sospechas. Aunque no quería ni imaginar qué pensarían Beltis y Mery si lo supieran—. Así que vendemos artículos para las varitas también como adornos o fundas, desde bastones hasta abanicos donde encajarlas. Y otros como guantes, plumas y tintas. Así que si podemos ayudarte en algo, sólo tienes que decírnoslo.

AYlDcNN.gif


oizsVNM.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

¿Necesitaba otra varita? No realmente pero queria darle mantenimiento a la que tenía y tal vez comprar algo donde ocultar su varita magica. Sabía que Ollivanders era el mejor lugar para obtener una varita pero no tenia ganas de ir a aquel lugar y el local que tenia en mente sabia que pertenecia a alguien del bando.

 

Ingreso en el local buscando con la mirada a las dueñas del mismo, solo hablaría con alguna de ellas porque no soportaría encontrar con algun empleado y que este fuera pro muggles, ya bastante tenía con los que tenía que tolerar todos los días como para encontrarse con otro en uno de esos lugares.

 

-Buenas tardes... ¿hay alguien?

 

Observó el lugar, perdiendose en los engarses para varitas que había por todos lados, sacó su varita del interior de su tunica, viendo como esta estaba con huellas de sus dedos, un apr de raspones y sustancias que ni ella sabía que era, seguramente de sus pasadas pociones con las que tan arduamente trabajaba.

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Heliké y Sagitas parecían meditar cómo chincharse mejor la una a la otra cuando la puerta de la entrada se volvió a abrir. Anne estiró el cuello para mirar por encima del hombro de su compañera mortífaga con curiosidad, y sonrió en cuanto reconoció el rostro de la nueva cliente. O quizás solo había entrado para hacer una visita. Tras dirigirle una mirada de advertencia a la suegra/tía-nuera/sobrina, las dejó solas un momento para poder acercarse a la recién llegada.

 

Buenos días, Jessie, me alegra verte por aquí —la saludó, colocándose a su lado y esbozando una suave sonrisa. Esperaba que no se percatara del lío que tenían montado las otras dos que había dejado a su espalda. Entrelazó los dedos de ambas manos antes de seguir hablando—. ¿Te gusta? Hoy es la inauguración de la tienda, así que disculpa si todavía hay algo de desorden. Y dime, ¿buscas alguna cosa en concreto, solo echabas un vistazo o...? Uy, tu varita está bastante desgastada y descuidada. ¿No tienes nada para mantenerla en buen estado?

 

Ella tenía obsesión con su varita. Procuraba tenerla siempre limpia, sin huellas donde no debía y, por supuesto, evitaba darle golpes siempre que le era posible. De hecho, normalmente la llevaba guardada entre la ropa para que no se rozase con nada, jamás en el bolso o así. Además, lijaba la madera y aplicaba sustancias a la empuñadura para evitar que perdiese el color original, aunque esto último era más bien complicado. A pesar de ello, se notaba el desgaste en aquella parte también, e incluso tenía un par de muescas que nunca había conseguido arreglar que procedían de un par de duelos en los que había salido mal parada.

 

Mientras esperaba respuesta de la Black Lestrange, se percató de que el cartelito de la puerta que indicaba si el negocio estaba abierto o cerrado estaba mal puesto, pues ponía las letras "Abierto" hacia adentro. «Demonios, qué despiste», pensó. Le bastó un suave movimiento de varita para que éste girase y se colocase correctamente. Luego volvió a guardar su arma mágica en el bolsillo del pantalón.

 

 

@@Jessie Black Lestrange

AYlDcNN.gif


oizsVNM.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Anne salió a su encuentro a los minutos de que la bruja llegó, sonrió al verla observando aún las cosas a su alrededor. Escuchaba lo que la Gaunt tenía que decirle y bajo la mirada a su varita cuando le menciono su estado.

 

-Yo... Sí, precisamente por eso venía. Mi varita necesita mantenimiento, mucho trabajo y poco tiempo para cuidarla y... Buscaba algo donde protegerla y a la vez ocultarla... ¿Tendrán algo así?

 

Veía muchas cosas que le gustaban, otras se le hacían muy ostentosas. Incluso en eso se sentía un tanto diferente al resto de sus compañeros mortifagos, ella prefería las cosas simples y delicadas.

 

- Por cierto, el lugar les quedó hermoso, es bueno tener otro lugar al cual ir a parte de Ollivander

 

Le entregó su varita a Anne un tanto reacia pero sabiendo que la bruja debía de tenerla si quería que la restaurarán a la maravilla que había sido cuando la compró.

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Escuchó la petición de Jessie. Sí, obvio podía ayudarla aunque también dependía en buena parte de lo que ella buscase. Así que buscó en su interior aquellos tiempos en que se armaba de paciencia para tratar a los demás y se dispuso a mostrar su mejor cara como vendedora. Aunque algo le decía que Sagitas lo haría mucho mejor que ella. Afortunadamente, la clienta era una amiga del bando. Al menos tenían cierta confianza a la hora de hablar.

