Tenebrus (MM B: 112388)

[Danny Lestrange]

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que al joven mago se le ocurriera dar un paseo por los callejones hasta que decide que era momento de volver a salir. Después de todo ya no tenía tantas ocupaciones y el tiempo, al menos ese día, le pertenecía por completo. Eso era un verdadero alivio y Danny lo agradecía, era una forma de tomar un poco de energía para continuar con todas las obligaciones que se acumulaban cada vez más.

 

—Hola...

 

Saluda un poco preocupado una vez que entra y alcanza a ver a Demian en el lugar. Esperaba verle, tenía todo un discurso que decir pero lamentablemente en ese momento se había quedado totalmente en blanco. ¿Qué le podía decir? El muchacho había desaparecido durante tanto tiempo, que no se había dado cuenta de que su tío lo había hecho también, por esa razón no sabía como hacer para disculparse.

 

—Ha pasado mucho tiempo, ¿Como estás?

 

Pregunta para luego sonreír. No debía tener miedo ya que después de todo, Demian era el familiar con el que mejor se había llevado desde el primer día de su llegada al pueblo.

 

 

@

[justo]

Es una novdad que haya llegado un visitante como @@Danny Lestrange. Es indudable que conoce a mi socio y me parece muy bien que tenga un cierto intercambio diferente al nuestro. No es que vayamos a olvidar nuestras conversaciones, pero estoy por traer a Mónica o a Yanira para que las conversaciones sean más fluídas. No se. Quizás sea algo que haya que meditar con calma, todo puede pasar.

 

Hace un rato he dicho que yo soy español pero que, al mismo tiempo, no lo soy exactamente. Eso tiene fácil explicacion, yo nací en lo que ahora es España pero que entonces no lo era, asi que, desde cierto punto de vista no es erróneo.

 

Yo naci en un lugar que ya no existe, naci en el viejo Reino de Castilla. Durante el reinado de Fernando I, Rey de Castilla y León. Mi padre era conde, el conde de Peña Grande, un titulo extinto.

Tenia dos hermanos mas, mi hermano mayor que heredo el titulo, castillo, tierras...en fin, todo. Mi hermana que se caso a los 15 años con el hijo de otro conde y murio de parto y yo, que fui destinado a un convento.

[Thoth]

-Hola Chachorro.- hizo pausa. - No me había dado cuenta, es posible porque me había encontrado sumergido en mis pensamientos, quizás te deba una disculpa.- cerró los párpados y se dibujo una sonrisa en el rostro. - Supongo que creciste un poco, incluso puedo afirmar que debes ser todo un don Juan con todas chicas en Hogwarts.- pensó un poco. - o chicos. - Abrió lentamente los párpados.

 

En ello trago fuertemente, pasó sus manos por el cabello, bajo levemente la mirada, fijando está en algunos papeles que debía responder, pero la presencia de @@Danny Lestrange le distrajo un poco, era posible que un poco nervioso le puso, pues su atención estaba en ese joven, en aquel familiar que le recordaba su pasado y pudiera ser ello que no le motive esa distracción. No obstante, debería asegurar que todo marche a su curso, pues en cierta medida lo apreciaba como el hijo que nunca tuvo, aunque su forma de ser le había recordar alguien más.

Editado 3 de Septiembre del 2020 por Demian Luxure

[justo]

Asi que, desde cierto punto de vista, soy español. Pero lo más curioso es que mi casa tampoco está en España. Es decir, estaba pero ya no está. Para los que crean que lo que digo es un galimatías aclararé que el valle donde vivo "estaba" en España, pero yo lo hice inmarcable y es como si no estuviera.

 

Es algo curioso eso del encantamiento inmarcable, es un hechizo que marca la seguridad de un lugar o de un edificio. Por ejeplo, Hogwarts es un castillo en ruinas para los muggles y con un cartel que dice "Muy peligroso, prohibida la entrada". Pero no es el único lugar, lo hicimos tambien con Taggar, una ciudad del Norte de Africa en mitad del desierto del Sahara. Los viajeros que recalaban en ella la llamaban "la ciudad de los minaretes" por las muchas torres que la poblaban. Pero se hizo demasiado tentadora por las riquezas que atesoraba y es que era un punto vital en la ruta de las caravanas.

