*¨* Soleil Noir *¨* (MM B: 112273)

[Jock]

—Cuando te pones así de intensa le quitas toda la diversión a cualquier cosa que pudiésemos hacer —sentenció con un dejo de asco en el tono de la voz el patriarca.

Jocker había pensando otro tipo de respuesta para la Lestrange, pero la presencia de Taurogirl hizo que su mordaz lengua se aplacase. ¿Qué sentido tenía reprocharle algo cuando ni siquiera era lo suficientemente lista como para entender el sarcasmo? Después de tanto tiempo, Sol parecía no haber aprendido nada.

—Con gusto te haría un tour, pero ya veo que estás en buena compañía —añadió para responder a la visitante —Dejaré que Sol te siga mostrando… las instalaciones.

Tras decir aquellas palabras, el mortífago hizo una fingida genuflexión y desapareció a aquel lugar.

[Sol Lestrange Black]

Siempre era así, Jock solo aparecía para molestar, aquello jamás me tomaba por sorpresa, sus comentarios mordaces tampoco eran ya capaces de alacanzarme, nos conocíamos lo suficiente después de tantos años, para no caer en el juego del otro, habíamos aprendido a la mala a hacer aquello, y ya no estábamos dispuestos a caer en absurdas discusiones por todo y por nada, por ende no me sorprendió que desapareciera de escena tal como había llegado. Rodé los ojos con fastidio e ignore el ultimo comentario, no tenia ganas de ponerme de mal humor, cuando el día marchaba mejor de lo que hubiera esperado y en maravillosa compañia, nada lo ensombrecería y menos aquella sombra tan "negra".

 

 

--Disculpalo, es como un niño pequeño cuando se pone así...-- afirmé a Tau con cara de fastidio, imaginaba que ella también conocía aquella faceta de Black-- Y tiene el don de la inoportunidad...-- me encogí de hombros antes de tomar su mano-- Vamos a beber algo y despues de eso podemos seguir con nuestros planes... ¿te parece? --sin esperar respuesta avance entre los pasillos con ella de la mano hasta las escaleras.

 

 

--¿Te gusta el lugar?-- pregunté sonriendo-- lo decoré yo misma, Black es incapaz de hacer algo tan lleno de luz y color, obviamente lo único que el puso fue dinero, lo unico que tiene que vale la pena-- indiqué antes de soltar una suave risa. --Me alegra tanto que estés aquí, de verdad me urgía salir de la nube negra en la que estaba ...--afirmé suspirando, mientras llegábamos al área de café y nos instalamos en una de las mesas en la terraza-- Bienvenida madame Lavigne, todo aqui esta a su disposición ¿que desea? - pregunté con una picara sonrisa dibujada en los labios.

 

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[Jock]

http://i.imgur.com/zbutm.pngSunev, elfo doméstico

Tal y como si fuese el dueño del lugar, el elfo personal del patriarca de los Black Lestrange hizo su aparición en el segundo nivel del Soleil Noir. Había recibido la orden directa del animago de recolectar los impuestos mensuales que el negocio generaba para después pasar a las dependencias del banco mágico de Londres y hacer los correspondientes trámites que estaba seguro Sol no realizaría; después de todo, su sociedad consistía en la división de tareas de acuerdo a sus habilidades...

Sunev, fiel como era, obedeció sin tardar, pero antes de desaparecer del local, dio un par de vueltas por todos los niveles para chequear que las cosas se estaban haciendo de acuerdo a cómo a Jocker le parecía.

 

—Si fuese por esa mujer, tendría lleno de muggles y sangre sucias este lugar —había comentado el elfo a su amo, en una ocasión.

[Sol Lestrange Black]

Extrañamente me sentía muy ligera, no recordaba hacia cuanto tiempo que no tenía aquella sensación probablemente se debía a que había pasado una mañana estupenda al lado de mi hija y que después de ello habíamos asistido una estética muggle donde había hecho un cambio a mi imagen, el resultado me había dejado satisfecha, mis rizos eternos habían desaparecido, al menos por un tiempo y mi oscura melena caía ligera y lacia por mi espalda.

