Jump to content

Natural Poison (MM B: 112609)


Hessenordwood Crouch
 Compartir

Publicaciones recomendadas

Abrió los ojos como platos ante la mención del apellido del familiar de Hannity. Hasta aquel que viviera bajo una roca durante años, de menos había escuchado nombrar a esa familia, más aún si eran estudiosos del noble arte de la elaboración de varitas. Asintió con suavidad ante la explicación de su interlocutora, mientras buscaba con la mano libre el pergamino que indicaba a detalle los ingredientes qué buscaba.

 

Ollivander, ¿cómo los Ollivander, fabricantes de varitas? Qué pequeño es el mundo, jamás me imaginé que estaría emparentada con ellos.

 

Y era de esperarse, considerando que en su último encuentro, ninguno de ellos había mencionado sus apellidos.

 

Una perfecta combinación, sí me lo pregunta. indicó, girando la mirada hacia los alrededores del local, todo cubierto de distintos elementos de la naturaleza. La tranquilidad es vital, si uno quiere elaborar una buena poción. He obtenido buenos resultados con ingredientes naturales, pues los sintéticos generalmente son regulares...o volátiles.

 

Mientras descarta de su lista los ingredientes que involucraban obtenerlos de criaturas mágicas, recordó aquella ocasión en que había intentado elaborar un poco de Felix Felicis sustituyendo algunos elementos que se obtenían del medio, por similares sintéticos que emulaban sus propiedades. Tardó un mes, aproximadamente, en recuperar sus cejas.

 

Busco unas cuantas raíces de jengibre y valeriana, así como granos de sopóforo. Lastimosamente, agoté gran parte de mis suministros estas vacaciones, y es difícil cuando uno no es experto en herbología, me temo.

 

Le llegó un peculiar aroma a metros de su posición. Su olfato no era muy bueno, pero su tiempo de experiencia le había enseñado a distinguir una poción de un estofado, por lo que en ese sentido, no estaba tan perdido. Le agradaba que también le ofrecerían la oportunidad de elaborar su propia poción allí, porque para su mala suerte, no encontraba su caldero.

 

Sería excelente poder preparar mi poción aquí, prefiero no arriesgarme. concedió. Sólo una vez había preparado un brebaje en un recipiente improvisado, y no tenía ganas de volverlo a intentar. Pero, ¿qué poción prepara el día de hoy, señorita Hannnity? Si puedo saber, desde luego.

 

 

@

Arania.gif
ObiFirma.png
Gringotts.gif

 

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 6 meses más tarde...
Día 01 Pez.


Tiene que hacer un sobre esfuerzo para no mirar el tiempo en el reloj de muñeca una vez más, no quiere que, a quien espera, lo atrape pareciendo impaciente por su ligero retraso de tan solo dos minutos, pero es que ¿no se decía a menudo que los británicos eran algo mucho más puntuales? No, posiblemente estaba siendo él el exagerado, después de todo no es la primera vez que se sorprende a sí mismo fastidiado de más por la impuntualidad de las otras personas, un hábito que, desde luego, el demonio ha adoptado de la versión más humana de sí mismo. Cómo fuera, siempre podría decir con encanto que son solo los nervios lo que lo tiene intranquilo, aunque si fuera sincero lo último que siente Hessen por ese encuentro ahora son nervios.


La larga exhalación que suelta lo hace sentir increíblemente mejor, la verdad es que no tiene prisa por terminar la visita de hoy, no tiene algo más que hacer por el resto de la tarde, incluso después de terminar los asuntos de Ollivander en ese lugar, por lo que realmente no tiene verdaderas razones de que preocuparse, a no ser que la señora Evans sea la mujer chiflada de la que Smith le ha contado antes, entonces solo quizá así sea más difícil hacerle entender cuál es el motivo de esa reunión. De todas formas, no lo sabría hasta no conocerla en persona, aunque por los dioses del inframundo Hessen espera que no se parezca, más allá de lo físico, al espectro recuerdo de sí misma que se encuentra vagando por los rincones de la heredad.


Mientras los cristalinos ojos del demonio observan nuevamente la abandonada fachada de local aquella noche viene a su memoria cómo si hubiera sido tan solo la noche anterior, a lo largo de sus vidas pasadas Hessen ha visto de todo, sin embargo, vivir entre seres mágicos resultaba ser algo completamente novedoso, a pesar de su misma naturaleza sobrehumana y de su longeva edad, siempre resultaban ser algo inesperado. Se quejó, quizá esto era otro castigo para él, al parecer ya no era suficiente solo capturar almas humanas, ahora él mismo tendría que pagar duro por ellas.


Natural Poison-, lee, con voz vibrante, el nombre en el letrero pegado en la ventana empolvada del local, las largas cortinas que cubren el ventanal de lo debe ser el aparador y la oscuridad que habita desde adentro no hace que sea una tarea fácil observar hacia el interior, ¿de que había dicho Garry que se trataba este lugar? lo que fuera, tenía que ser algo mortal, de eso estaba casi convencido. —Cuanta tentación con este nombre…-, despegó la mirada del local para dirigirse nuevamente a lo largo de la avenida que corría frente a él, ¿siempre era así de solitario este lugar? no le sorprendería que, ni en su mejor momento, a Ollivander no le fuera tan bien con las ventas de este negocio. —...Bah, cómo si estas personas necesitaran de más tentaciones para irse al infierno.


El hilo de ideas que acompañan aquel último pensamiento hacen que recupere nuevamente la sonrisa en el rostro, entonces ajustó mejor el agarre del maletín que sostiene en una mano y, con más cuidado, el paquete que guarda debajo del otro, con algo de magia acomodo sobre sus hombros la gabardina de viaje. Hessenord es ahí un hombre grande y robusto, de buen aspecto que difícilmente puede pasar desapercibido, aunque tampoco es cómo si intentara hacerlo, en aquel callejón casi solitario, la presencia del demonio brilla cómo no lo hace desde hace mucho tiempo.

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web


Bel Evans Ollivander- Día 1




Dos peces en las rodillas,

uno plateado en la frente,

y en el pecho, bate y bate,

otro pez incandescente.