 

Asi que la hicimos inmarcable e hicimos circular el astuto rumor de que la ciudad había sido destruída por un terremoto. Como no la encontraron, todo el mundo se lo creyó, sólo los magos siguieron encontrándola.

[Thoth]

Luxure se encontraba reconsiderando su opinión sobre @@Darla Potter Black por ello la invito a su local, algo que sin duda sería un encuentro un poco más privado. En eso se encontraba preparando todos los preparativos para esa velada. El Mago oscuro se encontraba atinando todo los detalles en la morada de los diamantes. Allí, en aquella noche del jueves, estaba en el restaurante apartado para que nadie más ingresara. Este se encontraba con un traje blanco, sus atuendos eran algo formales. La música era tenue, y todo parecía que esa era su ofrenda de paz.

En la mesa decorada finamente con un jarrón de cristal y dos claveles blancos, a ellas le acompañan azucenas pocas y un destello único, producto a un encantamiento creado por el dueño. Sin embargo, los meseros eran oídos, vista de todo lo que el mago le gustaba, pues su personal en cierta forma era él. A pesar que vestían diferentes atuendos, portando mascaras de cristal y con símbolos rúnicos, los mismos daban atender una pieza de esa baraje de naipe. Estos se encontraban distribuidos por todo el ambiente.

En esa noche era con un firmamento estrellado, a la luz de la luna creciente y en la entrada de cada edificio se encontraba otros seres con diferentes apariencia, siempre presentado su mejor servicio, pero el destello de los reflectores daban luces al cielo, indicando que una función estaba comenzando en el teatro, allí los visitantes disfrutarían de una obra teatral en vivo. Aunque, esta calma parecía indicar que los planes del mismo comenzaba a cambiar, quizás intentaba sacarse un amor, o , darse una diferente oportunidad, pero con la mente de ese hombre lobo nunca se sabe.

[justo]

Durante mi juventud viajé mucho. En el mundo medieval o viajabas o te quedabas en el mismo sitio y no veias mundo. No teníamos los adelantos que hay ahora. Como era el hijo menor me destinaron a la vida monástica, primero estuve en San Pedro de Cardeña y despues en Suso. En Suso me destinaron a la botica y alli conocí al encargado, se llamaba Iñigo de León.

 

Iñigo era muy bueno con hierbas y pociones, cuando tuvo confianza conmigo me mostró su gran secreto, su varita de avellano. Iñigo era un gran mago y se camuflaba allí porque era un lugar seguro para alguien de su condicion. Era un sabio, había leído mucho y tambien había viajado mucho, me recomendó que viajara a París con la tapadera de una peregrinación. Añadio una elogiosa carta de recomendación para un amigo suyo, Jacques Martin, otro gran mago. Se puede decir que Iñigo fue mi mentor.

[Darla G Dumbledore]

Los papeles se habían ido acumulando en el escritorio, la bruja no tenía ánimos apenas para revisarlos, sus elfos trataban de ayudarla a ella y a Lualú pero desde que habían partido los otros elfos y su amo todo se había vuelto un caos en el local de House of Books. Junto a la pila de notas para revisar había dejado olvidada una bolsita de cuero negro que le había sido entregada por Datura en la Luxure. Cuando al fin se decidió a guardarla al levantar la misma notó una pergamino curiosamente escrito junto a ella. Lo tomó consigo mientras ponía en una caja con seguridad mágica el bolso de cuero y leyó la traspapelada nota.

 

--¿Es en serio? --susurró para si, sorprendida.

 

La invitación era clara, no cabía dudas, pero luego de cómo la había tratado en su mansión le parecía sorprendente. Miró el día y la hora, la había encontrado casi sobre la fecha. Dudo, no entendía el por qué pero si quería entender mejor al hombre quizás hiciera bien en asistir a verle. Tenía poco tiempo por lo cual se apresuró al cuarto de baño para salir media hora después con los cabellos aún húmedos, aunque los había acortado hasta por sobre los hombros y al secarlos los rulos le dieron el aspecto de un corte varonil aunque sus facciones y su figura femeninas eran inconfundibles.

