Centro de Reclutamiento de la Orden de Arqueomagos (MM B: 112993)

[Sombok]

Veo como @ se quita ese amuleto de encima. Siento que la pesadez del ambiente se aliviana instantáneamente. Ahora sí puedo sentir la pureza propia del lugar, con su calma y su inducción al momento presente. La fuerza densa y oscura proviene de aquel artefacto, que cuando entra en contacto con Demian crea un aura de pesadez y densidad. No niego que es fuente de un gran poder, pero aquello le estaba haciendo bien a su nuevo amigo?

 

-"Tal vez no se trata del lugar en si, sino de esa cosa que llevabas puesto Demian!"- Le advierto al mago. "El amuleto se está apoderando de ti, o al menos necesito que me digas de que se trata todo este rollo pues tenes muchas presencias a tu al rededor"

 

Puedo ver como al mago Luxure lo rodean unas sombras. Es evidente que sincroniza con las fuerzas de la oscuridad pero... a caso puede controlarlas? Siento que algo anda mal, pero no se precisamente qué. Siento que a Demian está siendo presa de entes que se aprovechan de él y es por esto mismo el por que estamos en este preciso lugar.

[Thoth]

El cuestionario o argumento de @@Sombok me hace caer en cuenta, quizás se trate de mi sortija de la Nigromancia o algo más, era difícil saber y más porque no evocaba cuando, donde y día había adquirido. Allí centro la atención en lo que me rodea y era curioso como el ambiente se comenzaba a regular ¿acaso emitía una aura de oscuridad? ¿Era posible si no había conseguido el libro de las auras? Extraño que dos aprendices de la arqueomagia se aventure en este arte y más sin saber si yo tenía la habilidad natural. El motivo de mi pensamiento era dado por murmullos en el aire y que @@Mackenzie Malfoy no respondió a mis interrogantes, quizás lo pudo hacer y es qué no le di tienpo.

 

-A veces ser yo tiene sus ventajas. - Era guiado por las sombras, una energía macabra me reclama y yo seducido por esta me dejo. - en otras oportunidades puede ser una maldición, al fin y al cabo es solo cuestión como lo observes. - Cerraba los párpados. - Y sobre las presencias ¿Quieres conocerles?- Allí espere su respuesta.

 

Puedo notar ciertos indicios en él y me preguntaba si la oscuridad pudiera cubrir en un mar de caos y destrucción, al menos la magia en mí en cierto punto iba más allá de la lectura de los arqueomagia sobre la oscuridad, es más allá y de romper reglas dadas desde el inicio de los tiempos y quizás sea impulsado por ser yo un demonio, la avaricia y codicia comenzaba a emerger en mí, una sed de magia que no se agota jamás.

[Sombok]

El mago @ me propone hacer visibles las presencias que lo rodean. No lo dudo ni por un segundo pues he de conocer lo oculto de esta situación.

 

-"Siento que nos hemos acostumbrado al uso de la magia de una manera distinta a la que propone la arqueomagia... Creo que estamos en el limite de decidir si queremos seguir con lo ya aprendido o si hemos de disciplinarnos en la arquemagia y las fuerzas de la sincronizacion. Pues esta ultima trata de controlar las fuerzas y no que estas lo controlen a uno, cosa que no parece tu caso... "

 

Hago una gran pausa. Demian tiene una cara demoníaca dibujada en su rostro, cosa que contrarresta con la paz del lugar. Tres grandes pájaros vuelan en círculos sobre nuestras cabezas y se escuchan las hojas de los arboles mecidas por el viento a la vez que el sol se deja ver entre las nubes, dando una cálida sensación en el cuerpo. Los elementales del lugar saben que estamos acá y nos observan...

 

-"Pido que se manifiesten la presencias que te rodean Luxure!" Le grito. A su vez saco mi varita preparándome para lo que sea.