 

Sí, tenemos artículos que pueden servir para lo que me dices. Y por supuesto, te puedo enseñar a mantenerla en buenas condiciones, tenemos algunos productos maravillosos para ello, algunos de ellos hechos por nosotras mismas —le explicó, aunque verdaderamente en los potingues solo metía la mano ella. Y sospechaba que posiblemente Sagitas, aunque nunca se habían sentado a trabajar juntas en ello. Sería interesante preparar algún tipo de ungüento con la Potter Black.

 

Señaló a Jessie una estantería hasta la que se desplazó ella misma antes de continuar la charla

 

¿Tenías alguna idea concreta sobre lo que buscas? Una funda para la varita, por ejemplo, o quizás algún tipo de complemento en la que guardarla y, además, que vaya oculta. Como un bastón, un paraguas. Incluso un abanico —conforme hablaba, fue sacando artículos que levitaban entre ambas mágicamente, quedando así expuestos ante la mujer—. O si buscas algo distinto dímelo y miramos. También tenemos guantes mágicamente alterados con un bolsillo ocultos en el que puedes llevar la varita. De esa forma, solo debes mover la mano y ésta se desliza hacia afuera, por lo que con reflejos la tomas y la tienes a tu completa disposición en cualquier momento. Y lo mismo está también para la ropa, se coloca bajo la manga —se señaló el antebrazo izquierdo, haciéndole una mueca divertida a Jessie al hacerlo que estaba segura de que entendería a la perfección—. Yo llevo uno aquí, y al hacer así... —movió el brazo un poco y la varita apareció de entre la ropa deslizándose por el puño de su blusa. La agarró en el aire y la mostró a la mujer—. Y voilà, así de cómodo. Y encima va protegida.

 

Esperó entonces para ver si alguna de aquellas cosas eran del agrado de Jessie mientras pensaba en qué productos podía recomendarle para el cuidado de la varita, que ahora le había entregado para que examinara con atención. Anne la observó de lejos, luego de cerca, todo el rato con los ojos entornados y clavados en cada detalle del arma mágica de su compañera. Al cabo de un momento, asintió para sí.

 

Necesita un poco de lija en esta parte, tiene algunas irregularidades posiblemente por algún esfuerzo mágico más intenso del debido. Además, te puedo ofrecer un protector para la madera que la recubre y crea una especie de capa invisible que dura, al menos, diez días. Cuando va pasando ese tiempo, se lo aplicas de nuevo... y listo. Va muy bien.

 

Dicho aquello, miró a Sagitas y Heliké de reojo. Verlas tan calladas le daba un poco de miedo.

 

 

@@Jessie Black Lestrange @ @

AYlDcNN.gif


oizsVNM.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Helike siempre sacaba lo peor de mí, no sé cómo lo conseguía ni cómo habíamos llegado a eso. Sin embargo, la apreciaba, algo difícil de entender cuando me daba contestaciones que me obligaba a retener el darle una bofetada, como esa de las gallinas. ¡No era una gallina! Sólo era de la Orden del Fénix, no sé porqué tenía esa manía de insultarme. Por supuesto, me mordí la lengua sobre ese tema porque por mucha confianza que tuviera con Anne, el tema de mi bando era algo que debiera mantener oculto. Así que lancé una mirada asesina a mi sobrina.

 

-- Antara es mi madre. La mejor mujer del mundo y la que con más gloria ha liderado la... -- ¡Merde, otro dato que no debiera salir a la luz! Nadie debía saber que Antara fue líder del bando de la Orden porque era un secreto casi de estado. Así que respiré con rabia. -- Liderado la mansión con mano firme. Y yo la heredé de ella, muchacha. Yo, como hija directa, no tú. Que disimulas mucho de que eres matriarca pero sé que ansías tener una tú sola.

 

El incendio de la cortina fue casi un favor porque era una manera de para cuando me embalo. La sinceridad me gusta y Heliké era muy sincera, aunque no me gustara sus modales. En realidad, más que por su bando, que también, era porque me temía que, si la dejaba seguir con Matt, ella me suplantaría y era algo que no podía soportar. Supongo que todas la madres son iguales; algunas ceden su puesto con gusto en pos de la felicidad de su hijo; yo era de las que peleaba y daba fé de que las suegras somos bien malas.

 

-- Sí, Anne, sobrina por parte de Deiwan y ahora novieta de mi hijo Matt. Puff, sí, mejor me voy a por un té porque ahora mismo estoy tan furiosa con ella que sería capaz de romper la mitad de las cosas que haya en el taller. Espero que no dejes muchas materias peligrosas estando yo cerca, amiga...

