~.:: Mansión Ryddleturn ::.~ (MM B: 111579)

[Jeremy Triviani]

 

Jeremy se había quedado dormido. Siempre le pasaba cuando tenía una noche intensa y sus horas nocturnas habían sido moviditas en el castillo de su novia, tanto era así que prácticamente se había quedado dormido al amanecer. Un error que lo haría saltar de la cama, ducharse a las corridas y salir sin desayunar rumbo al trabajo.

 

Se apareció en las afueras del Ministerio con la esperanza de desayunar una copita de sangre 0 negativo de uno de los carritos callejeros que solía frecuentar siempre que salía a las apuradas. Como era el caso actual. Mientras esperaba su bebida metió la mano en el bolsillo de la chaqueta para sacar los galeones y sus dedos se cerraron sobre la nota de Matt.

 

-¡Demonios! -Exclamó leyendo el papel.

 

Debía volver a Ottery. Pago su bebida y cuando nadie le prestaba atención, se desapareció una vez más. Como nunca había estado en el castillo donde solicitaban ayuda se apareció en las afueras y camino tranquilo hacia la puerta de entrada. No sabía si había timbre o debía hacer algún llamado especial, así que solamente golpeó con fuerza la puerta esperando ser atendido.

 

Instintivamente sacó su varita para tenerla a mano. No es que esperaba un ataque, solo que había aprendido a ser un poco desconfiado en el mundo mágico.

[Matt Blackner]

http://i273.photobucket.com/albums/jj226/cyntella/Departamento%20de%20Accidentes/Insignias%20Acc/Director-Accidentes-1_zpsetitssma.gif

 

 

Iba a reirme de Sagitas porque la elfina la había confundido con un intruso, pero no lo hice, ya que la pobre Morning (asi se llamaba) comenzó a temblar, asustada. Eso me puso nervioso. Me caían bien los elfos, y solía tratarlos con todo el respeto posible. Además, que alguien reaccionara de aquella forma siempre hacía qeu dudase sobre lo qeu debía hacer.

 

- No...no te preocupes, venga...no nos conoces, es normal... - intenté calmarla, algo torpe.

 

Menos mal que @ llegó al lugar, calmando a la elfina y diciéndole quienes éramos y a lo qeu veníamos. Ayudé a mi madre a ponerse de pie justo cuando @ llegó, vestida con un mono de color azul, muy guapa. Le sonreí, ya que era su primer trabajo de reparación desde su regreso, aunqeu sabía que sus habilidades eran excelentes.

- Solo ha sido un pequeño malentendido - le dije.

 

Aquella mansión tenía una importante historia en Ottery, lo sabía. Tal vez yo había vivido con sus años de declive hasta la desaparición, pero sabía lo qeu había ocurrido. Tal vez ahora, la tía Lissette la hiciera renacer de nuevo, y que alcanzara una vez más el nombre que tuvo. Y si no, seguía siendo una mansión más de la familia.

 

- Eh, @! - exclamé, girándome, ya que el jefe de Reversiones acababa de llegar, y parecía un poco perdido. - Tranquilo no ha ocurrido ningún ataque, puedes guardar la varita. Aun no estamos trabajando

[Helike R V PB]

http://i273.photobucket.com/albums/jj226/cyntella/Departamento%20de%20Accidentes/Insignias%20Acc/Jefe-Desmemorizadores-1_zps9jgudgus.gif

Entrando en los terrenos de la mansión Ryddleturn

 

Era raro el día que no me quejara y en esa ocasión no iba a ser menos. Habíamos sido invitados todos los chicos del departamento a la antigua casa de los Ryddleturn. Había escuchado lo de su antigua matriarca, había escuchado por supuesto, los nuevos rumores y que por fin, se confirmaban. Muchos de mis compañeros oscuros, estaban indignados, otros les daba un tanto igual, pero para mí, era trabajo. Más me daba quién levantaba un hogar desde sus cenizas. Quizás hasta me interesaría cambiar de aires...

 

Con una camiseta, cazadora vaquera, tejanos y botas de piel de dragón así me aparecí en los terrenos de esa antigua mansión tan reconocida en el pueblo. Até el pelo en una cola de caballo alta y comprobé que tuviese todas mis pertenencias a mano en el monedero de piel de moke, que éste estaba bien guardadito ahí en el bolsillo interior de mi chaqueta. De momento, parecía que el día se mantenía y esperaba que así fuera. No me gustaría para nada, tener que trabajar con lluvia cayéndome por encima...