(Gabriela Mistral-Canción de pescadoras)




¿Qué era lo más inusual de ese día? ¿El lugar que iba pisar por vez primera, o la persona con la que me encontraría allí? Intenté no pensar en las consecuencias de haber aceptado tan peculiar invitación, ni tampoco pensar en que desde mi retorno a Londres, había evitado ese rincón particular de Diagon, como parte de una cadena de decisiones que no negaba que podían ser un tanto cuestionables. Tampoco era la primera vez que lo hacía, pues ya en el pasado había ido a contracorriente de lo que otros decían o hacían en muchas ocasiones, con desiguales resultados en ello, pero al menos esta vez, no me interesaba más justificar nada ante nadie, ni siquiera si esas personas eran las más queridas de mi entorno.


Yo misma sabía lo que había traído para mi vida con cada una de esas salidas y exploraciones más allá de lo habitual, yendo más y más lejos, presionando los confines de lo permitido, hasta terminar como una marca como la del manzanillo de la muerte que tenía en el pecho, que aunque llevaba más de un año sin arder, seguía como el recuerdo más perenne del precio que podía pagarse por esa clase de libertades.


Había una suerte de encanto en el abandono de la calle a la que iba llegando, desprovista del bullicio de la gente de las cuadras anteriores, con solo unos cuantos sujetos de apariencia sospechosa y quizá por eso más interesante. Sin embargo, incluso si la calle hubiese estado repleta de personas, estaba segura que la enormidad y corpulencia de Hessenordwood Crouch lo hubiese hecho resaltar de la misma forma en que lo hacía ahora, con ese porte un tanto intimidante, pese a los metros que todavía nos separaban.


Sentía curiosidad, pero también unos deseos enormes de comprender qué papel era el que jugaba (o había jugado) aquel hombre en el puzzle siempre desordenado, complejo y torcido puzzle que era la mente y los actos de Garry Ollivander. Con los pocos elementos de los que disponía, volvió a encenderse en mí la alarma de que había algo equívoco con ese encuentro y el haber aceptado estar a solas allí, pero no era ninguna novedad también, que como en otras decisiones trascendentales de mi vida, estuviera aferrandome a la intuición y el puro afecto, antes que a ordenados y premeditados razonamientos


¿Y no era el propio Garry el que decía que eso era lo más intentedible pero también lo más valioso que podía tener?


Buenas tardes— saludé cortés, alzando la vista necesariamente dada la diferencia de estatura entre los dos— espero que no haya estado esperando mucho tiempo.


Permanecí con las manos en los bolsillos del abrigo, porque el viento el frío que corría en esos momentos parecía calar hasta mis huesos. Desde fuera, era extraña la disposición que tenía el Natural Poison, sobresaliendo casi a la fuerza entre las dos edificaciones que tenía a los costados. Su estado de abandono era notorio, y si bien no estaba claro si alguna vez las plantas habían tenido una disposición ordenada en ese lugar, en ese momento estaba claro que eran las absolutas gobernantes del espacio, pues incluso por debajo de la acera sobre la que nos encontrábamos se distinguían las siluetas de gruesas raíces levantando ligeramente parte de las superficies.


— ¿Vamos a pasar? No parece una buena idea quedarnos aquí con este frío— alcancé a decirle, intentado ver hacia dentro del local, y todavía manteniendo el gesto apacible aunque por dentro comenzara a inquietarme el saber que podía contener el maletín y el paquete que el hombre llevaba— y podría ir diciéndome también por qué debíamos, de todos los espacios posibles, quedar en este lugar.


Volví la vista hacia él, esta vez, viéndolo directamente a los ojos, por primera vez.



cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Día 02. Volutas.

 

Sonrió, lo hace tan natural que realmente parece una reacción sincera, genuina, cómo si Bel se tratara de algo que ha estado esperando por mucho tiempo, y no lo dice solo por sus nueve minutos de retraso. Hess se encaminó un poco entonces cuando distingue a la pequeña figura que es la mujer, no ha visto a la Bel Evans real en su vida, nada más allá de una foto maltratada que Yanna Smith guarda entre sus cosas, el retrato familiar en la mansión de los Ollivander (aunque se trate de una representación algo más artística) y claro, ese ente que rodeaba a Grelliam la misma noche que el demonio se encontró con los Ollivander por primera vez, pero aun con esta tan poca información que tiene de ella, le es suficiente, a pesar de su mala visión, para poder diferenciarla entre la poca gente que vagabundea por el callejón, sin mencionar claro que al Hessen un poco más astuto no se le pasa el gesto que, aunque breve, Bel hace cuando redirecciona sus pasos directos hacia él.

 

Buena tarde, ¿Bel Evans? Soy Hessenordwood Crouch, representante legal del señor Ollivander-, Hess extendió la mano para estrechar las de ella, es quizá un poco más comercial de lo que le gustaría serlo, pero, después de todo, es este su trabajo ¿no?. El gesto que esta vez captura del rostro de la mujer parece convertir la sonrisa de Hessenord en algo más divertido, cómo si fuera justo eso lo que esperaba ver. —Si, si, será mejor que entremos ya, ah, permítame tantito, yo solo…¿podría sujetar un momento este paquete? si, justo así-, una vez con una mano finalmente libre, el brujo se rebusca entre los bolsillos de su ropa hasta encontrar lo que busca; la varita de Garry está algo muy fracturada a estas alturas, sin embargo, aun funciona los suficiente para que Hessenord pueda abrir la puerta de la entrada al local con ella. —Después de usted, por favor.

 

Entró justo detrás de Bel, casi tropezando con ella por venir vigilando a sus espaldas que ninguna mirada curiosa los siguiera mientras abandonaban la calle y también por que, bueno, tampoco la bruja se había adentrado más allá de un par de pasos luego de la entrada, no puede verdaderamente culparla pues para tratarse de un herbolario ese lugar era sobrenaturalmente oscuro. Hess se disculpó distraídamente con Bel mientras ocupaba la varita nuevamente esta vez para hacer correr las pesadas cortinas en los ventanales, para remover las tablas sobre las ventanas en el techo que dejan entrar luz natural y de paso hacer funcionar la corriente que ayuda a iluminar aquel lugar abandonado. Agitó la varita una y otra vez hasta que todo el espacio quedó completamente visible.

