Jump to content

Castillo Evans McGonagall (MM: B 97458)


Syrius McGonagall
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Todo estaba pasando bastante rápido para él, y debido a su transformación se había vuelto bastante confuso. Danny había perdido toda capacidad humana de razonamiento y ahora se encontraba como una bestia salvaje sin reconocer a nadie. Era la segunda vez que se transformaba fuera de un lugar seguro tanto para él como para los demás, la primera había sido en medio de una cena que se llevaba a cabo con un amigo. 

Danny no se daba cuenta, por tanto, del peligro que traía los intercambios de hechizos que se estaban dando lugar, sin embargo los sonidos de aquellos rayos que salían de las varitas de los magos le tenían un tanto confundido, así que solo gruñía desde su sitio. Pronto había pensado en lanzarse contra de esos mortífagos invasores, pero estos se retiraban de la casa y no tenía más compañía que las fenixianas que se habían quedado en ella. 

Lamentablemente y debido a su condición salvaje, Danny no tenía la capacidad de decidir y su instinto salvaje le inducía al ataque y así hace, pero en ese justo momento en que estaba a punto de lanzarse contra ese par de brujas, le envuelve una magia extraña que le hace bajar un poco el nivel de agresividad natural a causa de su condición. El chico era incapaz de tranquilizarse por sí mismo, pero había algo ahí que le relaja de a poco hasta que todo rasgo de agresividad en él desaparece, y se sienta en un rincón respirando agitado y con un poco de miedo.

@Rory Despard

@ Mica Gryffindor

@ Scarlet Akane

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Era extraño pensar en los sucesos que me llevarían nuevamente a Ottery. Pero ahí estaba mirando con cierta concentración la calavera que adornaba el firmamento mientras mis pasos me posicionaban frente a la entrada del que fuera mi hogar por muchas lunas. Me había jurado no volver nunca más, no quería hacer frente a una vida que sin previo aviso se había eclipsado como mi propia razón. 

Lo que menos deseaba es que me preguntaran ¿qué había pasado? Sólo rememoraba de vez en cuando las últimas palabras que le digiera -No puedo más, debo marcharme -por supuesto no tomó muy bien mi decisión, sin embargo, estaba decidida a terminar con la relación por mi bien. Nuestro amor parecía haber perdido el camino de regreso a casa, los malentendido continuos fueron sólo la punta del iceberg y la relación había terminado menguando ante la fragilidad de nuestra cercanía. 

Suspiré, cerré los ojos y disfrute del regusto del vaso de ginebra que había bebido tan sólo hacía unas horas atrás. No estaba triste, quizá sólo avergonzada. No deseaba admitirlo pero mi decisión de alejarme había sido por mi propia incapacidad de afrontar los recuerdos y ahora sólo anhelaba reconstruir mi vida una vez más.

Di tres toquidos a la puerta y esperé a que alguien acudiera a mi llamado mientras acomodaba mi capa de viaje negra y los pliegues de mi vestido rosa que lleva puesto. 

On3isOe.jpg

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 2 semanas más tarde...

Rory, con @ Danny Lestrange

Dejando que tanto Mica como Darla pudiesen acomodarse en el gran salón, y recompusiesen el cuerpo y las energías gastadas en la batalla, Rory se excusó un momento ante ambas brujas para dirigirse al segundo piso, hasta donde debían haber llevado al joven licántropo. Uno de los elfos más antiguos al servicio de la familia, Mavado, había sido el encargado de la tarea, debiendo además administrar la poción diseñada en otro tiempo por la matriarca de la familia y su ex marido, para revertirlo a su forma humana.

Rory no podía negar que sentía cierta ansiedad por el encuentro con el joven. Una parte de él esperaba también tener una segunda oportunidad para presentarse ante el mago en un modo adecuado, que pudiese disipar de su cabeza el malentedido de la primera vez que lo había conocido.  Y a pesar que este nuevo encuentro estaba viniendo propiciado por un ataque, el predicador confiaba en que eso no fuera impedimento para que el chico notase que ante todo, su mayor motivación era lograr una cordial y positiva relación con él. 