[Thoth]

Me quedo pensando en las respuestas de @@Sombok y a sus palabras de figuras ancestrales se aparecieron, eran sombras y magia opuesta al local ¿Acasos seres eran mis guías y me murmuran sin darme cuenta? Aunque eso de sincronizar no lo comprendía, era de mi conocimientos Magia sin varita y ello gracia a mi estadía en el colegio donde me gradué. La Magia Uzza y la profundización de ciertas habilidades con los arcanos, al menos mi sortija era prueba de ello, era un juego de otras que anhelaba poseer.

 

-¿Por qué deseas vernos? - Preguntaron al mismo tiempo, les observe y una memoria en mí se comenzaba a regresar, el recuerdo que uno de ellos fue quien me dio el amuleto de Magia Oscura Antigua, el collar que me hace hacer magia de pensamiento o algo así. En eso le cuestionó. - ¿Acaso soy yo un arqueomago? - Una de las sombras me responde. - ¿Por qué te reprimes? Tu totem es la Serpiente demoníaca que tu pueblo llamó Apófisis. El ser que busca devorar las agua de la vida. Esa con que lucha Amon-Ra y la cual tú madre se consagrara. - Esa respuesta fue más de lo qué espere.

 

Y en ello fijan mirada o algo así a quien me acompañaba. Y le comenzaron a cuestionar sobre su vida.

 

-

OFF. Podes manejar las otras presencias, me pareció curioso mostrar seres ancestrales de la oscuridad.

[Sombok]

Junto a Demian se manifestaron un par seres gigantescos de aproximadamente dos metros y pico de altura. Su apariencia corresponde a seres de la mitología antigua, puntualmente egipcia. Uno es sumamente oscuro con cuerpo humano y rostro de chacal y el otro tiene rasgos más serpentosos; piel escamosa y ojos de reptil. Un humo verde y purpura los rodea.

Me doy cuenta que si Demian posee un objeto de magia antigua y sincroniza con fuerzas oscuras, evidentemente es un arqueomago, ya no hay dudas de que lo que está pasando no es mera casualidad, Luxure tiene que ser consciente de su habilidad para la arqueo magia.

Me dirijo hacia las entidades. No les apunto con la varita así no se sienten bajo amenaza.

- Soy Sombok, ser neutral del planeta tierra, por el momento simpatizo tanto como con la luz como la oscuridad. Me honra su parecencia en este sagrado lugar.

Los seres me miran atentamente sin emoción alguna. Me vuelvo a dirigir a ellos con una postura bien firme.

- Se que están vinculados a mi amigo Demian a través de la sortija que posee, pero no parece haber una relación de igualdad entre las partes... Es más lo que lo controlan a él, que él a ustedes.

-Humano infeliz. El chacal larga un rugido.

Levanto inmediatamente mi varita pues se que he tocado fibras sensibles y que ahora me ven como una amenaza.

- Por que te atreves a cuestionar nuestro pacto? Pregunta el ser reptil.

-Porque están generando un desequilibrio en el flujo natural de arqueomagia, proveniente de Demian.

Respondo y me quedo atento a sus movimientos. Me dirijo hacia el mago Luxure:

-De verdad quieres tener control sobre estas fuerzas y no al revés? Le grito para ver si se vuelve consciente de lo que significa todo lo que está sucediendo.

[Mackenzie Malfoy]

Era evidente que Sombok creía en el poder de la oscuridad, quizás hasta lo entendiera mejor que el de las fuerzas contrarias. Y sin embargo... Por alguna razón, Mackenzie pensaba en su entrañable amigo Sebastian, mientras veía como una de las estatuillas de buda, que todavía tenía en sus manos, se volvía a transformar, esta vez en un universo repleto de galaxias que parecían girar sobre un centro oscuro y a cuyo alrededor una luz violácea lo envolvía todo. Prefirió no decir nada para no dejar traslucir sus dudas, pero intuía que Sombok tenía un brillante futuro como arqueomago y quizás de una forma diferente a como él había imaginado.

