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Tenebrus (MM B: 112388)


Thoth
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-Si dígame.- En eso se detiene bruscamente. Y se voltea, quedando frente a frente de la bruja, separándose por una distancia prudente. -¿En que le puedo servir? O más bien ¿Qué desea que le sirva?-

 

Cuestiona con cierta malicia en su tono de voz, pero observándole fijamente y una sonrisa pica se va dibujando en su rostro, caminando lentamente hacia ella, mientras que su mente comienza a crear su siguiente jugada, pero antes de acercarse un poco más, se vuelve a detener, baja la mirada y suspira.

 

Quizás mi sobrinas deban pagar por esto más tarde, ya veré que hago con la Sra. Potter Black. O era Dumbledore, igual es una asquerosa sangre sucia, su repulsivo aroma es nauseabundo, como desearía…”

 

Pensaba y regresa la mirada a los ojos de la misma, mientras intenta mantener una postura neutral, pero era posible que su expresiones faciales mostrará que eso de segundas oportunidades no era algo tan fácil de conseguir, pero si bien pudiera el mago oscuro pasar un rato sin ningún compromiso, aunque, bien prefiere la compañía masculina, una velada con una dama tampoco era algo que le desagrade del todo, solo que es cauto para ello.

 

“En fin.. “ Baja nuevamente la mirada. “supongo que será cuestión de ver como sigue la velada.” Regresa la mirada a los orbes de la bruja. “Al menos, hasta donde comprendo ella no puede leer mi mente, incluso si intenta usar la legeremancia, digamos que tengo mis métodos para ocultar mis pensamientos, acciones y aventuras si así lo deseo.-“

 

Siguió emitiendo palabras en su mente, en espera que la misma que le acompañaba pudiera responderle, solo que para ese momento se cuestionaba si esa idea de sus familiares eran por otro motivo o no, estas sabían que el egipcio se encontraba un poco desanimado porque no podía revelar a su ser amado que le amaba, pero el tema era más por temor a ser rechazado, por ese motivo le bastaba amarle en secreto.

 

@@Darla Potter Black

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Le sorprendió lo rápido que él se había girado hacia ella y dio un leve respingo, había algo en él que lograba ponerla nerviosa desde el primer día que se habían encontrado. Empezaba a sospechar qué era, siempre los licántropos habían ejercido sobre ella esa extraña fascinación y a la vez deseo de enfrentamiento.

 

—Solo quería agradecerle y… —se quedó un poco desorientada por la primer pregunta que fue corregida casi inmediatamente —lo que usted elija estará bien para mí —dijo con una sonrisa en sus labios, aunque el tono de voz, la sonrisa en su rostro y su mirada clavada en sus ojos.

 

¿Está queriendo leer su mente? Sin dudarlo cierra sus pensamientos tras una barrera de oclumancia e intenta entenderle. No logra saber por qué él parece una novia errante, sus miradas, sus suspiros. A decir verdad no está acostumbrada a tener encuentros así, ha tenido citas románticas con su prometido, citas de trabajo con el ex Ministro, citas en la Marca y en la Orden organizando algo, pero a solas con un hombre que actuara así, jamás.

 

Los ojos de él vuelven a clavarse en la mirada de ella y se la sostiene, no está acostumbrada a ceder, sonríe suavemente e intenta descubrir lo que hay tras su expresión. Resignándose a no saber lo que hay en su mente. No puede evitar levantar una ceja cuando él nuevamente baja la mirada y por un momento se pregunta si… baja su propia mirada para observar si todos los botones de su blusa están correctamente abrochados y si ninguno de ellos revela más de lo deseado en una primera cita. Se maldice a sí misma, no es ese tipo de citas, es… se da cuenta que no tiene la más pálida de lo que es pero se queda más tranquila al descubrir que no está mostrándole ni su ropa interior ni la piel de sus senos o abdomen.