Tras anunciarse con un par de golpecitos en la puerta, ingresó a la estancia y con un poco de timidez, alzó la mano a modo de saludo.

— Me alegra mucho que te encuentres mejor. Dime ¿deseas un poco de agua o comida? Estás en la residencia Evans McGonagall y si algo caracteriza a esta familia, es su hospitalidad. La matriarca me colgaría personalmente si contraviniera eso. 

El muchacho estaba sobre la cama. Sus ojos estaban abiertos así que al menos no le había interrumpido el sueño, pero el pelirrojo se inclinó solo un poco más hacia él, en el afán de que su invitado no tuviese que hacer más esfuerzos de los que ya había hecho esa noche, y oró en su mente una leve plegaria de protección para él, esperando que hubiera recuperado las fuerzas como para unirse al grupo de brujas en el gran salón.

 

P-ko, elfina de Bel con @ Kutsy Stroud Lenteric

Su visita a la heredad había terminado tomando rumbos inesperados, pero cuando la elfina reapareció con un "crack" en el jardín de la entrada, lo último que había esperado es ver a las puertas del Castillo, la delgada y reconocible figura de la hija adoptiva de su ama Bel.

— ¡ Señorita Kutsy!—  el grito potente de la criatura resonó en el espacio, llegando más rápido a la joven de lo que ella misma podía llegar debido a sus diminutas pisadas— es tan bueno verla de vuelta, tan sana, y bella como siempre.

La elfina la abrazó con fuerza. Pocos eran quienes conocían, P-ko entre ellas, el papel que el antepasado de la mujer había jugado para salvar a Bel de la locura y la muerte, y era por eso, que aunque no lo admitiera con palabras, la elfina revelaba en sus acciones el profundo cariño y agradecimiento que sentía hacia la bruja.

Unos segundos más tarde, tras separar sus menudos brazos, chasqueó una vez más sus dedos, haciendo que las puertas se abrieran y luego se cerraran tras de las dos, ya en el recibidor.

Ha venido en una noche muy especial, señorita Kutsy. Tenemos visitas en el gran salón en este momento, pero si prefiere puede pasar a su habitación y cambiar sus ropas antes de unirse a los demás — no tenía un ánimo particularmente curioso, pero como con cada Evans que volvía, la criatura estaba interesada en saber qué razones la tenían de vuelta en el castillo— ¿A qué debemos el gusto de tenerla nuevamente entre nosotros?

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

La sorpresa inundó mi semblante al escuchar la voz de P-ko.

Cuánta alegría me trasmitió ante su efusivo abrazo, me hizo sentir sumamente bienvenida, le sonreí a la pequeña criatura mientras caminaba a su lado y escuchaba sus palabras, no esperaba que aquella pregunta fuera formulada tan pronto, pero si estaba de vuelta era porque deseaba dar respuestas a aquellos que así lo solicitaran, aunque ya era bien sabido que solía desaparecer con demasiada frecuencia es agradable volver a casa le dije a mi acompañante y más aún por la cálida bienvenida que me has dado P-ko —intuía que la pequeña elfina se alegraba cada vez que el castillo cobraba vida con los diferentes visitantes que habitaban en él. 

Creo que subiré a mi habitación a cambiarme —no quería admitirlo pero temía volver a ver las fotografías y que los recuerdos se hicieran presentes, sin embargo, no sería una cobarde. Había llegado el momento de darle la cara a cada vestigio y enfrentar mi presente —aunque... —guardé silencio volviendo la vista a P-ko —me gustaría que tomarás el té conmigo —declaré con suavidad —así podré contarte porque he vuelto —le sonreí y añadí —siempre y cuando no interfiera con alguna actividad que tengas planeada. 