 

Aún estaba meditando sobre el futuro de Sombok, cuando Demian se extrajo un recuerdo de la mente y lo introdujo en un frasco que entregó a la Malfoy, junto con algo más. Algo que era frío y escurridizo a su mente. Parecía un collar cambiante, una especie de amuleto con un colgante que, cuando lo tocaba Demian parecía adquirir la forma etérea de una cabeza de serpiente, pero al contacto de su propia mano, parecía dibujarse la sombra de un pegaso. Era un objeto extraño de un material opaco que, a primera vista, Mackenzie no sabía identificar. Trató de examinarlo con la arqueomagia y sus ojos se desorbitaron, su cuerpo se llenó de adrenalina, presa del pánico, y de su garganta salió un grito de horror.

 

- ¡SACA ÉSTO DE AQUÍ! ¡FUERA! - Exclamó apartándose con aprensión de aquel objeto y entregándoselo a Demian.

 

No había tiempo para explicaciones. Lo que portaba Demian era algo tan peligroso para Mackenzie que ni siquiera podía explicárselo en aquel momento y lugar. Para Demian, en cambio, el mal estaba ya hecho, pero al menos no era posible que hubiera experimentado sin aprendizaje su primera sincronicidad. Eso lo protegía y le daba cierto tiempo. Pero no podrían permanecer sin vigilancia y Antoni parecía que tenía cosas urgentes que departir con ella en privado. Decidió que primero revisaría aquel recuerdo de Demian, podía ser crucial. Y después, avisaría a Sebastian.

 

- Sombok, Demian, id a Stonehege. Tendréis noticias mías.

 

Cuando ambos se fueron por un portal invocado por Demian, la bruja se estremeció, todavía aterrada por lo que había tenido en la mano. Pero respiró aliviada.

 

- Antoni, ya estamos solos. Quizás ahora podamos hablar tranquilos. Me parece que tienes mucho que contarme. ¿Quieres un te?

 

La bruja se sirvió de una tetera que siempre mantenía caliente. Necesitaba calmarse y dejar de pensar en el escalofriante objeto que había estado a punto de robarle a su guía ancestral.

 

* * * * * * *

 

- Mackenzie siempre tan oportuna. Si te dice, vete a Stonehege, pues uno va. Claro, como no vas a ir, ni se te ocurra. Te lo reprochará toda la vida y tendrás que aguantarle las puyas y el sermón cada vez que le interese conseguir algo. - Elz le escuchaba, aunque no muy atentamente. Sabía el escaso valor que tenían aquellos reproches y prefería columpiarse, traviesa, en el bolsillo de su chaqueta. - No, no se puede contradecir a Mackenzie Malfoy y pensar que uno saldrá indemne de ello. Ni hablar. Mejor ir. Aunque haya que hacer de niñera de un par de muchachos cargados de hormonas. No importa que hayas quedado con el Primer Ministro Muggle para ver la mejor representación de Tosca de todos los tiempos en el palco principal de la ópera de Londres. Ni que allí vayas a conocer al Emperador Mágico de Japón y a su hermosa esposa, una interesante y hermosa bruja que acaba de descubrir cómo controlar la magia de los sueños. Todo eso a Mackenzie le importará un comino si se le ha metido en la cabeza que lo mejor que puedes hacer es vigilar a unos muchachos.

 

Metió a Elz en bolsillo e introdujo en el interior un par de gusanos de seda, para que se deleitase con aquel aperitivo y dejara de columpiarse. A ese ritmo, le rompería la chaqueta y le gustaba especialmente aquella. Estaba lo suficientemente desgastada para resultar cómoda.

 

Apartó sus pensamientos de Mackenzie y sus caprichos, -que al fin y al cabo, no iba a negarlo, siempre le divertían-, y se concentró en lo importante. Vivir el presente. Dejarse llevar por lo que el momento deparara y, en aquellos instantes, el presente le estaba proporcionando una magnífica puesta de sol, que hacía desprender rayos multicolores de las enormes piedras de Stongehe.

