C.R.A.A (MM B: 112191)

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Sonrei ante la mencion de tildarme de colega. Si, teniamos aficion por la misma rama de la cleptomancia y sabiamos que eramos buenos en ello. Claro, por lo visto el unico adicto era yo...aunque a ella le gustara sacarme mis vicios y ponerlos a flor de piel con cada ademan..con cada gesto. En fin que la segui de cerca, nunca perdiendo de vista el andular caminar de sus curvas y mas alla.

 

-Mmm y cual seria el protocolo de bienvenida.- sonrei mientras preguntaba dejando que la curiosidad me guiase.

 

Y asi, caminando casi juntos ella comenzo a explicarme a grandes rasgos lo que se hacia en el lugar. A cada paso miraba bien la estructura y como se disponia las cosas en el centro. Vi algunos pacientes....pero ver algunos programas muggles no me llamaba la atencion, asi que segui buscando algo entretenido que realizar. Yo diria piscina, puede que no fuese para ver chicas en bikini en su totalidad pero si para tonificar mi cuerpo de dios griego. Quien sabe si una pista de baile....y claro lo principal....que tal estaria la cama....y si era funcional el colchon.

 

-Y de que tipo de experimentacion hablamos??- dije refiiendome a los tratamientos del lugar??

 

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[Zoella Triviani]

Su pregunta me hizo girarme brebes momentos en su dirección, para luego tomar el pomo de la reja y pasar, dicho pomo contenía un hechizo donde solo se abría ante los pequeños elfos, los tres hermanos Triviani y los psicólogos tratantes del centro. Con la mirada le invité a pasar para seguirlo y detenerme a su lado - El tratamiento dependerá de tu terapeuta. Por ahora, me encargaré yo de tu tratamiento y eso puede variar, de medicamentos hechos por nosotros mismos - comencé a caminar en medio de los diferentes espacios para dirigirnos hasta la puerta del fondo.

 

La puerta doble daba la bienvenida a un invernadero repleto de plantas exóticas que nos habíamos encargado de traer y plantar con ayuda de aquellos pacientes aficionados por la botánica - Usamos plantas de nuestra propia cosecha, cosecha que cuidan nuestros pacientes durante sus actividades de entretenimiento - un par de magos al fondo regaban las plantas, magos que traían pijamas celestes puestas y a un par de metros un elfo los vigilaba. Seguí caminando a un lado del mago hasta la puerta de salida del invernadero - Este es el patio, aquí puedes hacer ejercicios de todo tipo y puedes pasear en la porción privada de nuestras tierras - caminé hasta la fuente del patio, lugar donde uno de los pacientes en peor estado se estaba bañando, teniendo uno de sus tantos complejos de animal, creyéndose un pez.

 

Ignoré el chapoteo del mago y tomé a Sean por el hombro - Ahora, tu habitación - susurré, con cierta complicidad escondida en mi voz, para apretar su hombro y adelantarme por la puerta del costado contrario del invernadero. El largo pasillo mostraba diferentes cuartos y escaleras a lo largo del piso, giré en la primera escalera y comencé a subir delante del mago - Estos, son los pasillos de las habitaciones, el piso donde te quedas se alojan las adicciones menos complejas y que acarrean más facilidad de atención - hablé, subiendo hasta el tercer piso de habitaciones del edificio.

 

Esperé a que Linmer terminara de subir para sonreirle - Tu cuarto, a diferencia de los demás, tiene ciertos lujos que nos permitimos dar a nuestros conocidos, tienes la facilidad de poder salir al exterior cada que quieras, pero habrá días en los que deberás quedarte bajo nuestros techos - con una ultima mirada un tanto oscura, caminé hasta la ultima puerta del pasillo, puerta que se encontraba cerca de las habitaciones que mis hermanos y yo nos habíamos permitido tener. Abrí la puerta para encontrarnos con una amplia habitación, dentro una cómoda cama matrimonial con unas pulcras sabanas blancas decoraba el centro, de cada lado unas delicadas mesas de noche negras y una gran cómoda con un espejo reposaba frente a la cama.