Secretamente deseaba que aceptara mi invitación ya que la elfina era lo más cercano que podía estar de Bel y realmente necesitaba hablar con alguien. 

 

@ Rory Despard

 

On3isOe.jpg

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No había un lugar en el que Hannity se sintiera tranquila, ni siquiera el mundo muggle y las bastantes ocupaciones que había adquirido en él mantenía su mente ocupada, sabía que en algún momento tenía que regresar, arreglar lo que fuera que estaba mal y la había alejado de su querido mundo, de aquello que había sido y que de cierta forma extrañaba.

 

A pesar de ser una joven muy bonita y atractiva, había un desaliño en  su persona y no era tanto que ella lo hubiera provocado, no, era la consecuencia de la maldición de su familia. Ahora Hannity tenía un aspecto pálido y enfermizo, el cual era muy similar al de su padre después de la luna llena, además de que, después  de lo que había pasado en Armenia, los métodos a los que se había sometido para rescatar algo que aún no podía recordar: ¿qué fue lo que había pasado después de haber estado en el palacio junto a su padre? Hasta ahora, para ella, seguía siendo un misterio. Las situaciones cada vez más difíciles en las que se había incorporado después de despertar en un lugar tan diferente al que ella conocía y en donde no podía utilizar magia, la persecusión y el hecho de cómo había logrado salir viva de ahí milagrosamente.

 

Basta!- se dijo a sí misma, empezaba a dolerle la cabeza de sólo recordarlo. Se levantó de la cama sintiéndose mareada, era evidente que cada día que pasaba lo que fuera que  tuviera, además de la maldición, la consumia.

 

No pasaron 10 minutos cuando una lechuza, del profeta vespertino le llevaba el periódico y en primera plana había una fotografía de la marca tenebrosa sobre el castillo Evans Mcgonagall. La rubia tardó en procesar la imagen que veía, como pudo se incorporó, tomó su capa de viaje y sin importarle mucho el hecho de que vestía de jeans desgastados y tennis, salió de la habitación que alquilaba en el callejón Diagon y se dirigió a Ottery. 

 

Apareció cerca del castillo, lo cual, si no hubiera estado tan preocupada por su madre y los demás miembros de la familia, la habría hecho quedarse en ese lugar por unos minutos para recomponerse. En aquel momento ya no había seña de dicha marca ¿podría entonces decirse que no había perdidas mortales? Esperaba y todos estuvieran bien, pero sus ojos jugaban con ella haciéndole creer ver un brillo verde.

Al pasar por las verjas al castillo, los vestigios de la batalla se notaban en todo el camino, intentó ir lo más rápido que le permitía su condición, en el trayecto bebía con manos temblorosas el último frasco de poción herbovitalizante y al llegar a la puerta principal tocó con una delicadeza que no permitía ver lo verdaderamente preocupada que estaba. 

Editado por Hannity Ollivander Evans

EWdi16Z.jpg

OT5TFqP.gif. NjOuVbx.gif. cpoR6Mo.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

P-ko, elfina de Bel

— Tómese el tiempo que guste en arreglarse señorita Kutsy, que P-ko la esperará con un té revitalizante y empanadas de calabaza. Podemos tomarlas en la salita del segundo piso, o si lo prefiere en la cocina.

La elfina aun podía recordar lo misteriosa que era la joven bruja, así que intuía que una situación delicada podía estar atrás de sus razones para volver y su pedido para que la conversación pudiera llevarse en un entorno más personal. Con todo, negó con la cabeza efusivamente ante la pregunta de ella, respecto a si tenía actividades planificadas, y es que aunque las tenía, ninguna era más importante como el que los miembros de la familia siempre sintieran el Castillo como un hogar. Su hogar.