 

Saliendo de ahí habíamos decidido ir a la librería a comer, mi hija aun no la conocía y me parecía un momento excelente para que lo hiciera y poder comer antes de seguir nuestro animado día de madre e hija que estaba resultando perfecto. Me detuve a las puertas para poder darle mayor emoción al momento.

 

--Luz de mis ojos, este es nuestro nuevo tesoro-- pronuncié señalando el localSoleil Noir dije con pomposidad dándole emoción al momento, abrí la puerta y aquella conocida imagen se mostró ante nosotras, adoraba como había quedado el lugar, la decoración perfecta y alegre me hacía sentir muy satisfecha.

 

--Vayamos arriba, creo que después de tanta actividad debemos comer algoindiqué tomando su manoya después puedes elegir algunos libros si quieres, se que tenemos esa misma debilidad-- admití guiñando un ojo a mi adorada pelirrojaHay muggles y mágicos así que este es nuestro nuevo paraíso

 

Subimos la escalera y poco grata fue mi sorpresa al encontrar a aquel desagradable ser apostado a las afueras de mi oficina a un costado de la cafetería, fruncí el ceño e intercambie una mirada con Sam sabiendo que ella también lo reconocería de inmediato.

 

--¿Qué demonios quieres aquí?le pregunté sin una pizca de amabilidad, aquel horrendo elfo giró la cabeza y me regaló un gesto bastante parecido al mío propio en aquellos momentos.

 

 

@@Samy Lestrange @@Jock

Editado 26 de Marzo del 2019 por Sol Lestrange Black

[Samy Lestrange]

Una sonrisa se dibujó en el rostro de la bruja cuando su madre le indicó cuál era su nuevo negocio y la guió hacia allí entre la gente que agarrotaba Diagon. El interior sólo confirmó las palabras de la castaña, todo allí tenía firmemente impreso el gusto de Sol en cada detalle, desde los colores, la iluminación y la distribución del mobiliario.

 

- No se tú, pero yo estoy muerta de hambre... Primero la comida, luego podré dedicarme a asaltar tu negocio con más calma.

 

Curiosamente, había sido bastante difícil encontrar en Diagon un lugar donde cumplir sus caprichos estéticos por ese día. De todas maneras, había valido la pena, ya que Sol se veía extremadamente feliz con su cambio de imagen, las sombras del episodio de esa mañana no habían vuelto a oscurecer su semblante.

 

Mientras subían, observó cómo los diferentes tipos de luces destellaban en los apliques con forma de serpiente que habían pegado en sus uñas, que ahora lucían de un verde esmeralda precioso. Menos mal que había rechazado el horrible rojo que habían propuesto en primer lugar, nunca se vería tan bonito como este.

 

La sonrisa parpadeó en su cara cuando Sol se detuvo bruscamente y se borró del todo de su rostro al ver a la criatura más molesta y odiosa de todo Ottery allí de pie, con la misma cara gruñona que recordaba. Arqueando una ceja, miró a su madre con gesto interrogante.

 

- ¿Qué hace la cosa aquí? ¿Se quedó sin hogar y viene a buscar empleo?

 

- No se por qué su presencia viene hoy a ensuciar mi portal... Estoy segura de que Black tiene todo que ver - Con voz molesta, la bruja abrió la puerta de su oficina para que ambas pudieran entrar, ignorando en lo posible al detestable elfo.

 

- ¿Por qué Jocker enviaría a su elfo a espiarte? Creí que habían madurado y ya no hacían ese tipo de cosas.

 

Siguiéndola dentro, recorrió su oficina con una mirada alegre mientras se sentaba en el sillón de Sol y toqueteaba las cosas de su escritorio. Frunció el ceño cuando Sunev las siguió, inoportuno como era su costumbre.