 

Lo que sucede después de eso debe ser cosa de magia, de esa misteriosa y sutil que Garry esconde en los rincones más inesperados cómo adelantándose a su propio caos, pues tanto alboroto por parte de Hessen consigue que de las cortinas y tablones removidos para dejar entrar la luz, se formen montones de nubecillas en forma de esferas hiladas de polvo de diferentes tamaños e incluso de diferentes colores (cortesía de los rayos de luz que se cuela por los vanos despejados) que sin notarlo han invadido todo el local. Hessen toma esta vez la delantera del camino cuando se da cuenta de que aquellas volutas de polvillo no solo hacen más que causar picazón en la nariz y ojos, si no que también parecen tener alguna especie de efecto revitalizador sobre algunas de las raíces y ramas secas que se han marchitado por el largo abandono. Y cuando el demonio finalmente alcanza el primer escalón para subir al mezanine el invernadero estaba casi impecable, cómo si el tiempo no hubiese pasado por ahí.

 

No lo pensé bien al parecer, bueno, esas fueron las instrucciones de Grelliam-, decía mientras guardaba la varita de pino salado. —¿No es usted alérgica al polvo o si, señora Evans?-, aunque cortés, la pregunta no se escuchó realmente cómo si a Hessen le importara saber la respuesta, si ella lo era o no, la verdad es que él tampoco haría nada al respecto. —Ha sido un buen truco ¿verdad? Vamos por aquí señora Evans-, Hess no parece impresionado por la magia, actúa como cualquier mago o bruja que está acostumbrado a vivir con eso desde siempre, como si no fuera la gran cosa, o podría ser simple desprecio disfrazado de indiferencia. Lo que fuera, el demonio también parece haber olvidado que Bel aún carga con el paquete que cuidaba él debajo de su brazo.

 

Desde el mezzanine se tiene una mejor vista del local, las plantas y flores que se han recuperado gracias a ese “polvillo mágico” han comenzado a desprender mejores aromas que reemplazan la humedad y puede también verse desde ahí las otras plantas que no se han podido recuperar del poco cuidado que se les ha dado durante ya tantos meses. El mezzanine es un lugar amplio, pero no tiene muchas cosas tampoco, algunos bultos de composta, o fertilizante, frascos vacíos de pociones y notas y libros sobre los escritorios que en algún momento ocuparon Charlotte y Garry. Después de asegurarse de que Bel está subiendo también los escalones (al parecer se había distraído en el camino con algún ejemplar, o tal vez la mujer solo caminaba lento) Hessnord se apresuró a desocupar un escritorio para poder usarlo.

 

La razón que hizo que la buscara y pidiera que viniera hasta aquí es muy simple en realidad, creo que incluso, aunque no he dicho mucho, ya se puede estar haciendo una idea después de mi breve presentación-, casi canturreaba alardeante eso último. Hessen es el tipo de personas que puede fingir sin el mayor problema que tiene todo bajo control, que sabe todo lo que está ocurriendo a su alrededor, aun cuando nada de eso sea verdad. —Ocuparemos este escritorio, siéntese ahí, ah, eso, póngalo por ahí, no es importante ahora-, su aparente sobreconfianza contrasta algunas veces con la torpeza que tiene para acomodarse en espacios tan estrechos cómo un escritorio. —Antes de continuar con todo esto, ¿podría preguntarle, señora, por qué razón es que usted ha regresado a Londres?-, el azul de sus ojos es un poco más oscuro cuando observan los de ella, cómo si de alguna forma reflejara la mirada ajena, y da la impresión de que, no importa qué o cómo lo diga ella, no podrá engañar al demonio, por que es cómo si pudiera ver, a través de ellos, su alma.

 

@@Rory Despard

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Bel Evans Ollivander- Día 2



Soga sin fin,
como una
voluta
descendente
de
mal...
(Cesar Vallejo-Rosa blanca)


¿Representante legal? ¿Desde cuándo Garry necesitaba un representante legal? Descolocada ante la noticia, atiné automáticamente a estrecharle la mano (bastante más suave al tacto de lo que cabía esperar) y por un momento dudé de recibir aquel paquete. No era como que pudiera ser una bomba, aunque algo así tampoco es que pudiera descartarse con todo lo que sucedía por esos días en Londres, pero definitivamente tenía que ser algo lo suficientemente valioso como para que necesitara ser sujetado con tanto cuidado.

La visión de la varita de Garry en manos de él, solo hizo que mi desconfianza aumentara, y algo más se removiera en el fondo, al verla en tan pésimas condiciones, llena de rajaduras que incluso alcanzaban su base. Parecía un milagro que no hubiera terminado de partirse y que continuara funcionando, y eso solo hizo que en mi cabeza se formara un lamentable paraleismo con quien era su verdadero portador. Con un ligero crack, la puerta cedió ante el hechizo de Crouch y di unos cuantos pasos hacia el interior, solo para comprobar que como había supuesto desde fuera, las plantas habían establecido sus propias reglas en el lugar.


La oscuridad impedía distinguir alrededor, así que me detuve, indecisa de continuar y toparme por error con alguna especie venenosa (que no iba ser ninguna novedad que Garry hubiera repletado el lugar con ellas), o de tropezar y hacer caer el bendito paquete que todavía sostenía bajo el brazo. A la creciente incomodidad, se iba sumando también aquel raro desplazamiento que el propio hombre tenía, como si fuese algún tipo de sabueso merodeando en el ambiente, a pesar de su enormidad.

Iba ser un verdadero problema continuar, pero entonces, sin que mediaran palabras entre los dos, lo vi alzar la varita nuevamente, justo para traer la perdida luz y habitabilidad al espacio.

Era todo un espectáculo, como la magia se iba abriendo paso entre tallos vivaces y otros marchitos, para generar aberturas por donde la luz se filtraba en delgadísimas líneas, y con ello la disposición original del local comenzaba a manifestarse ante mis ojos, haciéndose más y más evidente en el momento que todas las pesadas cortinas fueron movidas a los lados y atadas en unos extravagantes nudos, y cuando la última de las ventanas se vio libre de los pesados tablones con que habían sido clausuradas.

A medida que nos íbamos acercando a lo que parecía ser el centro mismo del local, una luz artificial empezó a parpadear hasta estabilizarse por completo. Hasta ese instante, había creído que eran jugarretas de mi percepción, los hilillos y partículas de polvo que provenían de los elementos removidos, pero a plena luz, la estela de ellos se mostró en todo su esplendor. No tienen una forma definida, son etéreos y van dotando de una atmosfera particular a cada parte del recinto, pues casi se asemeja al humo en ciertas partes, y en otras su consistencia imita más bien a jirones de nubes en el cielo tras una fuerte tormenta. Varias plantas, al contacto con ellas, empiezan a experimentar cambios, y es comprobar esas diferencias lo que hace que de inmediato entienda que no es polvo, o solo polvo, lo que ha brotado, sino una protección mágica, esas que tan bien se le suelen dar a Garry, de alguna manera similar a las que cada ciertos periodos instalábamos para proteger el consultorio de Baker.