 

Supuse que el resto de compañer@s se irían apareciendo según se necesitase. La verdad, no tenía ni la menor idea de cómo la nueva matriarca del lugar querría que fuese su nuevo hogar. Algo había oído en la Ventanilla algo de planos, dicho por Hayame. Así que, quizás quisiera restaurar el local antes de que se cayera a pedazos por el abandono sufrida por el paso del tiempo. Sí, iba a ser un trabajo digno del departamento de Accidentes. Eso, si no encontrábamos nada indebido...

 

Guardé la varita en el bolsillo trasero del pantalón en cuánto la aparición hizo su efecto. Podría ser que sufriera una despartición pero tal y cómo imaginaba yo las cosas, dudaba que a la dueña le diera tiempo de contratar algún servicio y más cuando se trataba de alguien que recién llegaba al pueblo, o eso me pensaba yo... Pero ahí estaba enterita... Podía escuchar ciertos cuchicheos y supuse que tanto el director como el resto de empleados, ya estaban allá...

 

Había escuchado la voz de Matt y para allá me fui, un compañero oscuro (y departamental) también había arribado al lugar...

 

- ¡Jeremy! -exclamé con alegría - veo que somos los últimos en llegar, ¿cierto? -enseguida me puse a la altura del grupo. Aunque no supe porqué pero parecía que había cierta tensión en el aire - ¿qué demonios ha pasado ya? -pregunté, mirando a Sagitas. Si es que, esa mujer se hacía hacer notar a la mínima de cambio. Fruncí el ceño - ¿y se puede saber qué c*** haces tú aquí? Ésto es de Accidentes -le dejaba clara mi postura. Aunque si quería tener bronca, la íbamos a tener.

Editado 26 de Junio del 2018 por Helike Rambaldi Vladimir

[Sagitas E. Potter Blue]

Por supuesto, la llegada de Xell revolucionó mi poca paz mental que sentía en aquel momento. Es un decir, no sentía ninguna paz mental sino lo contrario, estaba bastante tocada por estar en aquel lugar después de tanto tiempo y no sabía si llorar o sentirme agraciada. Pero las palabras de mi sobrina me molestaron y le gruñí. Últimamente gruño mucho, me saldrán arrugas.

 

-- ¡Oye! Que yo no lo he hecho nada a la elfina, que ha sido ella quien me ha arrastrado y tirado del terreno de la Ryddleturn... ¡Hum! ¡Ella ha abusado de mí! Está disimulando para que te apiades de ella, que yo lo sé. ¡Aquí la víctima soy yo!

 

Estaba segura que Xell, con lo buenina que era, iba a pasar de mis protestas y se iba a tirar todo el rato acariciando a la elfina y dándole mimos. Gruñí de nuevo. En serio que entre las dos sobrinas me iban hacer aflorar el lado oscuro de la fuerza de la magia.

 

-- ¿Te crees que estoy en el suelo por gusto? ¡¡Ella me tiró!! -- y señalé con un dedo acusador a la elfina que se refugiaba en sus brazos. -- Lissette, tú me comprendes, ¿verdad?

 

Lissette se había acercado a mí y ahora era yo la que ponía carita triste para ver si me daban mimos a mí. Sí, lo sé, soy algo mayor para mimos pero... ¿es que los mimos tienen edad? Pues si los tienen, que se los quiten, que a mí me gustan.

 

-- Sí, entiendo lo que dijo Hayame y sí, yo también esperaba problemas. ¡Pero no que me expulsaran de la mansión de nuevo!

 

Me apreté los labios. Eso no quería que hubiera salido de ellos. Lissette no tenía porqué tener malas vibras y todo había sido un malentendido. Me tendió la mano y aproveché para dejar de frotar una mancha que no saldría y me agarré a ella para levantarme.

 

-- Gracias por no usar un Enervate para que me incorporara. Lo odio, ese hechizo.

 

Vi que aparecía Jeremy tan tranquilo y que se dirigía hacia la entrada de la mansión, lo que quedaba de ella, claro, que todo era ruinas y cascotes. Aunque aún quedaba eso, la puerta de entrada. Solté una risita al verle llamar a la puerta.