— Sobre la mesita de noche al lado de su cama, encontrará una campanilla de plata. En cuanto desee que vaya con usted, solo tiene que agitarla y allí me tendrá.— sus orejas hicieron un gracioso movimiento  que de inmediato la hizo volver la cabeza de vuelta a la puerta— parece que no dejan de llegar las visitas, así que iré a ver de quien se trata. Con permiso.

Con una leve reverencia, parte de los modales que se resiste a abandonar, P-ko dio unos cuantos pasos y con un solo movimiento de sus manos las puertas se abrieron. Durante unos segundos, no reconoció a la persona bajo aquella capa de viaje, pero cuando observó con más detenimiento su rostro, más allá del aspecto pálido de su piel, reconoció a Hannity, la hija de su ama. ¿Qué era lo que le había sucedido para que luciera tan desmejorada? Rápidamente, la elfina tomó una de las manos de la joven, y la condujo al interior de la residencia.

— Señorita Hannity, bienvenida. Siempre es un gusto volver a verla en el Castillo ¿Ha sido un viaje muy pesado? ¿Quiere que aliste su habitación o prefiere algo de comer?

P-ko estaba casi segura que la joven en realidad preguntaría por la situación de su madre, un asunto en que no podría darle una respuesta concreta más allá de decirle que se encontraba en la heredad. ¿Pero se contentaría con esa información?

@Hannity Ollivander Evans @Kutsy Stroud Lenteric

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No tardó mucho en  esperar que alguien le recibiera, se podría decir que fue cuestión de segundos en el intervalo en que la rubia había tocado y cuando P-ko abrió la puerta, pero a ella se le había hecho una eternidad, tal vez era por la inquietud de saber que tanto los miembros de la familia, pero en especial su madre, estaban bien después del reciente ataque de los mortífagos o probablemente por que su condición había empeorado, palidecía aún más y comenzaba a sudar frío a causa del mal que la aquejaba.

 

En cuánto se abrió la puerta y la amable elfina la miró, Hannity pensó que  o le había reconocido, por lo que no la culpaba, era evidente que a esas alturas ya no era ni la sombra de lo que había sido, ni mucho menos era como la había conocido P-ko.

 

Sonrió  tímidamente al escuchar la tranquilidad  de la criatura al darle la bienvenida  y todo lo que le ofrecía, con ese simple hecho la habíatranquilizado de momento. ¿Tan evidente era el hecho de que la rubia necesitaba todo aquello que había mencionado la elfina?

Si,  necesitaba descansar, sentirse segura en un lugar conocido, tenía meses que no lo hacía, para ser exactos, desde que había recobrado la conciencia en Armenia, pero todo aquello podía esperar, había llegado allí con el único propósito de saber de su madre y en ese momento saber de ella era la prioridad.

 

-También me da gusto volver a verte P-ko- tblaron las comisuras de su boca intentando mostrar una sonrisa -P-ko... ¿Mamá y toda la familia se encuentra bien? ¿Dónde está mi madre ahora?

 

A pesar de que poco a poco se debilitaba, tenía que saber, primeramente, que Bel Evans se encontraba bien y a salvo y posteriormente en dónde estaba ella, ya que por alguna extraña razón, su hija sabía que su madre no se encontraba en el castillo de la familia.

 

@Rory Despard

EWdi16Z.jpg

OT5TFqP.gif. NjOuVbx.gif. cpoR6Mo.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Se habían escapado, odiaba ello, había reconocido la máscara de la bruja y sabía quién era ella, aunque una vez más se veía en la necesidad de guardar silencio. No le podía decir a Mica que aquello había pasado, no tenía idea de qué tanto ella sabía de su familia. Pero ahora tenían otro tema, recordó el aullido del licántropo y se preguntó qué sería lo correcto en este caso.