 

Sebastian Crowld encendió su pipa con calma y aspiró con placer el olor del tabaco cubano, su preferido. Era un hombre apuesto que rondaría la treintena, pero sus ojos oscuros tenían una profundidad indefinible, dando la sensación de haber visto más mundo que la mayoría y, aunque sus rasgos faciales eran suaves y hermosos, aquella intensidad en la mirada y sus cabellos castaño claro, algo largos y ensortijados, le dotaban de un aspecto salvaje y atrevido que siempre resultaba encantador al sexo femenino. Vestía ropas muggles, unos raídos tejanos y una cazadora de cuero. Y, por supuesto, botas de montaña. Era un apasionado de la escalada muggle y había contagiado su entusiasmo a Mackenzie ya de adolescentes, cuando sus destinos se cruzaron en la Escuela de Arqueomagia de Florencia. Los dos con el don innato. Ambos aprendices de los Yellbridge y procedentes de familias adineradas. Ella sincronizando con las fuerzas de la oscuridad. Él con las de la luz. Sebastian siempre había pensado que hacían un buen equipo.

 

A lo lejos, divisó a los muchachos cuyo cuidado le había encomendado Mackenzie. Sombok, un joven que había experimentado por su cuenta la arqueomagia hasta un punto en el que otros raramente logran sobrevivir y que creía empezar a sincronizar con las fuerzas de la oscuridad. Y Demian, alguien con el don adquirido en extrañas circunstancias y con un objeto en su poder que era el terror de todo arqueomago. Si Sebastian hubiera sido de los que se estremecían al sentir miedo, en aquel momento lo habría hecho. Por el recuerdo que Demian le había dejado a Mackenzie y que ésta le había relatado, creía saber de dónde procedía el objeto que llevaba, lo que resultaba aún más inquietante.

 

Cuando el sol se ocultaba bajo el horizonte, se acercó hacia los jóvenes con pausada tranquilidad, terminando de apurar su pipa y disfrutando cada paso, como si estuviera paseando por los Jardines de Babilonia.

 

- Me llamo Sebastian Crowld. Soy Arqueomago y me envía Mackenzie Malfoy para ser vuestra niñera. ¿Entendido? - Sebastian hizo una fingida pausa, pues no tenía ninguna intención de esperar. Le gustaba dejar las cosas claras desde el principio. - Lo primero que tenéis que entender: me gusta más la ópera que vigilar a dos iniciados, así que tendréis que demostrarme que valéis la pena. Tu -señaló a Demian- lo primero que vas a hacer es abrir uno de esos portales que sabes hacer al mundo de los muertos y dejar allí ese objeto que llevas -lo señaló con un gesto de evidente asco- allí, de donde nunca debió salir. Mientras lo lleves, nunca lograrás experimentar el poder de la sincronicidad. Tu y tu futuro guía ancestral moriréis antes de que eso suceda. Pero claro, seguro que no sabes lo que es un guía ancestral. Bien, por partes. Lo primero de todo es que te deshagas de esa aberración de objeto. Después las preguntas.

 

Elz había replegado sus alas del todo y se había escondido en lo más profundo del bolsillo y gemía desconsolada. Obviamente, a Sebastian no le estrañaba. Cualquier guía ancestral estaría aterrado ante la presencia de un objeto así. Sebastian nunca había visto uno de ellos hasta aquel momento, pero los había oído nombrar. Objetos capaces de robar a los guías ancestrales para el mundo de las sombras y encerrarlos allí por siempre. Aquello era tanto como robarle el alma a un arqueomago.