 

Con un baño personal dentro y un amplio closet, la habitación era alumbrada por la luz externa que daba la gran ventana de la pared frente a la puerta - Las llaves se encuentran sobre la cómoda - señalé, mientras me iba a sentar en la cama y cruzaba mis piernas - Puedes instalarte cuando desees y comenzaremos tu tratamiento cuando lo decidas - Dejé mi torso reposar sobre mis manos recargadas en la cama mientras veía al castaño parado en la puerta de entrada.

 

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Editado 13 de Noviembre del 2019 por Zoella Triviani Yaxley

[Sean -Ojo Loco- Linmer]

El recorrido fue muy gratificante, no por algunos pacientes que habiamos visto sino por la compañia. Si, Zoella tenia ese aire fascinante que hacia que las miradas solo se centrasen en ella cuando se lo proponia. Arma que como ya habia demostrado en Alemania rendia sus frutos en manos expertas, tanto por la seduccion como por el letal descenlace de los que caian en esa trampa. Yo avisado, pues me dejaba llevar sabiendo que en algun punto seria puesto a prueba. Eso si, saber como funcionaban ciertas dinamicas entre hombres y mujeres no me hacia inmune a estas...mas bien todo lo contrario.

 

Asi, disfrute del invernadero. No era dado a la botanica magica pero ya decia mi profesor Tekito To...que un poco de jardineria ayuda a despejar la mente. Y eso lo decia el que tenia mas de 10 bonzais a los que trataba con esmero y que rendian sus frutos. A continuacion tuve el patio donde tal vez vi el lado mas inquietante del lugar con unos pacientes queriendose pasar por peces. Por suerte esa sensacion de inquietud no duro mucho, ya que Zoe parecio darse cuenta y sugerentemente desvio mi atencion a algo mas grato. De destacar que sentir su aliento en mi oido me puso la piel de gallina....Si, Zoe era peligrosa en este juego.

 

Entonces pasamos a una nueva ala del lugar y despues de subir tres pisos y avanzar al pasillo llegamos a mi habitacion. Era, demasiado elegante y fino para mi el lugar y la cama...matrimonial??? en serio??....sonrei mientras la hermosura que tenia delante se recostaba en la cama.

 

-mmmm...que elegancia....sin duda fue una buena idea venir aqui -camine unos pasos y examine la habitacion llegando hasta el closet.- Bueno...hora de instalarme no?? que no quiero perderme el tratamiento. -y sin mas comence ahi..lentamente y dandole la espalda a la chica a cambiarme de ropa...primero la camisa....dejando a la vista un torso bien delineado gajes del oficio que requeria de mi fuerza y agilidad...luego el pantalon...loz zapatos.....y ya solo en ropa intima me gire...-Por cierto...porque cama matrimonial si soy yo solo?? -dije posando la mirada en Zoella y acercandome.

 

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[Zoella Triviani]

El mago se adentró a la habitación con pasos lentos mientras la escaneaba, por mi parte le observé más detalladamente. El mago se alza en unas largas piernas dándole una estatura de metro noventa aproximadamente, una piel bastante blanca junto a una complexión atlética digna de observar. Su rostro marcado albergaba una pieza de perforación en su cejas pobladas, unos ojos que varían entre un todo azul y gris, y un largo cabello castaño que comenzaba a desbordar sus hombros.

 

Linmer era una figura deseosa de ver, bajo cualquier ambiente. Se acercó hasta el closet, el cual abrió de par en par para comenzar a deshacerse de sus ropas, internamente intuí sus acciones, sabía que el mago intentaba resistirse ante mis acciones y palabras, pero siendo yo tu tratante quizás lograría curar su adicción, o al menos quería creer eso.