¿Sería que solo podían ser activadas con su varita y era esa la razón de que Crouch la portara? Había convivido el tiempo suficiente con la precaución (y hasta paranoia) que Garry podía tener en esos casos, como para encontrar todas las huellas de ello en lo que acababa de suceder. Y también sabía que con él, rara vez las casualidades podían existir, por el simple hecho que no creía en ellas. Entonces ¿qué era realmente lo que Hessenordwood quería de mí? Había ido hasta allí creyendo que iba conocer al misterioso hombre que comenzaba a subir hacia la mezzanine, pero en su lugar, cada vez tenía menos pistas del caracter y motivaciones de él, y todo se iba llenando de recuerdos sobre Garry, sus hábitos, sus manías, y hasta sus silencios.

Sentía que el polvo, que empezaba a desvancerse a mi alrededor, lo hacía, porque estaba entrando en mí, agolpándose en mi mente como humo, o como un solo y potente haz hecho de infinitas partículas que no eran más que las memorias compartidas. Hessenorwood se había perdido ya de vista, pero demasiado ocupada con todo ese revoloteando alrededor, permanecí quieta en mitad de la escalera, pues empezaba a vislumbrar desde su altura, que la disposición de todo reflejaba gran parte de las anotaciones que había hecho sobre las plantas de la heredad, agendas que había terminado dejando en una cajuela del estante de la sala de estar de la propiedad: Las Mimbulus mimbletonia dispuestas en un callejón más oscuro, mientras un joven brote de lazo del diablo se situaba justo a medio camino de la luz, replegado ante los puntos de luz cuya ausencia había aprovechado para crecer robustamente. Cactus de distintos tamaños y tipos dispuestos juntos en las zonas más luminosas, e incluso una cuidada clasificación de raíces según su número de propiedades.

Aunque fuera mi primera vez allí y el espacio como tal no fuera lo típico que podía observarse en un herbolario, comenzaba a creer que si me daba tiempo de recorrerlo, no encontraría dificultad alguna para localizar lo que quisiese. Saberlo, hizo que mis rodillas temblaran solo un momento, y eso me recordó que todavía quedaba la mitad de escalones por subir.

La pequeña oficina a donde había ido a parar Crouch solo hacía que resaltase más, y me preguntase como podía caber en una silla que parecía hecha para alguien de la mitad de su tamaño (¿podría haber sido la ocupante original aquella ayudante de la que Hann me había platicado?), pero ya instalados, con el misterioso paquete colocado sobre una ruma de costales de fertilizantes, parecía que por fin íbamos a ir al meollo del asunto.

Era solo que él estaba muy equivocado, o me conocía muy poco, si creía que con solo una mirada como esa podía intimidarme, o tan siquiera intentar llevar el control de la situación.

¿Por qué regresé? ¿Qué tiene eso que ver con la razón por la que estamos aquí? Perdone, pero no creo que tenga que darle a usted explicaciones de mis actos — alzando levemente la ceja, me incliné apenas hacia el escritorio de manera que quédaramos en el mismo rango de visión uno frente al otro— no crea que con este despliegue mágico, o porque trabaje para mi ex marido, tenga yo que deberle algo. Admito que sí...es evidente que él confía en usted porque le he visto usando su varita, algo que no haría con cualquiera, pero necesita mucho más para ganarme a mí.

Definitivamente había algo en esa actitud de husmear, como un cazador a una presa, que hacía que ese sujeto me provocase sospecha, aun con todas sus actitudes formales y corteses que¿no eran de cierta forma también vacías? Antes de negociar cualquier cosa, necesitaba sacarme esa sensación pesada, que incluso alcanzaba a la forma con que aquellos ojos azules, tan claros, escudriñaban en mí, como buscando algo más, una sensación que solo recordaba haber sentido antes con Rosália, durante las prácticas de legeremancia.

Si la mitad de las historias que he escuchado, sobre los pocos escrúpulos y malas actitudes de Garry en los meses de mi ausencia son ciertas, siendo usted una persona que conoció en esta última época, entenderá que tengo muchas razones para desconfiar ¿será que ahora sí lo entendió? Mi apellido y mi familia son públicamente conocidos. Pero de usted, nunca había escuchado hablar. Así que ¿qué tal si se aplica la misma pregunta a usted? Yo no quiero saber del puesto que tiene señor, yo quiero saber quien es usted, en realidad. Solo entonces, podré confiar.

@@Hessenordwood Crouch Editado por Rory Despard

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Día 03 & 04

Voluminoso / Radio

 

No tiene por qué confiar abiertamente en mí si no quiere-, levanta las manos en señal de inocencia, también se ahorra la siguiente sonrisa para ella, no quiere poner a prueba la paciencia de la mujer ahora, él entiende perfectamente la desconfianza que todo esto puede despertar en ella, Londres mágico es mucho más peligroso cada día, él mismo lo ha visto con sus propios ojos, incluso él, con su verdadero propósito de abandonar las cálidas tierras americanas y volver a Europa, se considera a sí mismo una consecuencia más de todos los actos insolentes que rayan en la locura de la comunidad mágica cómo seres que se podrían creer superiores a los demás. —Yo solo soy el mensajero-, cómo un silencioso gesto de “paz” Hess dejó sobre la mesa, a la vista de Evans, la varita de Garry y otra arma mágica que seguramente responde sin quejas alguna a las órdenes del demonio. —Y no me mal entienda, pero me gustaría mantener mi identidad con discreción hasta donde me sea posible. Lo ha dicho ya, ¿verdad? Este es un lugar...peligroso y siendo honestos creo que soy yo entre los dos quien más peligro corre ahora viéndome con alguien de reputación tan reconocida como la de usted-, apenas sonrió, y a la mujer entregó una tarjeta blanca de presentación con una única línea de iniciales en el centro de ella de colores metálicos; "H.R.C."