 

Indecisa entre un chal o una capa, terminó eligiendo una ligera capa de viaje que echó sobre la camisa blanca y llegaba por debajo de la pollera tubo negra por sobre las rodillas. Los primeros fríos justificaban el uso de unas botas de taco fino pero hasta la rodilla, como únicos adornos llevaba el anillo de compromiso, que jamás se quitaría y uno de plata con una piedra azul realizado con magia africana, imposible de quitar de su dedo y que era el que le permitía andar bajo el sol durante el día. Hacía años que no utilizaba a Edelweiss de esa manera, por ello sonrió nostálgica ante el espejo, con la varita enrollada como un collar azul en su garganta.

 

Se desapareció sin avisar a sus elfos minutos después, para aparecerse en el límite entre los callejones Diagón y Knocturn, no era la primera ni sería la última vez que merodease por allí. Curioso aspecto, pensó mientras se acercaba a aquella casita y frente a la puerta pensó un segundo ¿qué día era?

 

--Ahh, sí, jueves, la suerte está en mi futuro --dijo con voz queda y las puertas, ya abiertas desde antes, le revelaron el interior del local en donde la música sonaba, sorprendiéndola una vez más.

 

Avanzó lentamente, dejando que sus tacones anunciaran su presencia, distraídamente sacudió con la zurda sus cabellos y algunas gotas perdidas humedecieron la capa. Definitivamente se sentía nerviosa y no estaba segura si había sido buena idea o no el venir. Miró la cartelería y decoración que hacía alusión al rubro del local. Recordaba haber depositado galeones en su cuenta cuando aún trabajaba en Gringotts pero nunca había prestado atención que se trataba de la mezcla de un bar, arte y un restaurant. ¿Estaría a tiempo de huír de allí? No temía a la magia ni a que le pudieran matar, después de todo, ese momento estaba cerca y solo esos detalles, como el pedido de su sobrina y la invitación lo único que hacían era dilatar el momento. Recorrió con la mirada el lugar, buscando a @

[Thoth]

@@Darla Potter Black había ingresado al restaurante, el mago al verla se pone de pie y va hacia ella, tomando en sus manos un clavel. A penas si daba inicio a su caminar unos pétalos de flores comenzaban a caer lentamente del techo, rápidamente esto era sola una estrategia para que ella baja la guardia, quizás era su forma de pedirle perdón, aunque con un ser tan perverso y macabro donde su corazón ya poseía dueño, era difícil saber que podía pensar. Aunque, esa situación no era una traición a ese amor, dado que era algo más platónico que consolidado, pero aun así le era fiel y buscaría la forma para seguirle siendo, curiosamente sus pensamientos se dividían por dos hombres, ambos apuestos y diferentes.

Aunque, eso no significa pudiera transcender de algo más que a un encuentro algo informal, allí clavo la mirada a la misma, suspiro profundo y bajo su mirada para notar como andaba vestida. Este se contuvo por petición de su sobrina, de alguna forma había logrado doblegar su voluntad, aunque ella sabia muy bien sus sentimientos por esos seres que latia su corazón, pero intentar hacer las paces nunca estaba demás, solo se limito un momento. Y estando a unos metros de ella le dice dulcemente.

-Lamento mi trato en la Luxure, debo admitir que Lady, me comento quien eres.- Le explicaba. –Sin embargo, debes saber que por la familia estoy dispuesto hacer todo, incluso tratar a esos seres que no tolero.- Esto lo decía por los Black, aunque uno de ellos lo estaba haciendo cambiar de opinión referente a esa familia. –Además, al ser desconocida, supondrás que no soy nada dócil con quienes osan a invadir mis dominios sin autorización. – Paso mano derecha por el rostro, la cual era contraria a donde son tenía la flor. –Y si te parece, podemos comenzar de cero.- Se acerca a ella. –Y pues…- dando unos pasos más, dando así más cercanía ambos, superándose por unos centímetros. –Este presente es para vos, como señal de paz y…- se acerca su rostro con ella. –Quizás algo más.- Se aleja, dándose vuelta y caminando a la dirección. -¿Me acompañas?-

Indaga. En ese momento comienza a caminar, este se preguntaba si la bruja aceptaría su invitación o no, dado que todo pudiera ocurrir. Aunque este no le importo, simplemente se dirigió a la mesa, donde le esperaba una copa de vino, la cual ya poseía unos sorbos. Sin embargo, frente a la misma estaba una vacía.