 

La fornida espalda del castaño fue dejada al descubierto, y con todo el descaro observé como cada musculo se marcaba ante sus movimientos. Recordé la pequeña figura de la Delacour mientras observaba el gran cuerpo de Sean y sonreí ante lo desvariante que lograba ser mi mente en ocasiones. El pantalón cayó en un sonido sordo, prenda que retiró de su cuerpo junto al calzado para quedan en paños menores. El mago se giró y se acercó lentamente a mi cuerpo, por mi parte mantuve la mirada posada fijamente en sus ojos y con su voz profunda procese la pregunta realizada.

 

- Todas las habitaciones de esta planta disponen una cama matrimonial, a excepción de las habitaciones de los dueños - solté, sintiendo una sonrisa escaparse de mis labios - Son para mayor comodidad de nuestros internados - subí un poco la mirada en cuanto estuvo lo suficientemente cerca de la cama. Y por inercia descrucé las piernas, manteniendo un pequeño espacio de distancia entre ambas. Sean se mantuvo parado en a menos de 50 centímetros de distancia, por mi parte me mantuve callada observándole con ojos picaros.

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

Disfrute de tener su mirada en mis ojos mientras me acercaba. Me gustaria pensar que se estaba conteniendo pero no era de subierme en lo personal el ego. Mejor que mis acciones hablaran por mi en todo momento. Su explicacion del porque de la cama resulto interesante, teniendo en cuenta que muchas veces tenia las mas variopintas formas de quedarme dormido o deambular por la cama...excepto claro esta cuando estaba acompañado....situacion en la que la silueta femenina mantenia anclado mi cuerpo, mediante un suave abrazo, dando calor por calor...roce por roce..cariaca con cariacia...sensualidad con sensualidad. Aun asi me incline mientras mantenia el contacto visual para ponerme a apenas escasos centimetros del rostro de Zoella.

 

-Pues gracias por la deferencia, la comodidad y la compañia....supongo que aunque me muera de ganas no es etico que desee hacer buen uso ahora mismo de lo que a cama matrimonial se refiere- a a mis palabras mi dedo indice recorrio sus mejillas alzando un poco el menton hasta casi rozarnos los labios.Autocontrol....hora de ejercitarlo o de nada serviria el haber venido a este lugar- Pero me reconozco adicto...asi que de hacerlo pondria mas leña al fuego...por lo pronto....-dije separandome para por un momento apoyar mi mano en la cama e inclinarme sobre Zoella al punto de casi dejarla tendida en la misma, accion que ubico mi cuerpo entre sus piernas, solo para tomar el albornoz que estaba enel medio de la cama- espero con ansias el tratamiento

 

Lentamente me incorpore mientras me ponia el arbornoz. Le sonrei a Zoella mientras me dirigia al baño....-Claro tengo que estar presentable...asi que despues de saltar la verja...lo oportuno seria relajarme con un baño- y sin mas entre en este...dejando la puerta abierta al tiempo que corria la puerta de cristal que me separaba de la regadera y que era...curiosamente muy visual.

 

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[Zoella Triviani]

Observé la silueta del mago inclinarse hasta que su rostro quedó a escasos centímetros del mio. Desde este angulo, sus ojos se visualizaban bastante cristalinos y se distinguía la mezcla de ambos tonos. Su voz fue suave al hablarme, suave y grave ante mis oídos, su dedo recorrió desde mi mejilla hasta mi mentón, rozando mi labio inferior en dicho trayecto. Nuestras miradas, aún conectadas se mantuvieron por largo rato.

 

Se separó lentamente pero no se alejó por mucho tiempo. Su mano se apoyó a un costado de la mía y su cuerpo comenzó a inclinarse sobre el mio, haciendo mi espalda descender hasta dejarme acostada totalmente en la cama con su cuerpo sobre el mio - Debo decirle que esta cama deberá esperar a su estreno, por ahora como dices deberías de mantener su control y evitar encender algo que no quieras - susurré, bajo y quedo para que sólo el me escuchara. Con su mano tomó el albornoz que descansaba elegantemente doblado sobre mi cabeza y se levantó, mientras yo le observaba desde mi posición.