 

Se sonroja al levantar la vista y descubrir que él la está mirando nuevamente. ¿Se sonroja? En verdad ha sentido el leve calor en las mejillas que solo un hombre ha logrado en su vida, lo cual es imposible, da un paso atrás casi sin pensarlo, no siente miedo, es desorientación. No entiendo qué es lo que está pasando. Entender con exactitud los gestos del Luxure no es tan simple y ella no es una legilimántica, no es experta en sentimientos y mucho menos diplomática. Se vuelve a acercar a él y clava su mirada en los ojos del mago.

 

—¿Por qué realmente me invitó Señor Luxure? —preguntó mientras volvía a acercarse a él, quedando apenas a unos pasos, era un riesgo, pero si él la volvía a actuar como en su Mansión esta vez no la encontraría desprevenida.

 

 

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Se acerca lentamente a la Potter Black rompiendo la diferencia que los separaba, pero no pierde dejar mirarle fijamente, en su rostro se dibujaba una sonrisa pícara, nuevamente suspira y se detiene, teniendo una distancia cercana pero no tanta.


-Pensé.- hace pausa. –en aceptar la sugerencia de mi sobrina, aunque…- Baja la mirada. –supongo que incluso Usted desea experimentar, sentir, o incluso cambiar a ciertos aires más a menos, por lo que si desea descubrir mis intenciones, solo sabrá la respuesta al final de la velada, no soy quien le guste romper la sorpresa.- Le clavaba la mirada y se acerca un poco más. –Y si mi intención, fuera algo en su contra, le aseguro que ya no estaría con vida.-


Mantiene la mirada fija en ella, como si tratase de ver a su presa, algo tramaba el egipcio, y era alguien tan maquiavélico como ningún otro miembro de la marca tenebrosa, era uno de los que apostaba a la inteligencia, un verdadero heredero de la casa de los Licaón, quien ocultándose al mundo con el apellido de casta de los Luxure. Sin embargo, era alguien que le gustaba disfrutar de placeres, los cuales provenían en su mayoría de hombres, noches de aventuras sin nada de sentimientos.


¿Acaso el mago oscuro se encontraba jugando o iba en serio? Este predicamento era algo que no le preocupaba, ya que no estaba involucrando sentimientos, y ya andaba preparando su siguiente jugada, pero definir aquella situación como una cita era algo muy lejano a la realidad, era simplemente un encuentro casual, algo que no tenía mucha importancia para él, pero aun así, algo deseaba y estaba dispuesto a conseguirlo, no le importaba que medio iba usar, solo apostaba por un premio mayor. Por otro lado, conocía muy bien el caminar de los Dumbledore, y deseaba profundizar en ciertos temas, y más porque un nuevo integrante tenia ciertos lapsos sanguíneos con esa familia.


El Senecal de Caronte baja la mirada, suspira y clava mirada en el suelo, al parecer esa forma de actuar desconcertaba a la bruja, y a este ese juego le encantaba, por lo que regresa la mirada a la misma, detallando cada detalle de su forma de vestir, y cuando tenía la mirada puesta en esos orbes se acerca aún más en pleno silencio. Aunque, en su mano derecha aparece un clavel, el egipcio se pasa al rostro y hacerlo su ropa cambia a una tonalidad más oscura, en el cuello de la camisa posee un corbatín azul. El clavel se desvanece en su mano y en su lugar aparece una orquídea.


-¿Entonces me piensas acompañar?-


Espera unos minutos y se da vuelta, tomando nuevamente dirección a la mesa que le esperaba su trago, esta vez tenía firme posición en llegar. En el trayecto jugaba con los pétalos, los cuales dejaba caer, aunque los mismos se desvanecen antes de tocar el suelo.


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A cada palabra del mago acepta dejarle ver sus reacciones, no le molesta que él sea consciente que está entre sorprendida y curiosa ante semejante situación. Su cercanía le permite confirmar lo que sus instintos le decían. ¿Por qué no? Se mantiene firme y no cede ni un centímetro, dejando que la distancia entre ambos sea jugada por él.