[Darla G Dumbledore]

Si antes no lo había notado ahora sí sus ojos se posaron sobre él y su impecable aspecto, todo vestido de blanco, para ella causo un extraño efecto, fue como un contraste mental que la hizo suspirar sin darse cuenta. ¿Cuándo había sido la última vez que había tenido un encuentro así? Pero, no, nada que ver, saldría corriendo si fuera ese el motivo. Echó hacia atrás un rulo que rebelde jugueteaba en su frente.

 

Le observó tomar un clavel de entre las flores que había sobre la mesa, en el jarrón de cristal había quedado un clavel blanco junto a las azucenas. Todo le recordaba a la pureza, sí era un contraste con ella en realidad, si pensaba en quién era y quién había sido en su pasado, bajó la mirada unos breves segundos para luego levantar sus ojos sorprendida al notar los pétalos que caían. Sonrió ante sus palabras, aún asombrada por el distinto tono al que en la Mansión había empleado hacia ella.

 

—Buenas noches Señor Luxure, le entiendo muy bien, yo daría la vida por mi familia, se lo aseguro —y era verdad alguna vez había cambiado su cuerpo por el de Sagitas cuando ésta iba a ser quemada viva, si Gabriel no la hubiera hecho revivir con la magia antigua…

 

—Yo no buscaba invadirle —se acercó un paso hacia él a la vez que lo hacía el Luxure y lo miró a los ojos —gracias —respondió con más dulzura de la que hubiera esperado mientras tomaba la flor que él le daba, rozando sus dedos y sintiendo como un escalofrío recorría todo su cuerpo, más al estar tan cerca de él y poder sentir el aroma de su esencia.

 

—Sí —susurra más que nerviosa e intentando disimularlo mientras le sigue hacia donde él va —me alegro que su sobrina le explicara y me diera esta oportunidad —agregó casi sin pensar, mientras intentaba concentrarse, su mente se iba en la canción, escuchando cada palabra, agradeciendo que Aldaron le hubiera enseñado aquel idioma.

 

La pelirroja se acercó a la mesa en que él la esperaba y extendió su mano para rozar su hombro, pero detuvo la mano apenas a un centímetro sin llegar a rozarlo y pensó que alguna vez debería intentar aprender legilimancia. Jamás le había agradado, pero en ese momento de verdad deseaba saber qué pasaba por la cabeza del mago y no estaba segura que el control de la energía psíquica fuera adecuado, no quería poseerlo con escendia.

 

—Señor Luxure —susurró esperando a que él se volviera y recordando echar su mano hacia atrás antes de que él viera que intentaba tocarlo.

 

 

@

Editado 31 de Octubre del 2020 por Darla Potter Black

[justo]

Sali del monasterio rumbo a Paris. Para que no se fijaran en mi me hice pasar por un peregrino que volvia de Santiago de Compostela. Asi atravese el norte de Castilla y llegue a Navarra, cruce los Pirineos y entre en el Mediodia frances. Las etapas fueron sencillas y mi credencial de peregrino me abrio muchas puertas, conte narraciones de mi viaje y, a cambio, obtenia cama y comida. El mundo medieval era asi, no os sorprendais.

Por supuesto no llamaba la atencion como mago, no sabia lo que me podia encontrar. Mi viaje concluyo en Paris y, con mi carta de presentacion, fui recibido por Jacques Martin que me introdujo en los circulos magicos de Paris.

Paris no era entonces la gran ciudad que era ahora, teniamos que andar con cuidado para no llamar la atencion. Jacques me abrio muchas puertas pero tambien me dio un consejo, si queria profundizar en la magia debia ir a Bretaña, al bosque de Broceliande.

Quizas muchos de vosotros no lo sepais pero el bosque de Broceliande era un lugar legendario de la Bretaña francesa. Alli funcionaba una escuela magica porque alli es donde vivio, en el pasado, el mago mas grande que ha visto nuestra comunidad, Merlin