Aunque alguien decidió por ella, la pelirroja se vio de repente rodeada de una esfera líquida y translúcida que reconoció al instante aunque hiciera siglos no la utilizara. Sus ojos buscaron el origen y no pudo evitar una sonrisa y un gesto de sorpresa al reconocer al pelirrojo. Sin bajar su varita la Potter Black observó los gestos del Despard, notando que parecía emanar magia sacerdotal de él. Desde hacía un tiempo a esta parte había notado que podía reconocer cuando ello ocurría entre sus compañeros, quizás la magia del fénix que los unía a todos.

Dio un respingo al notar que el elfo se llevaba al licántropo y estuvo a punto de preguntarle si estaba seguro de lo que hacía, pero decidió confiar en su líder. Sus ojos buscaron por todos lados, pero no era ninguna tonta y por instinto y por la esencia que había alcanzado a percibir no le cabía ninguna duda, pero si muchas preguntas ¿Danny era licántropo? ¿Era eso lo que ella había sentido antes desde su primera cita? No sentía que fuera un licántropo muy peligroso, bueno, no, sí lo era como todo licántropo, pero sentía algo en él que la hacía que no le rechazara, en el pasado también había tenido una relación así con otro lycan, suspiró.

Las palabras de Rory la sorprendieron y con un gesto de su cabeza aceptó lo que él le ofrecía, miró en silencio a Mica y avanzó aún con su varita en la diestra, pensando en la sensación extraña que sentía. El dolor en su cabeza volvía a hacer pequeñas mellas en ella, lo cual no tenía ningún sentido, pero en silencio pasó y se desplomó en un sillón de la sala que le habían indicado en la planta baja, quedándose dormida. Eran demasiadas presiones para ella hoy.

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

No tuve tiempo de responder a la solicitud de la elfina mas que con un simple asentimiento, inhalé profundamente mientras identificaba los efluidos que emanaban de aquel gran castillo, varios me resultaron desconocidos, internamente buscaba uno en especial pero sabía que no lo encontraría ahí nunca más. Mis pasos eran acompasados como el latir de mi fuerte corazón. Me había dado cuenta que tras cada gran dolor volvía con mayor fuerza y conocimiento, tenía manías  nuevas y me agradaban aromas que antes detestaba. 

Coloqué mi blanca mano sobre el picaporte y lo giré, sabía que si Dunkel aún existiera seguro que habría ocultado varias fotografías de mi habitación y la contigua. Todo yacía en silencio y aunque la quietud parecía renuente a darle paso a mi vista que recorrió cada rincón en busca de un sonido, un aroma o quizá un presencia. No encontré nada, todo estaba impoluto. Tenía que admitir que todo estaba en su sitio, desde la fotografía familiar donde los cuatro sonreíamos en ese absurdo día de campo, hasta los portarretratos de color dorado donde dos pequeñas reían con sus caritas pintadas. Por supuesto la foto de mi boda fue la que más llamó mi atención, porque en cuanto mis ojos se posaron en la mujer que yacía rozagante y llena de felicidad no podía creer que realmente había cumplido a cabalidad cada uno de mis sueños al llegar a Londres. 

Deje la capa de viaje sobre la cama y escogí del closet un par de jeans desvaídos una blusa de manga larda de color verde y unos tenis blancos. Tomé un relajante y largo baño, rememoré a complacencia cada muerte y me quedé pensando en mis dos pequeñas hijas, en Ethan, en Demian y Annelisse. Dunkel también formaba parte de ese repertorio de recuerdos, estuve a punto de quedarme dormida en la bañera hasta que el repiqueteo de un vaso de cristal chocando con el piso me trajo de vuelta a conciencia, el olor a ginebra inundó mis fosas nasales. 

Finalmente estaba lista para hablar con alguien así que tomé la campanilla de plata y la agite. Había creído que los recuerdos me terminarían por aplastar pero lo cierto era que me sentía capaz de enfrentar mi nueva vida. 