 

—Supongo que si su sobrina lo sugirió, ella sabrá el por qué —hace una pausa, sosteniendo la mirada del mago y una sonrisa se dibuja en sus labios, clara expresión del misterio en que piensa mantener la respuesta a su comentario. No era algo que pensara revelar a él cuánto le gustaba o no el experimientar nuevas sensaciones, ni siquiera qué le gustaba o disgustaba sentir. Por momentos una imagen pasó por su mente, viendo unos ojos que no eran ni los del mago ni los de su prometido. Su sonrisa se amplió aún más misteriosa recordando aquella especial situación.

 

Hizo un gesto divertido y negó con la cabeza antes de susurrar en respuesta —yo que usted no apostaría cuál de los dos moriría primero –el problema de los que ya no temen morir es que muchas veces buscan la muerte y juegan con ella que se vuelve esquiva, como una novia que no quiere que la busquen tan de frente sino que la cortejen o huyan.

 

Lo observa, lo estudia y descubre poco a poco su gusto de jugar entre traspasarla con la mirada y volverse indiferente. El cambio de ropa juntamente con la transformación de las flores le arrancan un gesto de aprobación. Seba le regalaba flores porque sabía que a ella le agradaban. Datura era más de las rosas blancas. Coyo-t había elegido una rosa de pétalos como la sangre. Era extraño, los hombres y las flores, siempre le habían causado una cierta curiosidad. Una pluma recorriendo el abdomen de una bruja con sus manos atadas pasó por su mente y de inmediato la imagen se desdibujó y desapareció de su mente como había aparecido.

 

El mago volvió a preguntarle tras varios cambios en su actitud casi tan variada como sus ropajes y sus gestos. Darla río y con un tono que reflejaba la sincera diversión que le causaba todo aquello su voz surgió mientras iba tras de él, viendo desaparecer los pétalos en el aire.

 

—Si lo acompañaré —llegaron casi a la par junto a la mesa en donde las copas se encontraban como esperando a sus comensales.

 

 

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Al llegar a la mesa simplemente se sentó en su silla, y con un gesto de su mano ordeno a un mesero para que le acomodara el asiento, este mago oscuro no podría su mayor esfuerzo para ser un caballero con esa bruja, además, esos comportamientos eran de la clase baja. Y clavando la mirada en ella se pregunta ¿acaso ella se va animar a sentarse o estará de pie?

 

-Sobre tu comentario respecto a mi sobrina ¿a cual te refieres? Debo admitir que poseo varias sobrinas, incluso un sobrino a quien estimo mucho. ¿Entonces a quien te refieres exactamente?-

 

Piensa un poco y baja la mirada, mantiene la sonrisa pícara. Mientras sus pensamientos comienza a jugarse varios movimientos a realizar durante la velada, algo le decía que no todo estaba saliendo de acuerdo a su plan, en cambio estaba todo encajando como engranes en esa maquinaria que se llamaba destino.

 

-Yo puedo hablar sobre aquella que me aconsejo que me convendría salir, pero no estoy seguro que la conozcas, por eso te deseo proponer un juego…- hace pausa. -¿acaso te animas a jugar?- Le clava la mirada. –debo admitir que es una forma para romper el hielo.- y hace una leve pausa. –Es que me parece divertido hacerlo.-

 

En eso espera atento a la respuesta de ella, mientras que su observa sus movimientos, incluso ya en su mente se encontraba grabada cada botón de esa blusa, inluso la tonalidad de la misma, cada cuanto respira y que era lo que le hacia sonrojar, era curioso como ese juego de flores le producían un cambio en su tonalidad de piel, era como si estas podían hacer evocar memorias, era posible que esa arma pudiera ser provechosa para lo que se encontraba pasando por la mente del mago oscuro.

 

Le observa intrigado, pero en su rostro no muestra alguna expresión que pudiera indicar ello, ya que solo le miraba fijamente a los orbes, sin pestañear, ya siendo demonio anteriormente sabia con moverse entre los deseos, los anhelos y los sueños, por algo había adquirido cierto apodo dentro ese tiempo de oscuridad, ahora bien, si regreso a ser un hombre lobo, esto no significaba que aún no disfrutaba esos deleites.