 

Me incorporé a penas, sosteniendo mi torso con mis codos, Linmer se colocó la porción de tela blanca bajo mi atenta mirada para regalarme una sonrisa junto a una oculta invitación a ducharme con él. Sonreí a penas y me levanté para seguirlo hasta el baño. Una vz e detuve en la puerta observé su cuerpo desnudo antes de entrar a la ducha - Cuando termines, toca la puerta frente a la tuya, procederemos a empezar tu terapia - le regalé un guiño antes de salir por la puerta - Usa ropa deportiva - grité antes de desaparecer rumbo a mi habitación para cambiarme.

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

La ducha la verdad fue un balsamo para mi estado. Nada de agua tibia, no, necesitaba un iceberg encima. En general lo disfrute, todo estaba bien acondicionado y el agua pese a lo fria tampoco es que estuviese congelada. Por un momento me detuve a pensar en lo sucedido y sonrei. Que podia hacer me gustaba demasiado ese juego del gato y el raton y podria admitir que estaba frente a alguien que tambien sabia de las reglas. No podia negar que seria entretenido estar un tiempo por aqui....o al menos hasta que empezara el tratamiento. Mientras tenia que centrarme en alcanzar mi meta y seguir cpon el proceso de mantener a raya mi adiccion. Como decia mi maestro..¨la mejor victoria era conocerse a uno mismo y saberse controlar¨.

 

Asi despues de unos minutos sali del baño e hice caso a lo que habia dicho Zoella. Un polo una bermuda y unos tenis y ya estaba listo. De hecho pareceria que iria a vacacionar al Caribe....En fin....me mire añl espejo y me guiñe un ojo y lentamente sali de la habitacion para caminar unos 5 pasos hacia el frente y ya frente a la otra puerta tocar. Al menos tendria a la terapeuta cerca.

 

-Zoella...ya estoy listo -dije despues de tocar mientras esperaba que abriese la puerta.

 

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[Zoella Triviani]

Al igual que Sean, me decidí por tomar una pequeña ducha antes de salir a entrenar. Comenzaría su tratamiento con una rutina de ejercicio conjunta, sabía que los hombres caían fácil ante una mujer trotando o haciendo ciertos ejercicios de estiramiento. Por lo tanto me decidí a llevar poca ropa también. Me coloqué unas mayas negras totalmente entalladas a mis piernas junto a unos zapatos deportivos, y en mi torso un top deportivo cubriendo únicamente mi pecho, dejando nuevamente a la vista el escote que realizaba el top al apretar mi busto y mi plano abdomen. Me di una ultima mirada frente al espejo cuando escuché la voz del mago junto al toque de la puerta.

 

Tomé un par de botellas de plástico llenas de agua y dos toallas pequeñas, las guardé en un bolso que colgué a mis espaldas y abrí la puerta. El castaño estaba parado frente a la puerta, cubriendo toda la entrada, sonreí en cuanto conectamos miradas y sin pensarlo pasé por su lado, rozando mi busto en su brazo con toda intención - Vamos, el bosque nos espera - solté, mientras caminé escaleras abajo.

 

Sentí los pasos de él bajar, juntos salimos por el patio y comenzamos a adentrarnos en el bosque - ¿Que clase de ejercicios sueles hacer? - pregunté, intentaría obtener toda la información posible de sus hábitos y demás, para comenzar a trabajar arduamente en su tratamiento.

 

El gran bosque del centro de rehabilitación nos cubría con sus frondosos arboles, los cuales proporcionaron un poco más de privacidad en cuanto llegamos al pequeño prado. Me despojé del bolso para inclinarme y colocarlo en el suelo junto al suéter. Me giré y a mis espaldas el ojiazul me observaba - Empecemos con ejercicios de calentamiento - pasé un brazo frente a mi pecho y lo sostuve con el otro, oprimiendo mi busto y marcándolo más ante la atenta mirada del mago, mientras comencé a estirar mi cuello. Segundos después cambie de brazo, para posteriormente inclinarme hacia e frente y tocar mis pies que estaban abiertos, estirando mi espalda.