 

- En cuanto a ti, Sombok. ¿Ves el sol que se esconde bajo el horizonte? Quiero que te concentres en el poder de estas piedras -le indicó señalando el círculo de Stonhege- e intentes tomar el último rayo de sol, justo antes de que éste se oculte completamente. ¿Crees que podrás hacerlo? Sí, seguro que sí -añadió, gesticulando con las manos, como quitándole importancia a su pregunta- sin duda alguna, hay mucho poder en ti. Pues bien, tómalo y dime qué puedes hacer con él.

 

Sebastian les regaló una de sus encantadoras y sinceras sonrisas y se sentó sobre una roca, observando a los muchachos, mientras calmaba su sed chupando el palito de un tallo recién cortado. Mackenzie no se equivocaba, tenían mucho potencial aquellos dos magos. Después de todo, su amiga iba a tener razón y esto iba a merecer la pena.

 

 

@ @@Sombok @

 

 

OFF: Perdón la demora, he estado muy líada con cosas del foro.

[Sombok]

Me quedo mirando a @ a los ojos, puedo notar una lucha interna, un deseo de desprenderse del objeto pero a la vez un de apego de grandes proporciones, pues el mago cree que es la fuente de su poder. Los espectros a su al rededor parecen intranquilos.

 

Siento que una suave voz me susurra al oído. Le digo a Demian exactamente lo que se me comunica.

 

-Crees que ese objeto es la fuente de tu verdadero poder y por eso mismo no te desprenderás de el, pero tienes que entender que puedes alcanzar niveles superiores practicando y desarrollando la arqueomagia; no tienes idea el potencial que no estas utilizando por culpa de esa reliquia.

 

Entiendo que esa voz proviene de algún ser invisible que nos está acompañando, tal vez sea un guardián del lugar.

 

Inmediatamente de producida la canalización, siento una presencia lumínica que equilibra la ecuación que se viene desarrollando. Me tranquilizo. Un olor a fino tabaco cubano llega a mis narices, me volteo y diviso a un sujeto apuesto de unos treinta años con apariencia salvaje de una mezcla de rockstar y explorador. Camina hacia nosotros mientras hecha humo de su pipa manteniendo una arrogante y sutil sonrisa, con toda la firmeza y seguridad del mundo, como si lo que allí esta aconteciendo no fuera amenaza para él, como si se tratase de un simple juego de niños, como si lo viera todo desde una dimensión superior.

 

Se presenta y dice llamarse Sebastian Crowld, un arqueomago enviado por la bruja @@Mackenzie Malfoy. Percibo la misma grandeza que ví en la Malfoy. Su forma de hablar, y articular denota una elegancia y clase de alto nivel, irradia una confianza absoluta. Por un lado le encomienda a Demian a desasearse de aquel objeto, cosa que reafirma lo que vengo percibiendo de aquella cosa. Al dirigirse hacia mi me da la extraña tarea de tomar el ultimo rayo de sol que llega a las piedras de Stonehege.

 

Al principio trastabillo pues no entiendo a que se refiere con aquella extraña encomienda pero no hay tiempo que perder, pues el sol está casi en el horizonte y es cuestión de minutos para que desaparezca completamente. Comienzo a correr en dirección al antiguo circulo de piedras a medida que el sol se oculta. Sebastian me pasó algo de su confianza pues estoy seguro de que llegaré a tiempo. Ingreso en el circulo pidiéndole permiso a todos los seres ancestrales y guardianes del lugar. La energía que siento rebalsa todo lo conocido, todos los puntos energéticos de mi cuerpo se abren y se linean simultáneamente y me anclan en la tierra. Siento el peso de mi ser, como si fuera una de las enormes rocas del lugar. El sol se encuentra rojo intenso, emanando sus últimos rayos. Hago unos movimientos de manos y me concentro en la luz que llega a ellas. Los movimientos que hago intuitivamente son circulares, como si estuviera haciendo una esfera invisible, en ningún momento sentí la necesidad de sacar mi varita. Pierdo la noción del tiempo, pues mi atención plena se encuentra en la luz encapsulada.