 

-- Ahora va y se le cae, como en los dibujos animados. -- Matt era cortés también con la elfina así que elevé la barbilla y solté un "hum" en vez de un "jajaja", que es lo que pretendía. ¿Por qué la creían a esa malvada? Me estaba haciendo quedar mal ante mi nueva cuñada.

 

Matt llamó a Jeremy y le sonreí, sonrisa que se desubicó en mueca de desagrado al sentir a mi futura nueva. Otro soplido.

 

-- ¡Los Dioses hoy se confabulan en mi contra! ¡Llegó la que faltaba para montar el circo! -- Suspiré porque ni un segundo de tregua nos dimos, ya nos estábamos atacando. -- Yo soy una Guarlo Accidentá y me muevo por donde me da la gana. Además, vosotros trabajáis y yo tomo té con pastas con mi cuñada. Además, ¿tú no tienes un vestido de novia que comprar, o ir a la peluquería para que te arreglen ese estropajo que tienes en la cabeza? Porque tú, trabajar..., no mucho.

 

Vale, quería guerra... Le daría guerra.

[Helike R V PB]

http://i273.photobucket.com/albums/jj226/cyntella/Departamento%20de%20Accidentes/Insignias%20Acc/Jefe-Desmemorizadores-1_zps9jgudgus.gif

Terrenos

 

- ¡Fue la que tiene un circo con bichos peligrosos y que debía estar clausurado! -le grité yo.

 

- ¡A mí me importa una mier** con quién tomes el té mientras no estorbes! ¿Estamos? Además, ¿dónde demonios vas a tomar té si está todo en ruinas? -le dije con una mirada burlona- ni siquiera hemos empezado a levantar las paredes. Ni siquiera sabemos si hay magia residual por aquí de la vieja matriarca. Es decir, si ha protegido el lugar con hechizos poderosos... Si no quieres quemarte las pestañas por hacer el tonto... Mejor te quedas aquí quietecita. Te sacas tu mantel a cuadros y tu porcelana vintage y miras el trabajo.

 

Ahora, me dirigí a mis compañeros.

 

- ¡Chicos! -les grité- sacar los guantes de piel de dragón por si acaso. No quiero tener sustos por si encontramos objetos indebidos por aquí, ¿de acuerdo? no tenemos ningún registro en específico de lo que hubo en éste lugar, así que, si encontráis cualquier cosa sospecha, ¡avisar! -les dije y mientras iba sacando mis propios guantes del monedero de piel de moke. Los llevaba encima, por si acaso.

 

- Y además, ¡deja a la elfina en paz! -le chillé ahora a Sagitas- ¿no eras tú que tanto los proteges? ¡Demuéstralo! No te comportes como una tirana -protesté yo, ahora...

 

- Y bien, ¿dónde están los dichosos planos? -pregunté. Alguien tendría que tenerlos y por lo menos, que la nueva dueña, estuviera satisfecha con el trabajo realizado.

[Ashley Peverell]

http://i273.photobucket.com/albums/jj226/cyntella/Departamento%20de%20Accidentes/Insignias%20Acc/insignias-Empleado-ASHLEY-ACC_zpsxpzsjls9.gif

La preciosa niña rubia emitió un suspiro conforme se iba acercando a aquellos terrenos que alguna vez hubiesen tenido una enorme y grande mansión donde muchos brujos y magos se reunían en sus momentos más grandes pero que ahora dejaba ver que había sido abandonada hacía mucho tiempo ya.

Pero era su momento y su hora, la hora de levantarla otra vez y de hacerla crecer y de ponerle los toques de quien ahora la tenía y que por lo que había escuchado entre la familia quería regresarla a su lucir antiguo.

Y para conseguir tan preciosa hazaña, había un equipo adecuado para ello:

El Departamento de Accidentes y Catástrofes.

Los pequeños pasitos de zapatos negros y brillantes se dejaban escuchar por el camino de banqueta que rodeaba el terreno por delante, como todas las hermosas mansiones y castillos de magos y brujas que estaban en Ottery y que tenían su calle principal muy bien cuidada, se podía notar los lugares donde había hechiceros residiendo y donde quedaban solo los terrenos de antiguas y ancestrales familias que habían ido abandonando el pueblo por su cuenta.