 

Su mano permaneció firme, tendiéndole la tarjeta a la mujer, si ella la tomaba o no, él se aseguraría al final del día de que Bel Evans no perdiera su contacto tan fácilmente.

 

Si preguntaba por su regreso era solamente por el hecho de no tener que ser yo quien la ponga al corriente sobre la situación actual del señor Ollivander-, comenzó su explicación con calma, Hessen tiene discreto tacto con Bel, parece todo un profesional, a pesar de que mucho de lo que hace cómo persona entre más personas ordinarias es improvisado, mero instinto, ¿quien habría sido verdaderamente Hessenorfwood Crouch antes de ser poseído por el demonio? Bel hizo recordarse que esa pregunta lo acosa constantemente los últimos días, sobre todo cuando con un destello de magia puede salvar su propia vida. —No me crea si no quiere, las puertas de la mansión están abiertas para usted, aunque yo no recomendaría visitas por ahora, pero puede usar algún otro medio para contactar a la mansión, ¿Verdad? Yanna... uh, quiero decir, la señora Smith ya se encuentra instalada también de vuelta, así que considere usted que tan prudente es ponerse en contacto con los Ollivander.

 

La pausa no es más que para dejar a Bel procesar la breve información, él no sabe qué tanto conoce Evans de la situación de Garry, a pesar de que su fantasma recorría la mansión aquella noche de su encuentro, no está seguro si aquel recuerdo era del todo una creación hecha por la magia maldita del lugar, de un enloquecido Garry o de una sobreprotectora amante que ha dejado su última huella para proteger a sus seres querido. Cual fuera el caso, está Bel, la real, bajó los ojos de Hessen, no parece tener la misma conciencia que aquel recuerdo, de hecho, llámese tercer ojo, sexto sentido o lo que fuera, esta Bel Evans está fuera de ser cualquier cosa que hubiera visto o escuchado antes sobre la mujer de Ollivander.

 

Para resumirlo Grelliam, o Garry, ahora se encuentra en un estado inconsciente profundo, es incapaz de hacer, decir o tomar cualquier decisión por cuenta propia-, el primer documento le es entregado a Bel, lo desplaza arrastrándolo con un par de dedos por la superficie de la mesa hasta que queda al alcance de la bruja. El documento es un acta médica, que declara a Grelliam M. Ollivander, imposibilitado física y mentalmente cómo una persona funcional por algún traumatismo no claramente especificado, Hessen también hizo un gesto insatisfecho luego de leer la explicación, pero también había sido decisión de Smith que lo que a Garry había pasado quedara solo entre los ocupantes de la casa, cómo un secreto más entre tantos escondidos entre sus tramposos muros.

 

Esperó un tiempo a que la mujer terminará de leer el documento, es en ese tiempo que los claros ojos del demonio bajan nuevamente hasta por lo que hay más allá del límite del mezzanine; muchas de las plantas se han recuperado ya y tienen un efecto muy particular en él, el modo en que se han rehabilitado en casi un abrir y cerrar de ojos, los alcances de una magia que parece tan simple y compleja al mismo tiempo y que aun así tiene sus límites, no existe, hasta ahora, un polvillo mágico que al señor Ollivander recupere tan rápido como eso, no al menos después de la advertencia que les ha hecho Hessenord después de la batalla. Seguramente Garry pasaría un buen tiempo en cama, inconsciente, antes de que algo de magia pudiera entrar en su cuerpo nuevamente, de eso él mismo se había asegurado antes de salir de esos terrenos.

 

¿Uhm? Claro, lo siento-, se ha distraído con el brote de una mandrágora que parecía querer escapar por su cuenta de su maceta. Él nunca ha sido bueno cuidando cosas vivas, no es capaz de recordar tampoco si, en alguna de sus vidas pasadas, fue alguna especie de zoologo o herbologo capaz de cuidar a otro ser vivo, pero al menos, en esta vida, si se podía mantener el mismo a salvo ya era un logro. —Entonces, entenderá que me he puesto la tarea de buscar a los titulares de las propiedades y demás bienes de Grelliam-, intentaba ser razonable con ella, es complicado parecer tan seguro en estas circunstancias, pero él lo consigue sin problema. —Así que si me permite continuar con esto yo...-, esperó alguna señal por parte de ella, un gesto, un silencio suficiente que diera pie a cualquier afirmación por su parte.

 

Tal vez estaba equivocado, pero esta era, de todas, su peor profesión hasta ahora, aun cuando parece tener un don nato para ello.

 

Según esto, y si es que la ciudadana Bel Evans así lo desea, será la señora dueña del Natural Poison hasta que así lo decida o hasta que el joven Ollivander se recupere total o mayormente de sus lesiones motrices y psicológicas-, explicó con diplomacia. Finalmente entregó a Bel el documento que el brujo le ha explicado, en él están redactadas los detalles de las condiciones de forma más formal, un poco más elaborado de cómo Crouch se lo ha explicado ya, pero que finalmente concuerda con la información que le ha proporcionado. Al final del documento, con la caligrafíca y (para no perder la costumbre) extraña letra de Garry están escritos su nombre y firma. —Entendería que puede ser complicado señora, pero si me permite, yo solo estoy aquí para ayudaros, de verdad, yo sirvo ahora a la familia Ollivander-, "siempre y cuando puedan pagar los servicios", por supuesto que eso no lo dice en voz alta, pero Hessen no vive de recolectar almas, eso es, de todo lo que hace, lo último que podría dejarle algo bueno.

 

 

@@Rory Despard

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Bel Evans Ollivander- Día 3 & 4



No éramos más que un sueño inconcluso

un voluminoso cuaderno de un censo

donde su nombre y el mío suprimían lo posible*


Y aquella estrella

en la esquina,

una radio lejana**


*Miguel Ángel Rengifo- Caligrafía

**Ernesto Cardenal - Epigrama III




Crouch sabía usar hábilmente las palabras, y aunque esta vez no eluyó la respuesta, si cerró con ella toda posibilidad de que pudiera saber algo más de él, tras el por demás certero argumento de ceñirnos a lo "profesional" de las razones que nos tenían allí y la entrega de su tarjeta de contacto. Solo unos segundos dudé, antes de finalmente tomarla, mientras una suerte de corriente eléctrica me atravesaba por la espalda: mi propia señal de que estaba ante un mensajero, que poco a poco fue dándome a entender, por qué ocupaba el lugar que en circunstancias normales (o lo que había sido normal) ocupaba el mismo Garry.