-Estoy creando mi sol en la tierra" Pienso.

La esfera creada se vuelve cada vez mas visible a medida que continuo con los movimientos circulares, hasta tomar la forma de una bola de fuego. Levanto la mirada y ya es de noche, al parecer ha pasado mas de una hora pues el cielo muestra su infinidad de estrellas contenidas por el oscuro abismo de la noche. Concentro toda mi energía en la bola de fuego y la arrojo al suelo, haciendo un chispeo abrumador. La bola de fuego toma la forma de un gran león. Siento su calor pero no me quema. Me dirijo hacia el arqueomago Crowld que se encuentra a unos cien metros observando lo que hacía Demian. Al caminar hacia donde se encuentran los dos magos el león de fuego toma la forma de una serpiente de fuego y se arrastra por el verde pasto. Para mi sorpresa no deja rastros ni quemaduras algunas.

-He cumplido con tu difícil tarea maestro. Le comunico humildemente a Sebastian.

[Mackenzie Malfoy]

- Hermoso poder, Sombok - Aprobó Sebastian al ver lo que el mago acababa de hacer con el último rayo de sol. - No dejes que se desvanezca esa serpiente de fuego que has creado. Mantenla ahí.

 

Sebastian miró por el rabillo del ojo a Demian. Le preocupaba el chico, pues parecía que tenía mucho apego por aquel objeto.

 

- He de deciros algo sobre las fuerzas de la arqueomagia - miró a Sombok y a Demian, alternativamente, preguntándose si estarían preparados para entender. - Debéis entender que, en arqueomagia, luz y oscuridad, no son más que una dualidad. Ninguna de ellas es ni buena ni mala, ni mejor ni peor. Las fuerzas oscuras que estudiasteis en Hogwarts tienen poco que ver con las fuerzas de la oscuridad de la arqueomagia. Las primeras son equivalentes a magia negra, es decir, magia utilizada para causar daño. Por el contrario, en arqueomagia, fuerzas oscuras son las que proceden de la oscuridad. Si un arqueomago abrazara el deseo de causar daño, lo mismo podría hacerlo con una u otra sincronicidad, al igual que el bien es perfectamente alcanzable con ambas sincronicidades. La arqueomagia nos enseña que en el Universo rige la dualidad, -noche y día, vida y muerte-, y que esa dualidad no tiene nada que ver con los conceptos del bien y el mal. Ni la muerte ni la noche ni la oscuridad son malos en sí mismos, al igual que el día, la vida y la luz tampoco tienen porque ser buenos.

 

Demian debía entender que la magia antigua que pudiera haber en aquel objeto estaba contaminada por fuerzas malignas y que aquel objeto no sólo no le daría poder, sino que acabaría por quitárselo.

 

- Sombok, hiciste una hazaña admirable. Créeme que no muchos arqueomagos son capaces de aprehender un rayo de luz. ¿Qué crees que pasaría si ordenaras a tu criatura de fuego penetrar en el círculo de piedras?

 

Sebastian había elegido un momento especialmente peculiar. El sol se había ocultado por completo y la cercana noche proyectaba sombras alargadas en las enormes piedras, al punto que, en el mismo centro, donde todas las sombras se juntaban, una minúscula gota de plena y absoluta oscuridad palpitaba sigilosa.

 

Ezl salió del bolsillo y asomó su pequeña cabeza, atento a lo que pudiera suceder. La pequeña murciélago blanca, que era el guía ancestral de Sebastian, tampoco quería perderse nada.

 

@Sombok

[Thoth]

Mientras que ese par hablaba y pensaba en lo qué debía hacer, sólo cierro mis orbes y me marchó por un portal que creó con sólo pensarlo. En ese segundo llegaba al mismo infranundo, un sitio que había visitado con el arcano de la nigronamancia y cómo castigo de un Guerrero Uzza. Éste paraje era diferente a las muchas veces que había visitado.