 

@@Darla Potter Black

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Sonrió como si esperase esa actitud de él mientras que se dejaba ayudar por el mesero para tomar asiento frente al Luxure. Levantó levemente la falda mientras lo hacía juntamente con la capa que no se había quitado. Una vez que tomó asiento desató la capa de su cuello y la dejó caer levemente sobre el respaldo de su silla

 

—Me refiero a la que usted le ha dado la idea, con sinceridad no sé cuál sea. Me temo que no conozco su árbol genealógico si bien he tenido asiduo acceso a él cuando ejercía mi labor como empleada en Gringotts, pero no es una de la familia con la cual acostumbre a tener trato —respondió con un leve encogimiento de sus hombros y echó hacia atrás sus cabellos a la vez que recostaba su cuerpo contra el respaldo, para apreciar mejor al hombre frente a ella.

 

—Los juegos suelen ser entretenidos, y parece que esta noche será de confesiones, ya que admito que es la curiosidad lo que me lleva a decirle que sí, que me animo y acepto su reto Señor Luxure —le devolvió la mirada y su sonrisa tenía un cierto dejo de desafío —juguemos si es lo que nos llevará a que el hielo se quiebre, mientras que no caigamos dentro de él —bromeó pensando en que sería como caminar sobre un lago congelado, hasta el centro del mismo, guardándose de que cuando el hielo se resquebrajara no fueran ellos los que terminaran dentro del agua helada, o peor, ahogados.

 

Se inclinó suavemente hacia adelante, apoyó los codos en la mesa y entrecruzando sus dedos apoyó la barbilla sobre las manos.

 

—¿A qué me propone usted jugar? —preguntó la pelirroja clavando su mirada en la del hombre frente a ella, con una leve sonrisa dibujada en sus rosáceos labios.

 

 

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-Es de confesiones que va a tratar el juego.- Comenzó a responder a @@Darla Potter Black –Y si caemos dentro del ese hielo, supongo que existirá un calor más intenso que pueda derretirlo, además, le aseguro que será divertido, incluso para que sea divertido se me ocurre realizar una pequeña apuesta, así al menos no perderá su tiempo…- Hace pausa, ya que el mismo iba a decir, que éste tampoco iba a perder el suyo, por lo que su intención era sacar el máximo provecho a la situación. –donde podrá elegir si galeones o algo más…-


El mago oscuro comenzaba a lanzar su treta, por algo era conocido entre sus familiares com alguien que era muy perverso, solo que ellos no podían imaginarse que tanto era lo que su mente maquiavélica podía imaginar, ya antes de proponerlo, su mente se encontraba ideando una contra jugada, por el momento solo evocaba algo que jugo en su sala común, un simple desafío para seres que son estrategas, y se preguntaba si la bruja que tenía frente a frente lo era, ya sabia de su poder, y reconocía ese arte de sus enemigos, pero ¿acaso ella era parte de estos?


-En fin...- Hace pausa. - eso solo sabremos si se anima a jugar, ya que todo puede ocurrir.- Continuo hablando de una forma un poco jocosa. –Sin embargo, es algo sencillo lo que deseo jugar, supongo que sabrá que en el mundo no podemos creer todo, y es nuestro deber saber distinguir de una verdad o mentira, por lo que en mi época de estudio cree un juego con mis hermanos de la casa de Ravenclaw, es posible que tenga otro nombre, pero le he dado el nombre de ruleta del destino.- Baja la mirada, mientras evocaba esas memorias donde jugaba con sus compañeros y los retos que les hizo cumplir cuando ellos perdían. –Aunque, no se equivoqué con el nombre, ya que es sencillo de hacer, dos o más personas pueden jugar, pero solo una podrá decir si es verdad o no lo que la otra persona responde.-