 

- ¿Sabes? No soy una gran fan de los Black y siempre me pareció poco grata su costumbre de colgar las feas cabezas de sus elfos... pero no me molestaría en absoluto decapitar a este. Y colgarlo en la sala Lestrange. Estoy segura de que su fea nariz sería un buen perchero. ¿Vas tú o puedo hacer los honores? -

 

La pelirroja miró al molesto invitado con toda la intención, nunca durante su estadía en la mansión de los Black Lestrange habían congeniado y definitivamente no guardaba buenos recuerdos del elfo del ex marido de su madre.

 

- ¡Sólo a ti se te ocurriría abrir un negocio con tu ex! Sobre todo con Black. Y sabiendo que la encantadora presencia del bicho este va donde él...

[Sol Lestrange Black]

Mi hija tenía toda la razón ahora comenzaba a dudar sobre manera el hecho de la sociedad con Jock, pero ya era tarde para arrepentimientos, de igual forma para mi fortuna su presencia en el lugar era escasa, y si era sincera entre verlo a el o a Sunev aun tenia dudas de que prefería. Mire al elfo de mala manera antes de dirigirle la palabra, había demasiada historia entre nosotros y aun con mi afecto hacia los elfos el era un caso bastante particular, así que no gozaba en ningún momento de alguna consideración de mi parte.

 

 

--No se que quieres aquí, pero sea lo que sea tendrás que esperar, tengo un millón de cosas mejores que hacer que perder mi tiempo contigo-- dije encogiéndome de hombros con sincera antipatía.

 

 

--Mi amo...-- intento replicar el elfo pero con un simple ademan lo mande a callar.

 

 

--No te he dado permiso para hablar...no seas igualado-- afirmé mirándole con despreció- Tu y tu amo me tienen sin cuidado, así que puedes marcharte ya mismo a quejarte y lloriquearle -- dije con el dedo levantado-- Y dile que mis tratos son solo con el, no con sus ...-- pensé la palabra a emplear-- vasallos , prefiero una lechuza, no te quiero ver en MI local -- ordené severamente. -- Vamonos cariño, tengo hambre....-- indique a mi pequeña pelirroja mientras de camino a la puerta tomaba su mano y abandonábamos el despacho, me detuve en la puerta antes de volver a dirigirme al elfo. -- Cierra la puerta al salir, y tengo todo perfectamente inventariado, así que cuida de poner tus sucios dedos en cualquiera de mis cosas...

 

 

Sin mas palabras salimos del despacho, intercambiando una mirada guiñe un ojo a Sam divertida, mientras avanzábamos hacia la terraza para disponernos a disfrutar de una reconfortante y deliciosa comida, después de aquella atareada mañana.

 

 

--Este animal no va a venir a amargarnos nuestro perfecto día mi vida...-- dije acariciando la melena roja de mi niña, nos dirigí a una de las mesas con vista al callejón, la agradable brisa removió mis ahora lacios cabellos.--Aquí estaremos bien, así llegara mas fácil la próxima lechuza de reclamos de Black...-- comenté antes de soltar una suave y cantarina carcajada.

[Gabriel W Diggory]

Desde que había obtenido el permiso de aparición practicaba yendo al Callejón Diagon para probar las tres des. Este día había elegido buscar un lugar agradable para tomar algo y pensar a qué dedicarme de ahora en más. Graduarse no era una situación sencilla, acababa de descubrirlo. Hasta ahora había disfrutado cursando, molestando a mi padre con las malas notas y finalmente, había sido para mí un desafío el graduarme. Y aquí estaba.