La mención a la heredad y el retorno de Yanna a la propiedad, hicieron que una honda pesadez se instalara en mi interior. Mucho había llovido desde mis primeras interacciones con ella, pero estaba segura que la heredad no podía ser simplemente la misma que había dejado bajo su mandato. ¿Sería por eso que Montpellier se había puesto en contacto conmigo para encontrarnos en Londres? De repente, era como si piezas que no había considerado partes de un todo, empezaran a mostrar de qué manera podían encajar. Crouch no recomendaba que visitara la heredad, y a conciencia, yo tampoco quería hacerlo, solo por no modificar los recuerdos que de ella tenía, o que ella podía tener de mí...

Aunque ¿por qué pensaba tan egocéntricamente que algo mío podía haber quedado en esa casa?

— Sí ha hecho buenas migas con Yanna, no me sorprende que pueda considerarse en peligro estando a solas conmigo— bromeé por primera vez con el hombre, relajando el semblante e intentando alejar los temores que venían a mí con la mención a la propiedad de los Ollivander— y pierda cuidado que evitaré la heredad cuanto me sea posible.

Tenía que concentrarme más en el mensaje y menos en el mensajero, pero todavía había algo en el estilo de Hessenordwood que me inquietaba ¿qué era? Me fastidiaba que sea lo que fuese, comenzara a crecer, informe, en la habitación, volviendo todo más denso. Necesitaba ponerlo en palabras, para procesarlo, pero la noticia que soltó de repente, explotó como una bomba. El resumen más escueto y letal posible, un hecho que por supuesto que había no solo contemplado, sino que había guiado mi intuición y se había mezclado con mis deseos de ver a Hannity luego de tantos meses vagando por el mundo. Pero que recién en esos instantes, se confirmaba frente a mí, bajo la apariencia de un sobre inocuo y un acta médica celosamente guardada dentro.

Los silencios de mi hija cuando nos habíamos reunido a tomar café tomaron todo el sentido de un plumazo. Comencé a leer el documento con aprehensión, agradecida de al menos entender lo que contenía y de que Hessenordwood de repente encontrara algo divertido de observar en las plantas del primer piso, pues ciertamente, cada palabra que iba leyendo daba cuenta de la situación bastante precaria en que Garry se encontraba. Siempre, y consideraba ahora esa confianza una estupidez absoluta, había creído que él tenía el raro don de ser un equilibrista nato, perfectamente derecho sobre una cuerda tensa y delgadísima que no era otra cosa que su razón. Había llegado a fantasear, tras aquella excursión en Egipto, y la fugaz visión de él junto a un muchacho junto a la misma fuente que había revelado para Hann y para mí nuestro vínculo, que otra clase de posibilidades buenas llegarían a su vida, si tomaba una sana distancia que ayudase a superar los exabruptos que nuestro matrimonio fallido había dejado.

No había sucedido de ese modo, y si lo que ponía el acta era verdad, aquella última conversación sostenida al calor de la chimenea, era todo lo que me quedaba de a quién yo había amado y conocido. Porque las historias que habían venido después, todavía no confirmadas, poco tenían que ver con él y este sujeto que pintaba el acta, incapacitado para siempre, tampoco eran él. No tenía mucha lógica, lo sabía, en el fondo una vocecita me susurraba que tenía que aceptar que había cambiado, que se había corrompido y ahora pagaba un justo castigo, pero era eso precisamente, que no era justo ese final. Y aquí sí que podía ser jactanciosa, pero había caminado a su lado el tiempo suficiente y me había visto imbuida de sus vicios el tiempo suficiente, como para sentirme con el derecho de averiguar que era lo que se ocultaba tras de su actual condición, y especialmente, como sacarlo de ella.

Porque esa era precisamente la trampa ¿que tanta validez poseía el documento? Un poco más calmada, la frase "no claramente especificado" me hizo más y más ruido, ya que era el modo elegante de decir que en el fondo no se sabía las causas del mal. Podía ser excesiva mi esperanza en ese punto, o solo una bonita forma de escapar a los pensamientos recurrentes que había tenido durante meses, de haber actuado egoístamente al irme, pero tenía que llegar al fondo de los hechos. No obstante, era inútil en ese momento profundizar en esas reflexiones, cuando tendría mucho tiempo en el Castillo Evans para pensar en ello, así que dejando el sobre a un lado, palmeé apenas el escritorio para llamar la atención de Crouch y con un asentimiento de la cabeza, invité a que continuase su explicación, intuyendo ya donde terminaría.

Ser la propietaria de ese lugar no era una idea descabellada, si pasaba por alto el hecho de que Garry tuviese tanta seguridad de mi regreso, lo que reforzaba mi teoría de que desde su concepción, había considerado mi participación en el negocio. Una jugada tan audaz como altanera, que por eso mismo llevaba su impronta y hacía que creyese en lo que me estaba diciendo Crouch, al menos esa parte de su relato.

— No sirve a la familia, es la caja de resonancia de mi ex marido más bien— eran palabras un poco duras, pero levantando la vista de los documentos atisbé apenas al rostro del mensajero para ver si algo de su cortesía perfecta se rompía ante ellas— Y es gracioso ¿sabe? Como se las ha arreglado, para incluso en estas circunstancias encontrar la manera de que otros hablen por él de las cosas que no le son interesantes.

Una pequeña epifanía ocurrió al decirlo. ¡Eso era! Crouchs era lo que pomposamente había escuchado llamar a Garry "un especialista en nada", alguien de apariencia calma y culta, de modales que no dejaban rastro para analizar. Era por eso que seguía transmitiéndome aquella sensación de vacío su trato, o incluso sus ojos, una despreocupación que tenía algo de soberbia también. A lo mejor era algo muy propio de su profesión, con tantas cosas que podían verse en Ottery, era fácil suponer que el hombre se sintiese cansado y poco propenso a involucrarse a un plano personal en los asuntos de sus representados, pero aun así...

Maldita fuera la curiosidad que todavía seguía orillándome a querer saber de él.

No voy a hacer más difícil su trabajo señor Crouch. Firmaré lo que sea necesario, pero ya que a todos los efectos, está representando a mi ex marido, necesito que acepte en su nombre, hacer algo por mí.— las palabras fueron apagándose hasta convertirse en un susurro, a medida que me ponía de pie de la silla y me acercaba hasta él para examinar una vez más su imperturbable semblante— Es una cosa relativamente sencilla para mí, pero no sé si lo sea para usted ¿me permite?