 

-¿Por qué regresas? - Me interroga una voz misteriosa en siseo, poco a poco todo ese entorno de mármol negro me rodea. Aquel objeto que se me otorgó sale del lugar donde lo había conseguido. Allí un antiguo ser de las sombra aparece. - Al parecer al fin lograste descifrar. - Agrega y lo toma. - Si lo deseas dejar y no saber el motivo del porqué se te dio te puedes marchar. - En ello dude y baje la mirada.

 

-Sigueme. - Y por la ansia de saber ese saber optó por estar con él, pero mi ropa se corría lentamente y toda mis prendas se inpregna de un aura de muerte, en ello mi cuerpo se vuelve lumínico e inclusive mi varita ¿acaso está sería mi forma de sincronía? Aunque ello lo dude. Y al segundo de dar un paso, ya me encontraba de regreso con @@Sombok y ese otro sujeto (@@Mackenzie Malfoy )

 

Al llegar toda mi ropa era diferente, cual era como un traje lumínico, este se oculta a la luz y en esos monentos aparecía un cielo nocturno, era una sola pieza y poseía escrito en un idioma antiguo éste es el descendiente del arqueomago de la oscuridad y los muertos. Ese ser que su nombre fue maldito y sellado.

[Sombok]

Mantengo la forma de la serpiente creada. Soy consciente que este vinculo de a poco me agota pues la criatura de fuego esta estrechamente vinculada con mi energía, cosa que la desgasta a medida que pasa el tiempo. Trato de respirar profundo y calmo para mantener viva aquella ígnea criatura.

Escucho atentamente la explicación de Sebastian. No me quedan dudas que mi sincronía es con las fuerzas oscuras, pues como dijo el sabio arqueomago, no tiene nada que ver con la magia negra. De hecho siento que esta fuerza de la arqueomagia posee una hermosa y delicada puresa.

Si soy capaz de sincronizar con las fuerzas de la oscuridad, he de probarlo en este momento, pues se lo que Sebastian trama al pedirme que envíe a mi criatura de fuego hacia el circulo de piedras. Puedo sentir una puresa acrecentarse proveniente de aquel circulo, como si de un manantial energético se tratara.

Me dirijo con la serpiente de fuego hacia aquel lugar y penetramos dentro del circulo. Las sombras de todas las piedras convergen en centro del mismo. Una gota de oscuridad abismal pulsa desde ese mismo centro y expande ondas de frecuencia que las puedo sentir como si un leve viento soplara mi ser. Compruebo que es una energía pura porque no se siente la densidad emanada por el brazalete de @ . De hecho todo mi cuerpo se siente más cargado de energia, haciendo desaparecer todo rastro de agotamiento en mi. Miro a mi serpiente y esta se incrementa de tamaño, enrroscandose en todas las piedras del circulo a gran velocidad. Con mi mente la dirijo hacia el centro para converger en la fuente de oscuridad al igual que lo hacen todas las sombras. Se produce un destello y un estruendo. De pronto todo se torna oscuro y silencioso. Cierro los ojos y me siento en pose de meditación. Respiro hondo y pausado. Pasan unos pocos minutos y escucho un siseo, cosa que me obliga a abrir los ojos. Delante de mi se arrastra una pequeña serpiente de unos treinta centímetros. Es profundamente negra con unas rayas verde fosforescente que hace que se pueda divisar en la oscuridad.

 

-Traigan a aquel objeto de inmediato. Me ordena. Sus ojos verdes e hipnóticos penetran en mi... Pronto, que no tenemos mucho tiempo.

 

Evidentemente se trata de aquella reliquia poseída por Luxure.

Corro de inmediato hacia donde se encuentran los dos magos y les comunico las instrucciones de la serpiente.

 

-Sin duda el lugar nos ha llamado para deshacernos del objeto de Demian, es por eso estamos aquí.

 

 

@@Mackenzie Malfoy