Le clava la mirada. –Supongamos que Usted comienza con dos preguntas, cuando me toque responder daré dos respuesta, una diré algo falso y en la otra no, pero será su deber descubrir cual de las es falsa.- Y la flor que poseía en la mano se desvanece. –En verdad es sencillo, y con la medida que juguemos lo comprenderá, pero para que sea interesante, cada uno llevará su cantidad de aciertos o fallas. ¿Quién gana? Es fácil, quien tenga más aciertos luego después de ciertas rondas.- Suspiro, mientras que pestañeaba. -¿Entonces se anima?- Abre los parpados. –Incluso, dejaré que comience y sea quien diga cuantas ronda jugaremos.-


Espero la respuesta de la misma, mientras que el mago ya andaba planeado otra jugada por otro lado, ya que le gustaba ganar, aunque a veces eso signifique perder. Este solo se limitó en esperar la reacción de la misma, y si tendría el valor de hacerlo ¿acaso ella tendría miedo de peder algunos galeones por un simple juego?


Ruleta del destino:

Juego


Y como es divertido una pequeña apuesta, en la cual el ganador podrá elegir 20.000 G u ordenar que el PJ haga algo en rol, aunque, el mismo no deba interferir en sus ideales de bando o que sea algo éste fuera del ATP.


Reglas


1. En rol plantará dos preguntas de cualquier índole sobre el PJ rival, este responderá una verdadera y otra falsa. El objetivo de quien pregunta, sabrá escoger cual de las dos es correcta.


2. El otro jugador al responder, dejara dos preguntas.



3. Eres libre decir cuántos turnos jugaremos. Pero, recuerda que vos eres quien comienza, por lo que si decides 9 preguntas, debes responder 9 preguntas. Dejando, a mí PJ, con la última palabra en preguntar.


4. En cada post deberás colocar lo siguiente.


Aciertos:

Fracasos:


5. Y una vez decidido la cantidad de rondas, no se puede sumar otra. Por lo que jugaremos a la cantidad máxima establecida.



Mecánica


1 Turno. Darla (realiza dos preguntas)

1 Turno (Demian) (responde y lanza dos preguntas)

2 Turno. Darla responde las preguntas (e indica cual es la falsa y verdadera) En caso de atinar, gana un punto.

2 Turno. (Demian) (responde y deja saber la opción corecta, y lanza dos preguntas) (y señalará cual es la correcta y la falsa)

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La Potter Black no pudo evitar un gesto de sorpresa ante la respuesta del mago. ¿Ni siquiera lo trataba por su nombre y quería jugar a confesarse? Imaginó al Despard riéndose a carcajadas al saber que ella se confesaría, o peor, censurando el hecho de que jugaran tan descaradamente con esa palabra. Más luego de las palabras sobre cómo entrar en calor en el hielo.

 

—Sí manejo el fuego Señor Luxure, trate de no quemarse en él —comentó la pelirroja con una sonrisa pícara y un guiño mientras volvía a echar su cuerpo hacia atrás y apoyaba sus antebrazos en la mesa.

 

—¿Pretende jugar conmigo por galeones? Ahh pues, qué interesante, de abrirme portales y dejarme encerrada a ofrecerme su dinero abiertamente —podría sentirse ofendida por ello pero era más la curiosidad, la cual la llevó escuchar atentamente la propuesta del hombre frente a ella.

 

—Ruleta del destino —repitió mientras guardaba en su mente que él había estudiado tal cual ella en Ravenclaw, aunque la bruja había pasado más su tiempo acompañada de tejones, que muchos la llamaban la ravenpuff o a veces la huffleclaw.

 

—No soy tan astuta como usted parece serlo, pero supongo que podría aceptar el desafío que me propone, claro que dependiendo de lo que me pregunte me pide desnudarme, espiritualmente, ante un casi desconocido —dijo con un fingido gesto de preocupación.

 

Sostuvo su mirada y dejó que sus labios le regalaran una coqueta sonrisa, aunque sin saber por qué sentía deseos de jugar con él y la metamorfomagia. ¿Cómo reaccionaría si cambiaba su cuerpo en pleno juego? No entendía el por qué se sentía tentada a jugar con él y hacer maldades, quizás todo se debía a su propio estado, buscaba hacía días no ser ella misma hasta el punto de no importarle perderse para siempre.