 

Caminé observando varias librerías, bares, cafeterías, algunos de ellos compartían la actividad. Era extraño como la gente adora tomarse un café junto a una buena lectura y los libreros o los bartenders, habían descubierto la ganancia extra de convinar ambas actividades. Varias fachadas llamaron mi atención, pero finalmente me decidí por una algo sobrecargada para mí gusto, pero me daba cuirosidad cómo mezclaban no solo la cafetería sino también la comida ya que indicaba que también el lugar era restaurant.

 

--Soleil Noir --repetí en voz alta observando las plantas y flores que colgaban del balcón --veremos qué tienes para ofrecer.

 

Apenas ingresé me sorprendí por encontrar puros libros, sí, era verdad que el cartel mencionaba en primer lugar el arte, pero pensé que habiendo bar y restaurant estos estarían en primer plano, pero me equivoqué. Dudé entre ir en busca del siguiente piso, donde esperaba hallar el bar o recorrer la parte de la librería.

[Kutsy Stroud Lenteric]

El día parecía prometedor, mis noches en vela cada vez eran menos y eso me mantenía sumamente contenta. Ciertamente si rebuscada en mi pasado no encontraría más que silencio. Pero no uno abrumador sino pacífico, era como volver a renacer con una oportunidad distinta, desconocía si entre lo que había olvidado existían personas que extrañaban quien había sido. Sin embargo, tras mi despertar en el castillo Evans. Tal parecía que de ese modo era mi vida, sin ataduras o amargos instantes. Sólo yo y mis familiares, los cuales hacían su vida de forma natural.

Una vez que me coloqué las botas color caqui , cogí la chaqueta del mismos tono, que había quedado sobre puesta en el respaldo de la silla donde días atrás había estado leyendo viejos documentos, sobre quien había sido. Salí de mi habitación con tranquilidad y me dirigí a las afueras del castillo para poder hacer uso de la aparición, tras un suspiro ya estaba en el callejón.

El aroma a café y pan recién hecho me recordaron que había omitido tomar algo ligero para esa mañana, pero era más mi emoción por pasar un buen rato entre libros que me prometí que una vez obtuviera una lectura que hiciera vibrar mi interior, comería un pastelillo, estaba de antojos, y un café sin azúcar. Así que recorrí con la mirada cada local que se cruzaba mientras caminaba con calma y dejaba que la frescura del día impregnara de aromas mi larga cabellera negra.

Finalmente frente a mi aparecía, Soleil Noir, parecía por demás prometedor que dirigí mis pasos hacia la hermosa fachada y no tuve que caminar demasiado ya que tras cruzar el umbral, mis pupilas bicolores pudieron admirar más de un centenar de libros repartidos por doquier -estoy en el paraíso -dije en voz alta ante la sorpresa de encontrar tan exquisito lugar.

[David Augustus Lestrange]

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que sus pies caminaron por el Callejón Diagon, tanto que había olvidado qué lugar había visitado en esa ocasión. ¿Lo había echado de menos? Tenía sentimientos encontrados. Por un lado, ver los escaparates de tantos negocios diferentes era divertido, entretenido y a veces, incluso, emocionante. Era agradable ver que aún seguían abriéndose negocios que muchas veces tenían un gran éxito. Pero en las horas de mayor afluencia recorrer sus calles era un infierno. Había que esquivar a muchas personas, de vez en cuando se recibía algún que otro empujón y... ¡Merlín! Había que tener mucha paciencia para no sacar la varita y hechizar a tanto despistado.

 

Se desplazaba a un paso lento, pero continúo. Su falta de velocidad se debía a que no se dirigía a ningún sitio en concreto, estaba barajando opciones. Tenía la intención de visitar algún lugar, sí, pero si finalmente no encontraba nada que le llamase la atención no tendría problemas en volver para su casa, para su hogar, y allí pasar el resto del día. Bueno, su hogar... Realmente no tenía uno. Debía de buscar un sitio para dormir en Ottery, una familia que lo acogiese y lo quisiese, pero esa era una misión en la que se enfocaría otro día, no era momento para pensar en esas cuestiones que no le quitaban el sueño. Entretenido mirando a cada lado de la calle encontró algo que le llamó la atención.