Y los amplios espacios de yerba muy crecida se asomaron por encima del concreto de las banquetas y le indicaron a la niña de rubios caireles que brillaban con la potencia del maravilloso sol que lo calentaba todo e irradiaba como corona sobre su cabeza y entonces pudo ver a todos sus demás compañeros del Departamento que ya se habían reunido y por algún motivo Sagitas también se veía muy enojada.

-¿Empezaremos a reconstruír desde el camino de la entrada?

Les preguntó con un tono de voz suave y cantarín para luego ver a la otra bruja que también era jefa y parecía estar discutiendo con su hermana mayor y Hayame no estaba demasiado lejos.

[Sagitas E. Potter Blue]

 

-- ¿Pero serás mandona? ¿Quién te has creído que eres, so bruja...? -- Sí, bueno, estaré enfadada pero mi nivel de insultos es muy precario. -- Mis criaturas peligrosas del Circo te devorarían y no dejarían ni los huesos en cinco minutos, si se los pidiera. -- Mirada de reojo a Matt. Suspiro. -- Es broma, no me eches bronca, hijo.

 

Eso de tener que cuidar las palabras no se me da bien, sobre todo cuando la contrincante me ataca con todo el odio y la rabia interna aflorando en cada una de las suyas. Me mordí la lengua y conseguí quedarme callada.

 

Un segundo.

 

-- Yo no estorbo. Yo soy tu jefa, así que no te me pongas chula. Y tomaré el té cómo y dónde me dé la ganas, con o sin tu permiso.

 

Sin embargo, sus palabras me hicieron dudar y me prometí un poco de prudencia. Ciertamente, cuando una mansión cae en desuso queda magia residual de los hechizos protectores o maliciosos que deberían cubrir la mansión y los alrededores y que, al quedar libres, pierden su función inicial. En eso tenía que darle la razón a Heliké: había que ir con mucho cuidado en estos terrenos hasta que quedaran completamente limpios.

 

-- Dejemos el tema de la elfina -- me molestaba que ahora fuera yo la que quedara mal cuando era tan buena con los de su raza. Morning había cambiado mi fama de protectora de elfos domésticos y de apoyo a la plataforma del PEDDO. -- Tus planos soy yo. Así que tendrás que aguantarme un ratito más a tu lado, si quieres hacer bien tu trabajo.

 

Sonreí maléficamente.

 

-- Si es que sabes hacer bien tu trabajo.

 

La voz de Ash interrumpió nuestra rencillas. Me volví hacia ella para recibirla.

 

-- ¡Ash, querida, qué bien que viniste! Te echaba de menos.

Editado 27 de Junio del 2018 por Sagitas E. Potter Blue

[Ashley Peverell]

http://i273.photobucket.com/albums/jj226/cyntella/Departamento%20de%20Accidentes/Insignias%20Acc/insignias-Empleado-ASHLEY-ACC_zpsxpzsjls9.gif

Los ojos almendra de la hermosa brujita se habían abierto como enormes platos de ensaladas al escuchar y ver que la familia estaba discutiendo lo que la puso sobradamente nerviosa, ella no era mucho de discutir era más bien de brindar ayuda, amor y cariño a todos los que tenía a su alrededor así que el sentir que quizás sus poderes no estaban funcionando la ponían nerviosa de más.

Se frotó las delicadas y hermosas manitas de porcelana y pensó que tal vez debió de llevar guantes en esa ocasión ya que se trataba de la reconstrucción de una mansión muy importante y más ahora que sería parte de la familia también, algo de lo que debía de decir que estaba muy orgullosa de pertenecer también.

-¡Sagitas!

Exclamó de muy buena gana y sonriendo finalmente de manera que sus labios rosados y delicados lucían con esas perlas que resplandecían porque las limpiaba y dejaba perfectas para el momento en que tenía que sonreír.

-Querida hermana, no sabes la alegría que me da poder verte aquí con todos.

Prometió caminando hacia la mayor de las hermanas para abrazarla con fuerza, cerrar los ojos y aspirar esos ricos perfumes que le hacían soñar con nubes de colores, animalitos afelpados y todo lo cálido del mundo, Sagitas siempre era capaz de traer ese tipo de energías a las personas y por eso la quería tanto, porque siempre había sentido que su aura era tan maravillosa que no quería dejar de sentirla y por una vez creyó que si alguien sería capaz de volver a la negra malévola de su hermana a las auras de la luz, esa sería ella.

-¿Entonces también nos vas a ayudar a reconstruír esta mansión?