Sin esperar una respuesta, comencé a palmear sus brazos, y hacer presión con las yemas de los dedos en él, hasta donde mi altura lo permitía, solo para comprobar que efectivamente estaban bastante más tonificados de lo que cabía esperar de un tipo dedicado a legajos y trámites. Bien podía ser que fuera propio de su complexión robusta, pero no terminaba de cerrarme aquella idea. Y de repente consciente de qué podía malinterpretarse ese contacto, me aparté lo suficiente, como para cruzada de brazos, continuar examinándolo a la distancia.

Perdone mi atrevimiento, pasa que necesitaba asegurarme de una cosa— estaba intentando mantenerme lo más misteriosa posible, pero nunca había sido tan buena como Garry con las mentiras, y usualmente algo (decía él que cierto fulgor en mis ojos o unas octavas más agudas en mi tono de voz) terminaba delatándome— es que verá, me ha pedido que confíe en usted, y lo voy a hacer, pero para que las cosas sean equilibradas, necesito que haga lo mismo por mí. Un salto de fe ¿qué le parece?

¿Podría arrancar una aceptación del hombre sin revelar primero de qué se trataba el pedido? Nada perdía intentándolo.

@@Hessenordwood Crouch Editado por Rory Despard

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Dia 05,

Cuchilla.

 

La confianza de Bel Evans es lo que menos le interesa tener ahora, ella no le paga después de todo por todo esto, así que sencillamente puede negarse a su inesperada petición después de aquella incomoda acción de catearlo como si fuera un delincuente muggle. El tacto que ella había tenido hacia él fue breve, pero de cierta forma informativo, Hessen no sabe con exactitud qué es lo que ella busca en él, sin embargo, de ese contacto, del cual aún puede sentir la presión que los dedos de ella han ejercido a lo largo de sus brazos, puede rescatar información relativamente importante, como por ejemplo el hecho de que ella no tiene la fuerza física y, aparentemente, mágica tampoco, para luchar contra él, y aun así sigue siendo alguien de quien Hess debería tener mucho más cuidado del que ha tratado de mantener ahora.

 

A pesar de que es libre de negarse a su petición, pues su trabajo está hecho y el mensaje ha sido entregado, si Evans firmaba el papel no le quedaba más que puros protocolos con ella, de no hacerlo el negocio pasaría al siguiente proceso, según el documento el Natural Poison cerraría, sin embargo, se siente aun con la misma libertad de averiguar finalmente que es lo que busca Evans, sin mencionar que seguramente perderá cierto encanto (si es que ha conseguido algo con ella) frente a un elemento importante dentro de la renombrada familia Evans McGonagall, eso no sería conveniente y el no prefiere llamar la atención de estas personas con cosas absurdamente sospechosas. Él no necesita manchar su buen aspecto por gente como Garry y Bel Ollivander, no, ellos no pueden pagar eso.

 

Parpadea repetidamente en un intento de tomar de la mejor manera el nuevo modo que la mujer adopta de pronto, le desconcierta ahora más solo porque en realidad esta, a cada palabra, más lejos de parecer lo que busca aparentar, ¿le está mintiendo? ¿lo está poniendo a prueba? ¿por qué haría ella algo así? Hess no rodó los ojos por la alta capacidad de tratar con gente exasperante, la verdad es que no soporta a estas personas y si trabaja para ellos es solo por la gran cantidad de dinero que pueden pagar. No obstante, es tan importante para él su trabajo como lo es la plata que gana por ello así que, irónicamente, no ve el modo de como engañar a estas personas pueda darle más dinero del que pueda conseguir trabajando para ellos, al menos no por ahora.

 

De acuerdo-, suspiró, se siente como un padre complaciendo los caprichosos deseos de su hija, aunque si los caprichos de alguien están siendo cumplidos ahí está también seguro de que no son los de Bel Evans. Hacer la voluntad del señor Ollivander en estas circunstancias es mi trabajo, supongo que no hay más opción-, se encaminó pasando de largo a la pequeña bruja y echó un vistazo más nuevamente a la planta inferior del edificio, Hess sonrió, aun cuando sabe que ella no puede verlo, para él siempre era mejor medir y remedir antes de cortar, y con Bel, que no es su cliente directamente, no podía ser diferente. No es literal, ¿o sí? ¿Un salto de fe dice? Está bien, la escucho.

Editado por Hessenordwood Crouch

cpoR6Mo.gif
B259aHz.jpg
Kl83Ehb.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Bel Evans Ollivander- Día 5

...Y era la Muerte, al hombro la cuchilla,

el paso largo, torva y esquelética.

-Tal cuando yo era niño la soñaba-.

Antonio Machado- Cante Hondo

Un poco de tensión, osciló en el ambiente, y en esa distancia que hacía no estuviéramos ni tan próximos ni tan alejados el uno del otro. No le tomó mucho tiempo a Hessenordwood tener una respuesta, aunque el suspiro después de su aceptación delatase los muchos pensamientos que podían haber cruzado por su cabeza para finalmente aceptar la inusual invitación.

 

Podía ser muy poco lo que revelase el hecho de que considerara que no tenía más opción que aceptar, pero lo anoté mentalmente mientras lo veía asomarse al primer piso.

 

— No me gustaría ver cerrado este lugar ¡tiene mucho potencial! Pero sí que necesita ajustes en él. No sé como estén sus tiempos, pero quisiera poder hacer un recorrido que me ayudase a identificar que cosas podrían hacer que este negocio mejore y cumpla con su función de generar ingresos en lugar de solo ser una carga— ni mi familia, ni por supuesto la Ollivander estaban en posición de bancarrota ni nada parecido, dado que el padre de Garry se había preocupado bastante en vida por incrementar las arcas de la familia, pero aun así, nada estaba garantizado en tiempos tan turbulentos y ningún ingreso resultaba demás—como mencioné hace un momento, son tareas sencillas, pero que requieren de fuerza física y de magia ¿si me sigue? Disculpe si dudé un tanto de sus capacidades, pero es que no suele verse burócratas con tanto cuidado por su condición física.

 

Estirando el brazo apunté justo a un punto en la esquina izquierda del local, donde un grupo de mandrágoras adolescentes se admiraban las hojas entre ellas.