 

Como llegaba otra cliente y yo no quería pelearme en público con mi sobrina, decidí que el té sería mejor que seguir en la tienda, así que dejé a Anne que la atendiera y obvié a Helike mientras me acercaba a la tetera y ponía agua hirviendo en una taza de loza blanca. El aroma anunciaba una bebida espiritual que calmaría mi estado de ánimo. Mientras la tomaba, observaba a Anne y su labia para vender servicios de las varitas. Me animé. Yo también necesitaba una mano de lija a mi varita y sonreí, acercándome tímidamente con la taza en la mano.

 

-- ¡Guala, eso parece un truco de magia! Yo siempre llevo la varita en el pelo, recogiéndome el moñ0, es práctico. Pero me gusta ese guante porque es mucho más elegante que llevarla en la cabeza. ¿Lo vuelves a hacer, Anne?

 

Parecía más una clienta que una de las dueñas. Le sonreí y le mostré levemente la taza.

 

-- ¿Queréis que os haga un té para todos? -- e iba a añadir "menos a ésta", refiriéndome a Heliké, pero era mejor no liarla de nuevo.

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 3 semanas más tarde...

Jessie parecía estar pensándolo bien porque no volvió a hablar. Por su parte, Anne estaba ahora pendiente de Sagitas, que se había acercado hasta ellas animada por lo que había visto. No pude evitar sonreír, a pesar de que aún se sentía ligeramente con su compañera después de lo que había visto en el castillo Gaunt...

 

¿En serio? ¿Llevas la varita en el pelo? ¡Vaya ocurrencia! —le respondió sin podérselo creer del todo—. ¿Y no has pensado nunca que así se te puede perder? ¡O partir! Vaya cabeza tienes, en serio, esas cosas solo se te ocurren a ti, Sagitas —añadió, aunque sin poder ocultar una sonrisa divertida. Como Heliké y Jessie parecían en silencio, alejó un poco a la pelimalva de ambas y le señaló el almacén con la cabeza—. No, ya he tomado té antes, gracias. Pero tengo que hablar contigo, ¿sabes? Algo privado. Así que en cuanto puedas... te espero ahí dentro.

 

Dicho aquello, se volvió de nuevo hacia la Black Lestrange mientras se guardaba su propia varita de nuevo en la manga.

 

Jessie, si te interesa alguno de los productos no tienes más que decirlo. Mientras tanto, si me disculpas, necesito hablar con mi socia de algunas... cuestiones importantes. Cualquier cosa llámame y salgo.

 

Consideró aquellas palabras como una despedida y se volvió para poder ir hasta el almacén. No le preocupaba dejar la parte pública de la tienda a solas porque tenía fuertes protecciones en todas partes para evitar robos y ataques que las pudieran pillar por sorpresa. Además, confiaba tanto en Heliké como en Jessie, no había peligro con ellas.

 

Traspasó la cortina que llevaba al almacén e, instintivamente, se remangó el brazo derecho mientras se dejó el izquierdo cubierto. Tenía un montón de tatuajes entrelazados en ese antebrazo que ocultaban la Marca Tenebrosa pero, a pesar de ello, no le gustaba dejarlo a la vista. Era como cubrir por instinto algo que quieres y sientes que debes proteger con tu vida. Cuando vio a Sagitas, sacó dos taburetes de un rincón y se sentó en uno de ellos, dejando el otro para su compañera.

 

Siéntate, por favor, es que quiero preguntarte algunas cosas y no quiero que nadie nos oiga. ¿Qué tal te va todo? ¿Qué tal llevas lo de ser warlock? Ya hace un año, ¿cierto? —preguntó de forma distraída, dando un rodeo antes de ahondar en el tema que le interesaba. No sabía cómo lo tomaría Sagitas, pues siempre se mostraba de lo más ingenua y buena. Pero... ¿y si, de repente, se enfadaba y le mostraba todo su poder? Anne confiaba en sí misma, pero no quería herir a su amiga ni salir escaldada de la charla. Ni tampoco destruir el local recién abierto, claro. Así que intentaría no perder la paciencia antes de tiempo.

 

 

@

AYlDcNN.gif


oizsVNM.jpg

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Me quedé con una tetera en la mano y el azucarillo en la otra, preguntando a las demás. ¿Dónde se habían metido? Anne me reñía, aunque de forma amigable, por llevar la varita en el pelo.

 

-- Demonios, Anne, es un sitio práctico. Siempre la dejo por cualquier sitio, al menos sé que ahí tiene una funcionalidad y que la encontraré -- me excusé casi con pena en la voz porque me sentía algo violenta con la llamada de atención delante de la gente, aunque hubieran desaparecido podrían estar oyéndonos. -- Además, nunca me he quemado ni nada.