 

—Entiendo —dijo como respuesta a la explicación, dudó unos segundos, observando sus manos para luego levantar la vista y clavar sus ojos en los de él —me animo, pero será breve, solo cinco vueltas —dudó unos segundos, había pensado decir siete pero no sabía por qué sus labios no habían seguido sus pensamientos, quizás porque le parecía lógico dos mil galeones por vuelta, quién sabe —¿las vueltas se cuentan correlativas o para cada uno? —preguntó y agregó a continuación, —si me permite esa no es pregunta para el juego y prefiero elegir las vueltas y que usted inicie con las preguntas —dijo con una sonrisa pícara en sus labios.

 

 

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-Perfecto.- Comienza a responder sin quitarle la mirada. –Entonces serán cinco rondas, las cuales ya no se puede añadir, sin importar los resultados. Esto se hace para colocarle fin, y así evitar que quien vaya perdiendo pueda ganar, dado que tendrá un limite, es un juego de ingenio, de estrategia y sobre todo saber mentir, veamos Sra. Potter Black que tanto puede ocultar la verdad, debo admitir que soy malo en este juego, pero aún así me divierto, es algo muy interesante. –


Ruleta del destino (1 Ronda)


El animago se encontraba observando a la misma, buscando que pudiera preguntar y se le ocurrió, una interrogante la cual rebelaría más de lo que ella pudiera confesar, dado que este conocía a la perfección, que una magia como ella, tendría un gran significado, pero ¿acaso respondería con la verdad o mentirá? Esto era algo que Él deberá descubrir, por lo que tomando un trago se refresca la garganta, pestañea y baja la mirada, para así dar un poco de suspenso.


-Y para que vea que mis intenciones son tan blanca como la nieve, comenzaré con algo sencillo.- Continua hablando, creando una pausa y así piensa un poco sobre la pregunta que le iba hacer. -¿Cuál es la forma animal que toma esa estela de luz, cuando realiza el encantamiento Expecto Patronum?- Interroga.


Ella era probable que respondiera con la verdad o no, pero aún, así la segunda pregunta iba a ser más comprometedora, por lo cual el mago oscuro se comenzaba a divertir, algo en su mente maquiavélica, buscaba como quebrantar y desnudar toda la intimidad, ya que existía más de una forma de hacer doblegar la voluntad, por ello al ser alguien que le gustaba disfrutar la tortura, era capaz de hacerla con tan formas sencillas que podía obtener lo que este siempre se fijaba. Pero en ese espacio dio oportunidad para que ella pudiera responder.


Al tener la misma, meditaría si sería verdad o no, pero no dejo que pudiera descansar su mente, por lo que continuo el interrogatorio, igual era una ruleta, y era momento de lanzar la segunda interrogante, pero antes tomo otro sorbo de su trago, si bien había preguntado algo sencillo, que mediría si la bruja sabía engañar o no, algo que entre la Marca Tenebrosa era algo que se podía aprender, dado que para ocultar la identidad era algo muy vital, pero aún, así su mente por un momento pensó en dos caballeros, algo que le distrajo un poco.


-¿Cuál ha sido la mayor fantasía que ha realizado con sus parejas?-


Continuo con el interrogatorio, pero le dio un giro dramático e intimo era para que ella pudiera comenzará a fallar, quizás para alguien tan perverso y pervertido que ha hecho de todo con sus amantes en la cama, donde las sabanas conocían sus secretos y las paredes eran testigos de esos momentos de pasión, por lo que indagar en la misma buscaba adentrarse más en algo lujurioso, prohibido y ver hasta donde era ella capaz de mentir, ya que por algo le advirtió que pudiera preguntar cualquier tema, incluso si fuera algo tan intimo como ello, además eran dos personas adultas, pero quien sabe si ella pudiera seguir el juego o no, este simplemente se limito a esperar la respuesta con mucha curiosa, ya que sea verdad o no, le daría placer escucharla.