 

Subí un poco la cabeza, y Sean se encontraba sólo parado - ¿Y bien? Estira -

 

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[Sean -Ojo Loco- Linmer]

La puerta se abrio y....bien si lo que queria era torturarme por todo el camino de esta sesion terapeutica sin dudas lo iba a hacer. Es que esa ropa deportaba sumamente entallada en el cuerpazo de Zoella pues....hacia que mi atencion estuviese en ella. No diria que babeando a lo zombie, pero sin dudas obligado a no dejar de mirarla. Y claro, el juego seguia, hela ahi rpozandome con ese delicioso busto donde me sorpendio un tanto la dureza de la cumbre de sus montañas, sonrei ante esto y dejandola pasar la segui. -Hacia el bosque entonces!!! -dije con todo el entusiasmo de estar bajo la tutela de Zoella.

 

Y ahi comenzamos a caminar adentrandonos en el bosque, y claro la platica no podia faltar. -Yo...pues en cuanto a ejercicios hago de todo un poco...a fin de cuenta en nuestras actividades no solo es fuerza, sino tambien agilidad cuenta. pero si me preguntas que es lo que prefiero hacer pues me gusta escalar. Vencer mis propias limitaciones ante el desafio de subir mas alto da una dosis de adrenalina unica...y claro....agiliza la mente que tiene que encontrar respuestas en fracciones de segundos.

 

Nada mas decirlo y ya me embargaba la emocion si encontrasemos una ladera escarpada para subir. Pero claro...primero un un descanso para hacer estiramientos. Aunque...si admito que ver como se presionaban a cada movimientos sus pechos y imaginarme que fuesen mis manos haciendo la labor fue demasiado para mi...pero claro..cuando se levanto y se dirigio a mi basicamente repeti lo mismo que hacia hecho..sumando ademas movimientos para calentar las articulaciones de la muñeca..el codo, la cadera las rodillas y el tobillo.

 

-mmm que bien se siente el aire puro de aqui...no como esa neblina citadina de Londres.

 

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[Zoella Triviani]

Continuemos estirando los diferentes músculos de nuestros cuerpos, la suave brisa del bosque llegó a nuestros cuerpos y con ello el sol resplandeció sobre nosotros. Amaba el bosque más que cualquier cosa, aunque las zonas montañosas eran mis preferidas, Montebruno se caracterizaba por ser una localidad ubicada entre montañas en Génova, recuerdo las largas caminatas en las montañas y los días de camping que viví luego de salir de las manos de Leggio.

 

- Las montañas son maravillosas, de donde vengo había un par de montañas que solía escalar y caminar siempre - acoté, mientras estiraba mis piernas en el suelo. Flexioné mi cuerpo hacia el frente, sosteniendo mis piernas para estirar mi espalda. Luego de eso me levanté y me acerqué hasta el mago - Ahora trotaremos un poco, creo que a nuestra espalda a un par de kilómetros hay una pendiente que lleva a una cascada, podríamos escalar por su costado y lanzarnos al agua - invité, subiendo mis cejas sugerentemente para tomar el bolso con las cosas dentro y comenzar a trotar.

 

El castaño trotó hasta estar a mi costado, por el rabillo del ojo le observé mirar mi escote rebotar con cada trote que mi cuerpo daba, medio kilómetro después la pendiente comenzó leve para comenzar a ser más pronunciada, ralentizamos el trote para bajar dicha pendiente y quedar a las orillas del rio.

 

- Crucemos, del otro lado debe estar más allá el lago con la cascada - dije sin más, metiendo mi cuerpo al río que llegaba hasta la mitad de mis muslos. El agua estaba fría y sin pensarlo tome un poco entre mis manos para mojar mi rostro, las gotas por su parte recorrieron la piel de mi cuello hasta desaparecer por mi escote y finalmente bajar por todo mi abdomen.

 

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