 

@ Rory Despard

 

On3isOe.jpg

 

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

P-ko, elfina de Bel, con @ Kutsy Stroud Lenteric

Ni comida, ni su habitación, como había sospechado la elfina desde un principio, lo que tenía a la bruja en el Castillo debía ser la noticia del ataque sufrido, y por eso preguntaba por el estado del resto de la familia, y especialmente de su madre. Con una pregunta tan directa además, ni siquiera tenía oportunidad de poder contestar con una generalidad. Así que tras un largo suspiro, fijando los ojos en ella, respondió con total sinceridad.

Dos miembros de la Orden del Fénix mantuvieron a salvo el Castillo así que todos estamos a salvo. En cuanto a su madre, ella no se encontraba aquí durante el ataque, pues salió rumbo  a la Heredad Ollivander, y aunque fui hasta allí, me fui imposible localizarla— había sido sumamente extraña la forma como la casa le había ocultado a su ama y no estaba segura de que Hannity fuera a creerle pero prosiguió su explicación — quiero decir, sé que se encuentra allí, pero la residencia...la residencia me impidió encontrarla. 

Sus orejas se agitaron de repente, ante el sonido límpido de la campanilla de plata que había dejado con la señorita Kutsy. La estaba llamando y ella había prometido acudir ¿pero cómo dejar a Hannity? La aparición repentina de Despard, descendiendo las escaleras, la alivió del apuro.

— Señorita Hannity debo acudir a un llamado urgente, pero le dejo con el señor Despard. Él podrá ponerla más al tanto del asunto de este ataque. Téngalo por seguro.

No dijo más. En cierto sentido, se sentía "salvada por la campana" de un interrogatorio que no obstante, sabía que enfrentaría tarde o temprano. Y dando media vuelta, con pasos cortos, pero sumamente diligentes, pronto se encontró en la habitación de la joven Stroud, que reposaba tranquilamente en su cama. 

Haciendo una reverencia ante ella, se acomodó lo mejor que pudo en un taburete junto suyo y sus ojos la observaron con total atención.

— Se ve usted con mucho mejor aspecto y semblante señorita Kutsy. Dígame entonces ¿qué es lo que desea contarme?

 

Rory Despard, con @ Darla Potter Black  y @ Hannity Ollivander Evans

Tras indicarle al muchacho que podía quedarse todo  el tiempo que necesitase para recuperarse. Rory cerró la puerta de la habitación, dispuesto a regresar al salón donde había dejado a Darla y Mica. Le sorprendió sin embargo, al llegar  a la primera planta, encontrar allí a Hannity Ollivander. La rubia no lucía el mejor de los aspectos, pero el pelirrojo sonrió con tan solo verla.

Era, con diferencia, una de sus personas favoritas en Ottery.

— Pero que gran sorpresa tenerte aquí Hannity— no se permitía a menudo los abrazos, pero emocionado como estaba dio un corto abrazo a la menuda bruja y sus ojos azules, la observaron de pies a cabeza— ¿viniste también por el asunto del ataque? Parece que la noticia se ha propagado más rápido de lo que pensaba.

Invitando a la mujer  a que lo siguiese, ambos caminaron hasta el Gran Salón, y Rory sonrió al ver que Darla se había quedado dormida en el sillón, y Mica ¿dónde es que se encontraba? ¿habría ido al baño y por eso no estaba allí?

— Allá está reposando una de las que salvó al Castillo de un mayor desastre— le comentó apenas en un susurro a la joven, mientras la invitaba a que tomara asiento en otro de los sillones y le servía una taza de té del juego que P-ko había dejado sobre la mesa ratona de centro— no sabemos si hubo una razón concreta para el ataque, pero es evidente que ese es apenas uno de los muchos problemas que se le viene encima a la familia. — sin saber que tanto conocía Hann de las últimas noticias del mundo mágico Rory se animó a compartirle sus preocupaciones— tengo mucho temor respecto a los últimos edictos que la ministra ha sacado ¿te enteraste de ellos?

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.