Ruleta del Destino:

Turno. 1 Ronda de pregunta / 5


Aciertos

Fracasos


--


Son cinco preguntas y cinco respuestas, y como viste, es todo ámbito, si te sales del juego pagas la apuesta, sea en galeones o aquello que te puedo decir que hagas.


En caso de empate nadie paga galeones o hace algo en rol.


Suerte, y veremos si puedes descubrir el engaño de mi PJ o no. O si bien, este puede descubir los engaños de tu PJ.



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Continuó observando al mago a los ojos, en serio, no sabía si quería meterse a su cerebro, pero se daría con una poderosa barrera oclumántica que la pelirroja había levantado y tras la cual ocultaba sus pensamientos. Le estaba resultando cada vez más curiosa la situación, se acomodó mejor en la silla, relajada y expectante a la vez.

 

Estuvo a punto de corregirlo cuando la llamó señora, pero se contuvo a tiempo y comenzó a recurrir a su habilidad metamorfomágica, para mantener su expresión impeturbable. Cara de pocker diría un viejo amigo. No iba a corregirlo por si luego aquello jugaba en su contra, por lo cual solo asintió a su explicación y esperó sus preguntas. Sus pestañeos le recordaban al coqueteo galante del siglo pasado sobre el que Scarlet y Kimberly alguna vez le habían hablado.

 

Sonrió con un gesto de agradecimiento ante su comentario de que comenzaría sencillo aunque no se podía creer ni pizca de que sus intenciones fueran blancas como la nieve, o sí, porque si vas a la cima de la montaña, donde hasta un pequeño glaciar puede haber, puedes descubrir que esa blanca y pura nieve que veías desde la base resultaba en un agua semi derretida en algunas partes, manchada de tierra y plantas.

 

—Oh, pues lamentablemente no estoy pudiendo hacer corpóreo mi patronus, solo una luz fuerte y luego nada —respondió la pelirroja con un gesto de disculpas en su rostro mientras él parecía prepararse para la siguiente pregunta.

 

La siguiente pregunta casi le arranca una carcajada, por unos segundos había pensado ver algo en la expresión del mago y no pudo evitar jugar con sus habilidades, acorando sus cabellos hasta por sobre sus hombres, en un corte varonil y luego con la expresión de la más pura inocencia respondió.

 

—Caramba caballero, que compromiso para una dama, pero confiaré en su discreción y … —jugó con el anillo en su mano y utilizó el hechizo contra los oídos indiscretos que este proporcionaba, de ahora en más aquella conversación quedaría solo entre el Luxure y ella —en una mansión cuyo nombre prefiero evitar dio a lugar en su bosque una orgia en la que participamos y en la misma hubo desde elfos, sirenas y magos hasta demonios y un par de centauros —le dedicó una nueva y tierna sonrisa mientras acomodaba su ahora corto cabello.

 

—Mi turno supongo, aunque me temo que le pueda aburrir con mis no tan ingeniosas preguntas —dijo volviéndose a acomodar hacia adelante en la silla, clavando su mirada en los ojos de Demian —¿Cuál diría que es de sus sobrinas o sobrinos el favorito para usted?

 

En verdad sentía curiosidad de conocer sobre ese detalle, o mejor dicho detalles personales del mago, el tema iba a estar en averiguar qué es lo que él decía la verdad y qué es lo que mentía sobre la marcha. Mientras le daba a tiempo a contestar pensó en una pregunta muy particular. No del tipo que quizás él esperara, o tal vez sí.

 

—¿Qué tal le ha parecido la gestión de nuestro querido primer ministro Aaron Black? —sus labios dibujaron un mohín, si hubiera estado atento a ellos podría haberlo confundido con un beso, pero había sido un gesto mínimo. Darla podía sentir como aquel luego la llevaba a sacar de su mente otros problemas y el drama en su vida, quizás perder fuera bueno después de todo, ¿cómo se pierde una vida si no?

 

 

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