 

Supongo que cuando este lugar abrió hace meses, ellas estaban muy pequeñas, pero es un primer problema potencial mantener juntas a las mandrágoras a esa edad, ya que cualquier otro día pueden planificar una fiesta o cosa parecida. Son sumamente impredecibles estas niñas.

 

No podía evitarlo, criada desde pequeña junto a mi padre muggle en el cuidado de las plantas, el pensarlas como seres al mismo nivel que las personas, solo que con distinta apariencia y por supuesto, bastante más sabias que el común de las personas. Avanzando solo un poco más, todavía desde esa altura elevada, le señalé otro punto, un poco más allá de donde estaban los lazos del diablo.

 

— Ahí tengo un poco más de dudas, pero creo que un boggart está rondando. Un intruso muy molesto, supongo que el armario que guarda pociones se le hizo atractivo como madriguera— retrayendo los brazos, dejé de observar el rincón y volví a centrar mi atención en Hess— estoy segura que terminando el recorrido encontraremos más situaciones para "cortar de raiz", y no pretendo resolver el abandono de este lugar en un día, pero quisiera que fuera usted quien me apoye con esto, porque también será con quien tenga que cuadrar todo asunto del negocio a futuro ¿verdad?

 

Él de todos modos ya había aceptado, así que comencé a bajar por las escaleras,acompañada del sonido pesado de sus pisadas tras de mí. Hacer un inventario de lo que podía estar fallando en el negocio era una tarea inocua en principio, pero por supuesto, una pequeña trampa se ocultaba tras de la petición, fácil de prever si conocías lo suficiente la mente de Garry y las cosas absolutamente impresionantes y terribles que podía dársele por tener en una colección.

 

En los tiempos en Baker, cruzarse con ojos de alguna criatura desconocida conservados en éter era la moneda más corriente, pero con las dimensiones que Natural Poison poseía, la verdad era que las posibilidades de cosas más fieras se multiplicaban. ¿Sería consciente de todo eso su misterioso representante? La mención del boggart era quizá el único resquicio que abría la puerta a la parte riesgosa y el verdadero propósito que tenía el recorrido, que no era más que exponernos solo un poco al peligro, y ver en esas circunstancias, que podía atemorizar o despertar algo en el mago que hasta ese momento, se había mostrado tan mesurado. Claro que la medida era un arma de doble filo, pero a esas alturas, era lo mejor que se me ocurría para aprovechar el tiempo limitado que tenía para conocer más de ese sujeto.

 

— Bien, tratemos de no tardar demasiado con esto. El plano que me mostró entre los documento nos servirá ¿Por dónde considera que podríamos iniciar?

 

@@Hessenordwood Crouch

cpoR6Mo.gif

GGxF5Wk.gif

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

  • 4 semanas más tarde...

Matt Ironwood.

 

 

El lugar de la reunión le pareció muy novedoso, pero al descubrir que el motivo de haber escogido aquel negocio era mas bien por motivos practicos que por elección caprichosa de la mujer lo hizo todo mas lógico. El mago recorría el camino empredrado que parecía mantenerse ajeno al paso del tiempo mientras el sol se ocultaba por el oeste, las luces naranjas y rojizas del atardecer pintaban las fachadas del sinfín de negocios de Diagon ocultando sus verdaderos colores.

 

 

Para ser un anochecer de otoño aquella jornada se presentó con una temperatura mas que agradable, el americano solo llevaba una fina campera por encima del canguro color crema, unos pantalones oscuros y un simple par de zapatos deportivos. En un bolsillo guardaba su varita, en otro un poco de dinero para la compra que debía de hacer, y en un tercero una libreta para anotar lo interesante que se pudiera escuchar de aquel encuentro.

 

Como llegó a concretar aquella entrevista fue mas suerte que esfuerzo, fue la curiosidad y los azares del destino. Escuchó desde niño la historia de esa isla en pleno Mar de Irlanda, los Ironwood originales un familia nacida de los asentamientos vikingos en la Isla de Shetland al norte de Escocia en el siglo VIII se vieron envueltos en variados conflictos cuasi fantásticos con los habitantes de aquella isla.

 

Los Ironwood de Shetland eran muy pocos, la familia ahora se extendida a lo largo del todo el mundo, donde el mar pudiera encontrarse con al tierra los Ironwood se asentaban, o asi decía el viejo dicho familiar. Pero aquella isla entre la isla de Gran Bretaña y la Isla de Irlanda se había logrado mantener cerrada al resto del mundo, sus habitantes no eran propensos a recibir visitas y las salidas de los mismos al exterior eran exclusivamente para hacerse con productos o necesidades que ellos no podían generar en sus tierras.

 

Por eso llevaba dinero en el bolsillo, la mujer de mediana edad con que se encontraría necesitaba unas semillas de una extraña planta cuyo nombre olvidó, Kelcey solo accedió a entrevistarse si le ayudaba a comprar aquellas semillas.

 

Natural Poison era un negocio mas que original, parecía ser una colina nacida entre dos edificios, no conocía el negocio pero solo con la fachada le convenció de que disfrutaría mucho aquel lugar, si el exterior era curioso la densa selva del interior hacia pensar que uno ya no se encontraba en Reino Unido. El castaño se detuvo unos segundos maravillado con aquel paisaje exuberante, la tierra negra y la temperatura un poco mas elevada que el exterior invitaba a que se quitara la campera y hasta de descalzara pero se contuvo, necesita encontrar a Kelcey en aquel laberinto selvático ¿Ya se encontraría alli la mujer? Esperaba que no hubiera llegado tarde, no podía perder aquella oportunidad.

 

 

@@Ariadna Macnair Gyrffindor

 

Firma-Nueva.md.png

Enlace al comentario
Compartir en otros sitios web

Unirse a la conversación

Puedes publicar ahora y registrarte más tarde. Si tienes una cuenta, conecta ahora para publicar con tu cuenta.

Guest
Responder a esta discusión...

×   Pegar como texto enriquecido.   Pegar como texto sin formato

  Sólo se permiten 75 emoji.

×   Tu enlace se ha incrustado automáticamente..   Mostrar como un enlace en su lugar

×   Se ha restaurado el contenido anterior.   Limpiar editor

×   No se pueden pegar imágenes directamente. Carga o inserta imágenes desde la URL.

Cargando...
 Compartir

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.