 

Un edificio elegante destacaba por encima del resto. Su fachada era bonita y eso le hacía ganar varios puntos. El nombre del local ponía a prueba sus conocimientos de francés. No se le había pasado desapercibido que hacía unos minutos había visto entrar a un par de personas, así que ese lugar debía de merecer la pena si eran varios los individuos que entraban. Miró a su derecha e izquierda viendo si cerca veía algo mejor, como no lo encontró decidió aventurarse y entrar en aquel bonito negocio que mezclaba el arte con el café. Una combinación peligrosa para aquellos que fuesen torpes.

 

Ataviado con una elegante túnica como era habitual en él, entró con sutileza en el lugar. Desde fuera se había percatado de que era un negocio grande y nada más que accedió lo confirmó. Su lado aventurero le indicaba que fuese él mismo quien se dispusiese a descubrir cada rincón del sitio, pero su lado más cómodo le hacía preferir que fuese alguien, empleado, cliente habitual o elfo doméstico el que le enseñase todo lo que podía ver y hacer allí.

 

—¡Hola! ¿Alguien puede ayudarme? Estoy buscando...—y paró en seco de hablar porque en realidad no necesitaba nada en especial, su llamado era mera publicidad para atraer a alguien, posiblemente a alguien curioso. Su tono de voz, por supuesto, había sido lo suficientemente alto como para poder ser escuchado pero sin llegar a gritar con fuerza, eso sería vulgar.

 

[Sol Lestrange Black]

Ese día había decidido pasarlo en la librería, hacia tanto tiempo que no ponía un pie en el lugar, definitivamente me había vuelto bastante descuidada, pero no era solo mi culpa, mi querido socio se había esfumado dejándome a mi toda la responsabilidad del negocio. ¿Pero acaso eso me tomaba por sorpresa? ¡No! En qué momento había pasado por mi cabeza abrir un negocio con el… definitivamente estaba loca. La ultima vez se le había ocurrido mandar a su asqueroso elfo a pedirme cuentas.

 

Aquello definitivamente no había sido una buena idea ya que el elfo tuvo que salir prácticamente huyendo después de que lo corriera a punta de varita, tras atreverse a cuestionarme sobre el manejo del local. Aquello había sido la gota que derramo el vaso.

 

Resoplé poniéndome de pie y caminando hacia la puerta después de pasar gran parte de la mañana revisando cuentas y facturas, si pretendía seguir con aquel negocio debía conseguir un administrador antes de volverme loca. Negué suavemente con la cabeza, necesitaba despejarme y la mejor manera era bajar a la librería, probablemente me relajaría en el área de lectura con un te y galletitas.

 

Salí finalmente de mi oficina desde donde tenía una vista perfecta del lugar, en el piso donde estaba un balcón rodeaba el área de restaurante y cafetería, y tenía una privilegiada vista de la librería, la cual a esas horas estaba poco concurrida. Baje las escaleras observando el movimiento entre los pasillos, un par de magos, y una bruja recorrían los pasillos. Sonreí dirigiéndome hacia ellos dispuesta a ayudarles a encontrar lo que buscaban o darles algún buen consejo.

 

Para mi buena suerte los tres estaban en el mismo pasillo por lo que con aquel elegante paso que me caracterizaba llegue hasta estar lo suficientemente cerca de los tres, mientras escuchaba a uno que justo preguntaba si alguien podía ayudarle.

 

--Que tal buen día…-- Saludé regalándoles una flamante sonrisa, al escuchar mi voz, tres pares de ojos se posaron en mi—Mi nombre es Sol Lestrange y será un placer ayudarles ¿Buscan algo en especial? Contamos tanto con libros mágicos como muggles, de todos los temas…

 

 

@ @@Kutsy Stroud Lenteric @@Gabriel W Diggory