Le preguntó con curiosidad y entonces vió al otro chico que parecía haberse distraído un poco y eso hizo que rechistara y negara un par de veces con la cabeza y mirara quizás algo muy severa a Lisette.

-Veo que tus hechizos para confundir a las personas que entraran a tus terrenos funcionaron al menos en alguien aparte de tu elfina.

No estaba molesta con la elfina, amaba a todas las criaturas vivas de Merlín pero si estaba algo molesta porque hubieran arrastrado a su querida hermana mayor como si fuera un saco de papas, eso no le parecía ni correcto ni educado aunque seguramente la hechicera pelirroja inmortal más allá pensaría que se trataría de una broma estupenda.

[Jeremy Triviani]

 

La voz de Matt desvió la atención del vampiro. Estaba tan concentrado en mirar la puerta que no había visto el castillo en ruinas. Era el gran refrán muggle de “por mirar el árbol no ves el bosque” ¿Era un refrán? No importa, el tema es que el Askar estaba haciendo papelones en su primera visita a ese castillo. ¿Qué iba a pensar la familia que solicitaba los servicios de él? ¿Qué era qué?

 

-Hola, Heli, Matt, Sagitas, Chikes (Lenguaje inclusive xD) –Saludó en general disimulando su tontería con una sonrisa poco convincente.

 

¿Tuvo resultado? No lo supo ya que la pelea de Helike con Sagitas atrajo todo el interés. Parecía que el amor entre las brujas no era especialmente grande. Eso lo llevó a no guardar la varita como le pidió su director. Tal vez podía llegar a necesitarla en caso que las mujeres decidieron irse a las manos o a las varas, que era casi lo mismo. ¿Sagitas maltrataba a los elfos? Guardó esa jugosa información en su mente para luego contársela a Anne. Estaba seguro que no sabía eso.

 

-Hola Ash –Saludó a la rubita, cuando se sumó al grupo.

 

Recordando la orden de Helike el Askar sacó de su bolsillo unos guantes de piel de dragón color negro y se los puso en sus manos, mientras observaba el castillo en ruinas. ¿En serio no se había dado cuenta del desastre de piedras caídas de la no estructura? El romance con la Gaunt lo tenía muy distraído.

 

-¿Por dónde empezamos? -Preguntó tratando de volver al presente.

 

 

@@Matt Blackner @ @ @ x2

Editado 30 de Junio del 2018 por Jeremy Barton

[Sagitas E. Potter Blue]

La recepción de Ash me hizo sonreír y sacarle la lengua a Hayame, quien era, de momento, la única que había protestado por mi presencia en aquel lugar. Ash es tan especial que cuando me dijo que si había ido a ayudarles a reconstruir la mansión, asentí con delicadeza para que no se rompiera la magia del abrazo. Deberíamos abrazarnos más a menuso, que es una medicina gratis y ayuda mucho a la moral de las personas.

 

-- Claro que ayudo a reconstruir, hermanita. Aquí se necesitan muchas manos porque hay mucho trabajo que hacer.

 

No añadí la coletilla sobre que "se necesitarían muchas si esperábamos que las de Heliké funcionaran". Me había dado cuenta que a mi hermana no le gustaban las pelear y, por desgracia, mi sobrina y yo siempre nos estábamos peleando.

 

Así que callé y sonreí. Ya se la guardaría para un momento en que ella no estuviera. Su siguiente comentario sobre los hechizos para confundir me hizo gracia, no porque la tuviera sino porque me alegraba de no ser la única afectada por la protección de la mansión.

 

-- Sí, sí, bueno, pero en cuanto tengamos todo esto levantado, pones los hechizos normales de Servicios Ministeriales; en el Departamento de Transportes encontrarás el formulario. Hola, Jeremy.

 

El muchacho se había vuelto a hablar con nosotros. Vi que sacaba sus guantes y eso me recordó que yo siempre llevaba los míos.

 

-- Toma, Ash. Los necesitarás. Tus lindas manos no tienen porqué ajarse porque estés trabajando. Espero que entre en la minuta de accidentosos una crema de las manos, hijo. Amya_An sería una bruta como directora pero siempre cuidaba estos detallitos.

 

Le tendí a mi hermana los guantes de piel de dragón para que se los pusiera. Yo tenía otros en el bolsillo y, además, yo iba más de aparejadora para decir como eran los planos de la mansión.