 

Ahora enarqué la ceja, sorprendida. ¿Quería hablar conmigo? ¿Se había enterado que había comprado una remesa de nácar para adornar los puños de las varitas? Tal vez un poco caro para un negocio que recién abría pero... lucían tan irisadas... La seguí, dejando la tetera encima del mostrador (creo que encima de uno de los guantes de cuero que había estado enseñando pero ahora, con las prisas, no estaba segura). Hum... Le diría que lo pagaba yo, si era el dinero lo que le preocupaba.

 

-- ¿De qué cuestiones importantes... hum... esto... quieres hablarme? -- le dije al estar a solas, frotándome las manos, algo nerviosa. -- Te juro que pagaré yo todo sin cargarlo a la bóveda del negocio. Y no he roto nada... aún... creo...

 

Eso de que me sentara hacía parecer todo muy serio. Demasiado serio. Lo hice, nunca le niego nada a mi amiga, aunque froté la palma de las manos en mis pantalones, para secarme el sudor frío.

 

-- ¡Oh! ¿Eso...? Pues... Bien, supongo... -- Así que todo iba a girar en torno al trabajo de Warlock... Bueno, mejor, eso no podía ser tan malo. -- Sí, un año... Ya un año... ¿Es qué vas a montarme una fiesta sorpresa?

 

Sonrisita nerviosa... ¿De qué iba todo aquello?

kNTUx8c.gifsf6Sw.gifHdDMuO2.pngXXBPo79.gifKRLtVZp.gif

D69M3Vr.jpg

  tOWLU4S.gif  KhGckEc.gif.6e9b2b71e2797bafac6806b66df1d1b0.gif     Icr0JPz.gif

0jsC0dL.pngWliKSjc.pngckkcxVm.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Pensaba muy detenidamente que era lo que buscaba, no estaba segura. Por su trabajo necesitaba algo que no fuera muy llamativo pero a la vez práctico, algo con lo que poder trabajar pero también mantenerla a resguardo y protegida.

 

Le entregó su varita a Anne para que está la examinará, sintiéndose extraña por verla en manos de alguien más, asentía un tanto perdida a las palabras de Anne aún pensando que era lo que necesitaba.

 

Observó a la mujer que se había acercó a Anne y ella, sonrió con amabilidad para luego fruncir su ceño al ver de dónde sacaba la varita magica. Aquello era peligroso, sin proponérselo la bruja podría volarse la cabeza sin darse cuenta todo por un descuido.

 

Asintió a Anne cuando está le dijo que se retiraría por un momento, dejándola pensar que era lo que buscaba. Suspiró y comenzó a recorrer el lugar; los guantes le habían llamado la atención y aparte eran elegantes, bien podría disimular su uso en el trabajo gracias a la familia a la que pertenecía pero aún así...

 

-No logro decidirme, un bastón no va conmigo, los abanicos no me gustan y son muy estorbos. Podría pedirle a Anne que le coloque un engarse a la varita si eso no dificulta su acceso en los guantes

 

Finalmente se había decidido y no porque fuera ella muy quisquillosa sino porque quería algo práctico pero que a la vez fuera con ella y muchas cosas de las que veía eran muy elegantes.

ojrlZad.png


http://i1008.photobucket.com/albums/af203/kath603/hufflepuff.gif http://i.imgur.com/5Sd2r7R.gif http://i45.tinypic.com/wuo67r.jpg


Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

También aquella tienda estaba en la lista y eso significaba que podía pasarse por el sitio

Además según había entendido por parte de la vampiro era un lugar donde se dedicaban a fabricar varitas asi que tal vez pudiera pedir otra porque la que ella tenía era una que le habían hecho de niña; por ende, eso significaba que ya estaba bastante vieja y quizás estuviese próxima a romperse y o mejor sería que fuese obteniendo una nueva

De todas maneras Hayame había quedado de acompañarla a aquella tienda por lo que lo mejor sería esperarla en el exterior hasta que llegase a su lado

Pero eso no la detenía de ver lo que tenían en la vitrina, verdad?

Así que se acomodó mejor el pequeño bolsito que llevaba colgado de su muñeca y se incinó sobre los cristales para ver lo que tuvieran en exposición, moviendo de vez en cuando la cabeza con el interés de que lo que estaba ahí, era de calidad

-Me pregunto si podrán hacer varitas con ramas o partes de flores para que la magia sea acorde a la de una...

Musitó la chica levándose la punta de los dedos a la boca mientras que inclinaba un poco hacía atrás su cintura, con bastante curiosidad. Y sabía que su cuñada tenía una varita que tenía perfume de rosas, podría pedir una varita que hiciera lo mismo también? Aunque con distintas flores, claro

ALzVIjq.gif
http://i.imgur.com/7WhajUW.gif ♥ TE AMAMOS SAGITAS ♥

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.